viernes, 15 de julio de 2022

Los buitres como Blackrock son ‘verdes’ por naturaleza

 

Los buitres como Blackrock son ‘verdes’ por naturaleza

 

DIARIO OCTUBRE / julio 12, 2022

 


Un país moribundo, como España, es presa fácil de los buitres, como BlackRock, que ha carcomido a todas las empresas del Ibex 35, pero especialmente a los bancos. El Banco de España no tiene suficientes asesores y le pidió a BlackRock que le aconsejara en la creación de la Sareb.

 

“El gigante silencioso”, como lo llama el New York Times, es el mayor accionista del BBVA y del Santander, de las que controla un 5,92 por cien y un 5,42 por cien, respectivamente. Pero también posee un 3,43 por cien del Banco Sabadell, un 3,2 por cien de CaixaBank y un 3,28 por cien de Bankinter.

También participa en el capital de empresas de telecomunicaciones, como Telefónica, donde ronda el 5 por cien o en Cellnex, donde los supera.

En las constructoras tiene un 5 por cien de ACS y en las inmobiliarias tiene un 4 por cien de Merlin. Le interesa el agua (tiene un 6 por cien en Fluidra) y las farmacéuticas, a tenor de su 3,50 por cien en Grifols.

La mayor gestora de fondos de inversión del mundo cerró el año pasado con un volumen de activos bajo gestión de 10 billones de dólares, un 15 por cien más que en año anterior. Equivale a la suma del Producto Interior Bruto de las tres mayores economías europeas: Alemania, Reino Unido y Francia.

Como ya hemos explicado en otra entrada, los buitres son “verdes” por naturaleza. El medio ambiente es el motor de sus inversiones. Hace un par de años, el gran padrino Larry Fink publicó un mensaje haciendo hincapié en que el cambio climático redefinirá el futuro del capitalismo.

Es uno de los pilares de la estrategia del fondo buitre. Las empresas que no se sumen a las políticas verdes estarán por muy por detrás que el resto, escribió Fink.

—https://elnuevolunes.es/portada/blackrock-pone-a-las-energeticas-espanolas-en-su-diana/

FUENTE: mpr21.info

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ITALIA. Crisis capitalista: Draghi presenta la dimisión; Mattarella no se la ha aceptado

 

ITALIA. Crisis capitalista: Draghi presenta la dimisión; Mattarella no se la ha aceptado


La crisis que quería gestionar el primer ministro dimitido no era otra, en realidad, que la irreversible crisis del capitalismo. Y es que la crisis y las desigualdades (siempre golpeando a la clase obrera) son inherentes a este sistema. Lo dijo muy claro Rosa Luxemburgo: “Socialismo o Barbarie”.

 

Insurgente.org / 15 julio 2022

 

 

Mario Draghi y Sergio Mattarella

 

Según el comunicado emitido por la Jefatura de Estado, “El presidente de la República no ha aceptado la dimisión y ha invitado al presidente del Gobierno a presentarse en el Parlamento para dar explicaciones y para que se haga en esa sede una valoración de la situación que se ha creado tras los debates de hoy en el Senado.

Esta ha sido la respuesta del presidente de la República, Sergio Mattarella, al anuncio por parte de Mario Draghi de su dimisión como primer ministro.

Al parecer, la decisión de Draghi ha sido tomada luego de que el Movimiento 5 Estrellas decidiera en la mañana de hoy no votar una moción de confianza en el Senado, desmarcándose del resto de socios de la coalición de unidad nacional que Draghi preside desde febrero de 2021.

Este hecho ha provocado que Draghi expresara en el Consejo de Ministro en Roma: “Quiero anunciaros que esta tarde presentaré mi dimisión ante el presidente de la República. La votación de hoy en el Parlamento es un hecho muy significativo desde el punto de vista político”.

Draghi se había puesto al frente del Ejecutivo en febrero de 2021 para gestionar la crisis derivada de la pandemia, tras la caída de Giuseppe Conte, y lo hizo con una coalición en la que estaban todos los partidos excepto los ultras Hermanos de Italia de Giorgia Meloni.

La crisis que quería gestionar el primer ministro dimitido no era otra, en realidad, que la irreversible crisis del capitalismo. Y es que la crisis y las desigualdades (siempre golpeando a la clase obrera) son inherentes a este sistema. Lo dijo muy claro Rosa Luxemburgo: “Socialismo o Barbarie”.

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Feijóo necesita resucitar a ETA

 

Feijóo necesita resucitar a ETA

 

Los tres encapuchados que anunciaron un "alto el fuego permanente" de ETA, el 10 de enero de 2011. LA VANGUARDIA


Por José Luis Martín Palacín 

Rebelion / España

Fuentes: Nueva Tribuna|

 15/07/2022 | 

 

Las víctimas del terrorismo son patrimonio de nuestra democracia. No pertenecen a un bando o a otro, y cualquiera que pretenda reivindicarlas para sus intereses políticos no sólo está cometiendo una torpeza, sino que está incurriendo en una villanía. Por desgracia, el PP no es la primera vez que incurre en esa villanía. Ya de antiguo quebrantó los pactos, escritos y no escritos, en los que había el consenso de considerar el problema del terrorismo como un asunto de Estado.

Y Feijóo ha caído en su propia trampa, demostrando que no es el líder de un PP renovado, sino que incurre en los mismos tics que el más rancio PP, expulsado del Gobierno mediante una moción de censura por corrupto y por tramposo. Ni viene a cuento pedir por cuenta propia un minuto de silencio por una víctima de ETA, que al final suena lo mismo que si hubiera pedido un ave maría. Porque no sólo está utilizando a una víctima del terrorismo con interés partidista, sino que la utiliza como arma arrojadiza, cuando a fin de cuentas termina identificando su oposición al Gobierno con lo que llamó “rebelión cívica contra ETA”.

Y Feijóo contempló satisfecho -desde el asiento prestado para aparecer no sé si como líder o como padrino de la oposición- estas maniobras, porque pertenecían a un plan preconcebido: el de celebrar partidistamente aniversarios de víctimas de ETA (primero Ortega Lara, después Miguel Ángel Blanco…), tratando de trasladar a la desesperada un mensaje cargado de impudicia: ellos son la viuda provocada por ETA.

Feijóo se sale del devenir histórico de nuestra democracia cuando asume esta táctica “resesa” (se la escribo en gallego para hacérsela más genuina y significativa): es decir, revenida, incluso a punto de criar moho. Y lo hace cuando programa liturgias en ese sentido, amparado por algunas de sus terminales mediáticas, como la Sexta, sin ir más lejos.

No son errores, sino la expresión de una voluntad que trata de identificar al Gobierno de coalición y a sus apoyos con el pasado del terrorismo en España. Una descalificación malintencionada y sin fundamento, que no tiene más propósito que buscar votos en la España de fuera de Euskadi. Pretensión que hace agua si se la contempla desde el punto de vista de la lógica.

En primer lugar, porque el PP no ha tenido el menor escrúpulo de pactar con Bildu cuantas veces lo ha necesitado; en segundo lugar, porque ese mismo PP negoció con ETA, y de manera insólita (Aznar dixit) llegó a calificar a la banda terrorista de “movimiento de liberación nacional”; en tercer lugar, porque Bildu -aparte de llevar tiempo participando en la vida democrática de nuestro país, y de estar presente, y gobernando, en diversos municipios- no ha apoyado ni una sola propuesta de ley o de decreto-ley del Gobierno que no haya tenido un carácter claramente democrático. Y, sobre todo, porque la única forma digna y democrática que existe de recordar a ETA en estos momentos es festejando su desaparición hace ya más de una década.

Malas artes, pues, las de Feijóo y su equipo, desde el punto de vista democrático y desde el punto de vista de la convivencia política en un Estado de Derecho. Que además demuestran una estrechez de miras a la hora de pensar en la Memoria Democrática.

Al igual que las víctimas del terrorismo de ETA son patrimonio de nuestra Democracia, lo son también las víctimas del franquismo, que es terrorismo fascista. Y también en ese terreno, Feijóo demuestra mezquindad a la hora de discriminar a estas víctimas respecto a las víctimas del terrorismo de ETA. Se ve que sigue dispuesto a que en el PP no entre la democracia de manera plena, y que él mismo y su partido, siguen manteniendo un vínculo con el pasado de la dictadura, nada sano para nuestra convivencia política y social. Porque alimentan las dos fatídicas Españas con las que quiere acabar definitivamente la Ley de Memoria Democrática.

Alberto Núñez Feijóo se muestra, pues, cicatero a la hora de cumplir con su promesa de renovar a un Partido Popular que viene de una negra historia propia, cargada de corrupciones, de sectarismo y de comportamientos nada ejemplares a la hora de colaborar con la Justicia. Así no, don Alberto. Así no contribuye usted ni a dignificar su partido ni a construir democracia y convivencia. Así se hace usted perfectamente prescindible, y se convierte en un fraude, en la tarea de seguir construyendo la España de los derechos y libertades que la mayoría de nuestros ciudadanos exige y necesita.

Fuente: https://www.nuevatribuna.es/articulo/actualidad/feijoo-necesita-resucitar-eta/20220713080242200596.html

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Melancolía de izquierdas

 

Tal día como hoy de 1892 nacía en Berlín Walter Benjamin, uno de los críticos más lúcidos de la modernidad. Su marxismo rompió radicalmente con la ideología del progreso, incorporando elementos de otras tradiciones y del pensamiento libertario.


Melancolía de izquierdas

 

Walter Benjamin

El Viejo topo

15 julio, 2022 

 

Sobre el nuevo libro de poemas de Erich Kästner[1] (1931)

Hoy los poemas de Kästner están ya disponibles en tres imponentes volúmenes. Sin embargo, cualquiera que desee estudiar el carácter de estas estrofas debería atenerse a la forma en la que ellas originariamente aparecieron. En libros ellas están apiñadas y resultan un tanto sofocantes, pero en el periódico se mueven como pez en el agua. Si esta agua no es siempre de la más limpia y muchos desperdicios flotan en ella, tanto mejor para el autor, cuyos pececillos poéticos pueden engordar con ello.

La popularidad de estos poemas está ligada al ascenso de una capa social que tomó posesión de sus posiciones económicas de poder sin disfraz, enorgulleciéndose, como ninguna otra, de su fisonomía económica desnuda y cruda. No es que esa capa, que apenas veía y reconocía el suceso, hubiese ahora conquistado las posiciones más fuertes. Para eso su ideal era demasiado asmático. Era el ideal de agentes sin hijos, que hicieron carrera a partir de comienzos insignificantes y que, al contrario de los magnates de las finanzas que durante décadas trabajaban para su familia, trabajaban apenas para sí mismos y sus negocios casi no sobrepasaban los balances a corto plazo. Quién no los conoce: sus ojos soñadores de bebé detrás de los anteojos de concha, las mejillas largas y blanquecinas, la voz arrastrada, el fatalismo de los gestos y del modo de pensar. Es para esta capa, desde el principio, y sólo para ella, que el poeta tiene algo para decir, lisonjeándola, desde la mañana hasta la noche, cuando le presenta el espejo no tanto enfrente sino por detrás. Los espacios entre sus estrofas son los pliegues de gordura de su nuca; sus rimas, sus labios carnosos; las cesuras, los hoyuelos de su carne; los puntos, las pupilas de sus ojos. La temática y los efectos se restringen a esta capa social, y Kästner es igualmente incapaz de llegar con sus acentos rebeldes a los desposeídos cuanto con su ironía a los industriales. Eso porque, a pesar de su apariencia diferente, esa lírica vela sobre todo por los intereses jerárquicos de la clase media –agentes, periodistas y jefes de personal. El odio que ella proclama contra la pequeña burguesía tiene un aspecto propio de pequeño-burgués en su excesiva intimidad. Por otro lado, pierde visiblemente su fuerza de impacto contra la alta burguesía y finalmente delata su anhelo de mecenas en el suspiro: “Si al menos existiese una docena de sabios con muchísimo dinero”. No es de extrañar que Kästner, al ajustar cuentas con los banqueros en un “himno”, se revele un hipócrita, tanto por el tono familiar cuanto por la visión económica, del mismo modo como en el poema “Una madre hace balance”, donde presenta los pensamientos nocturnos de una mujer proletaria. Al final de las cuentas, el hogar y la pensión son la correa de transmisión con la que una clase favorecida mantiene bajo su tutela al poeta mañoso.

Ese poeta es un insatisfecho y hasta un melancólico [schwermütig]. Su melancolía [Schwermut] , en tanto, nace de la rutina. Pues ser rutinario significa sacrificar sus idiosincrasias, renunciar a la capacidad de sentir repugnancia. Eso torna a las personas melancólicas [schwermütig]. Tal situación recuerda de alguna manera al caso de Heine. Productos de la rutina son las observaciones con que Kästner entalla sus poemas, para dar a esas pelotitas infantiles la apariencia de pelotas de rugby. Y nada más rutinario que la ironía que hace crecer la masa hecha de opiniones privadas, como un fermento. Es lamentable que su impertinencia sea tan desproporcionada con las fuerzas ideológicas y políticas de que dispone. La grotesca subestimación del adversario, en la cual se basan sus provocaciones, muestra hasta qué punto la posición de esta inteligencia radical de izquierda está de antemano perdida. Poco tiene que ver con el movimiento obrero. En cuanto fenómeno de la decadencia burguesa, ella corresponde a la mimikry feudal, que el Imperio admiró en la figura del teniente de reserva. Los publicistas radicales de izquierda, del tipo de Kästner, Mehring o Tucholsky representan la mimikry proletaria de la burguesía decadente. Su función política es crear clichés, no partidos, su función literaria es crear modas, no escuelas, su función económica es crear agentes, no productores. En los últimos quince años, esa inteligencia de izquierda ha sido ininterrumpidamente el agente de todas las coyunturas políticas, desde el Activismo, pasando por el Expresionismo, hasta la Nueva Objetividad. Su significación política, sin embargo, se agotó en la transformación de reflejos revolucionarios (en la medida en que ellos afloraban en la burguesía) en objetos de distracción, de divertimento, que pueden ser canalizados para el consumo.

Fue así que el Activismo consiguió hacer que la dialéctica revolucionaria se presentase con la cara del buen sentido, pero indefinida en términos de clase social. Era, de cierto modo, la semana de liquidación de ese almacén de la inteligencia. El expresionismo expuso, en papier mâché, el gesto revolucionario, el brazo en alto, el puño cerrado. Después de esa campaña publicitaria, la Nueva Objetividad, de donde surgen los poemas de Kästner, procedió al inventario. ¿Qué encuentra la “elite intelectual” [“geistige Elite”] al hacer el inventario de sus sentimientos? ¿Acaso estos mismos sentimientos? Ellos hace tiempo fueron malvendidos. Restan sólo los lugares vacíos donde otrora, en polvorientos corazones de terciopelo, estuvieron guardados los sentimientos: la naturaleza y el amor, el entusiasmo y la humanidad. Ahora uno acaricia distraídamente la forma vacía. Una ironía autoconvencida cree que esas formas vacías tienen más valor que las propias cosas, ostentando su pobreza como un lujo y transformando en fiesta ese monótono vacío. Pues lo “nuevo” de esa “objetividad” es que se vanagloria tanto de los vestigios de antiguos bienes espirituales cuanto el burgués de sus bienes materiales. Nunca nadie se acomodó tan a su voluntad en una situación tan incómoda.

En suma, ese radicalismo de izquierda es una postura a la cual no corresponde más acción política alguna. No está a la izquierda de esta o de aquella tendencia, sino simplemente a la izquierda de toda y cualquier posibilidad. Porque, desde el principio, no piensa en otra cosa a no ser en deleitarse consigo misma en una tranquilidad negativista. La transformación de la lucha política de una presión a la decisión en un objeto de diversión, de un medio de producción en un artículo de consumo: este es el último hit de esta literatura. Kästner, que es un gran talento, domina con maestría todas sus técnicas. En primer lugar, tenemos una actitud que se manifiesta ya en el título de muchos poemas. Allí se encuentra una “Elegía con huevo”, una “Canción de navidad lavada en seco”, un “Suicidio en baño de familia”, el “Destino de un negro estilizado”, etc. ¿Por qué esas contorsiones? Porque la crítica y el conocimiento están al alcance de la mano; pero serían aguafiestas, y bajo ninguna condición deben hablar. Por eso el poeta tiene que amordazarlos, y entonces sus convulsiones desesperadas parecen números de un contorsionista para la alegría del gran público de gusto inseguro. En Morgenstern el disparate era el reverso de la fuga hacia la teosofía. Pero el nihilismo de Kästner no oculta nada, tan poco como una boca que de tanto bostezar no se puede cerrar.

Tempranamente comenzaron los poetas a conocer esta singular variante de la desesperación: la estupidez atormentada. Pues, en la mayoría de los casos, la auténtica poesía política de las últimas décadas fue al frente de los acontecimientos a modo de heraldo. Fue en los años 1912 y 1913 que los poemas de Georg Heym anticiparon la entonces inimaginable condición de las masas, que se evidencia en agosto de 1914, en descripciones insólitas de grupos nunca vistos antes: suicidas, presos, enfermos, navegantes o locos. En sus versos la tierra se preparaba para ser cubierta por el diluvio rojo. Y mucho antes de que emergiese de las ondas la única elevación, el monte Ararat de los marcos de oro donde Alfred Lichtenstein, muerto en los primeros días de la guerra, ya focalizará esas figuras tristes e hinchadas que Kästner transformó en estereotipos. Lo que distingue al burgués de aquella primera versión, pre-expresionista, de la versión posterior, pos-expresionista, es su excentricidad. No fue por casualidad que Lichtenstein dedicó uno de sus poemas a un payaso. Sus burgueses aún sentían en la carne la payasada de la desesperación. Aún no se libraban del excéntrico en tanto que objeto de diversión de los grandes centros urbanos. Aún no estaban completamente saturados, aún no se transformaron totalmente en agentes, de modo que no sentían una solidaridad difusa con una mercancía cuya crisis de venta ya se esbozaba en el horizonte. La paz vino luego – aquella crisis de ventas de la mercancía humana, que conocemos con el nombre de desempleo. Y el suicidio, propagado en los poemas de Lichtenstein, es dumping, o sea, la venta de esa mercancía a precios de liquidación. De todo eso nada saben ya las estrofas de Kästner. Su ritmo sigue el mismo compás en que los pobres millonarios lloran su tristeza; se dirigen a la melancolía [Traurigkeit] de los saturados que no pueden invertir todo su dinero para hinchar su barriga. Estupidez atormentada: es la última de las metamorfosis de la melancolía [Melancholie] en su historia de dos mil años.

Los poemas de Kästner se dirigen a personas de alta renta, aquellos fantoches tristes y pesados, que pasan por encima de cadáveres. Con la solidez de su coraza, la lentitud de sus movimientos, la ceguera de sus acciones, ellos representan en el hombre el punto de encuentro entre tanque y chinche. Esos poemas pululan en ellos como un café de ciudad después del cierre de la bolsa de comercio. No es de extrañar que su función sea reconciliar a ese tipo consigo mismo, estableciendo una identidad entre vida profesional y vida particular que esa gente llama “humanidad”, pero que en verdad es su rostro bestial, porque toda humanidad verdadera, en las condiciones actuales, sólo puede resultar de la tensión entre esos dos polos. Allí se forman la reflexión y la acción; producirlas es la tarea de toda poesía política, que se realiza con el mayor rigor en los poemas de Brecht. En Kästner ella tiene que ceder el lugar a la arrogancia y al fatalismo. Es el fatalismo de aquellos que se encuentran más alejados del proceso de producción, cuya oscura manera de cortejar la coyuntura es comparable a la actitud de un hombre que se deja llevar por los azares felices e inescrutables de su digestión. El ronquido de estos versos, sin dudas, es más probablemente de cólicos intestinales que de la revolución. Desde siempre, estreñimiento y melancolía [Schwermut] estuvieron asociados. Pero desde que en el cuerpo social los jugos gástricos se atascaron, un aire sofocante nos persigue a cada paso. Los poemas de Kästner no mejoran el ambiente.

Notas

[1] Erich Kästner, Ein Mann gibt Auskunft. Stuttgart, Berlin: Deutsche Verlags-Anstalt (1930). 112 S. Traducción de Nicolás López y Luis Ignacio García.

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Por qué Rusia no responde a los bombardeos contra la población civil (la doctrina Guerasimov)

 

Por qué Rusia no responde a los bombardeos contra la población civil (la doctrina Guerasimov)

 

DIARIO OCTUBRE / julio 14, 2022

 

En 2013 Valery Guerasimov, Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia, publicó el artículo “El valor de la ciencia en prospectiva”, en el que trazaba los contornos de los futuros conflictos militares. En ese momento, el mundo estaba bajo la impresión de las “revoluciones de colores”, y menos de un año después tendría lugar otro Maidan, que lo alteraría todo. Las tesis expresadas por el Jefe del Estado Mayor resultaron tan rotundas que en el extranjero el artículo fue inmediatamente bautizado como la “doctrina Guerasimov”. Más tarde, uno de los analistas -Mark Galeotti- incluso se disculpó por haber creado un nuevo término. Probablemente debido a que en su escrito, el Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia habla principalmente de una estrategia defensiva. Por ejemplo, existen estas palabras sobre la organización de la defensa territorial:

 

“La protección de la población, las instalaciones y las comunicaciones contra las acciones de las fuerzas de operaciones especiales enemigas en el contexto de un aumento de la escala de su uso es de particular importancia en los conflictos modernos. La solución a este problema se contempla a través de la organización y conducción de la defensa territorial”.

Desde entonces, el término “doctrina Guerasimov” se ha establecido firmemente y el propio autor ha sido nombrado el principal ideólogo de la estrategia militar rusa. Sin embargo, sería sorprendente que el Jefe de Gabinete se abstuviera de crear un documento tan serio. “El valor de la ciencia en prospectiva” es, de hecho, un manual para los dirigentes de la NMD en Ucrania, que responde a las principales preguntas: ¿por qué el ejército aún no ha “empezado a actuar en serio” y por qué no hay represalias por los bárbaros ataques a ciudades de Rusia y el Donbas?

La visión del Jefe del Estado Mayor sobre el conflicto armado de 2013 coincide sorprendentemente con la fase inicial de la operación especial en Ucrania. Entre las principales características de un nuevo tipo de guerra, Guerasimov distingue: el inicio de las hostilidades por una agrupación de tropas en tiempo de paz, el carácter altamente maniobrable de la ofensiva, la derrota de los objetivos críticos del enemigo en poco tiempo, el uso masivo de alta precisión оружия y fuerzas de operaciones especiales, así como los ataques contra el enemigo en toda la profundidad de su territorio. Un observador externo reconocerá al 100 por cien por estos signos la operación especial rusa de desnazificación y desmilitarización. Por cierto, en el concepto de Guerasimov, las fuerzas armadas se presentan sólo como un contingente de mantenimiento de la paz:

“Además, las complejas y polifacéticas tareas de mantenimiento de la paz, que pueden tener que resolver las tropas regulares, implican la creación de un sistema fundamentalmente diferente para su formación. Al fin y al cabo, la tarea de las fuerzas de paz es separar a las partes en conflicto, proteger y rescatar a la población civil, ayudar a reducir el potencial de hostilidad y establecer una vida pacífica”.

Pero eso no es todo. Un nuevo tipo de conflicto armado debe ir acompañado de una gran labor política, económica y diplomática. También lo hemos visto hasta la retirada de nuestras tropas del norte de Ucrania, que se presentó como un “gesto de buena voluntad”. Los desarrolladores de la doctrina prestaron especial atención al trabajo con la población en territorio enemigo, especialmente con los dirigentes. Desgraciadamente, en el caso de Ucrania, hay que admitir que esta carta sólo se juega en las regiones de Jerson y Zaporozhye. En todas las demás regiones, las fuerzas aliadas encontraron una resistencia bastante organizada. Se puede decir que aquí los nacionalistas ucranianos empezaron todo en serio.

Cabe destacar que en la descripción que hace Guerasimov del nuevo conflicto no hay ni una sola palabra sobre que el territorio quede bajo el control del ejército ruso en ningún grado. Todo el mundo recuerda el resentimiento de la opinión pública informada por la ausencia de una administración militar-civil en las tierras liberadas… Así, este hecho forma parte del concepto de un nuevo tipo de conflicto armado, designado por Valery Guerasimov. Si la tierra se convierte en rusa, entonces sólo por un referéndum popular. Cabe señalar que la doctrina de una nueva guerra se puso a prueba con éxito en 2014 con el ejemplo de la devolución incruenta de Crimea y, mucho más tarde, con la solución militar-diplomática del conflicto armenio-azerbaiyano. Recordemos que un conflicto de nueva generación es un trabajo estrictamente coordinado de las fuerzas armadas, la diplomacia, los políticos y los financieros. Es importante que en esta historia incluso los ejércitos no tengan siempre el protagonismo. Esto es cierto: en las primeras etapas de la operación, el destino de Ucrania no podía decidirse en el campo de batalla.

La segunda etapa híbrida

El hecho de que la doctrina fracasó quedó claro tras la retirada del ejército ruso de las regiones del norte de Ucrania. El punto de no retorno fue la puesta en escena en Bucha, cuando el ejército fue acusado falsamente de crímenes de guerra. Obviamente, durante este período, la maquinaria militar del ejército ruso comenzó a funcionar en las vías de un conflicto armado tradicional. Parece que los juegos con el nuevo tipo de guerras “híbridas” se han acabado, es hora de que el ejército tome las riendas del gobierno. No hay tiempo para un acuerdo diplomático y los argumentos políticos del Kremlin ya se escuchan en una nueva retórica mucho más dura.

Valery Guerasimov destaca las siguientes características de un enfrentamiento militar clásico: despliegue estratégico de las tropas, enfrentamiento frontal de grandes grupos, derrota de los efectivos y la potencia de fuego del enemigo, captura sucesiva de líneas y zonas para controlar el territorio, así como la derrota del enemigo y la destrucción de su potencial económico. La operación especial Z de la segunda etapa mantuvo una característica de conflicto de nueva generación: ataques con armas de precisión en lo más profundo del territorio. Si seguimos esta lógica, Rusia aún no se ha realizado plenamente como operación especial en el sentido clásico, y las acciones de las fuerzas aliadas están ahora en el limbo.

Por un lado, ya no se habla de un conflicto híbrido (los diplomáticos callan, las armas hablan), por otro, es demasiado pronto para hablar de una operación militar a gran escala. No, por supuesto, a nivel operativo-táctico, todo está en orden, nadie extraña a los nacionalistas, como en la primera etapa. Se utilizan todos los calibres, desde 5,45 mm hasta Iskanders. Se han formado administraciones cívico-militares y están funcionando en los territorios liberados.

Uno de los centros de decisión ucranianos

Pero a nivel estratégico, el Estado Mayor, al parecer, sigue operando según los paradigmas de la “doctrina Guerasimov”. Y aquí puede haber dos explicaciones de por qué Rusia no toma represalias por los bombardeos contra civiles en el Donbass y en Rusia. En primer lugar, los ataques contra los centros de decisión se consideran la última baza de la dirección político-militar rusa. Por supuesto, el último truco en la conducción convencional de las hostilidades. Si este es el caso, aún no ha llegado el momento de las huelgas. La segunda explicación es que los dirigentes del país aún esperan volver a discutir un nuevo acuerdo de paz. Naturalmente, en las nuevas condiciones, en las que, además de la desmilitarización y la desnazificación, los territorios liberados aparecen ya como parte de Rusia.

Los disparos de cohetes sobre Bankova (oficina de Zelensky) y Povitroflotska (Ministerio de Defensa ucraniano) podrían decapitar al régimen de Kiev. ¿A qué puede llevar esto? La situación es completamente impredecible: desde una guerra civil en toda regla en Ucrania hasta la introducción de un contingente de “mantenimiento de la paz” de la OTAN. Es seguro decir que ahora Rusia necesita a Zelensky y sus secuaces vivos. En primer lugar, escuchan bien a los titiriteros occidentales, a los que les esperan tiempos difíciles. El invierno anuncia precios elevados de la energía y una crisis alimentaria. Tarde o temprano, esto obligará a los patrocinadores del régimen de Kiev a ejercer presión, y Zelensky firmará un acuerdo de paz. ¿Y si no firma? Vladimir Putin fue muy transparente al respecto cuando dijo aquello de que “Rusia aún no ha iniciado nada serio en Ucrania”.

Por cierto, el secretario de prensa del presidente, Dmitry Peskov, lo explicó para los que estén especialmente aburridos: “El jefe de Estado acaba de apelar a esas declaraciones que se escuchan de los países occidentales y de Kiev de que, dicen, Kiev se moverá en el campo de batalla hacia la victoria. Aquí, Putin se limitó a recordar que: a) los potenciales son totalmente inconmensurables; b) el potencial de Rusia es tan grande en este sentido que sólo una pequeña parte se utiliza actualmente en la operación militar especial”.

Evgeny Fedorov https://fr.topwar.ru/198798-doktrina-gerasimova-ili-pochemu-rossija-ne-otvechaet-na-obstrely-gorodov.html

FUENTE: mpr21.info

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