viernes, 8 de septiembre de 2023

El destino de Ucrania estaba sellado mucho antes del fracaso de su contraofensiva

 

El destino de Ucrania estaba sellado mucho antes del fracaso de su contraofensiva

 


DIARIO OCTUBRE / septiembre 5, 2023

 

 

Que los ucranianos fueran arrojados a una batalla para la que no estaban organizados ni entrenados jugó un gran papel en la escala de la trituradora de carne que los consumió

 


Recientemente, las Fuerzas Armadas de Ucrania fueron objeto de críticas por parte de sus socios militares occidentales por realizar operaciones de apoyo a la contraofensiva en curso de una manera que se desvía de la teoría operativa de la guerra de armas combinadas.

 

La guerra de armas combinadas integra las capacidades correspondientes a los diversos cuerpos (infantería, artillería, unidades blindadas, medios aéreos, guerra electrónica, entre otros) en un único esfuerzo que se complementa mutuamente, aumentando la eficacia y la letalidad de las operaciones.

La teoría de la guerra de armas combinadas que sirvió de base para el entrenamiento de las fuerzas ucranianas por la OTAN en el periodo previo a la actual contraofensiva se fundamenta en la doctrina actual de EEUU y la OTAN, que hace hincapié en los principios fundamentales y en las tácticas, técnicas y procedimientos que, aplicados correctamente, están diseñados para conseguir el resultado deseado.

Según las declaraciones a los medios de comunicación de los oficiales militares estadounidenses y de la OTAN que habían formado parte del entrenamiento de las fuerzas ucranianas, el Ejército ucraniano no ha puesto en práctica las tácticas que se le habían enseñado, que hacían hincapié en un enfoque de armas combinadas que utilizaba la potencia de fuego para suprimir la defensa rusa mientras las unidades blindadas avanzaban agresivamente, tratando de combinar el choque para romper las posiciones defensivas preparadas.

De acuerdo con estos oficiales occidentales, los ucranianos han demostrado “no prestar atención a las perdidas”, permitiendo que las bajas de hombres y equipos ante la resistencia rusa hicieran inútiles sus ataques, condenando al fracaso la contraofensiva.

Los ucranianos, por su parte, sostienen que el entrenamiento en armas combinadas que recibieron se basaba en principios doctrinales, como la necesidad de un apoyo aéreo adecuado, que Ucrania nunca fue capaz de poner en práctica, condenando la contraofensiva al fracaso desde el principio, y obligando a Ucrania a adaptarse a las realidades del campo de batalla abandonando el enfoque de armas combinadas en favor de una batalla basada en la infantería.

El hecho de que estas nuevas tácticas hayan producido un gran número de bajas ucranianas contradice la idea de que Ucrania se resiste a sufrir bajas. La trágica realidad es que ninguno de los dos enfoques bélicos ha permitido a Ucrania alcanzar los ambiciosos objetivos que se propuso al lanzar la contraofensiva. Kiev, con el apoyo de sus aliados de la OTAN, ha acumulado suficiente capacidad militar para llevar a cabo operaciones militares concertadas contra Rusia desde el inicio de la contraofensiva a principios de junio, pero la realidad es que este esfuerzo es insostenible. En resumen, Ucrania ha llegado al límite de sus fuerzas.

Aunque la situación táctica a lo largo de la línea de contacto con Rusia fluctúa a diario, y Ucrania ha sido capaz de conseguir algunos éxitos limitados en ciertas zonas, el costo que conllevan estos éxitos fue tan alto que Ucrania carece no solo de la capacidad de explotar estos, sino que corre el peligro de no poder mantener una presencia militar a lo largo de toda la línea del frente suficiente como para frenar cualquier operación rusa ofensiva.

Las numerosas pérdidas de Ucrania, combinadas con el fracaso de la contraofensiva a la hora de romper incluso la primera línea de las defensas rusas han llevado al Ejército ucraniano a comprometer su reserva estratégica en la lucha. Esta reserva, formada por algunas de las fuerzas mejor entrenadas y equipadas que disponen los ucranianos, estaba destinada a explotar los avances logrados por las operaciones ofensivas iniciales. El hecho de que la reserva estratégica se haya comprometido para alcanzar objetivos que todas las unidades de ataque no han logrado solo subraya la futilidad del esfuerzo ucraniano y la inevitabilidad de su derrota final.

Debido a las pérdidas sufridas por Ucrania en el campo de batalla en los meses anteriores al inicio de la contraofensiva de junio (principalmente en la batalla de Artiómovsk), las fuerzas ucranianas se vieron sometidas a una gran presión a medida que se reorganizaban las unidades a lo largo del frente para reemplazar a las que habían quedado debilitadas en la batalla. Al fracasar la contraofensiva se retiraron recursos militares de otros sectores del frente para compensar las pérdidas.

Este debilitamiento de las líneas ucranianas brindó oportunidades a las fuerzas rusas, que lograron importantes avances en los alrededores de Kupiansk. A medida que continúen las pérdidas ucranianas este debilitamiento será cada vez mayor, creando lagunas en las defensas ucranianas que podrán ser explotadas por el Ejército ruso, que cuenta con más de 200.000 reservistas bien entrenados y equipados que aún no se han incorporado a la batalla.

Esta relación de causa y efecto continuará, ya que Ucrania no dispone de más reservas para reemplazar las pérdidas en el campo de batalla que seguirán acumulándose a lo largo de toda la línea de contacto.

Finalmente, la postura ucraniana será insostenible, y el alto mando ucraniano se enfrentará a la realidad de que tendrá que ordenar una retirada general a posiciones más defensivas, quizás hasta la orilla derecha del río Dniéper, o enfrentarse a la inevitable destrucción total de su Ejército.

El destino de Ucrania estaba sellado mucho antes de que su contraofensiva fuera derribada por las defensas rusas. Las raíces de la debacle militar ucraniana se encuentran en los campos de entrenamiento de la OTAN, donde se engañó a los soldados ucranianos haciéndoles creer que el adiestramiento que estaban recibiendo les proporcionaría una capacidad similar a la de la OTAN en el campo de batalla. Pero el glosario de la guerra de armas combinadas, a menos que esté unido a principios, tácticas, técnicas y procedimientos doctrinalmente sólidos [y sobre todo del armamento necesario], no es más que una colección de palabras carentes de significado y sustancia.

La idea fundamental detrás de la guerra con armamento combinado es que se puede exigir más de cada arma porque sus debilidades inherentes se cubren por las capacidades complementarias de las otras que, cuando actúan en concierto, sirven como un multiplicador de fuerza general, donde el colectivo es mayor que la suma de todos los componentes individuales.

Sin embargo, si falta el escudo debido a una aplicación inadecuada de los fundamentos doctrinales (como avanzar sin ninguna cobertura aérea), entonces el efecto es simplemente el mismo que introducir carne cruda en una trituradora de carne. La OTAN sabía antes de la contraofensiva ucraniana que el entrenamiento era inadecuado para la tarea y, sin embargo, los oficiales de entrenamiento no solo permanecieron en silencio mientras los ucranianos a los que instruían eran conducidos por el camino a su inevitable desaparición, sino que echaron sal en las heridas ucranianas al afirmar que la culpa fue del alumno, no del profesor.

Mientras la operación militar especial llega a su fase terminal, marcada por el colapso de la cohesión del Ejército ucraniano agotado en la batalla e incapaz de reforzarse adecuadamente, uno debe reflexionar sobre cómo la situación se había deteriorado hasta este punto para una nación, Ucrania, que había sido beneficiaria de miles de millones de dólares de ayuda.

Si bien la determinación y la habilidad del Ejército ruso desempeñaron un papel importante en la configuración de los acontecimientos actuales en el campo de batalla, el hecho que los ucranianos fueran arrojados a una batalla para la que no estaban organizados ni entrenados jugó un papel enorme en el alcance y la escala de la trituradora de carne que los consumió.

Y por esto Ucrania puede culpar (y Rusia agradecer) a la OTAN.

Sputnik / La Haine

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No hay respiro para Francia

 

Como fichas de dominó, los Estados africanos están quedando uno tras otro fuera de las cadenas del neocolonialismo. Chad, Guinea, Malí, Burkina Faso, Níger y ahora Gabón están diciendo "no" al antiguo dominio de Francia.


No hay respiro para Francia 

 

Pepe Escobar

El Viejo Topo

8 septiembre, 2023 

 


Al agregar dos nuevos Estados miembros africanos a su lista, la cumbre de Johannesburgo que anunció la ampliación de los BRICS 11 (https://new.thecradle.co/articles/welcome-to-thebrics-11) demostró una vez más que la integración euroasiática está indisolublemente ligada a la integración de Afro-Eurasia.


Bielorrusia propone ahora celebrar una cumbre conjunta entre BRICS 11, la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) y la Unión Económica Euroasiática (UEEA). La visión del Presidente Aleksandr Lukashenko para la convergencia de estas organizaciones multilaterales puede, a su debido tiempo, conducir a la Cumbre de la Madre de Todas las Multipolaridades.

Pero Afro-Eurasia es una propuesta mucho más complicada. África todavía está muy por detrás de sus primos euroasiáticos en el camino hacia romper las cadenas del neocolonialismo.

El continente hoy enfrenta horrendas dificultades en su lucha contra las profundamente arraigadas instituciones financieras y políticas de la colonización, especialmente cuando se trata de aplastar la hegemonía monetaria francesa en la forma del Franco CFA, o la Communauté Financière Africaine (Comunidad Financiera Africana). Aun así, una pieza de dominó cae tras otra: Chad, Guinea, Malí, Burkina Faso, Níger y ahora Gabón.

Este proceso ya ha convertido al presidente de Burkina Faso, el capitán Ibrahim Traoré, en un nuevo héroe del mundo multipolar, mientras un Occidente colectivo aturdido y confuso ni siquiera puede empezar a comprender el retroceso que representan los ocho golpes de estado en África occidental y central en menos de 3 años.

Adiós Bongó

Los oficiales militares decidieron tomar el poder en Gabón después de que el hiperpro Francia presidente Ali Bongo ganara unas elecciones dudosas que “carecían de credibilidad”. Las instituciones fueron disueltas. Se cerraron las fronteras con Camerún, Guinea Ecuatorial y la República del Congo. Todos los acuerdos de seguridad con Francia fueron anulados. Nadie sabe qué pasará con la base militar francesa.

Todo esto fue tan popular como parece: los soldados salieron a las calles de la capital, Libreville, cantando alegremente, alentados por los espectadores.

Bongo y su padre, que lo precedió, gobiernan Gabón desde 1967. Fue educado en una escuela privada francesa y se graduó en la Sorbona. Gabón es una pequeña nación de 2,4 millones de habitantes con un pequeño ejército de 5.000 personas que podrían caber en el ático de Donald Trump. Más del 30 por ciento de la población vive con menos de 1 dólar al día y en más del 60 por ciento de las regiones no se tiene acceso a la atención sanitaria ni al agua potable.

Los militares calificaron los 14 años de gobierno de Bongo como conducentes a un «deterioro de la cohesión social» que estaba hundiendo al país «en el caos». En ese momento, la empresa minera francesa Eramet suspendió sus operaciones después del golpe.

Eso es casi un monopolio. Gabón tiene que ver con una pródiga riqueza mineral: oro, diamantes, manganeso, uranio, niobio, mineral de hierro, sin mencionar el petróleo, el gas natural y la energía hidroeléctrica. En Gabón, miembro de la OPEP, prácticamente toda la economía gira en torno a la minería.

El caso de Níger es aún más complejo. Francia explota uranio y petróleo de alta pureza, así como otros tipos de riquezas minerales. Y los estadounidenses están en el lugar, operando tres bases en Níger con hasta 4.000 militares. El nodo estratégico clave en su “Imperio de Bases” es la instalación de drones en Agadez, conocida como Base Aérea 201 de Níger, la segunda más grande de África después de Yibuti.

Sin embargo, los intereses franceses y estadounidenses chocan cuando se trata de la saga sobre el gasoducto Trans-Sahara. Después de que Washington rompió el cordón umbilical de acero entre Rusia y Europa bombardeando Nord Streams, la UE, y especialmente Alemania, necesitaban urgentemente una alternativa.

El suministro de gas argelino apenas alcanza para cubrir el sur de Europa. El gas americano es terriblemente caro. La solución ideal para los europeos sería que el gas nigeriano cruzara el Sahara y luego el profundo Mediterráneo. Nigeria, con 5,7 billones de metros cúbicos, tiene incluso más gas que Argelia y posiblemente Venezuela. En comparación, Noruega tiene 2 billones de metros cúbicos. Pero el problema de Nigeria es cómo bombear su gas a clientes lejanos, por lo que Níger se convierte en un país de tránsito esencial.

Cuando se trata del papel de Níger, la energía es en realidad un juego mucho más importante que el tan promocionado uranio, que de hecho no es tan estratégico ni para Francia ni para la UE porque Níger es sólo el quinto mayor proveedor mundial, muy por detrás de Kazajstán y Canadá. Aún así, la máxima pesadilla francesa es perder los jugosos acuerdos de uranio más una remezcla de Mali: Rusia, post-Prigozin, llegando a Níger con toda su fuerza y con una expulsión simultánea del ejército francés.

Agregar a Gabón sólo complica las cosas. La creciente influencia rusa podría conducir a un aumento de las líneas de suministro a los rebeldes en Camerún y Nigeria y a un acceso privilegiado a la República Centroafricana, donde la presencia rusa ya es fuerte.

No es de extrañar que el francófilo Paul Biya, en el poder durante 41 años en Camerún, haya optado por una purga de sus Fuerzas Armadas tras el golpe de Estado en Gabón. Camerún puede ser la próxima pieza de dominó en caer.

La CEDEAO se reúne con AFRICOM

Los estadounidenses, tal como están las cosas, están jugando a Sphynx. Hasta el momento no hay pruebas de que el ejército de Níger quiera cerrar la base de Agadez. El Pentágono ha invertido una fortuna en sus bases para espiar gran parte del Sahel y, sobre todo, Libia. Lo único en lo que París y Washington están de acuerdo es en que, bajo la cobertura de la CEDEAO (la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental), se deberían imponer las sanciones más duras posibles a una de las naciones más pobres del mundo (donde sólo el 21% de la población tiene acceso a la electricidad), y deberían ser mucho peores que las impuestas a Costa de Marfil en 2010.

Luego está la amenaza de guerra. Imagínese lo absurdo de que la CEDEAO invada un país que ya está librando dos guerras contra el terrorismo en dos frentes separados: contra Boko Haram en el sureste y contra ISIS en la región de la Triple Frontera.

La CEDEAO, una de las ocho uniones políticas y económicas africanas, es un desastre proverbial. Incluye 15 países miembros (francófonos, anglófonos y un lusófono) en África central y occidental y está plagada de divisiones internas.

Los franceses y los estadounidenses quisieron primero que la CEDEAO invadiera Níger como su títere de “mantenimiento de la paz”. Pero eso no funcionó debido a la presión popular en su contra. Entonces, cambiaron a alguna forma de diplomacia. Aún así, las tropas permanecen en alerta y se ha fijado un misterioso “Día D” para la invasión.

El papel de la Unión Africana (UA) es aún más turbio. Al principio se opusieron al golpe y suspendieron la membresía de Níger. Luego dieron media vuelta y condenaron la posible invasión respaldada por Occidente. Los vecinos han cerrado sus fronteras con Níger.

La CEDEAO implosionará sin el respaldo de Estados Unidos, Francia y la OTAN. Ya es esencialmente un chihuahua desdentado, especialmente después de que Rusia y China demostraron a través de la cumbre de los BRICS su poder blando en toda África.

La política occidental en la vorágine del Sahel parece consistir en salvar todo lo que puedan de una posible debacle total, incluso cuando el estoico pueblo de Níger es  inmune a cualquier narrativa que Occidente esté tratando de inventar.

Es importante tener en cuenta que el principal partido de Níger, el “Movimiento Nacional para la Defensa de la Patria”, representado por el general Abdourahamane Tchiani, ha contado con el apoyo del Pentágono –con entrenamiento militar completo– desde el principio.

El Pentágono está profundamente implantado en África y conectado con 53 naciones. El principal concepto estadounidense desde principios de la década de 2000 fue siempre militarizar África y convertirla en material de guerra contra el terrorismo. Como lo expresó el régimen de Dick Cheney en 2002: “África es una prioridad estratégica en la lucha contra el terrorismo”. Esa es la base del comando militar estadounidense AFRICOM y de innumerables “asociaciones cooperativas” establecidas en acuerdos bilaterales. A todos los efectos prácticos, AFRICOM ha estado ocupando grandes extensiones de África desde 2007.

Que dulce es mi franco colonial

Es absolutamente imposible para cualquier persona del Sur Global, la Mayoría Global o el “Global Global” (copyright Lukashenko) comprender la agitación actual de África sin comprender los aspectos prácticos del neocolonialismo francés.

La clave, por supuesto, es el franco CFA, el “franco colonial” introducido en 1945 en el África francesa, que aún sobrevive incluso después de que el CFA –con un ingenioso giro terminológico– comenzara a significar «Comunidad Financiera Africana».

El mundo entero recuerda que después de la crisis financiera mundial de 2008, el líder de Libia, Muammar Gaddafi, pidió el establecimiento de una moneda panafricana vinculada al oro. En ese momento, Libia tenía alrededor de 150 toneladas de oro, guardadas en casa y no en bancos de Londres, París o Nueva York. Con un poco más de oro, esa moneda panafricana tendría su propio centro financiero independiente en Trípoli y todo basado en una reserva soberana de oro. Para decenas de naciones africanas, ese fue el Plan B definitivo para eludir el sistema financiero occidental.

El mundo entero también recuerda lo que ocurrió en 2011. El primer ataque aéreo contra Libia provino de un avión de combate francés Mirage. La campaña de bombardeos de Francia comenzó incluso antes de que finalizaran las conversaciones de emergencia en París entre líderes occidentales.

En marzo de 2011, Francia se convirtió en el primer país del mundo en reconocer al rebelde Consejo Nacional de Transición como el gobierno legítimo de Libia. En 2015, los correos electrónicos notoriamente pirateados de la exsecretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton revelaron lo que Francia estaba haciendo en Libia: «El deseo de lograr una mayor participación en la producción petrolera libia», aumentar la influencia francesa en el norte de África y bloquear el gobierno de Gadafi que planea crear una moneda panafricana que reemplazaría al franco CFA impreso en Francia.

No es de extrañar que el Occidente colectivo esté aterrorizado por Rusia en África, y no sólo por el cambio de guardia en Chad, Malí, Burkina Faso, Níger y ahora Gabón: Moscú nunca ha tratado de robar o esclavizar a África.

Rusia trata a los africanos como pueblo soberano, no participa en guerras eternas y no priva a África de recursos pagando una miseria por ellos. Mientras tanto, la inteligencia francesa y la “política exterior” de la CIA se traducen en corromper hasta la médula a los líderes africanos y extinguir a aquellos que son incorruptibles.

Tienes derecho a no tener política monetaria

El escándalo de la CFA hace que la mafia parezca punks callejeros. Básicamente significa que la política monetaria de varias naciones africanas soberanas está controlada por el Tesoro francés en París.

Inicialmente se requería que el Banco Central de cada nación africana mantuviera al menos el 65 por ciento de sus reservas anuales de divisas en una “cuenta de operaciones” mantenida en el Tesoro francés, más otro 20 por ciento para cubrir los “pasivos” financieros.

Incluso después de que se promulgaran algunas “reformas” leves desde septiembre de 2005, estas naciones todavía debían transferir el 50 por ciento de sus divisas a París, más el 20 por ciento del IVA.

Y se pone peor. Los bancos centrales de la CFA imponen un límite al crédito a cada país miembro. El Tesoro francés invierte estas reservas extranjeras africanas en su propio nombre en la Bolsa de París y obtiene enormes beneficios con el dinero de África.

La dura realidad es que más del 80 por ciento de las reservas extranjeras de las naciones africanas han estado en “cuentas operativas” controladas por el Tesoro francés desde 1961. En pocas palabras, ninguno de estos estados tiene soberanía sobre su política monetaria.

Pero el robo no termina ahí: el Tesoro francés utiliza las reservas africanas como si fueran capital francés, como garantía para pignorar activos para los pagos franceses a la UE y al BCE.

En todo el espectro de “FranceÁfrique”, Francia todavía hoy controla la moneda, las reservas de divisas, las elites compradoras y los negocios comerciales. Los ejemplos abundan: el control del conglomerado francés Bolloré sobre el transporte marítimo y portuario en toda África occidental; Bouygues/Vinci dominan la construcción y las obras públicas, la distribución de agua y electricidad; Total tiene enormes intereses en petróleo y gas. Y luego están France Telecom y los grandes bancos: Société Générale, Credit Lyonnais, BNP-Paribas, AXA (seguros), etc.  Francia controla de facto la abrumadora mayoría de la infraestructura en el África francófona. Es un monopolio virtual.

“FranceAfrique” tiene que ver con el neocolonialismo incondicional. Las políticas son emitidas por el Presidente de la República de Francia y su “célula africana”. No tienen nada que ver con el parlamento ni con ningún proceso democrático desde los tiempos de Charles De Gaulle.

La “célula africana” es una especie de Comando General. Utilizan el aparato militar francés para instalar líderes compradores “amigos” y deshacerse de aquellos que amenazan el sistema. No hay diplomacia involucrada. Actualmente, la célula depende exclusivamente de Le Petit Roi, Emmanuel Macron.

Caravanas de drogas, diamantes y oro.

París supervisó completamente el asesinato del líder anticolonial de Burkina Faso, Thomas Sankara, en 1987. Sankara había llegado al poder mediante un golpe popular en 1983, para ser derrocado y asesinado cuatro años después.

En cuanto a la verdadera “guerra contra el terrorismo” en el Sahel africano, no tiene nada que ver con las ficciones infantiles que se venden en Occidente. No hay “terroristas” árabes en el Sahel, como vi mientras viajaba con mochila por África occidental unos meses antes del 11 de septiembre. Son lugareños que se convirtieron al salafismo en línea, con la intención de establecer un Estado Islámico para controlar mejor las rutas de contrabando a través del Sahel.

Aquellas legendarias y antiguas caravanas de sal que recorrían el Sahel desde Malí hasta el sur de Europa y Asia occidental son ahora caravanas de drogas, diamantes y oro. Esto es lo que financió a Al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), por ejemplo, que luego fue apoyada por lunáticos wahabíes en Arabia Saudita y el Golfo.

Después de que Libia fuera destruida por la OTAN a principios de 2011, no hubo más “protección”, por lo que los yihadistas salafistas respaldados por Occidente que lucharon contra Gadafi ofrecieron a los contrabandistas del Sahel la misma protección que antes, además de muchas armas.

Diversas tribus de Mali continúan con el alegre contrabando de todo lo que les apetece. AQMI todavía recauda impuestos ilegales. ISIS en Libia está profundamente involucrado en el tráfico de personas y narcóticos. Y Boko Haram se revuelca en el mercado de la cocaína y la heroína.

Existe cierto grado de cooperación africana para luchar contra estos grupos. Existía algo llamado G5 Sahel, centrado en la seguridad y el desarrollo. Pero después de que Burkina Faso, Níger, Malí y Chad adoptaron la ruta militar, sólo queda Mauritania. El nuevo Cinturón de Juntas de África Occidental, por supuesto, quiere destruir a los grupos terroristas, pero, sobre todo, quiere luchar contra FranceÁfrique y el hecho de que sus intereses nacionales siempre se decidan en París.

Durante décadas, Francia se ha asegurado de que haya muy poco comercio intraafricano. Los países sin litoral necesitan urgentemente vecinos para el tránsito. Principalmente producen materias primas para la exportación. Prácticamente no hay instalaciones de almacenamiento decentes, un suministro de energía débil y una infraestructura de transporte intraafricana terrible: eso es lo que los proyectos chinos de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) están empeñados en abordar en África.

En marzo de 2018, 44 jefes de Estado idearon el Área de Libre Comercio Continental Africana (ACFTA), la más grande del mundo en términos de población (1.300 millones de personas) y geografía. En enero de 2022, establecieron el Sistema Panafricano de Pagos y Liquidación (PAPSS), centrado en pagos para empresas de África en monedas locales.

Así que, inevitablemente, más adelante optarán por una moneda común. Adivinen qué se interpone en su camino: el CFA impuesto por París.

Algunas medidas cosméticas todavía garantizan el control directo por parte del Tesoro francés sobre cualquier posible creación de una nueva moneda africana, la preferencia por las empresas francesas en los procesos de licitación, los monopolios y el estacionamiento de tropas francesas. El golpe en Níger representa una especie de “no vamos a soportarlo más”.

Todo lo anterior ilustra lo que el indispensable economista Michael Hudson viene detallando en todas sus obras: el poder del modelo extractivista. Hudson ha demostrado que lo fundamental es el control de los recursos mundiales; eso es lo que define a una potencia global y, en el caso de Francia, a una potencia global de rango medio.

Francia ha demostrado lo fácil que es controlar los recursos mediante el control de la política monetaria y el establecimiento de monopolios en estas naciones ricas en recursos para extraer y exportar, utilizando prácticamente mano de obra esclava sin regulaciones ambientales o sanitarias.

También es esencial para el neocolonialismo explotador impedir que esas naciones ricas en recursos utilicen sus propios recursos para hacer crecer sus propias economías. Pero ahora las fichas de dominó africanas finalmente dicen: “El juego ha terminado”. ¿Está finalmente en el horizonte una verdadera descolonización?

Fuente: The Cradle.

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China desaloja a Estados Unidos del Golfo Pérsico

 

China desaloja a Estados Unidos del Golfo Pérsico

 

DIARIO OCTUBRE / agosto 9, 2023



Siete meses después de la primera cumbre de China con los países del Golfo, los intercambios entre la economía más grande del mundo y los países del Golfo (Arabia saudí, Emiratos Árabes Unidos) se han acelerado.

La próxima salida a bolsa del gigante chino de semillas Syngenta Group en Shanghái por 9.000 millones de dólares podría despertar la codicia de los inversores del Golfo. Se están llevando a cabo conversaciones para la venta de las acciones con la Autoridad de Inversiones de Abu Dhabi y el Fondo de Inversión Pública de Arabia saudí.

Las inversiones de las empresas del Golfo en China alcanzaron la modesta cifra de 5.300 millones de dólares, pero como porcentaje, el aumento superó el 1.000 por cien interanual.

El fondo soberano de Abu Dhabi, Mubadala, (280.000 millones de dólares) busca posibles inversiones en China. Las empresas chinas que han comenzado a instalarse en Dubai han aumentado un 24 por cien. Los saudíes consideran a China como un socio indispensable para el plan “Visión 2030” del príncipe heredero Mohammad Bin Salman, que tiene como objetivo modernizar Arabia saudí. Varias empresas chinas han ganado contratos para construir Neom, la ciudad futurista de acero y vidrio que el príncipe saudí se ha propuesto construir entre las montañas y el mar.

El mes pasado miles de empresarios y diplomáticos chinos llegaron a Riad para la reunión empresarial árabe-china más grande de la historia. El gobierno saudí dijo que se habían firmado memorandos de entendimiento por valor de más de 10.000 millones de dólares. Entre ellos hay uno de 5.600 millones que los saudíes firmaron para desarrollar automóviles con el fabricante chino de vehículos eléctricos Human Horizons.

Mientras tanto, en Abu Dhabi, la empresa de inteligencia artificial G42, presidida por el asesor de seguridad nacional Sheikh Tahnoon Bin Zayed Al Nahyan, identificó a China como un mercado principal para desplegar capital en el extranjero.

El comercio, principalmente del petróleo, sigue siendo clave para la relación entre China y el Golfo. Los flujos comerciales bilaterales entre Arabia saudí y China se dispararon a 117.000 millones de dólares el año pasado desde solo 834 millones de dólares hace 30 años. El comercio bilateral entre Emiratos Árabes Unidos y China se ha multiplicado casi por cien a 107.000 millones de dólares el año pasado, desde 1.150 millones de dólares en 1992.

“Seguimos buscando oportunidades prometedoras en toda Asia, en mercados que se alineen con nuestra estrategia a largo plazo”, dijo un portavoz de Mubadala.

Este comercio es la consecuencia lógica del creciente papel político de China. El restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Irán y Arabia saudí le debe mucho a Pekín.

Washington, que había anunciado su retirada de Oriente Medio, está dando marcha atrás, como explicamos rcientemente. Trata de negociar un nuevo acuerdo de seguridad con Arabia Saudí y, quizás, la apertura de relaciones diplomáticas con Israel. El general Michael E. Kurilla, advirtió en un reciente testimonio ante el Congreso contra los esfuerzos chinos para socavar la venta de armas estadounidenses. Kurilla dijo que las ventas militares chinas a la región aumentaron un 80 por cien durante la última década, en comparación con una disminución del 30 por cien en las ventas estadounidenses. Advirtió sobre una “carrera entre la integración con nuestros socios y la penetración china en la región”.

Esta disminución en las ventas de armas de Estados Unidos es una señal de la insatisfacción de los países del Golfo con el paraguas de seguridad de Estados Unidos, que no es nuevo. Según los jeques saudíes, Estados Unidos ha dejado de ser un socio fiable y eficaz. Los misiles y drones iraníes que cayeron sobre la infraestructura petrolera saudí en septiembre de 2019 cristalizaron ese descontento. Habiendo perdido la confianza, los saudíes pidieron a Washington algo parecido a un tratado que los convierta en miembros de la OTAN.

Los monarcas del Golfo dicen que no buscan reemplazar a Washington con Pekín. En contraste, también dicen que quieren un conjunto más amplio de alianzas mundiales.

En los últimos meses, Arabia saudí y otros productores de la OPEP se han resistido repetidamente a la presión de Estados Unidos para abrir los grifos, negándose a bajar los precios.

Emiratos Árabes Unidos dijo en un comunicado que espera que “el comercio con China continúe aumentando, como lo hace con otros socios económicos clave”.

FUENTE: mpr21.info

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