domingo, 24 de octubre de 2010

RADIOGRAFIANDO LA MOLIENDA DEL NUEVO GOBIERNO ZAPATERO, EL FLAMANTE MINISTRO DE TRABAJO

EL FLAMANTE MINISTRO DE TRABAJO (¡SALUD, QUE PARO NO FALTARÁ!)
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(En el centro de la foto: el flamante ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, como si seriese trabajador y sindicalista en la manifestación que organizó UGT contra la reforma laboral de Zapatero, a la que se va a aplicar el susodicho ministro flamante de Zapatero)

Hasta su nombramiento como ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, ha sido analista en el Instituto Universitario Ortega y Gasset (ya he dicho que de ignorante no se le puede acusar al ministro, de cosas peores quizás, pero de ignorante no). Posee una dilatada experiencia en el Gabinete Técnico de UGT, central sindical que junto a CCOO ha tenido que ver mucho en el estado en que ha quedado la reforma laboral de Zapatero pactada con su gobierno y la gran patronal, a pesar de las pataletas de cara a la galería que ha organizado contra esa misma reforma laboral.
Ha sido también asesor del ministerio de Trabajo cuando reinaba en el reino de Rey el caza ratones Felipe González que pasaba por ser socialista; Secretario de Empleo con el primer gobierno de Zapatero y redactor del programa electoral junto Caldera, brazo derecho de la política de derecha solapada de Zapatero.
Como adorno chipiripitifláutico ideológico del ministro de Trabajo Valeriano Gómez, cabe decir que asistió a la manifestación de 29-S de UGT. para que lo viera el personal y darse pote de sindicalista.
Que sabe Valeriano Gómez más que los ratones coloraos está fuera de duda. Lo dudoso es ver lo que ha tenido de positivo para las clases trabajadores ese saber suyo. Y lo que vaya a tener de positivo para los trabajadores ese mismo saber ya lo podemos ir suponiendo (¡manos arriba, es es un atraco!), por cuanto que ya se ha dejado caer el hombre diciendo (a pesar de su asistencia a la manifestación de UGT contra la reforma laboral de Zapatero) que no se sentirá nada incomodo en el marco de la reforma laboral Zapatero.
En fin, chiquets, que mala ulor se me da en las narices el Valeriano Gómez este. Para los grandes capitales no. Para los grandes capitales este Valeriano Gómez es mucho gueno.

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