domingo, 6 de agosto de 2023

Coordinadora Estatal en Defensa del Sistema Público de Pensiones: “Tras el 23J”

 



Coordinadora Estatal en Defensa del Sistema Público de Pensiones: “Tras el 23J”


Publicado el 4 de agosto de 2023 / Por Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones (COESPE)

 

Kaosenlared

 

Se han producido unas elecciones en unas condiciones que no facilitaban un debate sereno y claro sobre la situación, a lo que se sumó el cansancio de una ciudadanía hastiada de promesas muchas veces incumplidas. Los medios de comunicación al servicio de los grandes poderes financieros han contribuido a enrarecer más aun la vida social con polémicas superficiales, descalificadoras, primarias y banales que trataban de evitar el debate de contenidos, promoviendo el voto a la extrema derecha o a la abstención como vía de escape a la creciente indignación social, por la creciente precarización y empobrecimiento. Su propósito era permitir la victoria de fuerzas abiertamente conservadoras que en su programa manifestaban la voluntad de privatizar las pensiones y alargar la edad de jubilación entre otros muchos retrocesos en sanidad, relaciones laborales, vivienda, con un fuerte ataque a los derechos logrados para las mujeres y otros colectivos como el LGTBIQ, etc.

La labor pedagógica del COESPE y el movimiento pensionista, así como de innumerables iniciativas de los movimientos sociales, han cerrado el paso, por el momento, a esas intenciones. Sin embargo, el conflicto sigue latente: la Comisión Europea sigue presionando para privatizar las pensiones, bajar los impuestos a los bancos y subir el IVA, bajar el gasto social y aumentar el gasto militar.

Esos propósitos van a intentarlos desarrollar primero durante el proceso de la formación de Gobierno para imponer una agenda ajustada a sus intereses y luego si se constituye condicionando su desarrollo legislativo.

Frente a ello, solo nos queda el camino de proseguir en la movilización social para que la exigencia de preservar nuestros derechos prevalezca sobre cualquier tipo de maniobra. Por ello llamamos a evitar cualquier tipo de complacencia frente a la nueva situación y planteamos:

Proseguir la defensa de nuestras reivindicaciones que reclama entre otras cosas la derogación de todos los recortes de las reformas anteriores empezando por realizar

1. la Auditoría de la SS, paralizar la más importante medida contra la pensiones públicas como son los planes privados de empleo, que tienen como objetivo la privatización, dejando en manos de los especuladores, bancos y aseguradoras parte del patrimonio de las y los trabajadores, con la colaboración de los grandes sindicatos, ya que si dichos planes no se incluyen en los convenios, fracasarían, revalorizar íntegramente las pensiones públicas con el coste de la vida real, el cierre de la brecha de género, igualar la pensión mínima al salario mínimo y que este suba anualmente hasta el 60% del salario medio, como establece la Carta Social Europea.

2. Mantener y ampliar nuestra organización, dando continuidad a nuestras movilizaciones en defensa del sistema público de pensiones. A la vez consolidar alianzas dentro del movimiento pensionistas y con otros movimientos sociales, y sindicales para defendernos de cualquier intento de recortes o retroceso social. Con un llamamiento especial a trabajadoras y a trabajadores y a sus representantes en sus órganos democráticos de representación, para hacer bandera y participar de la defensa del sistema público de pensiones, sin recortes ni privatizaciones.

3. Convocar movilizaciones para este otoño denunciando la injerencia de la Comisión Europea en nuestra política social. Entre ellas estarán una contracumbre en Granada a principios de octubre y una marcha colectiva hacia Madrid el 28 de octubre desde todo el Estado.

Exigir al nuevo Gobierno, tenga el color que tenga, que realice avances en los derechos sociales, restituyendo los perdidos, si el Gobierno entrante se pliega a las presiones del poder financiero y la Comisión Europea e impone recortes nos tendrá enfrente con las movilizaciones en todas las calles del Estado.

GOBIERNE QUIEN GOBIERNE, LOS DERECHOS Y LAS PENSIONES PÚBLICAS SE DEFIENDEN.

Agosto 2023, Comisión de portavocía y organización COESPE

Imagen de portada: LID – Creative Commons

 *++

Las vacaciones no siempre fueron un derecho

 

Las vacaciones no siempre fueron un derecho

 

DIARIO OCTUBRE / agosto 4, 2023

 


 
Vicent (UyL).— Hoy nadie duda del derecho que tenemos las personas a disfrutar de un tiempo de descanso pagado. De hecho, si un contrato finaliza sin haber disfrutado las vacaciones, no se permite la inscripción en el desempleo hasta finalizar los días correspondientes a éstas, porque no se pueden sustituir por dinero. Aunque todavía quedan empresarios que intentan vulnerar la legalidad, como los que hacen contrato de lunes a viernes para no cotizar los días de descanso.

 

Pero las vacaciones no siempre fueron un derecho, ni lo son en todo el mundo, pese a las instrucciones de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) que establecen que las vacaciones no serán en ningún caso inferiores a 3 semanas por un año de trabajo.

Pese a ello, en los Estados Unidos las vacaciones no son un derecho y dependen de acuerdos entre empresa y trabajadoras. La ausencia de legislación, unida a la precariedad laboral y la inmigración, hacen que sólo en las grandes empresas se tenga reconocido el derecho a vacaciones pagadas, igual que el seguro médico. Si eres pobre en EEUU, ni vacaciones ni médico. En Canadá no superan los 10 días hábiles. En Japón están un poco mejor, aunque no superan los 15 días. En China depende de la antigüedad en la empresa, se garantiza un mínimo de 5 días y va subiendo según la antigüedad, pero en ningún caso se superan los 15 días de descanso retribuido, además de los días festivos.

Si miramos en la “Europa Social y de derechos”, podemos ver que se tienen más de 20 días, pero no es por casualidad. En 1917 la Revolución Rusa no sólo introdujo el derecho al divorcio y al aborto, también los comedores en la empresa, las guarderías y el derecho a las vacaciones pagadas para la clase obrera. Es fruto de esos avances en el campo socialista como se trasladan los derechos a Europa, tratando de evitar la propagación del fantasma que recorría Europa, el Comunismo. Países como Austria, Finlandia, Suecia o Italia introdujeron de una u otra forma este derecho en sus legislaciones en los años veinte. España no se quedó atrás y en 1931, con la Segunda República, aprobó una norma -Ley del Contrato del Trabajo- que contemplaba en su artículo 56 un permiso anual retribuido de siete días para todos los asalariados. En enero del 44, ya en pleno franquismo, se ratifica esta ley. Desde el 44 hasta el fin de la dictadura se amplió el derecho de siete a catorce días, y es con la muerte del dictador, donde la Ley 16/1976 de Relaciones Laborales, aumentó el periodo hasta 21 días.

El Estatuto de los Trabajadores, en su versión original de 1980, elevó la cantidad a 23 días de vacaciones pagadas. Finalmente fue en 1983, durante los inicios del primer gobierno socialista, cuando la sociedad todavía presionaba en la calle y el gobierno era “socialista”, cuando se aprueba Ley 4/1983, de 29 de junio, de fijación de la jornada máxima legal en cuarenta horas y de las vacaciones anuales mínimas en treinta días naturales.

Desde 1983 a nivel legal (mejorable en los convenios) no ha habido avance. En esta sociedad con las tasas de precariedad y desempleo elevadas, se lleva años hablando de la reducción de jornada, pero lo que vemos es un aumento de la explotación, de las horas no pagadas, de jornadas que superan las ocho horas y las 40 semanales, del aumento progresivo de la edad de jubilación; es decir, en lugar de trabajar menos, trabajamos más. En el capitalismo no hay derecho garantizado si no se lucha.

En pleno franquismo, el movimiento obrero fue capaz de reducir su jornada laboral y ganar derechos. Derechos que hoy, los nietos y nietas de esos luchadores ven pasar por la puerta de las empresas pero a ellos no les tocan, porque los derechos se han quedado reducidos al funcionariado y la gran empresa. El sector servicios, en claro aumento en nuestro país, los tiene reconocidos, pero como los ejerzas te quedas sin trabajo. Por eso es igual de necesario que hace 100 años la lucha obrera, no estamos mejor y si no luchamos estaremos peor.

FUENTE: unidadylucha.es

 *++