martes, 5 de agosto de 2025

La verdad sobre las pensiones públicas: datos para desmontar la gran mentira (cast/cat)

 


La verdad sobre las pensiones públicas: datos para desmontar la gran mentira (cast/cat)


Por co.bas

Kaosenlared

5 de agosto de 2025 

 

La verdad sobre las pensiones públicas: datos para desmontar la gran mentira

Ya en la década de los 90, el aumento de la esperanza de vida y la disminución de la tasa de natalidad provocaron una avalancha de estudios (procedentes de entidades como el BBVA, La Caixa…) que daban por hecha la inviabilidad del sistema de pensiones. De inmediato, los gobiernos sucesivos endurecieron el acceso a la pensión y alargaron la edad de jubilación. En los últimos años, hemos vivido una nueva ofensiva mediática y política que pretende hacernos creer que el sistema público de pensiones es, otra vez, insostenible. Este discurso, repetido como un mantra, ha servido de nuevo para justificar recortes, más retrasos en la edad de jubilación y la promoción de sistemas privados.

Pero, ¿es realmente cierto? La respuesta es rotunda: no.

El sistema público de pensiones, cuyo embrión fue el “Seguro de Accidentes de Trabajo” de finales del siglo XIX, es heredero del “Retiro Obrero” de 1919 y se consolidó como “Ley General de la Seguridad Social” en 1966. Ha funcionado durante más de un siglo, funciona ahora y es plenamente viable en el futuro:

  • Más del 90% de las pensiones provienen del sistema contributivo público. Durante años ha habido superávit y se han destinado fondos a gastos impropios (como las pensiones no contributivas).
  • Este sistema ha aportado miles de millones de euros a las arcas del Estado gracias a las cotizaciones sociales.
  • Aun así, el gobierno se resiste a realizar una auditoría pública del sistema, tal como establece una ley aprobada por unanimidad en el Parlamento, impulsada por la Marea Pensionista.

¿Por qué quieren hacernos creer que no es sostenible?

El capital financiero y la banca, con el apoyo de muchos medios de comunicación, impulsan un discurso alarmista para desacreditar el sistema público. El objetivo es reemplazar el sistema solidario y de reparto por planes privados (bancarios y de empresas) que generen enormes beneficios a las entidades que controlen las inversiones.

Ya se plantea alargar la edad de jubilación hasta los 71 años, ignorando la realidad laboral y la calidad de vida de las personas trabajadoras.

Los datos desmienten el catastrofismo

El problema no es el gasto social, sino la falta de voluntad política y un reparto injusto de la riqueza.

Existen alternativas viables:

  • Aumentar los salarios.
  • Reducir el desempleo.
  • Mejorar la fiscalidad.
  • Hacer que paguen más quienes más tienen.

Se calcula que bastaría con un incremento del 2,4% del PIB en transferencias del Estado para garantizar completamente el sistema.

También es importante señalar que distintos estudios recientes (como uno de la UCLM) aseguran que las pensiones son un motor invisible del país, ya que representan más del 7% del consumo total y, por cada euro destinado a pensiones, más de 45 céntimos retornan a la hacienda pública (vía IRPF, IVA y cotizaciones).

Además, la mejora del empleo y los salarios incrementaría los ingresos por cotizaciones.

¿Qué podemos hacer?

Hay que desmontar el relato falso con argumentos y datos. Aquí van algunos:

1.      Las pensiones públicas no están en riesgo por falta de dinero, sino por decisiones políticas interesadas.

2.     Garantizan una cobertura universal, no solo para quien puede pagar.

3.     Son sostenibles si se pone toda la economía al servicio de su financiación.

4.     El sistema de reparto es justo, solidario y redistributivo. Obliga a ahorrar y protege incluso a quienes no podrían hacerlo por sí mismos, además de funcionar como motor de inercia de la economía nacional.

5.     Hay que exigir transparencia y una auditoría pública, aunque probablemente no se encontrarían agujeros económicos graves.

6.     Para reforzar el sistema, hace falta una reforma fiscal valiente que:

·         Elimine el fraude fiscal y la economía sumergida.

·         Cierre las vías de elusión fiscal de las empresas y grandes fortunas.

·         Lidere un incremento decidido de los salarios y las cotizaciones.

No podemos permitir que nos roben el futuro con mentiras.

Las pensiones no son una carga:
son un derecho ganado con décadas de trabajo y lucha colectiva.

Difunde, comparte y organízate.


La veritat sobre les pensions públiques: dades per desmuntar la gran mentida

Ja a la dècada dels 90, l’increment de l’esperança de vida i la disminució de la taxa de natalitat van provocar un allau d’estudis (provinents d’entitats com el BBVA, La Caixa…) que donaven per feta la inviabilitat del sistema de pensions. De seguida, els governs successius van endurir l’accés a la pensió i van allargar l’edat de jubilació. En els darrers anys, hem viscut una nova ofensiva mediàtica i política que pretén fer-nos creure que el sistema públic de pensions és, altre cop, insostenible. Aquest discurs, repetit com un mantra, ha servit novament per justificar retallades, més retards en l’edat de jubilació i la promoció de sistemes privats.

Però, és realment cert? La resposta és rotunda: no.

El sistema públic de pensions, que té l’embrió en el “Seguro de Accidentes de Trabajo” de finals del segle XIX, és hereu del “Retiro Obrero” de 1919 i es va establir com a “Ley General de la Seguretat Social” l’any 1966. Ha funcionat durant més d’un segle, funciona ara i és plenament viable en el futur:

  • Més del 90% de les pensions provenen del sistema contributiu públic. Durant anys, hi ha hagut superàvit i destinació de fons a despeses impròpies (com les pensions no contributives).
  • Aquest sistema ha aportat milers de milions d’euros a les arques de l’Estat gràcies a les cotitzacions socials.
  • Tot i això, el govern es resisteix a fer una auditoria pública del sistema, tal com estableix una llei aprovada per unanimitat al Parlament, impulsada per la Marea Pensionista.

Per què volen fer-nos creure que no és sostenible?

El capital financer i la banca, amb el suport de molts mitjans de comunicació, impulsen un discurs alarmista per desacreditar el sistema públic. L’objectiu és reemplaçar el sistema solidari i de repartiment per plans privats (bancaris i d’empreses) que generin enormes beneficis a les entitats que controlin les inversions.

Ja es planteja allargar l’edat de jubilació fins als 71 anys, ignorant la realitat laboral i la qualitat de vida de les persones treballadores.

Les dades desmenteixen el catastrofisme

El problema no és la despesa social, sinó la manca de voluntat política i un repartiment injust de la riquesa.

Hi ha alternatives viables:

  • Augmentar els salaris.
  • Reduir l’atur.
  • Millorar la fiscalitat.
  • Fer pagar més als que més tenen.

Es calcula que només caldria un increment del 2,4% del PIB en transferències de l’Estat per garantir totalment el sistema.

També és important assenyalar que diferents estudis recents (com un d’UCLM) asseguren que les pensions són un motor invisible del país, ja que són responsables de més del 7% del consum total i, per cada euro dedicat a pensions, més de 45 cèntims retornen a la hisenda pública (via IRPF, IVA i cotitzacions).

A més, la millora de l’ocupació i dels salaris incrementaria els ingressos per cotitzacions.

Què podem fer?

Cal desmuntar el relat fals amb arguments i dades. Aquí en teniu alguns:

1.      Les pensions públiques no estan en risc per falta de diners, sinó per decisions polítiques interessades.

2.     Garanteixen una cobertura universal, no només per a qui pot pagar.

3.     Són sostenibles si es posa tota l’economia al servei del seu finançament.

4.     El sistema de repartiment és just, solidari i redistributiu. Obliga a estalviar i protegeix fins i tot qui no podria fer-ho per si mateix, a més de funcionar com a motor d’inèrcia de l’economia nacional.

5.     Cal exigir transparència i una auditoria pública, tot i que probablement no s’hi trobarien forats econòmics greus.

6.     Per reforçar el sistema, cal una reforma fiscal valenta que

7.     Elimini el frau fiscal i l’economia submergida.

8.     Tanqui les vies d’elusió fiscal de les empreses i les grans fortunes.

9.     Lluiti per l’increment decidit dels salaris i les cotitzacions.

No podem permetre que ens robin el futur amb mentides.

Les pensions no són una càrrega:

són un dret guanyat amb dècades de treball i lluita col•lectiva.

Difon, comparteix i organitza’t.

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ALEMANIA. Miles de personas se manifestaron en Berlín para exigir la salida de la UE y de la OTAN

 

ALEMANIA. Miles de personas se manifestaron en Berlín para exigir la salida de la UE y de la OTAN


Cabe recordar que el canciller Friedrich Merz anunció planes para aumentar el gasto militar de Alemania a 153 mil millones de euros en 2029, en línea con los objetivos de defensa de la OTAN. Por supuesto, el dinero saldrá de los recortes a los presupuestos sociales.

 Insurgente.org / 05.08.2025


Fue el pasado sábado en Berlín. Los miles de manifestantes denunciaron los envíos de armas a Ucrania, abogaron por la desmilitarización de Alemania y exigieron la retirada de la Unión Europea (UE) y la OTAN.

Se concentraron frente a la Puerta de Brandeburgo bajo el lema «Paz y Libertad» para después marchar por las calles de la capital alemana. «Queremos la paz» y «El gobierno nos está llevando a la ruina» fueron lemas que se vieron reflejados en carteles y pancartas.

Algunos manifestantes hicieron declaraciones, como Reinhild: «Alemania debe dejar de suministrar armas. No necesitamos prepararnos para la guerra; necesitamos garantizar la paz, no enviar soldados. Y tenemos que salir de la UE, tenemos que salir de la OTAN» .

Otra manifestante fue clara en su opinión: «La OTAN simplemente se está desplazando demasiado hacia el este. E incluso les gustaría incorporar a Ucrania. Probablemente sería la gota que colma el vaso. Y eso es lo que la OTAN significa para mí. No la necesito. Todos los países deberían poder defenderse. Pero no a la OTAN. Solo cuesta cantidades ingentes de dinero».

Otro movilizado expresó: «Es muy, muy peligroso. Esto podría ocurrir en cualquier momento. Por ejemplo, si Ucrania envía nuestros misiles Taurus a Moscú, la guerra podría estallar en cinco minutos. Entonces, los rusos, para defenderse, enviarían misiles Oreshek a Alemania. Y entonces estaríamos en guerra inmediatamente. Sería un fiasco. Sería la Tercera Guerra Mundial». Y añadió: «Creo que ya casi llegamos a otro nivel gracias a estos envíos de armas. Y estamos provocando constantemente a Rusia. No debemos hacerlo. Tenemos que hablar con los rusos. Tenemos que convivir con los rusos».

Cabe recordar que el canciller Friedrich Merz anunció planes para aumentar el gasto militar de Alemania a 153 mil millones de euros en 2029, en línea con los objetivos de defensa de la OTAN. Por supuesto, el dinero saldrá de los recortes a los presupuestos sociales.

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