miércoles, 31 de julio de 2013

MARIANO RAJOY, EMBUSTERO, ENEMIGO PÚBLICO DEL ORDEN SOCIAL, DIMISIÓN


Las reformas del servicio nacional de salud en el Reino Unido (y en España) 

 Vicenç Navarro
 Sociología Crítica
 Publicado en 2013/07/30 

Vicenç Navarro Catedrático de Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra, y Profesor de Public Policy. The Johns Hopkins University 

El director de la revista Lancet (Richard Horton), la revista médica basada en Gran Bretaña de mayor prestigio en el mundo sanitario de habla inglesa, acaba de hacer una reseña en la revista británica New Statesman (12-18 julio 2013) del libro NHS SOS: How the NHS Was Betrayed – and How We Can Save It (dirigido por Jacky Davis y Raymond Tallis), que incluye una crítica devastadora de las reformas realizadas por el gobierno laborista y por el gobierno conservador (con la alianza del Partido Liberal Demócrata), a las cuales atribuye el desmantelamiento de lo que incluso Winston Churchill había definido en su día como la joya de la Corona del Estado del Bienestar británico, a saber, el National Health Service, NHS (el Servicio Nacional de Salud). El NHS ha sido un programa enormemente popular que garantizaba la universalidad de los servicios sanitarios públicos (es decir, a todos los ciudadanos y residentes del Reino Unido), sin pago en el momento de ser utilizado, y financiado por fondos públicos, un sistema por cierto, con grandes analogías con el Sistema Nacional de Salud en España.

Es interesante resaltar las semejanzas que el proceso británico de desmantelamiento del NHS tiene con el que está ocurriendo en España (incluyendo Catalunya). Richard Horton indica que el golpe mortal al NHS tuvo lugar con la publicación por el gobierno Cameron (Primer Ministro británico) del informe Equity and Excellence: Liberating the NHS, y la aplicación de sus recomendaciones por el gobierno conservador-liberal. Dicho informe se presentó solo a los dos meses de establecerse el gobierno y, tras señalar su compromiso retórico con los principios de equidad, universalidad y financiación pública, pasó a proponer toda una serie de medidas que, en la práctica, diluían considerablemente cada uno de estos principios bajo la excusa de mejorar la eficiencia del sistema. Eficiencia era (de nuevo, retóricamente) el eslogan que motivaba tales reformas. Su énfasis era privatizar la gestión y provisión de servicios añadiendo –según el informe- competitividad al sistema sanitario público.

Como señala Richard Horton, el documento era profundamente ideológico, aun cuando, predeciblemente, se presentaba como un documento técnico, neutral y objetivo. Su carácter ideológico aparecía en que postulados políticos de clara orientación liberal se presentaban como obvios y científicos, sin presentar ninguna evidencia que los apoyara. En realidad, señala Richard Horton, la mayoría de la evidencia científica muestra lo opuesto a lo que el informe presentaba como científico. Entre estos postulados ideológicos estaba la supuesta mayor eficiencia y calidad del sector privado sobre el público, la mayor sensibilidad al usuario del privado, el mejor sistema de distribución que aporta el mercado, y otros que van, en su mayoría, en contra de una amplia y extensa evidencia bibliográfica que muestra precisamente lo contrario. Como bien señala Richard Horton, “es extraordinario que todavía se afirmen estas posturas cuando el sistema sanitario más privatizado del mundo, tanto en su financiación como en su gestión, el sistema estadounidense, es además del más caro, el que menos sirve al usuario, el más impopular y el más ineficiente”. Y esto es lo que está ocurriendo en el Reino Unido. Las reformas han sido un ataque frontal al NHS, con una extensa privatización que ha beneficiado exclusivamente a la sanidad privada, creándose un sistema dual, como ya existe en Catalunya, que descohesiona, divide y separa a la población, en cuanto a su atención, por su nivel de renta y clase social. 

Los agentes de la contrarreforma

Lo que hacen el libro revisado y el mismo Richard Horton es una crítica devastadora, no solo de las reformas, sino de los agentes que jugaron un papel clave en su génesis y en su aplicación. Su mayor crítica es al Partido Conservador y al Liberal que, de una manera clara, descarada y obvia, han defendido los intereses financieros y corporativos privados que quieren echarle mano al NHS, que hasta entonces estaba en situación de off limits. Pero Richard Horton también incluye en su crítica al Partido Laborista, que ya había implementado las bases de esas reformas con sus deseos de introducir mercados y privatizaciones en elementos importantes del NHS. La masiva extensión de tales reformas a todo el NHS no disculpa los primeros pasos del Partido Laborista, que abrieron la posibilidad de seguir la ruta que más tarde tomaron los conservadores y liberales. Richard Horton es especialmente crítico con los dirigentes laboristas que lideraron dichas reformas y que ahora están trabajando para las compañías privadas que gestionan el sistema. Su crítica personal a tales personajes, con nombres y apellidos, es dura, fuerte y contundente. 

Pero la lista de Richard Horton es mucho más extensa. Incluye a las fundaciones como la King’s Fund y muchas otras, que eran los think tanks donde esas reformas se gestionaron. Y, por último, Horton y los autores del libro son críticos con el establishment médico, incluido el académico, por lo que llaman, sin tapujos, cobardía. Horton considera que ese establishment sabía que dichas reformas iban a dañar al NHS. Y permanecieron callados. Pero no se atrevieron a enfrentarse con la estructura del poder. Termina Horton escribiendo “si hay infierno, espero algún día encontrar en él a todos aquellos que traicionaron al NHS, bien por intereses financieros o bien por cobardía”. Hasta aquí, el director del Lancet. Como dije antes, las semejanzas con lo que está ocurriendo en España, incluyendo a Catalunya, son enormes. Los partidos de sensibilidad conservadora y liberal están liderando cambios que son réplicas de los cambios que ha hecho el gobierno Cameron en el Reino Unido, utilizando la misma retórica y la misma argumentación. Y, como en el Reino Unido, el Partido Socialista también sembró, en ocasiones, las bases de aquellas contrarreformas. Ni que decir tiene que los gobiernos socialistas hicieron reformas de gran valía para defender y mejorar la sanidad pública tanto en España como en Catalunya. Pero su excesiva moderación, y su abertura al pensamiento liberal en algunas áreas, permitieron que se infiltrara primero y dominara después el tsunami neoliberal que, llevado a cabo por los gobiernos conservadores y neoliberales, está desmontando el sistema nacional de salud a ambos lados del Ebro. 

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MARIANO RAJOY, TRAIDOR, VENDEPATRIAS, DIMISIÓN


CONTRA LA SEGREGACION DE RENFE Y ADIF



Sociología Crítica
Publicado en 2013/07/30 

 El ferrocarril en España cuenta con el menor número de trabajadores por habitante de Europa, con el menor número de trabajadores por kilómetro, pero con una alta productividad, y el futuro no puede basarse sólo y exclusivamente en la venta o externalización de los servicios. 

La apuesta clara del Ministerio de Fomento del Gobierno del PP y también del anterior Gobierno del PSOE ha sido y es desmantelar las líneas de cercanías que vertebran el territorio y apostar por la conexión entre grandes ciudades a través de la alta velocidad. Con esta idea, el pasado 27 de junio el Consejo de Administración de RENFE aprobó el plan de Fomento que supone un recorte en los servicios de media distancia que se implantará en varias fases, definiendo también el nivel de aprovechamiento para ser declarado como servicio público. El objetivo no es otro que eliminar los servicios que según “su estudio” son más deficitarios por su coste de mantenimiento y por la poca afluencia de viajeros. 

Nuevamente se trata de desmantelar los servicios públicos en beneficio de la rentabilidad económica. En este caso, dejando incomunicadas a muchas poblaciones que no tienen otra alternativa que el tren, ya que poco a poco se suprimieron las líneas de autobús. 

El Gobierno sólo centra sus inversiones en las infraestructuras del AVE, no en la vía convencional. Por donde pasa el AVE, no pasan los cercanías, dejando incomunicados a los pueblos solo para que se comuniquen algunas ciudades. 

El ferrocarril en España cuenta con el menor número de trabajadores por habitante de Europa, con el menor número de trabajadores por kilómetro, pero con una alta productividad, y el futuro no puede basarse sólo y exclusivamente en la venta o externalización de los servicios. Sin duda el lobby monopolístico del transporte por carretera (ALSA, MONBUS…) será uno de los grandes beneficiarios de este proceso liquidador del transporte ferroviario de pequeña y media distancia.

La intención del Ministerio de Fomento que posiblemente sea ratificada en el mes de julio, pretende crear 4 sociedades anónimas en RENFE (viajeros, mercancías, fabricación y mantenimiento y Alquiler-venta material), dividir ADIF en dos empresas una para Alta Velocidad y otra para Vía Convencional así como privatizar 72 aparcamientos en 51 estaciones. El objetivo: ingresar dinero a corto plazo dejando al ferrocarril al amparo exclusivamente de la rentabilidad económica y no social. El objetivo: ingresar dinero a corto plazo dejando al ferrocarril al amparo exclusivamente de la rentabilidad económica y no social.

Todos deberiamos apostar por la comunicación en ferrocarril por su alta rentabilidad social, pero apostamos sin duda por la comunicación entre las poblaciones con mejores frecuencias. El coste de la remodelación de la red ferroviaria es infinitamente más económica que la apuesta por las grandes velocidades que sólo benefician a las empresas constructoras y a los comisionistas. 

La apuesta debe ser por la nacionalizacion de los transportes públicos como sector estratégico, por la no segregación de RENFE y por la no privatización de sectores rentables de ADIF con el único fin de hacer caja inmediatamente, renunciando a la financiación futura. Ya que la privatización del transporte ferroviario pone en manos de monopolios privados dicho sector y transforma un servicio público necesario en un negocio y un espacio de acumulación de capital.

Debemos apoyar cualquier movilización de las y los trabajadores ferroviarios en defensa de sus condiciones laborales, contra los despidos y agravamiento de la precariedad laboral que serán la consecuencia del proceso privatizador, en defensa del Ferrocarril público y en contra de la liberalización y privatización de los servicios, así como en defensa de los trabajadores/as usuari@s que sufrirán el encarecimiento del servicio y su deterioro en materia de calidad, puntualidad y seguridad. 

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RAJOY, ¿MUERTOS A CAMBIO DE NO INVERTIR EN MANTENIMIENTO Y SEGURIDAD?




Creen que el sistema de seguridad se hubiera activado

El Colegio de Ingenieros descarta casi por completo un "fallo humano" como causa de la tragedia de Santiago



Diariocrítico/Agencias 
25/07/2013 

El presidente del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, José Antonio Santamera, ha afirmado este jueves que "casi" descarta el "fallo humano" como causa del trágico accidente de tren registrado ayer en Santiago de Compostela que ya se ha cobrado la vida de 78 personas porque el sistema de seguridad "se hubiera puesto en marcha".  

 En declaraciones a Europa Press Televisión, Santamera ha explicado que el llamado sistema ERTMS, propio del AVE pero que ya estaba instalado en este tren Alvia, va "requiriendo al piloto" con el objetivo de asegurar que no ha sufrido ningún "desvanecimiento" o ha sufrido algún percance y ha subrayado que de haber "cualquier fallo del conductor" se hubiera puesto "en marcha" el sistema de seguridad.

 "Este sistema va requiriendo al piloto para que ver que no le ocurre ninguna circunstancia y tiene que estar perfectamente comunicado. El sistema de seguridad detectaría cualquier fallo del conductor, si hubiera sufrido un desvanecimiento y no contesta a llamadas se pone en marcha el sistema de seguridad. Por eso yo casi descartaría el fallo humano, pero tampoco ese se puede descartar ya que puede haber un desvanecimiento y en cuestión de segundos ocurrir cualquier cosa", ha argumentado. 

Entre las causas posibles, ha apuntado que parece que el ferrocarril habría entrado en la curva donde se produjo el siniestro con una "velocidad excesiva" para la limitación de este tramo --90 kilómetros por hora--, "puede que el sistema de seguridad haya sido el que haya fallado" o puede que haya habido un "fallo en una rueda del ferrocarril o en una traviesa". "Son tantas las causas que ahora mismo aventurar es temerario", ha subrayado.

Sobre el estado de la vía y del tren, desde el Colegio de Ingenieros han afirmado que llevan desde el año 1992 y nunca se había producido un accidente similar y ha apuntado que el tren tampoco tendría porqué ser el motivo del accidente pues había circulado sin problemas.

"Los trenes y el sistema de seguridad están a prueba de bomba, pero la seguridad total y absoluta no existe. El fallo no lo sabemos. La seguridad total no existe ni en nuestros coches, ni en nuestros aviones", ha lamentado.

Por último, desde el Colegio de Ingenieros, de Caminos, Canales y Puertos han querido transmitir sus condolencias a los allegados y familias de las víctimas y la "pronta recuperación" de los heridos. 

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