Cuando ponemos al capital a
cuidar nuestros derechos … lo normal es perderlos
DIARIO OCTUBRE / mayo 30, 2024
Vicent Alcaraz (Unidad y Lucha).— Para entender lo que desde el PCPE planteamos, es
necesario conocer como se gestó la Unión Europea, de otra forma, estaremos
comprando los slogan electorales que inundan nuestras calles: Mas Europa, Más
derechos, tu respuesta… fuera de la Unión hace mucho frio.
Y es que el
origen de la Unión Europea se sitúa en el 9 de mayo de 1950, donde Francia
plantea a Alemania poner la producción de carbón y de acero bajo una autoridad
común. En 1957, con el Tratado de Roma y basándose el éxito del Tratado del
Carbón y del Acero, los seis países fundadores (Bélgica, Alemania, Francia,
Luxemburgo, Italia y Países bajos) amplían su cooperación a otros sectores
económicos, y lo formalizan creando la Comunidad Económica Europea (CEE).
En el año 1993
con el Tratado de Maastricht se apostó por la integración política en Europa,
profundizando la económica y reforzando las instituciones. Con este acuerdo
nació la actual Unión Europea. Es decir, nace fruto de las necesidades de
comercio del capital, en ningún caso para mejorar o equiparar derechos
laborales. De hecho, después de 74 años de la creación, los partidos más
“progresistas” en su programa electoral actualizado siguen reclamando una
Europa con :
·
Ingresos dignos y un salario mínimo
adecuado para todos los europeos y europeas. Uno de cada
seis europeos/as no gana lo suficiente para llegar a final de mes. Aunque
trabajen con ahínco 40 horas a la semana, o incluso más, muchos europeos y
europeas no pueden gozar de un nivel de vida digno debido a los desorbitados
precios
·
Prohibir los períodos de prácticas
no remunerados: Las consecuencias económicas de la pandemia de
Covid-19 están creando nuevos y enormes obstáculos para los/las jóvenes que
intentan encontrar empleos de calidad. El riesgo de explotación es muy real. Ya
es hora de que llamemos a los períodos de prácticas no remunerados por su
nombre: una forma de explotación laboral y una violación de los derechos de la
juventud
·
Defender los derechos de la juventud ¡De aquí a 2030 podemos reducir el desempleo juvenil en al menos un
50% en Europa!
Otro ejemplo
claro de la Europa económica y no social, lo tenemos en la Directiva
Bolkestein, que tuvo mucha oposición en España. La Directiva Bolkestein propone
el principio del país de origen, según el cual el prestador de
servicios que se muda a otro país europeo debe atenerse a la legislación de su
país de origen. El objetivo sería animar a las entidades prestatarias de
servicios a mudarse sin tener que informarse sobre 27 legislaciones nacionales
diferentes. Eso también significa que le aplican la legislación laboral de, por
ejemplo Polonia o Rumania (derecho de huelga, despido. Cotizaciones…) en
territorio Alemán o Español, por lo que desregula el mercado laboral del país
donde presta el servicio. Lo único que les obliga es a pagar el salario mínimo
del estado de pertenencia,. Esta directiva se presentó en el año 2004 y entró
en vigor el 28 de diciembre del 2009. Trabajan lento, pero sin parar.
Cuando salimos
del franquismo veíamos Europa como la libertad, la democracia, los derechos, y
mucho tenía que ver con la Unión soviética y el miedo al fantasma que recorría
Europa, el Comunismo. Pero ya en los años 80 nos vendieron la reconversión
industrial como garantía de futuro, llenaron de millones al Estado mientras se
desmantelaban la industria, el campo y la ganadería. España estaba destinada a
ser el lugar de vacaciones de Europa, y lo han conseguido. La incorporación a
la Comunidad Económica Europea (1986) obligó a un
proceso culminante de desmantelamiento industrial denominado como reconversión
industrial
Esta venta y
desmantelamiento de las empresas nacionales solo lo podía hacer un gobierno con
el apoyo popular que tenía en aquel entonces el PSOE de Felipe González, que de
hecho sigue cobrando gracias a su trabajo exterminador en Vigo, Asturias, la
ría de Bilbao, Reinosa, Getafe, los Altos hornos de Sagunto, los astilleros de
Ferrol, Cartagena y la bahía de Cádiz. Con la idea de acabar con una industria
obsoleta se acabó directamente con buena parte del tejido industrial del país
sin generar una industria nueva de dimensiones proporcionales o una actividad
económica alternativa.
El Capital lo
ha tenido claro siempre, España tenía que pasar de ser la reserva espiritual al
lugar donde los jubilados europeos con poder económico pueden comprar casas e
ir de vacaciones. Y por tanto, en España no hace falta industria, hay que dar
cursos de formación para servir.
Mientras la
Europa sea del Capital, los derechos de la Clase Obrera estarán limitados. Nos
irán vendiendo avances, como cuando el Comité Europeo de Derechos Sociales del
Consejo de Europa en el año 2022 estableció ante reclamaciones de los
sindicatos Franceses, Italianos y Finlandeses, que las indemnizaciones por
despido tenían que ser disuasorias para las empresas al tiempo que deben
proteger a los trabajadores despedidos. Los sindicatos españoles aun habiendo
firmado la reforma laboral que nos condenaba a 33 días de indemnización, se
sumaron al carro europeo. Aunque ya no exista la Unión Soviética, los recuerdos
de los derechos laborales, la jubilación, las prestaciones sanitarias, las
guarderías, la vivienda, incluso la libertad de expresión, son vivencias que
están en el subconsciente de la Clase Obrera y sabemos que nos los han robado.
Hoy el fantasma que recorre Europa sin duda es el Fascismo en sus diversas
caras, y ninguna tiene cara de obrera ni obrero.
FUENTE: unidadylucha.es