jueves, 7 de marzo de 2013

RAJOY, ¡ CUCHI, CUCHI !, MARIANO, QUE NO LLEGAS NI AL VERANO. ¡DIMISIÓN, HOMBRE, DIMISION!



A Mariano Rajoy, comedor de jamón de a 190 euros el kilo mientras muchos niños españoles se tiene que ir al colegio son desayunar, no le voy a descubrir a estas alturas como hombre de la mentira maciza y valentón de calzón caído a los pies del capital extranjero, que no ha dudado, junto al PSOE de Zapatero (no se olvide, por favor) de poner la caja del Estado a disposición entera y verdadera de esos mismo capitales con la modificación del articulo 135 de la Constitución, ante cuya modificación los españoles estamos tan tranquilos. 

Por acción ú omisión, a Rajoy, su muchachada gubernamental, parte de los jefarrones del PP ya toda la chiquillería que en el Congreso de los Diputados le aplaude a rabiar, con menos sesos que un mosquito de los chiquirritines, a cada navajazo que el macizo embustero y valentón de calzón caído le da al bienestar de la inmensa mayoría de la sociedad, incluidos sus votantes, hay que calificarlos sin rodeos, sin vuelta de hoja, y sobre todo, sin perder más tiempo, como lo que son: unos auténticos alteradores del orden público, incluido el piadoso ministro del Interior, y declararlos enemigos de la sociedad hasta tanto los cargos civiles, militares y penales contra ellos no se vayan sustanciando a través de los correspondiente juzgados, por lo que procede exigir su dimisión inmediata del gobierno.

José María el Tempranillo, que no era del PP, pero sí todo un señor, no como Bárcenas y otros, cuando robaba lo hacía a cara y pecho descubierto, con un par de cojones, y jugándose el tipo, no como el marido eléctrico frustrado-sanitario de la señora Cospedal. Y también siguió siendo todo un señor, y tampoco se había hecho del PP, cuando abandonando el bandolerismo se hizo miguelete para detener a quienes habían sido sus antiguos compañeros, quienes les dieron unos cuantos trabucazos en el pecho antes de ser detenidos. 

En fin, que José María el Tempranillo era todo un señor y no como Mariano Rajoy, que no se sabe nunca si va o si viene, pero con toda seguridad, vaya o venga, el resultado final es el atraco social y económico a la sociedad para engordar a sus verdaderos amos y señores, los grandes capitales.

Como Mariano Rajoy no es José María el Tempranillo, sino que en todo caso y por no cargar las tintas en su contra, podría llegar a ser un josé maría el tempranete (con minúscula está muy bien escrito), aparte comer jamón de a 190 euros el kilo, tiene, cuando menos, que a ocultar ladrones, y esto le convierte también en ladró, al menos, como colaborador necesario e imprescindible para la comisión del robo, previa adjudicación fraudulenta a los proveedores del dinero para que el robo pueda ser cometido.

Afirmación que baso en la foto de arriba y como consecuencia del comadreo corruptus-corruptus brazo gitano, porque el brazo de Santa Teresita no se corrompe (ésta tamoco es del PP, que se sepa) como Bárcenas y cúpula cupulante del PP, que yo presupongo, ateniéndome al titiritero de lo que ha dicho el PP en lo relativo a emprender acciones legales contra este, aquel y aquellos que van por allá, pero que, en la práctica no se ha querellado más que contra El País, por la publicación de unos documentos, pero no porque sean falsos, en vez de hacerlo contra El Mundo, que es el que llama las cosas por su nombre y además, fue el que primero en dar la noticia, y con respecto de Bárdenas, dueño y señor de los documentos publicados se han liado en el intríngulis del mareo de la perdiz, de mira chaval no me digas eso que te doy, y en cambio, ha sido Bárcenas, el rey del apunte contable, que además tiene al molusco enganchado por los cojones, el que ya le ha puesto varias demandas al PP de Mariano Rajoy, conocido también por josé maría el tempranete, o si se prefiere, por no mezclar churras con marinas, el embustero macizo y valentón de pantalón caído.

Esta es la gente que en la superficie nos dirige, y a esta gente, por nuestro bien, y el de nuestros hijos y nuestros nietos, hay que echarla del gobierno cuanto antes. 

Usted mismo, querido lector o querida lectora, que yo no digo nada, que yo me llamo Manuel Pilatos y ahora mismo voy corriendo a lavarme las manos con agua oxigenada por haber estado trasteando con la corrupción, no sea que se me haya quedado por el pescuezo, o por entre las cejas, o por donde sea, un Bacillus Bacillus corruptus corruptos marianus marianus que no llegas ni al verano, y me entren los siete males. Compréndame por favor. 

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A PROPOSITO DE LA MUERTE DE CHAVEZ, Y PARA SER RESTREGADO POR LOS HOCICOS A LA PRNSA QUE NOS HA ENGAÑADO, NOS ESTÁ ENGAÑANDO Y QUE NO TIENE OTRO PROPOSITO QUE SEGUIR ENGAÑANDONOS


“Con el tratamiento de la muerte de Chávez, los medios de comunicación españoles han quedado a la altura de la basura histórica” 



“La derecha está conspirando para que el ejemplo de Venezuela se acalle”, denuncia a ELPLURAL.COM el profesor Juan Carlos Monedero

JOSÉ MARÍA GARRIDO | EL PLURAL.COM
 06/03/2013 

El profesor de Ciencia Política de la Universidad Complutense de Madrid y asesor del Gobierno de Venezuela entre 2005 y 2010, Juan Carlos Monedero, ha asegurado a ELPLURAL.COM que “los medios de comunicación españoles han quedado a la altura de la basura histórica” a raíz del tratamiento que muchos de ellos han realizado de la muerte de Hugo Chávez.

En su opinión, la mayoría de los medios españoles han optado por “caricaturizar” al exmandatario de Venezuela, presentándolo “como si fuera un borrachito de una película de Cantinflas”. Un comportamiento que Monedero no ha dudado en calificar de “espurio” y que debería provocar que “el periodismo español se muriese de vergüenza”. 

Atemorizados

En estas críticas desaforadas a Hugo Chávez -denunciadas por ELPLURAL.COM-, Juan Carlos Monedero observa “intereses clarísimos de la derecha y de los sectores económicos”, atemorizados ante el hecho de que “la ciudadanía española se dé cuenta de que Chávez nació políticamente después de 25 años de ajustes idénticos a los que llevamos sufriendo en España los últimos dos años: con hombres de negro, con planes de ajustes del Fondo Monetario Internacional, con la prima de riesgo desbocada…”.

 La verdad

 “La derecha teme que la ciudadanía española -que está sufriendo 150 desahucios diarios-, sepa que el año pasado Venezuela hizo 200.000 viviendas para los sectores populares; o que los universitarios de este país -que tienen dificultades para pagar la matrícula-, sepan que Venezuela es el país con la segunda taza de alfabetización más alta de América Latina y que la Universidad es gratis”, ha expuesto el profesor de Ciencia Política. 

La conspiración de la derecha

En este sentido, Monedero se muestra convencido de que “ante la actual crisis del sistema neoliberal, la Venezuela Bolivariana es referente de un sistema alternativo”. Por ello, “en un país como España donde el simple hecho de expropiar siete carritos del supermecado es presentado como un acto que pone en peligro el sistema político”, la derecha mediática y política no dudan en “conspirar para que el ejemplo de Venezuela se acalle y se usurpe la verdadera identidad de Chávez”.

 El lado más humano

Aún emocionado por la muerte del expresidente de Venezuela, Juan Carlos Monedero ensalza el perfil más humano que tuvo la oportunidad de conocer del líder por el que lloran miles de ciudadanos de América Latina. “A Chávez le dolía profundamente su pueblo, y por eso se la jugó con ellos. Yo le he visto desesperado porque el proceso revolucionario no iba tan rápido como él deseaba, y eso es algo que siempre me sorprendió”, ha afirmado. 

Confianza en el futuro

En cuanto al futuro político de Venezuela, Monedero se muestra confiado debido a que “Chávez compartió con su pueblo lo que él entendía que era la solución, que no es el chavismo, sino el socialismo”. En este contexto el profesor al que muchos consideran como inspirador del movimiento 15-M agrega que “el rumbo futuro de Venezuela está fuertemente marcado porque Chávez dejó claro su último deseo a los gobernantes del país: deben mandar obedeciendo al pueblo”. 

Los logros de Chávez

Por último, en cuanto a los principales logros conseguidos por Hugo Chávez, el profesor de Ciencia Política resalta “haberle devuelto la dignidad a un pueblo que la había perdido”, su compromiso a que los ciudadanos “comieran tres veces al día, estuvieran alfabetizados y tuviesen acceso a la salud y a la cultura”, y dejar claro que “Estados Unidos no podía seguir considerando a América Latina su patio trasero”. 

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SENTANDO LAS BASES PARA LA TRANSFORMACION SOCIAL


  LA ORGANIZACION POLITICA EN TRANSICION
  (7/8)

Traducido del inglés para Rebelión por Christine Lewis Carroll

Hilary Wainwright 
Red Pepper 
Rebelion.org 28.02.2013 

Las luchas para transformar el Estado 

En este apartado quiero reflexionar sobre los múltiples movimientos e iniciativas que emprendieron las luchas contra la privatización desde mediados de los años 90. Muchas de estas luchas se llevaban a cabo también para transformar el Estado. Hay suficientes ejemplos a nivel mundial para sugerir que estas luchas indican cierto desarrollo de los sindicatos del sector público y alianzas más amplias, sobre todo a nivel local pero con apoyo nacional e internacional. 

Estas experiencias indican una respuesta positiva ante la ruptura que representaba la división de la fuerza de trabajo característica de los movimientos laborales socialdemócratas señalados anteriormente entre el sindicalismo que se ocupaba de las relaciones industriales y la contratación y los partidos que se comprometen con los temas políticos más amplios, lo que incluye el Estado de bienestar. 

Ante el rechazo de los sindicatos a aceptar la comercialización de los servicios públicos y al mismo tiempo su defensa de la reafirmación y renovación del objetivo de maximizar el bien público en vez del beneficio privado, éstos se responsabilizan como ciudadanos de lo que era antes dominio de la política representativa. 

De alguna manera están defendiendo la función primitiva del Estado de redistribuir y revertir la mercantilización; pero inician también una dinámica de renovación y transformación de dichas relaciones no comerciales. ¿Qué es lo que hace que estas luchas sean transformadoras y vayan más allá de defender las relaciones existentes para iniciar una nueva dinámica que libera las capacidades y poderes creativos de los trabajadores?

El desarrollo clave aquí es que las organizaciones sindicales enraizadas en lugares de trabajo específicos y que cooperan con las asociaciones de consumidores y comunitarias han empezado a luchar en torno a los valores de uso producidos por sus miembros en vez de sólo replicar las relaciones de producción de mercancías y regatear el coste y condiciones de la fuerza de trabajo. 

De hecho para ganar la lucha por los servicios públicos han transformado su organización de un medio de representación y movilización a uno que socializa democráticamente el conocimiento que los trabajadores y consumidores ya tienen del servicio que producen o utilizan y de esta manera prevén cómo dicho servicio puede desarrollarse y mejorarse. En la práctica incorporan la superación de la naturaleza alienada de la fuerza de trabajo como parte de su lucha para defender y desarrollar todo el potencial de la esfera pública de la provisión no mercantil. 

La organización política en transición 

Todos los ejemplos indicados en este ensayo ilustran una transición del cambio socialista centrado en el Estado a la valoración del poder transformador organizado dentro de la sociedad. El gobierno -en este caso el gobierno local- sigue siendo importante pero no como el principal impulsor del cambio, sino como el elemento que ejerce los poderes específicos de redistribución y socialización del suelo y las finanzas y la defensa de los servicios públicos. 

Estos poderes apoyan las capacidades de los ciudadanos organizados con el fin de resistir y transformar, tanto en contra del capital como para facilitar la organización y apoyar la gestión democrática y descentralizada de los recursos políticos, lo que incluye los ‘bienes comunes’. ¿Qué es lo que podemos concluir sobre las implicaciones de esta transición para la naturaleza de la organización política? 

 Hemos vislumbrado, mediante estos ejemplos del GLC, Porto Alegre y la resistencia transformadora a la privatización, la multiplicidad de maneras de la organización e iniciativa políticas en las que el objetivo de la representación política y/o el gobierno es sólo un elemento del proceso de cambio. 

El concepto de ‘lo político’ ha adquirido en las últimas cuatro décadas el significado más amplio de la pertinencia de las relaciones del poder transformador dentro de la sociedad. Muchas de las iniciativas políticas se centran a menudo en las relaciones sociales en el sentido más amplio y tienen en cuenta un abanico de valores. 

Un elemento de esta interpretación más amplia de la política es cómo estas actividades crean cada vez más alternativas en el presente que no sólo ilustran el futuro que buscan sino que además abren una mayor dinámica de cambio. A este respecto hicimos una comparación con el pensamiento estratégico innovador de André Gorz a mediados de los años 60; pero al considerar cómo es la organización política ahora, un ejercicio de contraste nos ayudará a identificar otro elemento de la transición actual. La dimensión organizativa de la lucha ha cambiado considerablemente desde el tiempo de Gorz. 

Por muchas razones, entre ellas las derrotas políticas de organizaciones sindicales tradicionales, el impacto socialmente devastador de la economía neoliberal y también los cambios radicales en la tecnología y la organización productiva, nos enfrentamos a modos extremos de fragmentación y dispersión. 

De hecho el problema de crear el cambio en el presente con la idea del cambio futuro implica tanto la creación de nuevas formas de autogestión como las reformas del Estado. Podemos comprobar esto a través de las campañas en torno a la resistencia y alternativas a la privatización. 

Hemos descubierto cómo estas campañas pretenden conseguir los cambios en el presente y un futuro alternativo al defender o recuperar los servicios públicos absorbidos por el mercado, pero también a hacerlos realmente públicos en el sentido organizativo y mediante la propiedad. Estas campañas no podrían depender sólo de las organizaciones existentes del movimiento obrero. Ha sido necesaria una innovación organizativa considerable que implicaba a las comunidades en las que el sindicato es sólo un actor entre muchos y los partidos obreros tradicionales sólo han estado presentes de forma testimonial. Tales campañas han señalado la necesidad de convertir el sindicato de un medio de negociación defensiva en uno que recoja todo el conocimiento de los trabajadores con el fin de actuar de forma comprometida para transformar los servicios en respuesta a las necesidades de los usuarios. 

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