martes, 14 de mayo de 2019

LOS SOLDADOS DEL EJÉRCITO ESPAÑOL QUE LUCHARON A FAVOR DE HITLER

¡JOLÍN! ¿QUE LAS POLITICAS DE IZQUIERDAS TIENEN QUE FAVORECER LOS INTERESES DE LAS CLASES TRABAJADORAS EN CONTRA DE LOS INTERESES DE LAS 1.400 FAMILIAS QUE CONTROLAN MAS DEL 80% DE LA RIQUEZA NACIONAL? ¿Y CUALO QUÉ, POR, CONTRA, SIN, SOBRE, TRAS... QUE CÚALO QUÉ QUIERE DECIR ESO?



La ‘izquierda’ indigesta e ‘insumisa’ repite las recetas vacías de siempre para las elecciones europeas

Diario Octubre
mayo 13, 2019 


 Ione Belarra

Ayer se celebró un mitin en Marsella que reunió una muestra representatva de ese “progrerío” que campea por Europa y la llena de frases altisonantes a las que nadie se puede sustraer. El anfitrión fue Jean-Luc Mélenchon, de la Francia insumisa, y abrió el acto la cabeza de lista a las elecciones, Manon Aubry, aunque había otros personajes de lustre, como la navarra Ione Belarra, de Podemos, entre otros.

La sopa de siglas, que a su vez son otra sopa y otras siglas, se llama “El Pueblo Ahora” y, como todo este tipo de tinglados, es muy reciente. Se creó en abril del año pasado.

Europa debe dejar de ser lo que es para convertirse en un Nirvana, casi autogestionario, algo que los oportunistas han repetido hasta la saciedad con distintos formatos. “Internacionalismo” en estado puro que Aubry resumió proponiendo “salir de los tratados” para construir una Europa de paz “bajo mandato popular”.

Solo les faltó hablar de “comercio justo” para reuir las viejas consignas opuestas a la Europa de los mercaderes y favorables a los pueblos y el planeta, etcétera, aunque ahora muestran su enfado dando un paso más: están dispuestos a desobedecer a esos tratados.

Se han cansado de recoger firmas y de hacer sentadas y ahora quieren mostrarse aún más radicales porque estamos en plena campaña electoral, que es la hora en que los bocazas se sueltan la lengua. De otro modo no nos daríamos cuenta de que hay elecciones y de que estamos oyendo a quienes se definen como “insumisos” (nada menos).

El “internacionalismo” del que hablan no es otro que la ONU, o sea, otros tratados y posiblemente otras guerras, como la de Libia (sin ir más lejos). ¿Es mejor la ONU que la Unión Europea?, ¿es diferente?, ¿defiende a ONU a los pueblos y al planeta?

Según los insumisos, a través de la OTAN, Europa está sometida “al dispositivo militar americano”, lo cual la convierte en algo diferente a la ONU. En fin, su “internacionalismo” es sinónimo de paz.

Aunque nos lo imaginamos, en Europa no tenemos experiencia sobre lo que harían este tipo de bocazas si tuvieran la ocasión de ocupar cargos de responsabilidad, con dos excepciones. Una fueron los verdes alemanes, que en los años noventa llevaron la guerra imperialista a los Balcanes, y la otra es Syriza.

Mélenchon echa pestes de Tsipras y la piara que ha impuesto en Grecia la política económica del capital financiero alemán, bajando el nivel de vida de las masas hasta extremos desconocidos en medio siglo, es decir, que esos que alardean de “izquierda” son los más implacables ejecutores de las políticas reaccionarias. Esta es la única experiencia con que contamos en Europa sobre las hazañas del “progrerío”.

Ahora bien, aunque de boquilla Mélenchon critica a sus pares, se sentará con ellos en Bruselas, donde también se sientan los alemanes de Die Linke (La Izquierda), que es otra jaula de grillos. Más que un restaurante de comida japonesa parece una feria gastronómica en la que se puede degustar un poco de todo, que es el signo diferencial de todo este tipo de grupos. Después de oirles acaba uno con el estómago revuelto.

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OPINA LA PARTE REPUBLICANA DEL EJÉRCITO ESPAÑOL



La farsa constitucional

14.05.2019

La UMD fracasó, entre otras cosas, porque la unidad de planteamiento era no solo inexistente sino que los planteamientos eran contradictorios e irreconciliables.”
Antonio Maira

La situación por la que atraviesa nuestra democracia, sobre todo después de la irrupción a cara descubierta de los neonazis franquistas en las Cortes del Reino de España, incluidos sus generales monárquicos, y la especial responsabilidad que la Constitución de 1978 otorga a nuestras Fuerzas Armadas, con el rey como su Comandante en Jefe a la cabeza, motivan esta breve intervención. 

Corresponde este sucinto análisis a mi percepción como militar español entre los años 60 y 90 del siglo pasado, militante de la Unión Militar Democrática (UMD), creada en septiembre de 1974 y desaparecida en junio de 1977, cuya duración efectiva fue inferior a 3 años. 

La UMD fue una organización clandestina creada en las postrimerías de la dictadura. Fue un operación planeada al calor del 25 de abril portugués por algunos militares próximos a las direcciones del PSOE/PSC de Felipe González y del PCE de Santiago Carrillo, con conocimiento del príncipe Juan Carlos de Borbón, del que era compañero de promoción el capitán Bernardo Vidal, miembro de la UMD. 

El PSOE se postulaba por aquellos años como un partido republicano y marxista. Proponía la ruptura democrática y la instauración de una República federal, mientras que el PCE, cuyos militantes fueron la vanguardia hegemónica de la oposición clandestina a la dictadura, abandonaba en 1977 sus señas de identidad republicanas y abrazaba, junto al PSOE, la monarquía del 18 de julio como forma de estado, la bandera bicolor de la dictadura y el ominoso himno real. 

Quedó así asegurada la hegemonía del poder franquista mediante una metamorfosis que se vino gestando desde los años 60 del siglo pasado, consolidada finalmente mediante los pactos de la Transición. Es, pues, la monarquía del 18 de julio, impuesta por el dictador mediante dos decretos leyes. 

Al término de la dictadura no se restituyó la legalidad democrática, destruida por el golpe monárquico-fascista y la guerra de exterminio que desencadenó, apoyada por Hitler y Mussolini. Es decir, no se restituyó la Constitución democrática de 1931, ni la bandera constitucional española tricolor, ni su himno constitucional. Se trató de una operación de las élites políticas y económicas de la dictadura franquista cuyo fin no fue otro que recubrirse de una apariencia democrática, manteniendo intacto el núcleo de poder representado por la Monarquía, reinstaurada por Franco y blanqueada por el socialista Felipe González y el comunista Santiago Carrillo. 

Ambos obtuvieron pingües beneficios como contraprestación a la operación de blanqueo de la monarquía. Fue una simbiosis de la élite económica, forjada al amparo de la dictadura, con las direcciones del PSOE y del PCE. 

En octubre de 1977 Santiago Carrillo, secretario general del PCE, era presentado en olor de santidad en el Club Siglo XXI por Fraga Iribarne, uno de los ministros de la dictadura, firmante junto a Franco de la pena de muerte del dirigente comunista Julián Grimau, ejecutado tan solo 14 años antes por un pelotón militar. 

Las condiciones de contorno que rodearon a las decisivas elecciones de junio de 1977, lo fueron en un clima de propaganda oficial antirrepublicana, es decir antidemocrática, en la que los partidos que no acataron la monarquía como forma de Estado no fueron legalizados y, por tanto, no pudieron participar en aquellas decisivas elecciones, quedando trucado todo el proceso electoral, pretendidamente constituyente. 

Cuarenta años después, la regresión de las libertades y los derechos sociales arrancados en la transición es bien conocida por todos. 

El colectivo de militares republicanos Anemoi, que me honro en representar, apoya sin reservas el camino hacia la República preconizado por el Comité por la Alianza de Trabajadores y Pueblos (CATP). 

Dos de nuestros compañeros republicanos, el comandante Juli Busquets y el coronel Luis Otero , ambos fundadores de la UMD, ya fallecidos, merecen toda nuestra consideración y respeto. Pedimos al Ayuntamiento de Madrid el cambio del nombre de la actual calle Víctor de la Serna, conocido escritor filonazi, por el de Comandante Luis Otero . Asimismo pedimos al Ayuntamiento de Barcelona la inclusión en su callejero del Comandante Juli Busquets .
 
Uno de nuestros compañeros republicanos, el cabo Marco Antonio Santos Soto, valeroso defensor de los valores democráticos, ha sido sancionado recientemente por el Jefe del Estado Mayor del Ejército por firmar un manifiesto antifranquista junto a otros compañeros militares. Está siendo perseguido por una justicia militar anacrónica por decir salud y república. Exigimos la anulación de las sanciones y el sobreseimiento de los procedimientos en curso. 

¡Salud y República!
Madrid, 11 de mayo de 2019 

Manuel Ruiz Robles, capitán de navío, coordinador del colectivo Anemoi.
@colectivoanemoi

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