viernes, 24 de noviembre de 2023

Gaza: Una tregua que no resuelve el problema de fon

 

Gaza: Una tregua que no resuelve el problema de fondo


Por Isabella Arria | 24/11/2023 | Palestina y Oriente Próximo



Fuentes: Rebelión / CLAE

Ha tenido que pasar mes y medio desde que comenzó la guerra y que hayan sido asesinados más de 14.100 palestinos para que se haya alcanzado un acuerdo entre el gobierno israelí de Benjamín Netanyahu y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), que no supone una tregua definitiva sino una “pausa humanitaria” de cuatro días en la Franja de Gaza para que pueda llegar un poco más de ayuda a los civiles.

La contrapartida va a ser un intercambio de presos por rehenes. Israel se ha comprometido a liberar 150 presos que se encuentran en sus cárceles, todos ellos mujeres y menores de 19 años y Hamás liberará 50 de los 240 israelíes que capturó en su  ataque del pasado 7 de octubre. 

El acuerdo ha sido posible tras unas negociaciones  auspiciadas por la mediación de Catar y Egipto. Hamás ha afirmado que, “después de difíciles y complejas negociaciones durante muchos días”, las partes han alcanzado un acuerdo de tregua humanitaria, que exige el cese de las acciones militares del Ejército israelí, que durará cuatro días y que se ha conseguido con los “incansables esfuerzos” de estos dos países.

Se calcula que las hostilidades han causado unos mil 200 muertos (número que no se ha movido en más de un mes) y cerca de cinco mil 500 heridos en Israel, mientras en la franja de Gaza los fallecidos ascienden a 13 mil 300 y los heridos a más de 31 mil. Las cifras crecen a diario por los persistentes bombardeos israelíes contra hospitales, escuelas, campos de refugiados, edificios habitacionales, instalaciones de la ONU y todo tipo de infraestructuras claramente civiles.

“Cuando un bando pierde mil por ciento más vidas que su agresor, no puede hablarse de una guerra: los únicos términos apropiados son los de masacre y genocidio”, señala un editorial del diario mexicano La Jornada citado por la prensa europea.

Netanyahu fue enfático en que el alto el fuego (de cuatro días), necesario para la salida de los rehenes, y que permitirá el ingreso de ayuda humanitaria, de ninguna manera se traducirá en un alto el fuego permanente, lo cual tildó de tontería. El premier insistió en dejar claro que estamos en guerra y la continuaremos hasta que logremos todos nuestros objetivos: eliminar a Hamas, devolver a todos los rehenes y desaparecidos y garantizar que no habrá ninguna amenaza para Israel en Gaza.

Durante los días que dure la tregua, las autoridades israelíes, que se han comprometido a no arrestar ni atacar a nadie en la Franja de Gaza, deberán paralizar “el tráfico aéreo en el sur” de Gaza, y solo podrá volar en el norte de la Franja durante seis horas diarias, de las 10:00 a las 16:00. A su vez, Israel deberá garantizar la circulación de personas por la avenida Salahedin, que cruza Gaza de norte a sur, y por donde estas últimas semanas se dieron las evacuaciones.

El pacto, tal y como ha indicado Hamás en un comunicado, implicará “el acceso de cientos de camiones con ayuda humanitaria, de socorro médico y combustible a todas las zonas de la Franja” tanto norte como sur.

Este acuerdo se ha hecho público después de que el gabinete de emergencia de Israel aprobara este miércoles, tras más de ocho horas, un alto el fuego temporal, alegando que está “comprometido” a traer “a todos los secuestrados a casa”, sin que eso signifique el fin del conflicto.

Algunos partidos políticos habían mostrado su oposición al acuerdo antes de la votación. Sin embargo, según el portal de noticias Ynet, los ministros de Otsmá Yehudit, del titular de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, habrían votado en contra. El titular de Finanzas, el ultraderechista Bezalel Smotrich, anunció que sus ministros de Sionismo Religioso cambiaron su opinión y votaron a favor al ser convencidos de que la presión para erradicar a Hamás continuaría después de la tregua.

Netanyahu afirmó que el acuerdo incluye visitas de la Cruz Roja a los rehenes que no serán liberados, así como medicamentos. Además, agregó que esta tregua no significa el fin de la ofensiva israelí en el enclave.

“No detendremos la guerra después del alto el fuego (…) Es una tontería sugerir que detendremos la guerra después del alto el fuego para devolver a los rehenes. Me gustaría dejarlo claro: estamos en guerra y continuaremos la guerra hasta que logremos todos nuestros objetivos: eliminar a Hamás, devolver a todos los rehenes y desaparecidos y garantizar que no habrá ninguna amenaza para Israel en Gaza”, dijo.

Insistió en dejar claro que estamos en guerra y la continuaremos hasta que logremos todos nuestros objetivos: eliminar a Hamas, devolver a todos los rehenes y desaparecidos y garantizar que no habrá ninguna amenaza para Israel en Gaza.

La ministra de Inteligencia, Gila Gamliel, despejó cualquier duda acerca de cómo entiende el gobierno de ultraderecha el fin de cualquier amenaza para Israel: llamó a expulsar a todos los palestinos de Gaza y promover su reasentamiento voluntario en países de acogida, es decir, a desaparecer esa parte de Palestina.

Dos terceras partes de los 2.4 millones de habitantes de la franja ya fueron desplazados por los bombardeos genocidas de las fuerzas armadas israelíes, y 80 por ciento de los gazatíes son refugiados o descendientes de los 760 mil palestinos cuyas tierras fueron robadas para crear el Estado de Israel en 1948, por lo que la propuesta del partido Likud significa culminar el despojo comenzado hace 75 años.

Antes del inicio de la actual operación de exterminio, Israel mantenía a cinco mil rehenes (eufemísticamente llamados prisioneros) palestinos en su poder, y la cifra se ha duplicado desde entonces. En las últimas semanas, Tel Aviv ha secuestrado a cuatro mil trabajadores gazatíes que se encontraban en Israel en el momento del ataque lanzado por Hamas, además de abducir a más de un millar de personas en redadas en Cisjordania y Jerusalén Este.

Si bien se ha producido un alivio por la puesta en libertad de una parte de los civiles secuestrados por ambos lados, lo urgente es un cese completo de la limpieza étnica perpetrada contra el pueblo palestino.

También el reconocimiento por parte de Israel de que la única salida realista, legal y apegada a los derechos humanos para los problemas de inseguridad que padecen sus ciudadanos a causa de la resistencia palestina al despojo colonialista pasa por el establecimiento del Estado palestino y la devolución de tierras de acuerdo con las fronteras de 1967, tal como lo ha determinado la comunidad internacional a través de una serie de resoluciones de Naciones Unidas.

La Unión Europea, que ha sido incapaz en este tiempo de consensuar una postura común con respecto a su papel en el conflicto, ha manifestado su “gran satisfacción” por la tregua. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció que la UE aprovechará esta pausa para lleva a la franja una “oleada humanitaria”.

Precisamente, este jueves inició un viaje oficial a la zona el presidente de turno de la Unión Europea, el español Pedro Sánchez, en su primera gira tras ser investido presidente la semana pasada, quien visitará Israel, Palestina y también Egipto. Uno de los objetivos de Sánchez en su visita será avanzar en la celebración de una Conferencia Internacional de Paz, que acogería España en un plazo de seis meses.

Isabella Arria. Periodista chilena residenciada en Europa, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)

Fuente: https://estrategia.la/2023/11/22/gaza-una-tregua-que-no-resuelve-el-problema-de-fondo/

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

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Ensayo general del colapso que vendrá (cast/cat)

 


Ensayo general del colapso que vendrá (cast/cat)


Publicado el 24 de noviembre de 2023 / Por Debates

 kaosenlared

Abróchense el cinturón para los próximos 30 años: el planeta ha llegado al límite, y los medios de comunicación no estamos prestando suficiente atención

Por Sergi Picazo

Todas las series y películas con futuros distópicos y catastróficos comienzan con un gran desastre que lo ha hecho saltar todo por los aires. ‘The road’ , de Viggo Mortensen, arranca con una explosión en el planeta que provoca “una claridad cegadora”. ‘The 100′ , de Netflix, culpa a una especie de error nuclear que lo deja todo radiactivo. ‘The rain’ tiene su origen en un tipo de lluvia que transmite un virus mortal. El punto de arranque de ‘The handmaid’s tale’ es un grave problema de natalidad. Una de las últimas series de este género que se han estrenado es la francesa ‘El colapso’ , que narra el intento desesperado de sobrevivir al final de la sociedad actual, pero no explica sus causas.

Sin embargo, pocas películas y series norteamericanas o europeas sitúan el fin de la humanidad tal y como lo entendemos hoy en el calentamiento global, en el fin de la biodiversidad y en los excesos del capitalismo . Y, en cambio, eso es exactamente lo que los científicos dicen que ocurrirá si no detenemos ya –ayer– la cuenta atrás de la explosión.

La crisis de la Covid-19 es un buen ensayo general para el colapso que vendrá. Se siente ya el rumor de fondo de una ola mucho más potente y profunda. Nos preocupa, lógicamente, la pandemia actual . Pero no tenemos en cuenta todas las nuevas enfermedades y virus que van a llegar por culpa del calentamiento global y de la pérdida de biodiversidad. Nos preocupa, lógicamente, el futuro del turismo en Catalunya, y no existe ningún plan previsto por sí, como dicen todos los pronósticos, el aeropuerto de Barcelona o el de Palma quedan inundados por la subida del nivel del mar .

Nos preocupa, lógicamente, si Cataluña acaba siendo o no independiente , cuando en realidad vivir en la mayor parte de Cataluña será muy duro por culpa de la contaminación y de las altas temperaturas que tendremos. La ley para frenar el cambio climático de la Generalitat, tal y como publicó CRÍTIC , no se está aplicando, y casi nadie protesta, pese a que el Servicio Catalán de Meteorología asegura que la temperatura media del país en 2050 puede aumentar en 2 o 3 grados , un desastre sin precedentes para una vida digna, para poder plantar alimentos en el suelo, para el turismo, para las pistas de esquí, ¡para todo! ¿De qué independencia hablamos, si quizás ni siquiera nos queda país? ¿De qué caray hablamos cuando todo se está yendo a la mierda?

La crisis total se produciría por una multiplicación de colapsos: primero, el clima; después, la economía, y, al final, la política

El mundo que nos espera, cuando ocurra –si ocurre– la enorme crisis de la Covid-19, podría ser dentro de pocos años aún peor. Esto dicen los científicos, desde el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de Naciones Unidas hasta la alerta del filósofo ecologista Jorge Riechmann . “La muerte de nuestra civilización ya no es una teoría o una posibilidad académica: es el camino en el que estamos”, aseguró ya en 2009 el expresidente de la Fundación Rockefeller y CEO del ‘International Herald Tribune’, Peter Goldmark .

Pocos intelectuales, medios de comunicación o partidos políticos se atreven a apretar el freno. “La revolución no es un tren que escapa. Es estirar el freno de emergencia”, escribió Walter Benjamin. La emergencia sanitaria ha hecho olvidar todos los retos y peligros ingentes que nos esperan en las próximas décadas, y prácticamente ningún gobierno en el mundo hace casi nada por enfrentarse a retos como el calentamiento global, el cambio climático, el fin de la biodiversidad, la crisis energética cuando acabe el petróleo barato, el agotamiento de las materias primas, los problemas del crecimiento demográfico, el hambre, la escasez de agua…

El profesor de Ciencia Política Carlos Taibo, en su terrorífico libro ‘Colapso’ (Catarata, 2020) , relata el fin de la sociedad moderna, capitalista e industrial actual como una posibilidad bien realista causada por una multiplicación de colapsos: un colapso climático que comporta más sequías, más calor y problemas agrarios; un colapso económico y financiero , con la insolvencia de los estados y la desaparición de los ahorros de la inmensa mayoría; un colapso comercial , con un dinero devaluado o escaso; un colapso político , con gobiernos deslegitimados y revueltas constantes, y, finalmente, un colapso sociocultural , con el aumento de la percepción de que nada se puede esperar del resto de personas ni de las instituciones.

Todo esto ya está ocurriendo hoy, a cámara lenta y como aparentes fenómenos aislados. Se están moviendo las placas tectónicas del sistema, pero no lo notamos, porque no reunimos todas las piezas del tablero. Hoy ya estamos sufriendo oleadas de refugiados climáticos (como explicaba la investigación “The great climate migration has begun” , de ‘The New York Times’), ya existe una crisis alimentaria en el mundo por la sequía y por el calentamiento (una buena parte de África del centro y del norte), ya existe un aumento de la violencia más allá de los estados (México, Colombia, Somalia, Congo, Siria…) y, como posible respuesta, ya está habiendo uno auge del autoritarismo postdemocrático (Rusia, Turquía, Hungría…). Hay señales de alerta, pero no haremos caso, confiando en una solución tecnológica desde arriba que nos salve en el último minuto.

Colapso, capitalismo terminal, transición ecosocial, ecofascismo… El libro de Carlos Taibo, que va ya por su cuarta edición, explicita de forma cruda, planteando siempre los escenarios científicos más prudentes, los momentos principales de colapso que vendrán , ya los que los medios de comunicación no estamos dando suficiente atención por culpa de la brutal pandemia sanitaria global de la Covid-19. Aquí van, entre comillas, las preocupantes conclusiones finales del estudio de Taibo.

1) Emergencia climática: desertificación, sequías y olas de calor

“Al margen del aumento de temperatura, es necesario avisar de una subida del nivel del mar, de entre 20 y 88 centímetros durante el siglo XXI, un fenómeno delicado, ya que el 80% de la población mundial vive en zonas costeras . Algunas estimaciones dicen que el hielo del polo Norte puede fundirse entre el año 2040 y el 2100. Los suelos sufrirán el avance de la desertificación, las sequías y las olas de calor, y los lugares secos serán más secos, con más incendios y tormentas de polvo. Hoy se pierden en el mundo 120.000 kilómetros cuadrados de bosques. En paralelo, aumentarán el número y la intensidad de los huracanes. Por tanto, cuando hablamos de todo esto, en realidad hablamos de los problemas de la agricultura y de la ganadería, que tendrán dificultades para la producción de alimentos”.

2) Agotamiento de las materias primas energéticas

“Hemos consumido en las dos últimas décadas la mitad de la energía generada desde el inicio de la Revolución Industrial. Hoy dependemos dramáticamente de los combustibles fósiles para vivir. Si fallan, hay muchas cosas que no se podrán hacer: desalinizar el agua del mar, buena parte de la agricultura sufrirá, extraer recursos minerales… Si se terminan el petróleo, el gas natural y el carbón, prácticamente no quedará nada de nuestra civilización termoindustrial. El progresivo agotamiento de las materias primas energéticas provocará un menor crecimiento económico, una menor movilidad internacional y cambios tecnológicos. Diferentes estudios alertan de que la oferta de energía se reducirá entre un 25% y un 40% en los próximos 25 años. En la década de 2030 se alcanzaría el umbral límite del petróleo, del gas natural, del carbón y del uranio”.

3) Pérdida de biodiversidad, nuevas enfermedades y virus de origen animal

“Desaparecerán y mutarán muchas especies animales, y las agresiones serán especialmente duras en los ecosistemas marinos. Estas extinciones harán imposible volver a la anterior situación. Unas 30.000 especies desaparecen cada año, tres cada hora. Si continúa el ritmo de extinción, en 2050 podría haber desaparecido la mitad de los 10 millones de especies vivas actuales: un 12% de los pájaros, un 23% de los mamíferos, un 77% de las especies marinas, sobre todo a causa de la sobreexplotación y la contaminación de los océanos. Esto tiene consecuencias sobre los equilibrios delicados que permiten la vida en la Tierra. Además, la destrucción de los hábitats naturales y de especias provocará nuevas enfermedades y virus de origen animal que se transmitirán a los humanos ”.

4) Aumento demográfico inquietante

“En 2019, después de un aumento demográfico espectacular en el siglo XX, la población mundial es ya de casi 7.600 millones de habitantes. Pero el 90% del crecimiento demográfico se registra en países del Sur, afectando sobre todo a lugares como Bangladesh, Brasil, China, Etiopía, India, Indonesia, Nigeria o Pakistán. La mayoría de los estudios auguran que el crecimiento mundial se estabilizará en las próximas décadas. Sin embargo, el escenario no es nada tranquilizador: ¿qué pasará con 7.500 millones de humanos en un escenario de emergencia climática y de agotamiento de las materias primas? ¿Se puede mantener el nivel de consumo de un ciudadano medio occidental en el nuevo panorama? ¿Habrá más migraciones masivas de población joven del Sur empobrecido hacia el Norte?”

5) Hambre y problemas agrarios por los monocultivos, por la sequía y por la contaminación

“Actualmente, 20 especies de plantas proporcionan un 90% de los alimentos de origen vegetal que consumimos. De éstas, tres (el trigo, el arroz y el maíz) constituyen la mitad de las cosechas. Este supuesto triunfo de la agricultura moderna, de la mano de los monocultivos, es una fuente de problemas de futuro, puesto que nos deja en una situación de gran vulnerabilidad. Cabe recordar que hoy habría unas 35.000 plantas comestibles –hay quien multiplica la cifra por dos– y no parece razonable prescindir de la mayoría de estas en una situación tan delicada como la que vendrá”.

6) La escasez de agua provocará pobreza, mortalidad y conflictos

“Según Naciones Unidas, en 2025 unos 1.800 millones de personas vivirán en regiones que sufrirán una escasez absoluta de agua. Pero, además, dos tercios de la población mundial tendrán que hacer frente a problemas para acceder al agua potable. El Himalaya y los valles del Jordán y Ferganá muestran a la perfección los conflictos por el agua que se pueden generar en el futuro. Se prevé, según la ONU, que en los próximos años habrá 300 potenciales conflictos por el agua en todo el planeta. La escasez de agua provocará una mayor pobreza y mortalidad, reducirá la producción agrícola, pone en peligro muchos procesos de extracción minera y dificulta la producción de energía”.

7) La expansión de nuevos virus y enfermedades globales

“Nuevas y viejas enfermedades ha llevado al colapso a imperios políticos y económicos en el pasado. Hoy en día, el riesgo es más evidente. Epidemias y pandemias tienen la posibilidad de expandirse globalmente de forma mucho más rápida que nunca gracias al transporte aéreo ya la globalización económica. Se están multiplicando los cánceres y enfermedades cardiovasculares, y se expande la obesidad, con efectos muy negativos, sobre todo en el Norte. Las enfermedades crónicas se han convertido en la primera causa de muerte, por encima de las infecciosas, y constituyen una bomba de relojería en países como China o India. Además, existe un peligro de repunte de enfermedades como la tuberculosis o la malaria. Todas las regiones del planeta están bajo amenaza”.

8) Violencia, terrorismo y estados fallidos

“Uno de los factores de nuevos conflictos bélicos seguirá siendo, sobre todo ante la crisis energética que vendrá, por el control de los yacimientos y los conductos de transportes de petróleo y de gas natural. Un responsable militar estadounidense señaló que más de la mitad del enorme gasto militar del país respondía al objetivo de proteger el acceso a las materias primas energéticas. Mientras tanto, China necesita más materias primas para mantener su crecimiento. Por eso, los riesgos de conflicto aumentan en zonas productoras como el mar de China meridional, Oriente Próximo, Asia Central y algunas áreas concretas de África y América Latina. El mapa de escenarios conflictivos coincide con el de regiones con fuertes tensiones ecológicas, como pueden ser el de Chiapas, Gaza, Sudáfrica, Pakistán y Ruanda. Y, en paralelo, hay cada vez un mayor riesgo de colapso de algunos estados, los llamados ‘estados fallidos’ o que no controlan zonas de su propio territorio”.

Sin embargo, y como decía la semana pasada en la Bienal de Pensamiento la filósofa Marina Garcés , “el colapso, sin embargo, no puede colapsar nuestro pensamiento crítico y la imaginación política de un futuro mejor”.

Fuente original: ASSAIG GENERAL DEL COL·LAPSE QUE VINDRÀ–  Critic– Licencia C.C.

Imagen de portada: Captura de pantalla de tráiler oficial de la serie francesa “Colapso”


Versión en catalán:

ASSAIG GENERAL DEL COL·LAPSE QUE VINDRÀ

Cordeu-vos el cinturó per als propers 30 anys: el planeta ha arribat al límit, i els mitjans de comunicació no hi estem parant prou atenció

Totes les sèries i pel·lícules amb futurs distòpics i catastròfics comencen amb un gran desastre que ho ha fet saltar tot pels aires. ‘The road’, de Viggo Mortensen, arrenca amb una explosió al planeta que provoca “una claror encegadora”. ‘The 100′, de Netflix, en culpa una mena d’error nuclear que ho deixa tot radioactiu. ‘The rain’ té l’origen en un tipus de pluja que transmet un virus mortal. El punt d’arrencada de ‘The handmaid’s tale’ és un greu problema de natalitat. Una de les darreres sèries d’aquest gènere que s’han estrenat és la francesa ‘El col·lapse’, que narra l’intent desesperat de sobreviure al final de la societat actual, però no n’explica les causes.

Poques pel·lícules i sèries nord-americanes o europees, però, situen la fi de la humanitat tal com l’entenem avui en l’escalfament global, en la fi de la biodiversitat i en els excessos del capitalisme. I, en canvi, això és exactament el que els científics diuen que passarà si no aturem ja –ahir– el compte enrere de l’explosió.

La crisi de la Covid-19 és un bon assaig general per al col·lapse que vindrà. Se sent ja la remor de fons d’una onada molt més potent i profunda. Ens preocupa, lògicament, la pandèmia actual. Però no tenim en compte totes les noves malalties i virus que arribaran per culpa de l’escalfament global i de la pèrdua de biodiversitat. Ens preocupa, lògicament, el futur del turisme a Catalunya, i no hi ha cap pla previst per si, com diuen tots els pronòstics, l’aeroport de Barcelona o el de Palma queden inundats per la pujada del nivell del mar.

Ens preocupa, lògicament, si Catalunya acaba sent o no independent, quan en realitat viure a la major part de Catalunya serà molt dur per culpa de la contaminació i de les altes temperatures que tindrem. La llei per frenar el canvi climàtic de la Generalitat, tal com va publicar CRÍTIC, no s’està aplicant, i gairebé ningú no protesta, malgrat que el Servei Català de Meteorologia assegura que la temperatura mitjana del país l’any 2050 pot augmentar en 2 o 3 graus, un desastre sense precedents per a una vida digna, per poder plantar aliments a terra, per al turisme, per a les pistes d’esquí, per a tot! De quina independència parlem, si potser ni tan sols no ens queda país?  De què carai parlem quan tot se n’està anant a la merda?

La crisi total es produiria per una multiplicació de col·lapses: primer, el clima; després, l’economia, i, al final, la política

El món que ens espera, quan passi –si passa– l’enorme crisi de la Covid-19, podria ser d’aquí a pocs anys encara pitjor. Això diuen els científics, des del Grup Intergovernamental d’Experts sobre el Canvi Climàtic de les Nacions Unides fins a l’alerta del filòsof ecologista Jorge Riechmann. “La mort de la nostra civilització ja no és una teoria o una possibilitat acadèmica: és el camí en el qual som”, va assegurar ja l’any 2009 l’expresident de la Fundació Rockefeller i CEO de l”International Herald Tribune’, Peter Goldmark.

Pocs intel·lectuals, mitjans de comunicació o partits polítics s’atreveixen a prémer el fre. “La revolució no és un tren que s’escapa. És estirar el fre d’emergència”, va escriure Walter Benjamin. L’emergència sanitària ha fet oblidar tots els reptes i perills ingents que ens esperen en les properes dècades, i pràcticament cap govern al món no fa gairebé res per enfrontar-se a reptes com l’escalfament global, el canvi climàtic, la fi de la biodiversitat, la crisi energètica quan s’acabi el petroli barat, l’esgotament de les matèries primeres, els problemes del creixement demogràfic, la fam, l’escassetat d’aigua…

El professor de Ciència Política Carlos Taibo, en el seu terrorífic llibre ‘Colapso’ (Catarata, 2020), relata el final de la societat moderna, capitalista i industrial actual com una possibilitat ben realista causada per una multiplicació de col·lapses: un col·lapse climàtic que comporta més sequeres, més calor i problemes agraris; un col·lapse econòmic i financer, amb la insolvència dels estats i la desaparició dels estalvis de la immensa majoria; un col·lapse comercial, amb un diner devaluat o escàs; un col·lapse polític, amb governs deslegitimats i revoltes constants, i, finalment, un col·lapse sociocultural, amb l’augment de la percepció que no es pot esperar res de la resta de persones ni de les institucions.

Tot això ja està passant avui, a càmera lenta i com a aparents fenòmens aïllats. S’estan movent les plaques tectòniques del sistema, però no ho notem, perquè no reunim totes les peces del tauler. Avui ja estem patint onades de refugiats climàtics (com explicava la investigació “The great climate migration has begun”, de ‘The New York Times’), ja hi ha una crisi alimentària al món per la sequera i per l’escalfament (una bona part de l’Àfrica del centre i del nord), ja hi ha un augment de la violència més enllà dels estats (Mèxic, Colòmbia, Somàlia, el Congo, Síria…) i, com a possible resposta, ja està havent-hi un auge de l’autoritarisme postdemocràtic (Rússia, Turquia, Hongria…). Hi ha senyals d’alerta, però no en farem cas, confiant en una solució tecnològica des de dalt que ens salvi en l’últim minut.

Col·lapse, capitalisme terminal, transició ecosocial, ecofeixisme… El llibre de Carlos Taibo, que va ja per la quarta edició, explicita d’una manera crua, plantejant sempre els escenaris científics més prudents, els moments principals de col·lapse que vindran, i als quals els mitjans de comunicació no estem donant prou atenció per culpa de la brutal pandèmia sanitària global de la Covid-19. Aquí van, entre cometes, les preocupants conclusions finals de l’estudi de Taibo.

1) Emergència climàtica: desertificació, sequeres i onades de calor

“Al marge de l’augment de temperatura, cal avisar d’una pujada del nivell del mar, d’entre 20 i 88 centímetres durant el segle XXI, un fenomen delicat, ja que el 80% de la població mundial viu en zones costaneres. Algunes estimacions diuen que el gel del pol Nord es pot fondre entre l’any 2040 i el 2100. Els sòls patiran l’avanç de la desertificació, les sequeres i les onades de calor, i els llocs secs seran més secs, amb més incendis i tempestes de pols. Avui es perden al món 120.000 quilòmetres quadrats de boscos. En paral·lel, augmentaran el nombre i la intensitat dels huracans. Per tant, quan parlem de tot això, en realitat parlem dels problemes de l’agricultura i de la ramaderia, que tindran dificultats per a la producció d’aliments”.

2) Esgotament de les matèries primeres energètiques

“Hem consumit en les últimes dues dècades la meitat de l’energia generada des de l’inici de la Revolució Industrial. Avui depenem dramàticament dels combustibles fòssils per viure. Si fallen, hi ha moltes coses que no es podran fer: dessalinitzar l’aigua del mar, una bona part de l’agricultura patirà, extreure recursos minerals… Si s’acaben el petroli, el gas natural i el carbó, pràcticament no quedarà res de la nostra civilització termoindustrial. L’esgotament progressiu de les matèries primeres energètiques provocarà un menor creixement econòmic, una menor mobilitat internacional i canvis tecnològics. Diferents estudis alerten que l’oferta d’energia es reduirà entre un 25% i un 40% en els propers 25 anys. En la dècada del 2030 s’arribaria al llindar límit del petroli, del gas natural, del carbó i de l’urani”.

3) Pèrdua de biodiversitat, noves malalties i virus d’origen animal

“Desapareixeran i mutaran moltes espècies animals, i les agressions seran especialment dures en els ecosistemes marins. Aquestes extincions faran impossible tornar a la situació anterior. Unes 30.000 espècies desapareixen cada any, tres cada hora. Si continua el ritme d’extinció, l’any 2050 podria haver desaparegut la meitat dels 10 milions d’espècies vives actuals: un 12% dels ocells, un 23% dels mamífers, un 77% de les espècies marines, sobretot a causa de la sobreexplotació i la contaminació dels oceans. Això té conseqüències sobre els equilibris delicats que permeten la vida a la Terra. A més, la destrucció dels hàbitats naturals i d’espècies provocarà noves malalties i virus d’origen animal que es transmetran als humans“.

4) Augment demogràfic inquietant

“L’any 2019, després d’un augment demogràfic espectacular en el segle XX, la població mundial és ja de gairebé 7.600 milions d’habitants. Però el 90% del creixement demogràfic es registra en països del Sud, i afecta sobretot llocs com Bangladesh, el Brasil, la Xina, Etiòpia, l’Índia, Indonèsia, Nigèria o el Pakistan. La majoria dels estudis auguren que el creixement mundial s’estabilitzarà en les pròximes dècades. Tot i això, l’escenari no és gens tranquil·litzador: què passarà amb 7.500 milions d’humans en un escenari d’emergència climàtica i d’esgotament de les matèries primeres? Es pot mantenir el nivell de consum d’un ciutadà mitjà occidental en el nou panorama? Hi haurà més migracions massives de població jove del Sud empobrit cap al Nord?”

5) Fam i problemes agraris pels monocultius, per la sequera i per la contaminació

“Actualment, 20 espècies de plantes proporcionen un 90% dels aliments d’origen vegetal que consumim. D’aquestes, tres (el blat, l’arròs i el blat de moro) constitueixen la meitat de les collites. Aquest suposat triomf de l’agricultura moderna, de la mà dels monocultius, és una font de problemes de futur, ja que ens deixa en una situació d’una gran vulnerabilitat. Cal recordar que avui hi hauria unes 35.000 plantes comestibles –hi ha qui multiplica la xifra per dos– i no sembla raonable prescindir de la majoria d’aquestes plantes en una situació tan delicada com la que vindrà”.

6) L’escassetat d’aigua provocarà pobresa, mortalitat i conflictes

“Segons les Nacions Unides, l’any 2025 uns 1.800 milions de persones viuran en regions que patiran una escassetat absoluta d’aigua. Però, a més, dos terços de la població mundial hauran de fer front a problemes per accedir a l’aigua potable. L’Himàlaia i les valls del Jordà i de Ferganà mostren a la perfecció els conflictes per l’aigua que es poden generar en el futur. Es preveu, segons l’ONU, que en els pròxims anys hi haurà 300 conflictes potencials per l’aigua arreu del planeta. L’escassetat d’aigua provocarà més pobresa i mortalitat, reduirà la producció agrícola, posa en perill molts processos d’extracció minera i dificulta la producció d’energia”.

7) L’expansió de nous virus i malalties globals

“Noves i velles malalties ha portat al col·lapse imperis polítics i econòmics en el passat. Avui, el risc és més evident. Epidèmies i pandèmies tenen la possibilitat d’expandir-se globalment de manera molt més ràpida que mai gràcies al transport aeri i a la globalització econòmica. S’estan multiplicant els càncers i les malalties cardiovasculars, i s’expandeix l’obesitat, amb efectes molt negatius, sobretot al Nord. Les malalties cròniques s’han convertit en la primera causa de mort, per sobre de les infeccioses, i constitueixen una bomba de rellotgeria en països com la Xina o l’Índia. A més, hi ha un perill de repunt de malalties com la tuberculosi o la malària. Totes les regions del planeta estan sota amenaça”.

8) Violència, terrorisme i estats fallits

“Un dels factors de nous conflictes bèl·lics seguirà sent, sobretot davant la crisi energètica que vindrà, pel control dels jaciments i dels conductes de transports de petroli i de gas natural. Un responsable militar dels Estats Units va assenyalar que més de la meitat de l’enorme despesa militar del país responia a l’objectiu de protegir l’accés a les matèries primeres energètiques. Mentrestant, la Xina necessita més matèries primeres per mantenir el seu creixement. Per això, els riscos de conflicte augmenten en zones productores com el mar de la Xina meridional, l’Orient Pròxim, l’Àsia Central i algunes àrees concretes de l’Àfrica i de l’Amèrica Llatina. El mapa d’escenaris conflictius coincideix amb el de regions amb tensions ecològiques fortes, com poden ser el de Chiapas, Gaza, Sud-àfrica, el Pakistan i Ruanda. I, en paral·lel, hi ha cada cop un risc més alt de col·lapse d’alguns estats, els anomenats ‘estats fallits’ o que no controlen zones del seu propi territori”.

Tanmateix, i com deia la setmana passada a la Biennal de Pensament la filòsofa Marina Garcés, “el col·lapse, però, no pot col·lapsar el nostre pensament crític i la imaginació política d’un futur millor”.

 

Fuente original: ASSAIG GENERAL DEL COL·LAPSE QUE VINDRÀ–  Critic– Licencia C.C.

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Sindicatos en Renfe y Adif desconvocan la huelga tras llegar a un acuerdo con el Ministerio de Transportes

 

 

Sindicatos en Renfe y Adif desconvocan la huelga tras llegar a un acuerdo con el Ministerio de Transportes


Tercerainformacion / 24.11.2023

Los sindicatos de Renfe y Adif han desconvocado la huelga que comenzaba este viernes, y estaba prevista para los próximos días para protestar -entre otras cuestiones- por el traspaso de Rodalies a Catalunya, tras llegar a un acuerdo con el Ministerio de Transportes.

Así lo han confirmado este miércoles a EFE fuentes de ambas partes, que han puntualizado que el acuerdo todavía debe ser tratado con más detenimiento con las empresas implicadas y firmado, pero los que los sindicatos ha decidido desconvocar los cinco días de huelga que habían planificado y por la que se iban a suspender unos 1.550 trenes y afectaba a 15.000 trabajadores.

Según fuentes sindicales, el Ministerio garantiza la integridad de las dos empresas, el mantenimiento de las plantillas y que las gestiones para el traspaso a Cataluña de Rodalies (las Cercanías catalanas) y para dar entrada a una compañía privada en Renfe Mercancías se llevarán a cabo por personal de la compañía pública.

En cualquier caso, los sindicatos advierten de que se mantendrán vigilantes para garantizar que se cumple todo lo acordado y aseguran que, de no ser así, volverán a convocar nuevas jornadas de huelga.

Las huelgas habían sido convocadas en todo el territorio nacional los días 24 y 30 de noviembre y 1, 4 y 5 de diciembre, coincidiendo estos últimos con el puente de la Constitución.

Las protestas estaban promovidas por el Comité General del Grupo Renfe y las organizaciones sindicales Sindicato Español de Maquinistas y Ayudantes Ferroviarios (SEMAF), CCOO, UGT, por el Sector Federal Ferroviario de la Confederación General del Trabajo (SFFCGT) y el Sindicato Ferroviario Intersindical (SF-I) en protesta por el traspaso de Rodalies a Catalunya, fruto del acuerdo firmado entre el PSOE y ERC para la investidura de Pedro Sánchez. SFFCGT a anunciado hoy que consultará los términos del acuerdo con su afiliación.

Todos los sindicatos han criticado este acuerdo por la falta de información respecto a las condiciones laborales de las plantillas, tanto del operador como del administrador de la infraestructura. Desde el Ministerio defienden que se trata solo de un acuerdo político que no aborda, por el momento, aspectos técnicos sobre cómo se llevaría a cabo este traspaso de competencias entre Estado y Generalitat.

Al mismo tiempo, desde el Gobierno catalán han asegurado que se garantizarán las condiciones laborales de todos los trabajadores y que se hará un convenio entre la Generalitat y Renfe para facilitar la movilidad laboral. En principio, se traspasarían las vías que sirven a las líneas R1, R2 y R3.

Más adelante se analizará el conjunto de la red en Catalunya para futuros traspasos, pero siempre que no afecten a los tráficos ferroviarios de más de una comunidad autónoma o al tráfico internacional, que no incluyan el tráfico de mercancías o que puedan desagregarse de la red de interés general del Estado.

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Sobre Milei, la forma y el fondo

 

La volatilización de las izquierdas en tanto tales ha dado como resultado que jóvenes y clases populares acaben votando a la ultraderecha. Lo vimos hace ya décadas con el viejo Le Pen en Francia, y seguimos sin aprender. Milei es el último caso.


Sobre Milei, la forma y el fondo


Pascual Serrano

El Viejo Topo

24 noviembre, 2023 

 


Tras la victoria de Javier Milei en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales argentinas el pasado domingo 19 de noviembre, dos niveles de análisis se imponen; el del fondo, es decir, sus propuestas políticas, y el de la forma, su escenografía para lograr el éxito electoral.

Respecto al fondo de sus propuestas políticas, son ya de todos conocidas por haber sido anunciadas, el llamado anarcocapitalismo: eliminación de diez ministerios y del Banco Central, dolarización de la economía, privatizaciones de YPF o las televisiones públicas, de la sanidad o de la educación… Los medios, tanto si simpatizan como si no, han presentado su proyecto político como “inédito”, “salto al vacío” o “sin precedentes”.

Mi opinión personal es que Milei será, sencillamente, otro gobierno neoliberal más, nada fuera de lo habitual. Sus berridos y radicalismos son solo el nuevo método, hoy dominante, de lograr levantar ilusiones de ruptura en poblaciones indignadas (veremos esto en el análisis de la forma, más adelante), pero sin ninguna definición ideológica.

Lo sabemos en Europa, parecía que venía el fascismo con Georgia Meloni en Italia o el caos del Brexit con Boris Johnson, y simplemente son gobiernos neoliberales, fieles a los poderes financieros, a Estados Unidos y a la OTAN. Igual fuera de Europa, cuando parecía que venía la guerra mundial con Trump al frente de la Casa Blanca, y no resultó más militarmente agresivo ni privatizador que ahora Biden, que está terminando el muro con México. Ninguno de todos ellos hizo algo diferente de neoliberalismo.

Milei no dolarizará la economía porque para eso debe reestructurar todo su sistema financiero y, otro detalle, debe tener dólares para reemplazar los pesos existentes. El propio Milei ha dicho que necesita 35.000 millones de dólares para hacerlo, mal comienzo para el ahorro público que promete. En cualquier caso, de la dolarización de facto ya se encarga el neoliberalismo cuando se abandona la soberanía financiera y su destino se liga a la divisa estadounidense.

Sobre la eliminación de diez ministerios es sencillamente inviable durante un mandato. ¿Alguien se imagina el despido de los miles de funcionarios de esos ministerios? Por ejemplo, su cierre del ministerio de Educación dice que se hará dando cheques educativos a los padres para que elijan a qué colegio enviar a sus hijos, pero no hay colegios privados para todos ellos, tampoco hay razón para pensar que eso es más barato que los colegios públicos y, por último, olvida que la educación depende por ley de los gobiernos provinciales.

El Banco Central tampoco lo puede cerrar, ni aunque dolarizase la economía, los bancos centrales se dedican a algo más que a imprimir billetes, como denuncia Milei, son la autoridad que regula el funcionamiento de los bancos del país.

Otra privatización que ha anunciado Milei es la de la petrolera YPF, pero ya ha aclarado que primero hay que recomponerla y, en cualquier caso, no sería nada excepcional. No hay que anunciarse muy anarcocapitalista para hacerlo, en España eso lo hizo un gobierno socialista en los ochenta cuando privatizaron Repsol. También anuncia la privatización de la televisión pública, algo que han hecho siempre los gobiernos neoliberales latinoamericanos y que, cada dos por tres, anuncian en España los gobiernos autonómicos de derechas con su televisión autonómica.

Sabemos que sus primeros viajes internacionales serán a Estados Unidos e Israel. Ninguna novedad para un gobierno neoliberal, visitar primero al patrón del norte, no tiene nada de rupturista.

Las propuestas de Milei necesitarán ser aprobadas por el Congreso, incluso las que ha anunciado que someterá a referéndum primero necesitan el aprobado del Congreso para ser vinculantes.

Milei cuenta con apenas 38 diputados en una cámara de 257 miembros y ocho senadores en un total de 72. Es evidente que su músculo es la derecha tradicional de siempre, la del expresidente Mauricio Macri y la excandidata presidencial Patricia Bullrich, que ya le expresaron su apoyo en esta segunda vuelta y cuyos tecnócratas nutrirán sus puestos de altos cargos y asesores.

Conclusión, Milei no es un loco excéntrico, es la derecha neoliberal de siempre, y no lo digo precisamente para tranquilizar. Por eso le apoyaron los expresidentes de derecha de toda la vida: Mariano Rajoy (España); Mauricio Macri (Argentina); Iván Duque y Andrés Pastrana (Colombia); Felipe Calderón y Vicente Fox (México); Jorge Quiroga (Bolivia); Sebastián Piñera (Chile) y Luis Fortuño (Puerto Rico). Y, por supuesto, el escritor peruano y Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa.

Pasemos ahora a las formas. El éxito de los graznidos y berreos de Milei supone descubrir que la derecha, sin haber dejado nunca el poder, es la que está capitalizando el descontento, el discurso de la rebeldía y hasta las formas supuestamente subversivas. Si nos fijamos, baluartes históricos de la izquierda, como la bandera antisistema, la denuncia de los grandes medios de comunicación y el señalamiento de los privilegios de la casta política y la defensa de los descamisados (la gente que madruga, decían en Vox) han pasado a formar parte del discurso de la derecha. Y con ese discurso están llegando al poder.

Y todo ello, sin estructura previa de partido, mediante movimientos de aluvión alumbrados al socaire del encabronamiento ciudadano, Milei lleva en política tan solo dos años. Y Emmanuel Macron creó su partido un año antes de llegar a la presidencia de Francia. Hay que reconocer que llegar a las presidencias mediante movimientos de aluvión no es exclusivo de la derecha, sucedió con Hugo Chávez y Evo Morales.

Otro elemento característico del éxito de las derechas es lograr la popularidad por su papel de showman en medios masivos mientras denuncian al papel de esos mismos medios. Milei triunfó con un programa semanal llamado Demoliendo mitos, desde 2017 a 2022 y como actor de su propia obra de teatro llamada El Consultorio de Milei (2018), Donald Trump en el programa de televisión The Apprentice en la cadena NBC y Zelensky en la serie televisiva Servidor del pueblo, donde él hacía de presidente, y cuyo nombre y decorados utilizó para su campaña electoral y convertir en realidad su papel en la serie.

El fenómeno Milei ha vuelto a confirmar que las redes son patrimonio de la ultraderecha, se vio con Trump primero, luego con Bolsonaro y ahora con el argentino. Lo decía así a la BBC, el influencer de 22 años, Iñaki Gutiérrez, quien se convirtió en su “community manager”: “Conocí a Milei a través de mi novia y me reuní con él para compartirle la idea que tenía… que la campaña del Brexit, en Reino Unido, y la de (el expresidente Donald) Trump en Estados Unidos, se había hecho a través de Facebook, y la de (Jair) Bolsonaro en Brasil fue a través de Instagram, y me pareció que la campaña en Argentina podía ser a través de TikTok”.

Gracias a las redes, el partido de Milei, La Libertad Avanza, pasó de ser un partido minoritario en el Parlamento a liderar el gobierno en espacio de apenas dos años. “Fueron muy importantes porque cuando tenés una campaña con tan poca financiación como la nuestra es importante aprovechar este tipo de herramientas que no cuestan nada y, además, permiten alcanzar a un gran número de personas”, afirmó Gutiérrez.

La ultraderecha se ha apropiado de algo que pareció nacer para los movimientos sociales de la izquierda, como eran las redes sociales e internet, pero también de la generación que, se suponía, era la materia prima de la izquierda, la juventud.

Según las consultoras, la mayoría de quienes votaron por Milei en las primarias y la primera ronda electoral son jóvenes de entre 16 y 29 años. Jóvenes que están indignados por razones obvias: falta de salida laboral, imposibilidad de independizarse, inflación del 140% anual, sensación de que hay una casta política que acapara el poder. Y ausencia de esperanza en la política tradicional. Lo curioso es que los sectores más empobrecidos materialmente no perciben que lo que están viviendo es precisamente el abandono del Estado, es decir, el anarcocapitalismo que les está presentando Milei como alternativa.

Y aquí, el autor de la biografía no autorizada de Milei, Juan Luis González, aporta otro dato: “muchos de los jóvenes que lo siguen se sienten excluidos de las políticas progresistas de los últimos años, como la legalización del aborto y el movimiento feminista y los derechos de las minorías sexuales”. Es decir, asuntos alejados de las condiciones materiales de esos jóvenes.

De ahí que, si la izquierda tradicional les ha fallado, si no poseen cultura organizativa (los movimientos de aluvión mediante internet) y su principal fuente de información son las redes, se convierten en carne de ultraderecha o de cualquiera que les venda ruptura, insultos y encabronamiento.

Cuando desde fuera de Argentina vemos esos vídeos virales de Milei bramando, nos quedamos impresionados de que un personaje así pueda ser el más votado por los ciudadanos de un país. Por eso es bueno aprender de estos fenómenos mediáticos que si bien, como hemos visto al principio, no son tan diferentes de la derecha de siempre en el fondo, saben cuáles son las claves comunicacionales para alcanzar el poder en estos tiempos. Y para más indignación, con los mimbres que creíamos de la izquierda: crítica a los grandes medios, manejo de las redes sociales y apoyo de la juventud.

FuenteGlobalter

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