¿Vuelve a mentir Estados
Unidos, ahora para robar a Venezuela?
Rebelion
30/08/2025
Fuentes: Ganas
de escribir
A principios de 2002 el Gobierno de Estados Unidos comenzó a decir que el
régimen de Sadam Husein disponía de armas de destrucción masiva y con esa
justificación comenzó un año después la invasión ilegal de Irak para
derrocarlo.
La guerra
provocó la muerte de 4.400 soldados estadounidenses y de unos 300.000 iraquíes,
costó entre uno y tres billones de dólares, según las diversas estimaciones, y
muy poco después se pudo comprobar que el argumento utilizado para
desencadenarla era mentira: en Irak no había ese tipo de armas.
El presidente
de Estados Unidos, George W. Bush, el primer ministro inglés, Tony Blair, y el
presidente del Gobierno español, José María Aznar, lideraron el gran engaño.
Mintieron a sabiendas a sus pueblos para justificar la invasión y una guerra
que no tuvo otro resultado que el de poner la enorme riqueza petrolera de ese
país en manos de las grandes corporaciones estadounidenses, destruyendo para
ello la instituciones iraquíes e instalando otro régimen aún más corrupto que
el de Husein (en el plano geoestratégico, muchos analistas han dicho que quien
realmente la ganó fue Irán).
En las últimas
semanas, el Gobierno de Estados Unidos difunde con especial intensidad por
todos los medios que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, lidera el
«cartel narcoterrorista» denominado Los Soles. Para combatirlo, Donald Trump ha
ofrecido 50 millones de dólares a quien ofrezca información que permita
detenerlo, y ha ordenado desplegar buques de la armada estadounidense alrededor
de ese país. La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, aseguró hace unos
días que «Estados Unidos está dispuesto a usar todos los elementos de su poder»
para detener el flujo de entrada de drogas procedentes de Venezuela y nadie
puede descartar que, antes o después, se lleve a cabo una invasión.
Al parecer, ya
no sirven los argumentos que hasta ahora se habían utilizado para combatir al
régimen venezolano. A Estados Unidos le debe resultar complicado atacar a
Maduro por ser un dictador cuando el propio presidente de Estados Unidos
prometió serlo en campaña electoral y, desde que ganó las elecciones, ha desobedecido
a los tribunales e ignorado las leyes para despedir de sus puestos de trabajo,
perseguir y castigar a quienes lo critican o se oponen a sus políticas, ha
purgado a responsables de agencias independientes por razones ideológicas, ha
desplegado las fuerzas armadas para controlar ciudades sin base legal, ha
establecido la censura en centros de enseñanza, museos y medios de
comunicación, ha atacado y extorsionado a universidades y despachos de
abogados, ha amenazado a medio mundo, y ha sido declarado inviolable para que
no pueda ser condenado por sus delitos por un Tribunal Supremo conformado por
jueces fieles nombrados por él mismo.
Ahora se
recurre a este otro argumento del narcoterrorismo para atacar a Venezuela que
es mucho más endeble, aunque más peligroso, que los demás. Como tantas veces
antes, parece que el Gobierno de Estados Unidos vuelve a mentir.
Según la DEA
(Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos) «Colombia
produce alrededor del 90 % de la cocaína en polvo que llega a Estados Unidos» y
«la mayor parte de la cocaína que entra a Estados Unidos pasa por México». Y en
el último informe del
Departamento de Estado sobre operaciones antidrogas en el mundo, publicado
en el pasado mes de marzo, no se menciona al cartel de los Soles, ni el
presidente Maduro aparece como directamente relacionado con el
narcotráfico.
Por otro lado,
si el tráfico de la cocaína produce terrorismo y negocios ilegales, parece que
lo más lógico para evitarlo sería frenar su consumo. Sin su venta, no habría
negocio, y es evidente que donde principalmente se consume y donde habría que
actuar es en Estados Unidos. Y, por supuesto, la forma más contundente para
luchar contra el daño que produce el narcotráfico sería bloquearlo como
negocio, inmovilizar el dinero que genera, originariamente y en su gran mayoría
depositado en los bancos estadounidenses, suizos y británicos (beneficiarios,
por tanto, del narcoterrorismo), e impedir su blanqueo, igualmente realizado a
través del sistema financiero. Y, por último, no se puede olvidar que las
mafias que realmente controlan y hacen posible el negocio de la droga que
tanto parece preocupar a los líderes de Estados Unidos están allí, en su propio
país. No en Venezuela y ni siquiera en Colombia.
¿Por qué se
acusa entonces ahora a Venezuela, sin demostrar lo que se dice sobre su
presidente?
Mi opinión es
clara. El Gobierno de Estados Unidos ha mentido siempre para defender los
intereses de sus grandes corporaciones y mafias. Lo hizo en Irak para ponerles
en bandeja su petróleo y lo hace ahora con Venezuela por la misma razón. No les
preocupa que Maduro sea un dictador (¿a cuántos otros mucho peores y más
sanguinarios ha defendido y defiende y han estado o siguen en el poder sólo
gracias a su apoyo?). Y las autoridades de Estados Unidos saben perfectamente
que el presidente de Venezuela no es un narcotraficante (o, al menos, no han
podido demostrar que lo sea), como así lo indican sus propios informes, según
he señalado más arriba.
Atacan a Maduro
y están empeñados en entrar a saco en aquel país porque en Venezuela se
encuentran las mayores reservas de petróleo probadas que hay en este planeta,
la cuarta mina de oro más grande del mundo y la décima reserva de gas, entre
otros recursos de gran valor.
Vuelven a mentir
y debes tener cuidado. No te creas lo que te dicen (sí, empezando por lo que yo
acabo de escribir aquí, si hace falta). No te dejes engañar, infórmate,
investiga y piensa por tu cuenta, y no olvides lo que decía Francis Bacon: la
duda es la escuela de la verdad.
PD. Quedo a la
espera del inevitable comentario que me diga que lo que hago con este artículo
es defender la dictadura de Maduro.
Fuente: https://juantorreslopez.com/vuelve-a-mentir-estados-unidos-ahora-para-robar-a-venezuela/
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