viernes, 5 de diciembre de 2025

Nadie vendrá a salvarnos

 

Ninguna ayuda externa nos salvará: ni la inteligencia artificial, ni los líderes políticos, ni los extraterrestres. Debemos abandonar la esperanza en un deus ex machina. Solo un esfuerzo colectivo puede transformar nuestro mundo. Y estamos lejos de entreverlo.


Nadie vendrá a salvarnos

Caitlin Johnstone

El Viejo Topo

5 diciembre, 2025 



NADIE VIENE A SALVAR A LA HUMANIDAD; DEBEMOS SALVARNOS A NOSOTROS MISMOS

La inteligencia artificial no nos salvará. La innovación tecnológica no nos salvará. Nuestro político favorito no nos salvará. Los archivos de Epstein no nos salvarán. China no nos salvará. Los extraterrestres no nos salvarán. Nadie vendrá a salvarnos. No habrá una solución deus ex machina para la trama de la historia humana. Tendremos que salvarnos nosotros mismos.

En el teatro griego antiguo, las tragedias concluían con la llegada de los dioses para castigar a los malvados y recompensar a los héroes. Los actores que interpretaban a los dioses eran bajados al escenario mediante una grúa o elevados desde abajo por una máquina, de ahí el término «deus ex machina» .

Hoy en día, este término se utiliza para referirse a cualquier resolución argumental descuidada en la que los protagonistas son salvados repentinamente por una fuerza externa, en lugar de por los frutos de sus propias luchas y desarrollo de personajes. Si los dioses finalmente acuden a su rescate, entonces nada de lo que hayan hecho antes importa realmente, dejando al público insatisfecho y centrado en el autor en lugar de en la historia.

Ante las crisis existenciales que atraviesa la humanidad, es fácil buscar consuelo en la idea de que una fuerza externa vendrá a nuestro rescate sin que tengamos que luchar ni cambiar. Vemos historias de salvación como esta por todas partes:

  • Elon Musk automatizará todo para que ya no tengamos que trabajar y luego ayudará a la humanidad a convertirse en una especie interplanetaria.
  • La superinteligencia artificial está a la vuelta de la esquina y hará estallar nuestra comprensión científica del universo, dando lugar a nuevas tecnologías revolucionarias.
  • La publicación de los archivos de Epstein expondrá toda la corrupción que envenena nuestra sociedad y conducirá al arresto y la pérdida de poder de todos los malos.
  • Elegir demócratas progresistas o republicanos populistas puede llevar al poder a héroes que transformarán el sistema político estadounidense para nuestro beneficio.
  • El ascenso de China transformará el orden mundial y ayudará a acabar con el capitalismo.
  • La revelación del fenómeno OVNI es inminente y traerá tecnologías extraterrestres que salvarán a la humanidad de la destrucción.

Y nunca ocurre. El dios griego no aparece. Los actores permanecen de pie, en un silencio largo e incómodo, mientras el escenario se derrumba a su alrededor.

Eso nunca va a suceder, amigos. Apolo perdió la entrada y Zeus no apareció. Nadie nos salvará, salvo nosotros mismos. Tendremos que cambiar. Tendremos que actuar. Seguiremos precipitándonos hacia una distopía tiránica, una catástrofe ambiental y un Armagedón nuclear hasta que lo hagamos.

Tendremos que ayudarnos unos a otros a salir del trance hipnótico de la propaganda y abrir los ojos a la verdad de lo que realmente está sucediendo en nuestro mundo, y mostrarnos unos a otros que el cambio real es necesario y posible.

Tendremos que despertar lo suficiente para usar nuestra fuerza para obligar a nuestros gobernantes a que dejen de robarnos, oprimirnos, matar nuestra biosfera y matar gente.

Tendremos que despertar del trance del ego y convertirnos en una especie verdaderamente consciente, para que podamos construir un mundo saludable sin volver a caer en nuestros patrones autodestructivos una vez que la revolución termine.

Todos quieren el cambio, pero nadie quiere cambiar. Por eso, en nuestra mente, la solución narrativa del deus ex machina es preferible. Sin embargo, es solo una fantasía. El cambio no vendrá de nadie más que de nosotros mismos. Seguir esperando esa fantasía es el primer obstáculo que nos impide afrontar la realidad.

Toda especie llega a un punto en el que se adapta a las condiciones cambiantes o se extingue. Hoy nos encontramos en esa encrucijada. Pasaremos la prueba o fracasaremos. Y si lo hacemos, será gracias a nuestros esfuerzos, nuestros sacrificios y nuestras transformaciones internas.

Nadie lo hará por nosotros.

Fuente: CaitlinJohnst

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