lunes, 6 de marzo de 2023

La reunificación del país y más gastos en defensa: China anuncia su plan de desarrollo

 

La reunificación del país y más gastos en defensa: China anuncia su plan de desarrollo

 

DIARIO OCTUBRE / marzo 6, 2023

 


 En China continúa su trabajo el congreso parlamentario más importante del estado llamado ‘Dos sesiones’. A lo largo de la reunión, el país aprueba rumbos del desarrollo para los próximos años. Al inicio de la jornada, China compartió sus planes en torno al presupuesto para 2023.

Uno de los primeros anuncios de China durante la inauguración de Dos sesiones se centraba en el presupuesto militar futuro. El portavoz de la primera sesión de la XIV Asamblea Popular Nacional de China, Wang Chao, declaró que el país planea aumentarlo por la necesidad de responder a los desafíos de seguridad. Aseguró que la modernización de las FFAA chinas no supondrá una amenaza para ningún país del mundo.

De acuerdo con el proyecto publicado el 5 de marzo, en 2023 el presupuesto militar se ampliará en un 7,2% hasta alcanzar los 1.553,7 billones de yuanes (unos 224.800 millones de dólares).

“El gasto en defensa nacional, 1.553,7 billones de yuanes, con un aumento del 7,2%”, indica el documento publicado en la apertura de la sesión anual de la Asamblea Popular Nacional de China.

China no participa en conflictos bélicos y mantiene una doctrina militar defensiva, pero ha incrementado anualmente su gasto en defensa y actualmente, con nuevas cifras compartidas. Tiene el segundo presupuesto militar del mundo después de EEUU.

Esta tendencia suscita preocupación y críticas de otros países, pero las autoridades chinas afirman que el gasto militar del país es apropiado y que mantendrá un ritmo de crecimiento moderado y estable en coherencia con el desarrollo económico del país.

Si embargo, el documento indica, que este año China pretende oponerse con firmeza a la “independencia de Taiwán” y promover la reunificación del país.

“Lucharemos resueltamente contra la llamada ‘independencia de Taiwán’ y promoveremos la reunificación de la patria, fomentaremos el desarrollo pacífico de las relaciones entre las dos orillas del estrecho de Taiwán e impulsaremos el proceso de reunificación pacífica de la patria”, resalta el documento.

Más atención a la ciencia de defensa

Asimismo, Pekín planea ampliar el poder del Estado en la ciencia de defensa.

“Es necesario fortalecer de forma exhaustiva la educación militar y el entrenamiento de combate, introducir innovaciones en la orientación estratégica militar, realizar activamente el entrenamiento militar en un entorno de combate real simulado y desplegar de forma integral el combate militar en todos los campos y en todas las áreas”, reza el documento publicado.

El proyecto hace hincapié en la necesidad de “reforzar el sistema estratégico estatal integrado y crear las capacidades pertinentes e incrementar el poder estatal en el campo de la ciencia, la tecnología y la industria de defensa”.

Los gastos en al ámbito de la educación en general este año ascenderán a 155,48 billones de yuanes (unos 22.507 millones de dólares), un 2% más que en 2022.

Más importaciones estratégicas

China también impulsará las importaciones de tecnología avanzada y recursos energéticos, conforme al nuevo proyecto de presupuesto para 2023. El gasto en ciencia y tecnología alcanzará los 328,034 billones de yuanes (unos 47.487 millones de dólares), un 2% más de lo previsto para 2022.

Hay “planes para ampliar las importaciones de tecnología avanzada, equipos importantes, recursos energéticos y otros productos”, indica el documento.

Los gastos diplomáticos previstos se elevarán a 54,836 billones de yuanes (unos 7,94 millones de dólares), un 12,2% más que el año anterior.

En la esfera económica, de acuerdo con el documento divulgado en la sesión anual de la Asamblea Popular Nacional, el producto interior bruto (PIB) de China crecerá un 5% en 2023, el déficit del presupuesto se mantendrá al nivel del 3% y la inflación se pronostica que rondará el 3%. El documento proyecta también que el desempleo no superará el 5,5% y se crearán unos 12 millones de nuevos empleos.

Otra categoría de gastos es el sector de las reservas de aceites y cereales, con un gasto previsto de 132,878 billones de yuanes (unos 19,24 millones de dólares), lo que representa un aumento significativo del 13,6%.

Sputnik / elcomunista.net

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Una encuesta revela el rechazo de la opinión pública francesa a la reforma de las pensiones

 

Una encuesta revela el rechazo de la opinión pública francesa a la reforma de las pensiones


TERCREAINFORMACION/ 05.03.2023

El rechazo a la reforma de la jubilación impulsada por el gobierno francés sigue estable en torno al 70 por ciento de las personas, refleja hoy una encuesta, a dos días de una huelga general contra la iniciativa.

Protesta en Francia contra la reforma de las pensiones / PL

 

Según el sondeo del Instituto Francés de Opinión Pública (IFOP) para el semanario Le Journal du Dimanche, solo un 32 por ciento de los entrevistados apoya el proyecto que por estos días examina el Senado, cuatro puntos más que en febrero, pero idéntico respaldo que en enero.

La pesquisa muestra un repudio dominante entre los menores de 35 años, el 74 por ciento, a la polémica reforma, la cual incluye la extensión de la edad legal de retiro de 62 a 64 años.

El grupo etario más favorable al texto es el de los mayores de 65 años, con la mitad de los encuestados.

De acuerdo con el director general de Opinión del IFOP, Frédéric Dabi, existe en Francia un frente de rechazo estable contra la reforma y un muy bajo apoyo a la misma.

El 19 y el 31 de enero y el 7, el 11 y el 16 de febrero se produjeron multitudinarias protestas convocadas por los sindicatos, que ante la insistencia del Gobierno en mantener su proyecto, decidieron ir más allá en la presión con el llamado a una huelga general el 7 de marzo.

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El nuevo ecologismo de los ricos (I)

 



El nuevo ecologismo de los ricos (I)

 

Publicado el 6 de marzo de 2023 / Por 

KAOSENLARED

 

Grandes empresas se benefician de la apuesta pública contra el cambio climático y proponen una solución capitalista de la crisis ecológica, una especie de “retardismo capitalista”

Por RUBÉN MARTÍNEZ *

En junio del 2020, Larry Fink, actual presidente de BlackRock , lanzaba un mensaje emotivo: “Tengo 68 años y 7 nietos. Quiero dejar un planeta mejor para ellos”. Es curioso. Se refería al mismo planeta en el que BlackRock opera como inversor principal en las ocho mayores empresas petroleras y controla acciones en compañías fósiles por un valor de 87.300 millones de dólares. ¿Veremos al presidente de la principal gestora mundial de fondos y de activos encadenarse a la puerta de su despacho? ¿O tal vez lanzando pintura a su equipo de seguridad? El mensaje continuaba con un giro de guión, aunque poco inesperado: “Quiero dejar un planeta mejor para mis nietos, pero no lo hago por razones ambientales : soy responsable del dinero de otras personas, y el cambio climático está afectando a las sus inversiones”.

Meses más tarde en la carta anual a sus consejeros , Larry Fink aclaraba sus ideas afirmando que el riesgo climático es riesgo de inversión , pero la transición climática es una oportunidad de inversión histórica. No cabe duda sobre cuál puede ser la opción ganadora: eliminar este riesgo para el sector privado transfiriéndolo al balance del Estado, es decir, aumentando la deuda pública. BlackRock ya trabaja en esta opción con los Climate Finance Partnerships , una forma de “colaboración público-privada” ligada a la inversión de infraestructuras de energía renovable en Asia, América Latina y África. Efectivamente, son estrategias que facilitan el beneficio privado a través del endeudamiento público impulsadas por la agenda del Banco Mundialy las directrices del G20 para convertir las infraestructuras en activos financieros . No son una rareza, sino que forman parte del paradigma dominante en la financiación del desarrollo para facilitar que el capital privado explote al Sur global. El mayor accionista en compañías fósiles se postula como comisario y mediador financiero de la transición a renovables. Es lo mismo que financia la guerra y se ofrece para reconstruir Ucrania . Al capital le da igual algo que la contraria mientras suene a beneficio.

Estos movimientos de BlackRock no son campañas de greenwashing , sino parte de su misión fundacional: comprar barato para vender caro y garantizar beneficios a sus clientes. Puede ser carbón, petróleo, litio, viviendas, frentes litorales o parques eólicos. El mandamiento del beneficio no entiende de usos o necesidades: sólo de dinero dotado de poder para hacer más dinero. Si la operación de compra o inversión supone riesgos, la misión de los soldados de las finanzas es minorarlos por la vía que sea. Si para ello deben negociar estratégicamente con el marco del desarrollo sostenible o con la transición justa, juegan sus cartas y lo integran en su bolsa de servicios. Pueden permitirse el lujo de ser ecologistas convencidos o negacionistas. En realidad, es indiferente. Su posición y peso político en las negociaciones no están marcados por la ética, sino por el grueso de sus activos y expectativas de beneficio.

BlackRock va a la cabeza, pero no anda sola. Las 10 mayores empresas de gestión de activos controlan en conjunto 44 billones de dólares , que es la suma de los PIB anuales de Estados Unidos, China, Japón y Alemania. Su itinerario hacia el beneficio combina disciplinamiento del trabajo, evasión fiscal y estrategias para absorber fondos públicos o desplazar el riesgo privado al Estado.

La economista experta en macrofinanzas Daniela Gabor denomina consenso de Wall Street al paradigma de eliminación de riesgos conducido por alianzas público-privadas ligadas a la transición a economías bajas en carbono. Tanto las infraestructuras como la naturaleza pasan a ser moldeadas como activos financieros siguiendo los criterios de los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU. De esta forma, los administradores de activos del Norte global pueden absorber fondos dirigidos a los países pobres y tomar decisiones de asignación a escala global.

Crecimiento del mercado de energías renovables en el mundo / Fuente: PRECEDENTE RESEARCH















Un caso flagrante es el de Senegal, que dispone de abundantes potenciales de recursos renovables como la energía solar y la eólica. En la última década, el Estado senegalés ha construido un entorno de incentivos fiscales para la inversión y ha aplicado reformas en el sector energético para favorecer la apertura y liberalización del mercado. En un informe de 2017 , la consultoría Deloitte señalaba a Senegal como un territorio ideal para levantar dinero . Varios promotores privados extranjeros han construido numerosas plantas fotovoltaicas y un parque eólico en los últimos años. Todas estas operaciones incluyen instrumentos de mitigación de riesgos a través de la Agencia Multilateral de Garantía de Inversiones del Banco Mundial.

El dominio financiero colonial con la presencia de bancos extranjeros en Senegal, especialmente franceses y británicos, es clave para entender la financiación de las renovables. Si bien los instrumentos y los actores implicados han cambiado, ésta no es una dinámica nueva del todo. La introducción de combustibles fósiles en Senegal, que recordamos que fue la colonia más antigua de Francia en África, no sólo generó un enorme endeudamiento, sino mayor dependencia tecnológica, económica y política. La financiación de la infraestructura durante esa época va por medio de empresas privadas que recibían subsidios públicos franceses oa través de empresas estatales francesas. La estructura financiera de las renovables en Senegal reproduce patrones coloniales, raciales y capitalistas de sus fases anteriores. Visto a escala planetaria y teniendo en cuenta las dinámicas extractivistas de minerales, la subordinación a las finanzas y el régimen neocolonial son ya rasgos distintivos de la transición.

Existe un nuevo ecologismo de los ricos: lo importante no es mitigar el cambio climático, sino eliminar el riesgo climático para sus empresas

Publicada en El Critic con licencia Creative Commons

* – Investigador social y socio trabajador de La Hidra Cooperativa – @RubenMartinez

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Los franceses se marchan del Sahel, pero la guerra continúa


El Sahel es un avispero en el que anidan diversas facciones que asesinan cotidianamente a quien se ponga por delante en países sometidos a continuos golpes de estado. La presencia pseudocolonial de Francia no ha mejorado las cosas, más bien lo contrario.


Los franceses se marchan del Sahel, pero la guerra continúa

 

El 9 de febrero de 2023, un centenar de hombres armados se dirigieron a Dembo, Burkina Faso, en motocicletas y camionetas. Abrieron fuego contra una milicia llamada “Voluntarios para la Defensa de la Patria” (VDP), que colabora con el ejército burkinabé para proteger las zonas del noroeste de Burkina Faso cercanas a su frontera con Malí. Estos hombres asesinaron a siete miembros de los VDP. Tres días después, el 12 de febrero, cerca de la frontera con Ghana y Togo, en el otro extremo de Burkina Faso, un grupo de hombres armados entró en Yargatenga y asesinó a 12 personas, entre ellas dos combatientes del VDP. Mientras tanto, en otro incidente que tuvo lugar entre la noche del 9 de febrero y el día siguiente, un grupo de hombres en motocicletas llegó a la aldea de Sanakadougou (más al norte de Burkina Faso, cerca de la frontera con Malí) y asesinó a 12 personas, quemó casas y saqueó “los pocos bienes y el ganado de los aldeanos”, según informó un superviviente a la Agence France-Presse. Estos no fueron incidentes aislados. Este tipo de eventos se han convertido en algo habitual en Burkina Faso, donde cerca del 40% del país está ahora controlado por un amplio abanico de grupos armados que –a partir de 2012– empezaron a tener el Sahel como objetivo.

El capitán Ibrahim Traoré, quien dirige el Gobierno burkinés, tomó el poder en septiembre de 2022 mediante un golpe de Estado. Destituyó al teniente coronel Paul-Henri Sandaogo Damiba, quien a su vez había llegado al poder enero de 2022, mediante otro golpe de Estado. Ninguno de estos Golpes fue una sorpresa. Ambos se produjeron después de los dos Golpes en el vecino Malí (en 2020 y 2021), donde los militares tomaron el poder frustrados por la incapacidad del Gobierno civil para aplacar la violencia armada. Gran parte de la misma dinámica que impulsó al poder al presidente interino de Malí, el coronel Assimi Goïta, empujó a Damiba y Traoré a sus propios Golpes. Ha aumentado la presión sobre los estamentos militares de Malí y Burkina Faso, controlados por hombres de entre 30 y 40 años, para que acaben con la violencia armada que ha asolado la región en los últimos 10 años. Parte de la motivación de estos Golpes fue el deseo de eliminar la presencia del ejército francés, que intervino en la región del Sahel en 2013 para poner fin a la violencia, pero que en cambio –según la opinión generalizada– participó activamente en exacerbarla aún más. En mayo de 2022, Goïta le dijo a los franceses que abandonaran Malí, una medida que Traoré repitió en enero de 2023.

Hombres armados

Cuando terminó la guerra civil en Argelia, los miembros del Grupo Islámico Armado de Argelia (GIA) huyeron hacia el sur y establecieron bases en Malí, Níger y el sur de Libia. Los intentos de reanudar la guerra por parte del GIA fracasaron, ya que la población argelina estaba agotada tras la guerra civil (que ya había durado más de una década, desde 1991 hasta 2002). En 2007, algunos antiguos elementos curtidos del GIA formaron Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), que –como pude comprobar de primera mano en el norte del Sahel– se convirtió en parte integrante de las redes de contrabando transaharianas. Los miembros de AQMI empezaron a colaborar con un grupo llamado “Movimiento por la Unidad y la Yihad” en África Occidental (MOJWA), dirigido por Hamada Ould Mohamed El Khairy. Todo cambió para estos grupos con la guerra de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) contra Libia en 2011, que destruyó el Estado libio y dio vía libre a los grupos alineados con Al Qaeda en la región (muchos de ellos reciben ahora armas de los aliados árabes de la OTAN en el Golfo). En 2012, AQMI se alió con muchos de los árabes que habían sido llevados a Libia durante la guerra, así como con grupos Tuareg del norte del Sahel que habían estado persiguiendo sus propios objetivos territoriales contra el Gobierno de Malí.

Francia, que había impulsado la guerra de la OTAN contra Libia, intervino militarmente en Malí para bloquear el rápido desplazamiento de estas fuerzas yihadistas hacia el sur, en dirección la capital del país, Bamako. La Operación Serval, nombre de la primera misión francesa, expulsó a estas fuerzas de las principales ciudades del centro de Malí. El entonces presidente francés François Hollande vaijó a Bamako en 2013 para celebrar estos logros, pero declaró que “la lucha no ha terminado”. Francia estableció a partir de entonces la Operación Barkhane, que se expandió por la región del Sahel y operó junto a la masiva presencia militar estadounidense en la región (que incluye una de las mayores bases militares del mundo en Agadez, Níger, no lejos de la guarnición francesa en la mina de uranio de Arlit, Níger). La incapacidad de Francia para detener la irrupción de estos grupos armados en el corazón del Sahel ha provocado –en gran medida– el sentimiento antifrancés en la región.

Arraigo en el campo

En marzo de 2017, muchos de estos grupos armados islámicos afiliados a Al Qaeda formaron el “Grupo de Apoyo al Islam y a los Musulmanes” (JNIM). Su líder, Iyad Ag Ghali, participó en la lucha tuareg contra el Estado maliense (fue el fundador, en 1988, del Movimiento Popular de Liberación del Azawad). El JNIM se arraigó en las luchas locales de la región, aprovechando la sensibilidad separatista de los tuareg y los enfrentamientos de los fulani con los bambara del centro del país. Un año después de la fundación del JNIM, uno de sus emires, Yahya Abu al-Hammam, publicó un vídeo en el que afirmaba que la retirada de Francia a las ciudades dejaba el campo en manos del JNIM y sus fuerzas aliadas, que vencerán “con paciencia”.

Al enraizarse en las redes de contrabando y en los conflictos locales por la tierra y los recursos, los diversos grupos armados afiliados a Al Qaeda se convirtieron en un objetivo difícil. Los nuevos Gobiernos de Malí y Burkina Faso acusan a los franceses tanto de llevar estas guerras a su territorio desde Libia, como de exacerbar estos conflictos haciendo tratos con los grupos armados para evitar ataques contra bases militares francesas. En lugar de acabar con la insurgencia, la guerra francesa en la región dio lugar a la creación de la provincia del Sahel del Estado Islámico en marzo de 2022, con la extensión de las operaciones del grupo a las provincias burkinesas de Oudalan y Seno, a las regiones malienses de Gao y Ménaka, y a las nigerinas de Tahoua y Tillaberi. Ahora Francia se marcha, dejando tras de sí Gobiernos militares mal equipados para hacer frente a lo que parece ser una guerra interminable.

Rusia

En diciembre de 2022, el primer ministro de Burkina Faso, Apollinaire Kyélem de Tambèla, visitó Moscú para –al parecer– pedir ayuda a Rusia en la guerra contra la insurgencia de Al Qaeda. Durante su visita, realizó una declaración para RT, contando que en 1988 visitó la Unión Soviética y que lamentaba que las relaciones entre Rusia y Burkina Faso se hayan debilitado. Es probable que más ayuda rusa entre en estos países –provocando la reacción de Occidente– pero es poco probable que esta ayuda del Kremlin ayude al Sahel a romper con el enquistado conjunto de conflictos que aquejan a la región, puestos en marcha bajo la supervisión colonial de Francia.

Fuente: Globetrotter.

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