Feijóo retozando en el barro
valenciano
Por Gerardo Tecé
REBELION / ESPAÑA
01/11/2024
Fuentes: Ctxt
[Foto: Vehículos amontonados en una calle tras las intensas lluvias en Picaña,
Valencia (EFE/Biel Aliño)]
El líder de la oposición ha acudido a la zona cargado con un convoy repleto
de cinismo para intentar dañar al Gobierno. Que la verdad o el dolor no te
estropeen un buen mitin
Podemos
asegurar sin miedo a equivocarnos que Alberto Núñez Feijóo es un cínico sin
vergüenza. Odio la política del insulto, pero es obligación del periodismo
intentar definir con la mayor precisión posible y mediante hechos constatables
la realidad. Y la realidad de la actividad del líder de la oposición en estas
últimas horas tan dolorosas para el país ha sido esta. En plena gira por los
lugares afectados por las riadas de Valencia, como si del presidente del
Gobierno que pudo ser y no quiso se tratase, Feijóo ha convocado a la prensa
para contarle a la población con cuánta gente está en contacto telefónico y
lanzar mensajes institucionales de lo más inquietantes. Inquietantes porque
Feijóo no representa ninguna institución e inquietantes porque esos mensajes
disfrazados de institucionalidad no eran tal cosa, sino un cúmulo de bulos y
manipulaciones lanzadas sin vergüenza ni pudor alguno. Como dijo su portavoz en el Congreso días después de sujetar fotos
de víctimas de ETA entre risotadas, es obligación del PP intentar acabar con el
Gobierno por cualquier vía. Y la vía elegida en este caso ha sido la de sembrar
desinformación con decenas de personas aún desaparecidas en Valencia.
Junto a Carlos
Mazón, presidente popular de la Comunidad Valenciana que en las primeras horas
del miércoles agradecía públicamente la ayuda recibida por parte del Gobierno
de España, Feijóo comenzó el enésimo capítulo de una campaña electoral eterna
que nunca acaba con él en La Moncloa denunciando la falta de colaboración del
Gobierno de España en esta catástrofe. Las palabras de Feijóo salían de su boca
con sorprendente facilidad, a pesar de la presencia a su alrededor de miles de
miembros de la UME –o, como el PP la definió en su momento, el capricho
faraónico de Zapatero– enviados por el Gobierno de España desde el minuto uno a
trabajar en primera línea del desastre. Horas después de la denuncia de Feijóo
ante un cabizbajo Mazón, el presidente valenciano, reunido con Pedro Sánchez,
volvía a agradecer al Gobierno central “su cercanía y presencia tan rápida”
sobre el terreno. No importa. La prensa de derechas, es decir, casi toda la
prensa, repite el titular lanzado por Feijóo.
La actitud
conciliadora de Mazón con el Gobierno de España, quizá bandera blanca obligada
tras quedar demostrada su nefasta gestión durante las primeras horas de la
catástrofe, contrasta con la de un Feijóo que, superada la pantalla de la falta
de vergüenza, decidió tirar de cinismo pata negra. Tras atribuirse el anuncio
de que la Unión Europea contribuirá con fondos comunitarios a la reconstrucción
de las zonas afectadas –who are you, le respondió Von der Leyen a
Alberto cuando recibió su mensaje– Feijóo se puso manos a la obra para
reescribir lo sucedido en las últimas horas y responsabilizar a la AEMET de la
mala gestión de la crisis por su falta de concreción cuando decretó la alerta
roja. Quizá Feijóo y algunos daltónicos no entendieron qué significa la alerta
roja, pero los hechos no admiten discusión. La Agencia Estatal de Meteorología
(AEMET) había decretado a las 07:30 horas del martes el máximo nivel de alerta
en la Comunidad Valenciana, pero el Gobierno del PP, que no suspendió las
actividades laborales ni las lectivas, esperó a que hubiera riadas y daños para
recomendarle a la población evitar desplazamientos. Horas antes, Mazón le había
quitado importancia a la alerta anunciando, sin base científica ni información
que lo apoyase, que a las seis de la tarde la tormenta amainaría. Lo hizo
mediante una publicación en redes que el presidente valenciano borró cuando
comenzaron a llegar las primeras imágenes del desastre. Qué más da. Feijóo
había acudido a las zonas afectadas para intentar dañar al Gobierno cargado con
un convoy repleto de cinismo. Que la verdad o el dolor no te estropeen un buen
mitin.
Es humano y
podemos entender que haber sido incapaz de llegar a La Moncloa a pesar de
contar con todo el apoyo empresarial, judicial y mediático provoque una espina
clavada en lo más hondo de su ser. Pero también es humano pedirle a un
dirigente político que deje eso de lado para estar a la altura de unas
circunstancias tan especiales como estas. Cuando la realidad es tan horrible,
la manipulación habitual se convierte en un grave insulto. Nadie espera que
Feijóo acuda sobre el terreno a pedir perdón por haber pactado gobiernos
autonómicos con negacionistas del cambio climático. No tiene que rectificar las
críticas de su partido contra la creación de la Unidad Militar de Emergencias
que lleva días rescatando a personas atrapadas. Ni siquiera se le pide a Feijóo
que haga dimitir al Carlos Mazón que hace menos de un año no sólo anunciaba,
sino que presumía de haber suprimido la Unidad Valenciana de Emergencias y que
ha puesto la guinda con su inacción. Sí podemos pedirle que, al menos, mientras
se siguen buscando cuerpos, deje de hacer política basura. Podemos recordarle
que no es presidente del Gobierno –porque él no quiso– pero que sí es un líder
de la oposición que puede elegir entre mostrar decencia o mostrar patetismo.
Fuente: https://ctxt.es/es/20241001/Firmas/47731/Gerardo-Tece-Feijoo-Mazon-Valencia-manipulacion.htm
No hay comentarios:
Publicar un comentario