lunes, 27 de mayo de 2013

PUBLICADO EN CRÓNICA DE ARAGON

Andalucía: un ejemplo de la actuación bancaria chantajista y especuladora 

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¿Podría la banca coaccionar al gobierno andaluz mediante el chantaje de no concederle más moratorias del pago de 470 millones de euros que se le deben, para impedir la aplicación del Decreto de la Función Social de la Vivienda y obstaculizar de esa forma el funcionamiento político normal de la política en la Junta de Andalucía? Sin ninguna duda, podría. Cosa distinta es que lo haga.
Solamente con haber anunciado que no concedería más moratorias para el pago de las cantidades prestadas (470 millones de euros) a raíz de ser anunciado el Decreto reiteradamente mencionado, ha cumplido con su función política-ideológica de “aterrar” al personal haciéndole saber que aquí, lo mismo que allí, la que manda es la banca que para eso tiene el dinero, y que sin su consentimiento no hay político que haga nada si ella no quiere, lo cual es verdad, pero solamente a medias o a un cuarto de verdad. Al final de este artículo veremos el por qué.
Contra el chantaje mencionado de la banca no es menos verdad que también el gobierno podría hacer algo, como por ejemplo, suspenderle a las empresas a ellas supeditadas de una u otra forma, todas las concesiones realizadas en base al interés público por encarecer indebidamente el costo de los servicios “prestados”, por ejemplo: aguas, transportes, limpieza, seguridad privada, etc. Pero tampoco creo yo que el gobierno andaluz haga esto, porque no es socialista. Esto hay que repetirlo hasta la saciedad.
Podría hacerse también, pero no por parte del PSOE de Griñán, que ya hemos dicho que no es Socialista, sino por parte de Izquierda Unida (IU) que forma parte de su gobierno, y a la que se le atribuye la “malevolencia” de haber inspirado el Decreto de la Función Social de la Vivienda, empezar por reconocer el craso error político de llamar y hacer que se llamara “expropiación” a lo que no la es.
Corregir ese error político para decir la verdad, diciendo que en estos momentos no puede hacerse más que eso, que gente que puede estar en la calle de un día para otro se le podrá mantener por un periodo de tres años más en la casa que la banca les quiere quitar por falta de pago, pero nada más, y que eso no es resolver el problema de la vivienda.
Y que no se puede hacer más después de casi cinco años de incertidumbres y recortes sociales y derechos laborales adquiridos, porque no se cuenta con el apoyo social mayoritario necesario para poder hacerlo, debido entre otras razones, a que ni los partidos políticos en particular, ni en general ningún movimiento político de izquierdas ha sabido proporcionar instrumentos de conocimiento y de análisis a las grandes masas para que tomaran conciencia de la importancia que tienen como agentes del desarrollo social, por lo que ahora ningún partido de izquierdas cuenta con el apoyo político y social mayoritario y necesario como para expropiar de forma efectiva y sin rodeos las viviendas vacías que tienen los bancos  y que no hayan sido financiadas con el dinero particular de los correspondientes presidentes de esos mismos bancos, es decir, que el promotor de viviendas, sea banco o cualquier otro, que haya utilizado préstamos bancarios ha utilizado dinero de otros y por tanto, ese dinero no era suyo, y como no era suyo en consecuencia las viviendas construidas y financiadas con ese dinero prestado tampoco pueden ser suyas.
Podría decir también Izquierda Unida (IU) al igual que cualquier otro partido, asociación o plataforma de izquierdas, que la banca, según informe del Banco de España de hace tan sólo unas semanas, tiene depositado en sus cuentas de particulares la cantidad de 1.570.000.000.000.000 (MIL QUINIENTOS SETENTA BILLONES DE EUROS), o sea, que no es de su propiedad, pero que sí lo maneja como si lo fuera, y total, si lo pierde, lo pierden sus depositantes, y la garantía de esa pérdida no la dan los banqueros, sino todos nosotros con los aumentos de impuestos correspondientes, saqueo de la sanidad, enseñanza, reducción de pensiones, alargamiento de la vida laboral, etc, que es lo que está pasando actualmente con los denominados ajustes y recortes sociales, que no nos viene impuesto como algo inevitable, quitando pantallas y palabras vacías, más que de los propios bancos. Y a esto me referí antes cuando dije que no todo el poder lo tiene la banca, que todo el dinero que maneja la banca no es de la banca.
Crear, pues, una banca pública es una necesidad imperiosa para poder plantearse con seriedad la salida de la crisis, de la que los desahucios, junto a los suicidios, al rompimiento de parejas, a la imposibilidad de que los jóvenes formen otras nuevas, los desequilibrios psíquicos, los desórdenes sociales, las agresiones físicas, la violencia verbal, las mentiras institucionalizadas, etc., no es más que una consecuencia, y hay que actuar sobre el origen del problema que es el modo de producción capitalista. Y, esto hay que decirlo, explicarlo, decirlo y volverlo a explicar, porque de otro modo y de aquí a no mucho tiempo, España va a llamarse Grecia.
 (continuará…)
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¿QUE ES EL LIBERALISMO?


Vicenç Navarro 
ELPLIRAL.COM
26/05/2013 

Danny Darling, profesor de Geografía Humana de la Universidad de Sheffield, acaba de publicar un artículo en la revista semanal New Stateman (“How Social Mobility got Stuck”, 16/05/2013), que ilustra claramente lo que algunos de nosotros hemos estado diciendo, es decir, que el neoliberalismo es la ideología promovida por los superricos para llevar a cabo políticas públicas que les benefician. El profesor Darling analiza la concentración de las rentas y de la riqueza durante la vida de la Sra. Thatcher (la ídolo de los neoliberales, que ha tenido muy buena prensa en los medios españoles a raíz de su muerte), desde su nacimiento hasta su muerte, mostrando como las políticas que promovió durante su gobierno contribuyeron enormemente a tal concentración. Comencemos por los datos.

Cuando Margaret Thatcher nació, en 1925, pasó a ser miembro de una familia de la decila superior de renta en Gran Bretaña. Cuando fue a la Universidad de Oxford, su familia ya había alcanzado pertenecer al 1% de la población con mayor renta y cuando, estando en Oxford, se casó con Dennis, su esposo, ya llegó al 0,1%. Ahora bien, a pesar de pertenecer a tal 0,1%, no era considerada lo suficientemente rica como para pasar a ser dirigente del Partido Conservador –Tory-, que estaba controlado por el 0,01% de la población, es decir, los súper ricos del establishment británico. Su elección a presidenta del tal partido se vio como una rebelión de los ricos frente a los súper ricos. Tal rebelión, sin embargo, era ficticia, porque Margaret Thatcher sirvió con gran entusiasmo y docilidad a los súper ricos.

En 1945, cuando Thatcher tenía 20 años, los súper ricos (el 0,01%) recibían 123 veces más renta que el promedio de renta de Gran Bretaña. Cuando cumplió 40 años, en 1965, tal diferencia de renta se había reducido a la mitad, es decir, era 62 veces, que incluso descendió más, de manera que en el año en que fue elegida primera ministra de aquel país, en 1978, había alcanzado el menor diferencial, 28 veces.

Ni que decir tiene que los súper ricos odiaban este descenso de diferencial y las políticas redistributivas en las que se había basado tal reducción. De ahí que promovieran con toda intensidad a Margaret Thatcher, que había mostrado, en su corto liderazgo como dirigente del Partido Conservador, que era su mejor aliada y apuesta para el futuro.

Pero para vencer había que debilitar al Partido Laborista, lo cual consiguió dividiéndolo. Los súper ricos apoyaron a escondidas (y a veces no tan a escondidas) la creación del Social Democratic Party, que dividió a las izquierdas, punto clave para explicar la derrota del gobierno Laborista. Pero la mayor victoria de Margaret Thatcher –como ella misma indicó- fue el cambio del Partido Laborista, convirtiéndose en el New Labor o Tercera Vía que, una vez sustituyó al gobierno conservador, continuó las mismas políticas neoliberales que su gobierno había iniciado.

Las políticas neoliberales de la Sra. Thatcher fueron las mismas que las del Sr. Reagan en EEUU: un ataque frontal al mundo del trabajo y a los sindicatos, iniciando políticas redistributivas de sentido opuesto a las iniciadas por los gobiernos anteriores. Como consecuencia, en 1990, cuando Thatcher abandonó el poder, los súper ricos (el 0,01%) ingresaban 70 veces más que el promedio, políticas que fueron continuadas por el New Labor, de manera que en el 2007 el 0,01% había logrado poseer 144 veces más que el promedio. 

Mientras, según el informe “Political and Social Exclusion” de 2013, el 50% de la población (la clase trabajadora y sectores de clases medias) tenían menor renta en 2007 que en 1983 y se perciben firmemente inseguros. Hoy, el 30% de la población vive en viviendas inhabitables y/o insuficientes y el 7% no tiene para comer y están desnutridos. Una persona de cada tres no tiene suficiente dinero para calentar su casa. Ahora bien, a los súper ricos les va pero que muy bien, a los ricos (el otro 9% que completa la decila de renta superior) les va francamente bien, y al 40% restante (de la mitad superior de la población) les va bien o regular. Es al 50% restante, la otra mitad de la población británica, a los que les va mal, y a algunos francamente muy mal. Sería interesante que tal estudio se hiciera en España. Lo difícil será encontrar financiación para realizarlo.

Vicenç Navarro es Catedrático de Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra, y Profesor de Public Policy. The Johns Hopkins University 

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