sábado, 9 de mayo de 2015

UN ANÁLISIS POLÍTICO



UNA SOCIEDAD EN BUSCA DE REFERENTES

Ignacio Urquizu
Sociología Crítica
10.03.2015


Podemos es fruto del desencanto, Ciudadanos es la búsqueda de alternativas técnicas
Podemos, PSOE, PP y Ciudadanos, cerca del empate, lejos de la mayoría

Fuente: El país. 7 de marzo, 2015 ]El último clima social de Metroscopia nos muestra una fragmentación partidista desconocida en nuestra democracia: nunca cuatro partidos de ámbito nacional se habían situado a tan poca distancia entre ellos. De hecho, los porcentajes están tan cercanos, que podríamos hablar de un empate técnico. Este escenario sólo podemos comprenderlo si entendemos qué está pasando en nuestra sociedad en los últimos años. Fruto de las múltiples crisis por las que pasa nuestro país, la ciudadanía se ha mostrado desconcertada y perdida. En esta situación, los partidos tradicionales han mostrado cierta incapacidad puesto que no han logrado empatizar con el estado de ánimo de los españoles. Y fruto de este desconcierto, en la ciudadanía se han instalado dos deseos.

Por un lado, desde hace bastante tiempo hay instaurada una fuerte pulsión de cambio. La magnitud de la crisis económica y sus consecuencias sociales y políticas parecen haber configurado en el imaginario colectivo el fin de una etapa que daría paso a nuevos actores. Estos sentimientos están siendo canalizados en los últimos meses a través de Podemos y Ciudadanos. Son dos formaciones que responden a motivaciones totalmente distintas. Mientras que el partido de Pablo Iglesias es fruto del desencanto, la formación de Albert Rivera está mucho más relacionada con la búsqueda de alternativas técnicas. Pero a ambos les une una conexión con el deseo ciudadano de cambio.

Por otro lado, estamos ante una ciudadanía en busca de referentes. Todos los datos sociológicos de esta legislatura han revelado una gran orfandad política en nuestra sociedad. Pero no sólo respecto a los partidos, sino que en muchos ámbitos cuesta encontrar en estos momentos referentes con algo de credibilidad. Y ante estas ausencias, la ciudadanía parece estar escuchando con atención a los nuevos.

Sólo si entendemos estas dos motivaciones ciudadanas podemos situar en un contexto mucho más amplio el famoso debate entre élites y ciudadanos (o los de abajo frente a los de arriba). Una interpretación excesivamente simplista sería pensar que el resultado de este conflicto social es una democracia asamblearia, sin dirigentes ni partidos. Pero los datos de opinión pública no dicen eso. En una reciente encuesta elaborada por Metroscopia observamos que el 75% de los españoles consideran necesarias a las formaciones políticas y casi el 70% cree que sin partidos no es posible la democracia. Lo que les produce una profunda desafección es su funcionamiento: el 70% dice estar poco o nada satisfecho. Y si echamos la vista atrás, ya en 2012 el 65% de los españoles consideraba que otros líderes deberían ponerse al frente de los principales partidos.

En definitiva, la enorme fragmentación política que empieza a visualizarse en generado un fuerte bipartidismo en el 60% de los distritos electorales, los cuales reparten casi el 40% de los escaños. Por ello la implantación territorial de los distintos partidos será fundamental a la hora de transformar los deseos de los españoles en diputados.


Ignacio Urquizu es profesor de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid y coordinador del seminario de análisis político de Metroscopia. 

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TELEFÓNICA. LOS TELEFÓNICOS JEFES SALEN DE LA CRISIS ROBANDO A MANOS LLENAS DE UNA EMPRESA QUE ERA DE TODOS LOS ESPAÑOLES


TELEFÓNICA Y SU CADENA DE EXPLOTACIÓN
Brais Benítez / 03.05.2015
Sociología Crítica
La Marea
Jornadas laborales de hasta 12 horas diarias, de las cuales sólo cotizan cuatro; trabajo de lunes a domingo y un salario que apenas alcanza los 800 euros al mes, a los que hay que descontar el gasto en carburante y aparcamiento derivado de los desplazamientos para instalar ADSL y fibra óptica o para efectuar reparaciones. Éstas son las condiciones de trabajo que padecen miles de empleados en todo el Estado del eslabón más débil de la cadena de contratas y subcontratas sobre las que se apoya Telefónica para maximizar beneficios: 3.178 millones de euros en 2014, 4.593 millones un año antes.
Tras años de progresiva precarización de las condiciones laborales en la multinacional de telecomunicaciones –y 50.000 empleos fijos menos– desde que el gobierno de Felipe González pusiera las bases para su privatización en 1994 y Aznar la culminase dos años después, la reducción de precios del nuevo contrato ha desatado la batalla: por primera vez, miles de trabajadores y trabajadoras que están subcontratados o trabajan como autónomos para diferentes empresas se han unido en una huelga indefinida para luchar contra su empleador final. “A pesar de llevar tantos días en paro la gente cada vez tiene más ánimos, porque para cobrar un salario de 600 euros es preferible aguantar hasta el final”, expone José Luis Amaro, trabajador de una subcontrata y miembro del comité de huelga de la Comunidad de Madrid.
La coordinación entre los trabajadores tiene un especial valor dada la atomización entre los empleados. Para un mismo trabajo, hay quienes están en plantilla de Telefónica, quienes trabajan para una contrata directa de la compañía, quienes lo hacen para una subcontrata y quienes se hicieron autónomos bajo la promesa de poder alcanzar el mileurismo.
“Lo que nos ha costado más es juntar a toda la gente. En Barcelona hay 1.600 personas que trabajan para Telefónica entre autónomos, empleados de contratas y de subcontratas, la inmensa mayoría sin comité de empresa ni delegados sindicales”, señala Josep Bel, empleado de la compañía y miembro del sindicato Co.Bas, que asesora a los trabajadores en un paro que ha rebasado la función de los sindicatos mayoritarios, que se subieron a la ola posteriormente convocando paros de dos días semanales. “Están haciendo asambleas abiertas, unitarias, recuperando la mejor tradición del 15-M y de la democracia de base. Una persona, un voto, sean de la empresa que sean”, detalla Bel.
Los trabajadores calculan el seguimiento de la huelga en el 85%, sobre todo en Madrid y Barcelona. El nuevo convenio en bucle, que afecta a unos 20.000 trabajadores y que la multinacional renueva con las contratas cada tres años, implicaría que un empleado de subcontrata difícilmente pudiese alcanzar los 600 euros mensuales, denuncia José Luis Amaro.
Diferencia de plantilla
En 2012, se rebajaron los baremos en un 30%. Pese a que tras estallar la movilización Telefónica aseguró que prorrogaría los contratos actuales, los huelguistas ya no se conforman con parar el nuevo convenio. Piden que se deroguen los “contratos bucle”, que todos los empleados cobren lo mismo por el mismo trabajo –el sueldo mínimo en Telefónica es de 1.700 euros mensuales–, y que todo aquel que lo desee pueda integrarse en la plantilla.

“Queremos lo que cualquier trabajador, un contrato de ocho horas y unas condiciones dignas, porque lo de ahora es una esclavización, y estamos trabajando para una multinacional que todos los años tiene unos beneficios abismales”, apunta Amaro. Explica que hace 17 años, cuando entró a trabajar en Telefónica, le ponían “el coche y la gasolina, dos pagas extra… Ha habido un cambio radical. Hay compañeros que llevan 22 años trabajando para la empresa y han perdido la vivienda porque no podían pagarla”.
Mientras, en la parte noble de la cadena se instalan ex políticos del PP como Eduardo Zaplana –con un salario de 600.000 euros anuales– y del PSOE, como Javier de Paz, que en 2012 percibió 1,07 millones de euros. El presidente de la compañía, César Alierta, se embolsó 6,7 millones de euros en 2014, un 16% más que el año anterior. El día en que detuvieron a Rodrigo Rato, éste seguía siendo asesor de Telefónica para Latinoamérica, puesto remunerado con 100.000 euros anuales.
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GRECIA. LO QUE LES PASE A LOS GRIEGOS NOS PASARÁ A LOS ESPAÑOLES



La verdad sobre la deuda griega ante el acoso de los acreedores

Rebelión
Diagonal
07.05.2015


El 11 de mayo tendrá lugar una reunión clave del Eurogrupo para definir el futuro de una Grecia acosada por sus acreedores. 300 personalidades firman un manifiesto de apoyo a la Comisión que estudia cómo se generó la deuda que hoy lastra el futuro de la población griega.

Immanuel Wallerstein, Ken Loach, Susan George o Ada Colau son algunas de las primeras firmas de un manifiesto avalado por 300 personas y lanzado desde comienzos de mayo para apoyar a la Comisión de la Verdad que examina la deuda de Grecia.Una Comisión que ha comenzado a trabajar para asesorar al Gobierno griego y cuya principal valedora hasta el momento es Zoe Konstantopoulou, presidenta del Parlamento griego.

En una entrevista reciente con Diagonal, Eric Toussaint, coordinador científico del comité de la auditoría ciudadanía griega explicaba que la misión de la Comisión es "identificar las deudas ilegítimas, ilegales, insostenibles u odiosas, sacar conclusiones respecto a esa identificación y comunicar esas conclusiones a las autoridades griegas competentes".

"La deuda pública es utilizada como un instrumento de chantaje y de dominación, como medio de sumisión, bajo unas condiciones que no tienen nada que ver con uno de los objetivos de los estatutos europeos: el de garantizar la prosperidad de los pueblos y de las sociedades",declaró Konstantopoulou el 11 de abril durante la apertura de la Comisión.

Para Jérôme Duval, firmante del manifiesto y miembro de la Plataforma Auditoría Ciudadana de la Deuda el manifiesto debe ir acompañada de la movilización social "porque sin ella la auditoría tendrá mucho menos impactos en lo que al final decidirá el gobierno". Duval recuerda que los trabajos de esta Comisión debe servir para que en el Estado español se discuta sobre la necesidad de abordar una auditoría de la deuda.

El apoyo se requiere, como explican los firmantes del manifiesto, ante quienes acosan esta misión, que ha identificado ya 53.000 millones de eurosen préstamos "potencialmente ilegales o ilegítimos".

El desenlace finalLos trabajos de la Comisión que comenzaron a partir del 3 de abril, se producen en paralelo a la negociación entre el Gobierno de Alexis Tsipras y las tres patas de la troika, que no muestran una posición homogénea.

Grecia necesita 7.200 millones de euros por parte de las instituciones encargadas de su rescate –FMI, Comisión Europea y Banco Central Europeo– para el pago de salarios, de pensiones y de 200 millones al propio FMI.

Según Bloomberg, los acreedores de Grecia tienen distintos objetivos en esas negociaciones. Mientras la Comisión Europea prioriza la cuestión del déficit –y lanza a Tsipras el dardo envenenado de rebajar las expectativas de crecimiento del país en sus Previsiones Económicas de Primavera de 2015–, el FMI, aparente 'poli bueno' de la negociación, como lo califica Zero Hedge, insiste en una nueva revisión a la baja de los derechos laborales y en otro de los caballos de batalla del fondo dirigido por Christine Lagarde: la revisión del sistema (público) de pensiones.

El próximo lunes 11 de mayo tiene lugar una reunión decisiva del Eurogrupo, en la que el Gobierno de Syriza se enfrentará a la posición del Gobierno alemán, encabezado por el ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, reacio a una quita de la deuda.

Las divergencias entre los actores que presionan a Grecia sitúan a Syriza ante la imposibilidad de satisfacer por separado a los dos actores al mismo tiempo que a la población griega ante quien debe defender sus políticas antiausteridad.

El exdiputado belga Paul De Grauwe explicaba en Social Europe (traducido por Sin Permiso) "El drama griego ha entrado en su desenlace final. El gobierno griego tiene que devolver préstamos al FMI ya otras instituciones públicas próximamente, pero no dispone de efectivo. Los prestamistas se niegan a suministrar liquidez mientras el gobierno griego no acepte las condiciones por ellos impuestas".

En Sin Permiso, el periodista griego Dimitri Deliolanes explicaba que entre junio y julio, "Atenas se verá obligada a pagar como porción de la deuda y los intereses de 19.000 a 22.000 millones". En este sentido, el artículo explicaba la decisión firme del Gobierno de Tsipras de no contraer nuevas deudas para solventar el problema más acuciante al que se enfrenta ahora Grecia: la falta de liquidez provocada por la presión de los deudores.

Duval, explica que Comisión de la Verdad sobre la deuda, no influye –al menos oficialmente– en la posición que defenderá el Gobierno en el Eurogrupo, "pero sí quiere impactar en lo que decidirá el gobierno en junio, cuando termina el acuerdo del 20 de febrero, dando pruebas de ilegitimidad y de ilegalidades de la deuda".

Bajo estas líneas, manifiesto de apoyo a la Comisión que examina la deuda griega.
Llamamiento en apoyo de la Grecia que resiste y su Comisión de la Verdad sobre la Deuda Pública
A los pueblos de Europa y del mundo,
A todos y todas las que rechazan las políticas de austeridad y no aceptan pagar una deuda pública que nos ahoga, que fue contraída sin nosotros y contra nosotros.
Quienes firmamos este llamamiento nos situamos junto al pueblo griego que, tras su voto en las elecciones generales del 25 de enero de 2015, es el primer pueblo en Europa –y en el hemisferio Norte- que ha rechazado las políticas de austeridad aplicadas en nombre del pago de una deuda pública contraída por los de arriba, sin el pueblo y contra el pueblo. Al mismo tiempo, consideramos que la creación de la Comisión de la Verdad sobre la Deuda Pública, por iniciativa de la Presidenta del Parlamento griego, constituye un acontecimiento histórico de fundamental importancia, no sólo para el pueblo griego sino también para los pueblos de Europa y del mundo entero. 
En efecto: esta Comisión, compuesta por ciudadanos y ciudadanas voluntarias llegadas de todo el orbe, sin duda estimulará iniciativas semejantes en otros países. En primer lugar, porque el problema de la deuda es una verdadera peste que se abate sobre casi toda Europa y otros lugares. Y también porque muchos millones de ciudadanas y ciudadanos plantean, con sobrada razón, preguntas a la vez elementales y fundamentales sobre la deuda:
  • ¿Qué ha pasado con el dinero de los préstamos, y en qué condiciones se solicitaron estos préstamos? ¿Qué intereses se han pagado ya, bajo qué tipos de interés, qué parte del principal ya se ha devuelto? ¿De qué manera la deuda ha crecido sin que ello beneficie al pueblo? ¿Qué caminos han tomado los capitales? ¿Para qué han servido? ¿Qué parte se ha sustraído, por quién y cómo? Y también: 
  • ¿Quién ha pedido prestado, y en nombre de quién? ¿Quién prestó y cuál fue su papel? ¿De qué manera se ha visto implicado el Estado, quién y cómo tomó las decisiones? ¿Cómo las deudas privadas se convirtieron en “públicas”? ¿Quién ha impulsado proyectos inadecuados e inútiles, quién contrató, quién se ha beneficiado? ¿Se han cometido delitos –por no decir crímenes– con ese dinero? ¿Por qué no se sustancian responsabilidades civiles, penales y administrativas?
Todas estas preguntas las va a analizar de forma rigurosa la Comisión especial creada por iniciativa de la Presidenta del Parlamento de Grecia, Comisión cuyo mandato oficial se formula así: “Recopilar todos los datos relacionados con el surgimiento y el aumento desmesurado de la deuda pública y someterlos a minucioso escrutinio científico con el objetivo de definir qué parte que se puede identificar como deuda ilegítima, ilegal, odiosa o no sostenible, y ello tanto durante el período de los Memorandos, entre mayo de 2010 y enero de 2015, como en años anteriores. La Comisión también debe publicar informaciones claras y accesibles para todos los ciudadanos, realizar declaraciones públicas, facilitar la toma de conciencia de la población griega, así como de la comunidad internacional y la opinión pública internacional, y finalmente redactar argumentaciones y demandas relativas la cancelación de la deuda.” 
Consideramos que constituye el más elemental de los derechos democráticos, para cualquier ciudadano o ciudadana, el plantear estas preguntas y obtener respuestas claras y precisas a las mismas. Entendemos que rechazar responderlas supone una denegación de democracia y un rechazo de transparencia por parte de los de arriba, que han inventado el “sistema-deuda” y lo utilizan para enriquecer a los ricos y empobrecer a los pobres. Aún más grave: juzgamos que, al monopolizar el derecho a decidir sobre el curso de la sociedad, los de arriba privan a la inmensa mayoría de las ciudadanas y ciudadanos no sólo de su derecho a decidir, sino sobre todo del derecho a asumir sus propios destinos, así como tomar las riendas del destino de la humanidad. 
Por eso, en esta situación de emergencia, dirigimos el urgente llamamiento siguiente a todos los ciudadanos y ciudadanas, a los movimientos sociales, a las redes y movimientos ecologistas y feministas, a los sindicatos de trabajadores y a las formaciones políticas que no se reconocen en esta Europa neoliberal, cada vez menos democrática y humanista: 
Manifestad vuestra solidaridad con esta Grecia resistente apoyando ahora, de forma activa, a la Comisión de la Verdad sobre la Deuda Pública griega y su trabajo de identificación de la porción ilegítima, ilegal, odiosa o no sostenible de tal deuda. 
Defended a la Comisión de los indignos ataques con que la acosan quienes, en Grecia y en todo el mundo, están interesados en mantener oculta la verdad sobre el “sistema-deuda”. 
Participad activamente en los procesos de auditoría ciudadana de la deuda que se están desarrollando en muchos lugares, en Europa y fuera de ella. 
Compartid en red vuestro apoyo y solidaridad, pues sólo semejantes apoyos y solidaridades pueden lograr frustrar el plan de los poderosos que quieren asfixiar a la Grecia que lucha contra nuestros enemigos comunes: las políticas de austeridad y la deuda que nos ahoga. 
Frente a adversarios experimentados, unidos, bien coordinados, armados con poderes exorbitantes y sobre todo decididos a llevar hasta el final su ofensiva contra todos y todas los que constituimos la aplastante mayoría de nuestras sociedades, no podemos permitirnos el lujo de resistir por separado, cada cual aislado en su rincón. 
Unamos nuestras fuerzas en un vasto movimiento de solidaridad con la Grecia resistente y apoyemos a la Comisión de la Verdad sobre la Deuda Pública griega, y multipliquemos Comisiones semejantes allí donde sea posible. 
La lucha del pueblo griego es nuestra lucha, y su victoria será la nuestra, pues sólo la unión hace la fuerza. 
Para firmar el Llamamiento, clicar aquí GreekDebtTruthCommission.org

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