viernes, 11 de agosto de 2023

La naturaleza humana desde el punto de vista marxista

 

La naturaleza humana desde el punto de vista marxista

Revista El Pollo Urbano. Núm. 188


 

Por Manuel Sogas Cotano

“La concepción del socialismo en Marx depende de su concepto del hombre (…). Evidentemente, el fin del socialismo es el hombre.” [1]

Muchos sociólogos y psicólogos contemporáneos de Marx creían que no existía una naturaleza humana como tal, sino que “el hombre, al nacer, es como una hoja de papel en blanco, sobre la que la cultura escribe su texto.”[2]

Marx niega esta noción de “no” naturaleza del hombre de su tiempo, para mantener que es un ser reconocible y determinable que puede ser reconocido no solo biológicamente, anatómicamente y fisiológicamente, sino también psicológicamente, y con “características necesarias, constantes de todos los individuos humanos (el trabajo, la sociabilidad, la consciencia y la universalidad)” [3] en cualquier circunstancia de espacio, lugar y tiempo, siendo su característica esencial la forma en que realiza su actividad vital, que es precisamente la que le diferencia y separa del resto de los animales.

Diferencia Marx entre “la naturaleza humana en general” y “la naturaleza humana condicionada”, distinguiendo a la vez “dos tipos de impulsos y apetitos humanos”: los constantes e invariables, como el hambre y el instinto sexual, que sin modificar su esencia pueden variar sus formas de realización y tendencias en función de las culturas de las que se trate, y los apetitos relativos, los que no siendo integrantes de la naturaleza humana “deben su origen a ciertas estructuras sociales y a ciertas condiciones de producción y comunicación…, la necesidad de dinero es, pues, la necesidad real creada por la economía moderna y la única necesidad que esta crea…, se convierte (así esta necesidad) en una servidumbre ingeniosa y siempre calculadora a los instintos inhumanos, depravados, antinaturales e imaginarios” [4], que en el transcurso del tiempo y por falta de reflexión, el individuo las llega a tomar, efectivamente, como elementos naturales de su propia naturaleza.

Así, por ejemplo, en la organización social en la que predominan las relaciones de producción capitalistas, se producen impulsos relativos como incentivos humanos principales “el deseo e dinero y propiedad; otras condiciones económicas pueden producir exactamente los deseos opuestos, como el ascetismo y el desprecio por los bienes terrenales, como sucede en muchas culturas orientales” [5].

“En contraste con Kierkegaard y otros, Marx contempla al hombre en toda su extensión, como miembro de una sociedad y una clase dadas y, al mismo tiempo, como cautivo de éstas. La plena realización de la humanidad del hombre y su emancipación de las fuerzas sociales que le aprisionan está ligada, para Marx, al reconocimiento de estas fuerzas y al cambio social basado en este reconocimiento.” [6].

Un planteamiento de este tipo exige necesariamente un conocimiento previo tanto del hombre como el de la sociedad en la que vive, es decir, de una filosofía que conduzca a esos fines, y esta filosofía en sus aspectos fundamentales está contenida desde los inicios del marxismo en los Manuscritos filosóficos-económicos.

Obra que escribió Marx en 1844 contando 26 años de edad, pero que permaneció “oculta” hasta 1956 en que se publicó en lengua rusa tras la muerte de Stalin, apareciendo publicada en Europa en lengua inglesa a partir de 1959, fechas que marcan el inicio para la plena comprensión del marxismo como teoría general universal del conocimiento y método efectivo para la transformación social, que es en realidad el último objetivo, como medio, a fin de que el hombre encuentre el camino para su plena realización como ser libre y consciente, con lo que se sobrepasa en mucho la noción vulgar del marxismo.

Esta sería una de las razones, pero no todas, que podrían explicar la tergiversación del marxismo vulgar mecanicista, determinista y economicista, que era el que se había aplicado fundamentalmente en la URSS de la mano de Stalin.

Tras la publicación de los Manuscritos filosófico-económicos el marxismo empieza a ser estudiados por marxistas no comunistas, católicos en Francia y protestantes en Alemania.

“Una de las ironías peculiares de la historia es que no hay límites para el melentendimiento y la deformación de las teorías, aun en una época donde hay acceso ilimitado a las fuentes; no hay un ejemplo más definitivo que lo que ha sucedido con la teoría de Karl Marx en las últimas décadas.” [7]

“No hay mayor malentendido o malinterpretación de Marx que aquella que se encuentra, implícita o explícitamente, en el pensamiento de los comunistas soviéticos, los socialistas reformistas y los opositores capitalistas del socialismo, todos los cuales suponen que Marx sólo quería el mejoramiento económico de la clase trabajadora y que quería abolir la propiedad privada para que el obrero pudiera poseer lo que ahora tiene el capitalista. La verdad es que para Marx, la situación de un trabajador en una fábrica “socialista” rusa, una fábrica británica propiedad del Estado o una fábrica norteamericana tal como la General Motors equivaldría esencialmente a lo mismo… El tema central de Marx es la transformación del trabajo sin sentido, enajenado, en un trabajo productivo, libre, no el mejor pago de un trabajo enajenado por un capitalismo privado o un capitalismo “abstracto” de Estado.”[8]

El modo de producción capitalista que Marx critica, contra lo formalmente establecido y tomado como verdad inamovible, absoluta, de que es algo consustancial a la naturaleza humana no tiene nada de natural, sino algo creado por el propio individuo como consecuencia del desarrollo histórico de las fuerzas productivas de las que el capitalismo a sido su principal agente impulsor, cuyo protagonismo histórico no puede ser juzgado bajo ningún tipo de concepto moral ni en función de su maldad o bondad, sino como hecho histórico, puesto que esto y ninguna otra cosa es. Y no solamente el capitalismo no es consustancial a la naturaleza humana, sino que además es contrario a la naturaleza de la misma.

Cuando Marx critica al capitalismo no lo hace tanto por la desigualdad de ingresos que crea y fomenta entre el capitalista y el asalariado, sino por la forma de producción, que al estar basada en la división social del trabajo, separando el trabajo corporal y el trabajo intelectual cada vez más, y de la propiedad privada de los medios de producción, conduce al individuo necesariamente a la enajenación, la alienación social y personal, a la pérdida de conciencia de sí mismo hasta convertir al asalariado en un objeto más, en una mercancía como cualquier otra ligada al proceso de producción P.

Sin duda son los hombres, desde que son hombres, seres conscientes. Pero desde los comienzos de la división social del trabajo, de la escisión y la contraposición entre el trabajo intelectual y el trabajo corporal y a consecuencia de esta división, la consciencia empírica cotidiana de los individuos se separa cada vez más de la evolución de las esferas sociales conjuntas de la producción intelectual, de la evolución de la ciencia y el arte, y se convierte en esclava de las representaciones fetichistas que deforman la realidad, mientras, por otro lado, se producen en los planos del pensamiento abstracto y de la consciencia social conjunta las ideologías, reflejos deformados e invertidos de la realidad.”[9]

“Es imprescindible decir y subrayar que la alienación es para Marx un proceso de determinada tendencia histórica, no un medio estático, y, además, que la tendencia universalizadora de la alienación no significa en modo alguno (…) que la alienación pueda llegar a ser nunca absoluta y a aniquilar toda autonomía de lso individuos que componen la sociedad. Como la evolución histórica de la alienación es al mismo tiempo el camino necesario para la génesis histórica de la individualidad humana, el desarrollo de la alienación es al mismo tiempo creación de los presupuestos subjetivos necesarios de su abolición.” [10]

Estudiando la dinámica interna del funcionamiento del modo de producción capitalista, y dadas las contradicciones que operan en su propia dinámica de funcionamiento, se extraen datos que muestran de manera evidente la imposibilidad material de su continuidad histórica como modo de producción dominante, y en consecuencia su extinción, una vez alcanzado el máximo grado de desarrollo históricamente puede alcanzar, hecho que viene a poner de manifiesto la crisis de 2007, así como predecir el nuevo modo de producción que históricamente está llamado a sustituirle: el modo de producción socialista, que no constituye un fin en sí mismo, como erróneamente ha venido presuponiendo el marxismo vulgar, sino un medio instrumental al servicio del hombre que facilite y potencia el ejercicio práctico de su pleno desarrollo personal, tanto material como espiritual. Pero también esos mismos datos proporcionados por el conocimiento del funcionamiento del modo de producción capitalista, pueden ser aplicados a la génesis y devenir histórico del mismo y para el conocimiento de la naturaleza del hombre que es lo que hace Marx.

“La unión de la Economía y Filosofía (fundamento de materialismo dialítico de Marx) es el primer paso ineludible para comenzar a estudiar seriamente la sociedad moderna y este avance epistemológico, al que cabe calificar como fundamental en todos sus restantes hallazgos, lo hace Marx precisamente en los Manuscritos.” [11]

El objeto del modo de producción capitalista y el espíritu que lo mueve no es la de producir objetos para satisfacer necesidades humanas (bienes de uso) sino el acrecentamiento de los capitales invertidos, paro lo que tiene que producir valores de cambio, esto es, objetos que poder llevar al mercado para intercambiarlos por dinero que es lo que le permite el crecimiento de los mismos, aunque evidentemente, los valores de cambio (las mercancías) que produce tienen que responder a la satisfacción de una necesidad determinada, puesto que si no fuera así nadie querría cambiar su dinero por algo que no vale para nada, pero el fin primordial del capitalismo es acrecentar los capitales invertidos.

En el proceso de producción P que realiza el capitalista invierte un dinero inicial D con el que compra una mercancía M (Instalaciones, maquinaria, materia prima, salarios…) que somete a un proceso productivo P (que ponen en marcha y mantienen en funcionamiento los asalariados) para transformarla en una nueva mercancía M´ (con mayor valor que la mercancía M) que será la que lleve el capitalista al mercado para su venta y obtener una cierta cantidad de dinero D´ suficiente para poderse resarcir de todos los gastos originados para obtener la mercancía M´, y además otra parte que será la que le permita acrecentar sus capitales.

Lo anteriormente dicho queda representado en la siguiente expresión que representa en esencia el funcionamiento del modo de producción capitalista:

D – M … P … M´ – D´

La diferencia entre el dinero D´ obtenido en el mercado por la venta de la mercancía M´ y el dinero inicial D representa la plusvalía PV obtenida por el capitalista:

D´- D = PV

Mediante la plusvalía PV obtenida por el capitalista este recupera todo el dinero inicial D invertido que puede volver a reinvertir para repetir un nuevo proceso de producción P y otra parte que le permite acrecentar y acumular sus capitales, en tanto que al asalariado le llega lo justo para no perecer por inanición y su reproducción a fin de poder seguir produciendo.

La forma de trabajo asalariado constituye “una actividad constrictiva, externa, que unilateralita y deforma al individuo, esto es, “solo la apariencia de una actividad […] El trabajador asalariado no aparece, según lo subraya Marx en El Capital, más que como “una máquina productora de plusvalía, y su trabajo no es por tanto, verdadero trabajo en el sentido en que usa Marx ese concepto en los Manuscritos económicos-filosóficos.” [12].

El esclavo y el siervo, al igual que el asalariado también trabajan. Pero no son formas de trabajo humano, puesto que ninguno de ellos realiza su trabajo voluntariamente, ni se apropian íntegramente del producto de sus respectivos trabajos para satisfacer sus propias necesidades y la de los suyos, tan sólo una mínima parte, aquella que le permite no perecer y poder reproducirse ni deciden en qué trabajar, ni en qué producir para satisfacer sus necesidades ni cómo ni cuánto.

“Como punto de partida sabemos que los individuos producen en sociedad, y por consiguiente su producción es socialmente determinada. De ahí que el cazador y el pescador aislados y dispersos, de que hablan Smith y Ricardo, sean sencillamente producto de la imaginación (…) Cuanto más nos remontamos en la historia más aparece el individuo, y por tanto el productor individual, como dependiente y formando parte de un conjunto más vasto; en primer lugar, muy naturalmente y de una tribu; más tarde de una comunidad en sus diversas estructuras, mediante el choque y de la fusión de las tribus.” [13]

Tanto el individuo como el animal tienen que realizar determinadas actividades para la satisfacción de sus necesidades, pero la actividad del animal se limita a procurarse lo necesario para la satisfacción de sus necesidades biológicas inmediatas que son heredadas en función de la especie a la que pertenecen, cuya herencia permanece inamovible, salvo que por determinados circunstancias, todas ellas siempre ajenas al propio animal, le obliguen a realizar determinados cambios para poderse adaptar a las nuevas condiciones de vida que le han llegado impuestas desde fuera de él.

Una vez satisfechas las necesidades biológicas inmediatas del animal, incluida la de la reproducción, cesan las actividades realizadas para ello, y no la vuelve a ponerlas en movimiento hasta que no vuelvan a aparecer nuevamente las necesidades vitales que las pusieron en marcha.

Así, pues, el animal para su subsistencia y reproducción no utiliza sino un número limitado de elementos, que son los que directamente satisfacen sus necesidades, al igual que limitados son los elementos que reincorpora a su propia naturaleza, no siendo libre para realizar ninguna otra actividad que no esté directamente ligada y determinada por el organismo del animal en función de la especie a la que pertenezca.

El hombre en tanto que animal se ve impelido necesariamente a realizar las mismas actividades que este, pero se separa del mismo y aumenta su diferencia con respecto de él en el momento en que empieza a producir sus propios medios de vida, dado que estos no responden ya a la satisfacción de las necesidades biológicas inmediatas.

Los medios que necesita el individuo para la subsistencia se halla todos en la naturaleza. Al trabajar lo que hace es apropiarse de ésos medios que están en la naturaleza y que no son aptos para su consumo directo, de manera que con el trabajo lo que hace es adaptarlos para poderlos consumir y satisfacer sus necesidades cada vez más numerosas.

El trabajo, la producción humana, origina objetos que satisfacen necesidades humanas. Estos objetos producidos por el individuo con su trabajo se hacen cada vez más numerosos y variados a medida que se van desarrollando las fuerzas productivas, creadas también por el propio trabajo humano, y como cada objeto producido responde a la satisfacción de una necesidad, resulta por el propio desarrollo histórico que impulsa el desarrollo de las fuerzas productivas, que las necesidades humanas crecen ilimitadamente.

El instrumento que utiliza el individuo como medio de trabajo para producirse lo que necesita: la piedra, el palo, el cuchillo, la lanza, el vestido, la hitación confortable, el teatro, el ferrocarril, el automóvil, el cine, el teléfono, la televisión, el ordenador…, etc., son medios de vida que no estaban dados en ninguna parte, pero que sin embargo el hombre se ha procurado mediante su actividad específica, el trabajo, realizado libre y voluntariamente, y que en el transcurso del tiempo los ha ido incorporando como elementos vitales de vida a su naturaleza humana.

En suma. La actividad vital del hombre es ilimitada porque ilimitada son sus necesidades frente y opuestamente a la actividad del animal, que está limitada y determinada por su propio organismo. En su actividad para producir objetos el hombre transforma la naturaleza al tomar de ella necesariamente la materia bruta que transforma para adaptarla a su consumo, y al incorporar los objetos producidos a su modo de vida los “humaniza” al convertirlos en elementos “naturales de su propia existencia, por lo que se puede afirmar que el hombre se crea a sí mismo al igual que crea la sociedad en la que vive, a diferencia del animal que no sufre cambio en su vida, excepto los que le llegan impuestos por la naturaleza contra su voluntad que en cualquier caso son insignificantes. Por ejemplo, un animal, el perro. Desde que es perro y hasta hoy no ha cambiado ni su naturaleza ni su forma de vida, sigue haciendo lo que hacia y de la forma que lo hacía.

*

Manuel Sogas Cotano, Mao /30.03.2019

 

[1] Erich Fromm. Marx y su concepto del hombre. Pág. 69. Fondo de Cultura Económica, México, 1962.[2] Erich Fromm. Obra citada, pág. 36.

[3] Giörgy Márkus. Marxismo y “antropología”, pág. 51. Traducción y redacción: Manuel Sacristán. Ediciones Grijalbo, S.A., 1973, Barcelona.

[4] Erich Fromm. Obra citada, pág. 37.

[5 ] Erich Fromm. Obra citada, pág. 24.

[6] Erich Fromm. Marx y su concepto del hombre. Págs. 7-8. Fondo de Cultura Económica, México, 1962.

[7] Erich Fromm. Obra citada, pág. 13.

[8] Erich Fromm. Obra citada, págs. 53-54.

[9] Giörgy Márkus. Obra citada, pág. 52.

[10] Giörgy Márkus. Obra citada, págs. 60-61.

[11] Karl Marx. Manuscritos: económicos-filosóficos, pág. 15. Traducción, introducción y notas de Francisco Rubio Llorente. Alianza Editorial, 4ª edición, Madrid, 1972.

[12] Giörgy Márkus. Obra citada, pág. 51.

[13] Carlos Marx. El método en la economía política. Págs. 15-16. Ediciones Grijalbo, S.A., Barcelona, 1974.

 *++

La significación del sexo en el desarrollo del individu

 

La significación del sexo en el desarrollo del individuo

 Revista El Pollo Urbano. Núm. 206



Por Manuel Sogas Cotano

 

     La idea del sexo como característica intrínseca e inherente a la naturaleza humana no parece que pudiera ser discutida por nadie desde un punto de vista racional…

… y lógicamente válido, dada su absoluta necesidad para la reproducción de la especie humana que es llevada a cabo por la relación sexual entre una mujer y  un hombre. Pero sin embargo, su percepción tanto personal como social ha tenido diferentes significados a lo largo del tiempo, sin que ello naturalmente haya podido afectar a su naturaleza ni a la importancia biológica como sistema de reproducción hasta alcanzar la nueva dimensión social y política con que hoy se presenta en prácticamente todos los estamentos sociales, si bien esta consideración en sus diferentes y a veces contradictorias percepciones resulta más aceptada en el plano teórico y legal que en  la práctica.

     El desarrollo de los medios de telecomunicaciones ha contribuido de una forma  singular a la divulgación de la noción de sexo. No obstante, y a pesar de esta gran divulgación no se ha visto acompañado su tratamiento en igual proporción ni con la rigurosidad ni con la profundidad que le correspondería, dada la relevancia social y política adquirida, sino que más bien y por el contrario, ha contribuido a extender su superficialidad y banalización no exentas de fetichismo consumista. A la palabra sexualidad se le relaciona con los genitales y a estos a su vez con el sexo [[i]], lo que contribuye a empañar y oscurecer su significado más que a esclarecerlo.

    En este sentido afirma Cardinal: “Al sexo se le trata dentro de una confusión entre la ignorancia y la sofisticación, la negación y la indulgencia, la represión y el estímulo, el castigo y la explotación, el secreto –sucio secretito-, como decía Henry Miller; la exhibición y la comercialización. Se le asocia a una duplicidad e indecencia que no conduce ni a la honestidad intelectual ni a la dignidad humana.” (P. A. Serna Carmona), lo que le hace aparecer con un carácter punitivo y receloso en los diferentes ámbitos sociales como el familiar o religioso, que lo delimitan entre lo normal y lo anormal, entre lo permitido y lo prohibido y entre lo que se puede hablar y lo que se debe ocultar.

    Foucault señala (1991) que el sexo no siempre tuvo un carácter restringido y sancionador. En la Europa del siglo XVII “las prácticas no buscaban el secreto; las palabras se decían sin excesivas reticencia, y las cosas sin demasiado disfraz; se tenía una tolerante familiaridad con lo ilícito. Los códigos de grosero de lo obsceno y de lo indecente si se los compara con los del siglo XIX, eran laxos. Gestos directos, discursos sin vergüenza, trasgresiones visibles, anatomías exhibidas y fácilmente entremezcladas, niños desvergonzados vagabundos sin molestia ni escándalo entre las risas de los adultos: los cuerpos se pavoneaban.”

    De igual manera que Foucault se expresa Calame en su obra “Eros en la Antigua Grecia”, en la que expone la noción que tenían los griegos acerca del sexo como origen de un placer infinito de un profundo carácter divino. Los griegos adoraban la belleza, y por ello no estaba mal visto quedar anonadado ente un hombre o mujer hermosa, con independencia del género que tuviera el observador.

    Asimismo señala que la antigua sociedad romana fue muy permisiva respecto del sexo, dado que este junto a la moral estaban mediados por el control. Así, un ciudadano romano podía tener relaciones sexuales con su esposa, con una prostituta en un burdel o con otro hombre en los baños públicos, con la condición para librarse de toda crítica que mantuviera cada cosa en su sitio, sin que nadie ocupara el lugar de otro.

    En la época victoriana cambió radicalmente la percepción del sexo con el discurso del pecado y lo prohibido que desemboca en un proceso de represión en torno al mismo, y de esta manera “la sexualidad es cuidadosamente encerrada. Se muda, la familia conyugal la confisca y absorbe  por entero en la seriedad de la función reproductora. En torno al sexo, silencio. Dicta la ley, la pareja legítima y procreadora” (P. A. Serna Carmona: 2013), apareciendo junto a este proceso otro en sentido inverso: su práctica de forma oculta, lo que suponía la trasgresión a la ley con lo que apareció una nueva forma de placer, dejando en evidencia que: “Tal vez hay otra razón que torna tan gratificante para nosotros el formular, en términos de represión, las relaciones del sexo y del poder lo que podría llamarse el beneficio del locutor. Si el sexo está reprimido, es decir, destinado a la prohibición, a la inexistencia y al mutismo, el solo hecho de hablar de él, y de hablar de su  represión, posee como un aire de trasgresión deliberada. Quien usa ese lenguaje hasta cierto punto se coloca fuera del poder; hace tambalearse la ley; anticipa, aunque sea poco, la libertad futura.” (P. A. Serna Carmona: 2013).

    La idea de trasgresión deliberada incita al debate sobre el sexo que se convierte en una cuestión social, política y económica que sobrepasa lo privado y despierta el interés político, adquiriendo en los siglos XX y XXI unos valores muy diferentes a los que tenía en la época victoriana, llegándose a plantear en los escenarios académico, político y social, hasta que en 1997 la sexualidad queda reconocida como un derecho en la Declaración del XII Congreso Mundial de Sexología celebrado en España, Valencia, donde queda establecido como “Una parte integral de la personalidad de todo ser humano. Su desarrollo pleno depende de la satisfacción de las necesidades humanas básicas como el deseo de contacto, intimidad emocional, placer, ternura y amor que se construye a través de la interacción entre el individuo y las estructuras sociales. El desarrollo pleno de la sexualidad es esencial para el bienestar individual, interpersonal y social. Los derechos sexuales deben ser derechos humanos universales basados en la libertad, dignidad e igualdad para todos los seres humanos. Los derechos sexuales deben ser reconocidos, promovidos, respetados y defendidos por todas las sociedades con todos sus medios.” (P. A. Serna Carmona: 2013). En esta declaración se promulgan once derechos sexuales: el derecho a la libertad sexual, a la autonomía sexual, a la integración sexual y seguridad del cuerpo sexual, a la privacidad sexual, a la equidad sexual, al placer sexual, a la expresión sexual emocional, a la libre asociación sexual, a tomar decisiones reproductivas libres y responsables, a la información basada en el conocimiento científico, a la educación sexual comprensiva y el derecho a la atención clínica de la salud sexual, configurándose de esta manera como categoría de derecho con lo que la sexualidad adquiere una nueva dimensión que le plantea al Estado la necesidad de tener que procurarse los medios necesarios que garanticen el cumplimiento de ese nuevo derecho, pero la práctica viene a demostrar que si ni siquiera la comprensión de los derechos sexuales mencionados están bien interpretada en todas partes y mucho menos su aplicación a la realidad.

      Sin la intención ahora entrar en las causas originarias y profundas que pudieran explicar esa no correspondencia entre la teoría y la práctica de los derechos sexuales, sí se menciona una de las  más próximas e inmediatas que ha sido señalada por P. A. Serna Carmona (2013) atribuida al hecho de que la noción de los derechos sexuales no aparecen como derechos en sí mismos, sino como derechos de segundo orden ligados siempre a otras categoría del derecho que sí tienen reconocida tal categoría en sí mismo, como puede ser el derecho a la salud o la educación, lo que a nuestro juicio partiría de la carencia efectiva de la definición del concepto de naturaleza humana de una manera profunda que es sustituida por una definición formal cargada de elementos ideológicos en función de los intereses de las clases sociales dominantes, obviando interesadamente o no, el poder indiscutible para la deformación de la realidad que contiene cualquier planteamiento en el que dominen los elementos ideológicos, sean de “izquierdas” o de “derechas”,  y de esta manera se llegan a considerar características naturales del individuo que en realidad no las son, pero que a pesar de no serlas son tomadas como si lo fueran porque el uso de la costumbre ha llegado a naturalizarlas.

     Es tarea prioritaria y urgente, a nuestro juicio, la de la denominada comunidad científica que tiene a su cargo el establecimiento del saber oficial en la sociedad, el que proceda a la definición rigurosa de todos aquellos conceptos sobre los que luego son tratados en la sociedad  y que tienen trascendencia real en la vida practica, de  manera que esté exenta de prejuicios ideológicos y sin tener en cuenta previamente a qué intereses sociales podrían o no servir, tarea esta última que le corresponde resolver y determinar democráticamente a los diferentes grupos sociales de los que está compuesta toda sociedad, y dentro del ámbito político que es al que le corresponde. El mismo problema de falta de definición rigurosa de conceptos nos lo encontraremos líneas más abajo cuando se llegue a la noción de desarrollo humano.

     Citando ahora de forma sumarísima algunas ideas del pensamiento marxista con carácter indicativo del camino que necesariamente habrá de seguirse en las ciencias sociales si es que se pretende resolver los problemas y no justificarlos y relacionadas con la noción de naturaleza humana, según nuestro juicio, se mencionan las siguientes:

     “En contraste con Kierkegaard y otros Marx contempla al hombre en toda su extensión, como miembro de una sociedad y de una clase dadas, y, al mismo tiempo, como cautivo de estas. La plena realización de la humanidad del hombre y su emancipación de las fuerzas sociales que le aprisionan está ligada, para Marx, al reconocimiento de estas fuerzas y al cambio social basado en este reconocimiento.” [[ii]].

    Marx diferencia entre “la naturaleza humana en general” y “la naturaleza humana condicionada”, distinguiendo a su vez “dos tipos de impulsos y apetitos humanos”: los constantes e invariables, como el hambre y el instinto sexual, que sin modificar su esencia pueden variar sus formas de realización y tendencias en función de las culturas de las que se trate, y de los apetitos relativos, los que no siendo integrantes de la naturaleza humana “deben su origen a ciertas estructuras sociales y a ciertas condiciones de producción y comunicación (…), la necesidad de dinero es, pues, la necesidad real creada por la economía moderna y la única necesidad que esta crea (…), se convierte así (esta necesidad) en una servidumbre ingeniosa y siempre calculadora a los instintos humanos, depravados, antinaturales e imaginarios  que en el transcurso del tiempo y por falta de reflexión, el individuo las llega a tomar, efectivamente, como elementos natrales de su propia naturaleza.” [[iii]].

    Así, por ejemplo, en la organización social en la que predominan las relaciones de producción capitalistas, se producen impulsos relativos como incentivos humanos principales “el deseo de dinero y propiedad; otras condiciones económicas pueden producir exactamente los deseos opuestos, como el ascetismo y el desprecio por los bienes terrenales, como sucede en muchas culturas orientales.” [[iv]].

    La Organización de las Naciones Unidas (ONU) concibe la sexualidad desde diferentes perspectivas. Una de ellas es la consideración como problemas de salud para combatir el VIH/Sida, la malaria y otras enfermedades; otra, su abordaje en conexión con el Informe de Desarrollo Humano de 1995, denominada la revolución hacia la igualdad en la condición de los sexos, en donde es considerada desde la categoría de géneros y desde la aceptación de la igualdad entre los mismos. (P. A. Serna Carmona: 2013) e igualmente se habla de un reconocimiento a las comunidades de LGTB.

   El concepto de Desarrollo Humano que aquí se considera es el dado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que anualmente se elabora para más de 177 países y que se interpreta como el proceso por el que pasa una sociedad cuando en ésta hay mejoras en las condiciones de vida de sus ciudadanos y estas mejoras no implican necesariamente un incremento de los bienes de los que disponen, los cuales indudablemente, les van a ayudar a satisfacer sus necesidades básicas como pueden ser la alimentación, vivienda y transporte. Implicando también la creación de un entono en el que se respeten los derechos humanos de todos y cada uno de los ciudadanos residentes en el país, su derecho a la educación y a tener una vida digna, de modo que un mayor desarrollo humano que puede entenderse como sinónimo de un alto grado de libertad y cantidad de opciones que se dispongan para ser o hacer lo que desee. [[v]]

     El origen del concepto de Desarrollo Humano data del año 1990 cuando “Mahbub ul Haq lanzó el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Este programa no únicamente pretendía tener en cuenta factores puramente económicos correspondientes a la riqueza de un país, sino que, también, qué políticas aplica el Estado que estén centradas en las personas, especialmente en cuanto a calidad de vida y educación se refiere.” (N. Montagud Rubio. Obra citada).

    Con “el Índice de Desarrollo Humano (IDH) se tiene en cuenta diferentes factores que se consideran necesarios (Esperanza de vida; educación y riqueza) para que las personas vivan plenamente en el país que es ha tocado vivir (…), es un indicador nacido de la mano del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que sirve para evaluar cómo se desarrolla una sociedad. Consiste en una medida aritmética que sintetiza los avances e hitos de cada país que le llevan a disponer de una mejor sociedad, analizados en base a tres dimensiones principales: esperanza de vida, educación y riqueza económica.” (N. Montagud Rubio. O.C.).

    El (IDH) se elabora anualmente para cada país en función del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en base a los datos anuales que recoge la ONU de cada país y para cada programa de cada país relacionado con la esperanza de vida; años de escolarización y renta, cuyas fuentes respectivas de información son las siguientes: UNDESA; UNESCO, ICF Macro Demographic and Health Surveys, UNICEF y encuestas de la Organización de Cooperación para el Desarrollo Económico (OCDE) y, el Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la United Nations Statistics División. (N. Montagud Rubio. O.C.).

    El principal objetivo de este indicador es el de obtener datos objetivos sobre el nivel de vida que hay en cada país del mundo para, de esta forma, detectar posibles carencias y dirigir futuros programas de ayudas internacional en la resolución de las mismas. Entre estas ayudas puede contar el ofrecer recursos monetarios para activar la economía, además de ayudar al país en la dotación de estructuras educativas y sanitarias para mejorar el nivel cultural y sanitario de la población.

     Esta noción de desarrollo humano tiene diferentes interpretaciones por parte de distintos autores, y en función de la interpretación que cada uno de ellos hace se inscribe la cuestión de la sexualidad que también es considerada de formas variadas. Así, Sen por su parte considera el desarrollo humano desde la perspectiva de las capacidades que cada persona tiene para satisfacer sus necesidades, intereses y deseos, para cuyos fines utiliza los recursos y medios disponibles en el contexto en el que vive para alcanzar de ese modo una mejor calidad de vida.

    Martha Ussbaun se manifiesta en el mismo sentido que Sen, la que en su trabajo sobre las mujeres y el desarrollo humano: El enfoque de las capacidades, propone que las capacidades son dimensiones importantes y específicas de la vida humana, las cuales constituyen los instrumentos con los que cada persona puede conseguir su propia concepción de lo valioso.

     Otra óptica para definir el desarrollo humano es la de Manfred Max Neef que propone una matriz de necesidades y satisfactores en las que identifica las necesidades humanas que divide según categorías existenciales como: ser, tener, hacer, estar, sexualidad, hacer el amor y sensualidad, y según categorías axiológicas como: subsistencia, protección, afecto, entendimiento, participación, ocio, creación, identidad y libertad.

    Con este planteamiento se establece una manera diferente de  tratar la cuestión sexual, puesto que parte del principio de las necesidades, con lo que elude los reduccionismos biológicos o etiológicos, y de esta manera pone en primer plano que la calidad de vida dependerá de las posibilidades que tenga la persona de satisfacer adecuadamente sus necesidades humanas.

    Según entiende el propio Max Neef (1986) “cualquier necesidad humana fundamental que no es adecuadamente satisfecha revela pobreza humana. La pobreza de subsistencia (debido a la alimentación y abrigo insuficiente); de protección (debido a sistemas de salud ineficientes, a la violencia, la carrera armamentista, etc.); de afecto (debido al autoritarismo, la opresión, las relaciones de explotación con el medio natural, etc.); de entendimiento (debido a la imposición de valores extraños a culturas locales y regionales, emigración forzada, exilio político, etc.) y así sucesivamente.” (P. A. Serna Carmona: 2013. Obra citada).

    Al quedar planteada la cuestión sexual como necesidad para el desarrollo humano (desde la perspectiva que aquí se viene considerando) implica necesariamente el planteamiento de la necesidad de su correspondiente satisfacción como requisito imprescindible para que ese desarrollo no se estanque y menos todavía quede interrumpido, y esta noción del sexo es la que lleva a Krmpotic a su teoría de las necesidades mínimas (1999) que divide en dos grupos: “las necesidades individuales y las necesidades sociales: Las primeras hacen referencia al estado de un individuo con respecto a los medios necesarios o útiles para su existencia y desarrollo; la utilidad está dada por la función de preferencia la cual es subjetiva: prima entonces la soberanía privada del consumidor y las segundas se refieren no al individualismo, sino al estado de la sociedad en relación con tales medios útiles para la existencia; estos medios no solo son bienes de consumo sino también de producción”. (P. A.  Serna Carmona: 2013. O. C.).

     Thorstein Veblen (1857-1929), sociólogo norteamericano realizó acertadas críticas sobe al sociedad y la economía de su época, y tras un profundo análisis de la sociedad de consumo llegó a la conclusión de que “el consumo de bienes no satisface  las verdaderas necesidades humanas, ni logra una plenitud de la vida, sino que sirve para mantener el prestigio social, el status…” [[vi]]

     El concepto de lo sexual como necesidad a satisfacer Krmpotic lo equipara a un bien a conseguir dotándolo de carácter destinado al consumo como si se tratara de una mercancía normal que hace su recorrido habitual a través del tráfico del mercado hasta llegar a su punto final en el que es consumido, y por ello, lógicamente, lo liga a la producción capitalista cuyo fin primordial es la de producir bienes con valor de cambio para el mercado como procedimiento para lograr el acrecentamiento de los capitales invertidos. No aparecen diferencias entre un bien de uso y un bien de cambio, si bien es cierto que todo valor de cambio tiene que poseer una parte de bien de uso, puesto que tiene que ser útil para satisfacer una necesidad, sea esta natural o creada artificialmente, puesto que si el bien con valor de cambio no satisficiera ninguna necesidad (único propósito objeto bien de uso) nadie lo querría comprar, dado que no tendría utilidad para nadie, y el consecuencia el capitalista tampoco lo querría producir.

    A nuestro juicio el planteamiento de Krmpotic es completamente erróneo, cuyo error desde nuestra óptica, parte del mismo momento en que sitúa en un plano de igualdad a la necesidad vital del sexo (que él denomina necesidad mínima) con la mercancía que circula con normalidad por el mercado capitalista, que es precisamente lo que le lleva de forma “natural” a tenerla que relacionar con la producción como consecuencia lógica, y ello induce a pensar como acertadamente afirma P.A. Serna Carmona (2013) que “… se abre una puerta a todo discurso capitalista, donde se le da al consumo un papel protagónico, no sólo en la economía sino también en las esferas sociales y políticas”, a lo que parece oportuno añadir por nuestra parte, que queriéndolo o no, de forma voluntaria o involuntaria, en Krmpotic existe cuando menos una intencionalidad implícita por naturalizar el modo de producción capitalista desde el siguiente punto de vista: si el ser humano es algo natural y una de sus necesidades también natural se la aporta el capitalismo, este puede ser considerado tan natural como el ser humano, lo que supone ni más ni menos, que una aberración científica y un disparate histórico.

   Cualquier intento de establecer un mínimo de necesidades humanas sin haber establecido previamente en qué consiste la naturaleza humana no pasa de ser un sin sentido lógico, porque cualquiera podría establecer arbitrariamente numerosas “necesidades mínimas” para cualquier individuo sin necesidad de atribuir necesariamente a tal pretensión malevolencia alguna. Para ello bastará con que no sepa diferenciar lo que es una necesidad natural de una necesidad no natural que por la costumbre él ha naturalizado. Por ejemplo, un individuo habituado a la lectura considerará perfecta y lógicamente como necesidad mínima necesaria para él el hecho de la lectura, al tiempo que otro individuo a la lectura la puede considerar también lógica y perfectamente como una absoluta e inútil pérdida de tiempo. Tampoco parece muy acertada la atribución a las preferencias o gustos personales del individuo para satisfacer sus necesidades mínimas como hace Krmpotic. Quien pase hambre involuntariamente parece evidente que no ha dejado de comer por gusto o preferencia personal.

     Krmpotic confunde o no distingue entre “necesidades mínimas” que son difíciles de determinar y absolutamente variables respecto de unos individuos a otros, de unos lugares a otros y de unos tiempos a otros, y necesidades vitales o naturales que son absolutamente determinables e invariables para cada elemento de la especie humana en cualquier circunstancia de lugar y tiempo por ser consustanciales, inseparables, del ser humano.

   Trasladar las necesidades vitales y no las “necesidades mínimas” según Krmpotic al campo de la naturaleza humana que es al que corresponde, como la alimentación y el sexo, supone inmediatamente negar radicalmente al individuo la subjetividad, gusto o preferencia personal como procedimiento para satisfacción de las mismas como afirma Krmpotic, dado que las leyes de la naturaleza que son las mismas que actúan sobre el ser humano se cumplen de manera imperativa, objetivamente, quiéralo así el individuo o no. Las únicas posibilidades que pudieran caer dentro del libre albedrio, gusto o preferencia personal del individuo respecto a sus necesidades vitales para satisfacerlas y, dentro siempre de determinados límites, es la forma de realizar el modo de su satisfacción. Por ejemplo, un individuo puede elegir entre comer carne cruda o cocinada utilizando las manos y el desgarramiento con los dientes o bien utilizando cuchillo y tenedor, pero lo que no puede hacer por mucho que lo desee o sea su gusto personal es comer noventa y cinco veces al día o, por el contrario, dejar de comer más allá del tiempo que le permita su organismo seguir con vida sin comer. Respecto del sexo con algunos matices se podría decir lo mismo: puede elegir libre y voluntariamente la abstención de la realización del acto sexual de forma absoluta, en cuyo caso sus facultades y potencialidades sexuales quedarían sin desarrollar por la falta de ejercicio, y en consecuencia, su desarrollo personal quedaría menguado. Pero lo que tampoco podría hacer por mucho que fuera su deseo y gusto personal, sería realizar el acto sexual doscientas veces al día.

   Por desarrollo humano debería entenderse, a nuestro juicio, la plena realización del hombre de todas las facultades y potencialidades tanto materiales como espirituales que posee, lo que le llevaría a convertirse en el agente principal e insustituible de todo tipo de actividad económica, política e ideológica, es decir, autor de su propio destino, lo que exige la desaparición de todas sus ataduras que limiten o impidan su desarrollo integral, lo que directamente implica la extinción previa del modo de producción capitalista que impide el pleno desarrollo integral humano, puesto que este es considerado por el capitalismo como un objeto más, una mercancía, con la que tiene que traficar de manera indefectible para poder incrementar los capitales invertidos. La noción de desarrollo humano en un mundo humanizado por el trabajo consciente, libre y voluntario, que posibilite de forma real el desarrollo de todas las facultades y potencialidades que como tal tiene el sujeto, según la teoría marxista.

    Desde la óptica marxista consideramos que podría darse por refutada radical y categóricamente la postura de Krmpotic que se viene comentando, al tiempo que sirven como señal del camino a recorrer para resolver las aparentes paradojas que muy bien señala P. A. Serna Carmona (2013) entre el reconocimiento teórico prácticamente reconocido en todas partes en la cuestión del sexo como derecho, y su no aplicación en la práctica en un gran número de países.

*

[[i]] Paula Andrea Serna Carmona. La sexualidad y el desarrollo humano: aproximación para una posible articulación. Revista Cultural del Cuidado. Vol. 10, nº. 2, diciembre 2013.

[[ii]] Erich Fromm. Marx y su concepto del hombre. Fondo de Cultura Económica, págs. 7-8, México, 1962.

[[iii]] Erich Fromm. Obra citada, pág. 37.

[[iv]] Erich Fromm. Obra citada, pág. 24.

[[v]] Nahum Montagud Rubio. Índice de Desarrollo Humano (IDH): qué es y cómo se calcula. Psicologíaymente.com

[[vi]] https://diegofirmiano.wordpress.com/2013/01/23/el-ataque-de-thorstein-veblen-a-la-cultura/

[[1]] Paula Andrea Serna Carmona. La sexualidad y el desarrollo humano: aproximación para una posible articulación. Revista Cultural del Cuidado. Vol. 10, nº. 2, diciembre 2013.

[[1]] Erich Fromm. Marx y su concepto del hombre. Fondo de Cultura Económica, págs. 7-8, México, 1962.

[[1]] Erich Fromm. Obra citada, pág. 37.

[[1]] Erich Fromm. Obra citada, pág. 24.

[[1]] Nahum Montagud Rubio. Índice de Desarrollo Humano (IDH): qué es y cómo se calcula. Psicologíaymente.com

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

.

¿Quién financia el movimiento LGBTQ? [[¿Y que por qué la sanidad no puede considerarse ni deberíamos consentir los trabajadores que se convierta en un negocio mercantil en manos de una exigua banda de criminales de grandes capitalistas, ni la enseñanza en manos de los ídem, entre los que se incluyen al Estado Vaticano y otras concepciones religiosas? Vaya, vaya, con la preguntita.]]

 

No se trata de restringir derechos, aunque haya quien haga negocios con ellos. Se trata de saber cuáles son verdaderos derechos, y cuáles son solo mecanismos para ganar dinero. Un territorio solo apto para funambulistas, en el que hay víctimas.

 

¿Quién financia el movimiento LGBTQ?


Sociedad 

Silvia Guerini

El Viejo Topo

11 agosto, 2023 

 


Los grupos de izquierda radical y las feministas de izquierdas que gritan “las mujeres trans son mujeres” están siendo manipulados por los multimillonarios y las grandes corporaciones. El movimiento trans no es un movimiento nacido en la base, como lo ha sido el movimiento feminista, es un proyecto de una élite, que está invirtiendo mucho dinero para promover una condición corporal disociativa que desvincula los cuerpos del género.

A escala internacional, asistimos a una saturación mediática de reivindicaciones trans y LGBTQ+, pero ¿se trata realmente de una cuestión de derechos para una parte muy pequeña de la población mundial o existe una agenda más amplia y oculta? La causa LGBTQ+ ocupa ahora un lugar destacado en la agenda de los poderosos y sus defensores están en «el top» de los medios de comunicación, del mundo académico y de las grandes empresas, la gran filantropía y la gran tecnología.

La financiación del movimiento trans LGBTQ procede de ciertas fundaciones y organizaciones, como la Open Society Foundations (OSF) de George Soros, por nombrar la más conocida. Menos conocida, pero especialmente significativa es la Fundación Movimiento Terasem del transhumanista Martine Rothblatt, consejero delegado de United Therapeutics, una multinacional farmacéutica y biotecnológica, dedicada a las nuevas tecnologías biomédicas y los xenotrasplantes, en cuyo consejo de administración se sienta el conocido transhumanista Ray Kurzweill.

Martine Rothblatt posee la mayor empresa de clonación de cerdos para xenotrasplantes en un proyecto de investigación en colaboración con Synthetic Genomics, una multinacional que trabaja en el campo de la biología sintética bajo la dirección del conocido Craig Venter[1]. Rothblatt también es miembro de las Academias Nacionales de Ciencia, Ingeniería y Medicina, financiadas por DARPA (Defense Advanced Research Projects Agency[2]). Rothblatt, como otros transhumanistas, ha escrito varios libros para el gran público sobre cartografía del ADN, el cribado genético y la reproducción artificial de seres humanos.

La Fundación Tarasem invierte en proyectos de investigación sobre nano y biotecnología, conciencia cyborg, criogenia e Inteligencia Artificial promoviendo la ideología transhumanista entre el gran público. Esta es una de sus cautivadoras ofertas: “Programa BioFile: Mantén tus células vivas, con tus relojes biológicos detenidos durante un tiempo indefinido: Cuidamos tus células vivas y las almacenamos a la temperatura de nitrógeno líquido (-190° C) durante un periodo indefinido. Y después que se haya declarado legal la tecnología futura podremos hacer crecer un nuevo cuerpo mediante ecto-génesis y tu registro y memoria podrán descargarse, permitiéndote vivir indefinidamente”[3]. Tras el proyecto de cargar la conciencia desde un ordenador, Rothblatt también desarrolló un robot con el rostro de su esposa, Bina48, para lograr la trascendencia anhelada por los transhumanistas.

Estas y otras personas no sólo figuran entre los hombres más ricos del planeta, sino que son empresarios, ejecutivos de multinacionales biomédicas y biotecnológicas que con sus inversiones y obras filantrópicas están en condiciones de dirigir parte de la agenda política mundial.

Habría que preguntarse de dónde viene este interés de estos empresarios por proteger los derechos de una minoría de la población.

La congresista estadounidense McDermott ha explicado los intereses que están en juego: “el complejo médico-industrial de este país es mayor que el complejo militar-industrial . La gente no lo sabe, pero es una industria enorme[4]”.Pero la complejidad de su actividad no puede reducirse a ganar nuevos mercados y nuevos beneficios, sobre todo si tenemos en cuenta que quienes los financian son personas que poseen un capital superior al PIB de países enteros: su objetivo, por tanto, no es el mero beneficio, también hay intereses ideológicos.

Los poderosos que están detrás del lobby trans

Una breve descripción de estos principales financiadores es útil para comprender el mundo del que proceden y sus estrechos vínculos con la investigación, el desarrollo tecnocientífico y la filosofía transhumanista.

Estos «filántropos» y sus empresas envían enormes sumas de dinero de forma anónima a organizaciones como la Tides Foundation, dirigida por Drummond. La Tides Foundation , de hecho, ha creado un paraíso fiscal para estas fundaciones y para financiar campañas políticas. Tanto las empresas farmacéuticas como el gobierno estadounidense, han destinado millones de dólares a la causa LGBTQ+.

En los últimos diez años han surgido más de 30 clínicas para chicos y chicas con disforia de género sólo en Estados Unidos. El Centre for Transyouth Health and Development del Children’s Hospital  de Los Angeles es la mayor clínica del país, con más de 700 jóvenes en tratamiento. El más joven tiene tres años. En los últimos diez años también ha habido una explosión de centros médicos para transexuales en todo el mundo. Estos tratamientos van desde cirugía plástica hasta trasplantes de útero para hombres que se identifican como mujeres y que pueden desear futuros embarazos. Este tipo de cirugías ya se han probado en otros mamíferos. La biogenética y los trasplantes están llamados a ser una gran inversión del futuro, ha afirmado taxativamente Rothblatt.

Se calcula que el gasto mundial en LGBTQ+ asciende a 424 millones de dólares. De 2003 a 2013, la financiación declarada para cuestiones transgénero se multiplicó por ocho. En 2011-13, la OSF fue la mayor financiadora de la causa transgénero, seguida de la Fundación Arcus de Stryker y la Fundación Tawani de Pritzker[5].

El OSF promueve los objetivos de los activistas transexuales, y defiende que el sexo biológico debe sustituirse por la «identidad de género» de tal manera que se incluya «opciones fuera de las categorías binarias de hombre y mujer». Y , que la identidad no debe «regirse por límites de edad». Abogan, además, por el acceso a la «terapias hormonales, el asesoramiento y la cirugía de género» a demanda, incluidos los bloqueadores de la pubertad para jóvenes[6].

En un informe (2015) titulado «Licencia para ser tú mismo, niños y jóvenes trans»[7] la OSF determinó que el objetivo de su Programa de Salud Pública : «es promover y apoyar la identidad de género».

Otros cruzados de la causa «trans».

Los Pritzker son una familia estadounidense de multimillonarios. Sus principales áreas de inversión se dirigen a la biomedicina, la reproducción artificial y la causa transgénero. Entre sus inversiones más significativas está el Lurie Children’s Hospital, un centro médico para niños con disforia de género; una cátedra de estudios transgénero; la Pritzker School of Medicine de la Universidad de Chicago; la Cleveland Clinic que realizó el primer trasplante de útero en Estados Unidos; el Baylor College of Medicine en la que nació el primer niño de un trasplante de útero y fecundación in vitro, (resultado de un programa de investigación para desarrollar trasplantes de útero experimentando con diez mujeres presas en distintos penales)[8], el Palm Center, un think tank LGBTQ+ de la Universidad de California que se dedica a validar la transexualidad en el ejército; el Clinical Innovations, que es una de las mayores empresas de dispositivos médicos; la Universidad Duke dedicada a proyectos de investigación para la criopreservación de ovarios femeninos; la Planned Parenthood, cuyas clínicas ofrecen terapia hormonal y es parte de la Federación Internacional de Planificación Familiar[9].

Esta organización, la Planned Parenthood Federation of America junto con la Fundación Human Rights Campaign;(HRC) ha lanzado una campaña para modelar las narrativas culturales de la sexualidad y la salud reproductiva sobre la base de la reproducción artificial del ser humano.

Un miembro de la familia Pritzkers, que fue Secretario de Comercio durante la presidencia de Obama, constituyó el Instituto Nacional para la Innovación en la Fabricación de Productos Biofarmacéuticos, dedicado a vacunas, terapias génicas, microchips y a desarrollar proyectos de investigación para estudiar las pandemias[10].

La Fundación Arcus

«Traspasa los límites», es el lema de la Arcus Foundation (AF), la mayor organización no gubernamental LGBTQ+ del mundo, fundada por Jon Stryker, heredero de una empresa de tecnología médica.

Stryker construyó una infraestructura política para impulsar la ideología de «identidad de género» en todo el mundo, donando millones de dólares a entidades grandes y pequeñas. Ha donado varios cientos de miles de dólares a ILGA, una organización para la igualdad LGBT de Europa y Asia Central (con representación de 54 países) y a Transgender Europe. A Stonewall, la mayor asociación LGBTQ Europea, le donó 142.000 dólares justo antes de que añadiera la T de transgénero al movimiento LGB .

El hilo que une a Arcus con Stonewall es un denso tejido de financiación que incluye más de 175.000 dólares para que Stonewall participará en mesas redondas destinadas a persuadir para que las grandes empresa apoyaran la causa LGBTQ presentándola como «una buena estrategia empresarial»[11].

Entre los numerosos proyectos financiados por Arcus encontramos Rainbow Laces, un proyecto destinado a acercar a las personas LGBTQ+ al deporte, abriendo así el deporte femenino a las personas ‘trans MtF’.

El presidente Biden, que fuera vicepresidente de Obama, aprobó un proyecto de ley en el que la «identidad de género» prevalece sobre los derechos de la mujer basados en el sexo[12]. En 2022 se comprometió abiertamente con la agenda transhumanista firmando una «Orden Ejecutiva sobre el Avance de la Innovación en Biotecnología» que propugna el desarrollo de la ingeniería genética «para poder escribir ‘circuitos’ para células que permitan programar de forma predecible la biología del mismo modo que escribimos un software y programamos los ordenadores». Así mismo la orden ejecutiva de Biden afirma que las tecnologías genéticas «deberían poder desbloquear los datos biológicos utilizando herramientas informáticas y la inteligencia artificial»[13].

Biden, en 2023, al modificar una norma sobre «discriminación sexual», permite el acceso de los hombres que se identifican como mujeres a los deportes femeninos. Esta nueva disposición ha provocado fuertes protestas entre las mujeres, que se ven superadas por las diferencias físicas en el rendimiento deportivo. En marzo de 2023, la Federación Mundial de Atletismo (World Athletics) decretó que los hombres biológicamente «trans» no podían participar en competiciones internacionales femeninas. También se han introducido prohibiciones similares en la Liga Internacional de Rugby y la Federación Internacional de Natación. Pero este asunto sigue siendo un capítulo abierto.

Arcus también financió con 650.000 dólares a la principal organización de psicología de EE.UU., la American Psychological Association (APA), que elabora directrices para establecer prácticas psicológicas trans-afirmativas.

En 2001, con la financiación de Arcus, el Grupo de Trabajo sobre Identidad y varianza de género. dependiente de la Red Internacional de Psicología para LGBTIQ (conocido como IPsyNet), se animó a los psicólogos a «modificar su comprensión del ‘género’, ampliando la gama de variaciones consideradas saludables y normativas»[14].

El su primer informe del Grupo de Trabajo sobre «identidad de género» se afirma que el sexo «se refiere a los atributos que caracterizan la masculinidad y la feminidad biológicas» (p. 28). A continuación el informe disocia «género» de sexo, afirmando que «género» «se refiere a las características psicológicas, conductuales o culturales asociadas con la masculinidad y la feminidad» (p. 28).

El informe afirma que la llamada «identidad de género» se refiere al «sentido básico de una persona de ser hombre, mujer o de sexo indeterminado» (p. 28). Esta idea confunde el sexo con el «género».

La pregunta que nos hacemos es : ¿Cómo puede uno sentirse mujer u hombre o ninguna de las dos cosas? Uno es simplemente hombre o mujer. No se puede saber lo que se siente al estar en un cuerpo del sexo opuesto del mismo modo que no se puede saber lo que se siente al ser un delfín»[15].

La Child Trends, una de las principales organizaciones de investigación acerca de la vida de niños y jóvenes, también tiene una importante financiación de Arcus para realizar el estudio llamado: Improving the Measurement of Sexual Orientation and Gender Identity among Middle and High School Students[16]. De las páginas de este «paper» emerge la idea que los niños pueden nacer en el cuerpo de sexo equivocado.

Las narrativas de los medios de comunicación también están sujetas a estas hábiles manipulaciones. Los grandes medios y los realizadores de documentales están recibiendo religiosamente financiación de Arcus. El objetivo es garantizar que la cobertura mediática esté determinada por el lobby trans.

En una reunión celebrada en 2008 en Bellagio (Italia), en la sede de la Fundación Rockefeller, 29 grandes consorcios internacionales se comprometieron a ampliar la filantropía mundial para apoyar los derechos LGBTQ+.

Al margen de la reunión del Bellagio, la Fundación Arcus creó MAP, un proyecto para impulsar el movimiento LGBTQ+, con el fin de construir un complejo sistema de defensa y financiación para promover la «identidad de género y el transgenerismo» en la cultura[17].

En 2013, Adrian Coman –un veterano de las Open Society Foundations de George Soros– fue nombrado director del programa internacional de derechos humanos de la Fundación Arcus para encabezar la ideología de la identidad de género a nivel mundial.

Tampoco faltan fondos de inversión especulativos, como los Fondos de Riesgo (Edge Funds) que invierten en el Orgullo Trans. Tanto la Fundación Rockefeller como la Open Society de George Soros participan en la financiación del Dia de Orgullo

Tampoco puede faltar BlackRock, cuyo consejero delegado Larry Fink es co-presidente del consejo de administración de NYU Langone Health, un Programa de Salud para Jóvenes Transexuales que ofrece apoyo a «intervenciones médicas, incluida la supresión de la pubertad, los tratamientos hormonales y la cirugía para la afirmación del género»[18]. BlackRock también posee el 4,7% de las acciones de AbbVie, fabricante del fármaco bloqueador de la pubertad Lupron[19].

Por su parte Vanguard es el mayor accionista de Marqeta Inc., la plataforma mundial de emisión de tarjetas de crédito Visa. Marqeta Inc., creó Daylight, la nueva «tarjeta de crédito queer» con una banca digital. Daylight comercializa su tarjeta para vender procedimientos de fecundación in vitro y gestación subrogada en la comunidad lésbica y gay. Y para a aquellos adolescentes que están en camino de transición[20], financia los bloqueadores y el tratamiento hormonal. Ahora, si posteriormente alguien quiere traer hijos al mundo podrán hacerlo a través de clínicas de reproducción artificial de Vanguard.

La financiación del movimiento mundial trans también procede de las fundaciones de multinacionales farmacéuticas, como Pfizer, Janssen Therapeutics y Johnson and Johnson, y de gigantescas corporaciones como Google, Microsoft, Amazon, Intel e IBM.

En el mundo político, llama la atención la actividad legislativa de Petra de Sutter, primera ministra trans-sexual de Europa y miembro del Partido Verde Belga. Petra de Sutter, de ideología transhumanista, quiere colocar a su país a la vanguardia de la clonación tecnológica, de la industria de la «identidad de género» y de la tecnología CRISPR. En 2016 en una Asamblea sobre los derechos de los niños defendió, en su ponencia, la gestación subrogada y el uso de las nuevas tecnologías genéticas aplicadas a los seres humanos. En su opinión el potencial de la edición genética permitirá la reproducción artificial sin mujeres[21].

Parte de la financiación para la causa LGBTQ+ está destinada a crear movimientos de base y cuando los «dueños del mundo» invierten millones de dólares para hacer crecer este movimiento no lo hacen inocentemente»[22]. Muchas de nosotras hemos intentado explicar a grupos de izquierda radical y a las feministas de izquierdas que gritan ‘las mujeres trans son mujeres’ que están siendo manipulados por los multimillonarios y las grandes corporaciones . El movimiento trans no es un movimiento nacido en la base, como lo ha sido el movimiento feminista, es un proyecto de una élite, que está invirtiendo mucho dinero para promover una condición corporal disociativa que desvincula los cuerpos del género»[23].

Notas

[1] Craig Venter dirigió el Proyecto Genoma Humano y el Proyecto Genoma Mínimo, con este último el objetivo no era sólo descifrar el genoma, sino rediseñarlo mediante la biología sintética.

[2] Agencia gubernamental del Departamento de Defensa estadounidense encargada de desarrollar nuevas tecnologías de uso militar.

[3] https://terasemmovementfoundation.com/mission#7, consultado el 06/10/2021.

[4] Rep. McDermott, “The Medical-Industrial Complex in this Country is Bigger than the Military-Industrial Complex”, https://www.democracynow.org/2009/4/1/rep_mcdermott_the_medical_industrial_complex

[5] Jennifer Bilek, ¿Quiénes son los hombres blancos y ricos que institucionalizan la ideología transgénero? https://thefederalist.com/2018/02/20/rich-white-men-institutionalizing-transgender-ideology/, consultado el 25/10/2021, h. 12.35

[6] Panoramica del budget 2017 di Open Society Foundations: https://www.opensocietyfoundations.org/sites/default/files/open-society-foundations-2017-budget-overview-20170202.pdf

[7] Open Society Foundations, Licencia para ser tú mismo: Niños y jóvenes trans, 2015, https://www.opensocietyfoundations.org/publications/trans-children-and-youth[7] Open Society Foundations, Licencia para ser tú mismo: Niños y jóvenes trans, 2015, https://www.opensocietyfoundations.org/publications/trans-children-and-youth

[8] Per approfondimenti sulla realtà della predazione degli organi: Lega Nazionale Contro la Predazione degli Organi e la Morte a Cuore Battente: http://www.antipredazione.org/

[9] Undercover video shows Planned Parenthood official discussing fetal organs used for research (Il video sotto copertura mostra un funzionario di Planned Parenthood che parla di organi fetali utilizzati per la ricerca), Washingtonpost, 2015, https://www.washingtonpost.com/politics/undercover-video-shows-planned-parenthood-exec-discussing-organ-harvesting/2015/07/14/ae330e34-2a4d-11e5-bd33-395c05608059_story.html, consultado el 9/07/2021 alle 14.34

[10] Jennifer Bilek, ¿Quiénes son los hombres blancos y ricos que institucionalizan la ideología transgénero?https://thefederalist.com/2018/02/20/rich-white-men-institutionalizing-transgender-ideology/

Jennifer Bilek, Los multimillonarios detrás del movimiento lgbt, consultado el 25/10/2021, h. 12.35 https://www.firstthings.com/web-exclusives/2020/01/the-billionaires-behind-the-lgbt-movement.

[11] Jennifer Bilek, Who Are the Rich, White Men Institutionalizing Transgender Ideology? https://thefederalist.com/2018/02/20/rich-white-men-institutionalizing-transgender-ideology/, consultado el 25/10/2021, h. 12.35; y Jennifer Bilek, The billionaires behind the lgbt movement, https://www.firstthings.com/web-exclusives/2020/01/the-billionaires-behind-the-lgbt-movement, consultado el 25/10/2021, h. 12.35

[12]  https://townhall.com/tipsheet/reaganmccarthy/2021/01/21/biden-eo-title-ix-n2583491

[13] Dr. Joseph Mercola, The Transhumanist Agenda Behind Biden’s Executive Order on ‘Advancing Biotechnology’, 26/09/2022 in https://childrenshealthdefense.org/defender/transhumanist-agenda-biden-executive-order-biotechnology-cola/, consultado el 26/04/2023

[14] Jennifer Bilek, Capturing the American Psychological Association: The Engineering of Human Sexual Evolution, en The 11th Hours, https://www.the11thhourblog.com/post/capturing-the-american-psychological-association-the-engineering-of-human-sexual-evolution, consultado el 25/10/2021, h. 12.37

[15] Jennifer Bilek, Capturing the American Psychological Association: The Engineering of Human Sexual Evolution, in The 11th Hours, https://www.the11thhourblog.com/post/capturing-the-american-psychological-association-the-engineering-of-human-sexual-evolution, consultado el 25/10/2021, h. 12.37

[16] https://www.childtrends.org/wp-content/uploads/2017/06/2017-22LGBTSurveyMeasures-1.pdf

[17] Jennifer Bilek, Who Are the Rich, White Men Institutionalizing Transgender Ideology? https://thefederalist.com/2018/02/20/rich-white-men-institutionalizing-transgender-ideology/; y Jennifer Bilek, The billionaires behind the lgbt movement, https://www.firstthings.com/web-exclusives/2020/01/the-billionaires-behind-the-lgbt-movement.

[18] Alan Neale, Why would the world’s largest fund management corporation support a UK charity for LGBT Youth?, in The 11th Hour, 2021, https://www.the11thhourblog.com/post/why-would-the-world-s-largest-fund-management-corporation-support-a-small-uk-charity-for-lgbt-youth,  consultado el 24/10/2021, 15.07

[19] Alan Neale, op. cit.

[20] Jennifer Bilek, Humanity for Sale, https://americanmind.org/features/soul-dysphoria/humanity-for-sale/, consultado el 24/104/2023

[21] Jennifer Bilek, The Gender Identity Industry, Transhumanism and Posthumanism in The 11th Hour, https://www.the11thhourblog.com/post/the-gender-identity-industry-transhumanism-and-posthumanism, consultado el 24/10/2021, h. 20.59

[22] Jennifer Bilek, Who Are the Rich, White Men Institutionalizing Transgender Ideology? https://thefederalist.com/2018/02/20/rich-white-men-institutionalizing-transgender-ideology/; y Jennifer Bilek, The billionaires behind the lgbt movement, https://www.firstthings.com/web-exclusives/2020/01/the-billionaires-behind-the-lgbt-movement.

[23] Jennifer Bilek, op. cit.

Fuente: Observatorio de la crisis.

 *++