miércoles, 20 de marzo de 2013

ESTAMOS EN MANOS DE UNOS AUTENTICOS BANDIDOS Y CRIMINALES. NO ES POR DEPORTE, SINO POR IMPERIOSA NECESIDAD Y URGENTE QUE NOS ORGANICEMOS POLITICAMENTE PARA ECHAR A ESTOS BANDIDOS Y CRIMIANLES DE LA POLITICA CORRUPTA OFICIAL


PERIODISTAS SILENCIADOS POR VIA JUDICIAL

El efecto mordaza de las querellas contra el periodismo independiente

   

Patricia Manrique 
Diagonal 
Rebelion 20-03-2013 

Desarrollar periodismo de investigación en medios locales independientes es una difícil tarea por la presión de los ‘caciques’ locales, a menudo mediante la vía judicial.

 “En el vídeo que ahora tenemos que retirar, apuntábamos hace un año a o que ahora están investigando la Guardia Civil, la Fiscalía, los jueces... pero, aun así, no sólo vamos a tener que retirar el vídeo, sino que tal vez tengamos que pagar una multa de diez mil euros”, explica con indignación Albano Dante, periodista y editor de la revista Cafè Amb Llet, un día antes de retirar el vídeo "El robo más grande de la historia de Cataluña", resultado de una investigación de dos años del semanario, en el que denuncian “la enorme opacidad en el sistema sanitario catalán y cómo esta opacidad permite enriquecerse a unas cuantas personas”.

Dante está especialmente indignado porque otras dos de las personas nombradas en la investigación han pasado a disposición judicial esa misma semana: Carles Manté, exdirector del Servicio Catalán de la Salud, y Josep Prat, presidente del Instituto Catalán de la Salud hasta junio de 2012, detenidos por presunta estafa, apropiación indebida y malversación de fondos públicos en el marco de la “Operación Cirugía”, por denuncias que parten del nodo local de la CUP en Reus y del partido local Ara Reus. Antes que ellos, Ramón Bagó, otro objeto de sus investigaciones, fue investigado por la Fiscalía Anticorrupción por contratar a sus propias empresas del grupo Sehrs mediante su cargo en el Consorcio de Salud y Social de Cataluña. Y otro de los mencionados en el reportaje, el diputado de CiU en el Parlament y exalcalde de Lloret de Mar, Xabier Crespo, ha sido imputado por su vínculo con la mafia rusa. “Mientras tanto, nosotros somos los únicos condenados”, subraya Marta Sibina, coeditora del semanario. 

El promotor de la querella, Josep María Vía, destacado cargo de la sanidad pública y privada catalana y asesor de Artur Mas, tan sólo aparecía nombrado en el vídeo a colación de un artículo en El País en el que reflexionaba sobre el exceso de control en la sanidad catalana; sin embargo, a la juez María Millán Gisbert –condecorada el 17 de noviembre de 2011 por el mismo Artur Mas, como ha destacado el semanario catalán La Directa–, el hecho de aparecer en un documento visual en cuyo título figura la palabra “robo”, y la frase “gente como usted, como Bagó, como Manté y tantos otros, que se han enriquecido a costa de hundir nuestra sanidad” le han parecido motivos suficientes para condenarles por lesión al honor de Vía a pagar 10.000 euros y retirar la información. Reporteros Sin Fronteras ha criticado duramente la sentencia, y el exfiscal anticorrupción, Carlos Jiménez Villarejo, ha señalado que “una vez más, la balanza se ha inclinado a favor de quienes ocupan posiciones de poder frente a quienes, con rigor y valentía, se atreven a denunciarlas”. 

No me toques lo concreto

“El sistema tolera toda la presión del mundo en opinión, incluso en las redes, pero el zapatazo te lo dan cuando denuncias algo concreto”, señala Patxi Ibarrondo, director del desaparecido semanario cántabro La Realidad. Este periodista, que trabajó para diversos medios, como El País, Cambio 16 o La Hoja del Lunes, se lanzó allá por el año 2000 a impulsar la creación de un semanario independiente con un fuerte componente de denuncia. “Se volcaron a fondo para cargarse el periódico”, explica. Lo molesto que era para los poderes locales devino en el cierre del semanario: una denuncia tras otra, casi todas archivadas, amenazaban cada semana su existencia. En 2001, llegó la querella definitiva: la presentada por el entonces secretario general del PP de Cantabria, diputado autonómico y presidente de Caja Cantabria, Carlos Sáiz, por una nota en la sección sarcástica denominada “Tinta Confidencial” firmada por Ulises Quintacolumna, en la que se reseñaba que, allá por 1996, “a raíz de una elecciones municipales”, Sáiz y una secretaria del partido “fueron por carretera hasta Zúrich (Suiza) de los bancos a manejar fondos” y que “a la entidad bancaria entró solamente la secretaria porque Carlos Sáiz no quería que le filmasen las cámaras de seguridad”. Esta y otra nota similar, también de corte humorístico, bastaron para que la juez Laura Cuevas Ramos estimase que se lesionaba “objetivamente” el honor de Sáiz. La condena inicial fue de 120.000 euros, y se ejecutó provisionalmente, con lo que la falta de recursos económicos para atender a la misma provocó la quiebra de la cooperativa de trabajadores que editaba el periódico. Finalmente quedó en 12.000, 27.000 con los costes procesales e intereses. Ibarrondo, que enfermó de párkinson, aún sigue pagando a Sáiz con el embargo de una parte de su pensión de invalidez.

‘La Realidad’ sufrió el acoso constante, semana tras semana, de demandas que no prosperaron

Ya por aquel entonces, el desaparecido periodista Javier Ortiz, que denunció el caso desde las páginas del El Mundo, apuntaba las dificultades de ejercer el periodismo independiente, mayores en el ámbito local. “Los obstáculos son constantes y las presiones más fuertes en el periodismo de investigación periférico”, apunta Ibarrondo: “Cantabria –y, como aquí, ocurre en otros territorios– es un coto cerrado de caciques que se reparten el pastel en plan mafia, y rige la omertá siciliana, el silencio cómplice”. A su juicio, “se han cargado el periodismo de investigación porque atenta contra los cimientos de la impunidad”, y éste ha dado paso al “periodismo de filtración”, espoleado, demasiado a menudo, por intereses espurios.

El periodista Carlos Otto sufrió también presiones en el ámbito local. Trabajaba en El Día de Ciudad Real, periódico propiedad del constructor Domingo Díaz de Mera, uno de los principales promotores del aeropuerto de Ciudad Real, ligado durante muchos años a diversos medios de comunicación y al extinto club Balonmano Ciudad Real. En octubre de 2008, cuando estaba a punto de abrirse el aeropuerto, se denegó la licencia de apertura por diversas irregularidades y Otto, en su blog personal Modus Tollens, escribió un post muy duro contra varias de las personalidades ligadas al aeropuerto, a quienes llamó “capos”, denunciando la compra de favores y el amiguismo existente en la Comisión de Seguimiento de la Declaración de Impacto Ambiental. Entre los mencionados, se hallaba el director de su periódico, “cosa que yo sabía perfectamente, pero lo hice porque lo tenía que hacer”, explica el propio Otto. El post fue portada en Menéame. Al día siguiente, el periodista fue despedido. Poco después, recibía la comunicación para tres actos de conciliación, que auguraban las correspondientes querellas, firmadas las tres por el mismo abogado en representación del propio Díaz de Mera, de Juan Antonio León Treviño, presidente del aeropuerto, y de la gerente del El Día, Carmen García de la Torre. No se avino a las condiciones de la conciliación –disculpas, eliminación del artículo y 6.000 euros por caso–, y se dispuso a esperar las querellas... que nunca llegaron. El despido, eso sí, fue declarado procedente. Hacer periodismo sin miedo 

 “Mi sensación era que, aparte de amedrentar, intentaban lanzar al resto el mensaje de que esto es lo que pasa si se critica a quien no se debe”, explica. A su juicio, “ha habido una ‘burbuja’ de medios de comunicación, fruto de la burbuja inmobiliaria, montados por personas que no sólo no tienen nada que ver con la comunicación, sino para quienes la libertad de expresión seguramente sea su mayor enemigo”. Por aquel entonces, la mayor parte de Ciudad Real desconocía, por ejemplo, que Díaz de Mera había sido investigado por la Fiscalía Anticorrupción. Sus medios no informaban sobre esas cuestiones. 

Con todo, Ibarrondo, Otto, Dante o Sibina no se arrepienten de nada. Para Dante, “si la gente sale a las calles y se arriesga a que le arranquen un ojo, los periodistas también tendrán que empezar a arriesgarse”. Cafè amb llet consiguió mediante un crowdfunding 23.000 euros para pagar la multa, Otto recibió un gran apoyo en internet. Ibarrondo no tuvo tanta suerte, pues su caso se produjo en una era preinternet. “El grupo PRISA tiene dinero –reflexiona Dante–, nosotros tenemos una comunidad inmensa. Cuanto más apoyo tengan de la ciudadanía los medios pequeños, más podrán hacer el trabajo de plantar cara al poder”, subraya. Y en ello siguen. El efecto 'chilling', amenazas que callan.

“Hay un concepto en el periodismo norteamericano, el de chilling effect, sobre cómo ante la dificultad total de que las cosas sean claras, por miedo, nadie acaba diciendo nada”, explica Albano Dante, de la revista Cafè amb Llet. La expresión, que podría traducirse al castellano como “efecto intimidatorio”, se refiere a un fenómeno bautizado por un juez del Tribunal Supremo de los Estados Unidos en 1950, y se utiliza para señalar el efecto de determinadas actuaciones judiciales que amedrentan y provocan autocensura en la labor que desempeñan periodistas, pero también intelectuales y activistas. 

Casos como los reseñados, y algunos de otra naturaleza como los de Egin, Egunkaria o Ardi Beltza, publicaciones clausuradas por actuaciones judiciales que después no tendrían refrendo en tribunales, pero acabaron con su labor periodística, son ejemplos que pueden provocar este fenómeno. En el caso de Cafè amb Llet, el exfiscal anticorrupción Jiménez Villarejo, entre otras voces críticas, ha valorado que “la juez ha preferido optar por la vía más directa y represiva”.

 En sentido contrario al “efecto chilling”, el “efecto Streisand” es un fenómeno de internet en el que un intento de censura u ocultamiento de cierta información fracasa o incluso es contraproducente para el censor, ya que la información acaba siendo más divulgada al recibir mayor publicidad que si no se la hubiese pretendido acallar. Esto último ocurría la semana pasada con el vídeo de Cafè amb Llet, que se replicó en multitud de servidores. 

Fuente original: http://www.diagonalperiodico.net/saberes/efecto-mordaza-querellas-contra-periodismo-independiente.html 

*++

O NOS ORGANIZAMOS O RUINA


SYRIZAs, CUPs y la izquierda anticapitalista 

(2/3)

Óscar Simón 
La Hiedra
Rebelion 17-03-2013

Este artículo continúa el debate sobre el futuro de la izquierda combativa que hemos tenido en las páginas de La Hiedra con Manel Márquez y militantes de Gorripidea, Red Roja y Lucha Internacionalista. Oscar Simón, de En lluita-En lucha, habla de las posibilidades de un frente amplio contra los recortes, la necesidad de un referente político anticapitalista y la experiencia positiva que representa la CUP-AE.

 Un frente amplio contra los recortes

 En el periodo actual se vislumbran dos tareas claras: una es oponerse a los recortes y la otra estriba en construir un referente anticapitalista con el objetivo de acabar con el sistema de injusticia institucionalizada en el que vivimos. Existen diferentes posicionamientos respecto a cómo afrontar estos desafíos. Desde la mayoría de la izquierda reformista —IU, SYRIZA, Die Linke o el Front de Gauche— se aboga por un frente amplio con quienes quieran luchar contra los recortes. Cuando ICV-EUiA llama a formar la SYRIZA catalana, habla básicamente de constituir un referente electoral a la izquierda del PSC, con capacidad de ser hegemónico en la izquierda y de plantearse como alternativa de gobierno a CiU. Otros sectores apuestan por oponerse a los recortes sólo en las calles, coincidiendo en las luchas y manteniendo un referente anticapitalista propio. En este punto la discusión está servida. Desde una posición se argumenta la necesidad y la posibilidad real de ganar los gobiernos, como ha estado a punto de hacer SYRIZA en Grecia y desde el otro se argumenta que no se puede luchar con quienes han estado en gobiernos que han recortado, como el tripartito en Catalunya o como lo hace IU en Andalucía.

En mi opinión es necesario entender las dos tareas entrelazadas. Así, a un cierto nivel es evidente que para detener la ofensiva neoliberal la acción unitaria necesita a las miles o incluso millones de personas que están en contra de los recortes. Es decir, no sólo es necesario coincidir en las calles sino buscar un marco estable de movilización y agitación contra los recortes. Algo parecido a lo que fue la “Plataforma Aturem la Guerra”, en Catalunya en 2003, contra la invasión de Irak. En este espacio se encontraban desde CCOO, UGT, ICV-EUiA a sectores libertarios pasando por la izquierda revolucionaria e incluso representantes del PSC. La amplitud e implantación social fueron tan grandes que incluso CiU envió representantes a la asamblea celebrada en vísperas de la manifestación del 15 de febrero de 2003. CCOO y UGT junto a otros sindicatos y organizaciones sociales han impulsado plataformas contra los recortes. Estas plataformas sin embargo no están funcionando como tales, sino que son activadas y desactivadas en función de las necesidades de las dos grandes centrales sindicales.

Si se apostase realmente por la construcción de este frente amplio, las ocupaciones de hospitales, de escuelas (sólo por citar algunas luchas) y demás tendrían un marco de resistencia común. Por separado, los gobiernos neoliberales y las empresas están consiguiendo ganar la mayoría de las batallas. Sólo con una acción unitaria y sostenida en el tiempo es posible darle la vuelta a la situación. Esto no quiere decir que cualquier posibilidad de acción tenga que pasar por esta hipotética plataforma, sino que serviría para coordinar diferentes iniciativas, preparar las grandes movilizaciones unitarias y, sobre todo, extender la solidaridad. De esta manera en cada barrio, ciudad, pueblo o centro de trabajo existirían espacios de participación.

Este tipo de frente amplio es diferente a cualquier hipotética SYRIZA, dado que no tendría un carácter político-electoral. La experiencia del 15M demuestra que miles de personas están dispuestas a luchar. La izquierda radical participaría en este espacio aportando combatividad, dinamismo, alternativas reales a las políticas actuales y actuando como tensor interno.

Esta acción unitaria no debe confundirse o supeditarse a la existencia de un proyecto político y social común. Ciertamente la situación actual es muy difícil y sin exagerar lo más mínimo puede catalogarse como de emergencia social; aun así no se debe aceptar el argumento que llevó a la configuración de los frentes populares en los años 30 o, en otro orden, a la aparición del eurocomunismo. En ambos casos la moderación del discurso fue acompañada del abandono de cualquier visión revolucionaria y la defensa del orden establecido, claramente ilustrado en la aceptación por parte de Carrillo de la monarquía o la liquidación de la revolución social en los años 30.

Un referente anticapitalista es posible

Aquí llega la segunda tarea: construir una fuerza anticapitalista capaz de llevar a la sociedad ideas revolucionarias. Las personas anticapitalistas no tienen intereses propios diferenciados respecto al resto de personas oprimidas y explotadas del mundo. Tampoco detentan unos principios especiales que les lleven a querer modelar las luchas a su imagen y semejanza. Quizá lo que las distingue (a parte de muchas veces un aspecto peculiar) es que son casi siempre las más decididas y reivindicativas, así como las suelen tener una visión más global de la realidad.

 Por otro lado, las alternativas que intentamos teorizar o plantear no parten de tal o cual gurú, o al menos así debería ser, sino de las experiencias de lucha y del análisis de la realidad (gracias barbudos). A veces nuestra capacidad de análisis no es todo lo buena que necesitaríamos. De ahí surge la necesidad de utilizar eso que algunos denominan mente colmena u otras “general intellect” o cualquier otro sinónimo que se nos ocurra para combinar las palabras debate y asamblea. La construcción colectiva del análisis y las alternativas encierra un infinito potencial, dado que, por una parte, las opiniones y percepciones se suman e incluso se multiplican pero, además, en el mismo proceso se construyen complicidades, se vislumbran nuevas ideas y se rompe con la lógica antidemocrática del sistema.

Durante los últimos años cientos de activistas revolucionarias han coincidido en diferentes luchas o movimientos, especialmente durante el último año y medio en el 15M. De hecho el movimiento de las plazas no sólo ha cambiado, de manera bastante profunda, el panorama político sino que además ha insuflado una energía política sin la que cuesta explicar el éxito electoral de Alternativa Galega de Esquerda o de la CUP-AE (Candidatura d’Unitat Popular-Alternativa d’Esquerres).

En resumen lo que quiero decir es que la construcción de este referente anticapitalista debe hacerse principalmente desde la base, aprovechando esa experiencia de años de activismo compartido y la nueva capa de personas involucradas a raíz del 15M. Personas que no sólo desconocen la pequeña historia de los intentos de confluencias anteriores, sino que parten de una experiencia militante en asambleas que no eran de nadie y eran de todas; asambleas donde lo importante era qué se decía y cómo se decía y no tanto quién era aquella persona que aportaba ciertas ideas. Si queremos que la confluencia funcione, el carácter asambleario de la misma es irrenunciable.

Desde En lucha-En lluita hace tres años hicimos un intento muy serio de avanzar en la confluencia con IA (Izquierda Anticapitalista), como un primer paso hacia la configuración de un referente anticapitalista. De hecho, planteamos nuestra disolución para integrarnos en su proyecto. Seguramente cometimos algunos errores en nuestros planteamientos, sobre todo en los detalles del proceso (dicen que ahí es donde se esconde el demonio). Personalmente pienso que seguiría siendo una buena noticia un mayor trabajo en conjunto de las organizaciones, especialmente después de la buena experiencia en el 15M y en las elecciones generales de hace un año. Sin embargo, no parece que vayan por ahí los tiros.

Así pues, en la situación actual nuestra posición podría esbozarse de la siguiente manera. Por un lado, un frente amplio como el que ya hemos esbozado y por el otro la confluencia de la izquierda anticapitalista. Esta confluencia no la concebimos como un proceso aparte de la lucha contra los recortes, sino totalmente inmersa en el mismo. Después de leer la contribución de Josep Bel (miembro de Red Roja) no puedo dejar de decir que su propuesta de asambleas de base en las que activistas de diferentes opciones confluyen, debaten y llegan a acuerdos políticos es claramente un camino a explorar. De hecho cuadra de manera clara con las necesidades actuales ya que permite discutir y preparar ideas y alternativas para los marcos unitarios, a la vez que este trabajo de base hace más fácil establecer las complicidades necesarias para retos orgánicos mayores. Este proceso no descarta conversaciones, propuestas y acuerdos entre las direcciones de las organizaciones que participasen, pero debería quedar meridianamente claro que el marco de confluencia sería de todas y de nadie, dejando clara la necesaria participación de personas no afiliadas.

Estas asambleas podrían tener, en algunos territorios, un carácter híbrido entre el frente amplio contra los recortes y una asamblea anticapitalista. Esto no es contradictorio, sino todo lo contrario ya que demuestra que personas que empiezan luchando por tal o cual reforma se pueden politizar y radicalizar hasta adoptar ideas revolucionarias. De hecho aquí se condensa gran parte de las ideas que defiendo. Las luchas y las revoluciones las ganan las mayorías o por lo menos unas minorías muy grandes, sabemos que siempre hay gente que no se moviliza. Por lo tanto, las personas revolucionarias deben buscar la manera de participar e incidir en esas luchas, de manera que cada vez más gente haga suyas las ideas anticapitalistas. 

*++