martes, 25 de septiembre de 2018

SIRIA: ¿POR QUÉ NO VA A LA GUERRA NI EL REY NI LA REINA NI LA PRESIDENTA DEL BANCO DE SANTANDER QUE SON QUIENES SE BENEFICIAN CON ELLA?



Recogiendo los pedazos
De cómo ha cambiado la sociedad siria

Synaps.network
Rebelión
25.09.2018

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández.


La guerra de Siria ha transformado el país de forma devastadora y sutil. Si bien muchos de los cambios han sido a peor, ha habido otros que inspiran un cauto optimismo: los sirios han demostrado un incansable ingenio para adaptarse a cada una de las etapas de un conflicto horrendo, acertando a rescatar retazos de dignidad, solidaridad y vitalidad de entre circunstancias de pesadilla.

Por lo general, lo han hecho en sus propios términos, haciendo frente a cambios prácticamente ignorados por todos aquellos que afirman ayudarles o representarles. Esas transformaciones no han estado presentes en las conversaciones de paz ni en las políticas de poder, y rara vez se han tenido en cuenta en los esfuerzos de ayuda. Al parecer, también escapan a la percepción del creciente grupo de forasteros que pueden visitar Siria, que a menudo comentan que las cosas son más “normales” de lo que pensaban: los cafés damascenos están llenos de gente, las tiendas han vuelto a abrirse en Alepo y los funcionarios de diversas nacionalidades pululan por allí con planes más que optimistas para el futuro.

Ciertamente, la sociedad siria ha sufrido tales alteraciones que va a necesitarse tiempo para poder asumirlas. Por ello, se impone llevar a cabo una reevaluación completa si queremos comprender incluso las realidades más básicas existentes y en evolución hoy en Siria. Para evaluar la magnitud de estos cambios, las aportaciones de los sirios normales y corrientes son las que ofrecen las orientaciones más potentes.

No es país para jóvenes

Puede sostenerse que la aniquilación de la población masculina siria representa el cambio más fundamental sufrido por el tejido social del país. Como toda una generación de hombres ha quedado reducida a causa de la muerte, la discapacidad, el desplazamiento forzoso y la desaparición, quienes allí permanecen han sido en gran medida absorbidos por un sistema violento y corrupto centrado en las facciones armadas.

Una familia alauí de un pueblo costero brinda una ventana a la devastada situación de la población masculina, incluso en un territorio que ha permanecido firmemente bajo control del gobierno. De tres hermanos, a uno le mataron en una batalla, otro quedó paralítico por una bala en la espina dorsal y el tercero –un funcionario civil mal pagado de 30 años- vive con el temor de que le llamen a filas. Su madre resumía así su situación:

Estamos hartos de la guerra. Se me llevó un hijo y otro está medio muerto. Al más joven podrían enrolarle en cualquier momento. Confío en que Dios ponga fin a esta guerra; las tumbas están llenas de hombres jóvenes.”

Su historia es la típica de un pueblo de 3.000 habitantes, que a su vez refleja las realidades de muchas comunidades ligadas socioeconómicamente al aparato militar y de seguridad. Según las propias estimaciones de la familia, que coinciden con la información proporcionada por un director de una ONG activa en la zona, 80 hombres de la aldea han muerto y 130 resultaron heridos, lo que representa un tercio de la población masculina de entre 18 y 50 años. Los dos tercios restantes han sido abrumadoramente absorbidos por el ejército o las milicias.

La violencia, que ha consumido tantas vidas, ha generado también fuentes indispensables de ingresos. En esta familia en particular, el hermano paralítico depende de su pensión de veterano de apenas 60 dólares al mes (todas las cifras en dólares son aproximadas, y se redondean a una tasa de cambio de 500 libras sirias por dólar). La viuda de su hermano recibe una asignación mensual equivalente a 35 dólares, que distribuye la milicia para la que combatía cuando murió en batalla. Sin embargo, esos estipendios están lejos de ser suficientes, y otros miembros de la familia tienen que buscar algún tipo de trabajo para poder llegar a fin de mes. El padre, de 65 años, que también es veterano del ejército, dijo desanimado: “Con un hijo mártir y otro destrozado, mi hijo sano y yo trabajamos día y noche para poder alimentar a la familia”.

Similar malestar ha echado raíces en las zonas anteriormente controladas por las facciones de la oposición que después fueron retomadas por las fuerzas sirias. Aunque muchos de sus jóvenes han sido asesinados o han tenido que huir, quienes allí permanecen tienen que hacer frente a potentes incentivos para que se incorporen a los grupos armados alineados con el régimen. Si lo hacen, tienen la oportunidad de salvarse a la vez que de ganar un jornal, lo que proporciona una alternativa al reclutamiento en el ejército regular, que combina un sueldo pésimo con el riesgo mortal de que te desplieguen en fronteras alejadas.
La mitad oriental de la ciudad de Alepo es un ejemplo de esa tendencia. Devastada por los años de asedio y bombardeos del gobierno, dispone de mínimos servicios, una economía arrasada y la inseguridad que provocan las milicias sin control. “Si quieres protegerte a ti mismo y a tu familia, tienes que incorporarte a una milicia”, comentó un hombre de mediana edad de la barriada de Yasmati. “La zona está infectada de delincuentes asociados con las milicias de la Defensa Nacional. Cada grupo controla un barrio determinado y en ocasiones luchan entre sí por el reparto del botín. Los comerciantes tienen que pagar por su protección a esas milicias. A uno de ellos, que se negó a hacerlo, le quemaron la tienda”.
En este contexto, portar armas conlleva un natural atractivo. Un hombre del barrio de Masakin Hanano describía esta dinámica:

Los jóvenes que se quedaron en la zona este de Alepo se han unido a las milicias porque ofrecen soluciones a algunos de los peores problemas a que nos enfrentamos. Los combatientes consiguen un salario decente, pero también otros beneficios, por ejemplo, más amperios para los generadores privados, porque los proveedores de electricidad reducirán el precio si saben que están tratando con un miliciano.”

Otro vecino de la misma zona explicaba que él y su familia podían pasar desapercibidos gracias a la posición de sus dos hijos en la brigada Baqir, que cuenta con los apoyos de Irán y facilita no sólo salarios mensuales sino también oportunidades para agenciarse artículos para el hogar procedentes del saqueo.

Por toda Siria, los jóvenes que desean evadir el servicio militar obligatorio, ya sea en el ejército regular o en las milicias, disponen de pocas alternativas. La mayoría de los que pueden permitirse salir del país, lo hacen; otros se benefician de una exención otorgada a los estudiantes universitarios, mientras que un tercer subconjunto puede disfrutar de un aplazamiento debido a su condición de ser el único varón de su generación en una familia nuclear. Otros pueden pagar sobornos exorbitantes para eludir el reclutamiento o se confinan en sus casas para evitar ser detectados, haciéndose invisibles tanto para el ejército como para la sociedad en general. Algunos soportan múltiples pruebas de este tipo para permanecer tan sólo en un estado de limbo indefinido debido a la naturaleza contingente y precaria de estas soluciones. Un hombre de unos treinta años relató su experiencia después de que las fuerzas leales retomaran su ciudad natal en los suburbios de Damasco en 2016:

Me enfrentaba a dos opciones: pagar de 3.000 a 4.000 dólares para pasar de contrabando a Turquía o al Líbano, o unirme al ejército o a una de las milicias. Había alrededor de nueve de esas facciones en mi ciudad, dirigidas por jóvenes vinculados a los servicios de seguridad. Para los hombres que no desean combatir, existe un acuerdo tácito para que el jefe de cualquier facción puede registrarte como combatiente y después dejarte vivir tu vida. A cambio, tienes que pagarle de una sola vez a ese comandante un soborno que oscila entre 250.000 y un millón de libras sirias [de 500 a 2.000 dólares], además de tu salario mensual de la milicia y, en ocasiones, una suma mensual adicional de hasta 50.000 libras [100 dólares].

En mi caso, el coste de pasar de contrabando era demasiado alto; además, tengo esposa e hijos aquí. Así que gasté más de 500.000 libras [1.000 dólares] para arreglar las cosas con una facción. Por simple mala suerte, esa facción se disolvió y perdí mi dinero y mi libertad de movimientos. Ahora estoy confinado en mi casa, teniendo que depender de los ahorros y de la ayuda de la familia. Ya no sé qué hacer.”

En otras palabras, incluso la menguante cohorte de jóvenes que consiguió mantenerse con vida en Siria llevará durante mucho tiempo sus propias cicatrices: o por el trauma de tener que unirse a las milicias o por las desesperadas medidas tomadas para eludir hacerlo.

Inevitablemente, la devastación de la fuerza de trabajo masculina de Siria afectará en gran medida en los esfuerzos para recuperar la economía del país. Un industrial de Alepo lo expresaba de forma sencilla: “Hablo con los propietarios de las fábricas y dicen que quieren reabrir sus fábricas pero que no pueden encontrar trabajadores. Cuando los encuentran, los servicios de seguridad o los milicianos llegan y, para empezar, arrestan a esos trabajadores y extorsionan a los propietarios por haberlos contratado”. Con tan pocas perspectivas en el horizonte de que las empresas locales consigan rendimientos, se necesitarán años para resolver este callejón sin salida a nivel económico.

A nivel político, la guerra ha mutilado a la misma generación de jóvenes que encabezó el levantamiento en Siria. Aquellos que permanecen en el país se han visto forzados a someterse, o han sido reclutados por la fuerza en el mismo aparato de poder contra el que se habían levantado. El resultado es una sombría paradoja: aunque prácticamente todos los problemas que desencadenaron el levantamiento de Siria en 2011 se han exacerbado, la sociedad ha quedado aplastada hasta el punto de casi garantizar que ningún movimiento reformista de base amplia va a poder materializarse en la generación que está por venir.

Canibalización económica

Las desesperadas circunstancias a que se enfrentan los jóvenes sirios alimentan y se ven reforzadas por una segunda transformación fundamental: la destrucción de la economía productiva de Siria y su sustitución por una economía de canibalización sistemática en la que los segmentos empobrecidos de la sociedad siria sobreviven cada vez más a base de depredarse unos a otros.

La manifestación más visible de esta nueva economía es una cultura de saqueo tan desarrollada y arraigada que la lengua vernácula siria ha incorporado un nuevo término –taafish- para describir una práctica que va mucho más allá del robo de muebles para incluir extremos tales como desmantelar los tendidos de electricidad y plomo de casas, calles y fábricas.

Un ejemplo reciente y particularmente espectacular de este saqueo sistemático se produjo con el regreso de las fuerzas pro-Asad a Yarmuk, un campo palestino en expansión al sur de Damasco, en abril de 2018. La caída de Yarmuk desató una ola de saqueo que sigue vigente desde el mes de junio y que va a dejar el paisaje urbano casi irreparablemente arrasado. El nivel de depredación es tal que incluso algunos milicianos partidarios de Asad expresaron sentirse conmocionados, sobre todo porque sus mismas propiedades se convirtieron en objetivos de otras facciones. “Vi a soldados uniformados usar un tanque del ejército sirio para arrancar cables eléctricos a seis metros bajo tierra”, comentó un combatiente de una facción palestina leal al régimen que estaba luchando por recuperar las pertenencias de su apartamento antes de que pudiera ser saqueado. “Vi a soldados de unidades de élite saqueando hospitales privados y oficinas gubernamentales. Esto no es sólo un saqueo, es un sabotaje de toda la infraestructura esencial”.

Caricatura de Mwafaq Katt (The Creative Memory of the Syrian Revolution)

Se ha sabido de vecinos desesperados que estaban destrozando sus propiedades para impedir que se beneficiaran los grupos armados. Una de esas personas explicaba:

Regresé a mi apartamento sólo para recuperar los documentos oficiales y algunas piezas de oro que había escondido. Lo hice y luego destruí mis propios muebles y electrodomésticos porque no quiero que esos tipos ganen dinero a mi costa. Me disponía a quemar mi apartamento, pero mi esposa me contuvo; no quería que causara daños en otros pisos del edificio.”

A medida que este flagelo se ha extendido por Siria, el botín ha creado microeconomías por derecho propio, desde el reciclaje de escombros hasta la proliferación de mercados taafish, donde las personas compran bienes de segunda mano robados a otros sirios. Muchos no tienen más remedio que utilizar estos mercados para reemplazar sus propias pertenencias robadas. Un funcionario explicaba el proceso de regresar a su ciudad natal, Deir Ezzor, después de dos años de desplazamiento en Damasco:

En octubre de 2017, me ordenaron volver a Deir Ezzor para reanudar mi trabajo para el gobierno. Me sorprendió descubrir que mi edificio de apartamentos había sido desmantelado. Lo habían robado todo. Mi hermano me ayudó a encontrar un dormitorio sencillo y me compró algunos bienes saqueados para amueblarlo. La gente de Deir Ezzor ha perdido dos veces: primero perdimos nuestros objetos de cocina, camas, todo; y luego sentimos que habíamos perdido de nuevo al tener que comprar bienes saqueados a otros.”
Los sirios desplazados que tratan de regresar a sus hogares deben navegar, de muchas maneras, por un complicado y costoso proceso de compra en sus propios vecindarios. Además de los costes directos ocasionados por daños y robos, estas personas tienen que enfrentarse a actos depredadores que van desde peajes informales en puestos de control hasta tarifas extorsionistas impuestas por varias ramas del Estado incluso por servicios básicos inexistentes. Un comerciante de textiles entrado en años de la ciudad vieja de Alepo señalaba los costes siguientes:

Gasté tres millones de libras sirias [6.000 dólares] en poder reabrir mi arrasada tienda. Por si no fuera suficiente con eso, las agencias del gobierno me exigieron que pagara los recibos del agua y electricidad -más los impuestos sobre las ganancias- de 2013 hasta 2017. Les dije que mi tienda había permanecido cerrada, que no había ganado dinero alguno y que no había utilizado agua ni electricidad, pero me obligaron a pagar de todas formas. Después gasté siete millones de libras sirias [13.500 dólares] en comprar textiles nuevos porque mi tienda había sido totalmente saqueada.

Así pues, en total, gasté diez millones de libras [20.000 dólares] para poder reabrir mi tienda. Ahora consigo unos beneficios de entre 6 a 8 dólares diarios, que apenas me dan para cubrir los gastos de comida, electricidad, agua e impuestos. Pero es mejor que pase los días en el mercado que quedarme sentado en casa dándole vueltas a la situación hasta que me dé un infarto.”

Los sirios han tenido también que recurrir a recursos preciosos para pagar a los funcionarios por la información sobre familiares desaparecidos, por ejemplo, o sobre su propio estatus en la extensa lista de personas “buscadas” en Siria. Para aquellos que desean confirmar que no serán detenidos al cruzar la frontera con Líbano, la tarifa actual es de aproximadamente 10 dólares, que la mayoría de las veces se pagan a un empleado del Departamento de Migración y Pasaportes.

Si bien gran parte de la economía depredadora de Siria está vinculada directamente a la violencia, la guerra ha generado innumerables formas más sutiles de depredación que perdurarán y evolucionarán en los próximos años. Esta economía caníbal, que abarca a todos los que han llegado a depender de la extorsión para su propio sustento, se extiende a la cohorte de abogados, agentes de seguridad y funcionarios civiles que se han posicionado como “intermediarios” en el mercado de documentos oficiales, como son los relativos al nacimiento, certificados de matrimonio y defunción. Un número incalculable de sirios han pasado por eventos vitales fundamentales mientras se encontraban en un territorio fuera del control del gobierno; para evitar el purgatorio legal tanto dentro como fuera de Siria, a menudo pagan sumas exorbitantes a los intermediarios para facilitar la documentación. Un abogado con base en Damasco explicaba cómo esta industria en crecimiento ha transformado su propia profesión:

En la actualidad, incluso los abogados más veteranos están trabajando como intermediarios de documentos. Un intermediario bien conectado gana de 30 a 40.000 libras [60 a 80 dólares] al día; esto equivale aproximadamente al salario mensual de un funcionario civil educado en la universidad. Como resultado, muchos empleados del gobierno renuncian y trabajan como intermediarios para ganar más dinero.

Y todo eso es realmente un negocio, no una obra de caridad: cada agente toma dinero incluso de sus propios hermanos y hermanas. La semana pasada un colega me trajo a su cuñado. Le pregunté para qué me necesitaba cuando podía conseguir él mismo todos los papeles. Me explicó que no puede coger el dinero de su propio cuñado, pero que yo sí podía hacerlo y darle luego la mitad.”

Estas dinámicas canibalistas son aún más perniciosas por su capacidad de autoperpetuarse. La multiplicación de las formas de depredación ha acelerado la salida del capital humano y financiero de Siria, dejando atrás un país poblado en gran medida por una clase inferior que puede aspirar a poco más que a la subsistencia. Las demandas de supervivencia, a su vez, empujan a un número cada vez mayor de sirios normales al círculo vicioso de las industrias depredadoras, si no como depredadores, como beneficiarios de segundo orden de la depredación a través de la compra o recepción de bienes saqueados, la dependencia de ingresos basados en la extorsión a parientes, y así sucesivamente. En otras palabras, la economía depredadora de guerra de Siria se está convirtiendo de forma lenta pero segura en una economía depredadora de la paz.

Muros de miedo y fatiga

Un cambio menos notorio, pero no menos profundo, se plasma en el grado en que la sociedad siria se ha visto obligada a someterse psicológicamente después de un período de despertar revolucionario. Como dicen algunos sirios, Damasco ha sido particularmente eficaz en la reconstrucción de una cosa en medio de la inconmensurable destrucción: el “muro del miedo” que caracterizó al régimen antes de 2011, y que se vino momentáneamente abajo al comienzo del levantamiento.

Esta transformación se relaciona, obviamente, con el resurgimiento del Estado de seguridad de Siria en distintas partes del país del que se había retirado temporalmente. Las áreas que alguna vez se desbordaron de activismo revolucionario han vuelto a estar bajo la atenta mirada de la policía política siria, o mujabarat, haciendo que muchas personas sientan temor de hablar abiertamente fuera de la reclusión de sus hogares. Un investigador de Homs describía el peso de esta presión en su ciudad natal:

Tengo una amiga que estaba llevando a cabo investigaciones, haciendo preguntas en la calle, con una ONG con licencia. Estaba embarazada. La seguridad vino y se la llevó, sin preguntas, simplemente se la llevaron. La detuvieron durante la noche y la dejaron salir por la mañana sólo porque estaba embarazada.”

Sin embargo, la vigilancia activa, la intimidación y la represión no son los únicos elementos que contribuyen a esta atmósfera tan plomiza. Los sirios abatidos e implicados en la guerra se sienten totalmente agotados y desilusionados con todos aquellos que pretenden dirigirlos o protegerlos, al verse en gran medida reducidos a luchar por la subsistencia cotidiana. El mismo investigador de Homs continuó:

En 2011, todos hablaban de política, incluso aquellos que no sabían nada de ella. Hoy ya no hablan de política porque no les importa. Quieren vivir. Y tienen que gastar toda su energía tratando de encontrar lo suficiente para comer o intentando sacar a sus familiares de la cárcel.”

Un analista norteafricano que vivió y trabajó durante décadas en Damasco se hacía eco de esta situación describiendo las interacciones actuales con sus amigos en la capital y en sus alrededores: “La gente se siente perdida, frustrada hasta el punto de que no se preocupa por los acontecimientos diarios. Incluso los leales a Asad le dirán francamente: No sabemos hacia dónde nos encaminamos. Nadie es capaz de imaginar el futuro”.

Fragmentando

No sólo se ha doblegado a la sociedad siria, también se la ha desmantelado. A medida que las comunidades tenían que amoldarse a la agotadora rutina de la guerra o el exilio, se iban encerrando en grupos separados que ya no saben nada, o muy poco, los unos de los otros, a pesar de que a menudo tienen mucho en común.

A determinado nivel, la guerra ha desgarrado aún más las fracturas sociales y económicas que existían mucho antes del conflicto. La ciudad de Homs es quizás el microcosmo más doloroso de esa tendencia. Ciudad de mayoría suní con considerables minorías cristianas y alauíes, Homs fue el primer gran centro urbano en levantarse y el primero en degenerar en amargas sangrías sectarias. Casi cuatro años después de ser reconquistados por las fuerzas lealistas, las divisiones comunales de Homs se mantienen brutalmente claras, cambiándolo todo, desde las interacciones sociales comunes hasta los patrones de reconstrucción y el trabajo cívico. Un trabajador de una ONG describió cómo hasta la esfera caritativa de Homs se ha visto moldeada por tales divisiones: “Las organizaciones de beneficencia no eran intrínsecamente sectarias, pero la guerra hizo que se volvieran sectarias. La gente no se siente cómoda trabajando fuera de sus zonas”.

En Homs, como en toda Siria, las separaciones comunales están íntimamente ligadas a la división entre los que se considera que están con el régimen y los que están en su contra, un binario inadecuado e ineludible que ha marcado a familias, barrios, ciudades y pueblos enteros en formas que reverberarán durante décadas. Mientras que la mayoría suní de Homs se puso de parte de la revolución de forma abrumadora, la minoría alauí de la ciudad se movilizó rápidamente contra lo que percibió como una amenaza existencial. Ahora, con el resurgimiento de Damasco, los límites comunales asumen una nueva prominencia, enfrentando al vencedor contra el vencido.

Un hombre de un vecindario alauí en Homs se quejaba de los esfuerzos de rehabilitación en curso en las áreas suníes de la ciudad: “No sé por qué nuestro gobierno está permitiendo estos proyectos de reconstrucción. Deberían estar en nuestros vecindarios, para dar las gracias a las familias que sacrificaron a sus hijos”. Mientras que gran parte de la población suní de Siria se siente silenciada y brutalizada, las comunidades alauíes tienen a menudo su propia narrativa de victimización, combinando reclamaciones legítimas con impulsos vengativos respecto a los suníes, a quienes consideran traidores al país. Los suníes, por su parte, expresan con frecuencia el punto de vista opuesto: que los barrios alauíes han prosperado gracias a especular con la guerra. “Las zonas lealistas se han beneficiado enormemente", comentó un comerciante suní de la ciudad. “Se han convertido en mini-Estados administrados por los shabija [matones lealistas]. Incluso las fuerzas de seguridad no se atreven a entrar en la zona de Muhayirin [una vecindad alauí de clase baja]. Es aterrador, no creo que podamos recuperar pronto la normalidad”.

Homs ejemplifica el abismo cada vez más amplio entre ricos y pobres en Siria, una realidad que ayudó a sentar las bases para el levantamiento y que hoy ha alcanzado proporciones sin precedentes, con una camarilla reducida que está sacando tajada de la economía de guerra mientras que la mayoría se hunde en la pobreza. Un comerciante local suní resumía la situación:

La guerra ha arruinado aquí toda la actividad comercial. Muchos comerciantes respetables han emigrado o han muerto asesinados. La mayoría de ellos tiene miedo aún de regresar al trabajo. Y ves que los que tienen éxito es por estar cerca de los servicios de seguridad, por denunciar a jóvenes afiliados a la oposición o coger grandes sumas de dinero de las familias que intentan garantizar la liberación de los niños detenidos. Esos son los hombres de negocios que logran prosperar.”

Otras divisiones que se dan por toda Siria son menos visibles, pero no menos insidiosas y provienen de los siete años de guerra brutal y desordenada. De hecho, las puras divisiones basadas en la secta o la clase no describen un paisaje tan complejo y fluido. Algunas brechas son menos dramáticas, casi imperceptibles, excepto para quienes las experimentan de primera mano. Vecinos, colegas, amigos y familiares pueden haber acabado en lados opuestos, a pesar de tener todos los marcadores sociales en común. Cada parte del país tiene su propia red de eventos trágicos que desenmarañar.

De hecho, el conflicto ha generado una enorme acumulación de resentimiento que de momento puede estar siendo reprimido, pero que se no olvidará pronto. Un maestro en Raqqa, por ejemplo, expresaba una sombría perspectiva sobre las perdurables desavenencias que dejó el gobierno del Estado Islámico en esa ciudad:

Muchos combatientes del Estado Islámico se cambiaron de ropa y se unieron a las Fuerzas Democráticas Sirias [lideradas por los kurdos] para protegerse a sí mismos y a sus familias. Pero son los mismos de siempre; esa gente es mala y seguirá siendo mala. Y habrá venganza. Ahora no, porque todos están ocupados tratando de arreglar sus vidas. Pero finalmente, todos los que sufrieron bajo el ISIS, que tienen algún familiar asesinado por el ISIS, se vengarán.”

El legado de violencia se ve agravado por una feroz competencia por los escasos recursos, lo que genera otra fuente de descontento latente. En Damasco han ido surgiendo diversas gradaciones sutiles entre los habitantes originales y el mosaico de comunidades desplazadas que luchan por los empleos y donaciones de beneficencia. Una mujer desplazada de Deir Ezzor justificaba su sentimiento de culpa por aceptar trabajos de individuos conocidos coloquialmente como nazihin, sirios desplazados en 1973 por la ocupación israelí de los Altos del Golán, y que durante décadas han ocupado posiciones humildes en la jerarquía social siria:

Trabajo para una mujer que solía contratar a su mujer de la limpieza en el campamento Wafidin [habitado por nazihin], pero envejeció y la torpeza le hacía romper las cosas. Me dijo que yo soy más joven y que me adapto mejor a las tareas. Otra mujer solía contratar a alguien también de Wafidin, pero ya no les considera desplazados. Ella siente que los nuevos desplazados, y yo pienso igual, se merecen más atención.”

Hay anécdotas similares que son comunes entre quienes luchan por sobrevivir en la capital y sus alrededores. Una mujer de la zona rural de Alepo describió su experiencia cambiante dentro de la jerarquía de privaciones existente en Damasco: “Llegamos a Damasco hace un año y nos registramos en la asistencia de la Media Luna Roja Árabe Siria. Nos dieron tres mantas, un colchón y finalmente tres cestas de comida. Pero ahora ya no nos dan nada, dicen no pueden, que ahora le toca a la gente de Ghuta. Una mujer de Deraa señaló en otra dirección: “La gente de Deir Ezzor se está llevando todas las cestas de comida. Son muy hábiles a la hora de convencer a los trabajadores sociales de que los ayuden”. Por su parte, las gentes locales necesitadas se sienten a menudo ignoradas. Una nativa de un suburbio de Damasco comentó: “Por lo general, las organizaciones de beneficencia quieren ayudar a quienes huyeron de otros lugares. Por eso, cuando voy a una de ellas les digo que estoy desplazada”.

Esas divisiones, aunque menos venenosas que el cisma entre quienes se alinearon en lados opuestos de la guerra, captan sin embargo la medida en que la violencia ha dividido a Siria entre sus partes constituyentes. Y la lista continúa: la división entre suníes conservadores y la gente más laica se ha calcificado, manifestándose incluso en el tratamiento diferencial en los puestos de control. “Me resulta más fácil moverme en coche porque no llevo el hiyab”, comentó una mujer de los suburbios de Damasco. “Si te ocultas, la seguridad asume que estás con la oposición”. Las divisiones entre los sirios dentro y fuera del país, entre las comunidades urbanas y rurales y entre la capital y la periferia se han profundizado también, con los primeros grupos culpando a menudo a los segundos del levantamiento y la consiguiente destrucción.

Esta fragmentación parece dar lugar a una creciente gama de esfuerzos de “diálogo”, financiados por Occidente, entre un grupo comunal y otro, entre las comunidades de acogida y los desplazados, entre las instituciones estatales y los actores de la oposición. Si bien el diálogo es extremadamente necesario, algunos sirios advierten que no se debe enfatizar el diálogo per se, incluso a costa de ocultar los temas más importantes en juego. Un empresario de Damasco describía su propia experiencia malograda en conversaciones que se proponían vincular elementos dispares del sector privado de Siria: “Existe toda una industria en torno a la 'mediación', incluso entre partes que en realidad no están en desacuerdo sobre nada. Mientras tanto, todos los problemas que motivaron el levantamiento han ido a peor”.

El riesgo de empañar los peores males de Siria es aún más agudo en un momento en el que Damasco puede imponer cada vez más su versión de los acontecimientos en todo el país, empoderando a los partidarios del régimen más agresivos y silenciando tanto a los que se oponen como a quienes, ambivalentes, se quedan de alguna manera en medio de los dos.

Manteniendo la unidad

Dada la magnitud de la desintegración de Siria, resulta aún más llamativo observar el ingenio con el que los sirios comunes siguen tratando de salir adelante, confiando en una mezcla de determinación, paciencia y formas de solidaridad que salvan vidas.

Para muchos, esto equivale simplemente a esperar y soportar todo el tiempo que sea necesario hasta que puedan retomar de verdad sus vidas.

Un maestro empleado por el gobierno en Deir Ezzor describía la típica experiencia de volver a la ciudad tras varios años de desplazamiento en la provincia de Hasakah:

Me puse muy contento al encontrar mi apartamento intacto; había sido totalmente saqueado, pero al menos había paredes y techo. Necesito alrededor de dos millones de libras [4.000 dólares] para arreglarlo. Tengo algunos ahorros y mi hijo es médico en Arabia Saudí, por lo que me enviará los fondos que necesito para esos arreglos y pagará para que mis otros hijos puedan librarse del reclutamiento en una milicia kurda.

La vida en Deir Ezzor no es buena. No hay servicios básicos de ningún tipo. Pero al menos tengo mi apartamento, confío en que en pocos meses el gobierno traiga agua y electricidad y que el próximo año se abran algunas escuelas. Estoy cansado de ser un desplazado. Quiero descansar en mi propia comunidad. Aquí puedo ir al café y reunirme con mis amigos, fumar argileh, tomar té y jugar a las cartas todos los días.”

A menudo, las circunstancias en constante cambio exigen un alto grado de adaptabilidad simplemente para poder sobrevivir. Otro nativo menos optimista de Deir Ezzor explicaba los esfuerzos que ha tenido que hacer para mantener su trabajo en una clínica de salud estatal y que, al mismo tiempo, le permite a su familia continuar viviendo en la relativa seguridad del desplazamiento en Damasco:

Hace tres meses, me pidieron que regresara a Deir Ezzor para reanudar mi trabajo porque si no lo perdería. Pero tengo tres hijas adolescentes y dos hijos y me da miedo llevarlos conmigo debido a la presencia de milicias y bandas criminales. La ciudad se ha convertido en un lugar para shabijas, no para civiles. Así pues, me quedo con mi hermano en Deir Ezzor una semana cada mes y paso tres semanas en Damasco con mi familia. Tenía una casa de dos pisos y una gran farmacia en Deir Ezzor; todo está arrasado.

El gobierno me paga un salario de unas 45.000 libras [85 dólares] al mes, que sólo cubre mi alquiler en Damasco. Gano otras 60.000 libras [120 dólares] mensuales trabajando largas horas en una farmacia privada. El mero hecho de ir y venir desde Deir Ezzor a Damasco me cuesta más que el salario de mi gobierno, entre 45 y 50.000 libras [90-100 dólares] por viaje.”

Aunque los sirios se ven obligados a ser más autosuficientes, también han llegado a depender cada vez más de estructuras vitales de apoyo social. De hecho, las circunstancias extremas han creado una paradoja: aunque la sociedad se haya dividido de innumerables maneras, podría decirse que el nivel de privaciones ha hecho que los sirios sean más interdependientes que nunca.

Quizás el mecanismo de apoyo más fundamental y omnipresente sean las remesas de los familiares que viven en el exterior. Una mujer desplazada de Homs, ahora en Damasco, explicaba cómo la ayuda de su familia le permite sobrevivir:

Trabajaba como empleada doméstica de una anciana y recibí un pago por adelantado para que mi esposo pudiera abrir una pequeña tienda, pero sufrió un derrame cerebral, entonces dejé mi trabajo y me hice cargo de la tienda. Entre el alquiler, los recibos, la comida, el tratamiento para mi esposo y la escuela para mi hija, gasto más de lo que gano. Tengo tres hermanas, dos en el Golfo y una en Homs, que están en mejor situación que yo, por lo que me mandan una asignación mensual.”

Otras formas de apoyo están más organizadas, pero no son menos auténticas, ya que no provienen de ningún interés financiero o político, sino del simple impulso de ayudarse mutuamente. Tales esfuerzos de base se producen a menudo ante necesidades inmediatas y urgentes, y dependen de la buena voluntad de los vecinos que pueden permitírselo. Un oficial retirado del ejército que vivía en los suburbios de Damasco describió cómo él y un grupo de amigos decidieron tomar medidas al margen de cualquier iniciativa de ayuda formal:

En 2013, llegó a nuestra ciudad un gran número de personas desplazadas en busca de refugio y comida. Algunos vecinos les dieron comida y mantas, o les encontraron apartamentos vacíos, tiendas y escuelas para que durmieran. Mis seis amigos y yo debatimos cómo podíamos recoger donaciones. Fuimos por la ciudad pidiendo a los vecinos que donaran cualquier comida extra, mantas o dinero en efectivo que tuvieran. Algunos se ofrecieron para hacer comida caliente. Los médicos se ofrecieron a examinar a los desplazados, mientras que los farmacéuticos proporcionaron medicamentos gratuitos.
Visitamos también la zona industrial y les pedimos a los propietarios de las fábricas que facilitaran materiales para equipar un refugio. Algunas fábricas de prendas de vestir acordaron donar ropa dos veces al año, mientras que las fábricas de alimentos proporcionaban alimentos básicos mensualmente. También conseguimos dinero en efectivo de los expatriados sirios.”

Estos métodos informales de apoyo tienen profundas raíces en la sociedad siria. Las clases medias y altas del país han extendido desde hace mucho tiempo las formas vitales de solidaridad a sus compatriotas más necesitados, con las redes comerciales y religiosas de Siria desempeñando un papel de liderazgo. Lo que es único, hoy en día, es la magnitud de las dificultades por todo el país, que es tan grande que ha cambiado la forma en que los sirios conceptualizan el acto de recibir caridad. Un empresario del centro de Siria señalaba hasta qué punto la dependencia, que alguna vez exigió cierto grado de discreción, se ha convertido en un hecho directo de la vida. “La gente solía ocultar cuando dependían de la caridad. Ya no. Hoy puede escucharse a los trabajadores en una fábrica preguntándose: ‘¿Dónde está el gerente?’ Y alguien contestará que ha ido a buscar su cesta de alimentos. Todo el país vive de limosnas”.

A medida que las necesidades se han disparado, los sirios comunes han dado la talla colectivamente para hacer frente a desafíos aparentemente insuperables, una hazaña que, para este empresario, implica un lado positivo:

La gente sigue haciendo caridad a la manera islámica, a partir de la premisa de que debes ayudar a las personas más cercanas a ti. Si hay alguien a quien debes ayudar, por ejemplo, un vecino, pero no puedes, entonces es tu responsabilidad encontrar a alguien más que sí pueda. Estos círculos permanecen muy intactos y la sociedad entera vive de esto. Siete años de guerra no han destruido ese aspecto de la cultura siria, y eso es algo de lo que los sirios están orgullosos.”
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La guerra de Siria evoluciona hacia una conclusión sin tener la sensación de haber llegado a su final. A medida que disminuya la violencia a gran escala, las preguntas esenciales seguirán sin respuesta: ¿Cuántas personas murieron asesinadas? ¿Por quién y por qué motivo? Innumerables tragedias permanecerán oscurecidas por narrativas rivales, por las pruebas destruidas y por la magnitud de la devastación del país.

Otras preguntas, agotadas desde hace mucho tiempo, provocan sin embargo un ciclo interminable e inútil de comentarios. El régimen ha ganado, en los términos maximalistas establecidos desde el principio y sin ningún deseo de compromiso de tratar de avanzar. Tras su victoria, los aliados de Damasco no van a reconstruir el país. Tampoco lo van a hacer los Estados occidentales, que continuarán ofreciendo apoyo humanitario aunque resistiéndose a la idea de financiar una reconstrucción dirigida completamente por Asad. No habrá recuperación a nivel nacional, ninguna reforma seria, ni reconciliación significativa en un futuro predecible.

Pero eso no significa que no haya preguntas que valga la pena hacer. Por el contrario, los temas más apremiantes son los que a menudo se pasan por alto porque el mundo se centra en geopolíticas y procesos de paz vacíos. Esos temas reflejan cómo la sociedad siria ha luchado, se ha transformado y, finalmente, ha sobrevivido: en qué se ha convertido Siria, cómo se organizan los sirios y qué necesitan para crear un futuro para ellos mismos. Las respuestas no van a encontrarse en Ginebra, Astana o en los corredores del poder en Damasco. Será el pueblo, sobre el terreno, el que susurre las respuestas.

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[¡Gracias! Tu compromiso activo, simplemente invirtiendo tu tiempo en nuestro trabajo y compartiéndolo a tu alrededor, es una gran recompensa para nosotros. Esta publicación viaja tan lejos como tú la lleves. Por eso estamos inmensamente agradecidos. Este ensayo fue colectivamente elaborado por el equipo de Siria de Synaps.]

Synaps es una agencia de información dedicada a obtener la información correcta de y para las personas adecuadas. Nos centramos en los crecientes desafíos socioeconómicos de hoy en día, utilizando los conocimientos y vivencias de quienes los experimentan de primera mano para poder orientar a los socios decididos a actuar.


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lunes, 24 de septiembre de 2018

MEDIO-AMBIENTE, AMBIENTE ENTERO Y SUS CORRESPONDIENTES MENTIRAS PARA NO VARIAR



QUE NOS ENGAÑEN TAMBIÉN CON LA MULETILLA DEL MEDIOAMBIENTE NO TIENE NADA DE EXTRAÑO EN UNA SOCIEDAD, LA CAPITALISTA, BASADA EN LA MENTIRA Y LA CORRUPCIÓN.

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Los que negaban el calentamiento global antropogénico continúan con las falsedades, aunque sus caras han variado
Cómo engañar al público

Rebelion
Globalízate.org
02.09.2018


3ª Mentira

Vicent Gray: Es “falso” que el CO2 aumente las temperaturas del planeta.”
Es hasta cómico intentar ahora convencernos de que el CO2 no influye en la temperatura media del planeta. Pero todavía mejor, presentan a Gray como miembro del IPCC y tienen la desfachatez de enlazar sus datos a wikipedia (13) donde vemos que es Gray es un simple revisor de 85 años jubilado y doctorado en química en 1942, pero aún hay más, en el enlace original a un informe de Gray ya desaparecido (14), un blog de escépticos patrocinado por Fred Singer (15), que dirige en Europa entramado montado por Exxon para confundir a la opinión publica sobre el calentamiento global a través del Center for New Europe (16).

4ª Mentira

“McIntyre es conocido mundialmente por haber desmontado la polémica teoría del palo de Hockey“.
En realidad fueron los científicos los que desmontaron a McIntyre como se puede leer en el Journal of Climate (17). Pero si algún ingenuo cae, mejor para la causa.

5ª Mentira

“En el verano de 2007 este científico también descubrió un error informático en el complejo registro de temperaturas que recopila el Instituto Goddard (GISS), perteneciente a la NASA. Su hallazgo obligó al GISS a reconocer que 1934, y no 1998, fue el año más caluroso de la historia de Estados Unidos.”

Cómo ya se explicó un par centésima de grados no son tan relevantes, 1934 tuvo 1.25 grados centígrados frente a los 1,23 de 1998 y el período 2002-2006 (de 0.66ºC) es todavía más calido que el 1930-1934 (0.63ºC), pero ambos están por debajo del período 1998-2002 de 0.79ºC. (18) Claro, que mucho centrarse en EEUU por dos décimas y olvidar que a nivel mundial el año 1998 fue el más cálido desde que se toman registros, es imperdonable.

Lección para desmemoriados

¿Ha sido constante el aumento de las temperaturas medias globales durante el siglo XX? Ha habido variaciones año a año, pero con una tendencia subyacente creciente. (19) ¿Ha sido constante el aumento de CO2 en la atmósfera? Razonablemente, sí (20). Esta claro pues que hay más factores que influyen en el sistema climático, como las erupciones volcánicas o la actividad solar y que provocan la variabilidad año a año de la temperatura (21).

Otro factor destacado en la variación de la temperatura media global es el fenómeno El Niño (calentamiento del océano Pacífico) o la Niña (enfriamiento). Los negacionistas deberían, para ver si hay un enfriamiento de verdad, comparar las temperaturas que ahora citan y que les llama la atención cuando se produjeron circunstancias parecidas, por ejemplo, otro fenómeno la Niña fuerte. Los dos últimos fueron en 1998 y 2000 (22). En este caso se debe tener en cuenta que no hay fenómenos externos al sistema climático como una erupción volcánica, que pueden enfriar la Tierra como ocurrió tras la erupción del Pinatubo (23) en 1991 (bajó la temperatura media global 0.4ºC). Entonces en este caso, y teniendo en cuenta que aún no ha finalizado el año (realizan esa aseveración en base a medio año) se puede comprobar que la temperatura media global de 2008 está por encima de la temperatura de 1999 y 2000 (24).

No les escuchamos cuando en 1998 se alcanzó la temperatura media global más alta desde que se tienen registros debido a un fuerte fenómeno el Niño de 1997 y principios de 1998 (24), pero si les escuchamos decir que la Tierra se está enfriando en parte por un fuerte fenómeno la Niña a principios de 2008. Pero, ¿siendo tan intenso el enfriamiento de las aguas superficiales del Pacífico este año, el enfriamiento global ha superado a algún fenómeno la Niña en años anteriores? Como se puede ver en los datos de la NASA sobre las temperaturas del mar en el Pacífico entre 1999-2000 indican que fueron algo más frías y la duración más larga en el tiempo (24 meses) que la Niña 2007-2008 (10 meses). Además, se han pasado a condiciones neutrales (25). Si fuera un manipulador diría, “os dais cuenta, ahora el enfriamiento dura mucho menos y es menor”, pero no lo haré.

Una de las “virtudes”, por decir algo, de la campaña negacionista es poner el foco en determinados aspectos, olvidando otros muy importantes relacionados con las causas y los impactos del calentamiento global. La causa del calentamiento global es clara y la base científica sólida: Cuanto más emitamos dióxido de carbono a la atmósfera, mas incrementaremos las temperaturas. Es interesante por ejemplo, que se centren ahora en las temperaturas globales olvidando el aumento de 0.8 ºC grados producido durante el siglo XX (que no existe para ellos), pero también es notable que olviden el cambio en los patrones de lluvia tal y como predice el IPCC o que las temperaturas nocturnas sigan subiendo de forma implacable (26), que el Ártico bate los registros de deshielo en verano (27) o que se vean especies de mosquitos transmisores de malaria donde uno no lo esperaría (28).

Tampoco me tienen que creer a mí, pero cuando un periódico económico se informa sobre el cambio climático siempre hay que estar alerta. Si realmente estas interesado en el asunto con un poco de paciencia y tiempo, se pueden visitar sitios web de centros de investigación sobre el clima y revistas científicas donde informarse mejor del tema.
Referencias:

(1) http://antonuriarte.blogspot.com/2008/08/un-junio-muy-verde.html
(2) http://antonuriarte.blogspot.com/2008/08/groenlandia-verano.html
(3) http://wattsupwiththat.wordpress.com/
(4) http://meteorologiaextrema.blogspot.com/2008/08/vis-lo-que-yo-veo.html
(5) http://wattsupwiththat.wordpress.com/2008/08/21/rueters-world-meteorological-organization-says-this-year-so-far-coolest-for-at-least-5-years/
(6) http://www.desdeelexilio.com/2008/08/22/la-primera-mitad-de-2008-la-mas-fria-desde-el-2000/
(7) http://www.reuters.com/article/environmentNews/idUSLK28742520080820?sp=true
(8) http://www.libertaddigital.com/sociedad/y-el-calentamiento-2008-es-el-ano-mas-frio-de-la-decada-1276337036/
(9) http://www.metoffice.gov.uk/research/hadleycentre/news/cc_global_variability.html
(10) http://data.giss.nasa.gov/gistemp/2007/
(11) http://www.globalizate.org/globemm280408.html
(12) http://web.mit.edu/newsoffice/2008/emanuel-paper-0417.html
(13) http://en.wikipedia.org/wiki/Vincent_Gray_(scientist)
(14) http://www.tech-know.eu/uploads/Spinning_the_Climate.pdf
(15) http://www.exxonsecrets.org/maps.php
(16) http://www.cne.org/index.htm
(17) http://www.realclimate.org/RuthetalJClim2004.pdf
Rutherford, S., Mann, M.E., Osborn, T.J., Bradley, R.S., Briffa, K.R., Hughes, M.K., Jones, P.D., Proxy-based Northern Hemisphere Surface Temperature Reconstructions: Sensitivity to Methodology, Predictor Network, Target Season and Target Domain, Journal of Climate, in press (2005).
(18) http://www.realclimate.org/index.php/archives/2007/08/1934-and-all-that
(19) http://www.globalwarmingart.com/wiki/Image:Instrumental_Temperature_Record_png
(20) http://www.esrl.noaa.gov/gmd/ccgg/trends/co2_data_mlo.html
(21) http://www.metoffice.gov.uk/corporate/pressoffice/myths/2.html
(22) http://www.cpc.noaa.gov/products/analysis_monitoring/ensostuff/ensoyears.shtml
(23) http://en.wikipedia.org/wiki/Mount_Pinatubo
(24) http://hadobs.metoffice.com/hadcrut3/diagnostics/global/nh%2Bsh/index.html
(25) http://www.cpc.ncep.noaa.gov/products/analysis_monitoring/enso_advisory/ensodisc_Sp.html
(26) http://www.metoffice.gov.uk/research/hadleycentre/obsdata/HadEX.html
(27) http://nsidc.org/arcticseaicenews/
(28) http://www.laopinion.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2008082300_9_166308__Sociedad-Identifican-seis-mosquitos-trasmiten-malaria


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domingo, 23 de septiembre de 2018

MEDIOAMBIENTE, AMBIENTE ENTERO Y SUS CORRESPONDIENTES MENTIRAS PARA NO VARIAR



QUE NOS ENGAÑEN TAMBIÉN CON LA MULETILLA DEL MEDIOAMBIENTE NO TIENE NADA DE EXTRAÑO EN UNA SOCIEDAD, LA CAPITALISTA, BASADA EN LA MENTIRA Y LA CORRUPCIÓN.

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Los que negaban el calentamiento global antropogénico continúan con las falsedades, aunque sus caras han variado
Cómo engañar al público

Rebelion
Globalízate.org
02.09.2018


Tras la publicación del último informe del IPCC, que dejaba bien claro que el calentamiento global era evidente y que la tendencia continuaría durante el siglo XXII si no reducíamos nuestras emisiones de gases de efecto invernadero, principalmente el CO2, los llamados “escépticos del calentamiento” españoles cambiaron de estrategia. Ya no negaban que hubiera habido calentamiento; pasaron a decir que no era culpa del hombre sino un hecho natural cíclico provocado por la reducción de actividad solar y últimamente dicen que ya no hay calentamiento desde el año 2000. En realidad cualquier cosa valía al que ya negaba el calentamiento anteriormente; utilización ad hoc de estudios científicos publicados en revistas prestigiosas como Nature o Science, tergiversación de las palabras de los investigadores sobre el clima, invención de estudios desquiciados que relacionan el cambio climático con extraños eventos, manipulación de datos o mentir directamente.

En el caso español, se han cambiado las caras, atrás han quedado algunos miembros del Instituto Juan de Mariana como Gabriel Calzada, José Carlos Rodríguez o Daniel Rodríguez, cansados de este papel, han dejado a Manuel Llamas (otro miembro del Instituto Juan de Mariana y jefe de Economía de Libertad Digital) que se haga cargo de este asunto, con el inestimable apoyo de Luis Gómez, biólogo, fundador de la empresa de biotecnología INDAGO GMBH en Alemania y creador del blog desdeelexilio.com, desde donde Manuel Llamas “copia y pega” a Libertad Digital. También el diario Expansión ha recogido muchas de estas noticias fraude, como no, a través de Manuel Llamas. Es importante no olvidar nunca que Alberto Recarte es presidente de Libertad Digital y vicepresidente de Centunión, empresa que se dedica a la construcción de petroquímicas, centrales térmicas, cemento, etc, es decir, sectores que contribuyen decisivamente al calentamiento y que tendrían que reducir sus emisiones de gases invernadero si en el futuro se llega a un acuerdo obligatorio.

Hace unos días, leí un par (1) (2) de artículos en el blog de un escéptico español, el geógrafo Antón Uriarte que es citado por los escépticos del cambio climático, todo ellos en la órbita de Libertad Digital. Me sorprendió la falta de coherencia de estos dos comentarios, es más, el primero de ellos desapareció. Una vez que su referente Anthony Watts (3) eliminó su artículo, Antonio Uriarte dijo que el presunto “verdor” no era tal, aunque finalmente insistía en el error. Como se puede comprobar en mi blog (4), Antón Uriarte hacía una tremenda manipulación de los datos gráficos y cifras.

Pero la visita a la web de Anthony Watts me llevó a una conexión interesante. Publicó una noticia emitida por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) (5) difundida por Reuters donde se decía que la primera mitad de 2008 ha sido la más fría durante los últimos cinco años. Noticia publicada el 21 de agosto y que ya sabía que sería usada por los escépticos españoles para hacer sus particulares interpretaciones. La cuestión era, ¿Cuánto tiempo tardaría en llegar aquí la noticia y su particular interpretación? Pues muy poco. El día 22 de agosto, el blog desdeeexlio (6) publicaba la noticia, aunque titulaba “La primera mitad de 2008, la más fría desde el 2000” haciendo referencia a la nota de Reuters (7) y a unas declaraciones en el mismo sentido del Met-Office inglés. Y como no, Manuel Llamas publicó la noticia con el tendencioso titular de “¿Y el calentamiento?: 2008 es el año más frío de la década. (8)

En la sección de Libertad Digital “El calentamiento global antropogénico no existe” pretende engañar a personas con poca memoria o ingenuos lectores. A sus “convencidos” escépticos no les hacen falta noticias de este tipo: Ya están convencidos. A algunos el sueldo también les va en ello. A destacar, que la primera noticia que comento a continuación llegó incluso a aparecer en los informativos de Telemadrid.

Pero sigamos viendo punto por punto en que nos intentan engañar en estos meses (sin éxito):

1ª Mentira

La Tierra se enfría hasta 0,75 grados en 2007
Hay dos manipulaciones en esta noticia. En primer lugar, 2007 a pesar de no estar entre los cinco años más cálidos de la historia, ocupa el sexto lugar según el Met-Oficce (9) y según la NASA, el segundo (10) más cálido desde que se registran instrumentalmente los datos. En segundo lugar, no es que se enfriara la tierra 0.75 grados sino que la temperatura global media de enero de 2007 fue de 0.75 ºC más baja que la de enero de 2006 a causa del fenómeno la Niña. Esto se puede explicar de una manera más sencilla, para ver si la tierra se ha enfriado 0.75, primero habría que decir respecto a qué año, si suponemos el año anterior, calcularíamos la temperatura media global del año 2006 y al finalizar el año 2007 haríamos lo mismo. Posteriormente compararíamos la temperatura, tal y como explica el Met-Office, variaciones individuales de meses concretos no es la temperatura de la tierra sino la variación respecto al mismo mes del año anterior. Sutil, pero manipulador.

2ª Mentira:

Los gurús del cambio climático rectifican: no hay relación entre huracanes y calentamiento.

Con gurús se refieren al científico estadounidense Kerry Emanuel al que entrevistamos (11) dejando claro que no rectificaba nada de su anterior estudio. Me pueden decir, claro Vd podría haberse inventado la entrevista, bien, pero ¿podría modificar la página del MIT (Instituto tecnológico de Massachussets) donde se dice lo siguiente: “El nuevo estudio del MIT valida la predicción sobre huracanes, confirma que el cambio climático intensifica los huracanes”?. Dejando claro que el calentamiento global no aumentaría la frecuencia de huracanes, pero cuando se formaran tendrían más probabilidades de ser más intensos (12).

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sábado, 22 de septiembre de 2018

UN PENSIONISTA ES UN TRABAJADOR DE ANTAÑO, O SEA, ALGUIEN QUE CON SU TRABAJO CREO RIQUEZA PARA QUE LA DISFRUTARA LA QUERIDA DEL REY O EL ARZOBISPO JUAN Y NO EL TRABAJADOR QUE LA CREÓ. UN TRABAJADOR DE HOY ES UN PENSIONISTA (PORQUE SE LO PAGA CON SU DINERO) DE MAÑANA, QUE COMO NO ESPABILE SE ENCONTRARA CON QUE EL HIJO DEL LADRÓN QUE HOY LE ROBA LE ROBARÁ MAÑANA. y SI QUIEREN LO VUELVO A REPETIR QUE ESTO ME LO SE



Tras la tensión vivida el miércoles frente al Congreso recorrerán las calles de Madrid este sábado

Los pensionistas vuelven a las calles: “La lucha es principalmente para los jóvenes”

Rebelión
Cuarto Poder
22.09.2018


Después de la tensión vivida este miércoles frente al Congreso de los Diputados, los jubilados siguen adelante con su calendario de reivindicaciones y recorrerán las calles de Madrid este sábado. Bajo el lema “Gobierne quien gobierne las pensiones se defienden”, centrarán su protesta en la revalorización de las pensiones con el IPC. Los impulsores hacen un especial llamamiento a jóvenes y estudiantes. “La lucha es principalmente para ellos. Nosotros tenemos una pensión, es verdad que muchas son indignantes, pero ellos ni siquiera las tienen garantizadas”, advierte Gerardo Ruiz, portavoz de la agrupación de pensionistas de Móstoles.

También bajo la consigna “IPC es IPC”, esta marcha convocada por la Coordinadora de Madrid por la Defensa del Sistema Público de Pensiones partirá desde Atocha el sábado a las 19.00 de la tarde, pasará por la puerta del Congreso de los Diputados hasta llegar a la Puerta del Sol. A la marcha se ha unido el colectivo feminista con la Comisión 8 de Marzo, así como la agrupación de Jóvenes Pensionistas. Los organizadores indican a cuartopoder.es que tanto Podemos como Izquierda Unida han confirmado también su asistencia, aunque los partidos ocuparán un papel secundario al final de la manifestación.

“Nuestra tabla reivindicativa es muy amplia, pero consideramos que garantizar el IPC es prioritario”, explica José Martín, portavoz de la Plataforma de Pensionistas de Rivas y de la Coordinadora de Madrid. Los pensionistas han recibido con desagrado las declaraciones del exministro de Economía socialista, Carlos Solchaga, quien dijo hace unos días que los pensionistas “no tienen razón” porque “no pagaron ni la mitad de lo que cobran”.

Pero también desconfían de las declaraciones de la actual ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, quien se ha posicionado en contra de subir las pensiones con el IPC sin el acuerdo del Pacto de Toledo. “Ese es su criterio, pero no el nuestro. No pueden ser más rojos que Lenin en la oposición y luego hacer una política más de derechas que el PP. Es a lo que nos tiene acostumbrados el PSOE a lo largo de su historia”, critica Martín.

“Somos gente con la experiencia de haber peleado para acabar con la dictadura de este país, tenemos todo el tiempo del mundo y no vamos a renunciar a que nos paren los derechos”, advierte Martín. Al margen de su reivindicación para vincular la subida de las pensiones al IPC, los pensionistas reclaman recuperar lo perdido desde 2011 a causa de la disminución de su poder adquisitivo. También recuerdan que el Estado español se adhirió a la Carta Social Europea, que dice que los Estados miembros deben establecer un salario mínimo interprofesional equivalente al 60% del salario medio. Esto serían 1.084 euros mensuales en España. Según los manifestantes, ningún salario ni ninguna pensión deberían estar por debajo de dicha cantidad.

Otra de las tareas de los pensionistas es seguir luchando para combatir “la brecha de género” que existe a día de hoy. Las mujeres están “muy discriminadas en este país”, una discriminación que empieza “en el mundo del trabajo y acaba en las pensiones”, apunta Martín. Más del 70% de las pensiones inferiores a 700 euros las cobran las mujeres.

Por otro lado, otros colectivos unirán su lucha a la de los jubilados, como es el caso de Jóvenes Pensionistas. Natalia Fernández, que pertenece a este colectivo de pensionistas por enfermedad o accidente, explican que la reivindicación del IPC también es crucial para ellos por sus dificultades particulares para llegar a fin de mes. Pero además critica “la falta de recursos sanitarios, económicos y médicos” que los recortes han provocado y que particularmente les afecta como colectivo. “Somos clientes premium de los hospitales, muchos con enfermedades crónicas, nos encontramos con médicos cansados y agotados o con una enfermera en planta por cada 20 pacientes”, narra Fernández. Entre sus reivindicaciones está conseguir la garantización de atención psicológica para los pensionistas, así como inspecciones que revisen las condiciones de trabajo que enfrentan las personas con discapacidad.

Los sindicatos mayoritarios no asistirán a la convocatoria porque los pensionistas movilizados mantienen “grandes discrepancias” con ellos, según explican. Además de la derogación de la reforma del sistema de pensiones de 2013 realizada por Mariano Rajoy, los jubilados piden que se retire la realizada en 2011 por José Luis Rodríguez Zapatero y que fue negociada con los sindicatos. CCOO y UGT manifiestan su rechazo a la reforma del PP pero esquivan la del PSOE.

Después de la marcha del sábado, los pensionistas se preparan para el siguiente asalto. El próximo miércoles 26 de septiembre volverán a la Plaza de las Cortes de Madrid, frente al Congreso de los Diputados, para seguir adelante con sus reivindicaciones. “No vamos a parar hasta que lo consigamos”, advierten.

Fuente: http://www.cuartopoder.es/derechos-sociales/2018/09/21/los-pensionistas-vuelven-a-las-calles-la-lucha-es-principalmente-para-los-jovenes/

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