lunes, 21 de marzo de 2016

CANGREJOS. ¿LLOVERÁ EN ISLA MAYOR SOBRE MOJADO?


SUPREMO ESPECIES

El Tribunal Supremo prohíbe la cría del visón americano y la venta de cangrejo rojo

  • La sentencia obliga a que el Catálogo español de Especies Exóticas Invasoras incluya además a la carpa común, la trucha arco iris, el alga comestible wakame, la pataca o tupinambo y el hongo quitridio

El Tribunal Supremo prohíbe la cría del visón americano. EFE 

Publicado por: Redacción EFEverde 18 marzo, 2016 Madrid

EFEverde.- El Tribunal Supremo ha incluido el visón americano y el cangrejo rojo en la lista que prohíbe la cría, posesión y comercialización de especies, en una sentencia que ha aceptado el recurso de Ecologistas en Acción y otras contra el Catálogo español de Especies Exóticas Invasoras.

La Sala III del alto tribunal ha estimado parcialmente el recurso de CODA-Ecologistas en Acción, la Sociedad Española de Ornitología y la Asociación para el Estudio y Mejora de los Salmónidos contra el Real Decreto que regula el Catálogo español de Especies Exóticas Invasoras.

La sentencia obliga a que el catálogo incluya, además de a los citados, a la carpa común, la trucha arco iris, el alga comestible wakame, la pataca o tupinambo y el hongo quitridio.

La inclusión en este catálogo conlleva la prohibición genérica de posesión, transporte, tráfico y comercio de ejemplares vivos o muertos, incluyendo el comercio exterior.

Asimismo, el Supremo establece la inclusión en el catálogo de la población murciana del bóvido conocido como arruí (Ammotragus lervia) que, tal y como relatan los demandantes, fue introducida en la sierra murciana de Espuña en 1970 por su interés cinegético como trofeo debido a su notable cornamenta.

La decisión se basa en informes científicos del CSIC y otros expertos que prueban el carácter invasor y la amenaza grave que suponen sobre las especies autóctonas, el medio ambiente y los hábitats y ecosistemas.

Algunas de estas especies ya estaban incluidas en el listado de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

De las especies por cuya inclusión en el catálogo abogaban los demandantes el Supremo sólo salva al Hucho Hucho, o salmón del Danubio, al no existir una evidencia científica contrastada acerca de la consideración de este pez como especie exótica invasora, contando con datos como sus dificultades de adaptación al medio y su localización geográfica restringida al río Tormes. EFEverde
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ANDALUCÍA, EL DESAFÍO ESPAÑOLISTA Y EL DERECHO A LA INDEPENDENCIA



16.03.2016

Buena parte de la sociedad andaluza, en la que se incluyen grupos de intelectuales y las fuerzas políticas y sindicales mayoritarias, no entiende que otros pueblos del Estado español quieran decidir democráticamente qué tipo de relación desean establecer con el Estado español, incluyendo la independencia. En este punto creemos necesario recordar y volver a defender las propuestas que desde el nacionalismo andaluz se lanzaban a inicios del siglo pasado y pedir a los grupos políticos de nuestra comunidad que patrocinen un nuevo concepto del Estado español, basado en la unidad libre y democráticamente acordada por cada uno de los diferentes pueblos que lo componen. Creemos igualmente que es hora de dejar de usar los agravios comparativos como forma de defender a Andalucía. Los políticos de esas fuerzas mayoritarias no son conscientes de que sus explicaciones nos llevan a reconocer que nuestra comunidad necesita de los fondos procedentes de otras comunidades para superar unas tasas de desigualdad insostenibles que son producto de la carencia de un modelo de desarrollo propio.
 
Desde Andalucía somos conscientes que el derecho a decidir sobre el modelo de Estado de los diferentes pueblos españoles, junto con un nuevo modelo económico propio relacionado con el decrecimiento económico y la defensa de una renta básica universal como instrumento más eficiente para combatir la desigualdad secular, son tres planteamientos políticos difíciles de transmitir a las clases populares y por tanto difíciles de rentabilizar electoralmente. Para cambiar la percepción que estas clases tienen de estas políticas, por ignorancia y/o miedo, hacen falta grupos de individuos que lo pretendan y tengan además un poco de suerte, rigor y voluntad. Este escrito pretende ser una apuesta en esa dirección.
 
Los grupos políticos que niegan el derecho de Cataluña –y eventualmente de otros pueblos integrados actualmente en el Estado español, a la independencia- utilizan como argumento básico la soberanía única de los ciudadanos españoles, recogida en el artículo 1 de la Constitución de 1978. Consideramos que esta norma constitucional no tiene justificación histórica ni puede ser considerada aprobada democráticamente por los ciudadanos españoles, pues no hubo una alternativa real a su aprobación.
 
Comenzaremos estableciendo una perspectiva histórica. La invasión musulmana de la Península ibérica destruyó el reino visigodo cristiano de Toledo, primer Estado unitario peninsular –aunque también incluía los actuales territorios franceses de Languedoc-Rosellón-. Ocho siglos les costó a los cristianos reconquistar la Península, pero en este proceso la unidad política se perdió, surgiendo de él cuatro entidades soberanas: Portugal, Castilla-León, la Corona de Aragón –una Confederación entre el reino de Aragón y el Principado de Cataluña, ampliada más tarde con el reino de Valencia–, y Navarra. Fernando el Católico acabó en 1512 con la independencia de Navarra, anexionándola a Castilla mediante una rápida operación militar. A partir de 1516, tras la muerte de Fernando el Católico, las Coronas de Castilla y de Aragón tendrían el mismo Monarca. Los Austrias intentaron la anexión de Portugal. Casi un siglo, 1580 - 1668, le costó a los portugueses recuperar su independencia, conflicto armado incluido. Los Austrias finalizan su reinado al morir Carlos II sin descendencia. La guerra de Sucesión que se desencadena la gana el aspirante francés, Felipe de Borbón, duque de Anjou, que elimina por Decreto la soberanía de los reinos de Aragón, Cataluña incluida, y Valencia [1].
 
Con la Constitución de 1812 se inicia el proceso de superación de la monarquía absolutista, proceso que continua a lo largo del siglo XIX con diversas Constituciones (1837, 1845, 1869, 1876). Ninguna de ellas fue aprobada expresamente por los ciudadanos españoles, ya que evidentemente nunca fueron sometidas a referéndum y además fueron elaboradas por Parlamentos constituidos en base a leyes electorales muy restrictivas, que en esos tiempos, dejaban fuera de la participación política a la mayoría de la población. Como detalle curioso, cabe señalar que en las Constituciones de 1837, art.48; 1845, art. 46; 1869, art. 74 y 1876, art. 55, se admite la posibilidad de enajenar, ceder o permutar una parte del territorio español.
 
Así llegamos a la Constitución de 1931, que tampoco fue expresamente aprobada por los ciudadanos españoles, ya que tampoco fue sometida a referéndum. En ella se establece una imposición previa e innegociable: la soberanía global de todos los ciudadanos españoles, con la consiguiente negación de la soberanía de los pueblos que componen el Estado español. Las intervenciones de Azaña y de Ortega y Gasset en las Cortes de la República con ocasión del debate sobre el Estatuto de Cataluña, que ya había sido aprobado previamente por los ciudadanos catalanes en referéndum en Agosto de 1931, son ilustrativas a este respecto. [2] [3]
 
Tras la guerra civil de 1936-39 el nuevo Estado aprovecha la concepción de Ortega y Gasset de España como “gran unidad histórica, dotada de una radical comunidad de destino” -del que solo una minoría de catalanes se negaría tercamente a participar[4]-. Así, en Mayo de 1948 se promulga la Ley de Principios del Movimiento Nacional, en la que España queda definida como una unidad de destino en lo universal. En Noviembre de 1976 se aprueba la Ley de la Reforma Política, destinada a ser la herramienta para la reforma del franquismo. Entre Junio de 1975 y Diciembre de 1978, las Cortes surgidas de las elecciones del 15 de Junio de 1975 redactan y aprueban la Constitución de 1978. La unidad de destino en lo universal queda redactada como: “La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles…”. El 6 de Diciembre de 1978 el proyecto constitucional se somete a referéndum. En este referéndum los españoles no tuvieron la oportunidad de pronunciarse sobre la alternativa soberanía única/derecho de autodeterminación, pues tuvieron que elegir entre votar SÍ, en cuyo caso España será la patria común e indivisible de todos los españoles, o votar NO, en cuyo caso seguirían en vigor las leyes franquistas y España sería una unidad de destino en lo universal. 
 
España en estos momentos se vuelve a enfrentar a la elección entre  continuar con una visión mítica de su unidad o hacer que los distintos pueblos que la componen, democráticamente y de forma pacífica, decidan unirse o no a esa España. La situación en Cataluña ha abierto el problema. Una mayoría amplia de catalanes desea un referéndum para decidir qué tipo de relación desean establecer con el Estado español. La cerrazón españolista en no permitir la celebración de este referéndum, máxime cuando ya más del 47% de los catalanes han votado por la independencia, puede acabar convirtiendo a Cataluña, de hecho, en una colonia del Estado español. Ante este desafío españolista proponemos una reforma de la Constitución, para reconocer el derecho de Cataluña, así como, eventualmente, el de cualquier otra Comunidad Autónoma que así también lo deseara, a decidir libremente qué tipo de relación quiere establecer con el Estado español, incluyendo la independencia. Esto significaría sustituir la concepción mítica de la unidad de España, sustentada en no se sabe qué ley natural inmutable, por un concepto de unidad basado en la voluntad, libremente expresada, de aquellas Comunidades Autónomas que así lo decidieran.
 
Andalucía en estos momentos necesita recuperar la memoria histórica, que se concretaría por un lado en las propuestas que llevaron al pueblo andaluz a expresar el deseo de autogobierno el 4 de Diciembre de 1977, y por otro a retomar las ideas expresadas por los nacionalistas andaluces, encabezados por Blas Infante, en el Manifiesto de la nacionalidad andaluza, aprobado en Córdoba en 1919 [5]. Blas Infante y sus compañeros no podían suponer que casi un siglo después sería necesario volver a recordar a los andaluces y a la gran mayoría de sus dirigentes políticos palabras que se contenían en ese Manifiesto:
 
En todas las regiones o nacionalidades peninsulares, se observa un incontrastable movimiento de repulsión hacia el Estado centralista. Ya no le vale resguardar sus miserables intereses con el santo escudo de la solidaridad o unidad, que dicen nacional.
 
Aún las regiones que más aman la solidaridad, como sucede a Andalucía, van dándose cuenta de que los verdaderos separatistas son ellos: los que esparcen recelos con relación a pueblos vivos, como Cataluña o Vasconia, por el delito horrendo de querer regir por sí sus peculiares intereses.…”
 
Estas palabras vienen a recordarnos que es el desafío españolista el que hay que desmontar, admitiendo el derecho a la independencia de Cataluña y de cualquier otra Autonomía que, eventualmente, así también lo decidiera. La concepción españolista, no democrática, de la unidad de España, es la mejor vía para lograr que “España se rompa”. 
 
En Andalucía nos queda un arduo trabajo para desmontar los planteamientos basados en el agravio comparativo, que tan buenos réditos electorales producen a los partidos de la vieja política, y que llevan a la idea de que Andalucía vive de los impuestos de otras comunidades, escondiendo de paso el fracaso de las políticas del PSOE que durante los últimos 35 años han impedido un desarrollo propio. Si desde Andalucía somos capaces de mover a las clases populares a la defensa del derecho a decidir, que debe unirse a un modelo propio de desarrollo que incluya medidas que aquí y ahora disminuyan la desigualdad, los cambios en nuestro país se podrán producir con mayor rapidez. Las clases populares de las distintas regiones y naciones saldrán beneficiadas y ayudaran al cambio del modelo político y económico europeo. 
 
Notas:
[1] Considerando haver perdido los reynos de Aragón y de Valencia y todos sus habitadores por el rebelión que cometieron, .... todos los fueros, privilegios, exenciones y libertades que gozaban, .... pues a la circunstancia de ser comprendidos en los demás, que tan legítimamente poseo en esta monarquía, se añade ahora la del justo derecho de la conquista que de ellos han hecho últimamente mis armas con el motivo de su rebelión … he juzgado por conveniente, ... abolir y derogar enteramente, como desde luego doy por abolidos y derogados todos los referides fueros, privilegios, prácticas y costumbres hasta aquí observadas en los referides reynos, ...... (Decreto de Felipe V de 29 de junio de 1707)
 
[2] Manuel Azaña. Debate sobre el Estatuto de Cataluña, Cortes de la República. Mayo de 1932.
 
[3] José Ortega y Gasset. Debate sobre el Estatuto de Cataluña, Cortes de la República. Mayo de 1932. http://www.ecorepublicano.es/2013/09/discurso-de-jose-ortega-y-gasset-sobre.html
 
[4] El problema catalán es un caso corriente de lo que se llama nacionalismo particularista... un sentimiento... que se apodera de un pueblo o colectividad y le hace desear ardientemente vivir aparte de los demás pueblos o colectividades. … frente a ese sentimiento de una Cataluña que no se siente española, existe el otro sentimiento de todos los demás españoles que sienten a Cataluña como un ingrediente y trozo esencial de España, de esa gran unidad histórica, de esa radical comunidad de destino,… .a la cual tienen puesta todos esos españoles inexorablemente su emoción y su voluntad. José Ortega y Gasset, España invertebrada. Impresionante pronunciamiento nacionalista de Ortega y Gasset, que sin embargo distingue entre un nacionalismo “malo”, el nacionalismo particularista catalán, y un nacionalismo “bueno”, con altura de miras se diría en estos días, el nacionalismo españolista.
 
[5] Manifiesto de la nacionalidad andaluza.
 
Luis Morera Sanz y Diego Llanes Ruiz. Profesores de la Universidad de Córdoba y miembros del Sindicato de Enseñanza de CC.OO.
 
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SOBRE EL ESTADO ISLÁMICO

UNA NUEVA INTERVENCIÓN EN LIBIA FORTALECERÍA AL ESTADO ISLÁMICO
Rebelión
Orient XXI
18.02.2016
Traducido del francés para Rebelión por Caty R.
Sugerida desde hace dos años por los dirigentes franceses, británicos e italianos, por sus Estados Mayores y por los discípulos de la ideología neoconservadora estadounidense de la época de George W. Bush, la perspectiva de una segunda intervención militar en Libia vuelve al orden del día. El objetivo declarado sería la erradicación del Estado Islámico en Libia, cuya capacidad de implantación sin embargo es limitada. Al ignorar el asunto crucial de la reconstrucción de un Estado legítimo e inclusivo, esa operación tendría todas las posibilidades de crear problemas que no sería capaz de resolver.
 
Desfile del Estado Islámico en Sirte
 
Esta vez el objetivo declarado ya no sería «la protección de la población civil», sino la erradicación del Estado Islámico en Libia en el marco de la «guerra contra el terrorismo» relanzada tras los atentados de París del 13 de noviembre de 2015. El escenario ideal de la intervención en el que trabajan los Estados Mayores británico, francés, italiano y estadounidense sería el de una petición de ayuda del Gobierno de concertación nacional, prevista en el acuerdo firmado el 17 de diciembre en Skhirat bajo presión de las potencias occidentales y las Naciones Unidas. En el caso de que la vuelta a Libia del Gobierno de concertación nacional –de momento complicada debido a las fuerzas hostiles- no pudiera hacerse rápidamente, el plan B consistiría en intervenir sin el apoyo de un gobierno local legítimo.
 
Pero más allá de los discursos oficiales, ¿qué sabemos de las especificidades, las ventajas y las debilidades del Estado Islámico (EI) en Libia? Aunque está demostrado que su presencia en Libia es una piedra angular de su estrategia de comunicación y no oculta su objetivo de bloquear la reconstrucción del Estado, la capacidad de implantación y extensión del EI en ese país merece un análisis con respecto a las especificidades libias, que difieren claramente de las de Irak y Siria.
 
Según las evaluaciones de las Naciones Unidas, basadas a su vez en las de « ciertos Estados miembros», los efectivos del EI en Libia se elevarían a unos 3.500 hombres (1). Las autoridades de Trípoli calculan en torno a 1.500 localizados principalmente en la ciudad de Sirte y sus alrededores, la periferia de la ciudad de Derna y algunos barrios de Bengasi.
 
Geografía de los alineamientos locales  
Apenas cuatro meses después de que los combatientes del EI capturasen Mosul en junio de 2014, un grupo yihadista libio local, el Consejo Consultivo de la Juventud Islámica (majliss choura chabab al-islam) de Derna, declaró oficialmente su lealtad al Estado Islámico (3 de octubre). Un mes y medio después el EI tomó posesión de dicha lealtad y declaró la Cirenaica una de sus provincias (wilayat barca) con el mismo rango que sus otras provincial de Irak y Siria. En febrero de 2015 la ciudad de Sirte cayó en manos del Estado Islámico y este la proclamó capital de la provincia de Tripolitania (wilayat tarabulus).
 
La implantación del Estado Islámico en una ciudad o en una región de Libia responde sobre todo a las consideraciones locales específicas que reflejan la diversidad de las problemáticas y de los asuntos locales en función cada ciudad o región. Efectivamente, desde el principio de la insurrección y de la guerra civil de 2011 en Libia la situación se ha caracterizado por una gran fragmentación geográfica con predominio de los asuntos locales sobre las lógicas nacionales y los posicionamientos ideológicos. Los alineamientos a favor de uno u otro bando responde, por lo tanto, a una o varias lógicas específicas de cada situación local, en favor de un bando u otro responden pues a una o varias lógicas específicas de cada situación local: alianza con el partido más fuerte capaz de dar protección a un grupo minoritario o arbitraje entre los grupos rivales en ausencia de una autoridad local suficientemente poderosa o en un contexto de tejido social degradado, solidaridad con un miembro de una familia o de un clan, carisma de un jefe miliciano o de un predicador, lógica de depredación.
Derna, el primer enclave histórico del Estado Islámico en Libia, presentado hasta hace un año como un feudo inexpugnable, fue conquistada por las milicias locales sin ni siquiera el apoyo del embrión de ejército nacional libio del general Khalifa Haftar , constituido mayoritariamente de tribus tradicionalmente rivales a las de Derna.
 
En Bengasi los combatientes del Estado Islámico combaten en dos frentes -de siete- contra las unidades del general Haftar y las milicias locales que le apoyan. Aunque existen alianzas circunstanciales con las grandes milicias revolucionarias de obediencia islamista ligadas al consejo consultivo de los revolucionarios de Bengasi para hacer frente a las tropas de Haftar, sin embargo con regularidad surgen tensiones entre ambas facciones.
 
Sirte, a menudo denominada por los medios occidentales la «Rakka libia» (en referencia a la capital siria del Estado Islámico) es la única ciudad donde han conseguido implantarse las milicias del EI. La historia y la sociología de la ciudad proporcionan algunos elementos de explicación. Antiguo feudo de la tribu de Gadafi, Sirte albergó los últimos bastiones de resistencia del régimen del Coronel en 2011 y fue allí donde el antiguo Guía de la revolución vivió sus últimos días. A menudo presentada por sus habitantes como la «Dresde libia», en referencia a las consecutivas destrucciones por los bombardeos que sufrió en 2011, hasta ahora Sirte está excluida de la nueva Libia. Sus tribus están condenadas al ostracismo y su tejido social destrozado por los desplazamientos de la población y las destrucciones. Por otra parte tampoco ha surgido ninguna milicia local con cualquier legitimidad revolucionaria tras la caída del régimen. El orden y la seguridad dependen de milicias originarias de Misrata , percibidas como fuerzas de ocupación y que se comportan como tales con las poblaciones locales. Por otra parte es una milicia de Misrata, la katiba Al-Farouq desplegada en Sirte, la que constituiría la osamenta de la presencia militar de esta última. Está compuesta de jóvenes yihadistas afiliados anteriormente al grupo Ansar Al-charia antes de declarar su lealtad, a finales de 2014, al Estado Islámico.
 
Reinando por medio del terror, la intimidación y la retribución sobre una población local debilitada que busca orden y seguridad, esos grupos a los que se adhieren reclutados extranjeros (en particular la presencia de somalíes, tunecinos, argelinos, mauritanos, malienses y egipcios está comprobada) se benefician también de alineamientos individuales locales y de las divisiones entre facciones locales para imponerse. Por otra parte, gracias a la situación geográfica de la ciudad –en el corazón de una región desértica situada en la intersección de las respectivas zonas de influencia de los dos Parlamentos, Tobrouk y Tripoli— el Estado islámico se ha beneficiado ampliamente del conflicto entre las dos entidades rivales, todas ellas en lucha por la hegemonía nacional que hasta ahora dan prioridad a su antagonismo en detrimento de una actuación conjunta contra el Estado Islámico. La propia ciudad de Misrata está dividida entre partidarios de la lucha contra el EI y partidarios de la defensa de la capital, Trípoli.
 
Atizar las divisiones  
El ejemplo de la ciudad de Derna, donde los grupos armados locales rivales han conseguido frenar al EI, muestra sin embargo que los éxitos de este no son irreversibles cuando existe una alternativa local o regional. Por el contrario el ejemplo de Sirte ilustra el hecho de que el EI logra implantarse cuando ninguna fuerza local es capaz de resistir.
 
Consciente de su incapacidad actual de conquistar militarmente una amplia base territorial como lo ha hecho en Irak y en Siria, el Estado Islámico en Libia parece haber adoptado una estrategia dirigida a atizar las divisiones entre sus enemigos para impedir a cualquier precio el establecimiento de un gobierno de unidad nacional. Esta estrategia se traduce especialmente en acciones terroristas contra objetivos simbólicos de los dos bandos. El EI quiere también atacar los lugares petroleros controlados por los guardias de los federalistas de Ibrahim Jadhran, más bien con el objetivo de inutilizarlos para agotar los recursos nacionales que para apoderarse de ellos. Al no haber podido expansionarse significativamente hacia el este y hacia el oeste desde el verano de 2015, el EI parece que pretende desarrollar su actuación a partir de Sirte hacia el Sahel ampliando su política de reclutamiento de elementos tuaregs , como lo testimonian sus mensajes de reclutamiento difundidos en la lengua tamashek (2).
 
Condena unánime de los atentados suicidas  
El atentado con camión bomba del 8 de enero de 2016 contra una escuela de policía en la ciudad de Zliten, que causó al menos 65 muertos entre los jóvenes reclutas, y los ataques suicidas contra los lugares petroleros de Ras Lanouf podrían sin embargo anunciar una inflexión de la situación desfavorable para el EI. Los ataques de Ras Lanouf han tenido como consecuencia inmediata el comienzo de una cooperación táctica entre las milicias de afiliadas a la coalición «Aube de la Libye» y los guardias de las instalaciones petroleras de Ibrahim Jadhran que se enfrentan desde finales de 2014 alrededor del terminal petrolero de Al-Sidra. Esta cooperación se traduce especialmente por el establecimiento de una sala de operaciones común, por la evacuación sanitaria de los guardias de instalaciones petroleras heridos en los ataques hacia los hospitales de Misrata y por el compromiso de los aviones de Misrata de ayudar a las tropas de Jadhran contra el Estado Islámico.
 
El horror del atentado suicida de Zliten ha suscitado una reacción de rechazo unánime en el conjunto de Libia. Las imágenes de los atacantes suicidas (3) publicadas por el Estado Islámico que muestran los rostros de jóvenes aparentemente originarios del Sahel o del Cuerno de África, ampliamente difundidas en las redes sociales libias, también han impactado fuertemente a mucho público. La foto de uno de los mártires, un adolescente de 15 años llamado Abd El-Mounaam Dweïla que había huido unas semanas antes de la casa de sus padres de Trípoli para unirse al EI en Sirte, también provocó una gran conmoción en muchas familias. La historia de su radicalización, ampliamente mediatizada (4), confirma el surgimiento de un fenómeno de ruptura intergeneracional nuevo en Libia. Hijo de una familia piadosa que le inscribió en una escuela coránica afiliada a una cofradía sufí, el joven se radicalizó progresivamente al contacto con un predicador de barrio que le desvió de la vía sufí hacia el yihadismo.
 
La tragedia de Zilten unos días después del ataque suicida del yihadista habría logrado, por primera vez desde la caída del régimen de Gadafi, unir a todas las facciones rivales de Libia en una condena del atentado unánime y sin ambigüedad. Por otra parte, la trayectoria del joven yihadista Dweïli alertó a muchos padres sobre los riesgos de radicalización de sus hijos.
 
¿Una marioneta de los occidentales? 
Que conduzca o no a la exigencia de un futuro gobierno de concertación nacional, una nueva intervención militar en Libia, que relegaría al olvido la cuestión de la soberanía, tiene todas las posibilidades de crear problemas que no sería capaz de resolver. Aunque algunas voces en Libia llaman a una nueva intervención extranjera la inmensa mayoría de los libios es hostil a una operación foránea en su tierra –tanto de los países occidentales como de los árabes-. Al alejar la perspectiva de la victoria de una alianza nacional exclusivamente libia contra el Estado Islámico, una intervención extranjera contribuiría además a deslegitimar al gobierno de concertación nacional que entonces aparecería claramente como una marioneta de los occidentales. Por otra parte dicha intervención alimentaría el resentimiento de muchos libios que aunque no tienen mala disposición con respecto a los occidentales tampoco son insensibles a los argumentos de los actores políticos más radicales quienes, tanto en el este como en el oeste del país, mantienen teorías de la conspiración, la más extendida la de que el EI sería una nueva criatura de Occidente para intervenir en los países árabes.
 
En consecuencia una nueva intervención militar internacional en Libia no contribuiría –sino todo lo contrario- al tratamiento de las raíces políticas y sociales de la presencia del Estado Islámico en ese país donde lo principal e imprescindible es la reconstrucción de un Estado libio legítimo e inclusivo del máximo de actores políticos y militares locales libios.
 
Notas:
(1) Informe del grupo de análisis y control de las sanciones de las Naciones Unidas transmitido el 18 de noviembre de 2015 al presidente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
(2) Vídeo de combatientes tuaregs llamando en lengua tamacheq a unirse a las filas del Estado Islámico.
 
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