lunes, 25 de enero de 2010

ZaPaPero

(ZaPaPero)

Algunos amigos míos me critican, y puede que no les falte razón. Dicen ellos que cuando critico a Zapatero, al que le cuelga injustamente el sanbenito de socialista, no hago más que favorecer el terreno de la derecha. Y puede que, efectivamente, esa sea la primera sensación que trasmito. Eso sí, contra mi voluntad.
Dándole vueltas a esas críticas que recibo de vez en cuando, y llegada a la conclusión de que no les falta razón, y dado que no pretendo otra cosa cuando escribo que llamar a las cosas por su nombre, por ejemplo, al pan pan y no consenso hermanado de sardinas en aceite con pan, que eso es otra cosa (el bocadillo de un encofrador) no se me ha ocurrido mejor cosa que bautizar al presidente del gobierno Zapatero con su verdadero nombre: ZaPaPero, por su alejamiento efectivo del Socialismo y por su identidad efectiva con el PP, más que nada para entendernos y, sobre todo, para que mis criticas a Zapatero no se confundan con un beneplácito al PP, al fin y al cabo, tanto monta monta tanto Isabel como Fernando, o sea, que se montan amigablemente y por un igual, de hecho, tanto el PSOE de ZaPaPero como el PP de Rajoy: ambos contra los intereses de la inmensa mayoría de la sociedad que somos los que trabajamos.
Aznar desbarató la moneda española (los ingleses no lo han hecho, siguen con su libra) para meternos en el euro, cosa guay del paraguay para que los grandes capitales se muevan libremente como les de la gana y pongan sus capitales (dinero que nos roban como producto de nuestro trabajo) donde quieran y les salga de los cojones (deslocalización llaman este tipo de robo/chantaje).
ZaPaPero con los votos de una minoría, y sin engañarnos del todo a muchos, logra sacar adelante aquel embuste, firmado por el Rey, de la “Constitución Europea”. O sea, que le ha dado a los grandes capitales más fluidez de circulación, como Aznar, pero en clave musical distinta.
El robo (delicadamente hablando se llama privatización) que nos tiene preparado el PP de saquear las arcas de la Seguridad Social para cuando llegue al poder, ZaPaPero ya la ha puesto en marcha: sube una mijirrijita las pensiones de los jubilados y sube un poquitín los impuestos, con el resultado final que algunos jubilados después de la subida de las pensiones, terminan cobrando menos que antes de la subida, ¡tiene huevos la cosa! Pero el fin está conseguido: quitar más dinero a los trabajadores para financiar los servicios propios que necesitan y van a necesitar más de ahora en adelante los grandes capitales, por ejemplo, gastos militares o de seguridad (policías con los brazos mas gordos).
No sería justo atribuirle a ZaPaPero, aunque sea ajustado a derecho que el organigrama de “representación” y poderes de la Unión Europea sea la más fiel reproducción de la Cueva del Caco montada en plan bien, pero sí convendría tener presente, ahora que estrena presidencia de la misma ZaPaPero, que son 15.000 los bandidos (Zaplana, ex ministro del PP es uno de ellos) llamados “lobbystas” los que operan por los pasillos, restaurantes, camas y hoteles de Bruselas con el noble propósito de que la Unión Europea legisle, amenace o ejerza sus poderes en función de los intereses de las grandes empresas, como Carrefour, Telefónica, Nestlé, Coca Cola, Gaz de France o Unilever, por poner un solo ejemplo de las que más nos son conocidas, en cuyo nombre actúan los 15.000 bandido dichos.
Si al final de la presidencia de la UE de ZaPaPero ha desaparecido el chantaje y la extorsión de esos 15.000 bandidos, y estos tales juzgados por alteración del orden democrático, no me cabrá otra que pedirle disculpas a ZaPaPero y volverle a llamar por el falso nombre que hoy ostenta: Zapatero, y en caso contrario, mi conciencia quedará tranquila por haber tenido más razón que un santo al llamarle, como le llamaré de ahora en adelante, ZaPaPero, por ser la otra cara del PP.
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