martes, 6 de septiembre de 2016

¿FRAUDE ELECTORAL? CON MARIANO RAJOY Y SUS ACÓLITOS DE POR MEDIO NO NOS PODEMOS FIAR NI DE NUESTRA SOMBRA

Una corporación armamentista contando los votos de Unidos Podemos

Por Diego Herchhoren
Kaos en la red
05.09,2016

El líder de Podemos, durante la opinión que realiza habitualmente para introducir el debate de su programa Fort Apache, excluyó la hipótesis del fraude porque, dice, “es impensable en un país como España”. Esto se traduce inevitablemente en que la opacidad del sistema va a continuar. En el caso de Alberto Garzón, todavía esperamos alguna reflexión.
Gracias a Podemos, el sistema puede tirar unos años más.


Se trata de un sistema que ya ha dado serias muestras de falta de veracidad. El grupo de trabajo británicoOpen Rights Group recordó que desde hace años los sistemas de voto o recuento electrónico no auditadosson una auténtica “caja negra de votos”, parafraseando así a la investigación realizada por el consultor Bev Harris sobre los riesgos de fraude en la intervención de las empresas IT en procesos electorales.El sistema de e-counting patentado por Indra es según sus desarrolladores una solución basada en el reconocimiento óptico de caracteres (OCR) que permite el “recuento automático de papeletas o actas electorales, basado en la digitalización de las imágenes e interpretación de las mismas“. La inexistencia de una fiscalización o auditoría tecnológica de un sistema de e-counting permite a la empresa proveedora alterar todos los resultados electorales.
La frase de Pablo Iglesias que afirmaba que el riesgo de pucherazo en España es materialmente imposible no solo es incierta, sino que deja en bandeja que los administradores del sistema electoral electrónico hagan y deshagan sin que los electores se enteren.

Sin auditoría, el sistema es alterable

Todos los usuarios de un ordenador tienen en mente los riesgos de seguridad que existen en la transmisión de los datos que pasan por él. Los sistemas de votación y de cómputo electrónico no son diferentes. Una de las características propias del robo de datos o su alteración por medio de artificios informáticos parte de la premisa de que el usuario o víctima no debe enterarse de esta operación. El hackeo de servidores o de almacenes informáticos se practica mediante un problema de seguridad que el usuario o responsable del ordenador no ha podido detectar.
Esto ocurre principalmente en las empresas que utilizan software patentado. El uso de software no sujeto a auditorías públicas normalemente se hace en función de la necesidad de la empresa de que otras competidoras no copien o reproduzcan ilegalmente el software de su invención. Aplicada esta lógica a los procesos de recuento electrónico de votos supone que cualquier fallo o alteración del código fuente que afecte a los resultados electorales no será percibido correctamente por los usuarios del sistema, esto es, partidos políticos, votantes, candidatos, etc.

El e-counting es un instrumento de fraude

Amy Goodman, editora de Censored Project, una iniciativa que estudia las noticias más censuradas por las corporaciones mediáticas norteamericanas, decía: “George Bush pudo ganar las elecciones presidenciales cabalgando sobre un fabuloso fraude tecnológico de las corporaciones que fabrican las máquinas electrónicas de votación, que a la vez proveen al gobierno -vía Pentágono- con lucrativos materiales y equipos para su guerra en Iraq. Lo que hasta ayer parecía ciencia ficción, hoy se presenta más real que nunca: las computadoras están habilitadas para elegir ellas en vez de los ciudadanos, en una doble jugada en favor de las ganancias corporativas y el poder político, o sea, “la democracia”. Ésta fue la sexta noticia más censurada por el gran tinglado mediático corporativo y detectada sólo en algunos medios alternativos por el Proyecto Censurado de la Universidad Sonoma State de Santa Cruz, California.
España es sin duda un país en el que el poder económico ha dedicado enormes esfuerzos en borrar la memoria. En el año 2010, una consulta realizada por el Ayuntamiento de Barcelona sobre las obras de ampliación de la Diagonal, fue adjudicado a INDRA. En aquella ocasión, las juventudes de Esquerra Republicana de Catalunya demostraron con un irónico vídeo cómo pudieron suplantar la identidad de la Infanta Cristina en la votación.

El caso de Iniciativa Internacionalista en 2009

La ausencia total de una auditoría independiente de estas empresas convierte el resultado de las elecciones en un acto de fe en la autoridad que los proclama. En el año 2009, la candidatura Iniciativa Internacionalista-La Solidaridad entre los Pueblos impugnó los resultados de aquellas elecciones europeas donde su denuncia estaba vinculada a la intervención de esta empresa. En aquella ocasión se registró un aumento significativo del voto en blanco, esto es 125.165 votos blancos más que en las elecciones europeas de 2004, cuestión sin duda anormal ya que ninguna fuerza política había hecho un llamamiento en ese sentido.
Las anomalías más graves que esta candidatura pudo detectar fundamentalmente en el País Vasco, donde también se percibía un aumento anormal respecto a los  votos nulos, siendo que en el año 2004 se registraron 154.209 votos nulos, de los cuales 113.000 pertenecen a los atribuidos para la candidatura ilegalizada Herritarren Zerrenda, opción que impulsó la izquierda abertzale. Es decir, existieron 42.000 votos nulos que no correspondían con HZ y que podríamos decir que son votos nulos técnicos. En 2009 se registraron 98.079 votos nulos, 50.000 votos más de lo normal.
La conclusión que planteó en aquel momento la portavoz de la candidatura, la abogada Doris Benegas, era que había una parte del proceso de recuento que, de manera automatizada, había asignado votos de Iniciativa Internacionalista a otras formaciones.

Una corporación armamentista contando los votos de Unidos Podemos

Igual que en EEUU muchas empresas del lobby armamentista han contribuido, financiado e instrumentado las máquinas de votación que han permitido victorias electorales de los partidos a los que contribuían a su financiación, en España la situación no es muy diferente.
INDRA, empresa concesionaria del sistema de e-counting de las elecciones del 26 de junio, es sin duda un hermano menor de los escándalos que otras empresas del rubro protagonizaron en el país norteamericano. Al igual que las contratistas de Defensa Election Systems & Software (ES&S), Diebold y Sequoia son las compañías primariamente involucradas en poner en marcha las nuevas tecnologías de votación en EEUU, INDRA es una empresa investigada por la Audiencia Nacional por pagar mordidas a cambio de contratos públicos, estableciendo una relación de enorme complicidad entre ésta y los diferentes gobiernos de turno. Si bien últimamente se ha vinculado a INDRA con la trama de financiación ilegal del PP, el PSOE tampoco está libre de pecado.
A esto hay que sumar que la empresa tiene la certificación PECAL, que es la acreditación como proveedor armamentista de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y por tanto sus perspectivas de negocio están vinculadas inexorablemente a que la política exterior y de defensa española siga igual que antes.

La parte lamentable: Iglesias y Garzón se comen el guiso

Unos mimbres como estos deberían alarmar a todos los militantes y simpatizantes de Podemos e Izquierda Unida. Debería ser motivo de profundos debates y preguntas que permitieran poner en duda la validez de un sistema que no controlan y que, al igual que ocurre con prácticamente con todos los ámbitos de la política española, no deciden absolutamente nada (siendo éste precisamente el motivo que los impulsó a militar y votar a Unidos Podemos).
Pero nada de eso ha ocurrido. El líder de Podemos, durante la opinión que realiza habitualmente para introducir el debate de su programa Fort Apache, excluyó la hipótesis del fraude porque, dice, “es impensable en un país como España”. Esto se traduce inevitablemente en que la opacidad del sistema va a continuar. En el caso de Alberto Garzón, todavía esperamos alguna reflexión.
Gracias a Podemos, el sistema puede tirar unos años más.
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SI RAJOY NO PUDIERA FORMAR GOBIERNO, QUÉ MADARIAN SUS AMOS QUE HICIERA, ¿CAPRILIZAR, VERSUS CAPRILES, LA POLÍTICA ESPAÑOLA?



Las motivaciones económicas detrás del golpe neoliberal en Brasil

Rebelión
CELAG
05.09.2016

Semana aciaga para la democracia en Brasil y en toda la región. Se consumó el golpe contra el gobierno de Dilma Rousseff. Es un golpe contra la democracia. Es un golpe contra los gobiernos del “Partido dos Trabalhadores” (PT) que consiguieron reducir la pobreza extrema en más de un 63%. Es indudablemente un golpe motivado por fuertes razones económicas, pero también es un “golpe racista, misógino y homofóbico” como la propia mandataria reflejó en su discurso ante el Senado. Es un golpe de la élite contra las mayorías. 

Brasil, ese gigante que durante tantas décadas padeció el hambre, la miseria y las desigualdades heredaras del inefable pasado colonial, que comenzó a despertar de su pesadilla en 2003 con la llegada al poder del PT, y que ahora ve truncarse su sueños de poder cerrar sus venas abiertas por culpa de la voluntad egoísta de unas élites ligadas al capital transnacional.

El siglo XXI supuso para la región un nuevo aroma que hacía demasiado tiempo que no se respiraba. La larga y oscura noche neoliberal acababa. Venezuela, Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador, Uruguay, Paraguay… una ola de cambio recorría la región. Esto se tradujo en avances indudables en los indicadores sociales (sanidad, educación, pobreza, desigualdad…) y en muchos casos también institucionales. Los cambios eran urgentes, porque el paciente entraba en el nuevo siglo en estado de coma. Las recetas muy diferentes de aquellas aplicadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial (BM). Aquellas siempre se han mostrado efectivas para el beneficio de las élites y el empobrecimiento de las mayorías.

Pero no es objeto de este texto hacer un mapa del estado de situación en la región y debatir sobr la tesis del supuesto cambio de ciclo. El objeto es centrarnos en Brasil, y concretamente en la propuesta económica que empuja hacia el golpe en Brasil y nos ayuda a entenderlo. Para esto tenemos que volver la mirada atrás un poco hacia atrás.

En primer lugar, como ya se ha dicho, los logros sociales y económicos de los gobiernos del PT son incuestionables. Estos logros sociales se fundamentaron en un aumento de la capacidad redistributiva del Estado, esto a través de una gran cantidad de programas sociales y el fuerte aumento de la inversión social. Sin embargo, la distribución primaria del ingreso no se modificó, pero como el pastel era cada vez más grande, aunque el Estado sacara una buena parte del mismo y lo destinara para mejorar las condiciones de vida de la mayoría, las élites económicas también veían aumentar sus ingresos sin ver en peligro sus privilegios. Así funcionaba el pacto interclasista con el beneplácito del Estado.

En segundo lugar, la ruptura de este pacto se produce con el segundo mandato de Dilma, donde el desencadenante fue la menor disponibilidad presupuestaria. Esta reducción de recursos se presenta en forma de dilema dicotómico. A menores recursos caben dos opciones: 1) quitar a las grandes mayorías y que sean ellas las que soporten el peso de la restricción presupuestaria al más puro estilo neoliberal, o 2) apostar a que sean las élites privilegiadas y adineradas las que soporten con mayor fuerza el ajuste.

¿Por qué salida apostó la presidenta Dilma Rousseff? Pues en un primer momento intentó alargar el pacto con las élites y fruto de ello, entre otras cuestiones, fue la designación como Ministro de Economía de Joaquim Levy, que entró en el gabinete el 1 de Enero de 2015. La prensa opositora lo tomó bien porque esa entelequia que son los mercados decían estar contentos con la apuesta. El resultado tras conocerse esta designación fue la fuerte subida de la bolsa brasilera (la mayor en los tres años anteriores) y el fortalecimiento del Real frente al Dólar estadounidense. Por su parte, en este momento, el lobo con piel de cordero del PMBD celebraba esta reorientación y su recompensa en el Gabinete que pasó de 5 a 6 miembros del partido. El pacto con el diablo parecía funcionar, al menos para mantener contentas a las élites.

Sin embargo, las disputas no tardaron en saltar a la luz, ya que esta reorientación suponía romper con los postulados clásicos del PT. El pacto con la ortodoxia exigía cada vez más ajustes. El detonante se dio en la controversia entre la presidenta Dilma y Joaquim Levy con uno de los programas sociales estrellas del PT, el programa Bolsa Familiar[1]. Finalmente, a menos de un año desde su llegada, concretamente el 17 de diciembre de 2015 se hacía oficial un secreto a voces, la salida de Joaquim Levy del Ministerio de Economía. Ese día, los “mercados” mostraron su descontento. La bolsa brasilera cayó un 2,14% y el Real cayó fuertemente frente al Dólar. Aunque la salida se produjo el 17, las discrepancias venían de mucho antes por la apuesta de la presidenta por la otra salida, aquella que apostaba porque fueran los que más tienen, los que soportaran la restricción presupuestaria. Fruto de esto fue el inicio del proceso de impeachment el 2 de diciembre de 2015. Es decir, el detonante para la activación fue la elección del camino contrario a los intereses de las élites económicas. Las cartas se iban poniendo sobre la mesa. O Dilma Rousseff aceptaba el pacto (chantaje) o la sacarían por cualquier medio de la presidencia.

Para esa fecha, Joaquim Levy ya había cumplido su función. Iniciar una fase de shock económico que además de promover fuertes ajustes, elevó la inflación por encima del 10%, algo impensable un año antes. Las condiciones estaban dadas para que el FMI y el Banco Mundial se unieran al festín. Y por cierto, desde finales de 2015 Joaquim Levy también era Director General y Director Financiero del Grupo Banco Mundial.

Pero aún faltaba el toque de complot de los capitales internacionales. Para esto el FMI fue reduciendo progresivamente las proyecciones de crecimiento de Brasil hasta convertir la situación de la economía brasilera en una gran recesión que no levantaba cabeza. Cuando iniciaba el proceso de impeachment el FMI anunciaba una recesión del PIB de Brasil del 3,8%, mientras que la CEPAL decía en el mes de abril que la caída del PIB sería del 0,9%. El shock, si no es real, debe ser inducido. Sin embargo, tras la llegada provisional al poder de Temer en Abril y con la revisión que hizo en julio el FMI de la economía brasilera, corrigió la caída del PIB para este año al 3,3% debido “a que el desempeño de la economía brasileña en el primer semestre ha sido mejor de lo previsto, y con ello se prevé que la contracción anual será menos drástica de lo que se había pensado”. Además, el FMI también mejoró las previsiones de crecimiento para el 2017, pasando de un crecimiento nulo a un crecimiento estimado del 0,5%. Con esto, se quería evidenciar que el primer paquetazo de Temer tenía rápidamente efectos positivos sobre el crecimiento. Eso sí, por supuesto que obviando las condiciones de vida de las grandes mayorías, la calidad democrática, y cómo no, comparándo con las previsiones anteriores que el organismo había lanzado para desacreditar el desempeño económico del ejecutivo de la presidenta Rousseff. Si finalmente la economía brasilera cae “sólo” el 2%, incluso más de lo que auguraba la CEPAL a comienzos de año, será un supuesto éxito de las políticas temerarias del nuevo ejecutivo en comparación con las previsiones catastrofistas del FMI.

Pero ¿en qué consisten estas medidas económicas del Gobierno de Temer?. El primer paquetazo ha consistido en un fuerte impulso de las privatizaciones de todo aquello que era rentable para el Estado, y por tanto, para la sociedad brasilera. Comenzó por el sector eléctrico, donde se están privatizando más de 200 pequeñas empresas que además de rentabilidad cumplían la función social de llevar electricidad a la mayoría de lugares del país. Las privatizaciones también han llegado a las empresas de transporte y a las de gestión aeroportuaria y portuaria. Otras instituciones públicas se abren a una mayor participación privada como el Seguro de Caixa Económica Federal o el Instituto de Reaseguro de Brasil[2]. Y por supuesto, en la puja por el expolio, no podía faltar la nueva joya de la corona brasilera, los grandes yacimientos petrolíferos del presal.

No sólo están en venta los activos del país. Sino que toda la inversión social, aquella que ha conseguido los tan importantes avances sociales en términos de reducción de la pobreza y la desigualdad o acceso a la educación y la sanidad, también está sufriendo el ajuste. Desde que Temer ocupó de forma provisional la presidencia, expuso su voluntad de eliminar el fondo creado para invertir los ingresos petroleros en educación, en julio eliminó las prestaciones de la Bolsa Familia excluyendo a 10 millones de familias de dicha ayuda. Y esto sólo fueron algunas de las cosas realizadas durante el interinato antes del 31 de agosto. Ahora, ya consolidado el golpe, ha lanzado nuevos recortes en derechos laborales y pensiones, recortes para la salud, donde el ajuste para el próximo año se espera que llegue casi al 40%. Sin embargo, a pesar de todos estos recortes, el déficit público en 2016 según el propio ejecutivo de Temer será de $48.000 millones, mucho más alto que los $27.286 millones de déficit en 2015, que supuestamente era intolerable y motivado por el supuesto despilfarro del dinero público en las medidas de protección social.

Quienes son los ganadores y quienes son los perdedores con el golpe están claros. Cuales son los intereses de los ganadores también. Como dijo Dilma, “la historia será implacable con los que se creen vencedores”. Dilma Roussef sobrevivió a las torturas y vejaciones de un régimen militar, seguro no se arrodillará ante los atropellos de unas élites corruptas que para nada gozan del apoyo popular. El golpe contra la democracia en Brasil es un golpe del capital, intolerante con aquellos gobiernos que piensan en las mayorías por sobre las élites. El neoliberalismo ha vuelto en forma de golpe.

 Notas:
[1] El Programa Bolsa Familiar beneficiaba a casi 60 millones de pobres proporcionando una ayuda financiera para cubrir las necesidades básicas de las familias.
[2] Para un mayor detalle de la primera oleada privatizadora ver Serrano, A. (2016). “Brasil en rebajas” publicado en http://www.celag.org/brasil-en-rebajas/  publicado el 19 de Julio de 2016.

Fuente: http://www.celag.org/el-neoliberalismo-detras-del-golpe-en-brasil/

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