miércoles, 5 de junio de 2024

Cuando ponemos al capital a cuidar nuestros derechos … lo normal es perderlos

 

Cuando ponemos al capital a cuidar nuestros derechos … lo normal es perderlos

 

DIARIO OCTUBRE / mayo 30, 2024


Vicent Alcaraz (Unidad y Lucha).— Para entender lo que desde el PCPE planteamos, es necesario conocer como se gestó la Unión Europea, de otra forma, estaremos comprando los slogan electorales que inundan nuestras calles: Mas Europa, Más derechos, tu respuesta… fuera de la Unión hace mucho frio.

Y es que el origen de la Unión Europea se sitúa en el 9 de mayo de 1950, donde Francia plantea a Alemania poner la producción de carbón y de acero bajo una autoridad común. En 1957, con el Tratado de Roma y basándose el éxito del Tratado del Carbón y del Acero, los seis países fundadores (Bélgica, Alemania, Francia, Luxemburgo, Italia y Países bajos) amplían su cooperación a otros sectores económicos, y lo formalizan creando la Comunidad Económica Europea (CEE).

En el año 1993 con el Tratado de Maastricht se apostó por la integración política en Europa, profundizando la económica y reforzando las instituciones. Con este acuerdo nació la actual Unión Europea. Es decir, nace fruto de las necesidades de comercio del capital, en ningún caso para mejorar o equiparar derechos laborales. De hecho, después de 74 años de la creación, los partidos más “progresistas” en su programa electoral actualizado siguen reclamando una Europa con :

·         Ingresos dignos y un salario mínimo adecuado para todos los europeos y europeas. Uno de cada seis europeos/as no gana lo suficiente para llegar a final de mes. Aunque trabajen con ahínco 40 horas a la semana, o incluso más, muchos europeos y europeas no pueden gozar de un nivel de vida digno debido a los desorbitados precios

·         Prohibir los períodos de prácticas no remunerados: Las consecuencias económicas de la pandemia de Covid-19 están creando nuevos y enormes obstáculos para los/las jóvenes que intentan encontrar empleos de calidad. El riesgo de explotación es muy real. Ya es hora de que llamemos a los períodos de prácticas no remunerados por su nombre: una forma de explotación laboral y una violación de los derechos de la juventud

·         Defender los derechos de la juventud ¡De aquí a 2030 podemos reducir el desempleo juvenil en al menos un 50% en Europa!

Otro ejemplo claro de la Europa económica y no social, lo tenemos en la Directiva Bolkestein, que tuvo mucha oposición en España. La Directiva Bolkestein propone el principio del país de origen, según el cual el prestador de servicios que se muda a otro país europeo debe atenerse a la legislación de su país de origen. El objetivo sería animar a las entidades prestatarias de servicios a mudarse sin tener que informarse sobre 27 legislaciones nacionales diferentes. Eso también significa que le aplican la legislación laboral de, por ejemplo Polonia o Rumania (derecho de huelga, despido. Cotizaciones…) en territorio Alemán o Español, por lo que desregula el mercado laboral del país donde presta el servicio. Lo único que les obliga es a pagar el salario mínimo del estado de pertenencia,. Esta directiva se presentó en el año 2004 y entró en vigor el 28 de diciembre del 2009. Trabajan lento, pero sin parar.

Cuando salimos del franquismo veíamos Europa como la libertad, la democracia, los derechos, y mucho tenía que ver con la Unión soviética y el miedo al fantasma que recorría Europa, el Comunismo. Pero ya en los años 80 nos vendieron la reconversión industrial como garantía de futuro, llenaron de millones al Estado mientras se desmantelaban la industria, el campo y la ganadería. España estaba destinada a ser el lugar de vacaciones de Europa, y lo han conseguido. La incorporación a la  Comunidad Económica Europea (1986) obligó a un proceso culminante de desmantelamiento industrial denominado como reconversión industrial

Esta venta y desmantelamiento de las empresas nacionales solo lo podía hacer un gobierno con el apoyo popular que tenía en aquel entonces el PSOE de Felipe González, que de hecho sigue cobrando gracias a su trabajo exterminador en Vigo, Asturias, la ría de Bilbao, Reinosa, Getafe, los Altos hornos de Sagunto, los astilleros de Ferrol, Cartagena y la bahía de Cádiz. Con la idea de acabar con una industria obsoleta se acabó directamente con buena parte del tejido industrial del país sin generar una industria nueva de dimensiones proporcionales o una actividad económica alternativa.

El Capital lo ha tenido claro siempre, España tenía que pasar de ser la reserva espiritual al lugar donde los jubilados europeos con poder económico pueden comprar casas e ir de vacaciones. Y por tanto, en España no hace falta industria, hay que dar cursos de formación para servir.

Mientras la Europa sea del Capital, los derechos de la Clase Obrera estarán limitados. Nos irán vendiendo avances, como cuando el Comité Europeo de Derechos Sociales del Consejo de Europa en el año 2022 estableció ante reclamaciones de los sindicatos Franceses, Italianos y Finlandeses, que las indemnizaciones por despido tenían que ser disuasorias para las empresas al tiempo que deben proteger a los trabajadores despedidos. Los sindicatos españoles aun habiendo firmado la reforma laboral que nos condenaba a 33 días de indemnización, se sumaron al carro europeo. Aunque ya no exista la Unión Soviética, los recuerdos de los derechos laborales, la jubilación, las prestaciones sanitarias, las guarderías, la vivienda, incluso la libertad de expresión, son vivencias que están en el subconsciente de la Clase Obrera y sabemos que nos los han robado. Hoy el fantasma que recorre Europa sin duda es el Fascismo en sus diversas caras, y ninguna tiene cara de obrera ni obrero.

FUENTE: unidadylucha.es

 *++

La guerra mutila el corazón de la humanidad

 

Trágicamente, la guerra es más que bombardeos, muerte y destrucción. Además de muertos y heridos, de amputados física y psicológicamente, su efecto se prolonga en las siguientes generaciones, en su forma de vida, en su salud física y mental.


La guerra mutila el corazón de la humanidad



Vijay Prashad

El Viejo Topo

5 junio, 2024

 


En su apartamento en Bagdad (Irak), mis amigos me cuentan cómo les impactaron los horrores de la guerra ilegal impuesta por los Estados Unidos en 2003 contra su país. Yusuf y Anisa son miembros de la Federación de Periodistas de Irak y ambos tienen experiencia como periodistas independientes para empresas de comunicación occidentales que llegaron a Bagdad en medio de la guerra. La primera vez que fui a cenar a su apartamento, en el bien situado barrio de Waziriyah, me llamó la atención que Anisa –a quien yo había conocido como una persona laica– llevara un velo sobre el rostro. “Llevo este pañuelo”, me dijo Anisa más tarde por la noche, “para ocultar la cicatriz que tengo en la mandíbula y el cuello, la cicatriz que me hizo una herida de bala de un soldado estadounidense que entró en pánico después de que estallara un IED [artefacto explosivo improvisado] junto a su patrulla”.

Antes, Yusuf me había llevado por los alrededores de la ciudad de Nuevo Bagdad, donde en 2007 un helicóptero Apache había matado a casi veinte civiles y herido a dos niños. Entre los muertos había dos periodistas que trabajaban para Reuters, Saeed Chmagh y Namir Noor-Eldeen. “Aquí es donde los mataron”, me dice Yusuf mientras señala la plaza. “Y aquí es donde Saleh [Matasher Tomal] aparcó su miniván para rescatar a Saeed, que aún no había muerto. Y aquí es donde los apaches dispararon contra el vehículo, hiriendo gravemente a los hijos de Saleh, Sajad y Duah”. Me interesaba este lugar porque todo el incidente fue grabado por el ejército estadounidense y publicado por Wikileaks como “Asesinato colateral”. Julian Assange está en prisión en gran parte porque dirigió el equipo que difundió este vídeo (ahora ha recibido el derecho a impugnar ante un tribunal del Reino Unido su extradición a los Estados Unidos). El vídeo presentaba pruebas directas de un horrible crimen de guerra.

“Nadie en nuestro barrio ha quedado indemne de la violencia. Somos una sociedad traumatizada”, me dijo Anisa por la noche. “Por ejemplo, mi vecina. Perdió a su madre en un atentado y su marido está ciego a causa de otro atentado”. Las historias llenan mi cuaderno. Son interminables. Todas las sociedades que han sufrido el tipo de guerra al que se enfrentan los y las iraquíes, y ahora los y las palestinas, quedan profundamente marcadas. Es difícil recuperarse de tanta violencia.

 

Mi tierra envenenada

Estoy caminando cerca de la Ruta Ho Chi Minh en Vietnam. Los amigos que me están mostrando la zona señalan los campos que la rodean y dicen que esta tierra ha sido tan envenenada por el Agente Naranja (un herbicida) lanzado por los Estados Unidos que no creen que se puedan producir alimentos aquí durante generaciones. Los EE. UU. arrojaron al menos 74 millones de litros de productos químicos (en su mayoría Agente Naranja) sobre Camboya, Laos y Vietnam, centrándose durante muchos años en esta línea de suministro que iba del norte al sur. La pulverización de estos productos químicos alcanzó los cuerpos de al menos cinco millones de vietnamitas y mutiló la tierra.

La periodista vietnamita Trân Tô Nga publicó Ma terre empoisonnée (Mi tierra envenenada) en 2016 como una forma de llamar la atención sobre la atrocidad que ha seguido afectando a Vietnam más de cuatro décadas después de que los Estados Unidos perdieran la guerra. En su libro, Trân Tô Nga describe cómo en 1966, siendo periodista, un Fairchild C-123 de las Fuerzas Aéreas estadounidenses la roció con un extraño producto químico. Se limpió y siguió adelante por la selva, inhalando los venenos lanzados desde el cielo. Dos años después nació su hija, que murió en la infancia por el impacto del agente naranja en Trân Tô Nga. “La gente de ese pueblo de allí”, me dicen mis guías, nombrando el pueblo, “da a luz a niños con graves defectos generación tras generación”.

 

Gaza

Estos recuerdos vuelven en el contexto de Gaza. La atención se centra a menudo en los muertos y en la destrucción del paisaje. Pero hay otras partes perdurables de la guerra moderna que son difíciles de calcular. Está el inmenso sonido de la guerra, el ruido de los bombardeos y de los gritos, los ruidos que calan hondo en la conciencia de pequeñas infancias y los marcan para toda la vida. Hay niños y niñas en Gaza, por ejemplo, que nacieron en 2006 y ahora tienen dieciocho años, que han visto guerras al nacer en 2006, luego en 2008-09, 2012, 2014, 2021, y ahora, 2023-24. Los intervalos entre estos grandes bombardeos han estado salpicados por bombardeos más pequeños, igual de ruidosos y mortíferos.

Luego está el polvo. La construcción moderna utiliza una serie de materiales tóxicos. De hecho, en 1982, la Organización Mundial de la Salud reconoció un fenómeno llamado “síndrome del edificio enfermo”, que es cuando una persona cae enferma debido al material tóxico utilizado para construir los edificios modernos. Imaginemos que una bomba MK84 de 2.000 libras cae sobre un edificio e imaginemos el polvo tóxico que vuela y permanece tanto en el aire como en el suelo. Esto es precisamente lo que respiran ahora las infancias de Gaza mientras los israelíes lanzan cientos de estas mortíferas bombas sobre barrios residenciales. Ahora hay más de 37 millones de toneladas de escombros en Gaza, gran parte de ellos llenos de sustancias tóxicas.

Todas las zonas de guerra siguen siendo peligrosas años después del alto el fuego. En el caso de esta guerra contra Gaza, ni siquiera el cese de las hostilidades pondrá fin a la violencia. A principios de noviembre de 2023, Euro-Med Human Rights Monitor calculó que los israelíes habían arrojado 25.000 toneladas de explosivos sobre Gaza, lo que equivale a dos bombas nucleares (aunque, como señalaron, Hiroshima se asienta sobre 900 metros cuadrados de tierra, mientras que los metros cuadrados totales de Gaza son 360). A finales de abril de 2024, Israel había lanzado más de 75.000 toneladas de bombas sobre Gaza, lo que equivaldría a seis bombas nucleares. Las Naciones Unidas estiman que se necesitarían 14 años para eliminar los artefactos explosivos sin detonar en Gaza. Eso significa que hasta 2038 seguirá muriendo gente a causa de este bombardeo israelí.

En la repisa del modesto salón del apartamento de Anisa y Yusuf hay una pequeña bandera palestina. Junto a ella hay un pequeño trozo de metralla que alcanzó y destruyó el ojo izquierdo de Yusuf. No hay nada más sobre ella.

 

Fuente: Globetrotter

 *++

Suspendida en Sabadell por la presión popular la feria de sistemas tripulados y drones, cómplice del genocidio palestino. [Una de las muchísimas formas de evitar las guerras que tenemos los trabajadores en nuestras manos, y decirles a los criminales criminalas negociantes negociantas de la sangre de la guerra y a sus peleles pelelas de los políticos políticas, colaboradores colaboradoras necesarios necesarias para el crimen de la guerra y saqueo del dinero público de los trabajadores para enriquecer más a los criminales del gran capital que NO, y que cuando sean juzgados tendrán que responder por lo delitos cometidos contra la humanidad. Y ahora ya si queréis podemos hablar de la democracia y esas cosas].

 



Suspendida en Sabadell por la presión popular la feria de sistemas tripulados y drones, cómplice del genocidio palestino


Publicado el 4 de junio de 2024 / Por Redacción Kaosenlared


La presión de la sociedad civil para impedir la celebración de la Feria de Sistemas tripulados y drons UNVEX’24, funciona.

Tal como informa el Diario de Sabadell:

La Feria UNVEX 2024 de sistemas no tripulados y drones, que se tenía que celebrar el martes y miércoles de esta semana a Sabadell, ha quedado finalmente suspendida en nuestra ciudad.
Hace unos días, 150 organizaciones denunciaron en un comunicado conjunto la presencia de empresas vinculadas a Israel en la cita. “Son empresas que han fabricado tecnología que está siendo utilizada contra Palestina”, aseguraban. “No podemos tolerar que se lleve a cabo en dos ciudades catalanas una feria con empresas que fabrican tecnología militar”.

Ahora, el encuentro ha quedado anulado en Sabadell. Los actos estaban previstos en la Feria Barcelona y las demostraciones en el aeropuerto de Sabadell, hecho que había levantado polvareda, con críticas en redes sociales pidiendo cancelar la feria.

La noticia llega menos de 24 horas antes de que dé comienzo la fira Unvex’24 y demuestra que la acción social funciona y tiene un impacto directo para detener la complicidad co el genocidio, la ocupación y el apartheid en Palestina.

Aunque en Sabadell se ha suspendido, la programación en la feria de Montjuic continúa. Es una vergüenza que Barcelona acoja una feria de empresas que sabemos que se lucran con el genocidio que las fuerzas de ocupación israelíes están llevando a cabo en la franja de Gaza desde hace 8 meses. 8 meses de genocidio a diario son imposibles sin la complicidad de empresas y gobiernos.

Hacemos un llamamiento a movilizarse este martes a las 16 horas ante la Fira de Monntjuïc para señalar las complicidades y denunciarlas. Es una vergüenza que esta feria sea realice y es un ejemplo más de las relaciones y complicidades de nuestras instituciones con el estado genocida de Israel.

Martes, 4 de junio de 9 a 17 horas (en el momento que puedas, hay actividades organizadas durante toda la joranda).

Fira de Montjuïc de Barcelona

Lo tenemos claro, somos un motor que empuja hacia un cambio constante para Palestina y no nos detendremos.

¡Difunde este mensaje, necesitamos ser muchas!

¡Lo hemos logrado en Sabadell y lo haremos también en Barcelona!

 *++