jueves, 13 de marzo de 2008

AL PAN HAY QUE LLAMARLE PAN

Los Señores feudales modernos, los que cada vez nos hacen mas siervos del capital y del orden de valores en el que se asienta el sistema, haciéndonos por ello cada vez menos libres y menos personas, por una parte crean el problema: eso que han dado en llamar crisis financiera, cuando en realidad no es más que otra evidencia de la inviabilidad social del sistema capitalista, y por otra, que para eso son los Señores del feudalismo moderno con nuestro consentimiento “democrático,” que arreglemos sus destrozos en los que no tenemos ni arte ni parte, puesto que no decidimos ni participamos realmente en ninguna decisión, salvo la de dejarnos manejar y dar por bueno lo que vemos todos los días que nos perjudica.

Para arreglar los platos rotos, los que ellos han roto, nos proponen dos soluciones. Una, que nosotros sigamos con lo nuestro: trabajando cada vez más para vivir peor y, sin levantar la voz, salvo para darles vítores cuando ellos nos lo pidan y, otra: ellos seguirán como hasta la fecha: jugando con las inmensas masas de capitales que crea el trabajo y del que se apropian para mantener sus posiciones de privilegio social, económico y político, contrarios a los de la inmensa mayoría de la sociedad, por tanto, antisociales.

Que el gallinero no se alborote. Sobre todo que no se alborote, y para ello, los causantes del destrozo necesitan más dinero: determinadas empresas y bancos, y así, los bancos centrales de USA y Unión Europea (Fed y Banco Central Europeo), que en realidad son los verdaderos responsables del destrozo, ponen a disposición de las mismas zorras que guardan el gallinero (pero que se ponen hasta los ojos de comer gallinas) desde Agosto del año pasado 124.000 millones de dólares y 124.000 millones de euros respectivamente, para que las guarden mejor, o sea, para que se coman más y mejor. Y no sólo eso, sino que los mismo bancos centrales han acordado este mismo mes de Marzo poner a disposición de los mismos guarda gallinas (come gallinas) otros 200.000 millones de dólares y 15.000 millones de euros

Una de imaginación. ¿Imagina el lector qué podrían suponer todas esas cifras administradas por unos gobiernos que administraran democráticamente todos los recursos de la sociedad, en función de los intereses de la sociedad, y no en función de los intereses de cuatro desgarra mantas empresarios y banqueros?

Pero el olmo no da peras, y antes de ponerse a imaginar, para que lo imaginado no se quede en una simple diarrea mental, hace falta tomar conciencia de la existencia de la propia vida y del momento histórico que se vive, ¡que eso si que es difícil!
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