viernes, 16 de julio de 2010

ARAGON, RONDA DE BOLTAÑA

DE PENA, PENITA PENA Y OLÉ

(Reina, Princesa y Principe, tripleta atacante, cumpliendo sus más altas responsabilidad de Estado en el campo de fútbol, donde se encarna el espíritu uni nacional de la Patria)

Ay, don Miguel de Unamuno, cuanta razón tenía usted al afirmar que en España el mas intelectual de todos era (y sigue siendo) el peón del albañil. Por algo era usted un hombre sabio, o cuando menos que sabia lo que decía.
El peón de albañil, venía a decir Miguel de Unamuno, era el único que estaba obligado a utilizar el intelecto como inexcusable modo de subsistencia, y era la razón de ello, que si dejaba de utilizar el intelecto en lo alto del andamio, lo mas probable era que por ese descuido se jugara la vida, porque se podían caer del andamio y matarse, cosa que no les pasa a los que viviendo sin aportar nada positivo a la sociedad, tienen en la frente el sello oficial que les hace pasar como intelectuales.
Para Ortega y Gasset, otro filosofo y pensador español, la función del intelectual era la de adelantarse a su tiempo. La de decir para mañana lo que nadie dice hoy. Una cotorra, por qué no, podría ser la más graciosa del mundo, pero en tanto que lo que hace es repetir lo que oye, por mucho arte que le eche en sus repeticiones no le da derecho a merecer el calificativo de intelectual.
Con respecto del futbol, Manuel Vázquez Montalbán decía que como fenómeno social había pasado desapercibido para la izquierda, y desde luego tenía razón. Para Franco, que no es por nada, pero que yo creo que no tenía nada de hombre de izquierdas, el futbol no pasó desapercibido; ni los toros, ni las manifestaciones de los cuadros gimnásticos el día primero de Mayo en el estadio Santiago Bernabeu. Tampoco para Hitler y Mussolini el fenómeno social del fútbol paso desapercibido.
Tampoco ahora que estamos más cerca del fascismo de nuevo cuño que de ningún otro sistema político el fútbol pasa desapercibido.
No conozco ninguna otra mejor definición del fascismo que la que hace Ortega y Gasset: simplicidad mental y unilateralidad, y creo que en ningún otro fenómeno social como es el fútbol de masas se dan más redondamente esos dos elementos constitutivos del fascismo que considera Ortega y Gasset.
Uno de los que se inscriben en el apartado de “intelectuales” y “artistas” como es el presidente del Patronato del Teatro Real, Gregorio Marañón -que no se pierde un partido- el hombre ha hecho un grandísimo descubriendo, comparable al descubrimiento del jamón con chorreras, afirmando que la actuación de la selección española de fútbol es "un fenómeno social", y cuya demostración la basa en la “generalización del uso de la bandera española".
Sin duda a este hombre “intelectual” o “artista” llevado por su forofismo (que eso si que no tiene nada que ver ni con el arte ni con paciencia) de la selección española le cegara y no haya visto que el día 10 de Julio se manifestaron más de un millón de personas en Cataluña con la bandera catalana y no española, por la autoafirmación del nacionalismo Catalán (que es tan respetable como cualquier otro nacionalismo, francés o español, por ejemplo), y es de suponer que del millón de personas manifestadas en Cataluña, muchas de ellas sean seguidoras de la selección española, porque una cosa no quita la otra,
Cuando entremos en la verdadera Era de la Civilización, supongo, que el ser humano se dará cuenta de todas sus potencialidades y reparará en que todo lo que le suponga alienación personal le aleja de ser humano civilizado.
Y en estas estamos, en la función alienadora social y política que hoy tiene el fútbol de masas. Y eso no es deporte, claro está.
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