viernes, 8 de marzo de 2024

¡No a la guerra imperialista!

 



Ilustración: Fernando Francisco Serrano

 

¡No a la guerra imperialista!


Concha González  

HOJAS PARA EL DEBATE

 8 de marzo de 2024  

Una amplísima movilización social y política, completamente transversal que una a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, con total independencia de sus creencias y opciones políticas, podría detener el tenebroso curso actual de los acontecimientos hacia la guerra generalizada.

Emmanuel Macron, un “enarca” francés que entró en la famosa y elitista Escuela Nacional de Administración a la quinta tentativa (de donde le puede venir sarcásticamente lo de “enarca” y un creérselo como si fuera Napoleón le Petit, a juicio de los que le critican sus avatares personales y políticos) se ha lanzado a representar teatralmente la ocurrencia de meternos en una guerra mundial.

A tal fin, “aunque no hay consenso”, dice, ha reunido en su palacio a una veintena de países aliados en una conferencia de apoyo a Ucrania ante el “endurecimiento de Rusia”, recordando que hace dos años se hablaba de “mandar cascos y ropa militar” y hoy son “misiles y tanques”. Se hará “todo lo necesario para que Rusia no gane la guerra” añadió.

Según el rotativo El Confidencial, Macron indicó en esta conferencia que «hoy no existe un consenso para enviar de forma oficial, asumida y decidida fuerzas terrestres (a Ucrania), pero nada debe excluirse. Haremos todo lo necesario para que Rusia no pueda ganar esta guerra».

Francia nunca había mencionado esta opción y es la primera vez que el eventual envío de tropas de países europeos a Ucrania se debate tan abiertamente, indica el Diario.es.

CNN resalta que Macron señaló en este cónclave que las democracias occidentales han aumentado gradualmente su apoyo a niveles impensables cuando comenzó la guerra. Destacó el ejemplo de Alemania, que ofreció cascos y sacos de dormir a Kiev al comienzo del conflicto y ahora dice que es necesario hacer más para suministrar al país misiles y tanques. «Las personas que hoy dijeron ‘nunca jamás’ fueron las mismas que dijeron nunca jamás aviones, nunca jamás misiles de largo alcance, nunca jamás camiones. Todo eso lo dijeron hace dos años», afirmó el presidente francés. «Tenemos que ser humildes y darnos cuenta de que siempre hemos llegado con un retraso de seis a ocho meses».

El mensaje de Macron se acompañó con las declaraciones del ministro francés de Exteriores, Stéphane Sejourné, que quiso matizar las declaraciones de aquél: «No sería enviar soldados para entrar en combate», sino tropas para labores en la retaguardia como «desminado, ciberdefensa o producción de armamento» y sin «superar el umbral de beligerancia.» Con sus aclaraciones, Sejourné confirmaba así la existencia de esos planes de despliegue de personal militar europeo en Ucrania. Una alternativa que no excluye, como indicó el primer ministro eslovaco, Robert Fico, que varios miembros de la OTAN y de la Unión Europea estén considerando la posibilidad de enviar soldados a Ucrania de forma bilateral, lo que implica que varios Estados miembros de la OTAN y de la UE estén sopesando esa posibilidad.

Junto a estas declaraciones centradas en el rearme militar de la UE, el propósito de enviar tropas a Ucrania y la entrega de misiles de medio y largo alcance para golpear dentro de las fronteras de la Federación de Rusia, otros dirigentes de la UE se desmarcaron en principio.

Olaf Scholz ha descartado por ahora el suministro de los misiles Taurus de largo recorrido, así como el envío de tropas a Ucrania, lo que no ha sido óbice para que participase en un operativo militar para destruir el puente de Crimea, que ha sido revelado mediante una transcripción íntegra de las conversaciones entre militares alemanes de la Bundeswehr sobre la planificación de un ataque a esta importante vía de comunicación entre Rusia y la península de Crimea.También se han opuesto a la entrada de tropas de países europeos de la OTAN en Ucrania, según la propuesta de Macron, Robert Fico, primer ministro eslovaco, quien dijo que esta posibilidad le provocaba “escalofríos”, mientras que Petr Fiala, primer ministro checo, rechazó igualmente aquella opción. Unas manifestaciones que han sido compartidas, de entrada, por el secretario general de la alianza militar, Jens Stoltenberg.

Por su parte, la portavoz del Gobierno español, Pilar Alegría, en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, manifestó que el gobierno no estaba de acuerdo con la proposición de Macron, señalando, no obstante, que lo urgente era acelerar la entrega de material militar al régimen de Zelenki.

Un día después de las declaraciones de Macron, criticado por la oposición porque no excluía la posibilidad de enviar tropas a Ucrania, el Eliseo anunció el martes siguiente que el Gobierno lo haría, en virtud del artículo 50-1 de la Constitución, mediante una declaración ante el Parlamento «relativo al acuerdo bilateral de seguridad celebrado con Ucrania», seguido de un debate y una votación. Este acuerdo de seguridad, firmado el 16 de febrero, “establece nuestro apoyo a largo plazo a Ucrania para frustrar la guerra de agresión de Rusia”, argumentó el Eliseo.

Sin embargo, todos estos dimes y diretes de los dirigentes de la UE no son más que una pantomima que forma parte de una estrategia común gradualista de empezar por colocar el debate público en la ciudadanía europea sobre la necesidad de declarar la guerra a Rusia de manera directa con tropas de los ejércitos europeos de la OTAN, la intensificación del actual proceso de rearme militar europeo y la remisión a Ucrania de sofisticados misiles de largo alcance para dirigirlos al interior de la Federación Rusa.

Europa se prepara ya para un escenario de guerra”, “Europa se pone en pie de guerra” nos indica el rotativo El País  del pasado domingo 3 de marzo. La Vanguardia en su cabecera del día siguiente dice: “Tambores de guerra” y el diario Público en su portada señala: “Rusia declarará la guerra a la OTAN si se envían tropas europeas a Ucrania”, dejando todos estas proclamas de forma clara la existencia de una estrategia, de un guión preparado de antemano, dirigido a debilitar a Rusia declarándole la guerra, y de ser posible destruir la unidad de su estado, ignorando de manera irresponsable su enorme capacidad nuclear de respuesta, que convertiría el actual tumor ucraniano en un proceso imparable de metástasis por toda Europa, extensible a todo el mundo, que dejaría no ya decenas de millones de pérdidas de vidas humanas, sino de centenares de ellas.

El seis de agosto de 1945 fue arrasada la ciudad japonesa de Hiroshima por el ejército de los EE.UU. Fueron asesinados al mismo tiempo entre 90.000 y 166.000 japoneses.

La cuestión es que Washington ha venido afirmando desde hace ya años que Rusia debía occidentalizarse. En este sentido, la subsecretaria de Estado de EE.UU., Victoria Nuland, una de los artífices del golpe de estado en Ucrania en 2014, afirmó en fecha reciente: «Esa no es la Rusia que, francamente, queríamos. Queríamos un socio que se iba a occidentalizar, que iba a ser europeo. Pero eso no es lo que Putin ha hecho». La pregunta es, ¿qué entiende Nuland por “occidentalizarse”? ¿Volverse sumisos hacia la Casa Blanca hasta el punto de dejarse destruir su propia infraestructura crítica, como hizo Alemania? ¿Subyugarse tanto que acepten sacrificar su propia economía, como hizo la Unión Europea? ¿Ejecutar políticas rusófobas, como los gobiernos bálticos? 

En realidad, todo esto nos parece la presentación del decorado de una gran farsa destinada a “normalizar” la perspectiva de la guerra desde el belicismo como doctrina y la carrera de armamentos como industria para la guerra imperialista,  un catálogo de guerras desde diferentes perspectivas y modalidades:  la ideológica, la económica, la psicológica y (por supuesto) la militar.

Por eso los medios de difusión de la desinformación han cumplido sobradamente con la obligación de crear toda la confusión posible sobre el tema y nos ofrecen la ocasión de repasar el listado de las palabras claves que van intoxicando la necesaria comprensión de lo que pasa y de lo por-venir. Permitámonos la atenta lectura de un listado de titulares de prensa y de ideas fuerza para entrar razonadamente en materia.

El tema es: envío de tropas de la UE a Ucrania. Las noticias redactadas por los periódicos, antes reseñadas, son muy jugosas de forma y fondo.

Lo primero que te meten entre cejas es que Europa está aliada frente a Rusia, que seguiremos apoyando a Kiev y lo justificamos porque “Rusia está endureciendo sus posiciones” y hay temor de que Moscú “pueda atacar en un futuro próximo a otros países”. Fíjense cómo son los rusos de malos y nosotros de precavidos que ya “hemos sufrido ciberataques y, en paralelo, el consenso colectivo de los países presentes en esta conferencia es que, de aquí a unos años, hay que preparase por si Rusia ataca a dichos países”.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, va de cínico: «Gracias al apoyo de Europa hemos salvado millones de vidas, sabíamos que Putin puede ampliar su agresión a otros países».

Otra de las ideas (ahora empezamos con el rearme militar y la financiación de la guerra imperialista) lanzadas durante la reunión es la emisión común de deuda para sufragar la ayuda militar a Ucrania, así como crear una coalición para enviar armas de largo alcance.

La Unión Europea emprendió hace años el camino de la militarización. La guerra de Ucrania ha acentuado esta tendencia, a la que ha sumado un proceso creciente de rearme y aumento del gasto militar en los países miembros de la Unión. Presupuestos de guerra en lugar de presupuestos sociales. Uno de los pilares de esta senda de militarización es el programa de financiación de proyectos de investigación y desarrollo militares que lleva por nombre Fondo Europeo de Defensa (FED).

La primera convocatoria de subvenciones del FED se abrió en 2021 y los resultados se publicaron en enero de 2023. Se destinaron a esa primera convocatoria 1.166 millones de euros. La segunda convocatoria del FED se abrió de junio a noviembre de 2022 y los resultados se publicaron en junio de 2023. Contará con un presupuesto de 832 millones. El FED está destinado a proyectos de aviones de combate, tanques y navíos de última generación, así como alerta temprana de base espacial para combate naval, terrestre y aéreo. También promoverá tecnologías disruptivas.

Las universidades y centros de investigación españoles participan en estos proyectos militares, como las Universidades de Murcia, de Alcalá y la Politécnica de Madrid. Se han incorporado la Universidad de Oviedo, la Universidad Pública de Navarra y la Universitat Politècnica de València.

“Incrementemos no solo el gasto en armas, sino también la producción de armamento”, afirmó el primer ministro en funciones de Países Bajos, Mark Rutte, y favorito a suceder al noruego Jens Stoltenberg como secretario general de la OTAN.

De proyecto de paz a potencia militar: la UE ya destina desde 2017 miles de millones a su rearme, indica el diario Infolibre.

Desde 2017, añade este rotativo, la UE ha lanzado hasta cinco programas o estructuras para financiar proyectos de defensa.

El primer programa de la UE se llamó Acción Preparatoria para la Investigación en materia de Defensa (PADR, por sus siglas en inglés), con un presupuesto de 90 millones de euros a repartir en tres años (2017-2019).  El segundo programa era más ambicioso, 480 millones en dos años (2019-2020), “para fomentar la cooperación entre empresas y Estados miembros en el desarrollo de productos o tecnologías de defensa”, con el nombre de Programa Europeo de Desarrollo Industrial en materia de Defensa (EDIDP). Finalmente, la UE puso en marcha el Fondo Europeo de Defensa (EDF), una “iniciativa para apoyar proyectos colaborativos de investigación y desarrollo en el ámbito de la defensa y para fomentar una base industrial de defensa innovadora y competitiva”. Su presupuesto para el periodo 2021-2027 asciende a 7.900 millones de euros.

Las otras dos fuentes de ingresos procedentes de la UE para la industria militar son la Cooperación Estructurada Permanente (PESCO) y el Fondo Europeo de Apoyo a la “Paz”(EPF) con un presupuesto de 5.700 millones de euros para el periodo 2021-2027.

La UE gastó 2.800 millones de euros en “defensa y seguridad”, mientras que en el periodo de 2021 a 2027 alcanzará los 19.500 millones. Siete veces más.

En esta escalada al rearme militar, la eurodiputada alemana de Los Verdes Hannah Neumann, indica: «Para que la UE siga siendo un proyecto de paz, es importante que se convierta en un actor global en la gestión de crisis y conflictos. Desgraciadamente, tenemos que convertirnos en una potencia militar para defender la paz».

Los países europeos gastan ahora 380.000 millones de dólares en defensa, en lugar de los 230.000 millones en 2014, el año de la reintegración de Crimea a Rusia, teniendo en cuenta que en los últimos nueve años, desde 2014, los Estados europeos, además de Canadá, han aumentado sus presupuestos militares en nada menos que 600.000 millones de euros, y que en 2024 la mayoría de los países de la OTAN destinarán al menos el 2% a defensa, con Polonia ya casi en el 4% y la Alemania del canciller Scholz destinando ya 100.000 millones de euros a defensa.

El diario Público se hace eco el pasado 6 de marzo de la decisión de la Comisión Europea (CE) de aportar 1.500 millones de euros para impulsar la industria militar, aumentar la producción mediante ventajas fiscales o compras conjuntas como la posibilidad de exenciones del IVA y un proyecto piloto de un mecanismo europeo de ventas militares.

La UE ha entregado 28.000 millones de euros en ayuda desde el inicio de la guerra de Ucrania. En el caso concreto de Francia, prevé dar a Ucrania 3.000 millones de euros este año en ayudas, que se suman a los 2.000 millones del año pasado y los 1.700 del precedente.

París también insiste en la necesidad de que haya una producción de armamento propia en Europa, no sólo por la situación actual en el terreno en Ucrania, sino por la “defensa de la soberanía” europea, para que “no dependa” de EEUU. El 60% de las aportaciones desembolsadas en el fondo europeo de la “paz” fueron para comprar equipamiento estadounidense.

En este contexto de escalada, y cuando Kiev sufre militarmente, París quiere que no cunda el desánimo y traslada el mensaje a Moscú de que la alianza europea se refuerza, “no flaquea”: “No estamos cansados y estamos determinados a parar la agresión de Rusia; Putin no logrará una victoria en Ucrania”, señalan desde el Elíseo.

Nuestro experto en armamento moral no habla de mandar tropas: “La unidad sigue siendo nuestra mejor arma frene a Putin”, ha señalado Pedro Sánchez.

Es decir, que las armas puedan llegar al terreno y puedan usarse. “No es solo cuestión de dinero, sino de eficacia”, insisten. Varios países, como Francia, Alemania e Italia, han firmado acuerdos bilaterales con Kiev en las últimas semanas.

En resumen, aparentemente hoy no existe un consenso para enviar de forma oficial, asumida y decidida fuerzas terrestres (a Ucrania) pero nada debe excluirse. Macron ha convertido esta hipótesis, solo con nombrarla, en un escenario verosímil. Haremos todo lo necesario para que Rusia no pueda ganar esta guerra.

El 9 de agosto de 1.945 fue lanzada otra bomba nuclear por el ejército de EEUU en Nagasaki con el resultado de entre 39.000 a 80.000 japoneses asesinados. En la actualidad, las bombas nucleares tienen una potencia superior en 3.000 veces a las que fueron lanzadas contra las dos ciudades japonesas.

Occidente está garantizando su seguridad colectiva, “la de hoy y la de mañana”. Para ello, anunció el acuerdo para establecer una coalición de países para discutir el suministro de misiles y bombas de largo alcance a Ucrania. Alguien se acordó del latinajo “si vis pacem para bellum”.

Por cierto, los fabricantes de armas en la UE no han conseguido aumentar la producción lo suficientemente rápido como para afrontar la escasez de municiones. En uno de los momentos más complicados de la guerra de Ucrania, Macron cambió de opinión después de meses y abrió la puerta a realizar compras de emergencia de artillería a países que no formen parte de la UE.

La medida refleja la determinación de los países europeos de aumentar las ayudas para Kiev, sobre todo en un momento en el que crecen los temores a un conflicto mayor entre Rusia, la UE y la OTAN. Por cierto, los rusos aconsejan que los países de la Alianza deberían valorar si la escalada con Rusia “corresponde a sus intereses y los intereses de sus pueblos”. En Alemania han recibido el recado: “Me sorprende que algunas personas ni siquiera se percaten de ello, que ni siquiera piensen si lo que estamos haciendo podría llevarnos a participar en la guerra”, dijo Scholz.

“La derrota de Rusia es indispensable para la seguridad y la estabilidad de Europa”, dijo Macron, e indicó que, frente al incremento de la agresividad rusa, tanto en suelo ucraniano como contra el resto de los aliados europeos, “no se puede esperar” a dar una respuesta y asumió una “ambigüedad medida” sobre el envío de tropas.

Con 60.000 millones en fondos estadounidenses para Ucrania retenidos por los republicanos en el Congreso, la carga se ha trasladado a Europa para ayudar a armar a Ucrania en su intento de doblegar al ejército de la Federación Rusa.

Debe, además, incluirse a Suecia.

 Por su parte, la OTAN se ha unido para dar la bienvenida a Suecia en un proceso de rearme militar en Europa frente a Rusia. Desde un punto de vista estratégico la OTAN completa así su despliegue en la región báltica. Y Rusia declarará la guerra a la OTAN si se envían tropas europeas a Ucrania.

Gracias a su superior capacidad armamentística y a su mayor contingente militar, Rusia se ha ido imponiendo en el campo de batalla. Ha frustrado la contraofensiva lanzada por el Ejército ucraniano en junio pasado, ha hecho impenetrable la línea del frente con más de mil kilómetros de minas, búnkeres y posiciones de artillería, y ha tomado emblemáticos bastiones como Bakhmut o, hace pocos días, Avdivka.

El Ejército ruso continúa su lento, pero inexorable, avance. Solo en lo que va de 2024 ha ocupado más de 300 kilómetros cuadrados de territorio ucraniano, según apuntó este martes el ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú.

Macron y otros líderes europeos han reiterado hasta la saciedad en París que Rusia no puede ganar la guerra de Ucrania. Pero es lo que está ocurriendo y Europa poco puede hacer al respecto, salvo dejar de enviar armamento a países en guerra, propiciar un alto el fuego y la apertura de negociaciones para lograr una paz razonable  y justa antes de que las cosas vayan a peor, como ya empiezan a reclamar algunos países europeos. Ni los tanques de última generación ni los sistemas antimisiles ni los cohetes de largo alcance enviados por Occidente han servido para recobrar una parte significativa del casi 20% de Ucrania ocupada por Rusia.

La situación bélica en Ucrania ciertamente es muy complicada y la retórica no sirve para cargar los cañones ni los sistemas de misiles justo cuando la carencia de munición es más acuciante para el Ejército ucraniano

Ni siquiera la aprobación por la UE de un presupuesto para cuatro años de 50.000 millones de euros destinados a Ucrania sirve de mucho a corto plazo. El mayor proveedor de armas del Ejército ucraniano, Estados Unidos, tiene congelado en el Congreso un plan especial de entrega de 60.000 millones de dólares para Ucrania, con el opositor Partido Republicano abogando de forma abierta por el relegamiento de ese conflicto a un segundo plano.

No todo el mundo en Europa está dispuesto a tirarse sin frenos por la cuesta de la confrontación con Rusia y a entrar en “una escalada de tensión” sin “un plan de paz coherente” para una guerra ya “sin sentido”.

El problema es la naturaleza belicista del imperialismo que no está dispuesto a perder su hegemonía frente a un venidero mundo multipolar que agrupa a la mayoría de la población del planeta asentada en un vasto territorio, y que cuenta con todos los recursos y materias primas y una tecnología propia para su específico desarrollo, lo que convertiría al dólar en una moneda marginal y harían inútiles el régimen de sanciones contra los países que luchan hoy por su emancipación social, económica y política que imponen hoy el Pentágono y le siguen los dirigentes de la UE. El imperialismo necesita la guerra y los gobiernos europeos se muestran incapaces de sostener una estrategia de neutralidad activa en favor de la paz. ¿Vamos a esperar a que nuestros hijos (y nuestras hijas) reciban las correspondientes citaciones del ejército para incorporarse a filas? Nos quieren llevar a un escenario apocalíptico. Una amplísima movilización social y política, completamente transversal que una a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, con total independencia de sus creencias y opciones políticas, podría detener el tenebroso curso actual de los acontecimientos hacia la guerra generalizada.

Autor

 *++

El Día de la Mujer Trabajadora

 

Escrito en 1913, este texto de una de las grandes referencias del feminismo establece una delimitación en su seno que permanece hasta hoy, aunque ahora se añaden mil matices y consideraciones de carácter incluso poshumanista que desgarran el movimiento.


El Día de la Mujer Trabajadora

 

 

Aleksandra Kollontái

El Viejo Topo

8 marzo, 2024 



¿Qué es el día de la mujer? ¿Es realmente necesario? ¿No es una concesión a las mujeres de clase burguesa, a las feministas y sufraguistas? ¿No es dañino para la unidad del movimiento obrero? Esas cuestiones todavía se oyen en Rusia, aunque ya no en el extranjero. La vida misma le ha dado una respuesta clara y elocuente a estas preguntas.

El día de la mujer es un eslabón en la larga y sólida cadena de la mujer en el movimiento obrero. El ejército organizado de mujeres trabajadoras crece cada día. Hace veinte años las organizaciones obreras sólo tenían grupos dispersos de mujeres en las bases de los partidos obreros… Ahora los sindicatos ingleses tienen más de 292.000 mujeres sindicadas; en Alemania son alrededor de 200.000 sindicadas y 150.000 en el partido obrero, en Austria hay 47.000 en los sindicatos y 20.000 en el partido. En todas partes, en Italia, Hungría, Dinamarca, Suecia, Noruega y Suiza, las mujeres de la clase obrera se están organizando a sí mismas. El ejército de mujeres socialistas tiene casi un millón de miembros. ¡Una fuerza poderosa! Una fuerza con la que los poderes del mundo deben contar cuando se pone sobre la mesa el tema del coste de la vida, el seguro de maternidad, el trabajo infantil o la legislación para proteger a las trabajadoras.

Hubo un tiempo en el que los hombres trabajadores pensaron que deberían cargar ellos solos sobre sus hombros el peso de la lucha contra el capital, pensaron que ellos solos debían enfrentarse al «viejo mundo» sin el apoyo de sus compañeras. Sin embargo, como las mujeres de clase trabajadora entraron en las filas de aquellos que vendían su trabajo a cambio de un salario, forzadas a entrar en el mercado laboral por necesidad, porque su marido o padre estaba en el paro, los trabajadores empezaron a darse cuenta de que dejar atrás a las mujeres entre las filas de «no-conscientes» era dañar su causa y evitar que avanzara. ¿Qué nivel de conciencia posee una mujer que se sienta en el fogón, que no tiene derechos en la sociedad, en el estado o en la familia? ¡Ella no tiene ideas propias! Todo se hace según ordena su padre o marido…

El retraso y falta de derechos sufridos por las mujeres, su dependencia e indiferencia no son beneficiosos para la clase trabajadora, y de hecho son un daño directo hacia la lucha obrera. ¿Pero cómo entrará la mujer en esa lucha, como se la despertará?

La socialdemocracia extranjera no encontró la solución correcta inmediatamente. Las organizaciones obreras estaban abiertas a las mujeres, pero sólo unas pocas entraban. ¿Por qué? Porque la clase trabajadora al principio no se percató de que la mujer trabajadora es el miembro más degradado, tanto legal como socialmente, de la clase obrera, de que ella ha sido golpeada, intimidada, acosada a lo largo de los siglos, y de que para estimular su mente y su corazón se necesita una aproximación especial, palabras que ella, como mujer, entienda. Los trabajadores no se dieron cuenta inmediatamente de que en este mundo de falta de derechos y de explotación, la mujer está oprimida no sólo como trabajadora, si no también como madre, mujer. Sin embargo, cuando los miembros del partido socialista obrero entendieron esto, hicieron suya la lucha por la defensa de las trabajadoras como asalariadas, como madres, como mujeres.

Los socialistas en cada país comienzan a demandar una protección especial para el trabajo de las mujeres, seguros para las madres y sus hijos, derechos políticos para las mujeres y la defensa de sus intereses.

Cuanto más claramente el partido obrero percibía esta dicotomía mujer/trabajadora, más ansiosamente las mujeres se unían al partido, más apreciaban el rol del partido como su verdadero defensor y más decididamente sentían que la clase trabajadora también luchaba por sus necesidades. Las mujeres trabajadoras, organizadas y conscientes, han hecho muchísimo para elucidar este objetivo. Ahora el peso del trabajo para atraer a las trabajadoras al movimiento socialista reside en las mismas trabajadoras. Los partidos en cada país tienen sus comités de mujeres, con sus secretariados y burós para la mujer. Estos comités de mujeres trabajan en la todavía gran población de mujeres no conscientes, levantando la conciencia de las trabajadoras a su alrededor. También examinan las demandas y cuestiones que afectan más directamente a la mujer: protección y provisión para las madres embarazadas o con hijos, legislación del trabajo femenino, campaña contra la prostitución y el trabajo infantil, la demanda de derechos políticos para las mujeres, la campaña contra la subida del coste de la vida…

Así, como miembros del partido, las mujeres trabajadoras luchan por la causa común de la clase, mientras al mismo tiempo delinean y ponen en cuestión aquellas necesidades y sus demandas que les afectan más directamente como mujeres, amas de casa y madres. El partido apoya esas demandas y lucha por ellas… Estas necesidades de las mujeres trabajadoras son parte de la causa de los trabajadores como clase.

En el día de la mujer las mujeres organizadas se manifiestan contra su falta de derechos. Pero algunos dicen ¿por qué está separación de las luchas de las mujeres? ¿Por qué hay un día de la Mujer, panfletos especiales para trabajadoras, conferencias y mítines? ¿No es, en fin, una concesión a las feministas y sufraguistas burguesas? Sólo aquellos que no comprendan la diferencia radical entre el movimiento de mujeres socialistas y las sufraguistas burguesas pueden pensar de esa manera.

¿Cuál es el objetivo de las feministas burguesas? Conseguir las mismas ventajas, el mismo poder, los mismos derechos en la sociedad capitalista que poseen ahora sus maridos, padres y hermanos. ¿Cuál es el objetivo de las obreras socialistas? Abolir todo tipo de privilegios que deriven del nacimiento o de la riqueza. A la mujer obrera le es indiferente si su patrón es hombre o mujer.

Las feministas burguesas demandan la igualdad de derechos siempre y en cualquier lugar. Las mujeres trabajadoras responden: demandamos derechos para todos los ciudadanos, hombres y mujeres, pero nosotras no sólo somos mujeres y trabajadoras, también somos madres. Y como madres, como mujeres que tendremos hijos en el futuro, demandamos un cuidado especial del gobierno, protección especial del estado y de la sociedad.

Las feministas burguesas están luchando para conseguir derechos políticos: también aquí nuestros caminos se separan: para las mujeres burguesas, los derechos políticos son simplemente un medio para conseguir sus objetivos más cómodamente y más seguramente en este mundo basado en la explotación de los trabajadores. Para las mujeres obreras, los derechos políticos son un paso en el camino empedrado y difícil que lleva al deseado reino del trabajo.

Los caminos seguidos por las mujeres trabajadoras y las sufraguistas burguesas se han separado hace tiempo. Hay una gran diferencia entre sus objetivos. Hay también una gran contradicción entre los intereses de una mujer obrera y las damas propietarias, entre la sirvienta y su señora… Así pues, los trabajadores no deberían temer que haya un día separado y señalado como el Día de la Mujer, ni que haya conferencias especiales y panfletos o prensa especial para las mujeres.

Cada distinción especial hacia las mujeres en el trabajo de una organización obrera es una forma de elevar la conciencia de las trabajadoras y acercarlas a las filas de aquellos que están luchando por un futuro mejor. El Día de la Mujer y el lento, meticuloso trabajo llevado para elevar la auto-conciencia de la mujer trabajadora están sirviendo a la causa, no de la división, sino de la unión de la clase trabajadora.

Dejad que un sentimiento alegre de servir a la causa común de la clase trabajadora y de luchar simultáneamente por la emancipación femenina inspire a las trabajadoras a unirse a la celebración del Día de la Mujer.

*++ 


Cables submarinos destruidos en el mar Rojo que afectan al mundo entero

 

Cables submarinos destruidos en el mar Rojo que afectan al mundo entero

 

DIARIO OCTUBRE / marzo 7, 2024

 

Los daños sufridos por los cables en el mar Rojo, que transmitían el 25% de los datos de Internet y telecomunicaciones, están obligando a las empresas a redirigir el tráfico para evitar un corte masivo de la Red.

Imagen creada por inteligencia artificial

Los cuatro cables de telecomunicaciones que la semana pasada fueron dañados en el mar Rojo han afectando la cuarta parte del tráfico de Internet de Asia a Europa y amenazaron con dejar el mundo entero sin acceso a la Red. El 97 % del tráfico mundial de Internet se realiza a través de cables submarinos, por lo que el fallo de un solo cable afecta a toda la comunidad mundial.

 

Los daños en los cables podrían afectar no solo al tráfico mundial de Internet, sino también a los proyectos de construcción de nuevos cables a través del mar Rojo patrocinados por gigantes tecnológicos mundiales, como el proyecto Blue Ruman de Google o el cable 2Africa respaldado por Facebook*. Se señala que, si continúan las tensiones en torno al mar Rojo, las empresas de telecomunicaciones podrían considerar rutas alternativas para sus cables, como por ejemplo a través de Arabia Saudita.

¿Cómo reaccionaron las compañías responsables de los cables?

Las compañías de telecomunicaciones tuvieron que reaccionar con rapidez para prevenir un corte masivo de Internet tras los desperfectos provocados a los cables Seacom, TGN, AAE-1 y EIG, que conectan Asia con África, Oriente Medio y Europa. No todas las empresas que operan los cables cortados comentaron el incidente.

Una de las que sí los hizo fue Seacom, que afirmó que el segmento afectado de su cable se encuentra “dentro de las jurisdicciones marítimas yemeníes en el sur del mar Rojo”, y agregó que las reparaciones comenzarán solo tras la autorización de las autoridades yemeníes, que probablemente no se reciba hasta dentro de un mes. Hasta que se arregle el cable, la empresa está redirigiendo parte del tráfico, aunque algunos servicios fueron desconectados, declaró el director digital de Seacom, Prenesh Padayachee.

Por su parte, la empresa responsable del cable TGN, Tata Communications, informó que “puso en marcha las medidas correctoras inmediatas y apropiadas“, agregando que invierte en “varios consorcios de cable para aumentar la diversidad” para ser siempre capaces de “redirigir automáticamente” los servicios.

La compañía de telecomunicaciones HGC Global Communications, con sede en Hong Kong, anunció que elaboró un plan para diversificar su tráfico por tres rutas. La primera manda los datos de Hong Kong a Europa a través de China continental, la segunda a través de EE.UU. y la tercera los redirige a los 11 cables que siguen funcionando en el mar Rojo.

Mientras tanto, las compañías que ofrecen rutas alternativas experimentan un crecimiento de la demanda para la redirección del tráfico desde los cables cortados. Roderick Beck, responsable de contratación de capacidad de red global de United Cable Company, declaró que está observando “una enorme demanda de capacidad alternativa de cable submarino de Marsella a Singapur“. “A 24 horas de las interrupciones en el mar Rojo se reservaron casi dos terabits de capacidad del SMW5 en dos redes troncales de operadores asiáticos”, precisó.

El carguero británico Rubymar hundiendo tras ser atacado por los hutíes en el mar Rojo, el 2 de marzo de 2024. | Al-Joumhouriah channel / Gettyimages.ru

¿Cómo se repararán los cables?

Según los comentarios de algunas empresas, el proceso de reparación no se pondrá en marcha hasta el segundo trimestre de 2024. En este contexto, Beck confirmó que la reparación será larga y advirtió de que algunos de los anuncios de que hay barcos en camino para arreglar los cables “probablemente no sean verdad”.

“En primer lugar se necesita un barco disponible, y la mayoría ya están en alta mar tendiendo cables de fibra óptica o de energía”, expuso Beck. El especialista señaló que, aunque se encuentre el barco, este tendrá que ir al puerto donde están almacenados los cables de repuesto y recogerlos. “Cada cable submarino tiene un depósito de almacenamiento donde se guardan hasta 60 kilómetros de fibra de repuesto para reparaciones, holguras y ampliaciones”, destacó.

“A continuación, el buque de reparación debe zarpar, localizar el punto de la avería y repararlo. En este caso, el buque de reparación también debe organizar una escolta militar, y esto tiene una prioridad baja para las Armadas que patrullan el mar Rojo”, explicó Beck los motivos por los cuales el proceso de reparación de los cables es lento y difícil.

FUENTE: actualidad.rt.com

 *++