viernes, 4 de julio de 2014

MARIANO RAJOY ES UN MICIFÚ METIDO A PRESIDENTE DE GOBIERNO, PERO NO ESTÁ EQUIVOCADO

Es un error como la copa de un pino bien gordo considerar algún error en las políticas de empobrecimiento general de la población que está aplicando el gobierno de Rajoy. Ellos saben muy bien a quienes tienen que enriquecer más, llevándose para sí la parte del botín que roban al Estado. Parece que ceden en algo cuando ven en peligro sus chiringuitos del robo por las movilizaciones que se producen o los resultados electorales que tienen, pero saben muy bien lo que hacen: de tres me llevo dos u tres, según vengan dadas.

*

Por qué el Gobierno Rajoy está profundamente equivocado
Una de las medidas predecibles que está tomando el gobierno del Partido Popular es la de reducir los impuestos de las rentas superiores, incluyendo aquellas que se derivan de la propiedad. Paralelamente, existe una rebaja del impuesto de sociedades de las grandes empresas en especial atención de las que facturan más de 150 millones de euros al año y que representan el 0,12% de todas las empresas del país. Es una de las rebajas más notables que ha habido en España de los impuestos sobre las rentas del capital y las rentas superiores, beneficiando principalmente al 10% de la población de renta superior (especialmente al 1% más pudiente). El gobierno del Partido Popular está favoreciendo de una manera muy marcada a los que en lenguaje popular se conoce como ricos y súper ricos.


 ¿Por qué se realizan estos recortes fiscales tan favorables a los sectores de la población con más recursos?


 El argumento justificativo de este tratamiento fiscal discriminatorio es que las rebajas de impuestos a estos sectores beneficia no solo a los individuos que pagarán menos impuestos, sino también a toda la economía, pues los beneficiarios directos tendrán más dinero y lo invertirán, creando empleo. Este argumento lo aplican, preferentemente a las rebajas del  Impuesto de Sociedades, pues se asume que, cuando el empresario tenga más dinero, lo invertirá, creando más empleo. En otras palabras, no se grava el capital porque gravarlo repercutiría negativamente en la creación de puestos de trabajo. De ahí la conclusión de que, si se desgrava el capital, se creará más empleo. Se ha llegado incluso a decir que la baja creación de empleo se debe a la supuesta alta imposición del Impuesto de Sociedades de las grandes empresas.

El problema de este tipo de argumentación es que la evidencia existente no la avala. Los datos, fácilmente obtenibles, señalan que estos supuestos son insostenibles. Lo que sí muestran los datos es que la baja creación de empleo se debe, primordialmente, al descenso muy notable de la demanda de productos y servicios, consecuencia, en gran parte, de la bajada de salarios y el elevado desempleo, que han causado un descenso muy marcado del consumo. Esta es la mayor causa del escaso crecimiento económico y creación de empleo. Un factor también importante es el descenso del gasto y empleo públicos, con la consiguiente reducción de la ocupación y la creación de puestos de trabajo.

  
La falta de evidencia que avale tales argumentos

Toda la evidencia empírica existente muestra que no hay una relación estadística entre la riqueza acumulada y concentrada en las clases pudientes y en las grandes empresas, por un lado, y la creación de empleo, por otro. El caso más claro de que los beneficios fiscales para el capital y los sectores con más riqueza (incluyendo rentas) no determinan mayor creación de empleo es lo ocurrido en los últimos treinta años a los dos lados del Atlántico Norte (Norteamérica y Europa Occidental), donde se han estado aplicando políticas neoliberales de rebajas impositivas del tipo descrito. Estas políticas fiscales han facilitado la concentración de la riqueza, alcanzando niveles nunca antes vistos, mientras que la creación de empleo ha sido mucho menor a la existente en el periodo anterior (1945-1980), conocido como “la época dorada del capitalismo”, cuando las cargas impositivas a las rentas superiores, a las clases más pudientes y a las grandes empresas, eran muy superiores a las del periodo 1980-2012. Así, mientras que las rentas del 1% más rico de EEUU se triplicaron durante el periodo 1980-2012 (mientras que los salarios estuvieron estancados o crecieron poco), la creación de empleo bajó, siendo mucho menor que en el periodo 1945-1980.


 Y la causa de ello es fácil de ver. El factor más importante en la determinación de los puestos de trabajo es la demanda de productos y servicios, que determina que haya que producir más productos y servicios, requiriendo, para ello, más trabajadores y empleados. Y los elementos más importantes para explicar el nivel de demanda son los salarios y el empleo. A mayores salarios y a mayor gente asalariada, más demanda y más creación de empleo.


 Por qué no se está creando empleo

Lo que ha pasado en los dos lados del Atlántico es que en el periodo 1980-2012 las rentas del trabajo han bajado, en parte debido al descenso de los salarios. Una característica de este periodo es que la riqueza que se iba creando en estos países, como resultado del crecimiento de la productividad, iba más a enriquecer a las rentas del capital (propietarios y gestores de las grandes empresas financieras, industriales y de servicios) que a las rentas del trabajo, como resultado de las políticas públicas de corte neoliberal que favorecieron al primero (el capital) a costa del trabajo (salarios). Para darse cuenta de la magnitud de estas rebajas salariales, es interesante observar que, si los salarios en EEUU se hubieran mantenido al nivel de 1970, el salario medio hoy sería de 40.000 dólares más de lo que es (ver vídeo “¿Quiénes son los creadores de empleo?” en www.vnavarro.org). Y ahí está la raíz del problema.


 El aumento de la riqueza (incluidas las rentas) del súper rico tiene poco impacto en la demanda. Las rentas del súper rico son hoy miles de veces más elevadas que las del trabajador. Tiene tanto dinero que recibir más no quiere decir que consuma muchos miles de veces más que el trabajador. Su impacto en el consumo es, por lo tanto, mucho menor. De ahí que la demanda fuera mucho mayor en el periodo 1945-1980, cuando los salarios eran más altos y el empleo mayor (y las rentas superiores eran gravadas a niveles mucho más elevados que los del periodo neoliberal).


 En realidad, lo que debería hacerse es gravar mucho más, y no menos a las rentas superiores y a las rentas del capital (al revés de lo que están haciendo los gobiernos neoliberales, incluyendo el español) y, con el dinero conseguido, el Estado debería crear empleo, tal como históricamente han hecho los países escandinavos de tradición socialdemócrata. Uno de cada cuatro suecos trabaja en los servicios públicos del Estado del Bienestar, comparado con uno de cada diez en España. Si España tuviera el porcentaje de la población adulta trabajando en los servicios públicos del estado del bienestar que tiene Suecia, se crearían casi seis millones más de puestos de trabajo eliminando el paro. Tales servicios podrían financiarse con la eliminación de las bajadas de impuestos de sociedades de las grandes empresas que han ocurrido en España desde el año 2006 o gravando a las rentas del capital al mismo nivel que las rentas del trabajo. El hecho de que se esté haciendo lo opuesto es debido a la enorme influencia de los súper ricos sobre el Estado. Así de claro.


Vicenç Navarro es Catedrático de Ciencias Políticas y Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra

*++

IRAK. EL HONRADO NEGOCIO DEL ROBO DEL PETROLEO DEL QUE LA PRENSA OCCIDENTAL LE ENTRA LA AMNESIA INFORAMTIVA

Corporaciones de EE.UU. ya se reparten el petróleo robado en Irak


Publicado: 4 jul 2014
Mientras los medios occidentales afirman que Estado Islámico es un grupo de fanáticos inspirados por el Corán, la propia milicia ha iniciado una guerra para hacerse con el petróleo iraquí y ya ha cortado el suministro de crudo a Siria.

La venta del petróleo robado lo llevará a cabo Aramco, la petrolera dispuesta a hacer pasar este crudo por producción extra de Arabia Saudita, apunta el politólogo francés Thierry Meyssan en un artículo publicado por el rotativo sirio 'Al Watan' y traducido para el portal Voltairenet

Según la interpretación de la prensa occidental, Estado Islámico (EI), que ya ha tomado el norte de Irak, no es más que una agrupación de fanáticos religiosos armados con el Corán y fusiles kaláshnikov. Sin embargo, a juzgar por la actuación de los milicianos de este grupo en Siria, es obvio que se trata de un ejército privado integrado por mercenarios de diversas nacionalidades, llegados de todos los rincones del planeta para actuar bajo el mando de oficiales norteamericanos, franceses y sauditas. 

Este ejército ha desmembrado el territorio iraquí para que fuera más fácil explotarlo siguiendo el modelo colonial, sugiere el analista. 

La misma prensa occidental que insiste en que la OTAN no da amparo a Estado Islámico manifiesta que EI se ha enriquecido de la noche a la mañana gracias a la conquista de los campos petroleros. Pero la misma situación ya tuvo lugar después de que los terroristas se adueñaran del norte de Siria; entonces el episodio fue descaradamente desdeñado por los medios occidentales, que intentaron presentar los combates entre el Frente Al Nusra y Estado Islámico como el resultado de una rivalidad avivada por el 'régimen' de Al Assad, mientras que en realidad lo que tuvo lugar fue una simple pugna por el control de los campos petroleros. 

¿Quién sale beneficiado?

Hay una pregunta a la cual siguen siendo incapaces de responder los medios occidentales y los de los Estados del Golfo: ¿cómo pueden los terroristas vender este petróleo en un mercado internacional totalmente controlado por Washington?
 
La respuesta es que si el Frente Al Nusra y Estado Islámico logran vender en el mercado internacional el petróleo proveniente de los campos conquistados será con la 'bendición' de Estados Unidos y solo a través de compañías que operan en el sector

El congreso anual de las compañías petroleras que transcurrió entre el 15 y el 19 de junio tuvo lugar en Moscú, con lo que todo el mundo creía que el tema estrella sería Ucrania. Pero no fue así, sino que se habló exclusivamente sobre Siria e Irak. Se anunció que el petróleo robado por destacamentos de Al Nusra en Siria lo comercializa Exxon-Mobil  (una empresa de Rockefeller que opera en Catar), mientras que el crudo obtenido por EI lo vende Aramco (EE.UU. / Arabia Saudita). Hay que hacer notar que durante el conflicto de Libia, la OTAN autorizó precisamente a Catar (es decir, a Exxon-Mobil) la venta del petróleo de los territorios 'liberados' por Al Qaeda

Así pues, la confrontación actual (igual que todas las guerras del siglo XX en Oriente Medio) es una batalla más de la guerra entre las compañías petroleras. Y que EI esté financiado por Aramco explica fácilmente por qué Arabia Saudita de repente dijo estar dispuesta a compensar con su producción la caída de ventas de petróleo iraquí: la monarquía del Golfo simplemente 'lavará' el petróleo robado. 

Por lo tanto, las pérdidas las van a sufrir los británicos, los turcos y, sobre todo los chinos, puesto que precisamente China ha sido uno de los principales clientes de Irak. 

Por su parte, los ganadores serán EE.UU., Israel y Arabia Saudita. 

En referencia a las motivaciones de EI para llevar a cabo su actividad, "será lo que quieran, pero no el islam", concluye Thierry Meyssan.


Texto completo en: http://actualidad.rt.com/actualidad/view/133006-irak-islam-petroleo-eiil-meyssan

*++

IRAK HOY, PEOR QUE AYER



¿Es el Irak de hoy más seguro que con Sadam? Un joven iraquí tiene la respuesta

Publicado: 3 jul 2014 
Wael Al-Sallai, un joven iraquí, responde a la siguiente pregunta lanzada por la red social Quora: "¿Es Irak un lugar más seguro ahora en comparación con la época del régimen de Sadam Husein?".
Su respuesta empieza así:

Soy un ciudadano iraquí que apenas era un indefenso bebé de cuatro meses cuando terminó la guerra entre 
Irak e Irán. A los tres años sobreviví a la primera Guerra del Golfo y viví las sanciones económicas durante 12 años. A los 15 fui testigo de la segunda Guerra del Golfo y pasé toda mi adolescencia en apuros hasta su posguerra. No hace falta decir que pasé mi juventud durante los peores tiempos de Sadam; desde que pasó de ser el aliado predilecto de Estados Unidos a su peor enemigo.

Los 80 y la crisis de los 90

 
Durante las décadas de los 70 y 80, Irak fue una nación rica pese a entrar en guerra con Irán (1980-1988), apoyada entonces por Estados Unidos. Al acabar la guerra, Kuwait empezó a reducir los precios del petróleo con la intención de dañar la débil economía de Irak, que necesitaba reconstruir sus infraestructuras dañadas. A Sadam le interesaba inflar el precio del petroleo y así obtener mayores ingresos, ya que su economía no daba de sí para recuperarse durante la posguerra. Tras no llegar a un acuerdo respecto a los precios, Sadam decidió invadir Kuwait, al que acusó de sustraer ilegalmente petroleo de los pozos que ambos compartían.


Kuwait pidió auxilio a Estados Unidos para contrarrestar la sangrienta invasión provocada por el régimen de Sadam (más de 1000 muertos, en su mayoría civiles), originando la primera Guerra del Golfo (1990-1991), que ocasionó peores consecuencias para Sadam Husein y aún peores para todo el país: el ejército iraquí tuvo que retirarse de Kuwait sufriendo importantes bajas (cerca de 35.000 muertos, de los que más de 3.500 fueron civiles iraquíes) tras la intervención del ejército estadounidense y la coalición de laOTAN.

Tras el conflicto, una serie de sanciones y embargos fueron impuestos a Irak por parte de la ONU y Estados Unidos, provocando el hundimiento de la economía iraquí, lo que llegó a repercutir seriamente en la población civil, que vio  mermados sus salarios y servicios sociales. Wael Al-Sallai recuerda esta época como la peor de toda su vida: su familia apenas ganaba más de 11.000 denarios al mes, el equivalente a 6 dólares americanos, y eso sin contar con que su padre era entonces funcionario del Gobierno y, por tanto, podía permitirse vivir un poco mejor que la mayoría.

A finales de los 90 la situación empezó a mejorar en Irak, pues Sadam introdujo ciertas inyecciones económicas para infraestructuras sociales. Las mejoras más notables fueron la televisión por satélite y los teléfonos celulares. Pero la recuperación duró solo hasta la nueva intervención estadounidense y sus aliados de la coalición, que decidieron derrocar y capturar a Sadam Husein, acusándolo en 2001 de estar detrás de los ataques terroristas del11-S y de crear un eje del mal con Corea del Norte e Irán. En 2003, Estados Unidos acusó a Irak, sin pruebas consistentes, de almacenar misiles nucleares y, sin apoyo de la ONU, lanzó una invasión militar. 

La caída de Sadam y la posguerra

 
De todas formas, la moral y la situación ya quedó bastante mermada en la década de los 90, por lo que la población apenas tenía intención de defender su patria frente a la invasión militar que, pese a las numerosas bajas civiles iraquíes, optó por sentarse y esperar a que cayera Sadam. 


Wael Al-Sallai reconoce que a partir de la invasión de Irak de 2003 y la caída de Sadam, la situación fue a peor, ya que -asegura- antes de las intervenciones estadounidenses el país era más seguro y rico. Irak llegó a convertirse en uno de los lugares más peligrosos del planeta entre 2003 y 2007, pasando el país de contar con un solo dictador a tener cientos; donde incluso estar callado ya no era seguro; y donde miles de personas se asesinaban entre sí por su religión, origen o incuso por su nombre. El joven recuerda con terror el año 2006, cuando las milicias tomaron el control de las calles, donde reinaba ya sólo el caos debido a la imposibilidad del ejército interino, instaurado por la coalición, de mantener la estabilidad del país. 


A partir de 2007, la actividad de las milicias insurgentes parecieron ir a menos, permitiendo cierta estabilidad y prosperidad económica en las pequeñas ciudades y de menor importancia. Mientras tanto, Bagdad y otras grandes ciudades seguían siendo lugares muy inseguros para vivir.

En resumidas cuentas, Wael Al-Sallai afirma que pese a todas las dificultades y hostilidades entre los kurdos y los chiitas, se vivía más seguro antes de 2003. Después empezaron a resurgir las milicias de las diferentes etnias del país, además de Al Qaeda y el EIIL, que se enfrentan entre sí y con el Gobierno iraquí por controlar el país. Lo único positivo que ve éste joven es que los ingresos de su familia han aumentando considerablemente desde 2003 y que ahora viven cómodamente en su pequeña ciudad, aunque aún siguen sufriendo la constante amenazaterrorista de los coches bombas y los secuestros, a los que su familia ha sobrevivido en varias ocasiones.


*++