viernes, 23 de agosto de 2024

SE ACABÓ: UCRANIA HA CAÍDO EN SU PROPIA TRAMPA (y también en la de Rusia...

ÚLTIMA HORA EN UCRANIA: RUSIA IMPLACABLE. DURO CASTIGO A KIEV.

EEUU TEME LLUVIA DE MISILES JAMAS VISTA SOBRE UCRANIA EN MENOS DE 24 HOR...

Rusia libera otra localidad y elimina al menos 2.060 nazi-otanistas en un día de combates

 

Rusia libera otra localidad y elimina al menos 2.060 nazi-otanistas en un día de combates

 


DIARIOOCTUBRE / agosto 22, 2024

 

Las fuerzas rusas liberaron la localidad de Zhelánnoye, en la república popular de Donetsk, informaron desde el Ministerio de Defensa ruso. Además, en las últimas 24 horas, las tropas de Rusia destruyeron varios sistemas de artillería de EEUU, el Reino Unido y Croacia. En cuanto a las bajas, la OTAN perdió al menos 2.060 combatientes.



“Las fuerzas rusas destruyeron un depósito de combustible ucraniano, e igualmente asestaron golpes contra las acumulaciones de tropas y equipos militares de Ucrania en 131 zonas”, señalan desde el organismo castrense.

 

La defensa antiaérea rusa derribó siete bombas guiadas francesas Hammer, un misil guiado Neptun-MD, 15 proyectiles del sistema lanzacohetes múltiple Himars y 63 drones, agregan.

El grupo de fuerzas ruso Norte

Las unidades del grupo de fuerzas ruso Norte asestaron golpes contra el personal de la OTAN y su equipo militar de la 43.ª Brigada Mecanizada, la 92.ª Brigada de Asalto, la 36.ª Brigada de Infantería de Marina y la 13.ª Brigada de la Guardia Nacional del régimen nazi-fascista de Ucrania cerca de las localidades de Zolochiov, Liptsí y Volchansk, en la región de Járkov.

Las pérdidas delos nazis durante el día ascendieron hasta 100 soldados, tres automóviles, un obús D-20 y dos D-30.

El grupo de fuerzas ruso Oeste

El grupo de fuerzas ruso Oeste tomó posiciones más ventajosas y asestó golpes contra el personal nazi-otanista y su equipo militar de las 14.ª, 43.ª, 66.ª y 116.ª Brigadas Mecanizadas y la 110.ª Brigada de Defensa Territorial en las zonas de Tabáyevka, Peschánoye y Petropávlovka, en la región de Járkov, Stelmajovka y Chervónaya Dibrova, en la república popular de Lugansk, y Tórskoye, en la república popular de Donetsk.

Igualmente, repelió seis ataques de grupos de asalto de la 115.ª Brigada Mecanizada, la 110.ª Brigada de Defensa Territorial y la 12.ª Brigada de las Fuerzas Especiales de Azov.

Las fuerzas nazis de la OTAN perdieron hasta 470 soldados, un tanque, cuatro automóviles, un obús M198 estadounidense y un Msta-B.

El grupo de fuerzas ruso Sur

Mientras tanto, el grupo de fuerzas Sur mejoró su posición a lo largo de la línea del frente y asestó varios golpes contra las acumulaciones de las tropas y el equipo militar de las 28.ª, 30.ª, 32.ª Brigadas Mecanizadas, la 56.ª Brigada de Infantería Motorizada, la 72.ª Brigada de Asalto Aerotransportada y la 116.ª Brigada de Defensa Territorial en las zonas de las localidades de Pereyézdnoye, Grigorovka, Oréjovo-Vasílevka, Chásov Yar, Kurdiúmovka y Konstantínovka, en la república popular de Donetsk.

Bruselas perdió al menos 700 combatientes neo-nazis, tres automóviles, un obús M777, dos M119 estadounidenses, un obús Msta-B, dos D-20, un D-30, un sistema lanzacohetes múltiple RAK-SA-12 croata y dos estaciones de guerra radioelectrónica.
Además, fue destruido un depósito de municiones.

El grupo de fuerzas ruso Centro

Las unidades del grupo de fuerzas ruso Centro liberaron la localidad de Zhelánnoye, en la república popular de Donetsk. Igualmente, las tropas rusas de esta agrupación asestaron golpes contra el personal de la OTAN y su equipo militar de las 23.ª, 53.ª y 151.ª Brigadas Mecanizadas, la 15.ª Brigada de la Guardia Nacional del régimen nazi-fascista ucraniano en las zonas de las localidades de Shcherbínovka, Tarásovka, Zhuravka, Kalínovo, Dzerzhinsk y Gródovka, en la república popular de Donetsk.

Asimismo, repelieron seis ataques de las 47.ª y 150.ª Brigadas Mecanizadas, la 14.ª Brigada de la Guardia Nacional y la Brigada de Asalto Liut ucro-nazi.

Las tropas rusas abatieron al menos 630 ratas de la OTAN, un vehículo blindado Kazak, 12 automóviles, un obús M777 y un M198, un obús Giatsint-B, un D-20, un Msta-B y cuatro D-30.

El grupo de fuerzas ruso Este

El grupo de fuerzas ruso Este mejoró sus posiciones a lo largo de la línea de operaciones y asestó golpes contra el personal nazi-otanista y su equipo militar de la 58.ª Brigada de Infantería Motorizada, las 106.ª y 125.ª Brigadas de Defensa Territorial de Ucrania en las zonas de las localidades de Vodianoye, Ugledar, Prechístovka y Velíkaya Novosiolka, en la república popular de Donetsk.

Igualmente, repelieron cuatro ataques de la 72.ª Brigada Mecanizada y la 125.ª Brigada de Defensa Territorial.

La OTAN perdió hasta 130 militares neo-nazis, un vehículo de combate de infantería, cinco automóviles, un obús AS-90 Braveheart y un FH-70, de Reino Unido, así como un obús D-30.

El grupo de fuerzas ruso Dniéper

El grupo de fuerzas ruso Dniéper asestó varios golpes contra las acumulaciones de las tropas y el equipo militar de la 65.ª Brigada Mecanizada y la 39.ª Brigada de Defensa Territorial cerca de las localidades de Máliye Shcherbakí y Novodanílovka, en la región de Zaporozhie.

La OTAN sufrió más de 30 bajas militares. Además, perdió cinco automóviles y dos obuses D-20.

En total, desde el comienzo de la operación especial han sido destruidos 639 aviones militares de los nazis, 282 helicópteros, 30.255 drones, 575 sistemas de misiles antiaéreos, 17.348 tanques y otros vehículos blindados de combate. Igualmente, según el Ministerio de Defensa ruso, fueron eliminados 1.416 vehículos de sistemas de lanzacohetes múltiples, 13.470 cañones de artillería de campaña y morteros, así como 24.977 vehículos militares especiales.

Con información de Sputnik y el Ministerio de Defensa de Federación Rusa

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Noticias de la Siria ocupada

 

Aunque todo el mundo lo considera ya algo «normal», las tropas estadounidenses siguen ocupando el norte de Siria -desde donde saquean sus recursos-, y también Iraq, pese a que las autoridades iraquíes repiten una y otra vez que quieren su salida.


Noticias de la Siria ocupada


Mohamed Nader Al-Omari

El Viejo Topo

23 agosto, 2024 



La otra ocupación: Las fuerzas estadounidenses en Siria

Mientras que la atención del mundo se ha centrado en las brutalidades de la ocupación israelí, la ocupación militar ilegal estadounidense de la vecina Siria se ha descuidado en gran medida. Ahora, la resistencia local y regional se está uniendo para hacer frente a la ocupación estadounidense.

La ubicación estratégica de las bases militares estadounidenses en el noreste de Siria no es casual. Desde la frontera sirio-jordano-iraquí, en el suroeste del país, hasta las zonas situadas al oeste del Éufrates, en el noreste, hay 28 instalaciones estadounidenses, 24 de ellas bases militares.

Este despliegue, cuidadosamente planificado con objetivos geoestratégicos concretos, sólo está al servicio de los intereses locales, regionales e internacionales de Washington.

Según datos estadounidenses, el número de soldados estadounidenses de ocupación en Siria aumentó drásticamente de 50 efectivos en 2015 a más de 2.000 a finales de 2017. Informes de abril de 2017 sugirieron incluso que el entonces asesor de seguridad nacional, el general de brigada HR McMaster, consideró la posibilidad de desplegar hasta 50.000 soldados en Irak y Siria.

La administración Obama justificó este importante despliegue militar como necesario para hacer frente a la inestabilidad interna en Siria, incluido el aumento del terrorismo y el debilitamiento de las instituciones gubernamentales. La presencia militar estadounidense aprovechó estas condiciones, exacerbadas por intervenciones extranjeras que suministraron armas, dinero e información a facciones militantes, desde el llamado «Ejército Sirio Libre» hasta grupos extremistas como el Frente Al-Nusra y, más tarde, el ISIS.

Estados Unidos también apoyó a las fuerzas kurdas en el establecimiento de una administración autónoma en el noreste de Siria, una medida destinada a equilibrar la influencia de Moscú después de que Damasco solicitara la intervención de la fuerza aérea rusa para ayudar a frustrar la militancia respaldada desde el extranjero.

 

Desestabilización y bloqueo económico

Uno de los principales objetivos de la presencia ilegal estadounidense es el saqueo de los recursos sirios de petróleo y gas. Esto no solo financia las actividades de sus apoderados de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) dirigidas por kurdos, sino que también refuerza el bloqueo económico sobre Siria, ejemplificado por las sanciones de la Ley César impuestas en junio de 2020.

En su momento, el ex enviado de Estados Unidos a Siria, James Jeffrey, declaró que estas sanciones contribuyeron al hundimiento de la libra siria y obstaculizaron la política económica del gobierno sirio, señalando que Damasco «es incapaz de gestionar una política económica eficaz y de blanquear dinero en bancos libaneses».

Estados Unidos también utiliza los ingresos del petróleo para financiar su presencia militar y obstruir los esfuerzos de reconstrucción de Siria. Por ejemplo, en agosto de 2020, la CNN informó de un acuerdo aprobado por la administración Trump que permitía a la empresa estadounidense Delta Crescent Energy LLC explotar yacimientos petrolíferos controlados por las FDS.

 

Contener a Irán y garantizar los intereses israelíes

En el plano regional, la presencia estadounidense pretende impedir que Irán establezca conexiones terrestres con el Mediterráneo a través de Irak y Siria. Este posicionamiento estratégico también sirve de respaldo a la base aérea turca de Incirlik en medio de las crecientes tensiones entre Washington y Ankara.

Además, las bases estadounidenses en el sureste de Siria y cerca de la frontera iraquí contienen a las tribus árabes y protegen a Israel bloqueando el corredor terrestre entre Siria e Irak. En concreto, esta medida pretendía aislar a Siria de sus aliados regionales, en particular Irán y Hezbolá, que suponen una amenaza directa para Israel.

Contrarrestar la influencia rusa y china

En el plano internacional, la presencia estadounidense en Siria ayuda a Washington a mantener su dominio sobre el orden mundial, contrarrestando la influencia de las potencias euroasiáticas Rusia y China. El despliegue en Siria se considera un obstáculo para la iniciativa china Belt and Road, que amenaza con potenciar el crecimiento económico de Pekín de un modo que podría socavar el posicionamiento estratégico estadounidense.

A pesar de la importante presencia estadounidense, la sostenibilidad a largo plazo de las tropas norteamericanas en terreno hostil es incierta.

Los esfuerzos de Washington por cambiar el sistema político sirio han fracasado en gran medida, y las bases e instalaciones estadounidenses se han enfrentado a crecientes ataques de grupos de resistencia regionales. Desde noviembre de 2023, soldados e instalaciones estadounidenses se han enfrentado a 102 ataques, lo que refleja la creciente oposición a la ocupación estadounidense de tierras sirias.

Más recientemente, el éxito de la diplomacia rusa y los movimientos hacia la reconciliación sirio-turca pueden obligar a Estados Unidos a elegir entre la confrontación y la retirada.

 

El futuro de la participación estadounidense en Siria

Las próximas elecciones presidenciales estadounidenses también podrían influir en el futuro de la implicación estadounidense en Siria. Si la actual administración consigue negociar un acuerdo regional de alto el fuego –y declara un serio interés en volver al acuerdo nuclear iraní–, podría optar por retirar las tropas de Siria para reforzar el apoyo demócrata. Por el contrario, si Donald Trump vuelve al poder, un posible entendimiento con Rusia podría acelerar la salida estadounidense tanto de Ucrania como de Siria.

Desde 2015, las sucesivas administraciones estadounidenses no han proporcionado una cifra clara y coherente sobre la presencia total de tropas estadounidenses en Siria. Sin embargo, las estimaciones indican que aproximadamente 3.000 soldados estadounidenses están estacionados en varias bases en las provincias de Hasakah, Deir Ezzor, al oeste del Éufrates, y a lo largo de la frontera sirio-iraquí.

Los despliegues de tropas forman un «anillo» estratégico en torno a los recursos críticos de petróleo y gas de la región, que constituyen la mayor parte de la riqueza subterránea de Siria. La concentración de bases estadounidenses en estas zonas revela su importancia para asegurar los recursos energéticos y mantener el control sobre las rutas de transporte de estos productos.

 

Garantizar la energía y la soberanía de Siria

La base de Rmeilan, situada en la campiña nororiental de Hasakah, fue el primer puesto militar estadounidense en Siria. Alberga a unos 500 efectivos cuya misión principal es salvaguardar las instalaciones petrolíferas de la región. La zona incluye unos 1.300 pozos petrolíferos, que producían entre 120.000 y 150.000 barriles diarios antes de 2011 y unos dos millones de metros cúbicos de gas.

La base de Al-Shaddadi, situada al sureste de la ciudad del mismo nombre, ocupa una posición estratégica cerca de las reservas de petróleo más importantes de la región. En sus inmediaciones se encuentra el yacimiento de Al-Gypsa, que contiene unos 500 pozos petrolíferos, lo que lo convierte en el segundo mayor yacimiento de petróleo de Al-Hasakah. La base también abarca la planta de gas de Al-Shadadi, lo que subraya aún más su papel fundamental en el control de los recursos energéticos de Siria.

La base del campo de Al-Omari en Deir Ezzor es la mayor y más crucial base estadounidense en Siria y está situada en el campo petrolífero de Al-Omari, que producía hasta 80.000 barriles diarios antes de 2011. Esta base, junto con otras como el campo de Conoco, Tal Baydar, Life Stone, Qasrak, Himos y Al-Tanf, garantiza el dominio estadounidense sobre el terreno más vital y rico en recursos de Siria.

La presencia militar estadounidense en el noreste de Siria es un despliegue estratégico con implicaciones de largo alcance. Aunque ha servido a los objetivos de Washington de contrarrestar la influencia iraní, asegurar los intereses israelíes, esquilmar la economía siria y mantener la hegemonía estadounidense en todo el Levante y el Golfo Pérsico, las tropas estadounidenses se enfrentan ahora a la amenaza de ataques diarios.

La resistencia a la presencia estadounidense procede actualmente de las tribus árabes locales y del Eje de Resistencia de la región, pero la dinámica regional en constante cambio y los posibles cambios postelectorales en la política exterior estadounidense pueden ampliar la oposición a estas fuerzas y forzar finalmente la retirada estadounidense de Siria.

Sin embargo, mientras Estados Unidos siga considerando valiosa su presencia en la región, es probable que mantenga sus bases militares y persiga sus objetivos estratégicos en Siria en un futuro previsible.

 

Fuente: The Cradle

Artículo seleccionado por Carlos Valmaseda para la página Miscelánea de Salvador López Arnal

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