miércoles, 13 de febrero de 2013

RAJOY, QUERIDO, ERES MAS SIMPLE QUE EL MECANISMO DE UNA CUCHARA, POR EMBUSTERO, CINICO Y ESQUILMADOR DE LOS RECURSOS DE LA PATRIA, DIMISIÓN


Yo creo que Rajoy menos bonito, y siempre que sea malo, es y podría ser de todo. A mi la verdad es que los cínicos me caen bien, porque quieras que no, si te lo tomas a chunga, la cosa tiene su cosa para mover a la risa. 

Que un cínico griego clásico, salvando las distancias con Mariano Rajoy, el bárcenico-plastilino, Bárcenas-Prestige, asunto no aclarado, por ejemplo, afirmara que las mujeres parían por las pantorrillas no me negarán que no tiene su chispa de gracia. Y puede que no le faltara razón al cínico griego, porque para mi que los cínicos no son paridos por sus madres vía útero-vaginal como todo el mundo, sino que son cagados, y después de la maternal cagada, la madre hurga con un palo entre la mierda, y viendo a su hijo en semejante merdel es cuando grita eufórica: “¡for president, coño, que este vale! 

No es el caso de Mariano Rajoy, el lacónico de que sí sabe no contesta. Hay que reseñarlo con veraz y pronta rotundidad no sea qué. Mariano Rajoy, el lacio, ha llegado al gobierno por mor de los votos y en base a que decía lo que sabía que no iba a cumplir, lo cual le hace acreedor a los mayores honores del embustero macizo, con respecto de lo cual yo no tengo nada que decir, punto en boca, porque ya lo he dicho. Tampoco voy a decir que Mariano Rajoy sea un cínico, porque no hace falta que yo diga nada cuando es él que sabe de cinismo y lo práctica es el que lo dice, y además, lo dice en la televisión “particular” del PP, que es la pública de todos los españoles: TVE . Y es que este Rajoy, además, es un pitorro-pitorrín-pitorrillo, porque es que encima se nos pitorrea y se queda tan Pancho, y sin gracia, que esa es otra. En sus horas de trabajo que le pagamos todos los españoles, Mariano Rajoy, el culandrón, porque lo ha dicho para salvar su culo, lo siguiente: 

 “Me presenté a las elecciones diciendo que no iba a subir los impuestos. No he cumplido el programa electoral, pero tengo la sensación de que he cumplido con mi deber. Estamos sentando las bases de cara al futuro”, ha afirmado hoy en unas jornadas organizadas por The Economist. (El Plural.com, 12.02.2013).

Mariano Rajoy, simplón, esto ya como amigos. Si tú reconoces, lo que ya reconocíamos la mayoría de los españoles y antes de que lo dijeras, cuco, que eres un cuco, que NO HAS CUMPLIDO EL PROGRAMA ELECTORAL, vete a tomar polculo ahora mismo, Mariano, por tu bien te lo digo (bueno, por el bien de la inmensa mayoría de los españoles lo digo, las cosas cono son). ¡Que te, vayas! Que ni me respondas, embustero! 

Y ya que estamos, Mariano, el vampiro mano del jamón a 190 euros el kilo. Las sensaciones que tú tengas te las metes en los guevos y te vas a tu puta casa a sensacionear o al marisqueo, lo que quieras, porque nadie te ha votado para que tengas sensaciones, ¿me comprendes? Sensaciones, sensaciones…, ¡no te jode. Sensaciones las mías, pucherín, que eres un pucherín, que me tienes aquí hecho un basilisco perdiendo el tiempo respondiéndote. 

Sensación la mía, tesoro, que eres un tesoro, bueno, protector del ex tesorero de tu partido, el PP, o tampoco era Luis Bárcenas tesorero del PP de a 22, 22, 22 kilates tela marinera en Suiza? Así que “veste”, hombre “veste”. Cumple con tu deber de dimitir, cazuelete vinatero, o es que no has dicho tampoco, por cierto con muy poquita sal, so soso, que eres un soso, aquello de “viva el vino”? Ay, que pena de hombre, que meluflín es. 

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GRACIAS A LA POLITICA DEL PP HOY, Y AYER DEL PSOE, SE SUICIDA UN MATRIMONIO DE JUBILADOS ANTES DE SER DESAHUCIADOS: RAJOY, IMPOSTOR, VENDE PATRIA, EMBUSTERO, DIMISION


(Foto, Heraldo de Aragón. La Plataforma STOP DESAHUCIOS en Zaragoza)


Mariano Rajoy tiene dos muertes más que poder colgar en la puerta del armario de su dormitorio, dado que no tiene conciencia y los crímenes en algún sitio han de ser colgados.

Antes de que les llegara el desahucio de la vivienda en que vivían se ha suicidado un matrimonio de jubilados en Calviá, Mallorca, la ciudad donde el yerno del Rey está siendo juzgado por robar unos cuantos millones de euros que el Rey sabía que estaba robando y que le auxilió, cuando menos, para que huyera de la justicia buscándole trabajo a través de su amigo el presidente de Telefónica en New York.

El hombre tenía 68 años y 67 él, y la recompensa a toda su vida trabajo ha sido el suicidio por no tener dinero con el que pagar la vivienda que tenían. El Rey que no ha trabajado en su vida, y esta virtud es herencia familiar, no tendrá este problema, y Luis Bárcenas, protegido de Rajoy y de todos los jefes del Partido Popular tampoco lo tendrá, porque Luis Barcenas es un hombre muy trabajador y muy honrado y ha sido capaz de robar, porque los jefes del PP y la ley se lo permitieron, 22.000.000 de euros, equivalente a 3.652.000.000 de las antiguas pesetas (TRES MIL SEISCIENTOS CINCUENTA Y DOS MILLONES), y además sin pagar impuestos. Felipe González tampoco tendrá este problema, ni Aznar ni Zapatero ni Rajoy ni la hija de Botín ni el hijo de Gallardón ni el yerno de Aznar ni Abel Matutes ni la culandrona de Ángela Merkel, jefa ahora de Rajoy. 

El suicidio de ese matrimonio de Jubilados, al igual que los anteriores y al igual que las políticas de Rajoy y antes de Zapatero, mueven a la indignación a cualquier persona con un mínimo de sensibilidad, pero para que no se produzcan más no es suficiente con que le llamemos hijoputa y ladrón a quien sea, que lo son, por ejemplo Botín, el Rey, Rajoy, Zapatero, Almunia, etc. 

La raíz de este problema del suicidio y de otros tantos está en el sistema, en las relaciones sociales y el orden de valores que impone el modo de producción capitalista basado en unas relaciones de fuerza y de explotación. El problema, por tanto es político. Y por político no hay que entender de una forma simple y restringida el problema de la corrupción dentro de los jefes: PSOE, PP, CiU, CC, UPyD, PAR, IU o cualquier otro, incluyendo cúpulas directivas de los sindicatos UGT y CC.OO, por político hay que entender en que unos con el trabajo producimos cuanta riqueza existe, que somos la inmensa mayoría, que no decidimos ni el cómo se produce, ni el cuanto se produce, ni el donde se produce ni el como se distribuye lo que se produce, en tanto que una exigua minoría, hoy unos cuantos bancos y unas cuantas empresas, sustituye a la inmensa mayoría que somos nosotros, los trabajadores, a través del sistema de partidos actuales para poderse quedar y disfrutar de la riqueza que ellos no producen, con lo que resulta el condicionamiento irracional e injusto de nuestras condiciones de vida, siendo una de las consecuencia el suicidio de ese matrimonio, lo mismo que la ansiedad, el desequilibrio psicológico, la inseguridad, la vaciedad personal, el miedo al mañana, el odio, etc.,entre otras muchas cosas.

 La protesta social contra el actual estado de cosas que va mucho más allá del desahucio es necesaria, al igual que lo es la condena moral y la denuncia social de los responsables que salen a la superficie, como Rajoy, el Rey y demás, pero el problema es más hondo, de mayor calado, y es en esa hondura del problema donde hay que incidir para erradicarlo de verdad y no con un cambio de nombre. 

Conducir políticamente el descontento social, las huelgas y las protestas que se están produciendo, hacia una nueva forma de organización económica, social y política es hacer política, la política que sí sería efectivamente a favor de los intereses generales, pero no de todos, a favor de Botín, por ejemplo, no, sino a favor de la inmensa mayoría de la sociedad, es la forma política de responder correctamente a la política que nos está imponiendo Rajoy, (y antes el PSOE) que además de injusta es antidemocrática, de la que una de sus consecuencias ha sido el suicidio del matrimonio de jubilados. 

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ACERCA DE LA CORRUPCION


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Gentileza de http://www.iidh.ed.cr/siii/index_fl.htm para la BIBLIOTECA CATÓLICA DIGITAL


B. La bibliografía académica 

Posteriormente esta concepción se tambalea, y el desencanto interno converge con la importancia cada vez mayor que adquiere el concepto de corrupción en sentido restringido para explicar los fracasos de la política de ayuda al desarrollo externo realizada por los países económicamente avanzados. La obra de Myrdal sobre Asia (1968) acuña el concepto del estado blando y ocupa un lugar pionero en destacar en tal sentido la variable corrupción y en criticar a la literatura de las ciencias sociales por no haberlo tenido en cuenta. Una consecuencia es que se ponen en boga planteamientos teóricos que ponen el énfasis en el clientelismo, el populismo y hasta la cleptocracia reinantes en los países atrasados y su influencia deletérea. Acontecimientos posteriores, examinados más adelante, confirman y al mismo tiempo refutan la hipótesis. De esta manera tanto experiencias locales como internacionales van conduciendo a un concepto de corrupción que no se limita a la burocracia y a las sociedades en desarrollo sino que es utilizado con un alcance universal y como un fenómeno básico para entender el desempeño y la consistencia de los sistemas políticos. Por lo tanto, a diferencia de lo que constataba Myrdal en 1968, la bibliografía sobre la corrupción se ha hecho profusa y está a punto de ser inabarcable2. El curso que ha seguido el análisis se ramifica en diferentes corrientes y formas de abordar el asunto pero de todos estos enfoques aparece claro que la corrupción no es específica de la dictadura o la democracia, del subdesarrollo o del desarrollo, del capitalismo o del socialismo, de la pobreza o de la riqueza sino que hay que investigar las modalidades cómo se presenta en cada una de estas situaciones. El abandono de cada una de las anteriores dicotomías y las correspondientes ilusiones se paga al costo de un cierto distanciamiento entre el tratamiento académico del asunto y los estereotipos de opinión pública, mayor quizá que en otros campos de las ciencias sociales. 

Dentro del campo científico social cabe distinguir los trabajos de carácter predominantemente teórico entre los que destaca el estudio de los escándalos de corrupción y el papel que desempeñan en los sistemas políticos (Pérez Perdomo y Capriles 1991) y que corren el riesgo de concentrarse en las repercusiones de la corrupción más que en ella misma; los que se concentran en los remedios a la corrupción (Klitgaard 1994) muy condicionados por las necesidades de asesoría sobre todo para países en desarrollo u organismos multilaterales; la influencia metodológica generalizada de la aplicación de enfoques económicos (Rose Ackerman 1978) que conciben a los políticos como buscadores y capturadores de rentas, es decir que éstos aprovechan para beneficio propio las escaseces que se generan en el llamado mercado político. No está claro, sin embargo, si esta es una condición ineludible pues, si bien se estudia cómo los políticos buscan maximizar sus votos y su reelección incluso a fuerza de corrupción, se reclama, sin embargo, que tomen decisiones en contra de sus intereses como por ejemplo, normas constitucionales para impedir presupuestos deficitarios o la reducción del estado en pro de un mayor desarrollo del mercado. Otro punto de vista muy fértil aportado por esta corriente es considerar la corrupción como un caso especial del problema agente-principal consistente en que toda autoridad, asamblea de accionistas, directiva, pueblo soberano, etc., se ve confrontado con la dificultad de lograr que el agente, ejecutivo, empleado, representante, actúe teniendo como mira los objetivos e intereses de dicho principal y no los propios del agente. 

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