lunes, 22 de enero de 2024

¿Se acuerdan de Pablo Casado, el que fuera líder del PP? [Que me entere yo, que no es por nada más, que yo solo soy un currante-currantis-jubilín-jubilón-jubilata, o sea, trabajador, y que no me meto en política, oiga, quesoesmucomplicao, que yo no soy de aquí ni allá y tengo edad…, y eso del porvenir, cuálo es? ¿De eso de los Pastos y Pastizales de la Toledo, donde se nos roban las dineralas de las pensiones a los trabajadores en general, coroneles, tenientes coroneles, comandantes, capitanes, aceitera, aceitera, aceitera, hasta llegar al jubilado, ¿van algunos camiones cargados de paquetes de millones a la negocibula de los fondos de inversiones buitres, chorlitos y otras pajarerias? Pues eso es lo que digo, nada más]

 

¿Se acuerdan de Pablo Casado, el que fuera líder del PP?

¿Para qué gobernar si me muevo en el poder?

INSURGENTE.ORG / 22.01.2024


Pablo Casado, expresidente del Partido Popular (PP), y Ricardo Gómez-Acebo Botín, sobrino de Ana Botín, se han aliado junto a Joaquín Ortiz Escobar (exasesor del Gabinete del Ministro de Defensa) y José Antonio Bartrina (director general de Argos Defensa) para lanzar un fondo de capital riesgo de 150 millones que invertirá, principalmente, en defensa e inteligencia artificial tras obtener el visto bueno de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Lo hace así tras abandonar la política, tal y como adelantó El Confidencial, ya que en su momento era incompatible.

El fondo de capital riesgo, bautizado como Hyperion Funds, está enfocado en los ámbitos aeroespacial, de ciberseguridad e inteligencia artificial, y de defensa de doble uso (excluyendo armas y equipamiento letal en cumplimiento del artículo 8 SFDR ESG).

El artilugio del Estado palestino independiente

 

El artilugio del Estado palestino independiente

 

Por Ignacio Gutiérrez de Terán Gómez-Benita

REBELION

 | 22/01/2024 | Palestina y Oriente Próximo

 


Fuentes: El Salto [Foto: Mapa de la Palestina histórica]


Un Estado para los palestinos como el que pueda haber en cualquier parte supondría la sentencia de muerte para el ideario sionista clásico. La solución de los dos Estados pertenece al terreno del ilusionismo político.

A lo largo de estos cien días ya de atrocidades israelíes en Gaza, uno de los principales argumentos —peculiares, como casi todo en el decálogo de la política exterior estadounidense para Oriente Medio— gira en torno a la “solución del Estado Palestino”. Así, en mayúsculas, porque lo enarbolan como el bálsamo de Fierabrás que habrá de poner fin a la “problemática” cuestión palestina y consolidar la “Paz”, también con letra capital. El comienzo de un nuevo texto, grandioso, para Oriente Medio, a lo grande: Estado, Paz, Estabilidad, Bonanza Económica, Libre Comercio en la Región, Coexistencia Pacífica, etc. El problema está en que el recurso al “Estado palestino” no deja de ser una forma de desviar el foco del asunto que hoy debería recabar la máxima atención: la barbarie, la sinrazón, la destrucción desatadas por el régimen de Tel Aviv en Gaza y los esfuerzos desplegados por los sectores más extremistas del Gobierno, el ejército y la sociedad israelíes por lograr uno de sus mayores anhelos, a saber, la expulsión del mayor número posible de palestinos.

La meta es desterrarlos de Cisjordania, que es lo que verdaderamente interesa al proyecto colonizador sionista; pero si se quitan de en medio unos cuantos cientos de miles en Gaza también les vale. Por lo pronto, entre muertos, desaparecidos y familias, heridos o desplazados que han conseguido salir de la Franja, y que muy probablemente ya no volverán jamás, van camino de los 50.000.

El relato sobre el Estado palestino se ha convertido en la cuestión fundamental que Antony Blinken, Lloyd Austin —antes de su ingreso en el hospital—, John Kirby y una nutrida lista de representantes estadounidenses “dicen” abordar en sus interlocuciones con los líderes árabes. Intentan convencerlos de que para “el día después”, que nadie sabe cuándo será habida cuenta de la fiera y organizada resistencia de las milicias palestinas, tendremos una nueva conferencia de paz y avances políticos que ellos, los líderes árabes dispuestos a la paz con Israel, puedan presentar ante su opinión pública.

Algunos del Golfo, como los emiratíes o los bahreiníes, que ya tienen acuerdos de paz con Israel, o los saudíes, que estaban preparándolos antes de la gran explosión del 7 de octubre, desean, tanto o más que el régimen de Tel Aviv mismo, acabar con Hamás y todas las facciones islamistas hostiles al modelo político y económico —un islam neoliberal en lo económico, autoritario en lo político— que, sobre todo, representa Arabia Saudí.

El problema es que no lo pueden decir a las claras, aunque a determinados dirigentes emiratíes, muy locuaces, se les nota con gran facilidad. Los círculos políticos israelíes destacan de vez en cuando que las potencias del Golfo piden —exigen— que en ningún caso se ponga fin a la operación de castigo colectivo en la Franja sin asegurarse antes de que Hamás haya perdido por completo su capacidad operativa; el propio primer ministro y criminal de guerra inconfeso, Benjamín Netanyahu, decía a principios de diciembre que los saudíes y los emiratíes estaban dispuestos a costear la reconstrucción de Gaza.

Tanto Riad como Abu Dhabi se abstuvieron de confirmar el anuncio, pero, y esto lo sabe cualquiera que siga la política regional árabe, unos y otros están más cerca hoy de las tesis estadounidenses-israelíes que de la defensa de las reclamaciones legítimas palestinas. Pero han de cubrir el expediente; y aunque cada vez actúan con más descaro, el Estado palestino independiente les serviría para justificar la aceptación incondicional del plan estadounidense para Oriente Medio. Llama la atención, en cualquier caso, que estos planes los suelen hablar entre ellos, dirigentes estadounidenses, israelíes y árabes de la zona, sin que haya presencia notable de interlocutores palestinos, en especial de los gazatíes. Ya se lo intentarán dar mascado, sin permitir ningún tipo de rechazo.

El problema está en que el plan ya lo han vendido varias veces; en buena medida, nos hallamos en esta situación hoy, en el contexto de la ofensiva más brutal y despiadada contra la población palestina desde 1948, gracias al fracaso de los acuerdos de paz firmados desde el fin de la primera Intifada a principios de los 90. Fracasaron porque partían de la prioridad de proteger los intereses del Estado israelí por encima de cualquier otra consideración y reducir al máximo las concesiones a los palestinos.

Estos, debido a la inoperancia, venalidad y egocentrismo de sus representantes, como bien relata Edward Said en sus escritos, desesperados, sobre el desastre de negociaciones como las del Proceso de Oslo —léase, por ejemplo, Gaza y Jericó. Pax Americana—, no supieron, o no les importó, conceder el sistema autonómico adulterado que desembocó en la Autoridad Nacional Palestina y en un delirante sistema de territorios A, B y C en los que los palestinos se convertían en rehenes de su propia demarcación, sometidos a los imperativos de seguridad de las fuerzas ocupantes y las necesidades de las colonias, en continua expansión desde entonces a pesar de estos acuerdos de paz.

Pero los estadounidenses, la mayor parte de las elites políticas árabes, autoritarias y mendaces, y, por desgracia, la propia Autoridad Nacional Palestina en Ramala, cuyos dirigentes harían cualquier cosa por mantener su ficción de poder e importancia política, necesitan este tipo de discursos. No se puede destruir un territorio de 360 kilómetros cuadrados y condenar a cientos de miles de personas al hambre, el frío y la desposesión sin vender la idea de que “todo esto se va a arreglar” cuando termine la guerra.

Sin embargo, los dirigentes israelíes actuales no comulgan con ningún proyecto de Estado palestino y, para desesperación de sus valedores estadounidenses, lo pregonan sin ningún rubor. Al presidente Biden le habría gustado lidiar en esta crisis con una elite política sionista más presentable y sutil, como la que representaban facinerosos de apariencia impoluta como Ben Gurion o Golda Meier, por ejemplo; no obstante, se ha topado con elementos del jaez de Bezalel Smotrich o Ben-Gvir, ministros actuales en el gabinete de Netanyahu. Estos, representantes del sionismo religioso, refractarios a cualquier tipo de ideología secularizadora y partidarios del discurso bíblico más apocalíptico, consideran que la única forma de asegurar un futuro próspero para Eretz Yisra’el (La tierra de Israel) pasa por expulsar a los palestinos. Lógico: saben que el sionista es un proyecto ante todo colonizador, supremacista y expansionista.

Por ello, propuestas que den lugar a “aventuras” como la Autoridad Nacional Palestina o el supuesto autogobierno suponen una aberración, por mucho que, en esencia, estén en las antípodas de un verdadero Estado palestino. Pero el sionismo siempre ha sobrevivido en la hipérbole, en la exageración victimista de los supuestos peligros que supone dar casi nada a los habitantes originarios de Palestina. Bueno, eso de originarios es un decir: Smotrich, ministro de Finanzas, suele decir que los auténticos palestinos son él y los suyos. Los palestinos “otros” son unos impostores, advenedizos, nómadas beduinos —qué pesados se ponen los nazisionistas con eso de que los palestinos son árabes que, como todos los demás, pueden vivir en cualquier parte del desierto—. Lo curioso es que la familia de Smotrich, con ese apellido tan eslavo, procede al igual que una muy buena parte de la población judía de la Palestina ocupada, de territorios lejanos y extraños.

En definitiva, los estadounidenses y buena parte de los simpatizantes occidentales del sionismo internacional muestran signos de abatimiento. La opinión pública internacional está reaccionando, según pasan los días, con mayor irritación ante el horror de las matanzas de civiles gazatíes; las hordas ocupantes se ven zarandeadas por un hatajo de milicianos que salen de sus guaridas con bazookas y lanzagranadas en chanclas y pantalón de chándal y, para colmo, los sudafricanos lanzan una causa internacional por genocidio, término utilizado ya por numerosos sectores para referirse a esta carnicería.

Nunca antes la posición internacional del sionismo había sido tan delicada. Para cualquier persona con sentido común lo que está haciendo la jauría que gobierna Tel Aviv habría sido motivo suficiente, desde hace meses, para armar un embargo internacional y una ristra de sanciones determinantes. Pero Israel es otra cosa y, teniendo en cuenta lo que estamos viendo hoy por hoy, su situación, por cuestionada e inestable, resulta inédita.

Por ello, los estadounidenses y asociados están forzando conflictos bélicos como el iniciado en la segunda semana de enero contra los huzíes en Yemen; o tratan de amplificar el efecto de los ataques de milicias islamistas en Iraq y Siria hablando de una escalada bélica en ciernes. Hay que desviar la atención tanto de las atrocidades israelíes como de los fracasos de sus fuerzas de ocupación, y mantener a la gente ocupada con otras cosas. Como el Estado palestino. Ya en 2020, la Administración de Donald Trump aireó su propuesta particular al respecto, para incentivar, una vez más, los acuerdos de paz araboisraelíes. Naciones Unidas también invitó en sus reuniones de la Asamblea General a ir por esta línea. 

Nadie, empero, sabe en qué consiste este Estado palestino porque, de nuevo, los presupuestos de la teoría política saltan por los aires cuando Israel está de por medio. Es decir, un Estado palestino debería tener fronteras delimitadas y seguras, soberanía plena dentro de las mismas, independencia económica, fuerzas armadas propias y, en definitiva, todos los elementos que confieren la identidad que cualquier persona sensata supondría en un estado “normal”. Pero los confusos enunciados de Washington y sus aliados occidentales y árabes no hablan de erradicar los asentamientos ni del reconocimiento del derecho al retorno de los millones de refugiados y desplazados palestinos ni de un ejército propio ni una economía basada en la explotación y administración de los recursos propios.

Un Estado para los palestinos como el que pueda haber en cualquier parte supondría la sentencia de muerte para el ideario sionista clásico. En opinión de sus partidarios menos radicales, lo máximo a lo que se puede llegar es a algo parecido a lo que tenemos hoy con la Autoridad Nacional Palestina en Cisjordania, o el “caos controlado” en Gaza desde el bloqueo impuesto en 2007: una entidad que no controla absolutamente nada verdaderamente importante, sin fuerzas armadas ni aeropuertos ni capacidad para decidir quién sale o entra de su territorio, privada de jurisdicción sobre los asentamientos ni de control sobre las conexiones terrestres entre ellos.

Unos asentamientos que, por supuesto, se quedarían donde están. Por no poder, no pueden ni disponer del dinero recaudado por los impuestos pagados por los contribuyentes o incluso las ayudas procedentes del exterior. El régimen de Tel Aviv, como ha hecho recientemente, puede retener estas cantidades, siempre con el argumento incuestionable del derecho a la autodefensa, en este caso para evitar la financiación de grupos armados o cualquier actividad hostil a la ocupación.

He ahí la propuesta de eso que rimbombantemente llaman “de los dos Estados”. Una nueva añagaza con visos de mantener el conflicto enquistado durante tiempo indefinido. No es mala solución para las elites sionistas, acostumbradas a pescar en río revuelo y revertir crisis pasadas en su beneficio, como ocurrió con el día después de las dos intifadas (1987 y 2000). Entonces, la conmoción política y militar derivada de ambas revueltas populares se canalizó en procesos de negociación internacionales en los que la presión de Washington y aliados dieron lugar a tratados desastrosos para cualquier proyecto nacional palestino. Hoy se les está acabando el tiempo. Y muchos, incluso entre los aliados occidentales del régimen de Tel Aviv, se preguntan si mantener una estructura colonial tan anacrónica y, a la postre, inefectiva en Oriente Medio no está comenzando a resultar fastidiosa.

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Argentina. Las fuerzas de seguridad mataron a 32 personas en los primeros 35 días de gobierno de Javier Milei

 


Argentina. Las fuerzas de seguridad mataron a 32 personas en los primeros 35 días de gobierno de Javier Milei


Publicado el 22 de enero de 2024 / Por Prensa

KAOSENLARED

 

La organización CORREPI, encabezada por la abogada María del Carmen Verdú, señaló además que hubo al menos 12 casos de gatillo fácil. La violencia institucional va creciendo, avalada por medidas oficiales.


Por: Federico Trofelli

La Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI) dio a conocer esta semana que en los primeros 35 días de gobierno de Javier Milei, las fuerzas de seguridad mataron a 32 personas, de las cuales 12 fueron víctimas de gatillo fácil. La lista se completa con 16 muertes en cárceles o comisarías, 1 “femicidio de uniforme” y 3 asesinatos intrafamiliares.

“Estas 32 muertes a manos del aparato estatal son apenas los casos de los que nos enteramos por los medios o por consulta directa, lo que indica que cuando hagamos la búsqueda sistemática del año, resultarán muchos más”, indicó a Tiempo la referente de la CORREPI, la abogada María del Carmen Verdú, quien aclaró que todavía están terminando de enumerar los episodios de 2023.

De todas maneras, “estos números impactantes ya indican una tendencia que sólo se explica a partir de las decisiones e iniciativas ya encaradas por el gobierno desde el 10 de diciembre pasado”, razonó la abogada, que individualizó dos posibles explicaciones.

Por un lado, “la decisión de trasladar el Servicio Penitenciario Federal de la órbita del ministerio de Justicia a la del ministerio de Seguridad y por el otro la iniciativa de “legitimar el gatillo fácil como política natural de intervención de las Fuerzas de Seguridad contenida en la Ley Ómnibus garantizando su total impunidad, al punto que las familias de personas fusiladas desarmadas o por la espalda no tendrán derecho a reclamar judicialmente juicio y castigo”, graficó la referente de la organización.

De hecho, Tiempo publicó esta semana el caso de un policía de la Bonaerense que fue detenido tras matar a un joven ladrón de 14 años y herir a otro de 19 en medio de un intento de robo. Se cree que el agente, que estaba de civil, le disparó al adolescente desarmado por la espalda cuando huía. De ser aprobada la Ley Ómnibus tal como está prevista, probablemente el acusado nunca habría estado preso.

Hoy está acusado de exceso en legítima defensa, mientras que el proyecto de la mega norma propone algunos cambios en el Artículo 34 del Código Penal que estipula que no será punible “el que obrare en cumplimiento del deber o en el legítimo ejercicio de su derecho, autoridad o cargo; en cuyo caso, la proporcionalidad del medio empleado debe ser siempre interpretada en favor de quien obra en cumplimiento de su deber o en el legítimo ejercicio de su derecho, autoridad o cargo.

La Matanza encabeza la cifra

Este medio pudo acceder a la lista que maneja la CORREPI. De la fría estadística, se desprende que hubo un caso en José León Suárez, en San Martínocho en La Matanza (tres en Villa Luzuriaga, otros tres en Isidro Casanova y dos en San Justo); dos en Bernal, en Quilmes; uno en La Calera, Córdoba; tres en Batán, General Pueyrredón; uno en Corrientes; uno en Florencio Varela; uno en Esquel, Chubut; dos en Ezeiza; uno en La Plata; uno en Campana; dos en Ciudad de Buenos Aires; uno en Saavedra, provincia de Buenos Aires; uno en Villa Urquiza, San Miguel de Tucumán; uno en Resistencia, Chaco; uno en la ciudad de Mendoza; tres en Chascomús; y un femicidio en Presidencia de la Plaza, Chaco.

En todos estos episodios actuaron integrantes de diferentes fuerzas de seguridad como la Policía de la Ciudad, la Bonaerense y otras policías provinciales. Además, estaban tanto de servicio como de civil y la gran mayoría de los casos ocurrieron en ocasión de robo.

“No podemos permitir que esta política represiva avance más todavía. Debemos enfrentar este intento de imponer un estado de excepción con suspensión de derechos y garantías con unidad, organización y lucha”, concluyó Verdú.

 

Fuente: Tiempo Argentino

* Imagen: Comisión Provincial por la Memoria

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Podemos tras la ruptura con Sumar

 


Podemos tras la ruptura con Sumar

 

José M. Torres, militante de Podemos  

HOJAS DE DEBATE

 20 de enero de 2024  

El posicionamiento de Ione Belarra, manifestado en el acto del Palacio de la Prensa representa un valor de importancia política, por la firmeza en calificar como “genocidio” la agresión contra el pueblo palestino, su oposición a la carrera armamentística,  el rechazo al envío de armas a Ucrania y la no adscripción al social-liberalismo.

El acto había sido convocado en el Palacio de la Prensa el 16 de diciembre de 2023, para evaluar el grado de apoyo y afección de la militancia a su dirección política después de la cruda decisión de romper con Sumar, escenificada el 5 de diciembre anterior, al acordar el traspaso de sus cinco diputadas al Grupo Mixto del Congreso. Con esta decisión se cerraba la crisis abierta aquel 13 de noviembre de 2021, en un acto público en Valencia, donde quedaron excluidas las dos ministras, Ione Belarra e Irene Montero. Entonces la ministra de Trabajo Yolanda Díaz, recién nombrada vicepresidenta segunda del Gobierno, tras el cese de Pablo Iglesias, fue la que rompía con sus compañeras de gobierno al presentarse pública y selectivamente con Ada Colau,  Mónica Oltra y Mónica García, líder de Más Madrid que dos años después ha sido nombrada ministra de Sanidad. Un acto cargado de simbolismo al anunciar lo que comenzó a ser la operación Sumar.

También, dos años más tarde, después de lo que ha llovido, Ione Belarra, exministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, actual Secretaria General de Podemos, se presentaba junto con Irene Montero en el céntrico Palacio de la Prensa de Madrid, cuyo aforo de unas 600 personas estuvo a rebosar. Entre 500 y 800 personas se quedaron fuera sin poder entrar. Los medios de comunicación que habían declarado la muerte de Podemos no daban crédito. Una vez más parecía que la formación morada contaba con apoyos suficientes para continuar por una vía independiente y fuera del Gobierno. La Secretaria General de Podemos, tras un atril en un escenario abarrotado de gente joven, pronunció un discurso en favor de la continuidad de la formación política, recordando los logros conseguidos durante los diez años de existencia, entre ellos haber alcanzado un gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos en la anterior Legislatura. Recordó el «esfuerzo absolutamente titánico»  realizado para derrotar al bipartidismo, primero para echar al Partido Popular del Gobierno y después para conformar un bloque de poder que lleva gobernando en España, desde hace cuatro años.

Elogió los derechos alcanzados por el Gobierno de coalición en la pasada legislatura y en particular la subida del salario mínimo, las leyes feministas, la ley de vivienda, los nuevos permisos de cuidados, la constatación de que se podía gestionar una crisis económica protegiendo a la mayoría social, etc., destacando que todo eso forma parte del patrimonio democrático de nuestro país.

Ione Belarra denunció que en estos diez años Podemos ha recibido duros ataques mediáticos, políticos y judiciales. Las causas penales se han archivado por falta de pruebas, porque obedecían a una campaña para dañar la imagen de Podemos, concluyendo que «ese daño es a la democracia, no es a Podemos»

El discurso abordó también la cuestión internacional y en especial la guerra en Palestina, “Hoy todo el mundo entiende que enviar armas a Ucrania solo contribuye a la escalada armamentística, hoy todo el mundo sabe que lo que estamos viendo en Palestina es un genocidio”—dijo entre grandes aplausos, y continuó: «Es importante denunciar que lo que estamos viendo en Palestina es un genocidio… creo que es importante llamar a las cosas por su nombre ¡Volver a lo esencial, volver a lo importante! ¡Volver a lo ético!». Pidió la «ruptura de las relaciones diplomáticas con Netanyahu y llevarle ante la Corte Penal Internacional, para que se le acuse como ¡un criminal de guerra.»

Aludió Belarra al ascenso de la extrema derecha en general, mencionando la reciente victoria de Javier Milei en Argentina, con su plan empobrecedor de la clase asalariada y capas medias del país. 

Afirmó con contundencia «que Europa está inmersa en una tendencia política enormemente peligrosa que tiende a la ultraderecha, al racismo, al machismo, a la carrera armamentística, a la militarización y al régimen de guerra. Estamos en una subordinación absoluta en nuestra política exterior europea a lo que marcan los EEUU, que están en un proceso de pérdida de hegemonía que nos arrastra a la decadencia y al desastre. En ese contexto nosotras tenemos muy claro que no nos referenciamos como la familia política del social-liberalismo que representan tanto los verdes, como el partido socialista. Pensamos que es imprescindible un grupo político de izquierdas ¡fuerte! que defienda claramente la paz, el feminismo. También una Europa diferente, alternativa al régimen de guerra. Estamos ante una encrucijada histórica y en estos momentos no nos podemos permitir la tibieza

Insistió en que «Necesitamos más democracia en el poder judicial, en los medios de comunicación, en la policía y en las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Democracia para fortalecer nuestros servicios públicos que son los únicos que de verdad nos hacen libres e iguales. Porque nuestra gente, la gente que se levanta temprano, que trabaja muchas horas, que quiere lo mejor para sus hijos, se merece una vida feliz y con ese objetivo, nosotras hoy aquí queremos deciros que sabemos que es difícil pero que merece la pena intentarlo». Pidió «valentía para avanzar y para frenar a la ultraderecha.»

Destacó que: «Es urgente que haya en España un proyecto político que mire de frente y sin miedo al poder. Que no le deba nada a nadie…[…] España necesita una fuerza popular y transformadora lo más fuerte posible. Necesita una fuerza que no se dedique a modular las demandas de los movimientos sociales sino a hacer piña con ellos, para hacer avanzar a nuestro país. Necesita una fuerza política dispuesta a defender el feminismo, aunque moleste a los machistas… España necesita una fuerza que defienda sin matices lo público, que la salud y la educación pública no pueden ser un negocio en manos de los buitres…. Somos conscientes de que el reto es enorme pero también asumimos este reto con enorme esperanza porque ha sido posible, compañeros y compañeras y va a volver a ser posible»

Fue un discurso en el que no olvidó a la Unión Europea «porque nos estamos jugando el proyecto europeo y con él las posibilidades reales de transformación social aquí en España» y aprovechó para pedir a Irene Montero que se presente a las primarias para encabezar la lista de las Elecciones Europeas en junio de 2024.

En su intervención de 20 minutos, Ione Belarra, pareció exponer lo que podrían ser las líneas programáticas de un futuro Podemos y aunque no pronunció una sola vez la palabra “movilización”, sí enfatizó en el distanciamiento claro de las posiciones neoliberales y en la necesidad de asumir una lucha ideológica… «Somos conscientes de que ahora vivimos una época incierta en España en la que mucha gente se siente insegura. Una época en la que creo que las personas necesitamos, más que ninguna otra cosa, claridad ideológica, pero ante todo una profunda claridad ética y moral.»

No ofreció una explicación de los bajos resultados en las elecciones locales del 28 de mayo de 2023 y en particular a la Asamblea de Madrid con una desafección de 102.839 apoyos electorales que ocasionó la pérdida de los 10 diputados alcanzados por Pablo Iglesias en 2021, hechos que pueden explicarse por la inercia de la crisis creada por la entonces Alcaldesa Manuela Carmena al pactar un nuevo partido, escisión liderada por Iñigo Errejón, que forzó a Podemos a renunciar a la participación electoral de mayo de 2019,  dejando en el Ayuntamiento todo el espacio a Más Madrid y no se logró revertir la situación en las recientes de mayo de 2023 al no superar el listón del 5% para obtener concejales en dicho Ayuntamiento. Dio una explicación muy genérica a estos hechos, incluyendo lo ocurrido en la operación Sumar, sin citar la marca y animó al público a superar el presente y los errores cometidos, cuando dijo que «el adversario…ha logrado convencer a una parte de nuestros aliados y compañeros de que se vive mejor si no confrontas con el poder. De que si no confrontas con el poder te aseguras que nunca va a haber fascistas en la puerta de tu casa acosando a tu familia…. y eso también es un error de estos años. Con todo ello, con lo bueno, con lo malo, con las enormes alegrías y con las tristes decepciones de estos 10 años, hoy empezamos un nuevo camino, porque tenemos enormes tareas de transformación pendientes en este país y porque queremos que Podemos sea útil en la próxima década para la gente sencilla»

No pronunció la fórmula “Unidas Podemos” como alianza electoral surgida en 2016, pero sí citó el logro del Gobierno de Coalición, como «bloque de poder que lleva gobernando en España, de manera plurinacional y democrática desde hace 4 años, ¡Juntas, compañeras y compañeros! rompimos la cláusula de función histórica que decía que la gente que piensa como nosotras no podía llegar al Gobierno de España (aplausos). Gobernamos y demostramos que lo que decían que era imposible era posible que no hacía falta conformarse con los límites del Partido Socialista». Podemos no supo enfrentar la contradicción destructiva que implicaba condenar – de palabra – el envío de cientos de millones de euros en armas a Ucrania y por otra parte tener que aceptar la complicidad de ser parte de un Gabinete, que celebró triunfalmente la Cumbre de la OTAN y la cohesión belicista,  perdiendo la oportunidad de un dar un carpetazo en la mesa y abandonarlo para enrocarse en los escaños desde donde hubieran podido ser la llave para la mayoría parlamentaria que Pedro Sánchez necesitaba para llegar al final de la legislatura. Una actuación así, hubiera conferido a Podemos una gran dignidad, un enorme crédito público y mediático antes de las elecciones de mayo y julio de 2023, aunque hubiera supuesto el riesgo de una ruptura con Izquierda Unida.

Hay que plantearse si el descontento del electorado que dejó de votar a la coalición Podemos+IU en las elecciones locales del 28 de mayo de 2023 y a Sumar el 23 de julio, fue consecuencia de la desmovilización social que lleva aparejada el error de creer que los derechos se consiguen con la simple gestión de un Gobierno donde el ala izquierda –los nuestros-  se van a imponer a la mayoría; cuestión un tanto ilusoria porque ante una disputa interna del Gobierno es Bruselas (en la economía) y Washington (en lo militar), quienes imponen la decisión final. No es la lógica de la razón sino la de la fuerza la que finalmente impera. Por otra parte acceder a la “jaula de oro” que supone llegar al Gobierno, es una conquista que puede llegar a ser ficticia, pues en este caso fue la resultante de una aritmética parlamentaria más que de una correlación de fuerzas. Solo se puede tener poder “dentro” cuando se tiene también “fuera”. La servidumbre de  una correlación desfavorable impidió a la izquierda de la izquierda la libre movilización de los sectores populares y trabajadores afectados. De hecho no se consiguieron partes sustanciales del programa de derechos sociales pactados (derogación de la Reforma Laboral del PP y de la Ley mordaza, etc…).

Otra de las causas de la pérdida de electorado pudo residir en la sumisión a las directrices de Washington y sus intereses en Ucrania, quedando atrapados en el vasallaje a la Unión Europea renunciando a exigir la neutralidad en el conflicto, escenificada en la vergonzante aclamación a Zelenski en el parlamento, silenciando la pérdida de soberanía que supone aceptar el terrorismo de la OTAN y peor aún, el alineamiento servil contraído con la Declaración Conjunta suscrita el 28 de junio de 2022, entre EEUU y España, en plena cumbre de Madrid [1] en plena cumbre en Madrid Hubiera sido el momento ideal de ejercitar los derechos que recogen los Estatutos de Podemos en los Artículos 2.a y 3.8 [2].  

Parece evidente que ha existido en Sumar la intencionalidad de acallar la voz de Podemos. De hecho, a partir de 2021-22 se manifestó la voluntad de sustituir la coalición electoral Unidas Podemos, por otra más funcional que pudiera agrupar a nuevas fuerzas, con expresión parlamentaria, como Más País (Más Madrid), etc.,  con el fin de agrupar una UNIDAD más amplia, e incluso más asequible al PSOE. Esa segunda coalición electoral mantuvo hacia Podemos la doble actitud de contar con este partido, pero al mismo tiempo relegarlo de toda portavocía y presencia publica, dando por hecho que era una fuerza amortizada, canto que se convirtió en un leit motiv de los medios de comunicación.  Esto explica el rebrote de que las 5 diputadas de Podemos dejaran la coalición Sumar y se pasaran al Grupo Mixto.

El posicionamiento de Ione Belarra, manifestado en el acto del Palacio de la Prensa representa un valor de importancia política, por la firmeza en calificar como “genocidio” la agresión contra el pueblo palestino, su oposición a la carrera armamentística,  el rechazo al envío de armas a Ucrania y la no adscripción al social-liberalismo. Si a eso se uniera la voluntad firme de oponerse a toda guerra imperialista, recurriendo a la movilización publica en defensa de la Paz, así como a la denuncia y el rechazo a la Declaración Conjunta suscrita, en plena Cumbre de la OTAN, por Pedro Sánchez con EEUU el 28 de junio de 2022, que impide nuestra Soberanía nacional, entonces Podemos sí que estaría en condiciones de recuperar la confianza de sus antiguos apoyos y votos de hace años.

Notas

1

La Declaración Conjunta suscrita con EEUU en plena cumbre de la OTAN en Madrid -última semana de junio 2022-, por la que España entrega su soberanía a la superpotencia, sin saberlo los españoles, sin aprobarlo en el Parlamento. ¿Sin saberlo los socios de la coalición?

Declaración conjunta entre el Reino de España y los Estados Unidos de AméricaLa Casa Blanca, 28 de junio de 2022.

2

«Podemos se organiza democráticamente y fomenta el debate y la participación abierta, respetuosa y directa de todos sus miembros en la toma de decisiones de la organización… Podemos promueve la participación directa de todos sus miembros en los procesos de toma de decisiones que afecten de manera relevante a la organización, utilizando todas las herramientas presenciales y telemáticas que puedan ampliar y garantizar la participación política democrática

Notas

Autor

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La asfixia de la democracia en la India

 

Democracia implica diálogo, dice Amartya Sen. Algo que está muy lejos de suceder en India, donde el debate y la libertad de palabra están siendo hostigados, cuando no perseguidos. Crece la desesperación, y de ahí a la violencia hay solo un pequeño paso.


La asfixia de la democracia en la India


Vijay Prashad

El Viejo Topo

22 enero, 2024 

 


Los días 18 y 19 de diciembre, 141 miembros de las dos cámaras del Parlamento indio fueron suspendidos a partir del mismo 19 de diciembre, por el presidente de la cámara baja, Om Birla. Cada uno de estos miembros pertenece a los partidos que se oponen al Bharatiya Janata Party (BJP) y a su líder, el primer ministro Narendra Modi. El Gobierno dijo que estos miembros electos habían sido suspendidos por “comportamiento indisciplinado”. La oposición se había constituido en el bloque INDIA, que incluía a casi todos los partidos no afiliados al BJP. Respondieron a esta acción calificándola de “asesinato de la democracia” y alegando que el Gobierno del BJP ha instaurado un “nivel extremo de dictadura” en la India. Este acto se produce tras una serie de intentos de debilitar a la oposición electa de India.

Mientras tanto, el 18 de diciembre, el popular sitio web indio de noticias Newsclick anunció que el departamento indio de Impuestos sobre la Renta (IT) “ha congelado virtualmente nuestras cuentas”. Newsclick ya no puede efectuar pagos a sus empleados, lo que significa que este portal de medios de comunicación está a punto de ser silenciado. Los editores de Newsclick afirman que esta acción del departamento de IT es “una continuación del asedio administrativo-legal” que comenzó con las redadas de la Enforcement Directorate en febrero de 2021, se profundizó con la encuesta del departamento de IT en septiembre de 2021 y las redadas a gran escala del 3 de octubre de 2023, que acabaron con la detención del fundador de Newsclick, Prabir Purkayastha, y de su responsable administrativo, Amit Chakraborty. Ambos permanecen en prisión.

Órganos de la democracia india

En febrero de 2022, The Economist señaló que “los órganos de la democracia india están decayendo”. Dos años antes de esa evaluación, el principal economista indio y Premio Nobel Amartya Sen afirmaba que “la democracia es el Gobierno mediante el diálogo y, si haces que el diálogo y el debates sean temidos, no vas a conseguir una democracia, no importa cómo cuentes los votos. Y eso es muy cierto ahora. La gente tiene miedo. Nunca había visto algo así”. El periodista más respetado de la India, N. Ram (ex director del Hindu), escribió en Prospect en agosto de 2023 sobre esta “decadencia” de la democracia india y el miedo al debate en el contexto del ataque a Newsclick. Este ataque, escribió, “marca un nuevo mínimo para la libertad de prensa en mi país, que se ha visto atrapada en una tendencia de una década de descenso ininterrumpido en la ‘nueva India’ de Narendra Modi. Hemos sido testigos de una campaña macartista de desinformación, alarmismo y vilipendio contra Newsclick ideada por el Estado”. El mundo, escribió, “debería estar mirando horrorizado”.

En mayo de 2022, diez organizaciones –entre ellas Amnistía Internacional, el Comité para la Protección de los Periodistas y Reporteros sin Fronteras– hicieron pública una enérgica declaración en la que afirmaban que las “autoridades indias deben dejar de perseguir y procesar a periodistas y críticos en línea”. Esta declaración documentaba cómo el Gobierno indio ha utilizado las leyes contra el terrorismo y la sedición para silenciar a los medios de comunicación, cuando han sido críticos con las políticas gubernamentales. El uso de tecnología –como Pegasus– ha permitido al Gobierno espiar a los reporteros y utilizar sus comunicaciones privadas para emprender acciones legales contra ellos. Se ha agredido físicamente e intimidado a periodistas (con especial atención a los periodistas musulmanes, los periodistas que cubren Jammu y Cachemira y los periodistas que cubrieron las protestas de los agricultores de 2021-22). Cuando el Gobierno empezó a atacar a Newsclick, formaba parte de este amplio asalto a los medios de comunicación. Ese ataque más amplio preparó a las asociaciones de periodistas para responder con claridad cuando la policía de Delhi detuvo a Purkayastha y Chakraborty. El Press Club of India señaló que sus reporteros estaban “profundamente preocupados” por los hechos, mientras que el Editor’s Guild of India declaró que el Gobierno no debe “crear una atmósfera general de intimidación a la sombra de leyes draconianas”.

El rol del New York Times

En abril de 2020, el New York Times publicó un artículo con un contundente titular sobre la situación de la libertad de prensa en India: “Bajo Modi, la prensa india ya no es tan libre”. En esa historia, los reporteros mostraban cómo Modi se reunió con los propietarios de las principales casas de medios en marzo de 2020 para decirles que publicaran “historias inspiradoras y positivas”. Cuando los medios de comunicación indios empezaron a informar sobre la catastrófica respuesta del Gobierno a la pandemia de COVID-19, el Gobierno de Modi acudió al Tribunal Supremo para argumentar que todos los medios indios debían “publicar la versión oficial”. El Tribunal denegó la petición del Gobierno de que los medios de comunicación sólo deben publicar la opinión del Gobierno, pero en su lugar dijo que los medios de comunicación deben publicar la opinión del Gobierno junto con otras interpretaciones. Siddharth Varadarajan, director de The Wiredijo que la orden del tribunal era “desafortunada”, y que podía verse como “una sanción a la censura previa del contenido en los medios de comunicación”.

El “asedio administrativo-legal” del Gobierno indio a Newsclick comenzó unos meses después, porque el sitio web había ofrecido información independiente no sólo sobre la pandemia del COVID-19, sino también sobre el movimiento en defensa de la Constitución de la India y sobre el movimiento de los campesinos. A pesar de los repetidos registros e interrogatorios, los distintos organismos del Gobierno indio no pudieron encontrar ninguna ilegalidad en las operaciones de Newsclick. Las vagas sugerencias sobre la improcedencia de la financiación procedente del extranjero cayeron en saco roto, ya que Newsclick afirmó que respetaba la legislación india en la recepción de fondos.

Cuando el caso contra Newsclick parecía enfriarse, el New York Times – en agosto de 2023 – publicó un artículo enormemente especulativo y despectivo contra las fundaciones que proporcionaron algunos de los fondos de Newsclick. Al día siguiente de la publicación del artículo, altos funcionarios del Gobierno indio arremetieron contra Newsclick, utilizando el artículo como “prueba” de un delito. El New York Times ya había sido advertido de que el Gobierno indio utilizaría este tipo de artículos para reprimir la libertad de prensa. De hecho, el reportaje del New York Times proporcionó al Gobierno indio la credibilidad necesaria para intentar cerrar Newsclick, que es lo que están haciendo ahora con la decisión del departamento de informática.

El mundo al revés

Se acusa a los 141 diputados de intentar justificar un asalto al edificio del Parlamento que tuvo lugar el 13 de diciembre. Dos hombres saltaron desde la tribuna de prensa a la sala y lanzaron botes de humo para protestar por la incapacidad de los cargos electos para debatir cuestiones como la inflación, el desempleo y la violencia étnica en Manipur. Los hombres recibieron pases para entrar en el parlamento de Pratap Simha, parlamentario del BJP. No ha sido suspendido. El BJP utilizó este incidente para suspender a los parlamentarios de la oposición porque, o bien no condenaron el incidente, o bien salieron en defensa de los colegas suspendidos.

Ni las personas que lanzaron las bombas de humo al parlamento ni las que planearon esa acción tienen antecedentes políticos, y mucho menos vinculación alguna con la oposición. Manoranjan D perdió su trabajo en una empresa de Internet y tuvo que volver a trabajar en su granja para ayudar a su familia; Sagar Sharma conducía un taxi después de tener que dejar los estudios por problemas económicos en casa. Azad tenía un máster, un doctorado y un máster en Filosofía, pero no encontraba trabajo. Son jóvenes frustrados con la India de Modi, pero sin conexiones políticas. Intentaron utilizar los medios democráticos normales para hacerse oír, pero no lo consiguieron. Su acto es una muestra de desesperación, un síntoma de una crisis social más amplia; la suspensión de los parlamentarios y el ataque a las finanzas de Newsclick son también síntomas de esa crisis: la asfixia de la democracia en la India.

Fuente: Globetrotter

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