lunes, 29 de febrero de 2016

¿PP = NARANJOS = PSOE?


Suspenso al pacto educativo PSOE-Ciudadanos desde las asociaciones de defensa de la pública
Rebelión
29-02-2016
 
La Asociación Yo Estudié en la Pública rechaza el borrador del acuerdo entre los de Pedro Sánchez y los de Albert Rivera
 
Con la firma del acuerdo PSOE- Ciudadanos, la Educación Pública sigue amenazada. Así lo ha valorado hoy la Asociación Yo Estudié en la Pública, que tras analizar la parte del documento que se refiere a la educación, se han mostrado extremadamente preocupada al comprobar que Ciudadanos ha logrado llevar a su terreno el debate de la educación. Y es que, como recuerda la asociación, el programa del partido de Ciudadanos está en manos del economista Luis Garicano, uno de los autores del blog “Nada es Gratis” y quién promueve “adaptar lo que se aprende a las necesidades del mercado”.
 
Desde Yo Estudié en la Pública señalan algunos puntos del pacto PSOE-Ciudadanos que incurren en generalidades o inconcreciones que amenazan los pilares democráticos de la Educación Pública:
 
No derogan la LOMCE. En su lugar se lee: “Se paralizará con carácter inmediato el calendario de implantación de la LOMCE en los aspectos que no hayan entrado en vigor”. Redacción que, para Yo Estudié en la Pública puede estar anticipando un lavado de cara de la ley en sus aspectos más controvertidos y de mayor rechazo social (reválidas, asignatura de religión evaluable) para alcanzar un pacto educativo, con lo que sobreviva de la ley.
 
Se menciona la voluntad de llegar a un pacto social y político por la educación, pero estableciendo el escaso margen de seis meses. Algo que esta asociación considera claramente insuficiente "si lo que realmente se quiere son consensos que se mantengan en el tiempo entre agentes sociales y educativos".
 
Otro de los puntos que consideran controvertido desde esta asociación es el proyecto de implantación en todo el Estado del modelo bilingüe (trilingüe en las comunidades con dos lenguas oficiales) "cuya avanzadilla en la Comunidad de Madrid ha dejado patente, además de su fracaso, su 'virtud' segregadora".
 
El “espíritu emprendedor” se elevará, según el acuerdo, "a competencia básica". Para Yo estudié en la Pública, esto se desarrolla "en la línea de la educación neoliberal", como recuerdan un eje del programa de Ciudadanos. "Nos parecen mucho más elementales y urgentes competencias como la solidaridad o la sensibilidad medioambiental, de las que no hay ni rastro en el documento", explican desde esta Asociación.
 
Otro de los aspectos que "sobreviven" de la Lomce en el documento es la evaluación de centros que derivan en la salvaje competitividad y establecimiento de rankings, uno de los aspectos más criticados de la Ley Wert, que el pacto firmado entre PSOE y Ciudadanos no tocaría.
 
La plataforma termina el comunicado advirtiendo que, “Asustan los fundamentos de este documento. Anticipa un impulso contrario a esa educación pública, inclusiva, ecológica, multicultural, laica, y democrática que llevamos tiempo defendiendo. Decimos no al documento del pacto entre PSOE-Ciudadanos”.
 
 
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sábado, 27 de febrero de 2016

MARIANO RAJOY: EL FANTASMA DE LA OPERA. PEDRO SÁNCHEZ Y RIVERA EL NARANJO: FANTASMILLAS DE OPERETA




 

 
Las Organizaciones sociales han presentado en el Congreso de los  Diputados las 12 propuestas ecosociales para el nuevo gobierno
 
Rebelión
El Salmón Contracorriente
26.02.2016
 

Un grupo de organizaciones sociales de diferentes ámbitos (de la educación, sanidad, del mundo rural, ecologistas, feministas, altermundistas, animalistas, proalternativas energéticas, por las libertades sociales, etc.) han presentado en el Congreso de los Diputados 12 propuestas ecosociales que consideran irrenunciables para que sean recogidas por los diferentes partidos en sus pactos de investidura o gobierno.

Las organizaciones Asamblea Feminista de Madrid, ATTAC, Campaña #NoalTTIP, Ecologistas en Acción, Encuentro de Plataformas en Defensa de la Sanidad Pública–Marea Blanca, Marea Verde de Madrid, Plataforma La Tortura No es Cultura, Plataforma No Somos Delito, Mónica Hidalgo, Plataforma por un Nuevo Modelo Energético y la Plataforma Rural han presentado esta mañana un documento con 12 propuestas para que sean recogidas por los partidos políticos que se encuentran ahora mismo en fase de negociación para formar gobierno.
Estas 12 propuestas ecosociales son las siguientes:
1. Derogación de la LOMCE y de los Decretos de Universidad. Por nuevas leyes educativas desde la participación social.
2. Ley contra la violencia machista, que incluya tanto la que ejerce la pareja y ex pareja como las agresiones sexuales y la trata con fines de explotación sexual; que garantice la asistencia y reparación de todas las mujeres que lo requieran independientemente de su situación administrativa, sin que la denuncia sea prerrequisito para el acceso a los recursos, y que vaya acompañada de políticas de equidad en todos los ámbitos.
3. Crear una Vicepresidencia de Sostenibilidad y un Ministerio de Medio Ambiente que coordinen las diferentes políticas sectoriales con implicaciones ambientales. Revisión de la normativa ambiental aprobada durante la última legislatura.
4. Sanidad 100% pública, universal y de calidad, donde todas las personas tengan los mismos derechos y la salud se contemple de forma transversal a todas las políticas. Derogación del RDL 16/2012 y de todas las normas que permiten las privatizaciones en sanidad. Apuesta por una política sanitaria participativa, recuperación de todos los puestos de trabajo eliminados y de la financiación “robada”.
5. Adoptar decisiones políticas concretas y urgentes que reduzcan drásticamente la desigualdad, pobreza, exclusión social y privación material. Vivienda social y fin a los desahucios.
6. Derogación de la Ley Mordaza (L.O. de Protección de la Seguridad Ciudadana) y de las reformas regresivas del Código Penal y de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Pacto de Estado para defender nuestras libertades y amnistía a las personas sancionadas por defender los Derechos Humanos.
7. Aplicación en España de un impuesto a las transacciones financieras, que recaude fondos para afrontar las consecuencias de las políticas austericidas, que disuada de la especulación financiera y sirva para avanzar en la erradicación de los paraísos fiscales. Creación de una banca pública sobre la base de las entidades nacionalizadas, empezando por Bankia, con la que desarrollar unas políticas económicas radicalmente opuestas a las actuales
8. Puesta en marcha de una transición energética que elimine progresivamente los combustibles fósiles y la energía nuclear hacia un modelo basado en el ahorro, la eficiencia y las energías renovables, y que considere la energía como un derecho social básico.
9. Promover un modelo de agricultura y alimentación sostenible mediante el fomento de la producción y consumo de alimentos locales y campesinos a través de la compra pública en servicios públicos, el impulso de la producción ecológica para alcanzar en 2020 el 30% de la superficie agraria útil y la prohibición de los cultivos transgénicos, al amparo de la nueva legislación europea.
10. Derogar las reformas laborales que han permitido la pérdida de derechos laborales y una precarización de las personas trabajadoras.
11. Confección de una ley estatal cuyo objeto sea la defensa de los animales de manera compartida con las entidades sociales que trabajan en este ámbito. Derogación de la ley de Tauromaquia y eliminación de espectáculos de especial crueldad, como los de Tordesillas, Coria o Medinaceli.
12. Oposición a los tratados de libre comercio e inversión (TTIP, CETA y TiSA) y el establecimiento de normas internacionales de comercio vinculantes que respeten los derechos humanos y los límites del planeta, promoviendo la cooperación de los pueblos.
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INTELECTUALES Y MERCENARIOS DE LA ESCRITURA



INDIA, MEGALABORATORIO DE LA DESIGUALDAD
Luis Matías López
Sociología Crítica
27.02.2016

Arundhati Roy, la escritora que encandiló a la crítica (ganó el premio Booker) y al gran público (vendió más de seis millones de ejemplares) con El Dios de las pequeñas cosas (Anagrama), podría haber desarrollado una carrera literaria aún más brillante y lucrativa de no haber puesto su relevancia mundial al servicio del activismo político y la denuncia de la injusticia. El ensayo Espectros del capitalismo, que ahora publica en castellano Capitán Swing, es el mejor ejemplo de una vocación que la lleva a denunciar la situación en su país, India, al que presenta como un paradigmático laboratorio de la desigualdad y cuyas dos últimas décadas de desarrollo acelerado descalifica por haber ampliado la brecha –más bien el abismo- entre ricos y pobres. Se trata de una situación que, guardando las proporciones, guarda bastante similitud con la de España, a tenor del último informe de Oxfam Intermon, que refleja que éste es el país de la OCDE (después de Chipre) en el que más ha crecido la desigualdad desde el inicio de la crisis.
Roy inicia su descarnado yo acuso con una referencia a la residencia privada más cara y ostentosa del mundo, el rascacielos Antilla de Mumbai, un mastodonte perteneciente al hombre más rico de India, Mukesh Ambani, que vale casi 20.000 millones de euros. Veintisiete pisos, tres helipuertos, nueve ascensores, jardines colgantes, salones de baile, salas de nieves, gimnasios, seis plantas de aparcamiento y seiscientos sirvientes. Todo un símbolo, casi una alegoría, de los lacerantes contrastes que se dan en un país de más de 1.200 millones de habitantes en el que las 100 personas más ricas poseen la cuarta parte del producto interior bruto, centenares de millones de desheredados sobreviven con menos de medio euro al día y miles y miles de campesinos se suicidan cada año acosados por las deudas o desesperados tras ser expulsados de sus tierras para dar paso a grandes proyectos industriales o mineros, para beneficio de las grandes corporaciones.
La escritora se ha ganado una legión de enemigos dentro y fuera del país, desde los nacionalistas hindúes (hoy en el poder en Nueva Delhi) a los militares (por la denuncia de sus atrocidades y su comprensión de las causas de los nacionalistas cachemires y la guerrilla maoísta), los constructores de presas (que arrasan zonas selváticas y de cultivo y arruinan a miles de agricultores), los grandes conglomerados y multinacionales que hacen de su capa un sayo mimados por el Gobierno, e incluso buena parte de la opinión pública que la acusa de exagerar, de no documentar suficientemente sus acusaciones y de desprestigiar a su país en el mundo.
La acusación de falta de patriotismo y hasta de terrorismo, y las frecuentes amenazas de muerte no bastan para disuadirla de un activismo que desnuda lo que se oculta tras el desarrollo acelerado y la mejora de las cifras macroeconómicas de las dos últimas décadas. En este periodo se ha creado una nueva clase media –en la que ella se incluye- en la que se integran unos 300 millones de personas y que alienta el auge espectacular de la marca India. Un logro impensable hasta no hace mucho, sin duda, pero que, según Roy, ha tenido como brutal contrapartida el empobrecimiento del resto de la población, es decir, de que se amplíe hasta límites de escándalo, la brecha social, que siempre fue enorme, pero que ahora se ha desbocado.
La corrupción y el nepotismo generalizados, la complicidad de las instituciones del Estado con el poder económico, la privatización se sectores esenciales, las expropiaciones salvajes (“el carácter sacrosanto de la propiedad privada nunca se aplica a los pobres”) y el desprecio total hacia las clases más desfavorecidas desvirtúan la imagen de India como ejemplo de desarrollo armónico y como “la mayor democracia del mundo” que los dirigentes políticos venden junto a la idea de un paraíso para la inversión foránea.
En realidad –viene a decir Roy- es ésta una farsa mantenida mediante la manipulación, el engaño, el control capitalista de los medios de comunicación, la compra de voluntades y, cuando todo eso falla, el uso de la fuerza. Una corriente huracanada de dinero atraviesa las principales instituciones, desde el Ejecutivo al Parlamento a la judicatura, y les priva de su capacidad de actuar a favor de los intereses de la mayoría y con arreglo a los más elementales principios democráticos.

De las iras de la escritora y activista no se libra ni siquiera el actual primer ministro, Narendra Modi, del hinduista Baratiya Janata, del que dice que se le acusa, no solo de justificar, sino también de haber sido cómplice desde su anterior puesto (al frente del gobierno de Gujarat) de la matanza de 2.000 musulmanes en febrero de 2002. “Pero Modi”, afirma, “se ha cambiado el pañuelo color azafrán y la marca color bermellón de la frente por un elegante traje de hombre de negocios”. Su gestión en Gujarat fue el trampolín desde el que se aupó hasta el poder en Nueva Delhi. Hoy se ha convertido en el símbolo –cortejado por EE UU, Rusia, China, Japón y la UE- de una India que aspira a convertirse en superpotencia global y a tener un sillón permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Pese a su escasa extensión (poco más de cien páginas), Espectros del capitalismo es una obra ambiciosa que, sin desviarse de su línea general, centrada en la India, trata de otros temas. Aunque no se compartan todos sus puntos de vista, incluso admitiendo que a veces se echa en falta suficiente apoyo factual para sostener algunas de sus denuncias, la lectura de este libro ayuda a entender mejor las complejidades de este mundo marcado por la desigualdad.
Roy dedica una notable atención a un fenómeno extendido en India, pero que arranca de hace más de un siglo en Estados Unidos: el intento exitoso de los grandes grupos económicos de vender las verdades del capitalismo como si fueran sinónimo de justicia y progreso, mediante un entramado de fundaciones e incluso ONG con las que transformar el poder del dinero en poder político, al servicio de un modelo de desarrollo cuya principal consecuencia es la perpetuación del dominio de unos pocos sobre una mayoría que apenas tiene capacidad de defensa.
Tampoco aquí deja la escritora mucho margen a la esperanza. Algo de ésta mostraba, sin embargo en su discurso ante la universidad popular en el marco del Occupy Wall Street (equivalente del 15M en Estados Unidos), en el que hacía cuatro propuestas muy concretas para reformar o reconstruir el sistema: acabar con la “propiedad cruzada”, como que los fabricantes de armas tengan canales de televisión o las empresas financien universidades; que los recursos naturales y las infraestructuras esenciales no puedan ser privatizados; que todo el mundo tenga derecho a vivienda, educación y atención sanitaria; y que los hijos de los ricos no puedan heredar la fortuna de sus padres.
Utopía pura, quizás un grito en el desierto, pero siempre será mejor que la pasividad, la resignación y el silencio cómplices.

 

miércoles, 24 de febrero de 2016

DE CUANDO PODEMOS Y PABLO IGLESIAS GOBERNABAN GRECIA EN 2008

EL REFERÉNDUM ES UNA EXCUSA DEL PSOE Y DE LAS DERECHAS PARA QUE NO SE ESTABLEZCA UN GOBIERNO DE IZQUIERDAS


Rebelión
Público.es
19.02.2016

El punto clave que los principales medios de información del país enfatizan como el mayor obstáculo para conseguir el gobierno de coalición de izquierdas es el tema del referéndum en Catalunya. Se dice que tanto para el PSOE como para el PP y Ciudadanos, el referéndum es la línea roja que jamás cruzarán. Para poder justificar esta postura, tales partidos presentan, deliberada y maliciosamente, el referéndum en Catalunya como una llamada a la independencia, asumiendo erróneamente que la aprobación del referéndum daría pie inmediatamente a la independencia
Los dirigentes pasados y presentes del PSOE, así como del PP y de Ciudadanos confunden (fruto más de una malicia que de una ignorancia) lo uno con lo otro, y crean un problema donde no debiera haberlo, pues permitir que se haga el referéndum no quiere decir que se desee la independencia de Catalunya. El derecho a decidir es el mero derecho democrático que un pueblo y nación debería tener dentro de un Estado plurinacional, derecho que, en contra de lo que tales partidos políticos están diciendo, existe en muchos países. El tema a debatir no es, pues, sobre unidad de España o su desunión, sino sobré qué tipo de Estado se desea. Este es un punto clave que los dirigentes de aquellos partidos (PP, Ciudadanos y PSOE) no desean tocar, pues quieren mantener por todos los medios posibles (incluidos los aparatos de represión del Estado que controlan) su visión del Estado, un Estado heredado de la dictadura que le antecedió y que se caracteriza por su visión uninacional, radial y escasamente democrática, en lugar de ser un Estado plurinacional, poliédrico y mucho más democrático de lo existente hoy en día en este país, y que las izquierdas democráticas (como Podemos, En Comú Podem, En Marea y Compromís) están pidiendo. La lucha por la democratización del país pasa por el reconocimiento de la plurinacionalidad de España.
El derecho a decidir es el derecho a elegir
Naturalmente que el derecho a decidir, por definición, incluye el derecho a elegir, incluyendo el derecho a decidir sobre el tipo de articulación, en este caso de Catalunya con el resto de España, la cual tiene que tener a su vez el mismo derecho a decidir, respetando la diversidad de España, de manera que la unidad de esta esté basada en el consenso democrático y no en la fuerza militar o policial. El mal llamado “tema difícil del referéndum” no es, pues, lo que dicen o presentan aquellas fuerzas políticas que han intentado presentar tal demanda como una demanda de ruptura de España. En realidad, no hay razón para que no se pudiera resolver tal llamado problema si los partidos que están explorando la coalición fueran partidos de izquierda con vocación democrática. Soy consciente de que ni el PP ni Ciudadanos desean otro tipo de Estado que el actual. Y de ahí que se inventen todo tipo de falsedades para defender su visión del Estado, radial y uninacional. Pero los partidos de izquierda no deberían compartir esta visión de la España uninacional, pues esta visión es excluyente y oprimente con aquellos pueblos y naciones que no la comparten. Como he escrito en muchísimas ocasiones, el PSOE tendría que recuperar la visión plurinacional y poliédrica que tuvo en su pasado heroico, cuando luchaba para establecer la democracia en España y apoyaba el derecho a decidir de las distintas naciones de España y, con ello, su plurinacionalidad. Por desgracia, abandonaron aquella visión, adaptándose (como se adaptaron en otras áreas de igual importancia) haciendo suya su visión radial y uninacional hasta tal punto que llegaron a considerar como nacionalistas y/o secesionistas a aquellos que no compartían su visión de España.
Un ejemplo de ello es Alfonso Guerra, el autor del “cepillaje del Estatuto de Catalunya” en las Cortes Españolas, y hoy, uno de los máximos exponente dentro del PSOE de la oposición al referéndum en Catalunya, que en su día llegó a acusar nada menos que al Presidente de la Generalitat de Catalunya, el socialista José Montilla, y a la muy popular Presidenta del PSC, Manuela de Madre, de estar “contaminados con el nacionalismo catalán”. Es esta visión excluyente, que domina el establishment político mediático basado en la Capital del Reino (que tiene poco que ver con el Madrid popular) la que está hoy utilizando el referéndum (recurriendo a la sacrosanta Constitución) para evitar el establecimiento de una coalición de partidos de izquierdas, prefiriendo en su lugar que se establezca una coalición PSOE-Ciudadanos-PP. Su mal llamada defensa de la “unidad de España” rememora la llamada de los golpistas del 1936, que también utilizaron tal eslogan para imponer por la fuerza una dictadura de clase frente a la mayoría de la población.
¿Cuál es, pues, el mayor obstáculo para establecer el gobierno de izquierdas?
La mayor dificultad para poder establecer una coalición de izquierdas –que el debate sobre el referéndum está ocultando- es la política económica del PSOE, que es más cercana a la de Ciudadanos y a la del PP que a la de Podemos. Ahí está el problema mayor del que no se está hablando. Ni que decir tiene que el programa económico del PSOE no es el mismo que el de las fuerzas conservadoras y neoliberales que en España representan el PP y Ciudadanos. Sin ninguna duda, el programa del PSOE tiene notables diferencias con los programas de estos dos últimos partidos. Pero, sin embargo, el PSOE coincide con el PP y con Ciudadanos (y con Convergència en Catalunya) en un tema central que influencia todo lo demás. El PSOE comparte la misma visión estratégica y económica, queriendo salir de la enorme crisis en la que todavía estamos sumergidos continuando las políticas neoliberales que nos llevaron precisamente a esta crisis y que han sido la mayor causa de que todavía estemos estancados en ella.
El desempleo en España es enorme, y la calidad de empleo (tanto en intensidad como en cantidad) continúa en unos niveles de deterioro nunca vistos antes. El PSOE, sin embargo, no ha roto con el socioliberalismo, y continúa creyendo en la bondad de las políticas impuestas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), por la Comisión Europea, por el Eurogrupo y por el Banco Central Europeo (BCE), que son las mismas políticas que nos han llevado al desastre. La evidencia de que tales políticas han causado la gran crisis, retrasando además la recuperación, es robusta y abrumadora (ver mi libro Ataque a la democracia y al bienestar. Crítica al pensamiento económico dominante. Anagrama, 2015).
Elementos importantes del neoliberalismo en el programa del PSO
Y este socioliberalismo aparece tanto en su programa (en la timidez de sus propuestas) como en las declaraciones de sus principales asesores y/o economistas de referencia. El coordinador del plan económico del PSOE y miembro clave del equipo negociador del Sr. Sánchez, es el economista Sr. Jordi Sevilla, uno de los mayores defensores del socioliberalismo. Si no se lo creen, lean por favor sus declaraciones y su libro, De nuevo socialismo, donde se pueden ver expresiones tales como “¿quién a estas alturas pide que se aumente el gasto público en España?”, pregunta que él mismo se contestó, señalando que “solo los socialdemócratas tradicionales (la manera amable de decir anticuados) como Vicenç Navarro”. Hay que conocer que tal propuesta de no aumentar el gasto público se hacía y se continúa haciendo en uno de los países con menos gasto público por habitante en la Unión Europea de los Quince (UE-15), el grupo de países más semejantes a España en la UE por su nivel económico (ver mi artículo “El continuismo neoliberal en el PSOE”, Público, 02.07.15). Tal economista ha dicho en muchas ocasiones que las instrucciones de la Troika sobre el déficit deben obedecerse.
Una postura casi idéntica a la del Sr. Sevilla es la que sostiene el Sr. José Carlos Díez, uno de los economistas de referencia del PSOE, que goza de una gran proyección mediática en España, siendo asesor del canal televisivo que se considera más progresista de España, La Sexta. Aparece constantemente en el programa Al Rojo Vivo como el economista de la casa, y un tanto parecido en el programa de La Sexta Noche. Pero lo que prueba más claramente la orientación neoliberal del equipo económico del PSOE es el contraste, no solo entre los asesores económicos nacionales, sino también entre los internacionales, del grupo de trabajo que elaboró el programa económico de Podemos, que incluyó, entre otros, al Premio Nobel Joseph Stiglitz y a Thomas Picketty. Para contrarrestar tal lista, el PSOE mostró como su gran fichaje al Sr. Larry Summers, que fue uno de los economistas más responsables de la enorme crisis de la banca en EEUU como consecuencia de la desregulación bancaria que él (junto con Robert Rubin, codirector del Goldman Sachs) realizó cuando fue Ministro de Finanzas del Presidente Clinton (les aconsejo que vean el documental Inside Job)
¿Será posible la coalición de izquierdas
La enorme hostilidad que tales personajes, así como el aparato del PSOE y su vieja guardia, han mostrado hacia la propuesta de Podemos se debe precisamente a que su visión de cuál ha sido la causa de la crisis actual y la manera de resolverla es mucho más cercana a la de Ciudadanos (cuyo economista de referencia, el Sr. Garicano, es muy próximo al IBEX-35 y apoyó tanto las reformas laborales del PSOE como las del PP, así como las medidas de austeridad del PP) y a la del propio PP. Veo, por lo tanto, difícil que pueda llegarse a un acuerdo, pues nos estamos jugando no ya la unidad de España (que ni Podemos, ni En Comú Podem, ni En Marea, ni Compromís están cuestionando, como maliciosamente lo están presentando las voces del bunker dentro del PSOE), sino su propia viabilidad y el bienestar de las clases populares. Hoy el equipo económico del PSOE es un equipo todavía comprometido con el liberalismo, mientras que Podemos e IU están comprometidos –como la socialdemocracia siempre estuvo comprometida (antes de que se convirtiera al neoliberalismo)- en revertir las políticas de austeridad, enfatizando la necesidad de ampliar la intervención del Estado para crear buen empleo y estimular la economía, pagando tales inversiones con políticas redistributivas que signifiquen un amplio aumento de los ingresos al Estado (en España el enorme retraso social de su Estado del Bienestar se debe precisamente al bajo gasto público social).
El Sr. Díez, con la frivolidad e ignorancia que lo caracterizan, anunciaba recientemente en el programa Al Rojo Vivo que las políticas propuestas por Podemos llevarían automáticamente al corralito que ocurrió en Grecia, expresión que quedó sin corregir (como siempre ocurre en La Sexta y otros canales), pues no se invitó a ningún economista con una visión contraria para que la cuestionase. Estos personajes son meros sirvientes del establishment político-mediático europeo cuyas políticas que promueven están causando un enorme dolor a las clases populares de este país. He escrito en otra parte que Syriza podría haber respondido de otra manera a la que había propuesto el gobierno griego y había presentado Varoufakis en sus negociaciones (ver mi artículo “Crítica amistosa a Varoufakis y a sectores de las izquierdas sobre lo ocurrido en Grecia”, Público, 19.10.15) con la Troika. Pero lo que es incluso más importante es que España no es Grecia. España es una de las potencias económicas de la UE, que si se aliara con Italia, Francia y Portugal podría cambiar las políticas impuestas por la coalición conservadora-socialista alemana revirtiendo las políticas de austeridad. En contra de lo que asumen Jordi Sevilla, José Carlos Díez, Luis Garicano y el blog Nada es Gratis del IBEX-35, así como los dirigentes del PSOE, la Troika no es omnipotente, y sí que hay alternativas que raramente aparecen en los mayores medios de información y persuasión (que nunca presentan voces críticas con tales instituciones, dando en cambio grandes cajas de resonancia a personajes que reproducen la sabiduría convencional que tanto dolor está causando), que deberían aplicarse (ver Hay alternativas. Propuestas para crear empleo y bienestar social en España, de Vicenç Navarro, Juan Torres y Alberto Garzón) y que son factibles y realizables.
El Sr. Díez, en su intento por desacreditar la coalición de partidos de izquierda, señaló que la resistencia ofrecida por el gobierno portugués a las políticas de austeridad le llevaría a un desastre, pues la Troika no lo aceptaría. Tres días más tarde, la Comisión Europea, parte de la Troika, aceptó el presupuesto presentado por el gobierno portugués, y fue la Comisión Europea la que tuvo que aceptarlo, pues hoy el establishment europeo está más que preocupado por la posibilidad de que se abra otro flanco en el sur de Europa. Lo que ocurrió en Grecia les supuso un coste político elevado. Si Italia, Francia y Portugal se resistieran, junto con España, a estas políticas, la polarización que existe en Europa –entre este establishment europeo, hegemonizado por los partidos conservadores y liberales (con la ayuda de los partidos socioliberales) y los demás, alcanzaría niveles difícilmente absorbibles por tal establishment. Los gobiernos pueden oponerse y resistir, y lo ocurrido hace unos días en Portugal es una señal de ello.
La otra observación es que en las políticas de pactos entre los distintos partidos no es coherente aceptar propuestas que entran en conflicto entre sí. Por ejemplo, es más que probable que el PSOE (e incluso Ciudadanos) aceptara la necesidad de hacer un rescate rápido a la población dañada por la crisis que está en una situación insostenible. En realidad, el impacto de la crisis y de la mal llamada recuperación en el nivel de pobreza ha sido tan acentuado que los partidos conservadores y neoliberales han aceptado la necesidad de hacer algo para ayudar a los pobres. Y de ahí aparecen los programas antipobreza. Pero el problema de la pobreza es mucho más amplio que el problema de los pobres, pues el crecimiento de la pobreza es un síntoma de las políticas públicas neoliberales que se extienden desde las dos reformas laborales (la del gobierno Zapatero y la del gobierno Rajoy) hasta los recortes (realizados por el gobierno PSOE y por el gobierno PP). Intentar cuidar a los pobres sin revertir aquellas políticas es dar agua al sediento en un vaso con un agujero. El poco éxito de los programas antipobreza se debe a este hecho. Aumentar los salarios, dar más poder a los sindicatos, expandir la protección social y el gasto público y crear empleo, es mucho más eficaz que transferir fondos públicos a los pobres, lo cual siendo importante, es dramáticamente insuficiente. No es muy coherente pactar con Ciudadanos el rescate a los pobres, y a la vez no hacer nada o hacer lo que pide Ciudadanos, que aumentará todavía más la pobreza, no solo de los pobres, sino también de todos los demás.
Una nota como conclusión
Lo que estamos viendo hoy en España es que el establishment financiero y económico español, que tiene una influencia excesiva sobre los establishments político-mediáticos, quiere destruir a Podemos, y si no puede, al menos ningunearlo. Utilizan todo tipo de argumentos y falsedades, llamándolos bolivarianos, yihadistas, iraníes, independentistas, utópicos, pronazis, progolpistas, y una predecible larga lista de insultos. Y cuando, por primera vez, llegan a las Cortes Españolas, como la tercera fuerza política parlamentaria (que, de alargarse la campaña tres semanas más, podrían haber alcanzado la segunda posición), se los pone en el “gallinero”. Y ahora estamos viendo que además se les está responsabilizando -con la ayuda de los grandes medios de información y persuasión- de ser ellos los que están dificultando la coalición de las izquierdas, cuando, en realidad, la dirección del PSOE y la vieja guardia de tal partido nunca han intentado hacer tal coalición. Desde el principio vieron que sus máximos aliados eran y son Ciudadanos, pues son los que ideológicamente son más cercanos a ellos. Y ahora tienen la desfachatez de acusar a Podemos de que este partido sea el responsable de que no se haga la coalición. Y con la ayuda de los medios, y con el soporte del establishment financiero y económico de siempre, parece que lo están consiguiendo. Así es esta España que ellos quieren mantener. Quieren evitar el cambio profundo que el país necesita. Así de claro.
Vicenç Navarro, Autor de Ataque a la democracia y al bienestar. Crítica al pensamiento económico dominante (Anagrama, 2015)
 
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martes, 23 de febrero de 2016

PENSIONES: MARIANO RAJOY EL TELEVISIVO DE 13 TV Y COMPARSA: CUADRILLA DE EMBUSTEROS Y MANIPULADORES


PENSIONES: LAS MENTIRAS CONVULSIVAS DEL PP

Rebelión
22.02.2016

Con la llegada del PP al poder a finales de 2011, se produce uno de los ataques más brutales que ha sufrido el sistema público de pensiones. Aprovechando la mayoría absoluta que dispone, hace una reforma en 2013 de las pensiones sin contar con el apoyo de nadie, provocando un cambio radical en el sistema de jubilación, tanto para los futuros jubilados como para los que ya lo están.

Debemos recordar, que el PSOE de Zapatero ya en 2011, siguiendo las instrucciones de la Unión Europea, había dado una vuelta de tuerca empeorando muchísimo las condiciones ya existentes.

A lo largo de estos cuatro años de legislatura del PP, hemos asistido a un canto corifeo sobre lo bien que lo han hecho en el sistema de las pensiones públicas y consideran que los jubilados deben estar agradecidos con la nueva situación, ya que gracias a ellos se han salvado.

¿Es cierto lo que dice el PP?


Recientemente FUNCAS (la fundación de las Cajas de Ahorro) nada sospechosa de izquierdista, ha publicado un informe sobre la situación actual del sistema de pensiones y las posibles alternativas. Dicho informe está firmado por el catedrático Ignacio Zubiri de la Universidad del País Vasco.

Funcas analiza las dos reformas realizadas, la primera del PSOE de 2011 y la posterior del PP de 2013, diciendo: “estas reformas son poco más que una rebaja generalizada de las pensiones que afectan a todos sus elementos”. Analiza:

- Baja la pensión inicial por el aumento del número de años para calcularla, la reducción del peso en la pensión de cada año cotizado y el aumento del número de años para obtener una pensión completa.

- La pensión se cobrará durante dos años menos debido al retraso de la edad de jubilación y reduce el valor de las pensiones al no aplicar el IPC. Sólo suben un escandaloso 0,25%, cuando la inflación media de los últimos quince años ha sido del 2,5%.

FUNCAS valora que la reforma del PSOE (2011) supone una rebaja de la pensión del 20%, a ello hay que añadir la realizada por el PP (2013), que la cuantifica en otro 15% suplementario. En total supondría una reducción de la pensión algo superior al 35%.

Funcas nos dice que con estas reformas, los pensionistas no tienen derecho a ningún nivel de pensiones y el Estado no tiene ninguna responsabilidad a pesar de haberles obligado a participar en el sistema. La propia Funcas considera que los trabajadores tienen derecho a cierto nivel de pensiones y concluye “si el sistema ha salido mal, no parece aceptable que el Estado se lave las manos y les haga soportar el coste”.

Lamenta, que las reformas se basen sólo en la reducción de pensiones sin buscar alternativas que hagan aumentar los ingresos de la Seguridad Social. Para Funcas resulta sorprendente, que tras estas dos reformas tan agresivas contra las pensiones, apenas haya tenido contestación sindical. Es claro, que tanto CCOO como UGT, deben hacer una profunda autocritica y volver a ponerse a la cabeza para revertir ambas reformas sobre el sistema público de pensiones.

El gasto actual de pensiones es del 10% del PIB y Funcas calcula que se podrían añadir otro 3% más del PIB en el gasto de pensiones al igual que hacen otros países, Francia, Alemania, Italia…

Plantea un cambio de modelo actual, donde los ingresos del sistema son los que determinan el gasto, por otro modelo más social en el que el gasto es el que determina los ingresos que se requieren.

El objetivo de la Seguridad Social no debe actuar como una empresa privada e igualar ingresos y gastos, sino garantizar determinados niveles de bienestar en la jubilación

¿Cómo aumentar los ingresos de la Seguridad Social?

- Aumentando las contribuciones de los trabajadores en tres puntos y el de los empresarios en uno.

- Eliminar el tope de las cotizaciones por arriba, que hace que por ejemplo la Sra Botín pague a la Seguridad Social lo mismo, que cualquier trabajador de su banco a pesar de ganar cien veces más.

- Crear una contribución a la solidaridad que gravaría los patrimonios personales y las ventas de grandes empresas. Estos ingresos irían destinado a financiar las pensiones y a dotar de los recursos necesarios al Fondo de Reserva.

- Financiar con impuestos generales cualquier déficit del sistema de pensiones público.

Dos aspectos son llamativos en el análisis de Funcas, el primero es el mantenimiento de los 67 años para la jubilación, además haciendo hincapié en la eliminación de las jubilaciones anticipadas y cualquier otra prebenda. El segundo, muy importante desde mi punto de vista, es la eliminación del factor de sostenibilidad y el índice de revalorización, el famoso 0,25% y volver al sistema del IPC, con lo que se garantizarían el poder adquisitivo de las pensiones.

A lo largo de estos años con el PP en el poder, se nos han vendido las bondades de los sistemas privados de pensiones ¿Saben que rentabilidad han tenido los fondos de pensiones privados en los últimos quince años?

La respuesta la da el profesor Pablo Fernández en su estudio “Rentabilidad de los fondos de pensiones en España 2000-2015”. La rentabilidad ha sido del 1,58%, si a ello le deducimos las comisiones bancarias, gastos de mantenimiento que nos aplican los bancos y que oscilan entre 1,5 y 2% anual, comprobaremos que la alternativa privada de los fondos de pensiones es una catástrofe para los inversores de estos fondos y sí el gran chollo para los bancos, que tienen cautivos unos 90.000 millones de euros.

Después de este análisis basado en los informes realizados por profesores que trabajan para el sistema financiero, estos son claros, la única alternativa posible es las pensiones públicas. Debemos volver a salir a la calle para defender un sistema público. Que se vuelvan a garantizar la revalorización de las mismas en base al IPC. No nos pondrán decir a los que defendemos el sistema público de pensiones de no saber lo que decimos ni que estamos en una caza de brujas, sería bueno que todos leyéramos estos informes.

El PP tanto en el caso de las pensiones como en otros temas miente de forma convulsiva. Considera a todos los ciudadanos de este país como unos idiotas, iletrados e incultos.

Sería necesario y bueno, que ahora que se intenta formar gobierno, tanto los sindicatos como las organizaciones de jubilados se movilizasen para exigir una nueva reforma, que eche atrás las injustas dos reformas realizadas tanto por el PSOE como por el PP.

Al mismo tiempo, como ciudadanos, debemos tener claro quiénes han sido los partidos que han realizados dichas reformas agresivas, significando un empobrecimiento generalizado de la población y en consecuencia no votarles.

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sábado, 20 de febrero de 2016

LO MILITAR: ASÍ, SÍ


 
Las Fuerzas Armadas con el Pueblo
EL COLECTIVO DE MILITARES ANEMOI

La verdad es siempre revolucionaria
Antonio Gramsci
 
Hace dos años ya que iniciamos nuestra andadura pública mediante la presentación del colectivo en el Club de Amigos de la Unesco de Madrid (CAUM). Nos definimos en aquella ocasión como un grupo de militares republicanos antifascistas y lo expresamos mediante nuestro ideario: “Las Fuerzas Armadas con el Pueblo”. Al término de su lectura se estableció un turno de preguntas que respondimos los portavoces del colectivo. La sala del CAUM estaba abarrotada, muchas personas tuvieron que permanecer en los pasillos contiguos.
 
El sábado 23 del pasado mes de enero, coincidiendo con el segundo aniversario de Anemoi, celebramos un sencillo acto de homenaje a nuestro compañero Luis Gonzalo Segura, ex-teniente del Ejército, autor de “Código rojo” y de “Un paso al frente”.
 
Luis Gonzalo, ejemplo a seguir por su valor, honradez e inteligencia, ha sido expulsado injustamente del Ejército por un gobierno incompetente y extremadamente reaccionario. Exigimos su reincorporación inmediata y la rehabilitación de su honorabilidad, nunca perdida.
 
El homenaje a nuestro compañero, por iniciativa de Anemoi, ha sido apoyado por miembros de la Unión Militar Democrática (UMD), representados por el coronel (R) Luis Otero, fundador de la UMD, que tomó la palabra. Su esfuerzo generoso en la defensa de los valores democráticos durante su etapa de presidente del Foro Milicia y Democracia -en particular de la libertad de expresión- le hace merecedor de nuestro respeto y agradecimiento. Desde este modesto escrito apoyamos su ascenso a general honorífico del Ejército en atención a sus muchos méritos.
 
El acto se celebró en un restaurante de Madrid. A él acudieron numerosas personalidades civiles y militares, entre ellas nuestra amiga la escritora y periodista Enriqueta de la Cruz, cuya obra más reciente, “César Navarro, vida y testimonio de un francmasón”, muestra una vez más su gran talento literario y su compromiso político. Ella fue la encargada del discurso y autentica artífice del éxito del homenaje. Su inquebrantable voluntad al servicio de la República, y su valeroso apoyo a nuestra causa, la hacen merecedora de toda nuestra confianza y admiración.
 
Con este acto se cierra una etapa de Anemoi y comienza otra. El año 2015 fue decisivo para la consolidación de nuestro colectivo, especialmente por las simpatías que ha despertado en amplios sectores civiles y militares. Se hace, pues, conveniente definir una nueva “hoja de ruta” que nos acerque aún más, si cabe, a los pueblos y naciones históricas de nuestra patria.
Nuestra diversidad como colectivo, y nuestra indomable resistencia frente a un régimen monárquico en descomposición, es el fundamento de nuestro compromiso. Somos un colectivo radicalmente independiente de cualquier grupo de presión. Por dignidad democrática deseamos una forma de Estado republicana. Queremos una España fraternalmente en paz con todos los pueblos de este frágil planeta azul, origen de nuestra especie.
 
La paz está amenazada hoy por innumerables focos de conflicto generados por la codicia imperial bajo el pretexto de una guerra interminable contra el terror. Nuestra participación en la OTAN acrecienta el riesgo de destrucción masiva de grandes núcleos de población y nos hace cómplices de su apoyo a dictaduras genocidas.
 
En el orden interno España atraviesa una grave crisis de identidad y está abocada, si no se actúa con generosidad y decisión, hacia un proceso de descomposición irreversible. Es el efecto demoledor de un largo proceso de decadencia histórica. Su origen está, en gran medida, en el rechazo visceral de las clases dominantes y de sus representantes políticos a los avances sociales. El resultado final es una gran desafección al Reino de España dominado por una oligarquía centralista apoyada en sus aliados tradicionales: el trono y el altar. A menudo mediante cruentas guerras civiles y dictaduras militares promovidas por esos mismos poderes.
 
El derecho a decidir de los pueblos es irrenunciable. Avancemos pues impulsados por una voluntad indomable de dignidad y de justicia social. Oigamos sin temor el grito fraternal que brota desde las entrañas de nuestro pueblo: ¡Viva la República!
 
Manuel Ruiz Robles es capitán de navío de la Armada, miembro del Colectivo Anemoi y de la Unión Militar Democrática (UMD).
Notas:
Las Fuerzas Armadas con el Pueblo
El colectivo de militares republicanos homenajea al ex teniente Segura
 
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SER CULTO NO ES NECESARIAMENTE LA POSESIÓN DE UN TÍTULO UNIVERSITARIO, NI VESTIR MUY BIEN, NI GANAR DINERO NI PROPONERSE A ASPIRANTOTE A LA PRESIDENCIA DE UN GOBIERNO

 

LAS LLAMADAS "GUERRAS CULTURALES" EN UN REINO DONDE SE PRESUME DE LEER A KANT
20.02.2016
 
Para empezar, al autor de estas líneas no le satisface demasiado la expresión “guerra cultural”. La cultura siempre ha formado parte de los conflictos sociales y económicos, así que en realidad las nuevas guerras culturales son los viejos conflictos sociales y económicos camuflados en el lenguaje mediático y político, que cambia con el tiempo, pero siempre dentro de la sociedad del espectáculo de la que hablara Guy Debord.
 
Un peligro manifiesto de abusar del término “guerra cultural” es que se trata de una copia academicista del relato sobre los conflictos a partir de esquemas usamericanos (USA) en relación a los “marcos” hegemónicos al estilo de George Lakoff, que es una forma edulcorada de obviar los intereses sociales de base, reduciéndolos a una competición entre partidos o entre elefantes, algo que silencia de fondo las luchas por el reconocimiento de las comunidades y de los movimientos.
 
El relato de las “guerras culturales” le viene bien a cierto sector de la derecha y su política cultural, como los artículos y discursos de José María Lassalle, donde se busca camuflar la realidad bajo los oropeles de una Ilustración sesgada y aparentar que los desmanes de la derecha cometidos en nombre de un liberalismo progre son faro y destino de Occidente. Al final, solo son caretas, como siempre se comprueba en cuanto se rasca un poco debajo de la buena conciencia de toda la ideología liberal, hueca y vacía.
 
¿De verdad es apropiado el término “guerra cultural”? Voy a contar algo en primera persona. En el año 2012 el Ayuntamiento de Pamplona –entonces gobernado por la derecha rancia y regionalista del lugar– censuró una conferencia que tenía que impartir. Lo que experimenté entonces no fue una guerra cultural, sino la opresión de un sistema, de un régimen, cuyos hilos de poder van desde el caciquismo económico hasta los espacios públicos y las palabras. Así son las cosas, sin aditamentos.
 
Hablar de “guerra cultural” en el contexto actual no es mucho más que reconocer, por caso, que la derecha tradicional –sea la vieja de origen franquista, sea la nueva de diseño neocon– recurrirá a los medios que tiene a su alcance para conseguir sus objetivos. Todo aquello que no consigue por los votos, los pactos, los medios de comunicación y la religión, lo lleva a los tribunales. Solo hay que recordar que tanto la censura y la persecución en el teatro como la negativa a retirar símbolos franquistas y fascistas forman parte de una historia de décadas. No son algo reciente.
 
En relación al poder judicial y los tribunales hay que añadir una observación: en los debates actuales se da mucha importancia a la necesidad de cambiar la política, la economía y la cultura, pero con frecuencia se olvida que también hay que cambiar el poder judicial. Cuando se lanzó el concepto de “Cultura de la Transición” (CT) como herramienta interpretativa de la historia del Reino de España desde la Segunda Restauración borbónica, la mayoría de los trabajos trataban de novelas, partidos políticos, redes digitales y medios de comunicación. La CT no hacía referencia a la cultura judicial. Un vacío que quedó por analizar para el futuro (el jurista Bartolomé Clavero ha sido una excepción en este campo).
Hubo una época, en la década de los 80 y gran parte de los 90, que los sueños de la posmodernidad en el Reino de España hicieron pensar que se había pasado del movimiento franquista a la movida cultural, pero eso solo fue un espejismo para un sector de la población y para una región determinada (además nació muerta bajo la estética de una desmemoria autodestructiva que quedaba ya patente en la visionaria película Arrebato de Iván Zulueta). Aún y todo, en aquella época también funcionaron las listas negras, el silenciamiento de amplios sectores culturales y la marginación de ideas no consensuales; solo que se hizo con alegría y colorido y pasó más desapercibido, mientras se preparaban los cimientos de la especulación y su burbuja, que explotarían años después.
 
Me entristece un poco que se haya activado ahora la alarma sobre la censura y los conflictos históricos y culturales cuando ha llegado el problema a la capital del Estado y a cierto sector político. Es preocupante la poca memoria que tenemos: por caso, mucha gente no se acuerda del cierre del periódico Egunkaria en el 2003, su quiebra económica y la detención y prisión de sus cargos directivos. En el 2010 la Audiencia Nacional absolvió finalmente a todos los cargos directivos y en el 2014 se archivó también la causa económica que había en su contra, después de haber hecho desaparecer un periódico con criterios democráticos. Eso sí que fue una guerra mediática, política y judicial, que activó todos los mecanismos de consenso de la Cultura de la Transición. Quizá estemos ahora en un nuevo renacimiento de esa contra-revolución cultural, aunque más bien parece una prolongación de todo ese entramado de caza de brujas al más puro estilo del senador McCarthy.
 
En cuanto al futuro soy bastante escéptico, ya que el Reino de España se ha convertido de facto en un Estado fallido con toda su decadencia, donde se puede esperar cualquier cosa de una situación así. Solo cabe generar nuevos mecanismos de resistencia en la memoria (algo que ciertos sectores de la izquierda han descuidado, sin saber muy bien por qué) y centrarse en aquellos proyectos colectivos y cooperativos –tanto locales como internacionales–, a pequeña o mediana escala, que demuestran estar insertos en dinámicas alternativas y creativas. Por lo demás, seguimos con las inercias del pasado: algunos premios culturales que se sabe que están amañados y que nadie critica abiertamente, películas que son dobladas al castellano siguiendo el modelo de censura franquista, la proliferación mediática y educativa del patriarcalismo que permea toda la cultura dominante con sesgos machistas (desde la moda y la televisión hasta el fútbol y la Semana Santa), el olvido del mundo rural y de los pueblos, la sustitución de la cultura popular en favor del diseño de la marca turística y la destrucción del paisaje y de los ecosistemas, la tontería de la alta gastronomía que te dice cómo deconstruir una tortilla de patatas… cosas que te dejan los pelos de punta, la verdad.
 
En una situación como la actual es un error aparentar lo que no se es proyectando un vacío de sentidos y significados, porque eso no hace más que afianzar el espectáculo cultural en el que nos encontramos y favorecer la corrupción lingüística que nos deja en la indefensión para avanzar sobre bases firmes. En la campaña electoral de finales del 2015 dos líderes de la nueva política –ambos de opciones contrapuestas– acabaron involucrados en una situación esperpéntica al verse obligados a hablar de Kant en un debate. Era obvio que ambos no habían leído a Kant (uno de ellos lo reconoció explícitamente) y todo lo que dijeron al respecto no pasaba de meros clichés banales. En los días siguientes se habló mucho de aquello y ambos seguían empeñados en referirse a Kant, de una u otra manera, porque era un distintivo de alta cultura y refinamiento democrático. Mientras oía y leía cosas sobre aquel debate filosófico fallido, me preguntaba de qué Kant hablaban en la política y en la prensa: ¿se referían al Kant de la estética trascendental y la arquitectónica de la razón, o al Kant del imperativo categórico y la pena de muerte, o al Kant que menosprecia a las mujeres y que no veía con malos ojos que se pegara “a los negros” en condiciones de esclavitud? Al final creo que casi nadie había leído a Kant, ni tampoco a Hannah Arendt, quien nos relató que Adolf Eichmann se declaraba lector de la Crítica de la razón práctica, mientras cumplía órdenes desde su banalidad.
 
Si queremos salir de esta banalización cultural y pensar la historia a contrapelo –por usar la expresión de Walter Benjamin–, haríamos bien en reconocer nuestras limitaciones y carencias, practicar con mayor humildad lo que Adrienne Rich llamó una política de la ubicación y de la situación. No hay atajos. Desde ahí, como dice Judith Butler, tenemos que pensar la precariedad de (todas) las vidas, tanto existencial como políticamente, porque la cultura es la expresión contingente, nunca asegurada, ni definitiva, de nuestros cuerpos y cuidados en común.
 
* Estas reflexiones sobre el tema de las “guerras culturales” las redacté a petición del periódico Diagonal, gracias a la amable invitación de José Durán Rodríguez. El reportaje completo en dicho periódico, que cuenta con la opinión de más personas (Marta Sanz, David Becerra Mayor, Luisa Elena Delgado y Gonzalo Abril), se puede leer en el siguiente enlace: https://www.diagonalperiodico.net/culturas/29374-guerras-culturales-beyonce-super-bowl-titiriteros-carcel.HTML
 
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MEJOR SIN GOBIERNO QUE CON UNO DE SEIS ME LLEVO UNA; DE DIEZ, TRES, DE VEINTE, CINCO Y EN PASANDO DE VEINTIDOS, TODAS LAS QUE PUEDA. Y SIN DECLARAR A HACIENDA, QUE ES LO QUE MÁS MOLA.


LA PESTE DE LA CORRUPCIÓN Y EL GOBIERNO DE PROGRESO
Rebelión
Cuarto Poder
18.02.2016
 
Esta semana seguiremos estando entre el ruido mediático de las declaraciones políticas y las prisas para poder llegar con los deberes y las cuentas hechas a la sesión de investidura. Para no perdernos conviene disponer de una guía de las claves que pueden acabar determinando las decisiones que afecten al país y a la ciudadanía.
 
Los resultados de las elecciones generales del 20 de diciembre (20-D) ofrecen una relación de fuerzas de difícil encaje para formar gobierno. Parece la maldición del bipartidismo. Somos un país en el que no hay ninguna tradición de coaliciones estatales debido al turnismo. Sin embargo, sí existe la costumbre de pactos autonómicos porque la norma electoral permite más pluralidad. A nivel del Estado se ha abusado de las mayorías absolutas para imponer el rodillo parlamentario y romper las reglas de juego. Esta es la herencia de la legislatura del PP. Por ello, es probable todo: que se dilate el tiempo para intentar formar gobierno, que sea precario y con poca capacidad de tomar decisiones, o que no se pueda constituir. Pero no hay que afligirse. Hay precedentes que indican que se puede vivir en un país sin gobierno, como es el caso de Bélgica que ostenta el récord en 589 días y las cosas no fueron a peor. Siempre nos quedará el consuelo de no volver a vivir la experiencia de la anterior legislatura, cuando cada viernes nos regalaba el consejo de ministros presidido por Mariano Rajoy un paquete de recortes sociales y de derechos. Eso que nos ahorramos.
 
Aunque la política no es una ciencia exacta, la avalancha de corrupción va despejando el panorama. De los cinco escenarios que podía haber hace un mes hemos pasado a dos: gobierno de progreso o nuevas elecciones. Ha quedado descartada la gran coalición propuesta por el PP y Ciudadanos (C’s). Este país no es Alemania (según el CIS solo un 5% la apoyaría) y sería la pasokización del PSOE. Por eso, uno de sus principales valedores, Felipe González, ha tenido que dar marcha atrás, por ser inviable a corto plazo.
 
Tampoco es posible un gobierno del PP: Rajoy ni siquiera lo ha intentado, ni se ha propuesto otra candidatura para facilitarlo. Mariano Rajoy está políticamente muerto si para gobernar necesita primero el fracaso del PSOE y luego su abstención. Pero, sobre todo, lo que impide estas fórmulas es la gran explosión de la corrupción en el seno del PP. Ha supuesto decenas de imputados, la dimisión de Esperanza Aguirre, y ha colocado en la picota a Barberá y al mismo Rajoy. Ante tamaña peste no sirve de nada la campaña del miedo que se quería lanzar con Cataluña y los mercados.
 
Deja también sin argumentos a esos barones del PSOE que en última instancia no descartaban abstenerse con el PP antes que gobernar con Podemos. Un gobierno PSOE-C’s no es viable porque no tendría mayoría, no sería de progreso, y porque C’s, haciendo de caballo de troya del PP, no lo quiere sin ellos. Por último, es un error que el PSOE insista en la suma PSOE-Podemos-C’s, que son inmiscibles como el agua y el aceite en un mismo gobierno.
 
Parece que se abre camino la posibilidad de un gobierno de progreso. Lo podrá haber si PSOE, Podemos, Izquierda Unida, Compromís y otros van en serio. Frente a las presiones de sus barones, Pedro Sánchez ha estado firme a la hora de intentar buscar un acuerdo y que este sea consultado a las bases. Podemos, que es la otra pata decisiva, parece que ha suavizado sus posiciones al ser consciente de que hay una demanda social de pacto y de no repetir elecciones. Un gobierno de progreso, además de desalojar al PP, debería de servir para desarrollar un plan de rescate ciudadano contra el paro, la pobreza y los desahucios; la derogación urgente del artículo 315.3 del Código Penal y de leyes como las de reforma laboral y de pensiones, la LOMCE y la ley mordaza; un plan de lucha contra la corrupción y abrir el melón de la reforma de la Constitución que, entre otras grandes cuestiones, aborde un nuevo modelo territorial que asegure la pertenencia voluntaria al Estado español.
 
El recurso a la campaña del miedo por Rajoy y las delirantes declaraciones de Fernández Díaz, relacionando un gobierno de cambio con ETA, expresan su temor a esta hipótesis. Claro que hay dificultades objetivas, pero los problemas para un gobierno de progreso tienen el tamaño que les queramos dar y el esfuerzo ha de ser grande para superarlos. Debe intentarse porque es una urgente demanda social y también por solidaridad con los gobiernos de progreso que hay en Europa. Si se alcanza un acuerdo de gobierno, habrá que emplearse a fondo en demostrar que la izquierda es eficaz gestionando los intereses de la mayoría social.
 
El último escenario es un adelanto de elecciones. Ante esta posibilidad, se producirá una carrera para cargarse de razón. Todos los partidos intentarán responsabilizar a sus adversarios de una cita electoral que no sería bien recibida por el electorado y que indudablemente pasaría factura. Dicho de otra manera ¿quién se come el marrón si hay que volver a las urnas esta primavera? Las encuestas de opinión penalizan al PP, por hacer de perro del hortelano, cuando pensaba robarle votos a C’s por aquello de la utilidad. Parece que mejorarían algo PSOE y Ciudadanos al aparecer como los que más intentan la investidura. No parece que Podemos pueda crecer mucho, a no ser que demuestre su voluntad sincera de propiciar un acuerdo de progreso y no otra cosa; además, se vería obligado a renegociar las confluencias cuando Ada Colau está montando su propio partido y podría haber dificultades con Compromís. Pero todo puede modificarse en días y la realidad es que a nadie le debería interesar el adelanto. El único elemento de cambio sobre un panorama de repetición matizada de resultados sería que Podemos e Izquierda Unida volvieran a pensar si unen y optimizan sus votos para lograr el sorpasso al PSOE y transformar profundamente el panorama político.
 
Me contaba un amigo americano que durante la primera campaña en favor de Obama, había voluntarios que iban a las casas de los barrios más humildes con el siguiente discurso: “Las elecciones son muy decisivas y su voto muy importante, está mucho en juego y no se puede perder la oportunidad de cambiar. Pero hay que hablar claro: los demócratas no van a hacer nada, pero si siguen los republicanos las cosas seguirán empeorando y no nos lo podemos permitir”. Casi nos podría servir, con una diferencia: nosotros necesitamos recuperar derechos y libertades arrebatadas estos cuatro años y poner la política y la economía al servicio de la mayoría. Esa es la voluntad del 20-D.
 
Fuente: http://www.cuartopoder.es/laespumaylamarea/2016/02/15/la-peste-de-la-corrupcion-y-el-gobierno-de-progreso/1312