viernes, 24 de mayo de 2019

VIETNAM. UNA HISTORIA QUE COMO NO APRENDAMOS SE REPETIRÁ



Vietnam. Una lección de la historia que los gobiernos yanquis se han negado a digerir


TERCERAINFORMACIÓN
23/05/2019

Una lección de la historia que los gobiernos yanquis se han negado a digerir por una  prepotencia exacerbada…

“Por cada diez de los nuestros que matéis, nosotros mataremos a uno de los vuestros. Y al final vosotros os cansaréis antes.” Ho Chi Minh.

A 65 años de la aplastante derrota de los ejércitos de la Francia colonialista en la batalla de Dien Bien Phu por el pueblo vietnamita, librada entre los meses de marzo y mayo de 1954, es demasiado oportuna la ocasión para que recordemos, a propósito de la amenaza que nos hace el gobierno gringo de Trump de invadir militarmente  a nuestro país, que un poco más de veinte años después de esa trágica experiencia gala, ese mismo pueblo de campesinos le propinó una derrota mucho peor a los yanquis, quienes tuvieron que huir despavoridos de Saigón en abril de 1975, luego de que por casi nueve años y por largos períodos de 30 a 60 días ininterrumpidos y después de que en agosto de 1964, Washington le comunica a su pueblo y al mundo lo que ha sido una de sus más grandes mentiras históricas, conocidas hoy como las llamadas “Fake News” o los “falsos positivos” colombianos, que dos de sus destructores que navegaban por la Bahía de Tonkin habían sido agredidos por barcos torpederos norvietnamitas y fue a través de la voz del propio secretario de Defensa de, entonces, Robert McNamara, quien anuncia  que, efectivamente, “hay pruebas inequívocas de un segundo  ataque no provocado contra EEUU”, la Indochina en general (Vietnam, Laos y Camboya), fue ferozmente atacada por muchísimas más bombas que las que utilizaron los aliados y la Unión Soviética contra la Alemania Hitleriana durante la Segunda Guerra Mundial.


Saigón: en los techos de la embajada de Estados Unidos, peleas para escapar en los últimos helicópteros

Entre 1964 y 1973 Estados Unidos lanzó sobre Laos más de 2 millones de toneladas de bombas en 580.000 misiones aéreas, es decir; una media de una operación de bombardeo cada 8 minutos, día y noche, y unos 800 kilos de explosivos por cada uno de los 2,5 millones de habitantes, hombres, mujeres, niños y ancianos, con que contaba entonces el país. La mayoría eran campesinos que no entendían por qué se les castigaba…”

Vale acotar que vídeos de esa vergonzosa huida de los yanquis que hemos referido estuvieron colgados en la red  hasta hace menos de dos a tres años y obviamente, ante la actual crisis del capitalismo y su empeño en restaurar sus viejas estratagemas que lo llevaron a la cima, se imponía la necesidad  de borrar esas evidencias que apuntan a que el Gran Timonel, Mao Tse Tung, tenía razón, cuando aseguró que el imperialismo yanqui no es más que un tigre de papel. En sus propias palabras, durante conversaciones que sostuvo con dirigentes de países del  tercer mundo, esto les dijo en Pekín, en 1956: “…el imperialismo norteamericano exhibe una gran fuerza, pero en realidad no la tiene. Políticamente es muy débil, porque está divorciado de las grandes masas populares y no agrada a nadie; tampoco agrada al pueblo norteamericano. Aparentemente es muy poderoso, pero en realidad no tiene nada de temible: Es un tigre de papel. Mirado por fuera parece un tigre, pero está hecho de papel y no aguanta un golpe de viento y lluvia. Pienso que Estados Unidos no es más que un tigre de papel.”

Los pueblos más allá de las palabras visionarias del líder chino, siempre lucharon por lograr su libertad e independencia. A ninguno de los pueblos del mundo conquistar esos derechos les ha resultado nada fácil. Han tenido que sacrificar vidas y soportar sacrificios inenarrables, sin importarles cuando tiempo les llevaría al triunfo, convencidos  de que les pertenece por razones indiscutibles y que poco les importa si el tiempo para lograr sus objetivos se hace corto o se prolonga más allá de la imaginación.

A poco menos de seis años de la segunda Dien Bien Phu de los Vietnamitas a los yanquis en abril de 1975, el héroe de esas revolcadas estruendosas a dos socios políticos, como lo han sido EEUU y Francia, que han crecido y surgido del expolio histórico, sin límite alguno, a los países del tercer mundo, el héroe triunfador de ambas hazañas bélicas, el General Võ Nguyên Giáp, quien falleciera a los ciento dos años de edad hace apenas 5 años, en octubre de 2013, le respondía a la periodista italiana Oriana Fallaci en entrevista que le concediera en Hanoi en febrero de 1969, que si él veía muy próximo el Dien Bien Phu de los norteamericanos, Giap le dijo lo que seguidamente transcribimos y que son esas sus palabras las de un gran  visionario realista, las que nos parece muy importante que  los gringos de hoy y sus cipayos criollos deberían releerlas para que tomen nota de que los pueblos son impredecibles en sus capacidades cuando se trata de asumir la defensa de  la LIBERTAD Y LA SOBERAÍA DE LA PATRIA…!!!

Esto le respondió el Gran Giap, cuyos triunfos militares son motivo de estudio en  todas las Academias Militares del mundo, a la Fallaci ante su pregunta de si está próximo otro Dien Bien Phu a los norteamericanos y lo repetimos, que esa entrevista se produjo seis años y semanas antes de que salieran los gringos despavoridos de Saigón en abril de 1975:

Bueno…, no siempre  es verdad que la historia se repite. Pero esta vez se repetirá. Y tal  como hemos derrotado militarmente a los franceses, derrotaremos  militarmente a los norteamericanos. Sí, madame, su Dien Bien Phu  está por llegar. Y llegará. Los norteamericanos perderán definitivamente  la guerra en el momento en que su efectivos alcancen su máximo, y la gran máquina que ha puesto  en marcha no conseguirá ya moverse. Los derrotaremos en el momento en que tengan más hombres, más armas, más esperanzas de vencer. Porque toda su riqueza, su fuerza, se convertirá  en su piedra al cuello. Es inevitable.

La Fallaci luego de manifestarle que ella creía que los norteamericanos habían logrado algunas pequeñas victorias, el General Giap de forma contundente le afirmó no estar en lo cierto, a lo que ella le repreguntó qué sucederá si la guerra prosigue y se prolongara, qué sentido tiene, le agregó, seguir hablando de paz, cuando queda muy en claro que nadie la quiere (?), Giap le responde:

“…si los Estados Unidos no abandonan sus posiciones. Mucho (se prolongará el conflicto). Tanto más  cuanto que no abandonaremos las nuestras; nosotros no tenemos prisa, tenemos mucha paciencia. Porque mientras las delegaciones discuten, nosotros continuaremos la guerra. Amamos la paz pero no la paz con cualquiera condición, no la paz del compromiso. La paz, para nosotros, solo puede significar victoria total, la marcha de los norteamericanos. Cualquier compromiso sería un amenaza de esclavitud. Y nosotros preferimos la muerte a la esclavitud.”

A lo que la periodista italiana le espeta: General, entonces, dígame, ¿Cuánto más durará la guerra?

Giap, sin vacilación alguna, le responde: “Por el tiempo que sea necesario: diez, quince, veinte, cincuenta años. Hasta que hayamos conseguido la victoria total, como ha dicho nuestro presidente Ho Chi Minh. ¡Sí! ¡Incluso veinte, incluso cincuenta años! Nosotros no tenemos prisa, no tenemos miedo…” 

Y cerramos esta nota recordando estas palabras que le dijo nuestro Libertador Simón Bolívar al enviado especial del gobierno de los Estados Unidos, el gente Juan Bautista Irving, para que presionara la devolución de dos fragatas que nuestras fuerzas libertadoras habían confiscado en la desembocadura del Orinoco en 1818, porque traían armas y pertrechos de ayuda a las fuerzas realistas:

No voy a caer en la provocación, pero quiero que sepa que aquí, de 1810 para acá, más de la mitad de la población venezolana ha muerto en el campo de batalla para asegurar la independencia de nuestro país, y los que quedamos aquí vivos aún, estaríamos deseosos de seguir el mismo ejemplo de nuestros hermanos, si es que Venezuela tuviera que luchar contra el mundo entero por su independencia” 

Nota: Cifras que muestran lo que dejó la terrible guerra de Vietnam: Más de 2,5 millones de estadounidenses sirvieron en Vietnam; 536.000 en 1968, el año de niveles máximos. En 1973, cuando Estados Unidos se retiró ya habían sido recibidas en bolsas negras en la Base de la Fuerza Aérea Andrews, más 58 mil soldados y más 300 mil heridos, de los cuales más del 30% mutilados, mientras que el pueblo vietnamita que ganó la guerra, perdió 1,1 millón de sus valientes…

Fuente: Ensartaos

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AMANCIO, HERMANO BORREGO MÍO EN EL REDIL DE LAS OVEJAS SALVAS DE NUESTRO SEÑOR. NO SE TE PIDE LA SANTIDAD, HOMBRE, QUE ESO ES MUY DIFICIL. SE TE PIDE QUE PAGUES LOS IMPUESTOS, DELINCENTE FISCAL. SI HUBIERAS PAGADO LOS IMPUESTOS, EL ESTADO HABRIA TENIDO EL DOBLE DE TU LIMOSNA PARA PODER COMPRAR LO QUE AHORA TE FARUTEAS DE COMPRAR TÚ. AMANCIO, AMANCIO, QUE TE ME VAS A CONDENAR QUE TE VEO VENIR


Los 300 millones donados por Amancio Ortega son la mitad de los eludidos en impuestos por Inditex en cuatro años

Por Natalio Blanco
Kaosenlared
23.05.2019

La caridad de Amancio Ortega con la sanidad pública contrasta con las 74 filiales del grupo textil que tributan en plazas ‘offshore’.



La caridad de Amancio Ortega con la sanidad pública contrasta con las 74 filiales del grupo textil que tributan en plazas ‘offshore’

Los 300 millones que el multimillonario Amancio Ortega ha donado a través de su fundación a la sanidad pública española para equipamiento contra el cáncerson sólo la mitad de los casi 600 millones en impuestos que la compañía de Zara ha eludido con ingeniería fiscal, según un informe presentado por los Verdes en el Parlamento Europeo en 2016.

La caridad de Amancio Ortega con la sanidad pública de España ha saltado al primer plano de la actualidad política y electoral de este país tras el cruce de acusaciones entre dirigentes de Podemos con otros de Ciudadanos Partido Popular. La iniciativa del multimillonario gallego contrasta con las conclusiones de sendos estudios, del Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa (RSC)y los Verdes para el Parlamento Europeo, en los que se constata que 74 filiales del grupo textil Inditex se ubicaban en plazas offshore en 2015 y que ha eludido el pago de casi 600 millones de euros en impuestos entre los años 2011 y 2014 gracias a sus empresas filiales en Holanda, Irlanda y Suiza.

Ortega, de 82 años y sexta riqueza del mundo por segundo año consecutivo según la revista Forbes, suma un patrimonio de 57.200 millones de dólaresgracias a su compañía Inditex. Desde 2015, a través de su fundación ha donado al sistema sanitario público de este país un total de 300 millones de euros para equipamientos de última generación contra el cáncer. Ese mismo año, un informe del Observatorio de RSC, una organización sin ánimo de lucro que realiza trabajos sobre la transparencia fiscal de las grandes empresas españolas según la información que elevan a los inversores y la CNMV, concluyó que el grupo Inditex tenía 74 sociedades domiciliadas en países y territorios considerados paraísos fiscales o nichos fiscales. Además, está presente en dos paraísos fiscales según los criterios de la OCDE, Macao y Mónaco.


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QUE EL CHINO JEFE LE MORDISQUEE EL FLEQUILLO A TRUMP, Y QUE ESTE EN DEFENSA PROPIA SE LE ENGANCHE AL GARGANCHON A PATADA LIMPIA AL PRIMERO, MIENTRAS LOS EJÉRCITOS DE AMBOS, COMO BUENOS HERMANOS HACEN UNA MERIENDA, PAGADA A ESCOTE, POR LOS MILES DE MUERTOS QUE SE EVITARIAN DE ESTA MANERA, ME PARECE INCLUSO HASTA MEJORABLE



Tucídides, Trump y la guerra con China

Por Alejandro Nadal
Kaosenlared
23.05.2019

China es percibida como adversario, porque Washington sabe que su supremacía no puede durar para siempre. 


Entre flotas con portaviones y aranceles de castigo, la administración Trump amenaza a China. Quiere doblegar su poderío económico y frenar su influencia creciente en asuntos internacionales. La República Popular China ya es considerada adversario por el complejo militar-industrial de Estados Unidos y los principales medios de información de ese país repiten a coro el mensaje.

Los tambores de guerra se escuchan, y la evolución de los acontecimientos podría anunciar un conflicto bélico entre China y Estados Unidos en el futuro. El análisis de Tucídides sobre la guerra del Peloponeso es más relevante que nunca para el análisis de la coyuntura actual. La lección más importante en su obra es que la principal causa de la guerra es el factor emocional: el temor y la desconfianza.

China es percibida como adversario, porque Washington sabe que su supremacía no puede durar para siempre. La economía estadunidense puede todavía ser la más grande del mundo (dependiendo de la métrica), pero no necesariamente es la más fuerte. Su poderío depende, en buena medida, del papel que juega su divisa en el sistema monetario internacional. Sin embargo, el déficit comercial crónico es un claro indicador de algunas debilidades de la economía de Estados Unidos.

Del total de las exportaciones estadunidenses de bienes y servicios, las de manufacturas de alta tecnología (computadoras, aviones, máquinas herramienta y robots industriales, equipo científico, etcétera) representan 20 por ciento del total. A pesar del alto grado de complejidad de estos productos, Estados Unidos ya enfrenta una fuerte competencia internacional en estos rubros. En contraste, las exportaciones de servicios, entre los que se encuentran los servicios financieros, representan 33 por ciento de las exportaciones totales. Es claro que buena parte de esas ventas al exterior de servicios no se llevarían a cabo si el dólar estadunidense no fuera todavía la moneda hegemónica.

La guerra comercial de Trump contra China se inició en febrero de 2017, con aranceles de 30 y 20 por ciento sobre dos categorías de productos. A lo largo de ese año se fueron imponiendo aranceles a muchos otros productos, y China comenzó a responder con medidas compensatorias. Hoy se han interrumpido las conversaciones que se suponía llevarían a un nuevo acuerdo y el conflicto se ha intensificado. Estados Unidos ha impuesto nuevos aranceles de 25 por ciento sobre 200 mil millones de dólares de importaciones chinas, y Pekín ha anunciado que aplicará medidas compensatorias equivalentes.

¿Cuáles son los objetivos de Washington en esta guerra comercial? En el primer año de la guerra comercial el déficit comercial de Estados Unidos con China se incrementó 11 por ciento (pasó de 375 a 419 mil millones de dólares entre 2017 y 2018). Puede que el déficit se reduzca en los años siguientes, pero eso dependerá de muchos factores y también podría acarrear costos para los consumidores y empresas estadunidenses.

Los negociadores de Estados Unidos saben muy bien que el déficit bilateral no se va a reducir de manera significativa y que tampoco van a regresar las empresas que se fueron a China por sus bajos costos de mano de obra. Para ellas todavía quedan por explotar los paisajes demográficos de Vietnam, Cambodia e Indonesia. Entonces, ¿qué busca Washington con su belicosidad comercial?

Un indicio revelador está en las razones por las que la semana pasada se rompieron las negociaciones entre ambos países. Washington ha acusado a Pekín de renegar sobre los acuerdos a los que había llegado hacía meses. Esos convenios tienen más que ver con la política industrial y tecnológica de China, así como su legislación sobre propiedad intelectual. En este terreno, a Estados Unidos le gustaría doblegar al gigante asiático para mantener un predominio tecnológico que cada vez es más precario.

En el año 433 antes de nuestra era, Atenas impuso a la ciudad de Mégara una serie de severas sanciones económicas que amenazaban con asfixiarla. Ese decreto fue determinante y Esparta sintió que confirmaba sus peores temores sobre los designios de los atenienses para incrementar su poderío e influencia. El conflicto se presentó como inevitable y se desató la segunda guerra del Peloponeso, que terminó con la derrota de Atenas en 404 antes de nuestra era. El costo de la guerra fue terrible y Grecia nunca volvió a gozar de la autonomía que tuvo durante la era clásica. Para Tucídides, en su Guerra del Peloponeso, el factor emocional del miedo y la desconfianza fue la causa más verdadera de esa terrible guerra.

Hoy, la política de Washington frente a Pekín sigue el mismo derrotero. Miedo y desconfianza. ¿Preferirá Estados Unidos hundir al mundo en un conflicto nuclear antes que perder su hegemonía? Difícil responder, pero una cosa es cierta: la profecía de una guerra se cumplirá si Estados Unidos no abre el espacio que Pekín siente necesitar como potencia emergente. De adversario a enemigo no hay más que un solo paso.

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