lunes, 11 de junio de 2012

APUNTES PARA LA NUEVA REVOLUCION SOCIAL


 PP-PSOE: LOS AMIGOS, AMIGOS SON

 (2)

(Dame la manita, PePe Luis. Toma la manita, PePe Luis)

  Quien no quiera ver que el zancocherio económico, político y social en el que nos hayamos es la consecuencia del trabajo político llevado a cabo durante decenios por el PSOE y el PP fundamentalmente, con los artistas invitados: jefaturas de UGT y CC.OO, es que no lo quiere ver, contra cuyo mal óptico hay poco que rascar. La cosa es evangélica: no hay peor ciego que el que no quiere ver. 
Quien no recuerde que la edad de jubilación pasa de los 65 a los 67 años por iniciativa del PSOE, pero, y otra vez pero, con el acuerdo tácito del PP que se abstuvo en la votación pudiendo haber votado negativamente, con cuya negativa habría imposibilitado ese alargamiento de la edad de jubilación propuesta por el PSOE, es que no tiene memoria. 
Y si a esta falta de memoria le añadimos la ceguera anterior, mala cosa tenemos, chiquet, mala cosa. Y, si a lo dicho se le agrega que el PP obtiene más de 10 millones de votos, entre los cuales necesariamente tienen que contarse jubilados de mísera paga; parados, trabajadores con trabajo pero con sueldo que se acaba a mitad de mes, pero que el mes sigue hasta terminar, pequeños y medianos empresarios e intelectuales, etc., apaga, vámonos y sal corriendo sin mirar atrás que nada bueno puede acontecer en estas condiciones. Hasta este momento, creo yo, se tiene más que demostrado que el PP no era la alternativa al PSOE, es decir, que los recortes sociales y bajada de sueldos y empeoramiento de las condiciones de trabajo iniciadas por el PSOE no iban a ser anuladas por el PP. 
No hace mucho, cuando la corrupción política y económica del PSOE (al referirme a siglas lo hago pensando en los jefes y aspirantones a jefes y nunca a su militancia de base o simpatizantes) de Felipe González Márquez se destapó, apareció el PP de José María Aznar como “alternativa” de la regeneración política y moral frente a la corrupción no socialista de Felipe González, dado que la corrupción no puede ser nunca socialista.
 Los hechos demostrarían poco más tarde que el PP de José María Aznar no era alternativa de nada, sino profundización de la corrupción política y económica iniciada por el PSOE de Felipe González. En suma, Aznar no fue alternativa de Felipe González, al igual que en las últimas elecciones generales Mariano Rajoy no era alternativa de José Luís Rodríguez Zapatero, lo mismo que tampoco será alternativa del PP en la próximas elecciones el PSOE, cualquiera que pueda ser su candidato. 
 Fundamento esta aseveración, y sólo a título de ejemplo, en los hechos que saltan a la vista tan pronto como se repara en ellos y sin demasiadas profundidades. En los hechos pasados citados sumarísimamente al principio y en el recentísimo hecho acaecido en el Congreso de los Diputados (31.05.2012) en que el PP presentó para su aprobación su denominada reforma financiera, a la que el PSOE de Rubalcaba no votó en contra (que de haberlo hecho el resultado final habría sido el mismo: aprobación de la reforma financiera, dada la mayoría absoluta del PP en el Congreso) sino que se abstuvo (la misma mecánica política parlamentaria que utilizó el PP cuando el PSOE propuso su reforma laboral, con al diferencia de que si el PP hubiera votado negativamente la tal reforma no se habría aprobado).

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LA SELECCIÓN ESPAÑOLA, REGULÍN, REGULÁN

(Ahí los tienen, como niños mal educados. Cinco hombres como cinco castillos peléndose por un balón. ¿No tendrán dinero para comprarse un balón para cada uno y dejar de pelearse, que hasta se pueden lastimar? ¿Es o no es?)

La Eurocopa para España no ha empezado viento en popa a toda vela y a vivir que son dos días ni mucho menos. Faltó fuelle, sobró monarquía y, por si éramos pocos y parió la abuela, hubo un derroche de medios innecesarios, porque vayan ustedes a saber donde se van a meter cien mil millones de euros en manos de unos banqueros, que es que no son manos lo que tienen los banqueros, sino patas, y así no puede ser. 
Del Bosque más confundido que el que se fue a vender neveras al polo norte, porque es que cualquiera sabe que en el Polo Norte si sobra algo son neveras. Allí quien más quien menos tiene dieciocho neveras. 
A ver, alma cándida, ¿me quieres contar a quién coño te me le vas a vender una nevera en el Polo Norte? Pues a nadie, que te lo vengo diciendo desde hace mucho y no me haces caso. 
Pues hétenos en el caso que nos ocupa, Vicente del Bosque, que así no se pude. Que no se le puede ganar a nadie de esa manera, que es que te lo vengo diciendo. Si la artillería real mas gastosa y gruesa me la dejas en la grada, ¿quién coño va a bombardear el área contraria? Tú mismo, respóndete tú mismo, Vicente del Bosque, para que luego no me vengas diciendo. A ver, Vidente del Bosque, seme sensato, tú ponte en mi lugar. ¿No te nombró el Rey marqués? Pues, hombre, ¿a que fin te me dejas al Príncipe, Su Hijo, en la grada? Si esto es como contar habas, Vicente del Bosque. Tú me te sacas al Príncipe al campo, con una cinta atada al pescuezo para que no se nos pierda. El Príncipe (el partido ya ha empezado) se me te nos presenta al porteri italiani (hay que hablar italiani para que si nis intiindi biin), en el área pequeña, dejando el área grande, que tampoco hay que ser avaricioso, la pequeña, y le dice: ¡oye, tú, porteriitaliani que aquí vengui a que me dis el Piñin de Gibriltir! (y ya tenemos el zancocho montado y el gato en el bote, Vicente), porque es que en oyendo eso el portero italiano, se le nubla el conocimiento y empieza a gritar como un descosido: ¡a socorri, socorri, zumbado suelti en el campi, a socorri! Al oír estos gritos que salen de la misma portería, la escuadra italiana enfila al Príncipe que es un primor para proveer del auxilio demandado al porteri italiani que yace en el suelo, revolcándose, como un portero que es, con las venas del pescuezo gordas de tanto chillar ¡a socorri, socorri!, que es cuando a su vez aparece la otra escuadra, la española, diciendo, ¿con que esas tenemos, eh? A nuestro príncipe no hay quien nos lo toque, italianis, que eso es lo que sois, unos italianis. 
Se lía la de para qué te quiero contar en el área pequeñas, porque todo esto pasa en el área pequeña, porque al no ser avariciosos hemos despreciado el área grande. 
Y estando en estas, es cuando aparece la Princesa Leticia, en la que hasta este momento no ha reparado nadie (ni nosotros intencionadamente hemos querido mencionar para no darle pistas al enemigo), y como quien no quiere la cosa, como si no hubiera roto un plato en su vida, bajo cuerda, mientras los demás discuten, ella pone la pelota en la mitad misma del dentro de la red… Y, ¡GOOOOOOOOOOOOOOOOOOL, GOL, GOL DE LA PRINCESA…, MADRE MIA QUE PEDAZO DE CHICARRO SE HA MARCADO LA PRINCESA! 
Y nada más, Vicente del Bosque. Eso es lo que hay que hacer. 
Y, por supuesto, no te me dejes entrar al campo a Rajoy, que es que desanima hasta cuanto anima, Vicente, joér, compréndelo, que es que cuando lo enfoca la cámara para mostrarnos la alegría que embarga su alma, de su rostro aflora (cual triste y lánguido préstamo bancario) flácida pena, penita, pena, Vicente. Hazlo por mí hombre, no te me lo dejes entrar al campo y mándalo a trabajar (dado que gobernar ni sabe ni puede) que es mucho lo que tiene que trabajar para devolver los cien mil millones de euros que ha pedido para sus amigos los bancos. Sagerao el Rajoy este pidiendo, verdad? 

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