miércoles, 9 de noviembre de 2011

¿QUÉ ES EL CAPITALISMO?

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Vicent Navarro en su artículo “Por qué Grecia (y España) no se recuperarán” mantiene que la crisis que llaman económica y/o financiera no es tal, sino política, y además señala las tres causas por las que todas las medidas que están tomando los diferentes gobiernos para salir de la recesión no tendrán esos declarados efectos de salir de la crisis.
Esas razones señaladas por Vicent Navarro son las siguientes:
1) Que los Estados que se han incorporado al euro han perdido el control sobre sus respectivas monedas, y por tanto, en momentos de crisis o recesión no la pueden devaluar para poder exportar sus productos abaratando sus precios a fin de activar la economía y poder así recuperarse de la recesión. Estados como Suecia y Noruega por no pertenecer a la zona euro han podido devaluar sus respectivas monedas y mediante ese mecanismo económico-financiero se han podido recuperar de la crisis.
2) Que los Estados han dejado de tener la potestad de emitir papel moneda y de fijar sus tipos de intereses que habría servido para abaratar los intereses del dinero para permitir que tanto empresarios como ciudadanos tuvieran un acceso más fácil al crédito para activar las inversiones y el consumo de bienes y servicios con lo que poder producir empleo y estimular la economía, y
3) Que los Estados por el acuerdo de Mastrich se obligaron a no tener un déficit público superior al 3% ni una deuda pública superior al 60% del correspondiente Producto Interior Bruto (PIB) con lo que se ataban de pies y manos para en momentos de recesión poder salir de la misma mediante esos dos mecanismos del gasto y deuda pública.
Con ser ciertas las razones que arguye Vicent Navarro para informar de la situación de crisis reconocida oficialmente en 2.008 por los mismos que la crearon en algunos casos (grandes capitales e instituciones económicas a su servicio), o la propiciaron en otros (gobiernos y Unión Europea), no son suficientes, sin embargo, ni para explicar la actual coyuntura de crisis (que si no es ya se convertirá en estructural) del capitalismo internacional (y no sólo es España) ni para vislumbrar su posible salida, entre otras razones, porque el capitalismo no necesita ser recuperado de ninguna crisis, puesto que no se ha producido ningún “error” de funcionamiento en ninguno de sus elementos que le mantienen en pie, sino que es su agotamiento histórico por haber cumplido la función histórica que tenía encomendada: el desarrollo de las fuerzas productivas que ya ha sido alcanzado, y por tanto, determina y reclama históricamente es que la coyuntura actual de crisis del capitalismo (aunque por motivos político, ideológicos y psicológicos no lo estemos reconociendo) sea sustituido por el modo de producción socialista. Y afirmado esto hay que apresurarse a señalar que ese nuevo modo de producción socialista no tiene absolutamente nada que ver con el PSOE, por la sencilla razón de que ni es Socialista en su práctica ni es Socialista en su teoría: la emancipación social de todas las clases sociales, que nadie explote a nadie.
Las razones expuestas por Vicent Navarro, desde luego objetivamente ciertas y presentes en la “crisis” capitalista, solamente son válidas para la exposición del problema pero no para su resolución. Por tanto, este aspecto hay que tenerlo presente.
La crisis del capitalismo de los años 70 del siglo pasado, como consecuencia (lo mismo que ahora) del desarrollo de sus propias contradicciones que son inherentes al propio desarrollo de las fuerzas productivas, que el capitalismo se ve inexorablemente obligado a desarrollar cada día más, pudo ser resuelta (la crisis actual no tiene solución) gracias precisamente a los tres nuevos instrumentos que se vio obligado a introducir en su funcionamiento, para en definitiva agudizar la explotación de los trabajadores y recortar sus derechos, cuyos tres elementos son precisamente las tres razones señaladas por Vicent Navarro, por tanto, ya lo hemos señalado, esas tres razones no están en la esencia del capitalismo, sino que se derivan de ella como instrumentos necesarios, imprescindibles, para su funcionamiento en un momento determinado, y en definitiva no vienen más que para agudizar la explotación de los trabajadores, que es como el capitalismo resuelve sus crisis: empeorando paulatinamente la vida de la inmensa mayoría de la sociedad, y no por maldad personal de los capitalistas (que tampoco es que sean unas Ursulinas de la caridad), sino porque la dinámica del funcionamiento del capitalismo impone esa condición.

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DABUTE TIO, GUAY DEL PARAGUAY EL DEBATE DE LOS COLEGUIS RUBALCABA Y RAJOY

(A la derecha de la foto, Rajoy, y a la derecha de Rajoy que está a la derecha de la foto, Rubalcaba: las dos patas de un banco, o dame la manita Pepe Luis, porque es lo mismo la leche que el caldo de teta y que es que no me quiero cabrear)


De dos partidos, el PSOE, que no es Socialista y el PP, que tampoco es Socialista, responsables los dos, en mayor o menor medida y con diferentes palabras pero con los mismo efectos de la descapitalización del Estado mediante las denominadas privatizaciones que vienen desde Felipe González con la desarticulación de los bancos estatales para ponerlos en manos de la banca “privada”, pasando por José María Aznar con las privatizaciones de Endesa, Telefónica, entre otras, y que acaban con Zapatero regalando un tercio de la Lotería Nacional y los aeropuertos al capital privado, amén de capitalizar empresas privadas con fondos públicos para que acaben los ferrocarriles en manos del mismo capital privado, había que esperar y tenemos que esperar poco para arreglar los problemas que, habiéndolos creados ellos, se presentan ahora como los “arregladores” de los mismos, y siendo esto así, del “debate” (sin debate político) de los candidatos del PSOE, Rubalcaba, y de Mariano Rajoy del PP, salvo ser un redomado ingenuo no se podía esperar nada, y la razón para mantener esta taxativa aseveración es la siguiente: los dos candidatos que se presentan como “salvadores” llevan años en la política como para haber propuesto las soluciones que presumiblemente dicen que aplicarán si ganan las elecciones. Y mis cojones treinta y tres.
Los análisis sociológicos que puedan ser realizados en relación al debate dirán los que digan. Señalarán un “ganador” o un empate o la chuminada científica que salga, pero yo no entro ahora en ese aspecto ahora.
La bajeza moral de ambos candidatos quedó demostrada y emparejada desde el primer momento. Tanto Rubalcaba como Rajoy hicieron gala de su oportunismo político al empezar sus respectivos discursos lamentando la muerte de un sargento primero en Afganistán, pero silenciando y ocultando a todos los españoles el costo en vidas (casi 100 muertos) de la guerra de rapiña de Afganistán en la que participa el ejército español y la deuda de más de 20.000.000 (VEINTEMIL) millones de euros del Ministerio del Ejército, de la que la mayor parte fue contraída por los diferentes gobiernos del PP (o sea, que el cuentote este de la crisis todavía no lo habían inventado para joder más a los trabajadores).
Rubalcaba tiene tanta mierda política detrás que es imposible que gane las elecciones (no las ganaría ni por prescripción divina), y su punto “fuerte” estuvo en adelantar lo que sin duda hará Rajoy: empeorar las condiciones de vida de la inmensa mayoría de la sociedad para que cuatro ricachos y dos ricachas se hagan más ricachos y mas ricachas, lo que siendo verdad no tiene nada de original, porque ya lo ha empezado a hacer el PSOE con el contubernio y apoyo debido por parte del PP y demás grupos de derechas con representación en el Parlamento.
Por su parte Rajoy no es que no tuviera necesidad de descubrir la pólvora para llegar a la Moncloa, sino que ni siquiera descubrió el contenido de su programa electoral, deliberadamente oculto, porque si lo descubriera no le votarían ni los de si propio partido.
Para recortar los derechos sociales de los trabajadores le basta con aplicar su propuesta de cada dos años presentar al Congreso como van las cuentas de la Seguridad Social y en función de las necesidades del capital recortar gastos (gastos que son ingresos indirectos para la gente que vive de su trabajo, esto es una trampilla del lenguaje oficial altisonante: llamar gasto a lo que es un ingreso indirecto, así la gente cree que evitando gastos la cosa marcha mejor, cuando en realidad lo que se hace es disminuir los ingresos propios. Un gasto real del Estado y un gasto real para la gente es lo que se gasta la Casa Real, pero de eliminar ese gasto no se habla).
Para congelar las pensiones, que Rajoy dice que no las congelará, le bastará con prorrogar los presupuestos generales del Estado que ya contiene la congelación de las pensiones realizadas por el PSOE con el apoyo del PP, de manera que será verdad que Rajoy no las congelará, pero porque ya están congeladas por el PSOE.
La reciente reforma de la Constitución, aprobada por el PSOE, pero con el apoyo del PP y demás grupos de derechas con representación en el Congresos de los Diputados para controlar el gasto público, cuyo nombre es verdaderamente bonito (controlar el gasto), le servirá a Rajoy cuando los grandes capitales necesiten más dinero dejar de pagar sueldos de funcionarios o pensionistas, porque la tal reforma establece que lo prioritario es pagar la deuda, por ejemplo, pero sólo como ejemplo, no se me asusten que podría haber cosas peores, cuando las empresas que están destrozando Zaragoza con el tranvía, necesiten más dinero se apañará la debida deuda por parte del Estado a través del mecanismo correspondiente y habrá que pagarla, y si no hay dinero, ese pago se podrá hacer a costa de dejar de pagar sueldos de funcionarios o pensionistas o de otros recortes sociales.
Tales son algunas de las actuaciones que hará Rajoy sin necesidad de haberlas explicitado anteriormente, eso sí, dirá que son medidas que toma porque estaban en su programa electoral (¡y será verdad!) y además, las tomará legítimamente (legitimo viene de ley y no de justo) porque el pueblo le ha votado y le ha legitimado con su voto (¡y seguirá siendo verdad!).
De lo que no hablaron ni Rajoy ni Rubalcaba fue de política, es decir, de las reformas que hay que hacer en la ley para que el sistema democrático sea verdaderamente representativo y cada diputado elegido cueste los mismo votos para todos los partidos, ni de las reformas legales que hay que hacer para que los ingresos arrebatados al Estado a través de las “privatizaciones” vuelvan al Estado, ni de las reformas que hay que hacer para que los mangarranes que tienen en los paraísos fiscales entre 70.000.000.000 (SETENTA MIL MILLONES) y 80.000.000.000 (OCHENTA MIL) millones de euros los devuelvan y paguen penalmente el daño moral y material causado a toda la población, etc., etc. Y etcétera.
En resumen, que Rubalcaba no va a ganar las elecciones ni por mediación divina y Rajoy las va a ganar porque no las ha perdido hablando ante las cámaras de televisión, y a eso, si tenemos dos deditos de frente, no deberíamos colaborar con nuestro voto. Lo decía el 15-M y no yo: “PSOE y PP la misma mierda es”.




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