jueves, 13 de noviembre de 2008

RAJOY SE NOS HA VUELTO TARUMBA (POBRE HOMBRE)

Me lo temía. A Rajoy se le han enredado los pies de sus dos o tres neuronas con unos cuantos pelillos de la nariz, en fatídico cruce con un pelo largo de su barba, y se nos ha vuelto tarumba.
Y es que mentir no es bueno. Tarde o temprano te la juega, y al final te hace trifásico: niño-borracho-loco, que son los únicos que dicen la verdad.
Y así nos encontramos con el Rajoy niño-borracho-niño, que después de ser un embustero por derecho y por revés, por encima y por debajo, por la izquierda y la derecha, le ha dado ahora por utilizar la verdad como banderín político de enganche.
Y así, sacando pecho encima de un cajón de cervezas vacío se ha puesto a decirle al Presidente del Gobierno Zapatero (otro que tal), que deje ya de mentir. Luego le ha insultado una vez más llamándole embustero, y que le diga a los españoles que los soldados del Ejército español, compuesto por españoles, guineanos, chilenos, ecuatorianos…, no están en Afganistán para poner tiritas (¡así se habla Rajoy. Ole tus cojoncillos, pequeñillos, eh, que tampoco hay que exagerar!), sino que han ido a la guerra, o sea, a matar cuando sea necesario para ocupar una plaza o defender una ya ocupada.
Apoyemos, pues el síncope de la verdad que le ha dado a Rajoy y exijamos al gobierno que nos diga a los españoles por qué estamos en guerra con Afganistán, y de paso cuanto dinero sale de todos los bolsillos de los españoles que trabajan (que son los que crean la riqueza) para pagar a los soldados que están en Afganistán con sus pistolas, escopetas, tanques, cacharrillos de cocina, etc.
Y, puesto que estamos en guerra, lo dice Rajoy, y de aquí a poco lo dirá Zapatero (en cuanto vea que por ahí se le escapa un voto), a ver por qué el Jefe de los Ejércitos, Su Majestad (La Suya, no la mía) El Rey no tiene allí a su Hijo, Su Alteza Real, el Príncipe Felipe (que otros príncipes ya han ido a la guerra de estos días) dando ejemplo de patriotismo con el fusil al hombro, su pistola reglamentaria al cinto, su casco…, en el cuerpo a tierra, paso en prevengan, cuerpo a tierra otra vez. Fuego a discreción, no dejar títere con cabeza. Avancen, retrocedan… ¡Quietos, ojo cuidao. Viene el enemigo, cáspita. Pidan refuerzos… Aquí JQK 4, aquí JQK 4… Cago en la madre que los parió, que se han vuelto sordos… Aquí JQK 4, JQK 4…
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ZAPATERO, SUS JEFES, ENCARGADOS, AFINES Y YO

Zapatero pasa por ser el presidente del Gobierno español, y por consiguiente, de ello se deduce en el plano formal, que es el presidente de todos los españoles. Y hasta aquí de acuerdo, poco se puede decir en contra, porque ya sabemos que lo formal, las más de las veces, es mentira.
Zapatero es en la práctica, que es donde redondamente son las cosas, capataz de uno de loa grandes grupos capitalistas dominantes en España, y por ello, se ha reunido con unos cuantos banqueros para que estos le digan que debe decir y que postura debe mantener en la reunión de capataces de los grandes capitalistas que formalmente se llama el Grupo G-20.
Lo que hayan hablado banqueros y Zapatero no lo sabemos, ni lo tenemos porque saber, porque son asuntos privados de ellos, pertenece al ámbito privado de los negocios de jefes y capataz.
Una vez que el grupo de banqueros jefes le ha leído la cartilla a Zapatero de pe a pa, este se ha ido con la lección bien aprendida debajo del brazo a los encargados síndicos, que formalmente se denominan sindicatos mayoritarios, para que sean estos últimos los que se encarguen de la brega con los trabajadores, a fin de que estos marquen el paso por las líneas trazadas por los grandes capitalistas.
Después de todo lo dicho, Zapatero, que tuvo un abuelo republicano, que dicho sea de paso, no constituye mérito alguno, porque en una republica todos son republicanos, al igual que cualquier español hoy es súbdito edulcorado, se ha ido a hablar con su colega Rajoy para decirle: “tranqui, tronco, que en el G-20 voy a decir y voy a defender lo que tu dirás y defenderás cuando seas capataz de tu grupo de capitalistas en la presidencia del Gobierno español,” a lo que Rajoy le ha respondido: “güay, colega. Y que no se te olvide pedir libertad de economía y libre mercado.” O lo que es lo mismo, que aceleré y garantice todavía más y mejor, la inmoralidad y la injusticia que supone poner más miles de millones de euros del dinero de todos (menos el de los ricos que están en los paraísos fiscales) los que trabajamos, en manos y a la libre disposición de los mismos marmoletes del capital, que con sus ansias de enriquecerse todavía más, han originado el descontrol financiero actual, con la anuencia de los correspondientes gobiernos.
Y al final de todo lo que antecede ya vengo yo, en lo último de todo, con todos los derechos que me garantiza la Constitución, que es también cosa formal, porque en la práctica ya es otra cosa.
En la práctica, sin trampa ni cartón ni cachondeos ni tío páseme usted el río, viene que de mi nómina me han quitado, ojo al parche: 479,39 euros por el IRPF (de cuyo impuesto ni me sé la denominación y un güevo que me importa); 2,44 euros por Formación Profesional (que no sé quién coño me está enseñando a mí nada profesionalmente); 39,00 euros para Accidente y Desempleo (que tampoco sé ni donde me accidento ni dónde me desempleo) y 114,55 euros por Contingencias Comunes (y esto de las Contingencias Comunes debe ser el Copón con ruedas, pero tampoco lo sé). Total, que del sueldo del mes pasado me quitaron de la nómina 635,38 euros, lo que equivale al 27,60 % de mi sueldo y, cuidado, cuidadito, cuidadín, chupense esta los asesores fiscales de postín de la Casa Real y de los nenes ricos y nenas ricas: no me quejo de pagar impuestos. Me quejo, que para eso soy el último, de que no quiero de que con mis impuestos se pague un céntimo más de euro a la Casa Real; ni un céntimo más a ningún banquero por muy banquero que sea; ni un céntimo más al Estado del Vaticano vía Iglesia Católica Apostólica Romana y ni un céntimo más a las Fundaciones de José María Aznar y del PSOE, por poner sólo unos ejemplos de lo que no quiero que se haga con mi dinero.
Y, no niego que no sea libre ni que no me amparen derechos, formalmente, lo que digo es que estoy hasta los mismísimos testiculares de tanto Pili y mili que vive y se enriquece a costa del sudor del de enfrente, y que a robar al monte, si tienen cojones.
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