viernes, 12 de marzo de 2010

Y LUEGO PASA LO QUE PASA

(Tomás Moro)


El día menos pensado la vamos a liar el Tomás Moro y yo. El día que lo coja solo me va a oír, le tengo que decir cuatro palabras. Pero que muy bien dichas. Fíjense lo que se pone a decir este Moro, el Tomás:
“Imaginad que en este instante yo me pongo en pie para protestar y declaro: Considero desastrosos y despreciables todos los consejos que acabáis de dar al monarca, para quien lo honorífico y austero reside en enriquecer a su pueblo más que a sí mismo. Los hombres instituyen los soberanos para provecho suyo, no para el provecho de ellos: para poder vivir apaciblemente de su trabajo y de sus aspiraciones y estar exentos de percances. De modo que el deber fundamental del rey es procurar más por el bienestar de sus súbditos que por la felicidad personal, como el pastor, que debe cuidar de su rebaño y no de sí mismo, pues para eso es pastor. Los que piensan que la pobreza del pueblo es una seguridad para el Estado, están completamente equivocados, porque ¿donde abundan más las riñas sino entre los pobres? ¿Quién desea más cambiar el orden social sino aquel que no está conforme con su presente condición? ¿Y no es el más astuto de los rebeldes el que confía ganar algo porque ya no le queda nada que perder?”
¿Qué les parece lo que dice el Tomas Moro. Es para liársela o no?
Ponerse a decir que los reyes no deben enriquecerse, o por lo menos no deben enriquecerse más que el pueblo.
El disgusto que se va a llevar Su Majestad (la Suya, no la mía) don Juan Carlo I, como se entere de lo que dice el Tomás Moro, porque su fortuna crece que te crece. Por favor, no le digan esto al Rey, que es que se va a disgustar.
Y luego el Tomás Moro, el muy cuco, se cabreaba porque lo querían tirar de cabeza a la candela para que se quemara vivo. No te digo.
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EL REINO DEL REY HACE AGUAS POR TODAS PARTES MAS UNA

(Monarquía, lo que dice monarquía, en España tenemos)
En un reino, España, donde al Rey que reina hace que le lleven las salchichas desde Calatayud, a más de doscientos kilómetros de su casa, que no es suya, sino nuestra, mientras en España hay ocho millones de pobres, no puede esperarse que los olmos den caramelos de sabor a fresa, pero no porque a mi no me guste, que me gusta. La ilusión de mi vida siempre fue que el olmo diera caramelos, lo que pasa es que el olmo no da caramelos, incluso ni peras.
De la economía en España casi es mejor ni hablar o, en todo caso, hablar de la economía USA que es la madre de todas las economías y de la que la economía española no es más que la colita USA de la economía, por lo que, si mal esta ahora, casi nos podemos alegrar, porque de aquí a unos años estará necesariamente peor, y no porque yo lo quiera o me guste, que ni lo quiero ni me gusta, sino porque la ley del desarrollo capitalista es esa: cada vez mayor concentración y acumulación de capitales en menos manos, y el capital no es sino trabajo (de los trabajadores, de quién si no?) no pagado al trabajador que se queda en manos del capitalista, y de aquí es fácil deducir que dada la necesidad que tiene el capital de disponer cada vez más de mayores cantidades de dinero para poder hacer nuevas inversiones que le permitan mantener su tasa de beneficios, el trabajador cada vez tenga que trabajar más, cobrando menos y en peores condiciones, como ya lo empezamos a ver con la prolongación de la vida laboral, salarios sin prestaciones sociales, congelaciones salariales o con subidas del 0,3%.
Es decir, que la economía en el reino del Rey no va bien. La corrupción política si, esa va que no corre, sino vuela, viento en popa a toda vela, con un corrupto encarcelado por el caso Gürtel, el ínclito Correa que podría querellarse contra el Juez que lo metió entre rejas, y todo porque al PP no quiere que a sus miembros corruptos se les juzgue. Lo que a su vez no puede ser más lógico en un sistema corrupto.
En homicidios el reino del Rey tampoco anda cojo. Ha progresado. Se ha colocado a la cabeza de la Unión Europea. Así de los de los 984 homicidios cometidos en 1.995 se pasó a los 1.323 cometidos en el año 2.000, un incremento superior al 25% en tan solo cinco años. Los sueldos y las pensiones de jubilación para mi que no han subido ese 25% en que lo han hecho los homicidios, y las perspectivas de un futuro mejor para todos, excepto bancos y ganado afín, para mi que tampoco han mejorado mucho.
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