viernes, 14 de octubre de 2022

15 de octubre en Madrid: un paso adelante

 

Las pensiones públicas son un apetitoso bocado que el Capital quiere zamparse. La Unión Europea lo tiene claro: privatizar. Y de momento, mantener su crecimiento por debajo de la inflación, alargar el periodo de cotización, retrasar la edad de jubilación


15 de octubre en Madrid: un paso adelante


Eduardo LuqueRamon Franquesa

El Viejo Topo

14 octubre, 2022 

 

Primero fue la epidemia y ahora la guerra. La crisis financiera está cayendo como una losa en las espaldas de las clases populares. El aumento desorbitado de los precios en una escalada que parece no tener fin, sumado a los recortes y las privatizaciones que se siguen produciendo provocan que el índice de pobreza se dispare[1]. La  esperanza de vida se reduce. Mientras, asistimos atónitos a la inexistencia de una respuesta sindical cuya consecuencia es la depreciación real de los salarios.

Mientras se ha iniciado la carrera preelectoral. El gobierno, acuciado por las malas perspectivas en las encuestas, ha tomado nota de la movilización de los pensionistas. En primera instancia, el ejecutivo intentó ningunearla; algún alto cargo del gobierno incluso la tildó de “cosas de viejunos”; en otros casos eran “ocurrencias” (como afirmó Unai Sordo).

El gobierno ha intentado apartar de la ecuación política el “molesto” tema de las pensiones. Creía que al asegurarse el beneplácito de Unidas Podemos, Yolanda Díaz y contar con el apoyo de los sindicatos mayoritarios acallarían la protesta. Su objetivo era cumplir con los designios de la Comisión Europea y la gran banca internacional al menor costo político. Hubieran querido la paz social para poder empezar a privatizar el Sistema Público de Pensiones. Mientras la derecha dejaba a la izquierda institucional hacer el trabajo sucio, la oposición social ha estado fragmentada y desorientada. Las direcciones de los sindicatos CCOO y UGT, de espaldas a sus congresos y afiliados, evitaban oponerse a la Privatización, a pesar que en muchos países los fondos privados están al borde de la quiebra[2]. ¿Esperan tal vez recibir algunas comisiones como gestores de los Planes Privados de Empresa que han firmado?

Aunque lo han intentado no han logrado acallar ni silenciar al colectivo pensionista. En los procesos de votación parlamentaria, el movimiento ejerció de elemento aglutinador contra esas contrarreformas, desnudando los falsos argumentos con que se las pretendía encubrir. Su capacidad de incidencia fortaleció las posiciones parlamentarias en contra de las políticas de privatización consiguiendo pequeñas victorias; la parálisis de las reformas más dañinas impulsadas por Escrivá o que se obligara por ley a una Auditoría de Cuentas de la Seguridad Social entre otras. Aunque Escrivá se había comprometido con Bruselas (de nuevo la excusa europea) para incluir toda la vida laboral como sistema de cálculo de la pensiones, lo que supondría un recorte de un 8-10% sobre las pensiones futuras, el movimiento ha conseguido de momento congelarla.

Los planes del poder financiero de someter a sus intereses al gobierno se han visto trastocados. El movimiento pensionista se ha fortalecido y cobra impulso. COESPE ha sabido esta vez sumar las diversas entidades que conforman el movimiento pensionista en una acción común estatal. La manifestación del 15 de octubre en Madrid marcará otro hito importante.

A día de hoy, las concentraciones de pensionistas en cientos de lugares forman parte del paisaje cotidiano. La marcha de los pensionistas desde Alzira a Madrid, los centenares de videos de apoyo, las recogidas de firmas, las manifestaciones, los cientos de mociones presentadas en los Ayuntamientos a favor de la Auditoría de las Cuentas de la Seguridad Social… toda la presión que ejerce este movimiento, lo ha convertido en un actor importante del momento social.

Figuras relevantes de la política española y europea, mudos hace unos meses, ahora, cuando la movilización toma forma, dan su apoyo. Los partidos políticos de izquierda con representación en las instituciones del Estado también se han decidido a movilizarse. El movimiento pensionista se ha convertido por méritos propios en un actor importante en el escenario político.

El aumento, que se acaba de anunciar, de un 8,5% en las pensiones en el Presupuesto del 2023 solo se explica de esa manera. Sin esa movilización esta subida hubiera sido imposible. Los grandes dirigentes sindicales de CCOO y UGT han firmado acuerdos con pérdidas de poder adquisitivo (en torno al 5% este año) para los trabajadores públicos. Unai Sordo y Pepe Álvarez, en una concentración el 7 de octubre en Madrid aceptaban pérdidas de 5 puntos en los convenios a negociar en un futuro inmediato. Mientras que la inflación alcanza este mes el 9%, los salarios brutos han crecido solo un 4,3% según la encuesta de costes laborales del INE. Los poco más de 500 delegados reunidos en Madrid que acudieron a esa concentración, convocada tarde y con objetivos tan poco ambiciosos (de hecho para aceptar perder un 5%) dan muestra de su debilidad. Una debilidad que está originada precisamente en su pasividad ante el desastre social que vivimos. Mientras que en toda Europa surgían desde hace meses movilizaciones de resistencia social, las organizaciones sindicales cada vez más alejadas de su base social y militante parecían estar de vacaciones.

Hay un rumor creciente de descontento en el seno de los sindicatos, muchos de cuyos afiliados ven con enorme simpatía las reivindicaciones de sus padres y abuelos. Ahora los medios de comunicación a la orden del poder financiero pergeñan una campaña para enfrentar a trabajadores y jubilados. Todo un ejército de papagayos mediáticos a sueldo del poder trata de convencer a los trabajadores de que no tendrán mejores sueldos por culpa de los pensionistas.

Las trampas de Escrivá

La subida de las pensiones un 8,5%, con ser un elemento positivo, no carece de interrogantes que es necesario aclarar. La primera es la cuantía final puesto que el proyecto de presupuesto se ha discutir en el Congreso y Senado y se pueden introducir modificaciones. Estamos tristemente acostumbrados a las grandes proclamas que no corresponden a los hechos. La generosidad del gobierno es mucho menor de la que proclama. El ejecutivo ha obtenido más de 20.000 millones extras por efecto del encarecimiento del coste de la vida. No se van a modificar las bases impositivas para los grandes evasores de capitales, por tanto el peso del ajuste continuará en las espaldas de los de siempre. Las bajadas en el precio de la luz se compensan con los nuevos impuestos para sufragar las relativas “pérdidas” de las eléctricas. Aún en el mejor de los casos esta subida del 8% no equilibra las pérdidas del poder adquisitivo. En el año 2021 fue del 3%, que se sumaría a la de este año. No sabemos si se aplicará el IPC medio o el Interanual como modelo de cálculo pero lo que ya sabemos es que el IPC de los alimentos, un elemento central para el colectivo pensionista, ha escalado al 13 o 14%. Todos sabemos que un porcentaje altísimo de la pensión se invierte en la alimentación y es por ello que a pesar de la subida aún perdemos capacidad de compra. No es cierto lo que afirma la publicidad gubernamental.

Tampoco es cierto que el esfuerzo financiero para el Estado ronde los 6.500 millones de €, puesto que al incrementar las cuantías y no modificarse las tablas del IRPF una parte nada desdeñable de ese incremento, unos 1.500 millones de €, vuelven de nuevo a las arcas públicas. Hay aún un elemento perverso que se pretende ocultar: muchos jubilados, especialmente para los que reciben cuantías mínimas, al incrementarse los ingresos pasan a cotizar más, se les retiene más para el IRPF y como consecuencia la cuantía líquida de la pensión, lo que interesa al pensionista en definitiva, puede quedar igual e incluso ser menos que antes de la subida. Por otra parte es preciso ajustar el mínimo exento a la nueva realidad puesto que si no lo incrementamos, otro colectivo importante estaría obligado a declarar. El problema es simple: si en 2021 se pagaban impuestos en relación a lo ingresado, y en este año la inflación nos ha reducido nuestra capacidad de compra pero seguimos pagando impuestos con los mismos baremos, en realidad podemos comprar mucho menos.

Por otra parte, lo que es más grave, se acentúan las diferencias entre las pensiones máximas y mínimas (no es lo mismo subir el 8,5% de mil euros (quedaría en 1085€) que a 2.000 (quedaría en 2170€). Es, nuevamente, el colectivo femenino el que más sufre esta diferencia. La necesidad de ajustar las tablas de cotización del IRPF para eliminar la llamada deflactación (los efectos producidos por los cambios en los precios)  se hace imprescindible.

El gobierno en la persona de Escrivá lanza a los cuatro vientos, con publicidad televisiva incluida, el nuevo eslogan; “el gobierno cumple” dicen. Interesadamente olvidan que Pedro Sánchez, obligado por el Congreso, aunque nada interesado en cumplir, ha decidió saltarse la Ley y congela la creación de una comisión oficial que audite las cuentas de la Seguridad Social. Con ello se pretende ocultar el latrocinio cometido con los fondos de pensiones en este país y los llamados “gastos indebidos”. El Informe del Tribunal de Cuentas a este respecto era tan inapelable que Escrivá se vio obligado a reconocer la existencia de este agujero financiero. El gobierno, a pesar de todo, prefiere el descrédito político que implica no cumplir las leyes antes que poner luz sobre la participación de los gobiernos que se han turnado en el poder, no solo el PP, y que han saqueado la hucha de las pensiones. Según dictaminó el Tribunal de cuentas, estamos hablando de 103.000 millones de € solo para los últimos años.

Gobierne quien gobierne

El movimiento pensionista ha decidido seguir presionando al gobierno para que cumpla, aunque sea en parte, su programa electoral. Pero ello no le lleva a olvidar denunciar que las propuestas del gran partido de la oposición, el PP, son un auténtico dislate. Mientras las pensiones no contributivas suben 40 céntimos al mes, Madrid o Andalucía anuncian una bajada de los impuestos de parte del IRPF autonómico (el PP andaluz propone una rebaja del 11% sobre los ingresos superiores a 100.000 €). Las demás autonomías han entrado en una espiral electoralista de a ver quien ofrece más rebajas a las rentas más altas.

Todos sabemos que fue el gobierno del PP quien se “fundió” los 77.477 millones de € de la hucha de las pensiones, a pesar de que a los pensionistas solo se les subió un raquítico 0,25%. El gobierno del PP consiguió hacer desaparecer, en seis años, la protección y el respaldo que significaba el Fondo de Reserva de las Pensiones. Mientras se regalaban 60.000 millones a la banca, se calculaba la fórmula para disminuir las pensiones futuras. Fue también el movimiento pensionista el que influyó para que cayera el gobierno Rajoy y se abriera una nueva esperanza que mucho nos tememos se comienza a truncar.

Una bomba de profundidad sobre las pensiones

Pero el recuperar el coste de la vida de pensiones y salarios no es el único problema. Evitando la auditoria no solo se busca encubrir a los ladrones de la hucha de las pensiones, sino también evitar que quede en evidencia la falsedad de la supuesta insolvencia del sistema público de pensiones. Ni en España, ni en ningún lugar del mundo, los sistemas públicos de pensiones han quebrado. Sin embargo los sistemas privados han quebrado y siguen quebrando. Quieren evitar la Auditoria porque se demuestra que la insolvencia del sistema público es falsa.

El sistema diseñado por Escrivá corre el riesgo de colapsar antes de ponerse a andar. La crisis financiera del banco suizo “Credit Suisse”, el segundo en importancia de Europa, tiene en vilo a millones de pensionistas que habían depositado el dinero de su pensión en este y otros bancos supuestamente saneados. Mientras, el Banco de Inglaterra tenía que salir en auxilio de la libra y de los fondos de pensiones que naufragaban por las disparatadas propuestas económicas de la primera ministra inglesa de reducir más los impuestos a los multimillonarios.

Esto, que debería haber servido de advertencia al ministro Escrivá y a los que han apoyado sus propuestas, parece que no los conmoverá en absoluto. La supeditación a los intereses de los grupos financieros internacionales es la divisa de este ministro. La reforma introducida por el actual gobierno explícitamente en la ley, no protege las cantidades que se puedan destinar a los fondos de pensiones privadas. Si el banco quiebra el dinero de la pensión privada se pierde.

Una movilización que abre un otoño caliente

La subida del 8,5% de las pensiones es producto de la movilización convocada este 15 de octubre que ha tenido la habilidad por parte de los pensionistas de abrirse a los trabajadores activos. En un sistema de reparto, las pensiones solo son sostenibles si suben los salarios. Pero para que ni pensiones, ni salarios se vean mermados es necesaria una movilización aún más ambiciosa que aborde el problema de los recortes y las privatizaciones con las que el poder financiero trata de salir de la presente crisis.

Por ello se plantea esta manifestación como un punto de partida que extienda la movilización en noviembre a los territorios del Estado y que construya tejido social, estableciendo espacios de coordinación entre los movimientos sociales y sindicales en defensa de lo público. Ya en Canarias, Cataluña o Euskadi se están creando potentes coordinadoras que van mucho más allá de los pensionistas abarcando mareas blancas, PAH, Sindicatos de Estudiantes, Residencias, etc. Y en concreto desde la Coordinadora de Cataluña se ha planteado una Asamblea estatal de movimientos sociales. Esta es una lucha que se librará a largo plazo, en todo el continente Europeo y que implica al conjunto de la ciudadanía. Una enorme tarea compleja, dura y en condiciones adversas, pero de la que sin duda se ha dado ya un importante primer paso.

Notas:

[1] La llamada Tasa AROPE superará desgraciadamente el 28% este año.

[2] Los más recientes ha sido la necesaria intervención del Banco de Inglaterra para salvar la libra esterlina y los Fondos de pensiones privados ingleses y la dramática situación del Crédit Suisse el segundo mayor banco europeo.

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