sábado, 1 de julio de 2023

¿Pero el débil no era Putin?

 

¿Pero el débil no era Putin?

 

INSURGENTE.ORG / 01.07.2023

 

Cerca de 900 detenciones tras las primeras noches de disturbios (acaban de anunciar 470 más) donde, de nuevo (cuántas ya), las banlieus francesas expresan toda su cólera contra la marginación y la opresión a las que se ven sometidas, en esta ocasión, a raíz del asesinato de un joven no-francés-auténtico por la policía. Un asesinato que la propia policía quería encubrir sacando un comunicado donde se inventaba los hechos y donde, por supuesto, el policía victimario era presentado como víctima del desalmado joven que le quiso pasar por encima con el coche en un control. Esta vez la desvergonzada mentira era casi inmediatamente destapada por un vídeo donde una mujer clamaba “putain, putain” (mierda, mierda) al ver cómo el “amenazado” pobre agente disparaba a quemarropa a Nahel M., de 17 años, por la ventanilla abierta del vehículo. Nahel M., descendiente de argelinos…

 

Eso era el martes. La noche del miércoles, con las calles ya incendiadas, Macron y su flamante esposa bailaban en un concierto. Camisa blanca, no se ve bien en la imagen si la vuelve a tener abierta enseñando su pecho a lo BHL (Bernard-Henri Lévy, otro que para qué…) diciendo “aquí estoy yo”. La pareja presidencial aún estaba confiada sobre la estabilidad de su jardincito borrelliano. Pero las calles de Francia ardían in crescendo. Y con ellas, muchos símbolos de su odioso escaparate (sic) que se nutre de tanta expoliación allende y acá del hexágono galo. Y que tanta marginación y pobreza contribuye a tapar.

 

Macron se ve obligado a recular y lamenta el “inexcusable” acto del policía, cuando ya millones habían visto el vídeo del asesinato. Pero ni esa concesión se la permite el lobby de la gendarmería. Emmanuel sigue demostrando fuerza intelectual y no se le ocurre sino pedir a los padres que controlen a sus hijos. Como en el establishment no están muy seguros de que eso funcione,  la primera ministra compensa la reculada prometiendo blindados para la gendarmerie; eso sí, debidamente acompañados por drones que vigilarán “la cosa”. La cosa es, para algunos, que Francia está en guerra civil.

 

A partir de ahí se suceden las señales de “fortaleza” en el jardín borelliano versión gala: se prohíben las manifestaciones, se anula parte del transporte público, se disuelven  concentraciones antifascistas, como la de este viernes en la Concorde de París…  No están dispuestos a que unos desalmados se carguen los fundamentos de la República. Y cuán fuertes son esos fundamentos, que Macron abandona la cumbre de la Unión Europea en Bruselas para regresar a un París amenazado. Y sale sin regalarnos con una de sus conferencias de prensa en las que tanto gusta regodearse de glamour.  No le vayan a pedir explicaciones.

 

Vaya, vaya, y aquí el débil es un tal Putin.  Hablando de explicaciones. Normal que Serguéi Lavrov diga que no tienen que dar ninguna explicación a Occidente acerca de la estabilidad de Rusia. Lavrov, con su sorna habitual y fina, propia de un hombre mil veces más inteligente y educado que esta cohorte de ignorantes soberbios que nos gobiernan, concluye que si Occidente tiene dudas, “ese es su problema”. Que para dudas, las que tiene Rusia “sobre la adecuación de muchos líderes occidentales”.  Una vez más dio en el clavo. Solo nos queda añadir que Rusia no está sola: tampoco en ese tipo de dudas acerca de la consistencia de nuestros “líderes”.

*++