viernes, 20 de junio de 2014

FELIPE VI: ¿COMIENZO FAMILIAR?

Don Juan Carlos ya es maderable, o sea, que se puede hacer leña legal del árbol caido o abdicado, que para el caso viene a ser lo mismo.
Pero don Felipe, que tengo la mosca tras la oreja y que no deja zumbearme al oído: Manolo, tú a lo tuyo, que me vigiles al Rey que a lo mejor no es trigo limpio. Así que lo estoy vigilando, Don Felipe, que lo sepa.
Usted está en el cargo para resolver asuntos públicos, por ejemplo, para que a los pensionistas a los que no se nos da nada, porque no somos princesa Leonor, y por no serlo hemos tenido que trabajar para darle ropa y sustento a usted, lo del preparao, supongo, será de su padre, que no se nos robe más de la pensiones, o para que los ladrones de los EREs vayan al truyo de una vez y menos mareo de la perdiz con la juez Alaya y que los achorizados del caso Gürtel-PP suelten la gallina también y al trullo.
De manera que si aparece por ahí algun supuesto hermano suyo, de padre, por partida doble, o sea, hermano y hermana, no se le ocurra dedicarle un segundo de su tiempo laboral al litroneo este de los hijos ilegitimos que parece que le andan buscando las cosquillas a Su Señor Padre. Que su jornada laboral son 24 horas, contadas las del día y  las de la noche

*++
del abogado de su supuesto hijo ilegítimo

El Rey afrontará su primera ampliación de demanda civil horas después de que abdique

61
El futuro judicial del rey Juan Carlos podría sufrir su primer revés este mismo viernes o a, más tardar, el próximo lunes. Albert Solà Jiménez, el catalán que reclama desde hace años ser hijo ilegítimo del rey Juan Carlos, aprovechará la abdicación del monarca para ampliar su demanda de filiación contra él de forma inmediata. Hasta ahora, todo intento judicial por esclarecer su filiación se ha dado siempre de bruces con el muro de la inviolabilidad del rey, condición que Don Juan Carlos perderá a partir de la medianoche, cuando se haga efectiva su abdicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

La nueva situación del Rey, no resuelta en la ley orgánica de abdicación aprobada este martes por el Senado en su último trámite parlamentario, abre un vacío legal al que Albert Solà y su abogado, Francesc Bueno, van a aferrarse para tratar de demostrar que Solà es el hijo primogénito de Don Juan Carlos de Borbón. Por ello, en los próximos días presentarán un escrito de ampliación a la demanda que ya registraron en el pasado mes de octubre y que, aunque fue inadmitida a trámite, fue recurrida (recurso 630/2014) y se encuentra ahora en la sección 24 de la Audiencia Provincial Civil de Madrid, donde se deliberará, en principio, el próximo 9 de septiembre. Aunque el futuro aforamiento del Rey, pendiente todavía de ser regulado por ley, podría hacer que este caso acabe finalmente en el Tribunal Supremo. 

El abogado de Albert Solà explica a El Confidencial que, una vez que la abdicación sea efectiva y el rey pierda su inviolabilidad, presentará un escrito de ampliación de la demanda ante la Audiencia ateniéndose a lo que establece el artículo 286 de la Ley de Enjuiciamiento Civil para los “hechos nuevos o de nueva noticia”. Dicho artículo establece que, si “antes de comenzar a transcurrir el plazo para dictar sentencia, ocurriese o se conociese algún hecho de relevancia para la decisión del pleito, las partes podrán hacer valer ese hecho, alegándolo de inmediato por medio de escrito”. Francesc Bueno presentará pues esta pérdida de la inviolabilidad, que fue la razón por la que no se admitió a trámite la última demanda que presentaron en octubre, como este “hecho nuevo o de nueva noticia”.

El Rey perderá su condición de inviolable a partir de las cero horas del 19 de junio (EFE). 
El Rey perderá su condición de inviolable a partir de las cero horas del 19 de junio (EFE).
Albert Solá lleva varios años luchando para reclamar su condición de hijo primogénito del rey Juan Carlos y de María Bach Ramón. En octubre presentó una segunda demanda de filiación ante el Juzgado de Primera Instancia número 34 de Madrid en la que aportaban nuevas pruebas que tenían por objeto evidenciar la filiación (entre ellas dos cartas firmadas por la Casa del Rey) y se incluía también en la reclamación a la madre biológica con la intención de esquivar el concepto de la inviolabilidad. Con ese mismo objetivo, solicitaron también que, en caso de que el rey fuera inviolable, se exhume el cadáver de Don Juan, el conde de Barcelona, que reposa aún en el Pudridero del Panteón de Reyes del Escorial, para que se le realizasen las pruebas de ADN pertinentes para la demanda. “La prueba de ADN por vía judicial sólo puede ser por línea recta: padre, madre, abuelo, bisabuelo… Descendientes o ascendientes”, explica el abogado a El Confidencial.

Bueno añade que, en este caso, además de esgrimir el citado artículo 286 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, aportará jurisprudencia española y europea sobre el concepto de la inviolabilidad para tratar de argumentar que esta figura sirve para garantizar el normal funcionamiento de las instituciones y no para blindar a las personas que la ostentan y que, por tanto, no es extensible a la vía civil.

Sea como fuere, el abogado recuerda que, en su inadmisión a trámite, el juzgado de primera instancia no se pronunció sobre la posible exhumación de Don Juan de Borbón. En su resolución, de siete folios, el magistrado se limitó a justificar la inexistencia de irresponsabilidad política del Jefe del Estado en la tradición de los textos constitucionales de todos los regímenes democráticos actuales, “bien correspondan a regímenes políticos monárquicos o republicanos”, y asegura, algo que ha generado siempre debate incluso entre catedráticos de Derecho, que “está al margen de cualquier acción que se dirija contra su persona, incluidas las que se ejerciten ante la jurisdicción civil, como es la que tiene por objeto la reclamación de la paternidad”.

Hijo primogénito de Don Juan Carlos
A mediados de los años cincuenta, el por aquel entonces príncipe Juan Carlos hizo un viaje desde la Academia Militar de Zaragoza, donde se encontraba estudiando, a Barcelona. Allí, siempre según el relato de Solà, conoció a María Bach Ramón, hija de una familia de conocidos banqueros de la ciudad, que daría a luz a Albert en 1956. “Poco antes de nacer yo, el Rey le comunicó la noticia a varios de sus amigos”, sostiene Solà.

Tras el parto, unas enfermeras de la Maternidad de Barcelona arrebataron el niño a María Bach y lo llevaron a Ibiza, lugar en el que estuvo hasta 1961. Pasada su estancia en la isla balear, regresó a Barcelona y en 1964 fue adoptado por la familia Solà Jiménez, de Sant Climent de Peralta. Al empezar a investigar sobre su familia biológica, Albert descubrió en unos documentos que aparecía la expresión “chupete verde”, una acotación que, según algunos historiadores consultados por él, hace referencia a los bebés de sangre real.

En 2012, tal y como publicó Vanitatis, conoció a su hermanastra Ingrid Sartiau, residente en Gante, y que también reclama ser hija ilegítima de Don Juan Carlos. Unas pruebas de ADN confirmaron al 91% que ambos comparten progenitor. Ingrid sostiene que su madre, Liliane Sartiau, conoció al monarca en 1956, en Francia. La pareja se reencontró en 1966, en una feria en Luxemburgo, y nueve meses más tarde nació ella.

*++

¿EL REY JUAN CARLOS TIENE ALGÚN HIJO MÁS QUE DESCONOZCAMOS LOS QUE LE ESTAMOS MANTENIENDO?

Al Rey Juan Carlos quien quiera puede atribuirle todas las virtudes políticas y de hombre de Estado que quiera, pero en lo que se refiere a su comportamiento moral como persona es cuando menos dudoso.

Hay, que se sepa, dos personas que dicen ser hijos del Rey, y este, sea verdadera o falsa esa paternidad no reconocida que se le atribuye, si tiene un mínimo de dignidad personal, debe reconocerla o negarla ante un tribunal, al margen de que pueda ser aforado o no, que esto tiene que ver con el comportamiento político y no personal

*

El supuesto hijo biológico de Juan Carlos de Borbón amplía su demanda de paternidad

El lunes presenta un escrito de ampliación ante la Audiencia de Madrid porque se ha producido una noticia que afecta a su demanda de paternidad: Juan Carlos de Borbón ha abdicado y no es inviolable.

JULIA PÉREZ Madrid 
PÚBLICO.ES
 19/06/2014

Albert Solá

Albert Solá

Cuando a Albert Solá (Barcelona, 1956) le subieron a un jeep y lo sacaron a toda prisa de unas maniobras con fuego real en Los Monegros aquello le pareció muy extraño. Corría el mes de febrero de 1978, era un soldado raso cumpliendo el servicio militar en el regimiento de Saboya de Leganés, pero le explicaron que su padre había tenido un accidente, le dieron ocho días de permiso y "hasta se ofrecieron a llevarme hasta Girona". Viajó a su pueblo, custodiado por otro vehículo. "Cuando llegué, mi padre estaba trabajando en el campo. No había ocurrido ningún accidente grave". Se alegró: era joven, y ocho días de permiso en la mili eran ocho días libres.
Aquella anécdota se sumaba a unos comienzos chocantes de su servicio militar, en 1977: se incorporó al campamento con 17 días de retraso respecto del resto de sus compañeros a cuenta de unas interminables pruebas médicas que el Ejército de Tierra se empeñó en realizarle. "Fue el chequeo médico más completo de mi vida".
Otro hecho extraño más en su cambiante vida. Vino al mundo en la Maternidad de Barcelona, hijo de madre soltera y fue entregado a una familia de Ibiza para ser criado: "alguien pagaba 900 pesetas trimestrales por la lactancia". Cuando tenía casi ocho años fue dado en adopción al matrimonio de agricultores formado por Salvador Solá y Antonia Jiménez.
Ahora sabe que fue arrancado de brazos de su madre, a quien dijeron que había dado a luz a un niño muy enfermo que necesitaba cuidados especiales y la trasladaron a Suiza para evitar el escándalo en la sociedad barcelonesa de 1956. Hoy sabe que cinco años después de su nacimiento, a su madre biológica le entregaron el cadáver de un niño de su misma edad que había muerto en el hospicio: "le dijeron que era yo, su hijo Alberto. Ella lo enterró y descansó en su tristeza".
"Yo nunca busqué al rey", sentencia Albert Solá Jiménez, quien sostiene ser hijo natural de Juan Carlos de Borbón. "Vinieron a buscarme" cuando vivía en México porque su madre biológica supo que estaba vivo y quería conocerlo. Y, aunque ese encuentro no llegó a producirse, Solá empezó a hacerse preguntas y a indagar sobre sus orígenes. Solicitó por vía judicial acceder a su expediente de adopción. Su sorpresa fue mayúscula cuando un juez de Barcelona les recibió, a él y a su abogada, para hacer efectivo el acceso a la documentación y dijo en la sala, siempre según relata Solá: "¿Ya saben quién es el padre del señor? Juan Carlos de Borbón, rey de España".
Se quedó pasmado. De repente, empezó a cuadrar los entresijos de su vida "y pude poner cara a esa sensación que tenía siempre de que alguien mandaba sobre mi destino y que no podía identificar, pero que siempre percibía de una forma poderosa e indefinida". A su juicio, ese poder que dirigió su vida fue "la mano de Francisco Franco", ya que la familia de su madre biológica estaba muy relacionada con el franquismo, y, después, el conocimiento "de determinados poderes" de que podría ser hijo de Juan Carlos de Borbón. Es lo que afirma, y esa es su convicción.
Este viernes se hace efectiva la abdicación del rey Juan Carlos I, tras la publicación en el Boletín Oficial del Estado de la ley orgánica con la sucesión de Felipe VI. Y este viernes finaliza su inviolabilidad como jefe del Estado. El lunes, el abogado de Solá presentará un escrito de ampliación para que se tenga en cuenta esta nueva circunstancia.
La legislación no contempla cómo proceder ante la demanda de paternidad que presentó Solá en un juzgado de Madrid respecto al jefe del Estado, porque no existe tal regulación. Por ello, la jueza archivó el caso al mismo tiempo que fundó el archivo en la inviolabilidad del monarca.
Ahora, la reforma ‘exprés' que emprende el Gobierno ha creado el cauce para posibles demandas civiles que se presenten contra Juan Carlos de Borbón, el rey abdicado, quien estará aforado ante el Tribunal Supremo.
Solá recurrió el archivo de su demanda de paternidad presentada en octubre. La deliberación del recurso está prevista para el próximo 9 de septiembre por parte de la sección 24 de la Sala de lo Civil de la Audiencia de Madrid.
Por ello, el próximo lunes, 23 de junio, presentará un escrito de ampliación. Argumentará que ha ocurrido un hecho nuevo o noticia que afecta al pleito. En este caso, la abdicación. El artículo 286 de la Ley de Enjuiciamiento Civil permite presentar este escrito si se produce un hecho de relevancia antes de dictar sentencia.
Su abogado, Francisco Bueno Celdrán incide en que el derecho a la identidad forma parte de los derechos fundamentales de la persona. En caso de que persista la inviolabilidad porque la demanda se presentó cuando Juan Carlos de Borbón era jefe del Estado, solicitan exhumar el cadáver de su padre, Juan de Borbón, para practicar las pruebas de ADN pertinentes, ya que nunca reinó. Insiste, además, en que existe jurisprudencia de que la inviolabilidad no se extiende a la actuación privada del rey, sino al ejercicio de la jefatura del Estado y defiende que el caso no es "cosa juzgada" porque la jueza de primera instancia no entró en el fondo del asunto. Todos estos extremos deberán ser resueltos por la Audiencia.
"Yo sé cómo acabará todo: con un ‘sí' de él", concluye Solá en referencia a su supuesto padre biológico. De ser cierto, ese ‘sí' reconocería que él, Alberto Fernando Augusto, registrado como expósito en el Registro Civil en 1956 e inscrito en la Maternidad como hijo de Anna María Bach Ramón, es el primogénito de Juan Carlos de Borbón.

‘Siempre bajo presiones'

Albert Solá relata su vida con una mezcla de acento payés y deje mexicano. Porque, ya adulto, se trasladó a vivir a México donde residen sus dos hijas.
En un viaje a España, en 1988, acudió a la Casa de Maternidad de Barcelona, para conocer su expediente de adopción: quería saber quiénes eran sus padres. Se negaron a dárselo, porque tenía que solicitarlo por vía judicial. Un año después, le llamaron de la Maternidad: su madre había aparecido. Se ilusionó y comenzó a escribirla. Dos años después, su mujer recibió una llamada anónima: le dijeron que estaban siendo engañados, que esa mujer no era la madre biológica de Solá.
En 1998 Albert Solá contrató a una agencia de detectives. Y ahí se entera de que sus apellidos podrían ser Ramón Bach, porque en la Maternidad fue inscrito como Bach Ramón, pero un hábito de la época era darle la vuelta a los apellidos en los casos de hijos de madre soltera.
Regresó a España en el año 2000, citado por Javier U.R., un vecino de Guadalajara que contactó con él en México a través de conocidos. Dijo hablar en representación de su madre y que ella quería conocerlo. Solá llegó un 8 de agosto, se inscribió en el Hotel Plaza y esperó y esperó. Él comenzó a darle largas, y ella no contactó con él. En septiembre, se fue a vivir a casa de su madre adoptiva en Girona, a esperar noticias. Este señor contactó de nuevo con él y le confesó "que tenía mucha presión". Le citó en Pastrana y le exigió que fuera prudente. "Yo ni sabía dónde estaba Pastrana".
Allí llegó, le habló de nuevo de la "mucha presión que mucha gente" estaba ejerciendo sobre el caso, pero Solá no sacó nada más en limpio. Decidió cortar la relación con esta persona, porque creía que, nuevamente, estaba siendo engañando. "Compré un boleto de vuelta a México. Recibí entonces una llamada anónima que me dijo: ‘sabemos que usted quiere abandonar el país. Por su seguridad no lo haga'". La llamada se cortó.
Decidió quedarse en España y acceder por vía judicial a su expediente de adopción. Está formado por 42 documentos.
Cuando se destapó la posible paternidad, recibió un nuevo mensaje y sintió que su madre biológica corría peligro. "Me pidieron: ‘no le hagas daño, ella está de tu lado'... Sé que algún día la conoceré".
En el año 2012 una ciudadana belga, Ingrid Sartiau, contactó con él a través de Internet. También sostiene que es hija de Juan Carlos de Borbón, fruto de la relación del monarca con Liliane Sartiau en 1966.
Ambos se hicieron estudios de ADN con el genetista de la Universidad de Lovaina Jean-Jacques Cassiman. El resultado es que comparten un progenitor en una elevada probabilidad. [Se adjunta parte de la documentación del nacimiento de Albert Solá ]