miércoles, 29 de julio de 2009

¡COÑO!

(Manifestantes japoneses)

La verdad es que no sé si voy a estar a la altura de las circunstancias, porque es que la cosa va de japoneses que se encabritan, y yo de japonés no sé nada. Sólo unos nombres: Kiputakisoy, que es la secretaria de uno de los financieros más gordos del reino del Sol, esto es, del Japón, y el nombre del ministro de los aviones, que es Simekaigomescoño. Pero en fin, que sea lo que Dios quiera, allá que voy.
Pensaba yo que los jóvenes de hoy no tenían sangre de la común, roja y caliente. Yo creía que corría por sus venas leche de pepinillos recién sacados de la nevera, pero al parecer no es así la cosa.
Los hay con sangre, claro que son japoneses, pero algo es algo.
Los japoneses llevaban ya un tiempo con la mosca tras la oreja, pero como la crisis es la crisis, el paro es el paro y las faltas de perspectivas de futuro son la faltas de perspectivas de futuro, se han dicho que hasta aquí hemos llegado (pero eso se lo han dicho en japonés) y le han empezado a montar la pajarraca al gobierno y a los grandes empresarios, pero como debe ser, en japonés.
Han empezado, porque las cosas hay que hacerlas bien, a tomar clases de activistas sociales, de piqueteros (como le ha dicho doña Esperancita Aguirre para insultar al presidente de gobierno Zapatero), de cómo se hacen las pancartas, etc., al Centro de Investigación de Asia y el Pacífico
[1], un instituto de Tokio que suele impartir seminarios sobre cuestiones sociales. Su director, Seiko Uchida, ha dicho que “Cuando terminemos, llenaremos Japón de manifestantes”[2].
Así mismo, Yushitaka Mouri, profesor de la universidad de Tokio, que estudia el aumento de la cultura de protesta, ha afirmado que “Esta es la subida más significativa en el activismo que he visto en años”
[3].
Y para colmo de todo lo anterior y por si fuéramos pocos, va la abuela y se pone a parir ahora: “Hoy, los trabajadores se están a filiando a los sindicatos a toda prisa y al partido Comunista japonés que le llegan 1.000 nuevos miembros al mes”
[4]. ¡Coño! 1.000 son 1.000, aunque sea en japonés.
*
[1] Hiroko Tabuchi, The New York Times, hoja 4. El País, 09.07.09.
[2] Obra citada.
[3] Obra citada.
[4] Obra citada.

A MI ME PARECE BIEN

(Sarkozy mirándole las tetas a la moza. Luego que tropieza mientras corre)

Si es que no me haces caso. Y mira que te lo vengo diciendo: no me corras Sarkozy que eres un pequeñajo. Eres muy chulo, pero muy pequeño Sarkozy, y las corridas son muy malas, que las carga el diablo, y te echas una corrida de nada y puede pasar cualquier cosa, como te ha ocurrido a ti, que te pones a correr por los jardines del palacio presidencial, en vez de estar en lo que tienes que estar, en cargar con el peso de la República francesa sobre tus hombros, chulo, que eres un chulo, y mira que te pasa. Mira que susto nos has dado por correr y caerte redondo corriendo, so inútil, que así no se puede correr.
Las corridas, según y cómo y dónde y con quién. Bien, vale, Se pueden hacer, pero como tú lo haces no, que te nos vas a desmochar un día de estos y a ver que hacemos luego los demás sin ti.
Por no hacerme caso, y claro, porque se te han hinchado las venas del pescuezo y te has caído corriendo ha tenido que intervenir el médico, y le has ocasionado unos gastos innecesarios a la República, porque no te creas que el médico no cobra. Tú no le pagas, pero el médico cobra, atontao.
Te ha dicho el médico que reposo. Sarkozy, a ver si lo entiendes que ya no es cosa mía, sino cosa médica, reposo absoluto, que no corras. Y a mi me parece bien que entres en reposo, que te cayes, que no te esfuerces en cobrar el sueldo de Presidente de la República francesa, o sea, que no corras. Así que no me vengas ahora preguntado que si con condón puedes, que no es eso, joder. Que reposo y nada más que reposo, Sarkozy. Punto.
*

DE AQUELLOS POLVOS ESTOS LODOS

(Ea, venga, que no pasa nada. Pelillos a la mar)

Claro, como en la política oficial, en la política gorda, lo blanco es negro y lo negro azul marino o verde botella, o si se tercia sacos de billetes de quinientos, que dicen tienen color morado, pues la opinión pública también puede ser la que sea, que eso es lo de menos, lo que importa sobre todo es la desinformación, porque la política gorda, la que nos determina de verdad el presente y condiciona el futuro, pero en plan malo, se basa en la desinformación, y así, cuando tienes un problema te arrimas a quien crees que te puede sacar del apuro, y ¡zas!, hasta la bola que te la clava, porque los estoques, no sé si lo sabían ustedes, son como la política que ha venido practicando el PSOE (los socialistas no, el PSOE), un pincho de acero muy largo muy largo, como un poco menos de un metro, que al final tiene una bolita.
Pues que empieza don Felipe González entre gracia y gracia, porque don Felipe de Socialista nada, pero gracioso un rato, que si el contrato basura por un lado (el que ahora quiere acentuar la CEOE), que si las empresas del Estado que son rentables para quienes tengan que ser, pero para el Estado que las creó y sería lo justo que fuera el que se beneficiara de ellas no, que si un instrumento de capitalización del Estado a través de la banca pública, que funcionaba de chúpate dómine de bien, la desmiembro y para la banca privada, que si unas gotitas de corrupción (en comparación con la corrupción política y económica que hoy hay) a lo mejor cuela y que unos pocos coleguis queden ricos por los siglos de los siglos…, en fin, que el derroche político que hizo don Felipe, porque nadie como él tuvo jamás mayor apoyo social y más ilusiones depositadas en el ideario socialista que él representaba (emancipación de todos las clases sociales), junto a los diversos vericuetos por los que ha pasado el sistema, llegamos al día de hoy, en que el modo de producción capitalista lanza otra señal de que su fin es irremediable (y vamos a ir dejándonos de tonterías y de las simplezas de crisis financiera y ladrillera para empezar llamando las cosas por su nombre sin necesidad de inventar otros) y nos liamos a pedir auxilio. ¡Auxilio. Auxilio, amigo, que no tengo trabajo. Que tengo trabajo pero no me llega ni para pagar la hipoteca, que tengo una paguita, pero que no me llega ni para pagar el alquiler, que como no coma mierda no se qué voy a comer la semana que viene, que es que acabo de pagar el recibo de la luz, que es que no sé la paga que me van a dejar estos cabrones cuando me jubile… Auxilio, amigo, auxilio!
Y responde el aludido: Zambombo, afila el estoque que nos están pidiendo ayuda. Que se me olvidaba, Zambombo es la plana mayor del amigo que nos la va a clavar del todo, hasta la bola.
Y he aquí la funda del estoque: la encuesta realizada hace unos días que le da mayoría al PP si hubiera elecciones generales en este momento, con lo que la cosa queda más clara que la sopa de un asilo.
Resulta que nos están sacando hasta las entretelas las políticas de derechas seguidas desde don Felipe González al día de hoy, encubiertas entre palabra y palabra, falseando lo que es el Socialismo (el PSOE no, el Socialismo) y según se ve, queremos más derecha. ¡Auxilio, auxilio, amigo Rajoy!
*

viernes, 24 de julio de 2009

ARTICULO DE J.C. VAZQUEZ (ALIAGA, TERUEL)

(Aliaga, Teruel, se está quemando)

El color negro, Aliaga y Trabajadores de Bolidén

Siempre me he preguntado qué se precisa para que nuestros responsables políticos se bajen de los “putos” pedestales a los que se encaraman y agarran con uñas y dientes, y se pongan en el nivel que les corresponde, en el nivel de la realidad. No en una realidad ideal o ideada; sino en la auténtica, en la que se sitúan los desheredados sociales, los marginados, los estudiantes, las amas de casa, los albañiles, los que tienen perro, la economía familiar y de supervivencia, los trabajadores, los cojos, los tuertos…

Cómo hay que decirles que están para lo que están y para lo que han sido elegidos, que el mero hecho de haber sido los más votados, por muy democráticamente que lo quieran pintar, no les da derecho a ninguna otra cosa que no sea a trabajar para aquellos que los han elegido. Son nuestros empleados y no nuestros dioses.

Cuándo van a aprender que no dejan de ser personas vulgares y corrientes, que entre ellos y nosotros no hay distancias abismales, (las crean ellos en su propio beneficio).
Que la Política se debe basar en ideas y no en la permanencia y promoción personal.
Que su autoridad no es de origen divino, como en la antigüedad, que deben saber comunicar y comunicarse.

No se pueden reír a carcajadas de un pueblo como Aliaga en Teruel o de unos obreros, cualesquiera que sean, los de Bolidén en Sevilla, por ejemplo.

Cuándo “cojones” se van a enterar de que 29 días de huelga de hambre no es lo mismo que una puñetera cumbre de los países más ricos del mundo o que una cena de cortesía ofrecida a Jefes de Estado, que se lucran a pesar de su pueblo muerto de hambre, por un Monarca impuesto por un Régimen dictatorial, del cual aún hoy en día seguimos espolsándonos sus posos.

Esta sociedad está tomando el color de Teruel, el actual, el que lo ha teñido todo de negro, el de la ceniza mojada. Negro de luto y vergüenza, de impotencia y piel quemada, de abismo e incomprensión; pero negro, sólo negro.

Negro de mentes de obreros que no encuentran otra forma de ser oídos que sellando sus bocas, cerrando los ojos para esbozar una sonrisa en sus cortados labios, recordando tiempos mejores junto a sus hijos y esposas. Con miedo de volver abrirlos y despertar de esos espejismos.

Y mientras esto es así nuestro querido y amado Rey junto con su séquito, numeroso y feliz, disfruta del sol de julio y la compañía de los suyos en un ambiente impregnado por todo tipo de lujos y ofrendas; y como éste y su familia, los jefes y directivos de nuestros bancos más representativos, los presidentes de todas y cada una de nuestras comunidades autónomas, y demás parásitos de nuestra sociedad.

Creo que la solución a éste y a todos los problemas pasa por la comunicación, pero siempre que esta sea eficaz y para ello hay que dominar los cuatro elementos básicos de ella: escribir, leer, hablar y escuchar. Y creo que los tres primeros elementos son de sobra dominados por esta cuadrilla de bandoleros políticos; pero el problema reside en lo que concierne a la escucha, ya que su falta de vergüenza y ética les impide dominar este elemento imprescindible en la resolución de problemas mediante el método más eficaz que se conoce.

*

jueves, 23 de julio de 2009

¿QUÉ LE PASA A LA DEMOCRACIA?

(Foto de la pancarta en la Cateral de Sevilla puesta por los trabajadores de Boliden en huelga de hambre, tomada el 19.07.09. Texto: "SIN DEMOCRACIA BASTABA UN APRETON DE MANOS Y AHORA CON EL PSOE NI LO FIRMADO. MINEROS DE BOLIDEN. 10 AÑOS Y LOS MISMOS ENGAÑOS")


Los 25 trabajadores de Biliden de Aznalcollar llevan con el día de hoy, jueves, 29 días en huelga de hambre encerrados en la Catedral de Sevilla, y ante este hecho me pregunto: ¿qué le pasa a la democracia?
No hallo más que la siguiente respuesta: le pasa que el proceso democrático está corrompido, viciado, descompuesto, por los denominados grandes medios de comunicación que controlan y dirigen la “opinión” pública, por los propios partidos políticos y por los diferentes grupos de presión.
Una democracia así no merece el nombre de tal. Claro es que para ser demócrata hay que ser primero ciudadano, y ciudadano libre. Nosotros no somos ciudadanos. Somos súbditos del Reino de España. Nos falta, pues, el soporte jurídico de la República.
Ni siquiera en la Constitución Española está definido el Estado como algo democrático, sino como Estado social y democrático de derecho, es decir, como democrático adjetivado, por lo tanto y en todo caso, seríamos demócratas adjetivados, que es cosa distinta a ser demócrata.
El control democrático sobre los que dicen representarnos queda fuera de nuestro alcance. “Nuestros” representantes una vez elegidos, mediante ese procedimiento democrático viciado, campa por sus respetos, hace lo que quiere y adquiere una categoría legal que lo pone por encima de cualquier otra persona que no pertenezca a la política, y así se llega al caso concreto de la Junta de Andalucía, que no cumple ni siquiera lo que tiene pactado y firmado con los trabajadores de Boliden, hoy encerrados en huelga de hambre exigiendo el derecho que es suyo.
La Junta de Andalucía, con respecto de los trabajadores de Boliden, en la práctica se está comportando como si fuera el señor del feudo que hace lo que le de la gana, que para eso es el señor.
La salud de los trabajadores de Boliden encerrados y en huelga de hambre en la Catedral de Sevilla está en peligro, de cuyo peligro son responsables directos y personalmente todos y cada uno de los miembros de la Junta de Andalucía, que no resuelven lo que tiene resolver, es decir, cumplir lo pactado, teniendo todos los medios para ello, y como responsables que son del deterioro de la salud que se pudiera producir en los trabajadores en huelga de hambre, deberían responder penalmente del daño causado ante los tribunales. Claro que para ello hay que reformar el Código Penal.
*

martes, 21 de julio de 2009

ZAPATERO, HIJO, QUE HAY GENTE SIN COMER

(Cuadro de la pérdida de peso de Luis, uno de los trabajadores en huelga de hambre encerrados la Catedral de Sevilla)

Si yo ya lo sé, y como sé que la envidia es muy mala, sé que me miran con algo de ojeriza, porque me dio por meterme a eso de inventar. Zapatero inventó lo de la Alianza de las Civilizaciones, pero por esto no se me vayan a meter con él, que el que no sabe es como el que no ve, dejen a Zapatero tranquilo que bastante tiene con llevar el timón de la nación. Yo lo único que le pido a la Virgen María
A la vista del ramalazo de inventor que le entró a Zapatero, me dijo yo: a mi a chulo no me gana ni mi padre, y por eso me metí a la invención del bocadillo de mortadela, cuyo invento ya les anuncié y del que solo puedo decirles ahora, compréndanme, secreto de inventor, que vale para comer, eso sí lo puedo decir.
Habrá observado el lector, y si no lo ha hecho ya se lo digo yo, que hoy voy a tratar del arte culinario, y lo voy a hacer, porque me temo que como deje sin consejo a Zapatero y a los empresarios que esta noche como buenos colegís que son, en la cena que tienen en la Moncloa, se me van a empanzurrar de cena, van a terminar de jodernos con esos acuerdos de recortes a la Seguridad Social que llevan entre manos ellos con la cosa sindical, y encima, que esto es lo que verdaderamente me preocupa, van a coger unos kilitos de más. Y por aquí si que no paso, que se engorden a mi costa encima de joderme.
Yo no quiero ni que Zapatero ni la Biblia en verso del tablero político-económico-sindical-borbónico y apoteósico con ventanas a la calle se gasten un céntimo mío ni en comidas ni en jaranas anejas a negociación solemne, porque ya se sabe. Sales una noche con unos amigüetes, negocias…, bueno, vamos a dejarnos de esa tontería de la negociación, que esto es un artículo serio y sabemos lo que sabemos; cenas, y si cenas bebes y si bebes, luego el cuerpo se te aberluscona…, que no, que ni un céntimo mío para cenas, y menos cuando en estos momentos hay veinticinco trabajadores de Boliden (con hoy ya son 27 los días que llevan sin comer) encerrados en la Catedral de Sevilla en huelga de hambre, exigiendo que la Junta de Andalucía cumpla lo que acordó con ellos.
He querido ilustrar este artículo, mi querido compañero del metal Zapatero y demás compaña “cenante,” con la tabla de perdida de peso de Luis, uno de los trabajadores en huelga de hambre que ya ha perdido 7,6 kgs. de peso, pero no para que os de vergüenza que ya sé que no la tenéis, sino para que veáis lo que parte del pueblo tiene que hacer para no perder sus derechos, mientras sus “representantes” se ponen a cenar para seguir recortando derechos. Qué tal, amantísimos representantes míos, ¿que os parece…? Y yo en la vuestra, por si acaso.
*

AHORA TAMBIEN LAS PUTAS

(Patrizia y Berlusconi, alquilador de Patrizia a cuenta del Estado Ilaliano)

Hasta hace poco los únicos que decían la verdad eran los locos, los borrachos y los niños. A estos sacerdotes de la verdad se les han unido ahora las putas, que dicen verdades como puños, no como los políticos que no hacen más que mentir.
Ha resultado, y con juzgado de por medio, así que la cosa no es moco de pavo, que la puta Patrizia D´Addario ha dicho la verdad, que Berlusconi y ella se acostaron juntos y anduvieron marraneando (porque joder es una marranería, siempre se ha dicho) en la misma cama que se revolcó con Putin. Putin no es una puta pequeña, Putin era el jefe de Rusia cuando puteaba en la casa de Berlusconi en sus viajes oficiales Italia-Rusia.
Las gracias de Berlusconi con la puta Patrizia D´Addario que le ha salido rana, le ha costado al Estado Italiano a razón de 5.000 euros por noche, porque Berlusconi es todo un señor y de putas si que se va, pero pagarlas no. Puede incluso echarle una manita de corrupción urbanística, dando las oportunas ordenes a lo correspondientes órganos del Estado para que a la urbanización en Bari que tenía Patrizia D´Addario no tuviera la menor objeción, pero pagarlas no. Es que pagar putas es pecau, y un presidente de Gobierno no puede pecar. Puede tener contentas a sus putas y engañar al pueblo que lo elige, pero pagar putas con dinero propio no, ¡jamás!
Ha dicho también la puta Patrizia D´Addario, que para mi es una santa, no se vayan a pensar que es que le tengo manía, que las noches pasadas con Berlusconi fueron de chúpate dómine, o sea, en plan bien, y que al día siguiente ella iba de ducha en ducha como puta por rastrojo, en tanto que Berlusconi le decía que él después de dar sus discursos ni se sentía cansado ni nada de nada. Y hasta aquí puede decir. Y lo puedo decir porque lo ha dicho Patrizia D´Addario, y para mí lo que diga una puta a partir de hoy es palabra de Rey, así que no quiero entrar en el gas-oil que ambos dos pudieran haber tomado o los revolcones en polvo blanco (yeso) que se pudieran haber engatillado para pasar las noches en un puro traqueteo de carnes como si tal cosa, que no quiero yo buscarle las cosquillas a nadie.
*

AGUIRRITA DE MADRID

(Doña Esperanza Aguirre de Madrid, Aguirrita para los allegados)

Ave María Purísima, que cuando se habla de santos así hay que empezar (ustedes tienen que decir: sin pecado concebida, y así, ustedes como lectores y yo como escritor, quedamos como Dios manda, como buenos amigos).
Doña Esperanza Aguirre, Aguirrita para los allegados y limpios de corazón, como yo , por ejemplo, no tiene culpa de que el AVE de Guadalajara, que ni siquiera tiene la estación en Guadalajara, pare en la finca de unos familiares suyos.
Y no la tiene porque Dios ya hizo así las cosas. Al hacer Dios el mundo (antes del calendario laboral de los siete días) llamó a San Pedro y le dijo: ven acá Pedro que ya me estás cansando. ¿Ves este punto aquí? – le preguntó señalando con el dedo al globo terráqueo- No Maestro, le respondió. Y le siguió diciendo Dios. Pues, aquí, justo aquí, va Guadalajara, y esta manchilla que ves es la finca que le tengo reservada a la familia política de Doña Esperanza, Esperancita. Y este puntito que aquí ves dentro de la manchilla de Guadalajara es la estación del AVE, para que te vayas enterando.
Con lo acabado de mencionar se evidencia que Aguirrita queda limpia en lo tocante al AVE. Pero limpia de polvo y paja ya no me atrevo a decirlo, porque viene a resultar que le han regalado unas picotas. Y esto hay que aclararlo.
A Camps le han regalado unos trajes, y yo me lo creo, ¡faltaría más!, pues a Aguirrita igual, pero en picotas, o sea unas cerezas que deben costar un ojo de la cara; a la Barberá, que es también del PP, pues resulta que también le han regalado un bolso que por el precio debe saber decir papá y mamá, el bolso, porque la Barberá lo que ha dicho es otra cosa: que regalos a todos los políticos le hacen. Es decir que a la señora Botella, esposa de Aznar también la ha obsequiado; a Rodrigo Rato también; a Álvarez Cascos también, al otro Álvarez, al del Manzano también…, pero bueno, ¿es que estos no van a tener a uno sano?
Menso mal que aquí estoy yo para sacar de este aborigen de regalos a Aguirrita de Madrid. A ver si entre ella y yo podemos hacer partido, porque el Gallardón mucho palique, mucho palique, pero a la hora de la verdad ná.
Para empezar, Aguirrita, de te voy a decir que no me creo que te hayan regalado picota alguna, listilla, que eres muy listilla…, picotas ni leches.
Pero voy a pasar por tu palabra, porque si no lo hago, te tendría que llamar embustera, y quieras que no, esto lo lee gente y se iba a enterar de eso, de que te llamo embustera, y no van los tiros por ahí hoy.
Así que, maja, ya te quiero ver devolviendo esas picotas que dices que te han regalado, y públicamente, para que la gente vea que tienes madera. Amén.
*

lunes, 20 de julio de 2009

¿HASTA CUANDO?

(El pajarito Kadirov de Chechenia)

El miércoles último se había cometido un crimen. Habían asesinado a una mujer y la noticia la leyó Sir Holmes en la prensa de la mañana.
Observaba como el humo de su pipa ascendía lentamente y con el seño fruncido preguntó: ¿Hasta cuando, mi querido Watson, cree usted que se seguirán cometiendo crímenes? Sin duda –contestó resuelto-, se seguirán cometiendo crímenes hasta tanto los motivos de los mismos no desaparezca. Elemental, querido Watson, respondió Sir Holmes.
Quien quiera que haya sido el desgracias que asesinó el miércoles último a Natalia Estemirova, mujer propulsora de los derechos humanos en Chechenia, no importa tanto como el de los promotores que han propiciado ese mismo crimen. Sus verdaderos responsables.
Dedos autorizados
[1] señalan como responsables del asesinato de Natalia Estemirova al presidente checheno Kadirov, y de refilón, a su valedor personal Vladimir Putin y al presidente ruso Medvédev.
El presidente checheno, Kadirov, dráculo en sus horas libres, debe ser un buen pajaruelo. Afirma el hombre, sin que por ello le pase nada ni lo enchiqueren: “La sangre me chorrea por los codos y no me avergüenza. He matado y mataré a la mala gente. Luchamos contra los enemigos de la república.”
[2]
Natalia Estemirova por lo que se ve era una mala persona, muy mala, y por eso la han asesinado, igual de mala que otros periodistas y abogados desafectos a la tiranía asesinados a tiros igual que ella por las buenas gentes del patriotismo ruso y checheno. Querían estos asesinados la democracia y los derechos fundamentales de las personas que son algo más que palabritas de bien quedar.
Mira que te digo, zagal Kadirov, criminal, lucha por la república chechena todo lo que puedas, pero sobre todo deja a los chechenos que se pinten la república como ellos quieran y no tú, y si quieres más lucha, vente a España, que también hace falta que luchemos por la república, pero asesino, no mates a nadie ni mandes matar, mala bestia.
El presidente ruso, Dimitri Medvédev, pajaruelo que parece no estar muy alejado del asesinato de Natalia Estemirova, ha dicho el hombre que el crimen de esta no quedará impune, lo que no entiendo bien es si ha querido decir que no quedará impune, porque ya ha quedado, al igual que el resto de asesinatos.
Le tengo dicho, mi querido y fiel amigo Watson, que para desenredar todo lo que rodea a la comisión de un asesinato, es menester pensar al revés de lo que dicen los indicios que del mismo nos presentan. Es decir, si nos dan la primera letra del abecedario, la A, para desentrañar los misterios del crimen, prestos hemos de irnos a la última letra del abecedario, a la Z, porque es seguro que empieza por Z y no por A, puesto que de la Z nada nos dijeron.
Elemental, Sir Holmes, le respondió Watson.
*
[1] Vladimir Lukin, Defensor del Pueblo de la Federación Rusa; Liudmila Alexéieva, Presidenta del Grupo de Helsinki y Oleg Orlov, Director de Memorial. El País, 17.07.09, hoja 2.
[2] Pilar Bonet, Moscú, El País, 17.07.09, hoja 2.

CARTAS DE AMOR

(7)

(Al pie del almacén de Sierra, el secadero natural, donde estaba la trilladora fija, y al fondo, el Poblado Queipo de Llano)


Aquella noche la pasó usted en lo de Sierra. No sé la razón. Quizás fuera porque le andaban trasteando a la trilladora fija, grande, de madera, gris, que estaba a uno de los costados del almacén grande, Juan, el mecánico de Las Cabezas de San Juan, que hacia poco había llegado de su pueblo, junto a otros hombres y usted.
Puede que fuera también, porque acababan de instalar una especie de teleférico, como en las películas, para que la paja que salía trillada se transportará aéreamente con una parihuela que colgaba y se deslizaba por un cable desde la trilladora a la esquina del secadero, la que daba a la carretera que venía de Isla Mayor y continuaba hasta el Poblado.
A Juan el mecánico y a su familia le dieron la casa que estaba al lado de la nuestra en Santa Rita. Al otro lado, al izquierdo de nuestra casa, estaba la casa de Vicente Bisbal, el capataz valenciano. De esto si me acuerdo, pero de por qué pasó usted la noche en lo de Sierra no.
De lo que sí estoy seguro, y para mí que usted también, es que fue aquella misma noche la primera que pasé fuera de casa (sin contar aquellas otras que en el Grupo Beca, mamá me ponía el pijama y me venía a buscar la mujer de Miguel, que entonces eran novios, para dormir con ella, porque yo era muy niño, tanto que ahora mismo no recuerdo con seguridad el nombre de la novia de Miguel, y por eso no cito su nombre, no sea que ahora al cabo de los años la vaya a liar, dando un nombre por otro).
Pero no sólo fue mi primera noche fuera de casa. Fue también la primera noche que dormí sólo, y lo que fue más importante para mí: revuelto con los trabajadores que venían de otros pueblos a la temporada del arroz.
Tampoco sé si todo esto se lo contó usted a mamá, yo desde luego no. No por nada, sino porque si no lo sabía no me pondría reparos otros días para ir solo a lo de los Sierra. Eso al menos fue lo que yo pensé. Y funcionó.
Por supuesto que recuerdo que me costó Dios y ayuda para convencerle de que me dejara dormir solo en el almacén grande.
Los hombres se acostaron en el suelo del almacén, sobre fardos de sacos vació que había. El hijo pequeño de Sierra y yo nos subimos para dormir a lo alto de los sacos apilados llenos de arroz. Esto no se la dije.
Desde lo alto de los sacos, casi sin ponernos de pie, podíamos tocar las crucetas del techo del almacén, y cuando llegamos arriba asustamos a dos gatos, y ellos a nosotros, o por lo menos a mí.
*

ENCIERRO Y EN HUELGA DE HAMBRE DE 25 TRABAJADORES EN LA CATEDRAL DE SEVILLA.

(Foto tomada el 19 de Julio de 2009 en la puerta de la Catedral de Sevilla. Texto del cartel: "Llevamos 147 días de movilizaciones y 25 días en huelga de hambre. Mineros de Boliden")

No es sensacionalismo periodístico ni ficción bananera. Es una vergüenza para todo aquel que la tenga (quedan excluidos de tener vergüenza en este caso concreto, los políticos de la Junta de Andalucía) y real.
Veinticinco trabajadores de la empresa Boliden de Aznalcollar, Sevilla, llevan encerrados y en huelga de hambre en la Catedral de Sevilla desde el pasado 25 de Junio.
Me van a perdonar el que sea reiterativo, porque es que a veces no me expreso bien, a veces me viene como un ataque de mala leche transversal, que hace que se encabrone la bolita del bolígrafo y no deja salir lo que yo diría si me expresara bien, por esta razón voy a repetir.
Los que se han encerrado en huelga de hambre en la Catedral de Sevilla son veinticinco trabajadores de Boliden, no la Junta de Andalucía, para exigir que la Junta de Andalucía cumpla el compromiso que en su día adquirió con ellos con respecto de sus puestos de trabajo y sueldos, cuyo acuerdo está escrito y firmado, porque los compromisos que adquiere la Administración con sus administrados se hacen para no cumplirlos, compréndanlo, por favor.
No me atosiguen a la Administración, porque son nuestros servidores y nuestros representantes, dicen ellos (esto de que los servidores de la Administración son nuestros representantes, no me negarán que es un buen chiste) los que han de vivir por encima de sus posibilidades, sin trabajar, por supuesto, y cobrando bien, por supuesto, con nuestros dineros, por supuesto, por supuesto, mientras que nosotros los trabajadores que al fin y al cabo no hacemos más que trabajar y crear con nuestro trabajo cuanta riqueza existe, como estos 25 trabajadores de Boliden, para conseguir lo que es suyo se tienen que encerrar y ponerse en huelga de hambre.
La cosa está más clara que la sopa de un asilo, me parece a mí. Hay que exigir, que ya está bien de tomaduras de pelo, que a estos 25 trabajadores en huelga de hambre se les de lo suyo de forma inmediata, y que los irresponsables de la Junta de Andalucía, del primero al último, que hayan tenido que ver algo, poco o mucho, con el incumplimiento de lo pactado con los trabajadores encerrados se vayan a la puta calle, para exigirles después ante los tribunales que respondan del daño causado, porque no sé si sabían ustedes que comer en imprescindible, y que los trabajadores de Boliden para exigir sus derechos están recurriendo a lo más serio y grave que se puede recurrir, a dejar de comer, o sea, a la huelga de hambre, por culpa de esos políticos irresponsables que son como mulos obcecados con sus respectivos sillones.
*

domingo, 19 de julio de 2009

CARTAS DE AMOR


(6)

(Frente a la antigua Estación del tranvia en Puebal del Río)


Nada, de la Estación del tranvía en Puebla del Río, no queda nada. Solo un solar donde aparcan los coches y algo de botellón de los jóvenes. Bueno, de los jóvenes no, de la gente que tiene poca edad, porque el ser joven no tiene mucho que ver con la edad.
Me he dejado ir por la calle Larga que tan apenas he reconocido hasta el final de la misma, que antes te dejaba casi en la puerta de la Estación. Está el pedestal escalonado y redondo con la cruz también redonda, me ha producido la misma sensación de siempre, una especie de repelús interior que ni entonces ni ahora sé explicar.
Los cacharritos de las ferias, las voladoras y los cochecitos mezclados con caballitos de cartón y máquinas de tren dando vueltas, ya no los ponen allí, al final de calle Larga, los ponen en un naranjal que han arrancado y que ya no existe.
Queda, sí, el Bar Estación. Lo he reconocido al verlo. El azulejo de su zócalo es multicolor, alegra la vista, o los recuerdos a través de la vista, y sus mesas cuadradas, pero que no son de mármol y las sillas de madera color oscuro, con el respaldo redondeado.
De sus paredes cuelgan diversas fotos, y alguna pintura, rememorando la Estación y el tranvía.
Ni que decir tiene que el personal que lo atiende es solícito y amable. Me respondieron a cuantas preguntas les hice.
Salí del Bar Estación y con la mirada busqué las chimeneas altas de los hornos de cerámica que había entre Puebla y Coria, sabiendo que no las vería.
*

SUPERMAN, UN BUROCRATA VOLANTE

(¿Y a donde va este ahora?)


La culpa, querido Bruto, no es de nuestra estrella, sino nuestra.
VILLIAM SHAKESPEARE


La mosca tras la oreja hace días que la tenía. Para mí que no eran las cosas como parecían, y efectivamente, así ha sido, el Imperio yanqui no puede con todo. El Séptimo de Caballería, angelito mío, no puede resolver los problemas del mundo (¡Tass tonto ú qué. Si los creas tú, jo mío. Si el problema eres tú!), ni el del sistema financiero, ni el del cambio climático, ni el de Iran, ni el de Afganistán… Pero jo mío, si no eres capaz ni de resolver el problema de la pobreza interna tuya con más de treinta millones de pobres en el paraíso del capitalismo USA, cuando estabais con las vacas gordas y no os discutía la gendarmería del mundo y parte el extranjero ni Dios, como coño vais a resolver problema mundial alguno.
Claro, cuando teníamos a Superman por una especie de tres en uno que resolvía todo, pues allá que te va, dabais el pego, pero cuando se os ha visto el plumero y nos hemos dado cuenta que Superman de volar nada de nada, pues la cosa queda en eso, en que como mucho, Superman de burócrata volante no pasa.
Que el Séptimo de Caballería no llega a todas partes lo acaba de reconocer el Secretario de Estado adjunto de EE.UU. para Asuntos Europeos, Phillip Gordon, que es un zagal más vivo que el hambre, asesor que era del presidente Clinton, ahora de Obama, y que lo será del pilón de la fuente de mi pueblo, cuando la hagamos.
Aboga Phillip Gordon porque los grandes bancos y grandes empresas europeas (él lo dice de otra manera, porque ya he dicho que es más agudo que el hambre) se pongan de acuerdo con eso del Pacto de Lisboa de la Unión Europea, para que le echen una mano al Imperio y entre todos ellos, podernos sacar mejor las mantecas a los trabajadores, a los pequeños ahorradores, a las clases sociales más desfavorecidas y a los pequeños y medianos empresarios no ligados a los grandes capitales, porque esto de la crisis, aparte obámicas palabras, no es que la riqueza creada por el trabajo haya desaparecido, ni que la capacidad productiva del trabajo se haya esfumado, o que los trabajadores se han vuelto unos vagos y no quieran trabajar, sino que los canales de acumulación y concentración de capitales creados por los propios capitalistas, están obstruidos, y se trata ahora de que el Superman de alas mojadas, porque volar no vuela, con la ayuda de sus colegís europeos, hacernos trabajar más por menos dinero para que los grandes capitales puedan mantener su tasa de beneficios, cuya tasa de beneficios no puede ser conseguida más que a costa del trabajo.
A ver si no lo consiguen, pero reconozco que esto ya es pedir mucho. Somos más del Madrid y del Barcelona que ciudadanos conscientes de la que tenemos encima, que se le va a hacer…
*

miércoles, 15 de julio de 2009

CUANDO YO APRENDA RUSO

(Vecinos de Marbella en defensa de los puestos de trabajo del Hotel Los Monteros)

Ando como un loco mirando a un lado y otro para ver como aprendo a decir hijoputa en ruso, porque resulta que Ernest Malyshev es ruso y quiero que me entienda, ya saben…, porque si le digo lo que le tengo que decir por señas, para mí que no me va a entender del todo.
El rusete este, el Ernest, tiene cara de comer bien y trabajar poco, o sea, que vive por encima de sus posibilidades, y además, utiliza infraestructuras del Estado y servicios públicos del Ayuntamiento que no ha pagado, y así, mal empezamos, chaval.
Tiene este ruso un hotel en Marbella, Los Monteros, y yo si hiciera como él de no pagarles a los trabajadores tendría hoteles donde se me pusieran por las pelotas, ¡y qué pasa!
A los 183 trabajadores que tiene el hotel, es decir, que trabajan para que el Ernest pueda vivir muy por encima de sus posibilidades, les acusa de que le están rompiendo el chiringuito y claro, como los trabajadores no trabajan sino que tienen por oficio romper hoteles, va y cierra el hotel el día cinco de Junio.
Interviene la Administración andaluza y va y le descubre al muy cabrón que lo único que han hecho los trabajadores es trabajar y no cobrar durante seis meses, motivo por el cual, la Administración Andaluza le multa con 90.000 euros y la reapertura inmediata del establecimiento.
Cosa que ha hecho pero sin hacerla, porque la ley también tiene su cosa, que menos al que trabaja puede proteger al cualquiera, al ruso este también, porque de los seis meses que debe a los trabajadores ha pagado dos (lo suyo es crear puestos de trabajo, pagarlos no) y el hotel sí que lo ha abierto, pero el resto de instalaciones que también forman parte del hotel no. Así que ya digo, ganicas tengo de aprender ruso.
*

viernes, 10 de julio de 2009

CARTAS DE AMOR

(5)

(Francisco Javier Aguilar Barrera en la puerta de su establecimiento, El Puesto Grande, en Isla Mayor, Sevilla)

Ya lo sé. Como en otras tantas ocasiones usted tenía razón, la Pepsi-Cola no me iba a gustar. Pero yo había visto el tape de propaganda en la pared de El Clavel, en Puebla del Río, donde paraba la viajera amarilla de Carvajal que iba y venía dos veces al día a Isla Mayor, y quería una.
Que no te va a gustar, me dijo usted. Yo quiero una, le respondí.
En verdad, si la gaseosa y el sifón de Garrigós no me gustaban, porque me explotaban las burbujas en la boca y me producían un cosquilleo casi doloroso en el paladar, ¿qué razón había para que me gustara la Pepsi-Cola? Ninguna.
En el Puesto Grande, como solo era un mostrador de madera y no había otras paredes que las que Dios le puso al mundo, no tenían tapes de propaganda colgados de la pared. Pero así me daba igual. Yo quería una.
Y se acercó el hombre que servía las mesas de madera que se extendían delante del mostrador del Puesto Grande, en la explanada que había junto al depósito del Agua de Rafael. ¿Qué va a ser…? Preguntó el camarero. No recuerdo que pidieron usted y mamá, pero yo sí: una Pepsi-Cola.
Que no te va a gustar, me dijo usted. Que sí, le respondí.
Pues, no. No me gustó.
Yo creí que aquella botella alargada, cuando la abrió el camarero, no tenía más que espuma, y en el vaso que la vacío, mas espuma, de color negruzca… Y muchas burbujas explotándome en el paladar.
Después de aquello, las gaseosas y sifones de Garrigós, para mí, agua bendita.
*

CARTAS DE AMOR

(4)

(Antiguo molino y secadero arrocero frente a la casa de José el Cartero, en la calle Blas Infante de la Isla Mayor, Sevilla)

He pasado por la puerta de la casa de José el Cartero, frente al molino, que se lo van comiendo los años, de seguir a este paso, de aquí a poco nadie lo va a recordar.
La calle donde está la casa de José el Cartero se llama Blas Infante. No sé si sabrá usted, que Blas Infante, harto, hasta las cejas, calculo yo, de ver la incompetencia, la corrupción y la inmoralidad de lo dirigentes españoles, monárquicos y no monárquicos de su época, en la alborada del siglo XX, pidió que los andaluces levantaran la cabeza y que Andalucía fuera independiente dentro de los Estados Unidos de España.
No sé si usted sabía eso o no, pero el caso es que esa parte de la historia no me la había enseñado. Lo que no sé es que podría pedir hoy Blas Infante.
Ante la puerta de José el Cartero me he detenido y he cerrado los ojos, y me ha parecido ver en una noche cualquiera, aquella multitud de rostros tostados por el sol y cuerpos cansados por el trabajo, a la espera de que alguien a la luz de una bombilla que colgaba de su cordón, leyera el nombre del destinatario en las cartas recibidas. Como en la mili, pero sin soldados, sólo trabajadores.
Pero ya le digo, eso es lo que a mi me ha parecido, porque la calle estaba vacía.
*

jueves, 9 de julio de 2009

CARTAS DE AMOR


(3)

(Calle Rafael Beca, Isla Mayor, Sevilla)

En el pueblo ya no hay cines. ¡Y cuidado que hay gente! Yo cálculo que habrá entre siete y ocho mil habitantes.
El cine de verano está cerrado. La pantalla de obra todavía se ve desde la calle. Han aprovechado su edificio para hacer un restaurante, el Estero, que por lo visto tiene una buena reputación y hasta viene gente de Sevilla. Debe ser bueno.
Y, ¿a qué no se imagina lo que han hecho en el cine de invierno? Supongo que a lo mejor le hace sonreír cuando se lo diga. Han puesto una tienda de esas que llaman gran superficie, ¿qué le parece?
Yo no entendía, pero ahora ya lo entiendo, que no me creyeran en Zaragoza cuando decía en que en mi pueblo había dos cines, uno de verano y otro de invierno con sesiones diarias, y en el último, dos sesiones todos los días, cuando rondaríamos los mil y pico habitantes. Claro, como yo era andaluz y los andaluces tenemos esa fama, pues claro…, vamos que les parecían muchos cines.
Menos mal que no se me ocurrió decirles que fueron cinco los cines que con mejor o peor fortuna tuvo Isla Mayor…, y ¡cuando todavía no éramos ni pueblo! Que esa sí que es buena, sin ser pueblo.
Supongo que no lo recordará usted, pero la primera película que vi, y solo, fue La Mula Francis, una mula que hablaba con un soldado en un frente de la Primera Guerra Mundial. Seguramente la menos animal de aquella guerra fuera la Mula Francis. La gente se reía mucho, pero yo no, a lo mejor fue que no entendía la película.
Aquel cine donde vi esa primera película mía estaba al costado de la ferretería de García, al lado opuesto donde se ponía el Pastelero con sus dulces y la cesta de garbanzos tostados. Me dijo mamá que aquellos garbanzos se tostaban en una perola con yeso. Yo no sabía entonces que era el yeso.
El otro cine, al que iba con usted y con mamá y que me dormía siempre si la película era de “amor” y no de guerra, estaba entre la fábrica de papel y un costado del barracón de madera de la Compañía, donde a veces se hacían peleas de gallos que a mi no me gustaba ver, frente a la ferretería también de García.
Otro cine, el tercero, que duró muy poco, pero que existió, fue el del médico, don Jesús, que estaba dentro de los muros de la fábrica de papel, al lado del depósito de agua de Rafael, que ya no está, no sé por qué lo tuvieron que tirar. Al cine de don Jesús no fui nunca.
Al cine de verano que ya le he dicho, el del restaurante actual, iba con Alfonso, Barco, Francisco y otro niños que ahora no recuerdo sus nombres, pero si recuerdo no haber bebido nunca tanta gaseosa como aquella noche que vimos Veracruz, porque a uno de nosotros se le ocurrió que compráramos una botella (que fue la primera) para beber nosotros gaseosa al tiempo que los actores bebían güisqui. ¡Dios mío, que borrachos ellos y que panzada de gaseosa nosotros! Si no fueron tres, al menos dos veces, fui a mear.
Un día de Año Nuevo estrené un traje de pantalón largo. No recuerdo si el traje me lo hizo mamá o me lo compraron en Sevilla, pero si recuerdo que aquel día estrené más cosas, además del año que empezaba. Fuimos una niña y yo al cine de invierno, a la sesión de las seis y media, y después del No-Do, cuando se apagaron las luces de nuevo, ella me cogió la mano, y yo por debajo del vestido le acaricié las piernas…, y más cosas, que ahora me da corte decirle. Pues donde estaba aquel cine de invierno está ahora el Supermercado que ya le he dicho. En resumen, que ya no hay cines en Isla Mayor.
*

martes, 7 de julio de 2009

CARTAS DE AMOR

(Coria del Río, Sevilla)
(2)

Esto es lo que podríamos llamar ir a por lana y salir trasquilado. He ido a Coria del Río, siguiendo en lo que he podido el trazado de la antigua línea del tranvía Puebla del Río- Sevilla. La idea inicial era la de llegar a Casa Márquez, porque frente a ella tenía la parada, y en ella hacíamos noche mamá, usted y yo, para tomar el primer tranvía que por la mañana salía para Sevilla.
Lógicamente no conocía al señor que estaba detrás de la barra, un señor bajito, más grueso que fino, de un habla algo cascada que le hace remarcar su acento andaluz, y amable, más que nada, o sobre todo, entrañable y amable.
Se ha liado la cosa como usted no se puede imaginar en el momento en que le pregunté si era el dueño del establecimiento. Y lo era.
De tradición me dijo: mi abuelo, mi padre, ahora yo, y mi nieto que viene a ayudarme de vez en cuando a meter cervezas en la nevera. Y hasta este punto bien, normal. Conversación de barman y cliente más o menos dado al palique.
Le dije yo de donde era y de quién era hijo, y que cuando era niño pasaba allí la noche, en una habitación de la planta de arriba, con un balcón grande, por el que yo me asomaba para observar el cableado del tranvía y el brillo de las vías por las noches, y al punto de la mañana, y por aquí empezó la entrañable y larga conversación entre Juan Márquez y yo. Conversación que en más de un punto se tintaba de nostalgias. Él con su madre, Josefita la ditera, de cuando venía a la Isla a vender tejidos, con los que mamá nos hacía la ropa a usted y a mi, y yo con ustedes, con mamá y con usted.
Enfrascados en la conversación, en la que Juan Márquez con su voz cascada, apacible y profunda, acabó por tomarme claramente la delantera, y así me dijo que en las mismas habitaciones en las que habíamos pernoctado nosotros cuando íbamos a Sevilla, se habían alojados siendo maletillas, toreros tales como Vicente Fernández “El Caracol”, al que le ayudó a ser torero uno de los Hermanos Peralta, y el “Ciclón Alemán”, Sí, un torero Alemán.
También me dijo que en aquella misma casa en la que estábamos conversando, en el “saloncito”, habían cantado en diferentes épocas de sus respectivas carreras Juanito Valderrama; José el de La Tomasa; El Turronero; El Beni de Cádiz; Manuel Vallejo y Camarón.
Fíjese en la de cosas que me enteré en el Bar J. Márquez, buscando cosas de mi niñez. Cualquier historiador de la tauromaquia y del cante flamenco me hubiera envidiado de estar tan cerca de una fuente de historia viva como es Juan Márquez. ¿A que sí?
*

CARTAS DE AMOR

(Castillo de Oropesa)
(1)

Va por lo menos para doce años que le debo carta. Ya sabe que para algunas cosas me retraso un poco. ¡Pero que le podría decir de estos retrasos míos que no sepa, si fue usted el que me engendró!
Camino de Usagre, en el que me acompaña siempre aunque no venga conmigo, al igual que en otras tantísimas cosas, vi el cartelón grande de la autovía que indica la entrada a Oropesa, y como siempre que paso por ese lugar, me vino a la cabeza aquella frase que me dijo más de una vez al pasar por allí: “un día que tengamos tiempo nos tenemos que parar en ese pueblo para ver el castillo.”
Sin usted, pero con usted, he parado hoy en Oropesa, por fin, para ver su castillo. Anduve a lo largo de la muralla del castillo por el repecho de una calle estrecha y quebrada para pasar al pie de la iglesia, y girando a la derecha llegar a la plaza.
El castillo es como todos los castillos, sean mostrando sus esqueléticas ruinas o sus esplendores pasados: el certificado oficial de que allí donde se ven sus ruinas o permanece su pasado esplendor, un día la injusticia estuvo bien guardada. Y junto al castillo que certifica la injusticia reinante en su día, la iglesia, también de piedra y monumental para corroborarlo.
Juntos, castillo e iglesia, a pesar de que la historia oficial hable de grandeza y glorias, no indica otra cosa que allí quedó asentada por siglos la pobreza y la desigualdad entre las personas, siendo la tierra rica y los castellanos trabajadores, como los andaluces, vascos, murcianos, aragoneses o cualquier otro pueblo llano y sin derecho per se al monumento.
La tierra seca y ancha de Castilla, los esfuerzos y sudores de los castellanos por arrancar de esa tierra seca y ancha el sustento diario, y no sus castillos, es lo que explica el carácter austero y a veces seco del castellano.
El aspecto de Oropesa es el general que puede verse en cualquier pueblo castellano con algo de historia. Calles limpias, algunas empinadas, estrechas y retorcidas, y una plaza rectangular, amplia, de grandes aceras llenas de terrazas con toldos para parar el sol. Dando cara a la plaza, una biblioteca popular que data del año 1946, en la que debajo de su balconada puede leerse un letrero en el que se apela a las bondades que tiene la lectura. Algunas lecturas, podría habérsele añadido, porque hay lecturas y lecturas.
Obvio resulta decirlo. Lo especial que ha tenido mi visita a Oropesa es que la he hecho solo cuando teníamos pensado haberla hecho los dos juntos, y lo que me llamó especialmente la atención del pueblo, fue que sin ser un pueblo pequeño, tampoco puede ser dicho que sea grande, y sin embargo, tiene tres carpinterías.
La primera con la que me topé está en la calle que baja de la iglesia a la plaza. Tiene la puerta de dos hojas de madera vieja.
Las vigas del techo le servían de estanterías en las que estaban muy bien colocadas las molduras; al fondo, la figura gris gastado de la sierra de cinta y dos bancos de madera, que sin decirlo decían que sobre ellos se habían cepillado muchas maderas; el suelo con un mullido amacerado de serrín y virutas, y frente a los bancos de madera, una estufa con una pila de madera muy bien dispuesta.
Viendo aquella carpintería me llegó el recuerdo de la primera que vi en el pueblo de mamá, en Usagre, siendo yo niño, porque la que teníamos frente a casa, en nuestro pueblo, la de Salvador, no se hacían muebles. Sólo se hacían portalones para los almacenes, trineos y gradas para los arrozales, cajas para las carriolas y carros.
Un repartidor de mercancías, al que le pregunté por aquella carpintería, me dijo que había dos más iguales, y como ya le he dicho que Oropesa no es un pueblo pequeño, pero tampoco puede decirse que sea muy grande, deduje por mi cuenta, que debía tener una gran tradición carpintera.
Cuando ya me iba, paré en el Parador Nacional, un edificio de piedra y lujoso, de antigua propiedad de un Señor de época pasada. Tiene una placita redonda y no muy grande ante su puerta principal, con árboles altos, gruesos y copados, y bancos de piedra, en los que había dos indigentes con pinta sucia, una especie de macuto a sus pies y una botella de vino.
Les ofrecí un cigarro que me aceptaron, y ellos a mi vino que no acepté. Ya sabe usted que yo no bebo nada, excepto café y agua.
Bajo la fronda de uno de aquellos árboles me tumbé en un banco de piedra, descalzo y con el sombrero de paja cubriéndome el rostro me dormí, yo creo que menos de media hora antes de proseguir el viaje, y mientras me dormía, retazos de recuerdos, inconexos y de todo tipo, pasaron por mi cabeza.
Reparé especialmente en uno de ellos: en el de los cuentos de caballeros que salvaban a la princesa de los dragones de siete cabezas, que usted me contaba de niño antes de dormirme por las noches, y me llevó a ese pensamiento en concreto, las pinturas que con motivos de la Edad Media aparecen en muchas de las paredes de Oropesa. Pero lo de estas pinturas, a lo que me inducía a pensar mirándolas, lo dejo para otra carta siguiente.
*








PATXI, MENOS LOBOS, JO MÍO

(Dos contra uno)

El lendakari Patxi, mitad socialista sistémico mitad PP, pero no ganador de la elecciones vascas, porque las elecciones las ganó el Partido Nacionalista Vasco, dice el hombre que por fin los vascos tienen un gobierno que mira para todos y no para unos poquitos. Pero esto es lo que dice él, que viene a ser parejo con lo que digo yo cuando afirmo, como hago ahora, que soy Superman en su versión de burócrata volante, porque según una encuesta reciente, de cada tres vascos dos dicen que ¡miau! (es que miau en vasco no sé como se dice).
Pero que de tres vascos dos digan que no están de acuerdo con el matrimonio de conveniencia entre el PSOE y el PP, y que de ese marital acuerdo entre ambos no vislumbran ellos ni un final rápido ni feliz con ETA, es algo que al lendakari Patxi si la trae bien floja, a pesar, eso sí, de que él dice que gobierna para todos los vasco y yo que soy Superman, y como en este caso el sesenta y cinco por cien de los vascos, no para mí, sino para el lendakari, son tontos y no saben por donde les da el aire, pues va el hombre y reinterpreta el sentir mayoritario de los vasco diciendo que sí, que ese desacuerdo con su política es ahora, pero que más adelante los vascos se van a enterar de lo equivocaditos que y al final verán que él tiene razón, que gobierna para todos los vasco.
Es decir, que el lendakari toma el poder, porque la mayoría de los vascos no se lo han dado, y a cuenta de eso, de un tomo, el responde con un te daré. O sea, lo propio del mejunje de la politiquería común e imperante, de la que caber esperar más problemas y menos soluciones. Eso sí, eso fijo, para la mayoría de los ciudadanos.
*