miércoles, 26 de mayo de 2021

¿Generación suicida, irresponsable?. Cómo se luchó en el franquismo. [Y es que hay muchos viejos con muy poco años: 20, 30 años, y en cambio hay jóvenes que lo vienen siendo desde los años 60-70 del siglo pasado y que todo apunta a que se morirán siendo jóvenes con 80 o más años. Hay que ver qué cosas (más guays, molantes y que te cagas tronqui, tronco, ¡pero tronco. Pero tronco de verdad, nada de tontadas!, tío) pasan cuando se tiene conciencia de sí mismo y de la sociedad, con moño y sin moño]

 

¿Generación suicida, irresponsable?. Cómo se luchó en el franquismo

Sois la última generación que puede conseguirlo y ¿no queréis responsabilizaros?

Por Aurora Despierta

Kaosenlared

 Publicado el 25 May, 2021

 


La imagen que he elaborado para esta ocasión sirve para parodiarme a mí misma, no sólo por poner un toque de humor, sino también para adelantarme a la reacción de alguno de vosotros y desarmaros, pues más vale que me toméis en serio si de verdad queréis tomaros en serio vuestro futuro.

Con este artículo puede que, por mostrarme exigente con la generación joven, aunque no lo busque, lo único que consiga es ser todavía menos leída, menos compartida en las redes sociales, pero alguien debe decíroslo con toda su crudeza, en vez de adularos y contribuir a que fracaséis clamorosamente. Quien te quiera bien, te hará críticas constructivas y te ayudará; quien te quiera mal, te adulará para que persistas en tu error, te hará regalos envenenados, o críticas destructivas.

Éste no será uno de mis artículos con desarrollos teóricos, argumentaciones detalladas, datos minuciosos, referencias históricas, enlaces a tales o cuales documentos fundamentales y grandes autores, etc. Esta vez os hablaré, sobre todo, desde mi experiencia vital.

GUARDA este ARTÍCULO para ATENDER con tiempo a sus argumentos y DESCARGAR los RECURSOS RECOMENDADOS.

Las secciones del este artículo son: I.- Efectivamente, vosotros/as lo tenéis mucho más difícil que la generación joven del antifranquismo, pero eso quiere decir que debéis esforzaros más, y no, abandonar. II.- Las dificultades políticas y prácticas están para superarlas, no para excusarse en ellas. No aferraos a lo que no sirve. III.- La lucha de los jóvenes contra el franquismo no tuvo nada de fácil, ni divertida. IV.- Si no espabiláis ya, os/nos condenaréis al cataclismo. Notas. Recursos.

I.- Efectivamente, VOSOTROS/AS lo TENÉIS MUCHO MÁS DIFÍCIL que la generación joven del antifranquismo, pero eso quiere decir que debéis esforzaros más, y no, abandonar.

Podría referirme a multitud de otros documentos, incluso a muchos artículos míos, pero en la revista “El Viejo Topo” de mayo de 2021, número 400 (cien páginas, 7 euros), he terminado de leer los artículos “Irresponsabilidad, destrucción y muerte” de Salvador López Arnal, donde detalla las enormes dificultades (si no imposibilidad) para un mundo con un 100% de energía renovable, y “Es el sistema, estúpido. Entrevista a Alberto Cuesta” por Miguel Riera, ambos muy recomendables. El futuro que exponen es tan tremendo, que han acabado por “saltarme los plomos” y me he decidido a escribiros esto.

Sí, conozco en mi familia, en la de las amistades y conocidos, por lo que observo en la calle y por los medios de comunicación, la penosa realidad de vuestra situación, las dificultades, todos los condicionantes negativos, los enormes obstáculos que se os presentan, etc., toda la herencia envenenada que os hemos dejado las pasadas generaciones, sometidas a la lógica del capitalismo y a veces demasiado complacientes con él. Pero es la realidad que os ha tocado vivir, imposible de eludir y a la que debéis enfrentaros si no queréis que todo acabe, con nosotros incluidos. Por eso ¡basta ya de mirar a otro lado o de limitarse a lamentarse!

Sé de las enormes dificultades objetivas y subjetivas que tenéis para asumir las tareas trascendentales que exige nuestro tiempo, pero quiero mostraros, sin sentimiento ninguno de superioridad, ni creencia de que no seáis capaces de superarnos (¡necesitamos que lo hagáis!), las dificultades con las que nos encontramos en la lucha durante el franquismo y cómo pese a ello persistimos, nos esforzamos, empeñados en ganarle. Si nosotras/os pudimos ¿por qué no, vosotras/os?

Sé perfectamente que para vosotros la principal dificultad es saber A DÓNDE LLEGAR, pues si esto no se sabe, muy difícilmente se puede saber CÓMO LLEGAR, establecer una hoja de ruta, y dar pasos seguros, firmes, con determinación, superando las dificultades prácticas. Antes de resolver las dificultades en el campo de la práctica hay que resolver las dificultades en el campo de la teoría.

Nosotras/os, en ese sentido, lo tuvimos más cómodo, pues ya creíamos tener claro a dónde queríamos llegar, aunque no fuese el mismo sitio (el socialismo entendido de modos bastante diferentes) ni con el mismo recorrido. Unos, pasando por una prolongada etapa intermedia de democracia burguesa y modernización del capitalismo español, dejando el socialismo para ni se sabe cuándo (el PCE, teniendo como modelo básicamente a la URSS); otros por la llamada democracia popular, respetando por un tiempo el poder económico de la burguesía media (maoístas, con modelo en China; enverhoxhistas pro Albania); otros, pasando por una breve fase de democracia burguesa, al estilo de Rusia de abril a octubre de 1917 (los trotskistas y su teoría de la revolución permanente); otros no perseguíamos ninguna etapa intermedia, pues plantearlo así, dadas las condiciones históricas, sólo contribuiría a favorecer las maniobras de reforma del Régimen de Franco, de la burguesía y del reformismo (PCE), y estabilizar la democracia burguesa por mucho tiempo (como efectivamente ocurrió), de modo que, a poder ser, se trataba de evitar incluso la democracia burguesa o de superarla cuanto antes (lo que evidentemente no pudo ser). Como teníamos esa seguridad en el objetivo final, ello nos infundía de una enorme confianza en la utilidad de nuestro esfuerzo, y nos empeñábamos en superar los obstáculos prácticos que se nos iban presentando.

Vosotros lo tenéis muchísimo más difícil. Yo sigo creyendo que la solución sólo pasa por el eco-socialismo (superando el capitalismo y sus Estados). Pero la idea del socialismo se ha desacreditado al identificársele con la socialdemocracia capitalista (tipo PSOE), o con el Capitalismo de Estado de la URSS y otros países “socialistas”, y ahora con el capitalismo estatal-privado de China que sigue diciendo que persigue el socialismo y donde, sobre la clase trabajadora y sectores populares, manda un partido “comunista” al servicio de la burguesía. Para muchos, el socialismo es un objetivo indeseable. Para otros, en el mejor de los casos, un ideal bonito pero imposible.

El sentimiento de certidumbre es muy importante a la hora de actuar, aunque sea sin ningún fundamento científico y para un pésimo resultado. Un ejemplo extremo lo tenemos en los fundamentalistas islamistas que creen tienen la verdad absoluta pues provendría nada menos que del creador del Universo, de Dios (¡quién compite con eso!), y confían en que si se inmolan en un atentado terrorista contra sus enemigos, irán directos al cielo de su Dios, para disfrutar de la vida eterna y hasta de la compañía de mujeres vírgenes (el asexuado cielo de los cristianos no puede competir con eso, para los hombres). Así que, incluso aunque pierdan en la Tierra, ganarán en el cielo. Cuando no se tiene ese sentimiento de certeza, sino un montón de dudas, y no se confía en que después de esta vida haya otra para disfrutarla, y no se quiere ser un ignorante fanático, sino lo más aproximado posible a un racionalista científico, es mucho más difícil actuar sin vacilar y dándolo todo.

Sólo se puede remediar esto si la persona comprende que no está sola, que forma parte de una enorme corriente histórica contra la explotación y la opresión, desde los tiempos de la esclavitud hasta hoy, que es parte de la vida humana y de millones de especies que luchan por evitar su extinción, y que aunque personalmente desaparezca, su esfuerzo habrá reforzado a esa corriente de la que formará parte para siempre, aunque él/ella permanezca en el anonimato.

Durante los finales 1960s, y la década de los 1970s, una parte significativa de la juventud mundial pensaba que la revolución que acabase con el capitalismo y sus Estados estaba próxima, aunque aparentemente pudiese lo mismo retrasarse varias décadas, sin mayores consecuencias para la Humanidad que las hasta entonces vividas. Hoy, cuando hasta la Naturaleza nos está imponiendo unos plazos muy próximos para gigantescas transformaciones que sólo vendrían del socialismo, sin embargo, al socialismo, ni se le espera.

Pero no podéis vivir al ritmo de telediario (informativos diarios, datos de la actualidad), del “minuto y resultado” (del partido, sin tener en cuenta toda la liga de fútbol), sin una perspectiva a medio y largo plazo (década, 2050, 2075, 2100…), pues hasta la Naturaleza nos lo exige ya, imperiosamente.

A diferencia de nuestra seguridad entonces, ahora ya no podemos confiar en el crecimiento y en el desarrollo como hasta la década de los 1980. Ahora, incluso entre los científicos y los técnicos, existe un nivel muy importante de interrogantes sin respuesta concluyente, de incertidumbre sobre en qué condiciones materiales y medioambientales nos podremos encontrar dentro de una, dos o varias décadas, para el 2050, el 2075, el 2100. Con qué recursos naturales (energía, minerales, agua, alimentos…) podremos contar para sostener una civilización desarrollada, y por tanto si será posible ya el socialismo-comunismo y de qué clase.

Sin saber bien HASTA DÓNDE SE PUEDE LLEGAR, es muy difícil saber A DÓNDE SE QUIERE LLEGAR, y por tanto, armarse de confianza, decisión y valor para superar los obstáculos prácticos, pues no se sabe ni qué pasos dar. SI LA GENTE NO SE PONE A ANDAR CON PASO FIRME ES, SOBRE TODO, PORQUE NO SABE HACIA DÓNDE IR, más que por dejadez, irresponsabilidad…, aunque todo esto también existe (demasiado) y contribuye a reducir el esfuerzo de clarificación de los fines y los medios, y a debilitar la acción.

La desorientación no debe servir de excusa para abandonar, “tirar la toalla”, sino para todo lo contrario, para redoblar los esfuerzos en la tan necesaria clarificación, pues no estamos ante problemas teóricos bizantinos (el sexo de los ángeles, etc.), sino ante cuestiones en las que NOS VA LA SUPERVIVENCIA. Y no podemos confiar sin más en los llamados expertos pues, como viene ocurriendo desde siempre, sus soluciones vendrán mediatizadas por los intereses de quienes les financian, controlan y hasta con quienes se identifican por su posición social: la clase dominante (la burguesía capitalista) y sus Estados. Pueden proponer “soluciones” que vayan claramente en contra de la Humanidad, mediante el mayor acaparamiento de recursos escasos por una minoría, la guerra, los genocidios camuflados (hambrunas, pandemias…) o no.

Muchos/as de los que ya aspirábamos al socialismo cuando luchábamos durante el franquismo, desde entonces hemos venido procurando clarificar todas esas cuestiones, junto con gente más joven.

Todo eso ya he procurado abordarlo en toda una serie de artículos a los que podéis acceder desde https://kaosenlared.net/autor/aurora-despierta/, y que os resultarán muy fáciles de identificar por sus títulos. Alguno de ellos lo recomiendo directamente al final, y otros directamente aquí: «“Ciber-comunismo” de Cockshott y Nieto: tema y libro trascendental», «“Colapsología” de Servigne y Stevens: ¿horizonte, espejismo, abismo?», “Ecosocialismo o decrecimiento ¿falso dilema?. Marco y Horizonte”.

Incluso a pesar de la gran incertidumbre, he procurado ofrecer una vía para salir lo mejor parados posibles en el futuro, pues no podemos esperar a la total certidumbre para empezar ya a andar en una dirección. Véase en particular mi texto “El cataclismo que nos amenaza. ¿Cómo evitarlo?” (26-1-2021), con enlace en Recursos, al final de éste

Hay muchísimo que pensar y desarrollar todavía en el campo de la teoría, pero eso también puede hacerse, debe hacerse, y yo procuraré seguir contribuyendo a ello. De momento eso es todo lo que puedo ofreceros. Pero el grueso de la tarea sólo puede recaer en vosotros/as, pues sois quienes deberéis enfrentaros de hecho a esos problemas. Además. las generaciones posteriores al franquismo cuentan con muchísimas más personas mucho más preparadas en los diversos campos científicos y tecnológicos imprescindibles para solucionar los gigantescos retos a los que os enfrentáis.

En este artículo me centraré en el campo de los problemas prácticos, para que comprobéis cuál fue nuestra actitud, nuestra disposición para superarlos pese a las grandes dificultades con las que nos encontrábamos.

II.- Las DIFICULTADES POLÍTICAS Y PRÁCTICAS ESTÁN PARA SUPERARLAS, NO PARA EXCUSARSE EN ELLAS. NO AFERRAOS A LO QUE NO SIRVE.

Sobre todo desde el 15-M, del que ahora se han cumplido los diez años, ha habido una generación que ha espabilado algo y hasta se ha creído que era “¡la hostia!”, que iba a “tomar los cielos por asalto”. Ya vemos la poca altura de su vuelo y de sus aspiraciones reales, bastante satisfechas con lograr instalarse en los aparatos de Estado (ayuntamientos, comunidades autónomas, gobierno central…).

Con los planteamientos del 15-M (no digamos con la mentalidad de Ayuso, 14-My en Madrid), es imposible abordar correctamente lo que sucederá muy pronto en el mundo a cuenta de la crisis económica debida a la reducción brutal en la producción de petróleo sin que esté implementada la alternativa energética, y toda la problemática del cambio climático y muchas otras crisis que amenazan con llevarnos al cataclismo y hasta la extinción (véase al final, textos recomendados, en Recursos).

Ya sólo con la crisis energética, el impacto en España sería enorme, dada nuestra total dependencia externa del petróleo y del gas natural, afectando a todos los sectores y siendo especialmente visible en la escasa llegada del turismo internacional del que tan necesitada está siempre la economía española (en 2019, supuso un 14,6% del PIB, empleando a 2.800.000 personas). “Lloverá sobre mojado” tras la crisis por la pandemia de la covid-19 y lo que se viene arrastrando de la iniciada en 2007-8, con un enorme endeudamiento público y privado (la deuda pública de España terminó el 2020 en el 120% PIB, cuando según la española ley LOEPSF debiera haber estado a primero de año en el 60%, y ahí también, según el tratado TSCG de la Unión Europea, pero para el 2033) que, sin perspectivas de crecimiento económico, se convertirán en un gigantesco problema, que sólo puede traducirse en recortes salvajes de los servicios públicos, etc. Imprescindible que leáis mi artículo “Turiel habla en el Senado. Crisis brutal antes de 2025. Video” (27-4-2021), con enlace en Recursos.

Es alucinante la realidad que estamos viviendo, la muchísimo peor que está ya “a la vuelta de la esquina” y, sin embargo, la extraordinaria pasividad, “pasotismo”, pachorra, derrotismo, irreflexión, ganas de jugar al avestruz, de evadirse de la realidad, negativa a correr riesgos, de la inmensa mayoría de esta generación joven. Incluso de quienes se consideran críticos, pues ni remotamente están a la altura de las circunstancias. Y no quiero disminuir ni un ápice la responsabilidad de los mayores. Pero si vosotros/as tampoco “os ponéis las pilas” ¡nos vamos, os vais, a la Gran M! Y los grandes perdedores no seremos las generaciones mayores (con pocos años de vida por delante) sino ¡vosotros!.

Ya sé que os resulta odioso que os den lecciones que os hagan sentir inferiores, pero no busco eso, sino que os responsabilicéis más y lleguéis a ser muchísimo mejores que nosotros, pues si no nos SUPERÁIS, estaréis/mos perdidos. Aunque los tiempos y las tareas son muy distintas, a la hora de saber bien lo que estáis o no haciendo, sobre todo en lo que respecta a la actitud (se pueden tener muchas aptitudes, pero sin la actitud correcta, no se pueden aprovechar), os conviene conocer lo que seguramente ignoráis de los luchadores/as durante el franquismo, al menos de su etapa final, la que conozco de primera mano, pues las previas, y más según retrocedeos en el tiempo, fueron muchísimo más duras, rayanas en la supervivencia frente a la represión brutal del Régimen. Quizás entonces os digáis “¡Hostia, pues sí que nos podríamos esforzar bastante más, pues nuestros abuelos fueron capaces de hacerlo, y con muchísimos menos motivos que nosotros!”. Y más os/nos vale, que empecéis a ACTUAR YA, O MAÑANA SERÁ DEMASIADO TARDE.

III.- La LUCHA de los JÓVENES CONTRA el FRANQUISMO NO tuvo NADA de FÁCIL, NI DIVERTIDA.

No me suele gustar hablar de esto (si revisáis mis artículos, creo que en trece años escribiendo muchísimos para Kaos en la red, no lo he hecho ni una sola vez, hasta hoy), y menos en primera persona, por precaución (ni siquiera ahora me interesa que el Estado “democrático” burgués, o gente de la derechona y mala, sepa de mi lugar y papel en la lucha contra el franquismo), y por modestia, pues muchísimas personas se entregaron mucho más que yo, y lo pagaron con duras penas de cárcel y hasta con la vida, sin merecerlo.

Pero conviene recordarlo a las nuevas generaciones, pues de lo contrario, parece que no haya existido (la inmensa mayoría de los medios de comunicación, durante 44 años, apenas se han interesado en recordar lo que de verdad fue el franquismo y la lucha contra él) y se minusvaloran las dificultades del pasado, sobredimensionando las del presente, excusándose así para no hacer lo que debe hacerse si queremos sobrevivir.

Seguramente muchos pensaréis que la generación joven que “trajo la democracia” lo hizo bastante mal pues “¡vaya mierda de democracia!”. No seré yo quien haga la apología de la “modélica” Transición, el capitalismo, la democracia burguesa, la democracia “a la española”, (menos, “la libertad a la madrileña” de Ayuso, NOTA 1), contra la que también luche durante el final del franquismo, pues cuando todavía mandaba Franco (firmando sentencias de muerte), yo ya aspiraba a la revolución socialista, no simplemente a acabar con el franquismo, sino a un lucha sin etapas intermedias, para acabar con el capitalismo y todos sus Estados, fachas o “demócratas”.

Tampoco pretendo idealizar a aquellas organizaciones sindicales y políticas clandestinas que, en demasiados casos, sostenían teorías, estrategias y tácticas, prácticas que, pese a presentarse e incluso sinceramente creerse como muy del lado de los trabajadores/as, en realidad eran (unas más, otras menos) contrarias a su proceso de autoliberación y al verdadero comunismo. Pero por el hecho de que seamos todo lo críticos y autocríticos que haga falta, es totalmente injusto hacer demagogia con esto, cargar las tintas hasta convertir en negro lo que era gris, caer en la equidistancia, dar a entender que los antifranquistas no era mejores que los franquistas, ambos tan buenos o tal malos, que “todos son iguales”, etc. ¡Nada de eso!. Habría que “hilar fino” y caso por caso. Como no es lo mismo el psicópata que pretende violarte, asesinarte, descuartizarte y arrojarte a un vertedero de basuras, que quien te hace “putadas” aunque algunas sean bien gordas, o quien se decía tu amiga y a la hora de la verdad te ha fallado “porque me ha quitado a mi chico”. Podréis acceder a documentos muy interesantes sobre esto, al final de éste.

Pero como hay mucha amnesia y desconocimiento interesado, lo que sí debe quedar claro es que el franquismo era muchísimo peor que esta democracia, incomparablemente más represivo, casi todo estaba prohibido y perseguido (el mundo de internet que conocemos sería totalmente incompatible con el Régimen), cualquier resistencia era muchísimo más difícil, y aun así, con valor y audacia, se conseguía, incluso algunos resultados muy superiores a los de ahora.

Sí, pues basta recordar las huelgas generales en territorios muy amplios, como el País Vasco, que se producían con convocatorias de muy pocos días de antelación, o incluso de un día para otro, con motivo de alguna barbaridad cometida por el Régimen, cuyo conocimiento corría como la pólvora gracias a las organizaciones clandestinas y su implantación en fábricas, centros de estudio, pueblos y barrios, pese a los ocultamientos y mentiras de los medios de comunicación legales.

Por eso, si de algo me reivindico, es de la actitud, del empuje, tesón y audacia de un importante sector de la juventud, aunque muy minoritario a escala de toda España, relativamente importante en los centros urbanos e industrializados o con universidades, de Cataluña, País Vasco, Asturias y Madrid, al menos y sobre todo.

Y entonces no había llamamientos públicos legales a la lucha. “España va bien”, decía siempre el Régimen. Si algo contrastaba con el resto de Europa, se jactaba con el “España es diferente” (y mejor, claro está). Y casi todos los medios de comunicación lo repetían, salvo alguna revista muy minoritaria como “Triunfo” o “Cuadernos para el Diálogo”, siempre amenazadas por el secuestro de publicación, las multas y la criminalización de sus directores o periodistas, si “se pasaban un pelo”. “Disfrutamos de la paz de Franco”, nos recordaban machaconamente. “Haga usted como yo, no se meta en política” había aconsejado Franco. ¡Hasta con los chistes políticos había que andarse con mucho cuidado; sólo se podían contar a las personas de toda confianza!. De hecho, ahora no consigo recordar ninguno. Impensables las parodias públicas, las caricaturas, etc., sobre Franco y cualquiera que mandase.

Sólo la necesidad (el salario que sólo aguantaba hasta mediados de mes, las condiciones de trabajo eran insoportables…), y la toma de conciencia, muchas veces individual, en solitario, tras una profunda reflexión (¿cuál es la verdad de este país?, ¿qué debería cambiar?, ¿a qué me expongo si hago algo?, ¿con quién me puedo juntar?, ¿dónde localizarlos?; entonces no había internet y la oposición no se podía anunciar de ninguna forma, ni en el listín telefónico, pues en el caso hipotético e imposible de hacerlo, lo tendrían espiado las 24 horas y deteniendo a todo el que llamase), nos llevaba a un compromiso serio, militante, sabiendo que, muy probablemente, nos esperaban las palizas, la cárcel o algo peor, y que sólo con mucho cuidado y suerte, nos libraríamos de eso. No quiero dar la imagen de héroes, de mártires, ni de suicidas, pero era así, sobre todo cuanto más radical fuese tu oposición en planteamientos y modos de acción.

Aquello no podía tomarse como un “hobby” de tiempo libre o fin de semana, de ninguna manera frívolamente pues, de una hora para otra, podía cambiar tu vida radicalmente. Ir a una manifestación no era como irse a pasear o al cine, pues siempre, siempre, era ilegal, prohibida y perseguida, podía llevarte a recibir palos, tiros, a la detención. Si te pillaban “con papeles” (no sin papeles) ilegales (alguna publicación, documentos internos de una organización clandestina…), eso podía llevarte hasta a la tortura y la cárcel por bastante tiempo, de entrada, a la pérdida del puesto de trabajo, la plaza de estudios, etc., y a ser desde entonces objeto de atención policial (bajo su lupa).

Como no quiero que parezca que voy de heroína, o que pretendo equipararme con mis amigos, camaradas o desconocidos que fueron torturados y sí que pasaron años en la cárcel por lo que hoy está perfectamente permitido, o perdieron la vida a tiros, sólo por participar en una manifestación pacífica, o debieron correr a refugiarse en el exilio en Francia si no querían pasar por el tormento, años en la cárcel o algo peor, etc., sólo contaré, sin seguir un orden cronológico, unas poquitas y muy modestas experiencias personales, pero representativas de tres actividades, de las que mi generación os podría contar un millón y también muchísimo más fuertes. Por eso no hace falta especificar ni el lugar ni la fecha, aunque todas ocurrieron mandando todavía Franco. Sólo para que os hagáis una idea de con qué debíamos enfrentarnos, las dificultades que teníamos para la cosa más nimia pero, a pesar de eso, persistimos, peleamos, y os aseguro que sin ninguna exageración ni paranoia por nuestra parte, pues el peligro era confiarse, relajarse y pagarlo así muy caro, y los ejemplos los teníamos siempre cerca.

Manifestación. De boca en boca y sólo a personas de confianza probada, se transmite (con muy pocas horas de antelación) que, en tal calle importante de la ciudad, a la altura de determinado cine (para identificar fácilmente el lugar exacto e incluso disimular durante la espera como si fueses a mirar de qué va la película y comprar la entrada), a las 19:30 horas, tendrá lugar una manifestación “relámpago” (“salto” también la llamaban) para protestar por ya no recuerdo qué, alguna barbaridad típica del Régimen de Franco. La persona que me invita, me dice que me piense una coartada de por qué estoy a esas horas, sola, en esa parte de la ciudad. Afortunadamente tengo una tía que vive por allí y al policía que me parase podría contarle que vengo o voy a su casa, de visita. Acuerdo con él una “cita de seguridad”, es decir, que después de la manifestación, alejados ya del lugar, debemos encontrarnos para estar seguros de no haber “caído” o sea, de estar bien y no haber sido detenidos por la policía. Yo ni siquiera conocía el verdadero nombre de mi contacto, ni su domicilio, ni lugar trabajo. Mi contacto tenía bajo su responsabilidad a algunas otras personas a las que les había pasado la misma invitación, y por eso también otras citas de seguridad. El resultado de todas debería pasárselo a su vez a quien le había informado a él de la manifestación. Así se centralizaba el conocimiento, para protegernos todos y en lo posible a quien hubiese sido detenido. Esas eran las “redes sociales” de nuestro tiempo. Convenía que lo supiesen sus camaradas y amigos, no sólo para que le llegase un abogado (no podría intervenir de inmediato ni impedir que se le torturase), sino para protegerse ellos mismos, por si encontraban papeles comprometedores en su domicilio, y le obligaban a dar nombres, indicarles el domicilio de alguien cuyo nombre verdadero no sabía, identificar a otros en algún punto público de encuentro o vida social, etc. Incluso un libro legal pero considerado “rojo” por la policía, se podía volver en tu contra, confirmando sus sospechas, que no eras una que simplemente estaba en el lugar y momento equivocados (“pasaba por allí”). Por eso, recuerdo que a un amigo, a veces, le pasé algunos libros para que me los guardase por un tiempo y tener en tanto mi domicilio “limpio”.

A las 19:25 había gente en las proximidades, pero para no llamar la atención, no se ha concentrado antes en el lugar del inicio. Hasta que los organizadores, aprovechando el semáforo en rojo para los vehículos, ocupan el centro de la calle, y sirviéndose de los semáforos de ambas aceras, colocan rápidamente una larga cadena con candado que atraviesa la calzada de lado a lado, para detener definitivamente el tráfico (que ningún facha nos atropelle por la espalda), provocar un buen atasco que llame la atención de la población (coches tocando el claxon…) e intuyan lo qué puede estar ocurriendo, y sobre todo dificultar la llegada de los vehículos de la policía. Y se ponen a gritar consignas. De repente, como salidos de la nada (calles próximas), nos reunimos más gente de la que esperaba. Marchamos a ritmo de paseo, muy próximos, para protegernos (sobre todo los de los flancos, de algún posible ataque desde la acera, algún secreta, etc.) y dificultar la identificación, mirando al frente, sin curiosear sobre quienes tienes cerca. Ser especialmente alto podía ayudar a tener una buena perspectiva de la manifestación, pero era una evidente desventaja pues se te veía muy bien. Por supuesto que nada de fotos ni videos (no se habían inventado los móviles). Se lanzarán consignas y, al aire, hacia las aceras, hojas con textos de denuncia (imposibles de leer en los medios de comunicación legales) para que las recojan del suelo los viandantes.

Excepto por la cadena para contener el tráfico, no se afecta en nada al mobiliario urbano, ni de comercios, etc., no hay la más mínima violencia por nuestra parte, ni contra bienes, y menos contra personas. Salvo los franquistas, la gente no tiene nada que temer ni reprocharnos pues incluso el atasco del tráfico sirve para proteger a todas/os, ya que, de llegar a tiempo la policía, salvo por la edad, haría muy pocos distingos entre manifestantes y no, y no se habría “cortado un pelo”, a la hora entrar y desalojar bares y comercios si veía en ellos gente joven, sospechando que estaban disimulando y escondiéndose.

Ahora, recurriendo a un plano, la memoria y unos cálculos básicos, creo que seríamos hacia las trescientas personas (en manifestación, andando sin pisarse los talones, ocupan más espacio del que se cree), y habremos recorrido trescientos metros o poco más. De antes de esa, recuerdo otra, con menos participación, de un recorrido de sólo unos doscientos metros, en una calle estrecha, pero en una zona muy concurrida y popular, lanzando consignas y hojas, causando un gran impacto a los numerosísimos testigos de un hecho tan excepcional, transmitiendo tanta convicción y audacia contra el Régimen, con Franco mandando. Por eso el nombre de “relámpago”. Ahora puede parecer una miseria de acción, pero entonces era ¡todo un éxito dadas las circunstancias, el método y el tiempo de convocatoria!.

La manifestación no durará más (dentro de ella y con la tensión, seguro que el tiempo nos ha parecido más largo que a los testigos), pues no se pueden correr más riesgos, es innecesario y sería una temeridad esperar a la llegada de la policía que, “ante la masa en actitud agresiva y suponiendo una amenaza para la seguridad de los agentes del orden”, no dudaría en aprovechar la ocasión para disparar a dar, con balas de verdad, contra tanto “rojo” concentrado, aunque luego dirían que “se vieron obligados a efectuar dispararos intimidatorios al aire pero, con tan mala fortuna, que…” mataron o hirieron gravemente a alguien (con lo de los disparos al aire con esos resultados, podría salir hasta una estadística). Con un balance tan negativo, se conseguiría que bastantes de los que hoy participamos nos atemorizásemos tanto que no quisiésemos volver a correr un riesgo así, al menos durante un tiempo, y si no se tratase de una manifestación más importante en un contexto de lucha generalizada. No era una manifestación en una zona universitaria donde, a veces, los policías andan con más cuidado pues entre los participantes puede haber hasta hijos de familias del Régimen. No tenemos más tiempo, no se han podido cerrar todos los accesos al barrio por vehículo, son demasiados, y también se los necesita abiertos para los que piensen marcharse rápido en automóvil (sobre todo quienes sean conocidos por la policía o lo tengan más difícil para explicar su presencia por allí por estar muy lejos de su domicilio o lugar de trabajo, etc.).

Sola, procuro alejarme del lugar cuanto antes, pero andando con normalidad para no llamar la atención. A la hora fijada, acudo a la “cita de seguridad”. Mi contacto me informa que la [policía] secreta ya había detenido al menos a un manifestante, en el mismo barrio. Posiblemente le conociesen de alguna otra ocasión y, en cuanto le vieron, fueron a por él. Al día siguiente, con mucha suerte, en el periódico, tal vez apareciese alguna pequeñita información sobre una “alteración del orden público” por un “reducidísimo numero de elementos subversivos”, que causaron grandes molestias y temor a los pacíficos ciudadanos y sobre todo conductores, pero que “se dieron a la fuga ante la llegada de las fuerzas del orden, logrando éstas detener a algunos de los alborotadores, y restablecer la normalidad ciudadana”, bla, bla…, pero sin hacer ninguna mención al objeto de la protesta (eso habría sido servirnos de altavoz). La gente debía interpretar aquello (“leer entre líneas” se llamaba), como buenamente pudiese, para deducir la verdad. Pero los testigos, gente en bares y comercios, viandantes y conductores, vecinos desde ventanas y balcones, habrán comprobado que los “peligrosos rojos” somos como cualquiera de ellos, que en ningún momento hemos supuesto una amenaza para nadie, que les hemos informado de lo que el Régimen calla, y lo contarán a sus familiares, amistades, compañeros de trabajo y vecinos de confianza (el de boca en boca, era nuestras redes sociales), y una vez más se romperá la idea que el Régimen quiere implantar de que se impone su “paz”, que nos tiene a todos agradecidos o controlados y atemorizados, de que nadie se atreve a retarle, a cuestionar su dominio de la calle y su negación de los derechos más básicos, y se demostrará que “sí se puede” resistir y luchar contra él, eso sí, echándole valor y disciplina.

Sin embargo, los riesgos de estas acciones son muy grandes pues reúnen y exponen a gente de confianza, a muchos ya bastante comprometidos e incluso organizados clandestinamente. Por error, se puede invitar a alguien equivocado por indiscreto, o que resulte ser un confidente, de modo que llegase a conocimiento de la policía, a tiempo, permitiéndola montar un dispositivo con agentes apostados a cierta distancia, controlar las calles adyacentes en el momento justo (iniciada la manifestación), e incluso esconderse en los portales del recorrido, convirtiendo la zona en una trampa para los manifestantes, y asestar así un duro golpe a muchos modestos grupos. Y esto podrían conseguirlo incluso aunque los organizadores de la manifestación hubiesen estado vigilando la zona previamente, por si detectaban presencia policial, para suspender la acción. Lo conseguirían con agentes de paisano (de la Brigada Político-Social, o policía política secreta, especializada en la lucha contra la oposición al Régimen, sobre todo de los trabajadores/as y la izquierda), y las “lecheras” (los vehículos en los que se transportaba a los “grises”, por el color del uniforme, o sea, los agentes de la Policía Armada, luego Policía Nacional, para repartir “leches”, golpes). Y procedería no sólo a disolver la manifestación, sino sobre todo a lo que más les interesaba, a detener, a punta de pistola y algunos disparos, a todos los que pudiesen, lo que probablemente provocaría después una cascada de detenciones por las confesiones arrancadas tras palizas y torturas y, tal vez, a “la desarticulación de una organización subversiva y su aparato técnico de propaganda” (o sea, localizar el lugar donde tenía el material –multicopista NOTA 2 y demás- para editar hojas de denuncia, etc., un objetivo siempre muy codiciado por la policía pues nos dejaba sin medios para expresarnos incluso en la clandestinidad). Por tanto, aunque haya salido bien, estas acciones no pueden tomarse alegremente, ni convertirse en rutina. Más adelante, cambiará la correlación de fuerzas y, en el marco de huelgas generales con cierta extensión geográfica, comarcal, provincial o de lo que luego serían las comunidades autónomas, se producirán manifestaciones por todas partes con participación masiva de gente no organizada (trabajadores/as sobre todo), que desbordará a las “fuerzas del orden público” (Policía Armada, Guardia Civil, Brigada Político-Social), aunque sigan matando y produciendo muchos heridos de bala.

Los manifestantes muertos y heridos de bala por las policías, fueron numerosos durante el franquismo, la Transición e incluso algo después, en muchos puntos de España. Podría contaros casos que aún hoy os escandalizarían y cosas que os asombrarían, pero no es necesario para el objeto de esto, decirlo no ayudaría ya a nadie y sólo tendría inconvenientes para mí. Al recordarlo, pienso en la cantidad de víctimas valientes y generosas que han pasado al olvido gracias a la tramposa Transición y “democracia”, sin la debida justicia ni reconocimiento público, sin una placa en la calle donde cayeron o vivieron, que deje constancia del suceso.

Buzoneo. En un barrio tenemos formado un grupo. Conseguimos reunirnos, unas veces en un rincón discreto de algún bar de cierta confianza, como unos amigos/as, por poco rato; otras, en un trastero de un bloque de viviendas, siendo breves y hablando bajito; otras, en algún lugar un poco discreto de un parque grande, como jóvenes con ganas de charlar, pero esto es mucho más arriesgado. Está integrado por mujeres y hombres, gente más o menos ligada a varias organizaciones políticas clandestinas y algún independiente. Bajo distintas coberturas (a veces, de la iglesia), y aprovechando a tope el pequeño margen disponible por los férreos límites impuestos por el Régimen, se realizan en el barrio diversas tareas de dinamización, una legales, y otras que no llegan a ser ilegales (pero con discreción). Pero también otras ilegales a más no poder.

Uno de los miembros (lo sabré años después) tiene acceso a una multicopista (todo un lujo pues por lo general debíamos conformarnos con la artesanal vietnamita NOTA 2), en su centro de trabajo, y consigue, con la excusa de hacer horas extras, a solas ya, y sin conocimiento de la empresa, editar una hoja de denuncia de ya no recuerdo qué, contra el Régimen, por la cual, como siempre, “se nos puede caer el pelo”. Por entonces, en las casas, no se habían generalizado los porteros automáticos, no podías llamar a cualquiera y decir que ibas a entregar correo comercial o publicidad, para que te abriese sin más. Si carecías de llave del portal, tenias que llamar al timbre de un piso en concreto y debían bajar a abrirte. En las que eran de “clase media” (tampoco gran cosa), era muy frecuente que hubiese portero/a, o sea, empleado/a de la Comunidad, viviendo en la misma (un domicilio mucho más modesto, abajo del todo o arriba bajo la cubierta), encargado de la limpieza, etc., que también controlaba quién entraba y salía; un empleado/a que debía contar con la aprobación de la policía. Así que aprovecharemos las circunstancias especiales de una urbanización, para acceder fácilmente a muchos portales. Una vez allí, introducir la hoja en todos los buzones. Aunque lo haremos a las 7 de la mañana, cuando sea raro encontrarnos con mucha gente entrando y saliendo que nos reconozca o ataque, debemos actuar rápido y estar muy alertas, para protegernos si algún vecino pretende retener a alguien (cerrando el portal con llave…) y dar la alarma a la policía. Entonces no se buzoneaba publicidad como ahora y se hacía muy raro ver metiendo algo en el buzón a quien no era el cartero uniformado, y más a esas horas. Todo sale bien, y los vecinos (gente de la clase trabajadora), se habrán llevado una gran sorpresa al abrir el buzón. Con la hoja se enterarán de lo que de otra forma es imposible por los medios de comunicación legales, y muchos simpatizarán con nosotras y seguramente pensarán “¡qué valientes son estos jóvenes!” y “si ellos pueden, yo también puedo hacer algo por cambiar las cosas”. Nuevamente, este tipo de acciones, tanto por los medios necesarios, como por los riesgos, son infrecuentes, pero siempre anheladas.

Cuando yo ya no estaba en ese grupo, pues había pasado a otro campo y tareas, uno de esos compañeros, al tiempo, pero todavía con Franco, será detenido por pegar en las fachadas de las casas, unas pequeñas pegatinas de denuncia de no recuerdo qué ¡seguro que de contenido totalmente admisible hoy!, y por ello sufrirá en comisaría, durante días, palizas y golpes en las plantas de los pies, para que “cantase”. Ya no recuerdo cómo terminó su caso, y además perdimos el contacto para siempre.

Grupo de estudio y debate. Otras personas, pensamos hacer algunas reuniones en la vivienda de un amigo (arriesga mucho ofreciendo su casa y dando así tanta información sobre sí mismo a gente de la que en realidad conoce poco o nada, aunque le llegan recomendadas), sólo para poder comentar y debatir libritos de formación política, económica y algún documento de una organización política clandestina, en proceso de constitución. La mayoría somos jóvenes de ambos sexos, algún estudiante, trabajador/a de fábrica, de oficina, con ya una cierta experiencia en las protestas y huelgas, como miembros activos y dinamizadores. Somos seis personas. Procuramos llevar los menos apuntes posibles, mejor sólo en la cabeza. Aun así, tenemos un cenicero grande, para quemar cualquier papel si llaman a la puerta. Nos hemos montado una coartada, una historia un tanto elaborada, de por qué estamos reunidos, sobre todo de por qué lo hacemos con cierta regularidad, por si nos han estado controlando (seguimiento a alguno/a, chivatazo de algún vecino…) y no caer desde el principio en una contradicción. Tampoco sabemos casi nada unos de otros (cuanto menos sepamos, mejor, pues menos datos podremos dar a la policía en los interrogatorios; nos manejamos con apodos o nombres falsos, aunque alguno, de antes, conoce el verdadero nombre de otro…). No entramos ni salimos de la vivienda todos a la vez, sino espaciados en el tiempo, de uno en uno, y nunca sale nadie en tanto los demás están reunidos (como no tiene ascensor, tampoco llamamos la atención subiendo y bajando en la misma planta), ni se usa el teléfono para nada (el de la vivienda, no existían los móviles). Después, dejé el grupo y perdí el contacto para siempre con esos compañeros/as y no supe qué tal les fue.

Tras conocer las experiencias anteriores comprenderéis bien que, tomando esas precauciones, no nos estábamos montando ninguna película de “clandestinitis”. No había que pensar sólo en lo inmediato, sino en el futuro. Debíamos procurar durar todo lo posible, en libertad (en la calle, no encarcelados) y luchando también, pues no podíamos saber cuánto tiempo podía aguantar todavía el Régimen, incluso cuando Franco ya hubiese muerto, y cuántas víctimas provocaría antes de desaparecer, cuantos terminaríamos en prisión. Cualquier acción ilegal suponía, con un riesgo mayor o menor, una ocasión para que pudieses “caer”, y a veces intervenía la mala suerte. No debíamos confundir el aventurerismo, la temeridad, la insensatez y el suicidio, con la valentía, la inteligencia y la eficiencia en la lucha. No es más listo, ni más valiente, ni mejor combatiente, el soldado que deja su casco porque le pesa o da calor y, para insultar y provocar al enemigo, imprudentemente levanta la cabeza por encima de la trinchera, consiguiendo que se la vuelen de un disparo. Luchar sí, pero sacrificios, los justos, buscando siempre la mejor relación entre logros, riesgos y costes (altos logros, riesgos medidos, costes bajos). Eso es ir de ganadores de verdad, lo contrario, aunque se crean otra cosa, es ir de ganadores de pacotilla y perdedores de hecho. La lucha revolucionaria no es un esprinte, sino una larga marcha, una maratón. Si tantas/os militábamos, no era porque fuésemos valientes sin miedo, sino pese al miedo, auto-obligándonos por conciencia política; y como tampoco éramos masoquistas, cuando pudimos relajarnos con la democracia burguesa, fue un alivio también para la vida personal, y afectivo-sexual, incluso de los niños/as que se habían visto afectados por aquella vida de sus padres. La tensión de todos aquellos años, los sufrimiento físicos, las condenas, las pérdidas…, tuvieron costes materiales (empobrecimiento, salud…) y también emocionales importantes, problemas psicosomáticos, pesadillas recurrentes, y un larguísimo etcétera, del que es muy difícil llevar un registro y hacerlo saber a los demás.

Si por aquellos u otros pequeños asuntos, yo o cualquier otra persona, de modo innecesario, por imprudencia, hubiese tenido un problema serio con la policía, puede que ya hubiese quedado “quemada” (inutilizable) para asumir determinadas tareas de mucha mayor relevancia. Por eso, todo y siempre era importante, en la vida de un luchador/a y militante, a corto, a medio y a largo plazo, desde el primer día, desde la primera acción; por eso también y no sólo por consideración personal (no puedes arrojar a la gente a las fauces del lobo), había que cuidar a quien empezaba, o podías echarla a perder para siempre, al primer movimiento; nunca había que olvidar las medidas de seguridad, la prudencia, el sentido común, pues el enemigo no nos daba cuartel y aprovecharía a tope cualquier debilidad y descuido por nuestra parte para golpearnos sin piedad. Un criterio básico para descartar a alguien como potencial militante es que no fuese capaz de ser muy discreto y serio con las medidas de seguridad, pues aunque fuese “majo” políticamente, era un peligro para sí mismo y para los demás, así que quedaría al nivel de huelguista, manifestante, colaborador económico, simpatizante, etc. Por eso todo se complicaba enormemente, comparado con hoy.

En cuanto a la elaboración de línea política, estrategia y táctica, a partir de aquí os podéis imaginar las dificultades para publicar textos clandestinos, organizar un debate, hacer congresos de una organización clandestina, experimentar sobre la corrección de la táctica, etc., cuando incluso había libros que en España estaban prohibidos, al menos hasta la muerte de Franco, y las libertades más básicas se negaban. Y aun así, con muchísimo esfuerzo y sacrificio, se consiguió, se logró impulsar importantes luchas que debilitaron grandemente al Régimen, al punto que debió proceder a la Transición para que el Estado burgués pasase de la “democracia orgánica” (así se autodefinía el franquismo), a la modalidad de democracia burguesa, con monarquía constitucional, no república.

Diréis, y tendréis toda la razón, que las experiencias relatadas son poca cosa pero, como os he avisado, las he escogido precisamente por eso, en lugar de otras mucho más llamativas y peligrosas. A diferencia de las heroicidades y hechos espectaculares, cuya dificultades resultan evidentes y no sorprenden, pero donde los resultados compensan los sacrificios (quizás hasta pasen a los libros de historia y al cine), éstas que os he contado muestran los problemas que teníamos incluso para asuntos que hoy parecen de muy poca monta y, a pesar de ello, el enorme empeño que poníamos en continuar en una militancia gris y tan poco agradecida (aquello era lo más alejado de una fiesta que os podáis imaginar), aunque tanto esfuerzo nos cundiese muy poco durante mucho tiempo, pero finalmente nos compensase por haber contribuido, junto con cientos de miles de trabajadores/as (como no lo hizo ni Suárez, ni el Rey, etc.) a pasar a un régimen político, no bueno, pero sí menos malo. Sin esa labor constante, paciente, de clarificación, de demostración, de estímulo, de lección moral, de audacia, de coraje, de sacrificio, e incluso de heroísmo en algunos casos, cientos de miles de personas lo habrían tenido, seguramente, más difícil para animarse y decidirse a luchar contra el Régimen, corriendo a veces riesgos muy importantes, tanto de pérdida del puesto de trabajo, de la libertad e incluso de la salud o la vida.

Claro que existen partes de España en las que prácticamente no hubo nada de esto (aparte de las más burguesas, las menos urbanizadas, de campesinos pequeños propietarios…), y en las que se impuso la versión oficial más apologética de la Transición: la democracia nos la trajo el Rey de la mano del presidente Suárez (casi, como con los Reyes Magos y sus pajes). Hoy la inmensa mayoría de la juventud no tiene ni idea de lo que fue aquello, y si alguien tan ignorante lee esto, tal vez se crea que le he contado un cuento, pero os juro que todo es cierto, aunque omita detalles innecesarios para lo que trato de explicar, y me calle muchísimas cosas. La “democracia” ha logrado un enorme éxito borrándonos de la memoria popular y haciendo que parezca más real una película sobre zombis, que la historia de nuestra resistencia.

IV.- SI NO ESPABILÁIS YA, OS/NOS CONDENARÉIS al CATACLISMO.

Esa actitud, esa pasión y audacia, la tuvimos cuando el objetivo más urgente era acabar con la dictadura franquista que suponía para nuestra existencia un peligro infinitamente menor que para vosotras/os el futuro que nos deparará el capitalismo y sus Estados. A diferencia que nosotros con el franquismo, puede que todavía no sintáis lo que se os viene encima, pero sí podéis saberlo y mejor que, por evitarlo, nunca lleguéis a sufrirlo.

Ahora os pregunto. ¿Qué es lo que merece y debe hacerse cuando lo que se nos viene encima a la Humanidad puede ser un CATACLISMO económico, social, medioambiental, militar, que podría conducirnos hasta la extinción como especie?.

No volveré a aportar datos y argumentos demostrativos de eso. Para ello tenéis un montón de extensos y profundos artículos míos y de otra muchísima gente, y libros extraordinarios. Algunos de ellos los aconsejo al final de éste.

¿En qué estáis pensando?. ¿Qué estáis haciendo?. Después de las minucias (no son más que eso) que os he contado sobre la militancia durante el franquismo ¿pensáis que ya estáis haciendo todo lo que podéis, y que nosotros lo tuvimos muy fácil?. Sí, lo sé perfectamente. Vuestros retos son muchísimo más complejos, enormes, trascendentales para la Humanidad. Pero por eso mismo ¡por nuestra especie y millones más!, debierais estar ya ¡EN PIE, ESTUDIANDO LA MANERA DE SALVARNOS, Y LUCHANDO A TOPE!, y eso no lo veo, ni nada apunta a que vaya a ocurrir A TIEMPO.

No estamos como en otras situaciones históricas en las que la gente podía permitirse reaccionar cuando estaba ya sufriendo muchísimo, y tenía el agua al cuello. Cuando se llegue a ese nivel con el Cambio Climático, la falta de recursos energéticos, alimentarios, la extinción de especies clave para nosotros, las tensiones militares y los conflictos bélicos, esta vez YA NO TENDRÁN ARREGLO. La situación no será comparable a la de reconstruir una economía y las ciudades después de una guerra, y relanzar el crecimiento, pues sería como si faltasen los recursos más básicos para poder hacerlo.

Detecto demasiada falta de interés por la teoría, los análisis serios y a fondo, la elaboración de estrategias fundamentadas y tácticas efectivas, la autoorganización, la lucha bien pensada. Si buena parte de la generación joven de entre 1965-1980, bulló de descontento, creatividad, lucha, hoy existen UN BILLÓN más de motivos para que eso se dé y MULTIPLICADO POR MIL y sin embargo, NO EXISTE. Por mucho que queramos ser positivos, optimistas, subrayemos las luchas existentes, etc., no podemos seguir engañándonos, creyendo que ya se hace bastante, pues no es así. Son absolutamente insuficientes, están todavía a años luz de lo que se necesita, pero sólo estamos a unos pocos años terrestres del desastre irreparable.

Si no os dais cuenta de esto, es que no sois realmente conscientes de la gravedad extrema de la situación de que EL TIEMPO DE REACCIÓN EFICAZ SE NOS ESTÁ ACABANDO YA, AHORA MISMO. La NATURALEZA YA NOS HA LANZADO UN ULTIMÁTUM. Y si lo sabéis y seguís así, es que sois unos irresponsables, unos suicidas.

¿Acaso pensáis que será la próxima generación, dentro de 25 años, la que lo resuelva? ¡Para entonces no será posible ninguna solución si no se está imponiendo desde ya!. Muchos temas debieran estar ya solucionados para 2050, no empezando a abordarse en serio entonces. Si para entonces no están resueltos, no habrá vuelta atrás, no cabrá más que sufrirlos y lamentarlo, y la situación sólo podrá empeorar, con pérdida de libertades, gravísimas tensiones internacionales, guerras, masacres, genocidios.

SOIS VOSOTROS LA ÚLTIMA GENERACIÓN QUE PUEDE CONSEGUIRLO, Y ¿NO OS QUERÉIS DAR CUENTA Y ASUMIRLO?.

Si yo tuviese un hijo joven, buen chico, cariñoso, pero un tanto imprudente a la hora de manejarse con el coche y por eso se matase en un accidente automovilístico, nunca podría decir que mereciese morir (se merecería lo mejor en una larga vida, y sobrevivirme), pero sí que se lo habría “ganado a pulso” por su mala cabeza, a pesar de mis constantes llamadas a la precaución. Y le habría dicho “cariño, me duele en el alma, pero de lo que ha pasado no puedes responsabilizar a nadie ni a nada, más que a ti mismo”.

Parecido ocurre con vosotros. Nos os merecéis lo que se os viene encima. Pero si seguís como hasta ahora, estudiando tan poco, organizándoos tan poco, luchando tan poco, ¡OS LO HABRÉIS GANADO A PULSO!, y el Universo no tendrá compasión de vosotros, pues será el resultado natural del efecto y su causa.

Si ni el conocimiento de los inmensos problemas, ni éste artículo, sirven para que comprendas que debes luchar de verdad y DESDE AHORA QUE TODAVÍA PODRÍAMOS ESTAR A TIEMPO, nada servirá y estaremos condenados, desde ya, pues reaccionar dentro de unos años, será ya demasiado tarde. Será como asistir a nuestro suicidio, por irresponsabilidad.

NOTA 1.- “Madrid 4-My. La causa ocultada. Futuro peor, silenciado. ¿Qué hacer?” (12-5-2021) Informaciones, análisis, previsiones y propuestas de primer orden que nadie más ha ofrecido, pese a las evidencias. La causa de la derrota que todos ocultan. Las consecuencias ante un futuro peor que todos silencian. La línea para recomponer las fuerzas de la clase trabajadora. https://kaosenlared.net/madrid-4-my-la-causa-ocultada-futuro-peor-silenciado-que-hacer/ .

Una información muy interesante sobre la realidad de la hostelería en Madrid “Tras la reseca” de Montserrat Galcerán https://www.elviejotopo.com/topoexpress/tras-la-resaca/ — https://www.elviejotopo.com/autor/montserrat-galceran/ . Sobre los restaurantes, un libro ilustrado, “Abajo los restaurantes. Una crítica obrera del sector de la hostelería” http://klinamen.org/wp-content/uploads/2020/04/Abajo-los-restaurantes-klinamen.pdf

NOTA 2.- Multicopista. No era una fotocopiadora, ni impresora de ordenador, sino una máquina que permitía reproducir en papel numerosas copias de textos mecanografiados (escritos con máquina de escribir) sobre una plantilla llamada esténcil o cliché (perforándola), que luego se colocaba y sujetaba sobre un cilindro-tambor del que se desprendía la tinta previamente introducida en el mismo, tinta que atravesaba las perforaciones del cliché en forma de letras y que mediante presión se depositaba e imprimía en el papel. Necesitaba de una plataforma para colocar el papel sobre el que debía imprimirse el texto, y otra de salida, para recoger las hojas ya impresas. Unos cilindros para la recogida del papel de la bandeja de entrada y expulsión del papel a la de salida. Su funcionamiento podía ser manual (mediante una manivela) o a motor (eléctrico). 

Véase https://es.wikipedia.org/wiki/Mime%C3%B3grafo .

Vietnamita, véase http://www.andarines.com/culturapopular/vietnamita.htm , http://octubre-ucco.blogspot.com/p/la-informatica-internet-y-sus-redes.html , https://elmundano.wordpress.com/2008/06/02/%c2%bfson-los-blogs-las-vietnamitas-del-siglo-xxi/

ALGUNAS FUENTES para CONOCER la MILITANCIA y la LUCHA DURANTE el FRANQUISMO y la TRANSICIÓN.

La web del “Congreso. Las otras protagonistas de la transición”, con numerosa documentación y videos https://congresotransicion2017.wordpress.com/ ; también para el segundo congreso https://drive.google.com/file/d/1pUgMC4jLLKvRqdVY01qq9bDRgwEJgDys/view . De la organización UCCO http://octubre-ucco.blogspot.com/ que aporta muchos detalles concretos de cómo era aquello. De la LCR, toda la historia de una época https://www.historialcr.info/ . Para descargar algunos libros en pdf sobre la década de los 70s y principios de los 80s http://klinamen.org/publicaciones/area-de-descargas/ . Una visión extremadamente crítica de la militancia en la izquierda revolucionaria “Crítica de la izquierda autoritaria en Cataluña. 1967-1974” http://www.cedall.org/Documentacio/Castella/cedall203110300.htm . Las 38 primeras páginas de una edición actualizada del libro https://www.traficantes.net/sites/default/files/pdfs//9788498887082.pdf

Mi artículo, “Vitoria-Gasteiz 3 de marzo de 1976. Materiales para la memoria” (3-3-2020) — relato y acceso a documentos muy importantes – https://kaosenlared.net/vitoria-gasteiz-3-de-marzo-de-1976-materiales-para-la-memoria/

SÓLO UNOS POCOS RECURSOS, para PROFUNDIZAR en las NECESIDADES del FUTURO.

“Turiel habla en el Senado. Crisis brutal antes de 2025. Video” (27-4-2021) Comparecencia de Antonio Turiel en el Senado, avisando de la gran crisis económica que ocurriría antes de 2025 con motivo del descenso brutal de la producción del petróleo sin estar implementada la alternativa de las energías renovables, y otras muchas consideraciones. Una advertencia que sólo los irresponsables pueden ignorar https://kaosenlared.net/turiel-habla-en-el-senado-crisis-brutal-para-antes-de-2025-video/

“Cataclismo, más cerca. Clima sin freno, ¿crisis del petróleo antes de 2025?” (8-4-2021) Recoge informaciones muy importantes, sobre el cambio climático, de la ONU, la UE, opiniones desde el BBVA Research, y la previsión de una gravísima crisis del petróleo (descenso brutal de la oferta) para esta misma década, según Antonio Turiel (basándose en informes de la Agencia Internacional de la Energía, etc.) y crisis por el estallido de la “burbuja” de las inversiones en petróleo que nunca podrán rentabilizarse, según Jeremy Rifkin (“desestabilización económica devastadora y sin precedentes”, en el capítulo 4 del libro “El Green New Deal global”). Reflexionando sobre todo esto, y sobre las características y potencialidades políticas de nuestra época, ofrece una línea de respuesta eficaz dentro de lo posible. Donde dice “para 2020, el uso del carbón debiera reducirse en un ¡80%!” debe decir “para 2030,…” https://kaosenlared.net/cataclismo-mas-cerca-clima-sin-freno-crisis-del-petroleo-antes-de-2025/

“Austericidio, deuda pública, fiasco del TSCG-135-LOEPSF y autoderrota” (3-3-2021) Un balance sobre la estrategia de la burguesía para bajar la deuda pública del Estado, la política austericida de recortes, cómo hemos luchado contra ella, y cuáles han sido los resultados. El procedimiento para haber unificado todas las luchas en España y en la Unión Europea contra todos los recortes sociales en cualesquiera sectores, por un objetivo común, un ejercicio práctico de lo que habría sido hoy el internacionalismo proletario a escala europea al menos. Sin aprender de este balance estaremos condenados a derrotas catastróficas en el futuro que nos deparará el capitalismo y sus Estados, pues sin internacionalismo proletario, sin unificación de las luchas por objetivos comunes por encima de los sectores, las divisiones nacionales y fronteras estatales, jamás conseguiremos la fuerza necesaria para vencerlos y evitar la deriva al cataclismo y posible extinción de nuestra especie a la que nos lleva este sistema social y político. Estudiadlo bien y aprovechadlo, pues nadie os ofrecerá nada semejante. https://kaosenlared.net/austericidio-deuda-publica-fiasco-del-tscg-135-loepsf-y-autoderrota/

“El cataclismo que nos amenaza. ¿Cómo evitarlo?” (26-1-2021) Una orientación que podrá revolucionar la lucha contra el cataclismo y una guía para aprender. La crisis civilizatoria y medioambiental provocada por el capitalismo y sus Estados (crisis económicas, crisis energética, crisis alimentaria, cambio climático, sexta gran extinción, guerras, colapso…), que puede llevarnos a la autodestrucción. Es una propuesta de método para afrontar el asunto del modo más inteligente y eficiente posible, dadas las circunstancias de extrema debilidad por nuestra parte, de incertidumbres en el conocimiento, y de urgencia del asunto, combinando la precaución y la prevención en lo tecnológico y ecológico con la audacia en lo político. Lo que planteo no lo plantea nadie y pudiera ser una gran ayuda para dar un gran empujón al asunto, avanzar y rápido. Una orientación que podrá revolucionar la lucha aportando unos ejes cruciales válidos a escala mundial, convirtiendo de una vez esta lucha, en la tarea política central de nuestro tiempo, si es que queremos salvarnos. Disponemos de la tenaza formada por el Gran Relato de la denuncia de la plusvalía (de la explotación del trabajo a la amenaza de extinción de la Humanidad, pasando por la opresión política, crisis, guerras, colapso) y el eslogan-marco mundial (“sucesor” del de “Otro mundo es posible”) “Horizonte 2050, superando el capitalismo o condenados”, para unir en lo posible a todos los anticapitalistas (marxistas, anarquistas, ecosocialistas, colapsistas…) impulsar la elaboración política, despertar a cientos de millones de personas en todo el mundo, ayudar a que todas las luchas, tras diversos objetivos, confluyan ese objetivo común. Argumentación detallada en el documento. También viene a ser, en las notas, una guía para aprender, facilitando el conocimiento de numerosos autores y la descarga de muchísimos materiales muy valiosos. https://kaosenlared.net/el-cataclismo-que-nos-amenaza-como-evitarlo/ . Por el cansancio se me escaparon de reconocer unas cuantas erratas, y la más tonta, el acento a la palabra cataclismo en la imagen. Lo copian en https://www.asociaciongerminal.org/?p=6355 , poniendo su imagen. Al final se puede convertir en archivo pdf, pero entonces “se come” el primer párrafo del documento.

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Para ACCEDER a mis artículos, informes y libros. Los artículos del 11 de enero de 2015 hasta hoy, los podéis encontrar poniendo esta nueva dirección https://kaosenlared.net/autor/aurora-despierta/ a la que también os lleva si hacéis clic en mi nombre en el artículo. Para vuestra comodidad, tenéis la relación y enlaces correctos a los textos previos al 20-10-2016 en “Capitalismo: modo de vida decadente. Notas sobre estrategia y táctica” (20-10-2016) – Libro, archivo PDF de 200 páginas — http://kaosenlared.net/capitalismo-modo-de-vida-decadente-notas-sobre-estrategia-y-tactica/ —- Para descargar directamente el archivo pdf — http://kaosenlared.net/wp-content/uploads/2016/10/Decad-capit-estra-tact-EN-PDF1.pdf —–

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