domingo, 14 de junio de 2020

Y, ¿en el campo español no hay Cooperativas? Yo digo de esa cosa en la que se primaba al trabajo y no al capital; aquello de aquella regla de oro cooperativista, del principios de Fomento de la Enseñanza, o sea, que yo lo que digo es que si en el campo español no hay Cooperativas, porque Cooperativa lo que viene a signifacar es "trabajar con", y entiendo perfectamente que quien no sepa chino no entienda esto, que para eso lo he escrito en chino



Un acto de soberanía alimentaria. Un acto de soberanía.

DIARIO OCTUBRE / 13 JUNIO 2020


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Dario Herchhoren.— Hace muy pocos días el gobierno argentino dispuso la intervención y la expropiación de la empresaVicentín, que es la mayor empresa argentina de acopio y exportación de granos, aceites, algodón, vino y miel.

Dicha empresa era de amigos del ex presidente Mauricio Macri, y había conseguido créditos del Banco de la Nación Argentina por una cantidad de alrededor de 18.000 millones de dólares, a pesar de su situación cercana a la cesación de pagos. El nuevo gobierno argentino asumió sus funciones el día 10 de enero de 2020, y un mes antes de esa fecha el Banco de la Nación Argentina otorgó esos créditos a los cuales hay que sumar otros que ya se habían concedido.

Hasta la llegada de la dictadura militar, el mayor exportador de granos era la Federación Argentina de Cooperativas Agrarias que era una cooperativa de segundo grado, es decir que era una cooperativa de cooperativas, y estaba integrada por varios miles de cooperativistas, que de esa manera podía exportar sus producciones en igualdad de condiciones con los grandes acopiadores y exportadores. Eso no era del gusto de la dictadura cívico militar que hizo cuanto pudo para hundir a la FACA (Federación Argentina de Cooperativas Agrarias), hasta que al fin lo logró.

En su lugar se posicionó Vicentín, que pasó a ocupar el primer lugar, vendiendo al exterior cinco millones de toneladas de granos como promedio anual, y gozando de generosos créditos bancarios tanto de bancos nacionales como extranjeros. Los préstamos de bancos extranjeros eran en realidad operaciones de fuga de capitales, que ingresaban al país con el objeto de hacer importantes inversiones que nunca se materializaban, y esos préstamos se depositaban en cuentas de la empresa a plazo fijo, rindiendo intereses que a veces llegaban al 40 % anual, y una vez cobrados esos intereses el resto pasaba a Vicentín. Ese modus operandi era siempre el mismo, y mientras el capital privado se enriquecía las empresas argentinas se empobrecían al tener que pagar intereses usurarios. Es lo que se llamaba «fuga de capitales».

La familia Nardelli, dueña de Vicentín, era el socio mayoritario de la empresa, pero en la misma participaban empresas multinacionales como Cargill, y Bayer, que ha comprado a Monsanto, y la cesación de pagos por parte de Vicentín, no solo amenazaba a los puestos de trabajo de seis mil trabajadores, sino que estaba en peligro la continuidad de la misma empresa,que seguramente caería en manos de las grandes multinacionales como consecuencia de la subasta de sus bienes.

Vicentin tiene puertos propios sobre el río Paraná en las provincias de Santa Fe, Entre Ríos y Chaco, además de ser arrendataria de una parte del puerto cerealero de Necochea en la Provincia de Buenos Aires.

La decisión del gobierno argentino, marca un antes y un después de política soberana del país, y vuelve a la senda de las políticas implementadas por el General Perón, que reclamaba el carácter preeminente del estado en todo aquello que significara un sector estratégico, y la exportación de granos sin duda lo es.

Se trata de un paso en la buena dirección, que seguramente será seguido por otros más. Ya este gobierno que lleva pocos meses al timón del país, nacionalizó Aerolineas Argentinas, y recupero la estatal YPF (Yacimientos petrolíferos fiscales), y ello implica abandonar el neoliberalismo, que ha sido y es nefasto para un país dependiente como Argentina.

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Gobierno de España: más vale un te doy que cien te daré


Luces y sombras de los cinco meses de la coalición PSOE-Unidas Podemos
  • Han pasado cinco meses desde que echó a andar el Gobierno de coalición, al que la pandemia del covid-19 ha trastocado todos los planes
  • Aun así, durante este tiempo han puesto en marcha una decena de decisiones de calado, desde la ley de cambio climático al Ingreso Mínimo Vital  
  • La covid lo ha eclipsado todo, pero analizamos los pasos del Gobierno fuera de este paréntesis
Cuarto poder.es
11 de junio de 2020


El líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, saluda a Pedro Sánchez en la primera jornada de la sesión de investidura el pasado enero. EFE/Juan Carlos Hidalgo  

El pasado enero echaba a andar el primer Gobierno de coalición de la democracia española. El nuevo Ejecutivo, formado por los antaño rivales PSOE y Unidas Podemos, comenzaba su andadura gracias al apoyo de un Congreso fragmentado y hostil. Desde 2015, el sistema español había derivado el multipartidismo, pero ha tardado cuatro años más en que varios partidos pactaran para compartir el poder. Este es el balance de los primeros meses del Gobierno progresista, más allá del paréntesis provocado por la terrible pandemia de covid-19

La distribución del poder en manos de dos partidos generó un Consejo de Ministros mucho más numeroso y plagado de cuotas políticas y equilibrios, combinando miembros o propuestas de ambos partidos, perfiles más ortodoxos (Nadia Calviño o José Luis Escrivá) con otros más políticos como Pablo Iglesias, segundo vicepresidente del Gobierno. Las cuatro vicepresidencias daban buena cuenta de las prioridades: Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática con Carmen Calvo, Derechos Sociales y Agenda 2030 con Pablo Iglesias, Asuntos Económicos y Transformación Digital con Nadia Calviño y Transición Ecológica con Teresa Ribera

El nuevo Ejecutivo contaba con que habría que hacer un esfuerzo extra de coordinación entre áreas y un encaje de bolillos para aprobar cada proyecto en el Congreso. También presuponían que podían encontrarse con una oposición dura del PP en competencia con la ultraderechista Vox. Sin embargo, con lo que nadie contaba el pasado enero es que el Gobierno iba a tener que enfrentarse con una pandemia mundial que convertiría al Ministerio de Sanidad, a veces vilipendiado por tener las competencias transferidas a las comunidades autónomas, en el área más poderosa en plena emergencia sanitaria. 

La covid-19 barrió con todos los proyectos y agendas. El Gobierno tendrá ahora que gestionar una crisis económica y social sin precedentes, un escenario muy distinto al que predijeron. La covid lo ha eclipsado todo, pero analizamos los pasos del Gobierno fuera de este paréntesis. Estas son las luces y las sombras del Gobierno de coalición al margen de la gestión de la pandemia.

De la subida del Salario Mínimo a la Ley contra la infancia

El pacto de Gobierno entre PSOE y Unidas Podemos cerró una etapa de poca actividad legislativa, tras meses de un Gobierno en funciones y un intenso año electoral. De hecho, aún siguen ‘vivas’ algunas legislaciones de la etapa de mayoría absoluta de Rajoy, como la Ley de Seguridad Ciudadana o la reforma laboral de 2012.

Aún así, en cuatro meses y pese a la ralentización que ha supuesto la pandemia en todos los campos, el Gobierno progresista ha logrado poner en marcha, entre otras, las siguientes medidas. A algunas aún les queda un largo recorrido legislativo hasta llegar al BOE, pero el Ejecutivo ya ha puesto las primeras piedras. 

Las sombras: polémicas y descoordinación

Estos cinco meses no han sido un camino fácil para el Gobierno de coalición, aunque ya contaba con encontrarse resistencias. A algunos de los avances más importantes, como la aprobación del Ingreso Mínimo Vital (IVM), les han correspondido contracampañas mediáticas de sus detractores. Sin embargo, las peores polémicas han sido las propias tensiones internas. 
  • El cese del coronel Pérez de los Cobos
La mayor crisis a la que se ha enfrentado el Gobierno de Sánchez tiene que ver con el cese del coronel Diego Pérez de los Cobos como responsable de la Guardia Civil en Madrid por "pérdida de confianza". El ministro del Interior desencadenó esta crisis tras el cese en pleno estado de alarma. Unos días después, decidió dimitir el director adjunto operativo de la Guardia Civil, Laurentino Ceña, que estaba a punto de jubilarse, según publica La Vanguardia

La polémica tiene como protagonista un informe sobre el 8 de marzo que se filtró a la prensa unos días antes del cese. "Un cuerpo de enorme responsabilidad, como la Guardia Civil, no se puede permitir hacer informes con recortes de páginas web de extrema derecha", decía el vicepresidente Iglesias sobre el citado documento.

En principio, Marlaska apuntó a una "reestructuración" de la cúpula de la Guardia Civil como motivo del cese. Sin embargo, el periódico El Confidencial publicó el pasado 2 de junio un documento en el que la  directora general de la Guardia Civil, María Gámez, reconocía por escrito que el mando fue relevado por "no informar del desarrollo de investigaciones y actuaciones de la Guardia Civil". 
  • La polémica en la ley del ‘solo sí es sí’. 
Por primera vez, el PSOE cedía la bandera de Igualdad a Podemos. De las manos de Calvo a las de Irene Montero. 

Una de las prioridades de este Ministerio fue diseñar la Ley de Libertad Sexual, conocida como la ley del ‘solo sí es sí’, que condensaba una de las proclamas del movimiento feminista de los últimos años respecto al consentimiento y la violencia sexual. Sin embargo, la nueva ministra no solo recibió críticas de los partidos de la oposición, sino también internas. Los equipos de Igualdad y Justicia se encargaron de pulir el anteproyecto y la prensa publicó que lo hacían. Finalmente, el anteproyecto de ley fue aprobado por el Consejo de Ministros, teniendo que pasar aún varios trámites.
  • La reforma laboral
El pasado 21 de mayo, el Gobierno de coalición se vio inmerso en una polémica muy ruidosa a cuenta de la aprobación de la nueva prorroga del estado de alarma. El escándalo tenía todos los ingredientes para convertirse en una tormenta mediática. El Ejecutivo necesitaba sacar adelante una nueva ampliación y quería hacerlo de forma holgada para evitar sorpresas. Para ello, Unidas Podemos, PSOE y EH Bildu firmaron un acuerdo para que estos últimos se abstuvieran a cambio de que Sánchez se comprometiera a derogar la reforma laboral. 

Para más jugo, los socialistas mandaron una "nota aclarativa" minutos antes de la media noche desdiciéndose de lo firmado. “Sería absurdo y contraproducente abrir un debate de esta naturaleza y generar inseguridad jurídica en este momento”, llegó a decir Calviño horas después
  • Descoordinaciones internas
En los primeros pasos del Gobierno de coalición la falta de coordinación se ha hecho patente. Como ejemplo, el Ingreso Mínimo Vital temporal que anunció Pablo Iglesias y que el ministro Escrivá decidió retrasar hasta tener el definitivo a principios de junio. Detrás había intensas negociaciones que duraron semanas. Incluso, se anunció una rueda de prensa que no se llegó a producir. Las prestaciones ya están en marcha.