martes, 13 de agosto de 2019

EL SOCIALISMO EN USA. ¡AY JESÚS, MARÍA, JOSÉ, PABLO (El Iglesias) Y PEDRO (El Sánchez)! ESTOS SOCIALISTAS USA ME LE VAN A DAR UNA SOFOQUINA A TRAN, TREN, TRIN, TRON O TRUMP



Estados Unidos

Un paso adelante del socialismo

Eric Blanc
Vientosur
10.08.2019 

El pasado fin de semana, más de un millar de activistas de todo el país se reunieron en Atlanta para protagonizar la asamblea más deliberativa de la izquierda radical desde hace generaciones. En el congreso nacional de Democratic Socialists of America hubo muchas disensiones, pero los delegados y delegadas salieron de allí con un plan muy claro para las próximas luchas.

Al igual que los delegados y delegadas al congreso nacional de Democratic Socialists of America 1/ (DSA), llegué a Atlanta muy esperanzado con respecto a nuestra organización. A pesar de mi optimismo, me preocupaba la cuestión de si lograríamos nuestros objetivos de un tirón durante el fin de semana. Todo el mundo reconoce ahora que el socialismo revive en EE UU, pero todo el mundo se pregunta, también, si nuestro recién nacido movimiento estará a la altura de los retos y las oportunidades que tenemos por delante.

Por fortuna, el congreso acabó marcando un importante avance para DSA y potencialmente para toda la gente que vive y trabaja en EE UU. A lo largo de tres intensas jornadas, a menudo plagadas de polémica y ocasionalmente estimulantes, la organización debatió y votó sobre sus prioridades organizativas y políticas de cara a los próximos dos años. No solo salimos con vida del fin de semana, sino que volvimos a casa cargados y cargadas de energía y con un sólido plan de batalla.

La democracia siempre es un barullo, y este congreso no fue una excepción. La jornada del viernes suscitó rápidamente debates sobre el orden del día, las normas de funcionamiento y los métodos de votación del congreso. Un sinfín de mociones de procedimiento demostró cuánto camino ha de recorrer todavía la cultura política de la izquierda estadounidense hasta que sea capaz de priorizar la organización colectiva sobre las opiniones individuales; también mostró que una amplia minoría desconfiaba de las estructuras nacionales de DSA y decidió pujar fuerte por la descentralización de la organización.

Más que unos pocos delegados frustrados se preguntaban el viernes por la noche en voz alta si el congreso podía fracasar a raíz de estas disputas procedimentales. Sin embargo, al día siguiente, las delegaciones empezaron a aprender y a apropiarse del proceso democrático. Así opinó más tarde la copresidenta Natasha Fernandez-Silber, de DSA Detroit: “Ha sido agotador; habría sido más fácil, desde luego, si hubiéramos funcionado de arriba abajo como las organizaciones benéficas o el Partido Demócrata. Pero debemos estar orgullosas de que DSA esté comprometida con la democracia real”.

El domingo, el congreso había aprobado una serie de decisiones políticas significativas que pueden permitir a DSA abordar el principal reto inmediato que tiene delante: ampliar una composición social relativamente limitada mediante el impulso de campañas masivas con el fin de echar raíces en la clase obrera multirracial. Hasta que tome cuerpo este tipo de implantación profunda, DSA seguirá reclutando principalmente a individuos que se acerquen de su propia iniciativa y que suelen ser desproporcionadamente blancos, hombres y de clase media.

El congreso aprobó resoluciones sobre una serie de cuestiones urgentes, incluida la profundización de la lucha de DSA por los derechos de las personas inmigrantes y la justicia habitacional, el acceso al aborto y la despenalización del trabajo sexual, el compromiso por la sanidad universal y el desarrollo de una infraestructura nacional para la educación política socialista. Uno de los raros votos unánimes fue el referido a declarar prioridad nacional de DSA un Green New Deal 2/ radical. Ante la catástrofe climática en ciernes, DSA se compromete a luchar por “descarbonizar todos los sectores de la economía estadounidense de aquí a 2030; democratizar el control de los principales sistemas y recursos energéticos declarándolos de propiedad pública, [y] centrar a la clase trabajadora en una transición justa a una economía respetuosa con las personas y el medio ambiente, con garantía de empleo y que expanda el sector público”.

Las delegaciones también profundizaron la orientación de DSA a favor del activismo en los centros de trabajo y en el movimiento obrero. Después de tratar durante décadas al movimiento sindical, en el mejor de los casos, como un buen movimiento entre muchos otros, finalmente la izquierda vuelve a situar al movimiento obrero en el centro de su estrategia anticapitalista. Tras la primera oleada de huelgas en generaciones –acciones en las que la militancia socialista ha desempeñado a menudo un papel crucial de liderazgo–, ante el pleno del congreso hablaron Sara Nelson, de la Asociación de Auxiliares de Vuelo (CWA); Cecily Myart-Cruz y Erika Alvarez, del sindicato de enseñantes de Los Ángeles, entre otras. Las resoluciones que propugnan que la militancia de DSA, dentro y fuera de los sindicatos, ayude a reconstruir el poder de clase y organizar a la gente no sindicada fueron aprobadas por amplia mayoría.

Hubo un debate más controvertido, tanto antes como durante el congreso, en torno a la propuesta de que DSA priorice la estrategia de base: centrarse estratégicamente en el desarrollo de líderes obreros combativos para reconstruir un poderoso movimiento sindical democrático de izquierda. La resolución, que entre otras muchas tácticas insta a los miembros de DSA a conseguir empleos en sectores estratégicos, se aprobó por una diferencia de 10 votos, siendo el resultado más ajustado de todo el fin de semana.

Las resoluciones sobre el trabajo electoral marcaron un giro definitivo a la izquierda. En un nuevo paso hacia el abandono del viejo compromiso de DSA con el mal menor, el congreso votó por que DSA se niegue a apoyar a cualquier candidato presidencial que no sea Bernie Sanders por parte del Partido Demócrata en 2020. Asimismo, el congreso concretó la política de apoyar únicamente, en todo el país, a los candidatos y candidatas que defiendan la lucha de clases y se presenten abiertamente como socialistas. Por primera vez, la organización se ha comprometido abiertamente a una ruptura sucia con el Partido Demócrata. Como explica la nueva política electoral nacional de la organización, “DSA se compromete a construir una organización política independiente del Partido Demócrata y sus donantes capitalistas… A largo plazo, nuestro objetivo es formar un partido obrero independiente, pero hoy por hoy esto no excluye que los candidatos y candidatas apoyadas por DSA se presenten tácticamente en las listas del Partido Demócrata”.

De lejos, la falla más profunda en el congreso tuvo que ver con la estructura organizativa. La afiliación a DSA ha crecido enormemente durante los últimos tres años, generando graves tensiones en una estructura y un aparato insuficientes. En la práctica, actualmente, DSA funciona como una confederación descentralizada de agrupaciones locales autónomas; las agrupaciones pequeñas y rurales, en particular, no han recibido el apoyo que necesitan.

Un número significativo de delegados centraron sus energías en una serie de propuestas de reestructuración radical con ánimo de perpetuar y profundizar al carácter descentralizado de DSA. Al final, no obstante, una sólida mayoría del congreso votó en contra de dichas propuestas y aprobó en su lugar una resolución sobre el apoyo a las agrupaciones pequeñas, escrita por miembros que preconizan la construcción de una organización nacional más fuerte. Asimismo, las elecciones al Comité Político Nacional dieron una clara mayoría a los candidatos comprometidos con la construcción de una organización más robusta, orientada a lo que el sindicalista Dave Pinkham, de DSA Austin, llama “campañas transformadoras hacia fuera”.

Aunque el pleno potencial de DSA está todavía por aprovechar, el congreso nacional de Atlanta ha marcado la magnitud de las apuestas: si queremos conseguir alguna vez que se apruebe el Green New Deal, la sanidad universal, la plena igualdad para las personas inmigrantes y las demás demandas transformadoras urgentes que asoman en el horizonte, necesitaremos que renazca una poderosa izquierda radical arraigada en una clase obrera combativa.

Cuando los y las participantes dieron por clausurado el congreso, el domingo por la tarde, poniéndose espontáneamente a cantar –Solidarity Forever, seguida de la Internacional–, me di cuenta de que el congreso nacional de DSA no podía haberse celebrado en un momento más oportuno. Por primera vez en décadas, la gente de EE UU está buscando activamente una alternativa al status quo capitalista. La clase trabajadora vuelve a protagonizar huelgas. El socialismo ya no es una palabra maldita en la mente de la juventud estadounidense (y de algunas personas mayores, tampoco), y la campaña presidencia de Bernie [Sanders] a lo largo de los próximos meses será la oportunidad para DSA de reclutar decenas de miles de militantes para luchar por un futuro socialista democrático.

Como explicó Sara Nelson en su emotivo discurso ante el pleno, “nos hallamos en medio de una crisis, pero esta es también nuestra oportunidad para cambiar el curso de la historia… si nos mantenemos unidas, no hay nada que no podamos hacer”.


Eric Blanc es militante de DSA y autor de Red State Revolt: The Teachers’ Strike Wave and Working-Class Politics (Verso Books, 2019).
Traducción: viento sur
Notas:
1/ Democratic Socialists of America es una corriente organizada dentro del Partido Demócrata. (ndt)
2/ El Green New Deal (nuevo contrato social verde) es un conjunto de propuestas políticas para ayudar a abordar el calentamiento global y la crisis financiera. (ndt)

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LA ECOLOGÍA Y EL MONDONGUEO DE LA ECOLOGÍA. QUE POR CIERTO, A PESAR DE LAS CÁTEDRAS, MINICÁTEDRAS, SUBCÁTEDRAS INVERSAS Y CONTRA CÁTEDRAS DE CÁTEDRAS DE ECOLOGÍA, Y TAL, LA ECOLOGÍA NO ES UNA CIENCIA (SINO UN COMPENDIO MAL AVERIGUADO DE RETAZOS DE OTRAS CIENCIAS, ALGUNAS DE LAS CUALES TAMPOCO SON CIENCIAS). A QUE SÍ, MI QUERIDO LECTOR?, PORQUE USTED SABE TAMBIÉN COMO YO, QUE DESDE QUE LEÍMOS A HANS MAGNUS ENZENSBERGER (PARA UNA CRÍTICA DE LA ECOLOGÍA POLÍTICA) ALLÁ POR LOS PRIMEROS AÑOS DE LA DÉCADA DE LOS SETENTA DEL SIGLO PASADO (HACE UN GUEVO DE DE TIEMPO DE ESTO, PORQUE NI CRISTO HABÍA NACIDO TODAVÍA, SALVO QUE ME FALLE LA MEMORIA) SABEMOS (Y LO SABEMOS PORQUE LO HEMSO LEÍDO, NO POR SER EXTRATERRESTRES DEMOCRÁTICOS) QUE LA ECOLOGÍA NO ES UNA CIENCIA. ¿Y AHORA QUÉ VAMOS A HACER CON TANTOS MALOS CUENTISTAS DE LA ECOLOGÍA DEL MERACUMBÉ QUE HA HABIDO Y HAY? TENEMOS UN PROBLEMA ECOLÓGICO AQUI DE PRIMERA MAGNITUD, PORQUE CÓMO VAN A DEVOLVER AHORA LA CANTIDAD DE MARISCO, CORDEROS ASADOS, PATATAS A LO POBRE..., QUE SE HABRÁN COMIDO Y LOS CAMIONES DE GARRAFONES DE VINO QUE SE HABRÁN BEBIDO A CUENTA DE LA ECOLOGÍA?



La evolución de la ideología climática (1)

DIARIO OCTUBRE / agosto 9, 2019




Juan Manuel Olarieta.— A lo largo de una historia milenaria, los seres humanos han sostenido percepciones contrapuestas sobre el clima de clara naturaleza ideológica, en donde se confundían de manera abigarrada numerosos conocimientos, doctrinas e hipótesis.

Hasta épocas muy recientes la humanidad no conoció las sutilezas actuales que diferencian el clima de la meteorología o el calor de la temperatura; ni siquiera sabía lo que era el calor, ni la luz, ni la combustión y, lo que es peor, las doctrinas al respecto eran erróneas.

Como es obvio, la evolución del clima sobre la Tierra a lo largo del tiempo no tiene nada que ver con la de su reflejo sobre el pensamiento humano. Las ideologías climáticas siguen el mito de la caverna de Platón: un recorrido que va de la “oscuridad” a la “luz” a medida de que la humanidad se libera de sus cadenas, hasta salir al exterior y conseguir, además, que “un exceso de luz” no acabe por deslumbrarnos, es decir, que unas cadenas no sustituyan a otras.

Cualquier ideología se afirma por oposición a sus contrarias, de donde surgen las diferentes corrientes históricas que en sus rasgos más generales se pueden resumir en tres.

Las corrientes idealistas consideran el clima como una obra de la creación del universo, al modo del Génesis: en un principio la Tierra estaba sumida en la “oscuridad” hasta que dios la iluminó… hasta cierto punto porque el resto quedó sumido en las tinieblas.

La religiones presentan a dios como luz y en el Éxodo aparece ante Moisés como una “zarza ardiente”. Además de luz, dios y los seres celestiales representan el calor, que es fuente de vida.

Por el contrario, un determinado tipo de materialismo, que podemos adscribir a Demócrito, considera el calor como una cosa, algo que en nada difiere de todas las demás cosas. El mundo material, es decir, todo el universo, se compone de los mismos átomos, uno de los cuales es el fuego, por lo que la luz y el calor tienen el mismo origen material que las demás cosas que integran el universo.

En una tercera línea podemos situar a Epicuro, una materialista de un tipo diferente al anterior, más avanzado, según expuso Marx en su primera obra. La diferencia entre uno y otro se resume en el “clinamen” o, en otras palabras, la contradicción, el cambio y la dialéctica, que también están presentes en los fenómenos físicos.

En el griego antiguo clima y clinamen forman parte de la misma familia semántica, junto a otras palabras como “inclinación” o “declinación” porque la humanidad siempre tuvo claro que el clima dependía del ángulo diferente con el que los rayos del Sol y otros astros luminosos impactaban en la Tierra, lo que a veces, se definió como su “alineamiento” o posición relativa de unos con otros.

Como dicho ángulo depende de la región geográfica del planeta, en cada una de ellas el clima es diferente. La consecuencia ideológica de ello es que, históricamente, la humanidad siempre vinculó el estudio del clima más al espacio que al tiempo.

Dado que la supervivencia de los seres humanos dependía de la agricultura, básicamente, y dado también que, a su vez, la agricultura dependía del clima, los aspectos económicos dependían de los naturales. El “buen tiempo” propiciaba buenas cosechas y el “mal tiempo” creaba dificultades de aprovisionamiento, lo que expresa el carácter ideológico de las doctrinas climáticas y seudoecologistas, en general, que van unidas a una teoría económica, e incluso una política económica.

La “buena” (o la “mala”) relación del hombre con la naturaleza, el salvajismo y la civilización, es uno de los tópicos más frecuentes en la historia del pensamiento humano, que ha desatado toda clase de pronunciamientos. No obstante, el desasarrollo progresivo de las fuerzas productivas ha independizado cada vez más al ser humano de la naturaleza, que ha ido adquiriendo un punto de vista cada vez más estético de la misma, así como un complejo de intruso dentro de ella, que irá a más en el futuro.

Las ideologías climáticas han tenido siempre un tono fatalista, de tal manera que a la humanidad no le cabía sino adoptar una posición pasiva: “aclimatarse” o adaptarse al clima del lugar.

Uno de los ejemplos más conocidos de la importancia que las ideologías han otorgado al clima es “El espíritu de las leyes” de Montesquieu, escrita a mediados del siglo XVIII, que estudia la dependencia de los diferentes regímenes políticos y sociales de las diferencias climáticas que se pueden observar en la Tierra. Los pueblos originarios de regiones cálidas “casi siempre” los ha convertido en esclavos, mientras que el coraje de los de climas fríos los ha mantenido libres. “Es un efecto que deriva de una causa natural”, escribía Montesquieu. Las causas naturales, podríamos concluir, producen efectos políticos, y también: los efectos políticos derivan de causas naturales.

Al fatalismo climático le acompañó siempre un dogmatismo absoluto: todas las hogueras se acaban apagando y lo mismo ocurrirá con el Sol y demás astros, por lo que la temperatura decenderá inexorablemente y el frío se extenderá acabando con la vida sobre este planeta.

Hasta hace muy poco tiempo, pues, los científicos defendieron la doctrina del enfriamiento climático con mucho más ardor del que ahora muestran al defender la contraria. La forma en que se producía el supuesto enfriamiento era lineal, de la misma manera errónea en que hoy se supone que se produce el calentamiento: cada año la temperatura batía sus propios registros y desciende -o sube- un poco más en todas partes al mismo tiempo.

La ruptura con la ideología dominante fue un camino tortuoso, balbuceante y lleno de paradojas. Hace 2.500 años, Teofrasto, un discípulo de Aristóteles, ya había llamado la atención sobre el “clinamen”: el clima actúa sobre la humanidad, pero la humanidad también reaciona sobre su entorno y es capaz de modificarlo.

Nadie hizo caso de aquel filósofo, entre otras razones por el escaso desarrollo de las fuerzas productivas. Sin embargo, cuando en el siglo XVIII las monarquías absolutas emprenden importantes obras públicas (canales, pantanos, carreteras, puentes), los ingenieros comienzan a desarrollar nuevas concepciones sobre lo que hoy llamaríamos estudios de “impacto ambiental”.

Aquellas primeras investigaciones sobre la “huella ecológica” extraen a los seres humanos de la naturaleza y contraponen a ambos en la forma ideológica que hoy se ha impuesto: lo artificial como enemigo de lo natural o destructor del entorno. La civilización es el pecado original, el progreso no existe porque estamos destruyendo el “paraíso terrenal”…

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!ESTA SÍ QUE ES BUENA¡ Y AHORA MISMO ME LA CHIVO Y SE LA CASCO AL SANTIAGO ABASCAL, AY, MI SANTIAGO. MIRA QUE TE DIGO, SANTIAGO: QUE EL REY PADRE DE CUANDO ESTABA ENTRE QUE SI ERA REY O NO ERA REY, SE UNIÓ A LOS INDEPENDENTISTA CATALES, Y PARA DEBILITAR A ESPAÑA, LE REGALÓ UN FORTUNÓN DE FOSFATOS ESPAÑOLES A LOS MOROS MISMOS DE LA MORERÍA QUE ESTABAN EN TERRITORIO ESPAÑOL EN EL SÁHARA (JATE SANTIAGO: MOROS, MORERÍA, INMIGRANTES, REY, DINERO, PODER,... CAPTAS?. Y PERDONA QUE TE HABLE EN CLAVE CORTIJERA, PORQUE ESTAS COSAS NO SE PUEDEN IR DICIENDO..., POR QUE FÍJATE SANTIAGO, EL HIJOPUTA ESTE QUE ECHA A REGALAR LOS FOSFATOS AL PRIMER MORO QUE PASA POR LA CALLE PARA QUITARME A MI LOS FOSFATOS CON LA FALTITA QUE ME HACEN PARA DOS MACETAS QUE TENGO) QUE TE DIGO ESTO, Y NO ME LO TOMES A MAL QUE NO QUIERO QUITARTE EL PODER, SANTIAGUITO, PA QUE ME LOS VAYAS ENDEREZANDO HASTA QUE LLEGUE YO



Estados Unidos descubre el papel de Juan Carlos de Borbón en la entrega del Sáhara Occidental a Marruecos

REBELIÓN

Diario16
12.08.2019



Documentos desclasificados por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de los Estados Unidos destapan el papel que jugó Juan Carlos de Borbón en la entrega a Marruecos del Sáhara Occidental




Un informe jurídico de Naciones Unidas ratifica el hecho de que el Sáhara Occidental no está administrado por Marruecos, sino que la potencia administradora es España. Por tanto, según la ONU, ¿está Marruecos ocupando territorio español? Pueden consultar el informe AQUÍ


El Reino de España, con su Jefe del Estado a la cabeza, tiene una responsabilidad con el Sáhara Occidental que va más allá de lo sentimental porque, legalmente, el territorio continúa perteneciendo a España y no a Marruecos. Hay un aspecto que en nuestro país se ha pasado por alto: la ONU declaró nulos los Acuerdos de Madrid de 1.975 firmados por Juan Carlos de Borbón por los que se cedía la administración del Sáhara a Marruecos y Mauritania. Esta nulidad es la que provoca que el territorio se encuentre aún entre los dieciséis territorios no autónomos supervisados por el Comité Especial de Descolonización de la ONU.


Sin embargo, la responsabilidad de España en la entrega a Marruecos del Sáhara Occidental va más allá. El medio ecsaharaui.com ha estudiado los documentos desclasificados por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de los Estados Unidos en los que se destapa el papel que jugó Juan Carlos de Borbón en un hecho contrario al derecho internacional. La decisión adoptada por la CIA de desclasificar casi un millón de documentos ha permitido conocer muchos aspectos de este hecho.

En el año 1979 Marruecos estaba perdiendo la guerra contra el Frente Polisario hasta que varios países, entre ellos España, decidieron ayudar a Hassan II: Estados Unidos, Francia, España y Arabía Saudí. Todo esto fue posible gracias a las buenas relaciones del rey marroquí con Henry Kissinger, consejero de seguridad nacional de los Estados Unidos y con los Saud de Arabia Saudí.


Según El Confidencial Saharaui, en agosto de 1975, el Departamento de Estado de Estados Unidos aprobó un proyecto secreto de la CIA y financiado por Arabia Saudí para arrebatar el Sáhara Occidental a España. En medio de la Guerra Fría, el territorio era vital desde un punto de vista geoestratégico y, sobre todo, por los recursos naturales de los que dispone. En octubre del mismo año, la inteligencia militar española informó a Franco del plan de los Estados Unidos.


Una vez que Hassan II anunció la Marcha Verde, tras rechazar el Tribunal de Justicia de la ONU las pretensiones de Marruecos sobre el Sáhara, Juan Carlos de Borbón, aún príncipe pero heredero del dictador, se negó a aceptar una nueva Jefatura del Estado interina porque, entre otras cosas, pretendía tener poderes absolutos sobre el Sáhara.


Tras el fallido viaje de José Solís a Rabat, donde no pudo frenar la Marcha Verde, Juan Carlos de Borbón se hizo cargo de la Jefatura del Estado. Se mostró preocupado por la situación del Sáhara, sobre todo porque aún estaba demasiado reciente la Revolución de los Claveles portuguesa y no quería que algo parecido sucediera tras la muerte de Franco.


En su primer Consejo de Ministros, Juan Carlos de Borbón manifestó su intención de ponerse al frente de la situación del Sáhara, pero no informa al Gobierno de Arias Navarro de que había enviado a Washington a Manual Prado y Colón de Carvajal para hablar con Henry Kissinger e intentar evitar una guerra colonial que podría traducirse en una revolución por la que perdiera su corona. Según El Confidencial Saharaui, Kissinger aceptó mediar con Hassan II y se firmó un pacto secreto por el que Juan Carlos de Borbón entregaría el Sáhara a Marruecos a cambio del total apoyo político de los Estados Unidos a su Jefatura de Estado.


Tras la Marcha Verde, el 12 de noviembre de 1975 se produjo la Declaración de Madrid por la que se entregó el Sáhara a Marruecos y Mauritania.


De todo este proceso, controlado por la CIA y el Departamento de Estado de los Estados Unidos, nadie supo nada. Juan Carlos de Borbón movió los hilos a través de sus hombres de confianza.


Desde el año 1979 Marruecos ocupa y administra el territorio a pesar de no figurar como potencia administradora en la lista de la ONU, ya que Naciones Unidas jamás lo ha considerado como tal. Así quedó establecido en el año 2002 por un informe jurídico firmado por Hans Corell, secretario general adjunto de Asuntos Jurídicos de Naciones Unidas. Por tanto, el Sáhara Occidental sigue siendo territorio español. Legalmente y en base al derecho internacional España es la potencia administradora y, por tanto, está permitiendo que una nación extranjera ocupe ilegalmente el territorio.

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SIN LA PARTICIPACIÓN DIRECTA DE LOS TRABAJADRES EN SUS ASUNTOS, QUIERE USTED ARREGLARLES LOS PROBLEMAS? ME SUENA ESTO A QUE LOS ELEFANTES NI VUELAN NI NO VUELAN SINO TODO LO CONTRARIO O COSA DE DEMOCRACIA SUSTITUTIVA



¿Con quién quiere gobernar Pedro Sánchez? 

Pepe Aguza
Tercerainformación
12/08/2019 




Moliére: El ávaro 
 Moliére: El ávaro

Después de más de cien días desde las pasadas Elecciones Generales, el fracasado Presidente en funciones, Pedro Sánchez, vuelve a burlarse de todos los españoles marchándose de vacaciones, sin haber resuelto el problema de la formación de Gobierno, después de haber forzado la imposibilidad de un pacto que permitiera una Administración estable, progresista y social.

Tras haberse beneficiado en el pasado del apoyo ofrecido por Izquierda Unida y Podemos, para lograr la moción de censura contra Rajoy y de la precampaña electoral, llegado el momento, el personalismo y prepotencia del Sr. Pedro Sánchez impidió cualquier posibilidad de gobierno de izquierdas en nuestro país.

¿Este es el Partido que se considera socialista? ¿Acaso escucha a sus bases? ¿Merecen los socialistas un dirigente de este talante?

La repercusión de su ineptitud, despotismo y bandazos ideológicos, están llevando al país a un estado de decepción y agotamiento preocupantes y si considera que provocar nuevas elecciones en Noviembre obtendría los resultados de las pasadas, se equivoca totalmente: los ciudadanos están cansados y desmotivados por tanta falsedad y la abstención sería con toda seguridad abrumadora. El cuento del “voto útil, que viene la derecha” ya no cuela.

Por otra parte, las consecuencias materiales y económicas que esta situación están produciendo en el país, son alarmantes para las Administraciones Autonómicas o Locales, aparte del gasto financiero que supondría la repetición de nuevas elecciones a costa de las arcas del Estado, o sea de nuestros impuestos.

¿Cómo se puede mantener tan elevado número de parlamentarios que son incapaces de ponerse de acuerdo para gobernar?. Otros países de nuestro entorno europeo con mayor población, tienen bastantes menos representantes en proporción y con sus diferencias son capaces de adoptar medidas y gobernar y su gestión es tan eficaz o más que la española, además de salarios más razonables … y ya que hablamos de salarios: es inmoral e indecente las retribuciones de que gozan así como de sus aumentos (en muchos casos, para eso sí hay unanimidad, hasta del 40 %), frente a las ridículas subidas salariales de los trabajadores, empleados públicos o los míseros incrementos de las pensiones (0´25 %).

Mientras en distintas Comunidades se ha podido llegar a todo tipo de consensos para conformar Gobiernos entre todas las formaciones e ideologías, ¿qué le impide a este déspota confluir para dar estabilidad al País?.

La mayoría de las fuerzas sociales, empresariales y culturales, están en contra de la celebración de nuevas elecciones, piden el diálogo y propuestas para formar Gobierno, ¿qué le hace sentir tanto reparo para acordar programas?

¿Porqué en vez de sentarse con los Partidos y grupos políticos, se dedica a “marear la perdiz”, reuniéndose con agentes sociales y asociaciones?.

¿Acaso pretende enmascarar su impotencia y preparar el terreno a unas nuevas elecciones?
Después de haber escuchado los argumentos de colectivos, agentes sociales y asociaciones culturales, parece que elaborará una nueva propuesta, que según él dice progresista y social para optar a la ansiada investidura, ¿porqué eso no lo ha hecho con quienes le ofrecían la mano para gobernar?. La decisión de aplazar la ronda de contactos con los partidos políticos, tras sus “inmerecidas” vacaciones hasta el final de agosto, en que volverá a proponer un nuevo programa, como siempre improvisando según “la dirección del viento que sople a su favor”, demuestra su incompetencia e ineptitud y la poca fiabilidad de cara a la consecución de un gobierno estable.

A ver si es posible, que por una vez, tenga una decisión firme y coherente en la negociación de propuestas progresistas y de izquierdas con Unidas Podemos y los grupos que en el pasado propiciaron la moción de censura y que le permitió alzarse con el poder. Hay que ser agradecidos con quienes fueron sus adalides. No se puede pedir arrimar el hombro para tirar del carro, mientras uno va sentado tranquilamente en él.

A veces en todas mis cábalas, me pregunto si todo este espectáculo no esté respondiendo a algún tipo de recomendación por la social democracia y sus socios europeos, para impedir un gobierno de izquierdas en España, que pueda obstaculizar los proyectos de la Unión Europea o incluso los intereses de la gran patronal, la banca o la Iglesia.

* Colectivo Prometeo.


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