domingo, 25 de abril de 2010

CRISIS SI, ¿PERO QUÉ CRISIS?

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El misterio de la Santísima Trinidad resulta un juego de niños si se le compara con el que rodea a las tres empresas privadas que se dedican a poner nota para calificar las emisiones de deuda de cualquier estado, banco o institución pública o privada, cuya calificación es tomada por palabra de Dios que influye en el sistema financiero mundial, pero que no pocas veces las calificaciones de estas deidades de las finanzas se quedan en agua de borrajas.
Son tres, como las hijas de Elena: Standard & Poor’s (S&P), Moodys y Fitch’s. Nadie sabe quienes son sus componentes, aunque los peones de albañiles y fontaneros no forman parte de ellas. Tampoco se sabe como pueden llegar a contratar sus servicios con los estados, a través de que contactos llegan a ellos, lo más seguro es que tampoco intervengan en esa mediación ni los albañiles ni los fontaneros, huele más bien a político-politicus de la vivancía (vivir a cuerpo de rey mediante el engaño y el trabajo de los demás. A cuerpo de Rey he dicho.).
Tampoco sabemos ni quién le ha otorgado tamaños poderes, ni quién las controla, ni en qué sistema jurídico basan su funcionamiento. Sabemos que sus beneficios en tiempos de crisis sobrepasan los 4.000 millones de euros, según dice Antonio Morlanes, Presidente de Aragonex.
De la utilidad social, del servicio que prestan a la sociedad estas empresas no tengo noticias, en cuanto tenga alguna, palabrita del Niño Jesús, lo haré saber. Si sabemos, por contra, algunos de los chanchullos de la chanchullería financiera en los que han intervenido como cómplices necesarios para la comisión del delito.
En Septiembre de 2008 en la Cueva del Caco, que muchos llaman Wall Streep, en New York, donde se reúnen los mayores parásitos sociales para enriquecerse y con ello empeorar las condiciones de vida de todo el planeta y desde todos los puntos de vista, pega el zambi-zambombazo financiero (sencilla y puta quiebra) uno de los mayores bancos del mundo, el Lehman Brothers, un banco de inversiones que tenía repartido por cientos de bancos de todo el planeta unas especies de mierdas-engañifa, que los más finos, no como yo, llaman bonos.
Pues hasta el mismo día de la quiebra del Lehman Brothers, (S&P) lo tenía calificado como tetica monja de solvencia. ¡Ahí es nada! Y los presidentes de bancos, los bancos centrales, los políticos y los economistas de postín, se ve que estaba todos meando, porque no se enteraron de toda la mierda que les estaba endosando el Lehman Brthers o, sí se estaban enterando, pero también es verdad, que mientras estás en el llevas que te llevas que te llevas otra no ves nada, se te nubla la vista. Las cuentas bancarias propias o a través de testaferros en los paraísos fiscales se engordan, pero en lo tocante a la vista, que es lo que estoy diciendo ahora no ves nada.
Estas tres hijas de Elena, la Standard & Poor’s (S&P), Moodys y Fitch’s, conjuntamente, tenían calificada como tri-tetica-monja (¡la Biblia en verso de solvencia sobre requetesolvencia!) a la aseguradora AIG, que, catapún, chin, chin, mire usted que pena, y además yo no he sido, pega el pedo (otra puta quiebra quiere decirse) y esturrea mas mierda por todo el mundo financiero, en vista de lo cual, y para los que mangoneban en el mundo financiero sigan mangoneando, el gobierno americano les da del dinero de los americanos, no del gobierno, 100.000 millones de dólares. Y es que por los amigos, sobre todo si te enriquecen hay que hacer lo que sea, y si en este lo que sea, el dinero que le das al amigo es de los demás, miel sobre hojuelas, vengan crisis que aquí las espero comiendo un huevo.
Y como ejemplo de ilustración mafiosa, solo por eso, no me lo vayan a tomar a mal. Cuando la Caja de Ahorros del Mediterráneo, que está aquí, en este tercer mundillo del capital financiero que es España, le dice a la hija de Elena (S&), que no quiere que le siga meneando los balances para calificarla, a lo mejor era porque como esta Caja de Ahorros le dio un préstamo hipotecario a intereses pedo burra al ex ministro Zaplana, del PP, que llego a la política, según él, para ganar dinero, para comprarse un piso en la Castellana de Madrid de varios cientos de metros de superficie, no era cosa de empezar a airear todo esto por ahí para que yo me enterara, por ejemplo, no lo sé. El caso es, que ante la negativa de la CAM a que S&P le investigara para calificarle la solvencia financiera, este última le dijo, más o menos: con que esa tenemos, ¡eh!, que no me dejas que te cobre, pues para que te jodas te bajo la calificación, ¡chúpate esa! Y eso hizo S&P, bajarle la calificación a la CAM sin haber terminado el trabajo previo de investigación.
O, sea, que es usted, mi querido lector, un desconfiado, que no se fía ni de su sombra (¡no sabe lo bien que hace!, si es así) y se me va a condenar si sigue desconfiando, de manera que yo le conmino, en nombre de Obama, en que abandone la senda del mal y vuelva al redil de los confiados, donde en la fe del euro, si los hijos de puta que nos manejan y nos engañan como a ovejitos, siguen haciendo como hasta aquí han hecho, lo que les pasa por los bolsillo, porque de cojones no deben andar muy bien, nos dejarán si un puto céntimo. Amén.
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