martes, 10 de diciembre de 2013

GRECIA: ¿SOBRE QUÉ NOS "INFORMAN" EL PAÍS, EL MUNDO, EL PERIÓDICO, ABC, LA RAZÓN, ETC.?


Grecia: Encuentro internacional “Deuda, moneda nacional y democracia” Salir del euro no es un problema, sino la solución 

Antonio Cuesta
Rebelión
02-12-2013

Durante el pasado fin de semana se llevó a cabo en Atenas un encuentro internacional, organizado por el Frente Unitario Popular (EPAM) de Grecia, en el que una veintena de economistas, miembros de organizaciones sociales, políticos y periodistas de diversos países europeos debatieron sobre la estructura económica y financiera de la Unión Europea, así como del retroceso democrático sufrido, en la medida que las políticas neoliberales fueron ganando terreno.

Pese al silencio mediático sobre la convocatoria y el desarrollo de la misma, el encuentro fue seguido por un buen número de asistentes e, incluso, fue retransmitido a través de internet para que en las ciudades donde el EPAM cuenta con grupos de trabajo los ciudadanos pudieran debatir a medida que se sucedían las intervenciones.

Este es sin duda el principal valor de la iniciativa, abrir el debate sobre las experiencias en los distintos países europeos y la conveniencia, o no, de permanecer en la eurozona y en la UE. Las resistencias a que la opinión pública conozca los términos de planteamientos alternativos son enormes -y lógicas- entre los valedores del sistema neoliberal, pero no resultan coherentes entre esa izquierda europea que antepone cálculos electorales en vez de implicarse con honestidad en las posibilidades que ofrece a los pueblos la salida del euro.

En esa línea se expresó el execonomista del Banco de España, Pedro Montes, cuando pidió a la izquierda que además de oponerse a los recortes y a las medidas de austeridad, defienda de manera clara “la ruptura o el abandono del euro y la inevitabilidad del impago de la deuda”. 

Dentro de la zona euro, y despojados de la soberanía fiscal y monetaria, todo se limita a rebajar salarios para mejorar la competitividad y reducir el déficit público, lo que conlleva la desaparición de los servicios públicos más esenciales. “Y así, nos encontramos con una política paradójica y diabólica que consiste en agravar la crisis para superarla”, según explicó Montes. Las consecuencias, añadió, son “el aumento del paro, la caída de los salarios, la precariedad laboral, la subida de impuestos regresivos, familias desahuciadas de sus viviendas y creciente desigualdad, miseria y también hambre”.

Las consecuencias de estas medidas son ampliamente conocidas en Grecia, pero fueron señaladas por muchos de los ponentes sobre sus respectivos países. Todos ellos coincidieron en señalar al Tratado de Maastrich, principio rector de la unión monetaria, y a la estructura decidida por la oligarquía capitalista como responsables del actual dominio de los mercados internacionales y del capital financiero en detrimento de la democracia y los derechos de los pueblos.

Así el analista italiano Antonino Galloni explicó que “el euro no es un verdadera moneda, pues nunca se orientó hacia el desarrollo del equilibrio territorial de la UE, sino para servir a la producción y a las exportaciones de Alemania”. Mientras, en los países de la periferia, “los flujos de capital se dirigieron hacia la especulación financiera, abandonando las inversiones productivas, y llegando a alcanzar un volumen 50 veces mayor que lo destinado a la economía real”.

Su compatriota Francesco Ruggieri, miembro del grupo Economistas para los Ciudadanos, fue más crítico con los países ricos del norte al definir la situación actual como “una guerra de clases en Europa, un conflicto entre dominantes y dominados que se está saldando con una enorme pérdida de capital humano, social y económico para los países del sur”.

En esa línea también se expresó Dimitris Kazakis, economista y presidente del EPAM, al decir que “la crisis de la deuda es un régimen de colonización sobre los países del sur”, a los que se les ha privado de su soberanía y sus derechos fundamentales, “haciendo a los ciudadanos esclavos de las instituciones financieras internacionales, y llevándolos a una nueva Edad Media”. Y añadió que “no hay ningún ámbito social o económico que no haya empeorado para los griegos, desde los derechos laborales hasta el aumento de la pobreza, pasando por la masiva emigración de los jóvenes”.

También el analista político Alexandros Kutsomitopulos denunció la política colonialista hacia Grecia, convertida de facto en un protectorado de la UE (como Bosnia-Herzegovina y Kosovo), donde un viceministro alemán, Hans-Joachim Fuchtel, y un grupo de a sesores se encargan de fiscalizar y presionar al gobierno griego en el proceso de reformas que tienen que realizar.

Incluso el líder político finlandés Antti Pesonen reconoció que “dentro de la UE no somos estados soberanos, los organismos supranacionales, las instituciones financieras internacionales, se convierten en entes de dominación y sometimiento” al beneficio de unos pocos, mientras que los pueblos demandan el control político para “abandonar las políticas de desigualdad y avanzar por la vía de la sostenibilidad, la democracia y la redistribución de la riqueza con una perspectiva social”. 

Ese tipo de cambios de paradigma, seguidos durante la pasada década por varios países latinoamericanos, fue explicado por Alberto Montero, presidente del Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPS) [Ver vídeo de la intervención: Renovar el pacto social y romper con el neoliberalismo]. Citando los casos de Venezuela, Bolivia y Ecuador, Montero trasladó sus experiencias al continente europeo. Planteó una doble ruptura: desde el espacio de la política mediante la “renovación del pacto social”, lo que significa la refundación del estado y la reescritura de las constituciones; y del orden económico, poniendo fin al modelo neoliberal pues “dentro del euro no cabe ningún proceso de emancipación social para los pueblos europeos”. En este punto remarcó que “hay que dejar de pensar en la salida del euro como un problema y empezar a pensarla como la única solución”.

Montero, que ha sido asesor de diversos gobiernos latinoamericanos sobre cuestiones de deuda, criticó que la construcción del proyecto europeo se realizara entorno a una moneda y no a valores humanos y mostró la antítesis de la UE en el modelo de integración seguido por los países de la Alternativa Bolivariana para la Américas (ALBA), donde “manteniendo la soberanía nacional, y bajo las premisas de complementariedad y cooperación, se trabaja en la recuperación de los derechos y las condiciones de bienestar de los ciudadanos, al contrario de lo que sucede en Europa”.

Al término del encuentro se presentó un comunicado final en el que, entre otras cuestiones, se planteó la posibilidad de crear un organismo que coordine las iniciativas surgidas en los distintos países encaminadas a la recuperación de la democracia, la soberanía económica y política de los Estados y la justicia social.

 Antonio Cuesta es corresponsal en Grecia de la agencia Prensa Latina. Su blog de noticias es: http://deatenas.tumblr.com/

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EL CINISMO INCONMENSURABLE DE LA CLASE POLÍTICA INSTITUCIONAL CONSERVADORA


Salvador López Arnal
rebelion
10-12-2013

Era de prever. Se han lanzado (corvinamente) como miembros más que curtidos de la especie corvina: ¡quieren apropiarse (según usos y costumbres del diseño y cosmovisión neoliberales) de la figura de un revolucionario humanista, que pensó con su propia cabeza, que admiró al Che Guevara, a Lumumba y a Fidel Castro y que militó en las filas del Partido Comunista de Sudáfrica! 

Veamos algunos nudos de la abonada y difundida operación revisionista.

No he podido comprobarlo pero, según parece, en un mensaje en su cuenta de Facebook, o en sistema afín, el presidente del gobierno español, el notario don Mariano Rajoy, ha escrito -o le han escrito- una nota en la que ha señalado su admiración por la lucha de Nelson Mandela en pro de la igualdad. ¡Rajoy admirando a alguien por su lucha por un mundo más justo y más equitativo! 

Para Obama, el de los drones, el de la lista semanal de asesinatos extrajudiciales, el de mil tropelías más, el de la guerra (imperial) justa, Mandela “fue una inspiración”.

Cameron, por su parte, uno de los políticos que más están haciendo para destrozar las grandes conquistas sociales de la clase trabajadora europea y británica, ha declarado que Mandela “es un héroe de nuestro tiempo”. Se ha marchado, ha añadido, “una gran luz que teníamos en el mundo. He pedido que la bandera del número 10 ondee a media asta”. ¡Qué detalle, qué exquisitez tan british! 

Jose Manuel Durao Barroso, el presidente de la Comisión Europea, la misma comisión que sin ningún temblor en el pulso está conduciendo a los pueblos europeos a un retroceso de décadas ha comentado que “Mandela cambió el curso de la historia para su gente, su país, su continente y el mundo. Mis pensamientos están con su familia y con el pueblo de Sudáfrica”. ¡Con el pueblo sudafricano! 

Alguien tan dado a todo tipo de pactos antiobreros como Martin Schulz ha señalado también: “El mundo ha perdido a un héroe y un icono. Un defensor de la libertad, la justicia y la igualdad”. ¡Vaya por Dios! 

Netanyahu, el primer ministro de uno de los Estados más racistas y xenófobos del mundo, un Estado que practica, por él alentado, otra versión del apartheid con el pueblo palestino, también ha hablado de Madiba: “Fue una de las figuras más honorables de nuestro tiempo. Fue el padre de su gente, un hombre de visión, un luchador por la libertad que rechazó la violencia. Ofreció un ejemplo personal para su gente en los largos años que pasó en la cárcel”. Nunca fue arrogante, ha añadido un Netanyahu siempre arrogante. “Trabajó para cicatrizar las heridas de la sociedad sudafricana y con su carácter legró evitar estallidos de violencia y odio”. ¡”Logró evitar estallidos de violencia y odio”, valor destacado por alguien que no cesa de provocar estallidos de más violencia, rabia e indignación!

Bill Clinton por su parte, ex presidente de un país que mantuvo a Mandela en su lista de terroristas más buscados hasta 2008, él mismo fiel representante del imperialismo “humanitario”, le ha calificado como “un campeón de la dignidad humana y de la libertad”.

Para acabar en algún punto una lista casi interminable, el presidente de México ha expresado su pesar por la muerte de “un luchador incansable a favor de la paz, la libertad y la igualdad”.

Reagan y Thatcher, padres políticos de casi todos ellos, fueron más claros, menos cínicos y más consistentes con su ideario: Mandela era un terrorista; la ANC una pandilla de negros rebeldes e impresentables; Madiba no era, desde luego, ningún pacifista y el apartheid no era un sistema que exigía ser rechazado. ¡Era más que funcional al sistema y civilización que ellos defendían!

José Luis Martín Ramos ha puesto el dedo en la llaga adecuada cuando ha comentado [1]: es más que evidente –John Carlin es punta de lanza- el intento de secuestro liberal de la imagen de Nelson Mandela. Para el historiador de la UAB es un intento imposible. “Mandela no fue, nunca, un pacifista; fue siempre un militante revolucionario que encabezó la lucha armada cuando lo creyó necesario. (Por cierto podría hacerse una reflexión sobre el fracaso del proyecto nacional del pacifista Gandhi, con la división de la India y su muerte a manos de un hindú, y el éxito del proyecto nacional del revolucionario armado Mandela)”. Más allá de sus propias acciones armadas, esta opción “le dio a él y a su generación -Zuma, Mbeki, Sisulu,...- el prestigio que hizo del CNA lo que ha llegado a ser”. La derrota del apartheid, prosigue, “tuvo que ver con esa opción”, la opción a partir de la que Mandela negocia y adquiere compromisos con sus adversarios y enemigos. “Sabemos ya que, como Zuma, no sólo fueron miembros de SACP [Partido Comunista de Sudáfrica], sino de su Comité Central”. El SACP siguió formando parte del CNA y hoy forma parte del gobierno del actual presidente sudafricano “al que Mandela dio todo su apoyo”. 

En la misma línea, José Luis Monedero también lo ha expresado breve y acertadamente [2]: “Mandela era, además de negro, comunista, rojo, culto, internacionalista, africano, hombre libre en una cárcel levantada por blancos, implacable con los enemigos del pueblo, enamorado de la revolución. No hagáis de Madiba un icono vacío de la resignación”. No era el Tío Tom, nad de eso: “era Malcom X, Lumumba, un pantera negra. Se ha ido con el Che, con Allende, con Chávez, con Ho Chi Min, con Biko y con esos millones de hombres y mujeres anónimas que se reflejan en cada una de esas peleas contra cualquier imperio, contra cualquier opresor”. Quieren construir, neoliberalmente, un Mandela de Walt Disney, “un icono hueco, un reconciliador sin memoria ni rabia. Construyó la reconciliación porque primero ganó la victoria”. Con razones y con la fuerza, añade Monedero con precisión quien recuerda oportunamente que Estados Unidos lo llamó y consideró terrorista, al igual que la derecha española, los mismos que ahora lo presentan casi (o sin el casi) como un referente suyo.

De hecho, prosigue Monedero, “Fidel Castro fue uno de sus principales apoyos internacionales. No os equivoquéis: miramos a Mandela cuando decimos que el miedo tiene que cambiar de bando. Para que vosotros, los que encarcelasteis a Mandela y ahora lo celebráis, perdáis la impunidad de vuestra indecencia. La decencia de Mandela fue siempre la decencia de quien no tuvo nunca miedo”.

La represión en Europa, la violencia contra las protestas, la ley Jorge Fernández Opus Dei de la patada en la boca “van a encarcelar a gente que lucha por la democracia. Como hizo el gobierno blanco y de derechas de Sudáfrica con Madiba. Vosotros tapáis su ejemplo; nosotros nos alimentamos de él. Vosotros os despedís de Mandela con miedo; nosotros le saludamos con esperanza. Que la tierra te sea leve Mandela”.

¡Que la tierra le sea leve y afable! 

Notas:

 [1] Comunicación personal 9 de diciembre de 2013.
 [2] http://www.comiendotierra.es/

Salvador López Arnal es nieto del cenetista asesinado en mayo de 1939 –delito: “rebelión militar”-: José Arnal Cerezuela. 

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