sábado, 16 de septiembre de 2023

El mundo estaría mejor sin la OTAN

 

El mundo estaría mejor sin la OTAN

 


Por Eve Ottenberg 

Rebelion

16/09/2023 

 

Fuentes: Counterpunch / Imagen: Antti T. Nissinen (Grafiti: “Esta estrella significa guerras”) –CC BY 2.0



Traducido para Rebelión por Paco Muñoz de Bustillo

Si usted cree los dos principios centrales del dogma y la propaganda occidentales sobre la guerra de Ucrania, a saber, que la invasión rusa no fue provocada y que Moscú tiene ambiciones imperiales más allá de las fronteras de Ucrania, entonces naturalmente considerará a la OTAN como la mejor defensa contra dicha amenaza.

Sin embargo, si usted presta atención a la historia, a lo que las autoridades rusas realmente dicen y han hecho, y a su actuación deliberadamente limitada en esta guerra (al menos inicialmente), llegará a la conclusión de que Rusia fue provocada a invadir Ucrania por su inminente absorción en la OTAN y por la limpieza étnica llevada a cabo contra los rusoparlantes en el Donbás, una agresión que se incrementó enormemente a principios de 2022.

Si usted analiza los hechos y no las ficciones, observará que el relato de las ambiciones imperiales de Moscú fue maquinado con posterioridad al golpe de Estado neonazi de 2014 en Kiev, que contó con el respaldo de Estados Unidos. Antes de ese momento, como ha señalado el profesor John Mearsheimer, Putin no era considerado un imperialista. Pero una vez que la OTAN se instaló, repleta de armas, en el porche delantero de Rusia, la retórica del Moscú imperialista resultó muy útil. La OTAN creó un peligro que requería más OTAN para resolverlo. Ahora ese embrollo descabellado ha masacrado a cientos de miles de soldados ucranianos y a decenas de miles de rusos y, gracias a la OTAN, Estados Unidos está a punto de declararle la guerra a Rusia, mientras la humanidad se tambalea sobre el abismo nuclear.

Nada de esto hubiera pasado sin la OTAN y su incesante y demencial expansión oriental hacia Rusia, rompiendo con ello todas las promesas oficiales occidentales de no hacerlo. Moscú llevaba décadas clamando que si Kiev se unía a la Alianza Atlántica, Rusia destruiría Ucrania. Y eso es lo que está pasando. ¿Por qué? Porque Moscú considera la entrada de Ucrania en la OTAN como una amenaza existencial, y probablemente tiene razón. La verdad es que la OTAN debería haber muerto cuando acabó la Guerra Fría.  Así lo expresaron multitud de intelectuales de la defensa y luminarias de la seguridad nacional estadounidenses. Pero en lugar de clavar una estaca en el corazón de este vampiro, Occidente le permitió seguir con vida, drenando el dinero de sus miembros, engordando las carteras de los especuladores de la guerra y los magnates de las armas y causando estragos en lugares como Yugoslavia, Afganistán, Libia, ahora Ucrania y pronto, según nos informa el vampiro, el Mar de China. La OTAN incluso ayudó a paralizar la democracia, tal y como era, en Estados Unidos.

¿Cómo? Recreando la amenaza de Rusia tras la caída de la Unión Soviética. Instalándose en Kiev tras el golpe de Estado respaldado por la CIA en 2014. Convirtiendo a Putin en el hombre del saco hasta el punto de que Hillary Clinton y Barack Obama se sintieron cómodos urdiendo la basura del Rusiagate para explicar la humillante derrota demócrata en la elección presidencial de 2016. Este frenesí de rusofobia, a su vez, convirtió al crédulo público estadounidense en terreno privilegiado para que floreciera la mentira de que Moscú pretendía conquistar Europa. También permitió más evasivas  –específicamente, durante la campaña electoral de 2020, la enorme mentira de ex funcionarios de inteligencia de EE.UU. de que el ordenador portátil de Hunter Biden era [parte de una campaña de] desinformación rusa. No lo era. Incluso Hunter Biden lo dice. Pero esa falsedad entregó las elecciones a Joe Biden en un momento en que el contenido del portátil podría haberle derrotado. También incitó otro torbellino de histeria sobre la artera manipulación rusa de estadounidenses crédulos y desprevenidos.

Y es todavía peor. Aprovechando los delirios rusofóbicos, la Casa Blanca y el FBI censuraron las redes sociales. La seguridad del Estado sofocó a su vez las pruebas de corrupción de la familia Biden en sus tratos comerciales con Ucrania. Así que ahora tenemos lo que muchos estadounidenses consideran un delincuente posiblemente senil y muy impopular como presidente, instalado por el FBI y la CIA, sin que se vislumbre el final de esta canallada. Y la raíz de este mal, la OTAN, anida junto a la putrefacta podredumbre de un gobierno controlado por donantes corporativos, mientras que la sed de sangre fresca de la OTAN requiere un enemigo ostensible, es decir, Moscú, que casualmente posee más armas nucleares que nadie en el planeta.

Esta catástrofe nos aflige al mismo tiempo que la principal alternativa presidencial es el temerario y acusado ante la justicia Trump, que incluso podría hacer campaña desde una celda, y que claramente pretende imponer la ley marcial, convertirse en presidente vitalicio y llevar a cabo juicios amañados para sus enemigos. La única forma de salir de esta trampa que nos ha tendido el duopolio es un candidato de un tercer partido –y resulta que hay uno excelente disponible, a saber, Cornel West– o que Biden haga finalmente lo correcto, dé un paso al frente y se eche a un lado.

Pero Biden aún no se ha enterado de que está aplastando lo que queda de la democracia estadounidense. Y esto es particularmente exasperante porque él sabía que era vulnerable a una acusación de soborno, concretamente a un supuesto pago de 5 millones de dólares, y sin embargo su ambición presidencial y su narcisismo le llevaron a arriesgarse a envolver para regalo este garrote con el que la extrema derecha le apalea ahora a él y, por extensión, a todos los que están a su izquierda. Tal vez pensó que podría superar esta acusación, esta ciénaga de argucias financieras que apesta intensamente, pero ahora está claro que no puede. Debería tener la decencia, en el ocaso de su vida, de despojarse del oportunismo enfermizo que le llevó a animar y engrasar las ruedas de la criminal guerra de Irak, a aumentar el gulag carcelario de la nación a dos millones de miserables almas y a empujarnos, desde 2021 hasta hoy, al precipicio del holocausto nuclear con Rusia. Debería predicar con el ejemplo y hacerse a un lado y, con un poco de suerte, Trump también se quedaría en el camino. El partido republicano sencillamente no es una alternativa. Cualquier conglomerado político con un plan de 1000 páginas para acabar con todas las normas y leyes que abordan el colapso climático, como lo ha hecho el partido republicano de Trump, no es un partido. Es un enemigo de la humanidad.

Mientras tanto, tras haber drenado la sangre de Yugoslavia, Afganistán, Libia y ahora casi acabado con el cadáver de Ucrania, la OTAN vuelve su mirada hambrienta hacia Taiwán. A pesar de la conocida y escandalosa historia del vampiro, Taiwán no se ha percatado. También está destinado al cementerio. Por increíble que parezca, numerosos peces gordos de la política estadounidense han llegado a barajar la idea de bombardear la industria taiwanesa de chips informáticos, antes que dejarla caer en manos chinas. ¿Cuál es la respuesta de la isla a estas amenazas de caos? «Haremos lo que usted diga, amo. Envíen armas». ¿De verdad? ¿Si esto no es suicida, qué es?

Tal vez, solo tal vez, con un gobernante distinto a Biden o a un halcón republicano, esta incursión en el Lejano Oriente no tendría lugar. Tal vez, una vez más, la humanidad se vería libre de la trampa nuclear. Tal vez esos Dr. Strangelove* del Pentágono ansiosos por la guerra naval y dispuestos a bombardear ciudades chinas se sentirían decepcionados. Quizá Estados Unidos podría incluso reducir su imperio y deshacer el daño de la OTAN. Pero tal vez eso sea esperar demasiado. Tal vez el vampiro de la OTAN no haya terminado de beber nuestra sangre y no lo hará hasta que el mundo estalle en llamas nucleares.

Bajo el mandato de Biden, Rusia ha invadido Ucrania en dos ocasiones: cuando estaba a cargo de la cartera de Ucrania como vicepresidente, y de nuevo en 2022 como comandante en jefe. En ambas ocasiones, Moscú fue provocado. Tal vez sea hora de que Biden acepte el veredicto de la historia de que él es parte del problema, que contribuyó a esas dos espantosas invasiones y que, por tanto, no puede ser la solución. Es hora de que Biden haga lo correcto y lo más elegante: retirarse. Salvaría vidas en Ucrania, en Taiwán y quizás nos salvaría al resto de nosotros del invierno nuclear. Pero, a juzgar por el historial de este presidente, ¿cuándo le ha hecho cambiar ese cálculo altruista?

N. del T.: Personaje de la película de Stanley Kubrick “Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love de Bomb”, que en España fue traducida como “¿Teléfono Rojo? Volamos hacia Moscú”. El Dr. Strangelove (Peter Sellers) es un excientífico nazi y asesor del presidente de EE.UU. que le convence de lanzar una bomba atómica contra Rusia que desencadenará la destrucción del mundo.

Eve Ottenberg es escritora (26 libros publicados) y periodista. Su último libro es Lizard People.

Fuente: https://www.counterpunch.org/2023/08/18/the-world-would-be-better-off-without-nato/

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El Sur está en La Habana

 

Ha comenzado en La Habana la Cumbre del Grupo de los 77 más China, núcleo solidario de los pueblos que siguen viviendo bajo el peso de fantasmas agobiantes: racismo, imperialismo, deuda externa y las lacras que ha dejado un proceso irracional de descolonización.


El Sur está en La Habana

 


Rosa Miriam Elizalde

El Viejo Topo

16 septiembre 2023

Las altas expectativas por la reunión del 15 y 16 de septiembre, a la que han asistido más de 100 países, la mayoría a nivel de presidentes y delegaciones de alto rango, se conjugan con una situación de asedio por Estados Unidos y de las principales potencias occidentales, como nunca había sucedido en la historia de este bloque multilateral. También, en un momento de crisis económica en la Cuba duramente bloqueada, por lo que el ministro de Relaciones Exteriores Bruno Rodríguez, en conferencia de prensa, aseguró que ésta es una cumbre austera.

Las naciones que integran el G-77 más China cubren la tercera parte de la superficie del planeta y tienen una población combinada de 6 mil 400 millones de personas, más de 80 por ciento mundial. Existe desde 1964 como iniciativa del Movimiento No Alineado y es la más amplia y diversa agrupación del sistema de Naciones Unidas.

A pesar de las promesas, los discursos y los planes de la ONU en más de medio siglo, el modo de vida de los desarrollados jamás llegó para los subdesarrollados, porque las cadenas de subordinación entre unos y otros son excesivamente determinantes en una economía interdependiente y egoísta. Para empeorar las cosas, con el paso de los años ha ido apareciendo en todos los confines del planeta una suerte de desarrollo desigual, con franjas infinitas de sur en el norte y muy poquitos nortes en el sur.

Hay datos desalentadores por todos lados que refuerzan aquella idea de Carlos Monsiváis sobre el subdesarrollo, esbozada en su libro Días de guardar, donde el eterno retorno es la precaria y atroz sensación continua que nos informa de que esto ya lo vivimos, de que esto ya lo intentamos, de que esto ya fracasó. Sin ir más lejos, en la mitad del plazo fijado para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de Naciones Unidas, hay consenso de que ninguna de las metas se alcanzará en 2030. En ese año seguirán viviendo en la pobreza extrema 575 millones de personas (7 por ciento de la población mundial), 300 millones de niños y jóvenes no sabrán leer ni escribir y más de 3 mil millones de personas estarán afectadas por la degradación del planeta.

Según el canciller cubano, aun así hay esperanzas. La cumbre de La Habana seguirá apostando por un nuevo orden económico internacional como reclamo histórico del grupo, pero con realismo y propuestas concretas, como dinamizar el papel de la ciencia, la tecnología y la innovación en función del desarrollo, partiendo del potencial de los 134 miembros.

Retos actuales del desarrollo: papel de la ciencia, la tecnología y la innovación es el tema central del encuentro, que valorará la propuesta de Cuba de reactivar el Consorcio de Ciencia, Tecnología e Innovación para el Sur (Costis), presentado en la primera Cumbre Sur de La Habana, en 2000. De adoptarse la decisión, permitirá promover proyectos de investigación conjuntos y reducir la dependencia de los mercados occidentales, en un momento en que la isla ha anunciado que trabaja en más de un centenar de ensayos científicos relacionados con la lucha contra el cáncer, el covid y otras enfermedades que asolan a la humanidad.

La cumbre se produce en un contexto de ampliación de las economías emergentes, marcado por el hito de la expansión del BRICS que superan al club de los siete países más ricos del mundo en términos de producto interno bruto. Poseen, además, las grandes reservas de recursos naturales y son el eje emergente en el desarrollo científico y tecnológico, incluida la inteligencia artificial. O el Sur lidera campos estratégicos en tecnología y ciencia para mejorar la vida cotidiana de sus ciudadanos y desterrar la pobreza, o será el perpetuo subalterno de otros países, sin más solución que el abismo.

Obviamente, la pregunta que viene a continuación la hizo el corresponsal de la agencia Efe al ministro Rodríguez este miércoles: ¿cuál es el riesgo de que la declaración final de esta cumbre se quede en retórica común, porque el grupo no tiene mecanismos establecidos para la acción? Este es un mundo poco democrático, pero espero que haya un mínimo de consideración en los estados ricos e industrializados, que debieran reconocer que lo que ocurra con las naciones del sur es motivo de supervivencia para las del norte. Navegamos en el mismo barco en aguas procelosas. O nos salvamos todos como especie o no se salvarán siquiera los multimillonarios, respondió el canciller.

Fuente: La Jornada.

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El envío de armas a Ucrania el mejor negocio militar de la historia para Estados Unidos

 

 

El envío de armas a Ucrania el mejor negocio militar de la historia para Estados Unidos


TERCERAINFORMACION / 15.O9.2023

Nunca, después de la segunda guerra mundial, se había registrado un despliegue bélico en Europa de tal magnitud.


Tanto Estados Unidos como algunos miembros de la OTAN han entregado y están entregando todo tipo de armamento al régimen de Kiev. Es ésta una nefasta estrategia que puede significar la destrucción de la seguridad internacional, no solamente en la región en conflicto, sino una ruptura total de la seguridad a nivel global.

La afirmación anterior está sustentada en el gran impacto que tendrá la introducción de armas que representan una importante afectación de los derechos humanos.

Cómo siempre nos hemos caracterizado en esta tribuna, presentaremos la información debidamente sustentada por fuentes muy verosímiles, veamos:

Al inicio del mes de agosto de 2.023 se ha verificado con toda claridad, la decisión del gobierno de los Estados Unidos de confirmar el envío de las controvertidas bombas de racimo a Ucrania, lo cual provocó la indignación de grupos humanitarios, e inclusive algunos de sus aliados. Esta información proviene de fuentes totalmente independientes como se puede corroborar:

FRANCE24:

Estados Unidos confirma el envío de las controvertidas bombas de racimo a Ucrania.

https://www.france24.com/es/ee-uu-y-canad%C3%A1/20230707-estados-unidos-confirma-el-env%C3%ADo-de-las-controvertidas-bombas-de-racimo-a-ucrania



Biden dice que fue una decisión “difícil” y “Kiev prometió utilizar estas controversiales bombas con cuidado y desde Washington insisten en que solo enviarán los artefactos con una tasa de fallo inferior.”

CNN:

La contraofensiva de Ucrania avanza lenta pero persistentemente con la ayuda de bombas de racimo.

https://cnnespanol.cnn.com/2023/08/17/ofensiva-ucrania-bombas-racimo-trax/

“Han aparecido imágenes de drones que muestran la intensa lucha por Urozhaine, en las que se puede ver a docenas de soldados rusos huyendo hacia el sur de la aldea. Al parecer, son bombardeados durante su huida, por momentos con lo que parecen ser municiones de racimo, dijeron dos expertos en armamento que revisaron los videos de los incidentes. Los expertos no quisieron ser identificados por tratarse de un tema delicado.”

EURONEWS:

Guerra en Ucrania La ONU expresa preocupación por la entrada de armas.

https://es.euronews.com/2023/08/18/guerra-en-ucrania-la-onu-expresa-preocupacion-por-la-entrada-de-armas

Inclusive, altos funcionarios de la ONU como Izumi Nakamitsu quien afirmó: “muchas de esas armas caen en manos de «usuarios finales no autorizados», generando desestabilización.”

 

Pero el asunto está lejos de quedarse allí, Zelenski, ha pedido ayuda militar que incluya municiones, aviones de combate y misiles de largo alcance. Todo ello tras la intensificación del conflicto, que ha llevado a una mayor demanda de Kiev a sus socios occidentales, y que además ha reiterado la necesidad de continuar recibiendo proyectiles de artillería.

No puede ser más elocuente el siguiente mensaje en las redes del propio Zelenski:

https://twitter.com/ZelenskyyUa/status/1677403525158928387?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1677403525158928387%7Ctwgr%5E3ec717249fd69a347de23a76278082c64e209078%7Ctwcon%5Es1_&ref_url=https%3A%2F%2Fwww.france24.com%2Fes%2Fee-uu-y-canadC3A1%2F20230707-estados-unidos-confirma-el-envC3ADo-de-las-controvertidas-bombas-de-racimo-a-ucrania

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«Un paquete de ayuda de defensa oportuno, amplio y muy necesario de los Estados Unidos. Estamos agradecidos con el pueblo estadounidense y el presidente Joseph Biden por los pasos decisivos que acercan a Ucrania a la victoria sobre el enemigo y a la democracia a la victoria sobre la dictadura. La expansión de las capacidades de defensa de Ucrania proporcionará nuevas herramientas para la desocupación de nuestra tierra y acercar la paz».

La respuesta no se hizo esperar y los Estados Unidos ha confirmado también la aprobación del envío de aviones F-16, por parte de sus aliados europeos a Ucrania.

La información anterior se puede verificar también en muchos medios independientes:

FRANCE24:

EE. UU. aprueba la entrega de aviones F-16 a Ucrania por parte de Países Bajos y Dinamarca.

https://www.france24.com/es/europa/20230818-ee-uu-aprueba-la-entrega-de-aviones-f-16-a-ucrania-por-parte-de-pa%C3%ADses-bajos-y-dinamarca

“La entrega de los aviones F-16 es solo parte de la ecuación. Además de proporcionar estas aeronaves de guerra, a pedido de Washington, los aliados de Ucrania deben capacitar a sus pilotos para utilizarlas de manera efectiva. EE. UU. ha subrayado la importancia de los F-16, al igual que los avanzados tanques estadounidenses Abrams.”

 

Cómo si todo lo narrado antes fuera poco, el importante portal de noticias suizo swissinfo, nos sorprende hace muy poco tiempo con la siguiente noticia:

SWISSINFO:

EE.UU. anuncia otro paquete de armamento para Ucrania valorado en 250 millones de dólares.

https://www.swissinfo.ch/spa/ucrania-guerra_ee-uu–anuncia-otro-paquete-de-armamento-para-ucrania-valorado-en-250-millones-de-d%C3%B3lares/48771046

Esta ayuda militar para Ucrania incluye misiles AIM-9M para defensa aérea, sistemas de detección de minas y los famosos misiles Javelin, además de gran cantidad de municiones para varios tipos de armas, por ejemplo, para el sistema de cohetes HIMARS, de artillería de 155 y 105 milímetros y tres millones de cartuchos para armas pequeñas.

Concluye el medio con el total de la hipoteca de Ucrania desde el principio de la guerra con los Estados Unidos: la no despreciable suma de $63.000 millones de dólares.

INFOBAE:

Estados Unidos enviará a Ucrania otro paquete de armamento valuado en USD 250 millones.

https://www.infobae.com/america/mundo/2023/08/29/estados-unidos-enviara-a-ucrania-otro-paquete-de-armamento-valuado-en-usd-250-millones/

INFOBAE nos complementa la información: “Las armas se extraerán de las reservas estadounidenses existentes y también incluirán equipos de remoción de minas, artillería y cohetes, ambulancias y equipo médico, entre otros artículos y repuestos, según el Departamento de Estado.”

“Estados Unidos ya se habría quedado sin fondos para este año para proporcionar equipos de almacenamiento adicionales a Ucrania, pero a principios de este año se dio cuenta de que el Pentágono había sobrevaluado el equipo que ya había enviado, lo que liberó 6.200 millones de dólares adicionales en fondos.”

Nuestras conclusiones del detallado análisis de la totalidad de la información anterior son las siguientes:

La entrega de armamento a Ucrania a gran escala ha significado un deterioro de las condiciones de seguridad en Europa del Este y otros países, mediante la proliferación de armas occidentales que se han desviado hacia el mercado negro.

Varios países OTAN que poseían armamento heredado de la era soviética, como Polonia, los han despachado hacia Ucrania vaciando sus arsenales o disminuyendo de manera notoria sus propias capacidades defensivas.

Pero también países como Inglaterra y Alemania han enviado armamento occidental de diversa naturaleza al teatro de operaciones ucraniano, comprometiendo sus capacidades defensivas y ofensivas.

De esa manera, aparece pues el gran negocio militar para el gobierno estadounidense: ha ofrecido el reemplazo de esos equipos por sus equivalentes estadounidenses.

Ya desde diciembre de 2022, Josep Borrell, alto representante de Política Exterior de la Unión Europea (UE), indicó que las reservas militares europeas están «agotadas» debido a los continuos envíos de armas a Ucrania.

La Unión Europea «carece de las capacidades de defensa necesarias» para hacer frente a futuras amenazas, señaló el propio Borrell, quien destacó que el conflicto bélico en Ucrania ha puesto de manifiesto «la insuficiencia de nuestras existencias militares» y «la fragilidad de nuestras cadenas de suministro». Algo que es muy preocupante, si aparecen otros peligros en un futuro que supuestamente amenacen la seguridad comunitaria.

Pero la estrategia de los Estados Unidos se completa en Latinoamérica:

En enero de 2023, la jefa del Comando Sur de Estados Unidos, Laura Richardson, pidió a los países latinoamericanos ceder su equipamiento militar ruso a Ucrania, remarcando la creciente influencia de potencias como Rusia y China en Latinoamérica, una región que reviste particular importancia para Washington.

La generala adelantó que ofrecen reemplazar las armas despachadas hace tiempo desde Moscú por equipamiento estadounidense, con lo cual hace una jugada a tres bandas: además de enviar a Ucrania armas que ellos conocen de antemano, las reemplazan con armas norteamericanas, lo cual comienza a crear una dependencia total de los países latinoamericano con el gigante del norte. Aludió concretamente a Cuba, Venezuela y Nicaragua, pero sin mencionarlos, y a otros países que hoy poseen armamento ruso.

A la luz de estos datos y anuncios, es evidente que la guerra proxy de la OTAN contra Rusia ha adquirido una modalidad de proyección al largo plazo. Además del suministro de armas, concurre el bloqueo a Ucrania de toda facultad de diálogo y negociación para crear distensiones o poner fin a la guerra, lo cual solo facilita el alargue de la misma.

Ucrania ha entregado su soberanía de manera evidente y se ha convertido en un protectorado de la OTAN, dando forma a una guerra prolongada pese a sus catastróficas pérdidas de efectivos militares, armas e infraestructura.

La proyección del conflicto y su prolongación en el tiempo, no de manera casual, está cambiando la configuración de los parques de armas en los ejércitos de varios países: inicialmente en Europa, pero también pretenden que ello se extienda a Latinoamérica. En ambos continentes, considerados parte del «área de influencia» norteamericana, Washington pretende expulsar a Rusia y consolidarse como único proveedor de armamento.

Este podría ser el proceso de reemplazo de armas más grande del cual se tenga memoria. Una estrategia que está claramente diseñada a favor de los Estados Unidos y su complejo industrial-militar, principalmente, al ofrecer el cambio de armamento europeo ya entregado a Ucrania por armamento de fabricación norteamericana.

 

La admisión de Josep Borrell del agotamiento del arsenal europeo implica un llamado al aumento de los procesos de procura de armamento OTAN de los países europeos, bien sea por fabricación propia, pero también por la adquisición del más grande proveedor: Estados Unidos. Consideramos la declaración de Borrell como un acto de amistosas relaciones a favor de los fabricantes de armas.

No es otra cosa que el negocio de la guerra como fin último.

Los procesos de reemplazo de los sistemas de armas son un tema complejo para los ejércitos de cualquier país, pues implica el desarrollo de nuevos contratos, no solo para el suministro de armamento, sino también para la prestación de otros servicios adicionales, tales como el entrenamiento de las tropas para la operación de las armas(el entrenamiento de pilotos por ejemplo), el intercambio de información sobre el uso de armas, la solicitud de autorización para poder entregarlas a un tercer país y además los servicios de mantenimiento y reparación de los equipos.

De esta manera, la industria militar estadounidense obtendría una clara ventaja al hacerse de nuevos contratos que, por defecto, controlarán las capacidades de respuesta y arsenal de aquellos países que participen en este proceso de cambio de su parque de armas.

El reacomodo de los sistemas de armas a gran escala y a favor de Estados Unidos es mucho más que económico, pues contiene otros elementos propios de la seguridad estratégica.

En el caso en el cual un país entregue armas de la era soviética o la Federación Rusa a Ucrania y después quede dependiendo de Estados Unidos como único proveedor de sus armas, se crearía una clara vulnerabilidad a sus sistemas de defensa. Pero, si hay cambios geopolíticos, lo cual no es descartable, el país puede sufrir un embargo de armas de parte de Estados Unidos, ya sea por vía formal o de manera soterrada. Las empresas norteamericanas simplemente podrían suspender el suministro de servicios y reparaciones de equipo militar.

Esto no es novedoso, pues ya sucedió a comienzos del presente milenio con Venezuela, cuando los Estados Unidos se negaron a prestar servicio de mantenimiento y repuestos a los F-16, lo cual desembocó en la adquisición de 24 unidades de los cazas estratégicos polivalentes Sukhoi-30 de fabricación rusa por parte del país latinoamericano.

Ucrania es ahora el epicentro de una gran operación financiero-armamentística. La prolongación de la guerra es el contrato a gran escala más grande a favor del suministro de armas al país eslavo, pero el gran beneficiario será Estados Unidos.

Los posibles incrementos de los beneficios para el complejo financiero y militar incluyen la formación de condiciones para dar un nuevo aliento a la ya muy disminuida hegemonía estadounidense como principal potencia militar del mundo, tratando de fortalecerla frente a enemigos estratégicos como Rusia y China.

La reconfiguración de la estructura de distribución y uso de armas que está imponiendo Estados Unidos se dirige a la creación de una nueva matriz de carrera armamentística.

Aunque es un hecho que Moscú sigue adelante de Washington en algunas áreas de desarrollo militar, por ejemplo en las tecnologías hipersónicas, la intención de la OTAN y sus aliados es disminuir dichas capacidades de avance, así como bajar el gradiente de inversión e innovación.

Se pretende pues, eliminar a la industria militar rusa de Europa (y ahora de Latinoamérica), así como alargar la guerra contra Ucrania, todo ello con el objetivo de mermar al largo plazo las capacidades de la industria militar de la Federación rusa y con ello conseguir el debilitamiento (por desgaste) de las capacidades militares de Rusia, el incremento de los beneficios de la industria estadounidense y, de esta manera, definir una carrera por la superioridad militar con solamente dos participantes: Estados Unidos y China, países que muy posiblemente veremos enfrentados de manera directa por hostilidades relacionadas con Taiwán.

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