miércoles, 1 de abril de 2020

CORANOVIRUS: NI HÉROES NI SOLDADOS, SINO ALGO MUCHO MÁS NOBLE, NECESARIO Y ÚTIL A LA SOCIEDD QUE TODOS LOS HÉROES Y SOLDADOS JUNTOS: TRABAJADORES, LOS ÚNICOS DE LOS QUE NO PUEDE PRESCINDIR LA SOCIEDAD. SIN TRABAJO NO PUEDE EXISTIR LA SOCIEDAD



En la lucha contra el SARS-CoV-2

No queremos ser ni héroes ni soldados



Movimiento Asambleario de Trabajares de la Sanidad (MATS) 
vientosur
31.03.2020 

A nuestras/os compañeras/os de la sanidad y de las residencias.

A toda la sociedad.

No somos héroes ni soldados, somos trabajadoras y trabajadores de la sanidad y de las residencias de Madrid que estamos cumpliendo con nuestras obligaciones. Los discursos que oímos en estos días en boca de gobiernos y mandos militares son simple adulación. En boca de la ciudadanía es un gesto sincero que agradecemos.

Antes de esta crisis éramos lo que todo trabajador es en esta sociedad: una Mercancía en un mundo de mercancías. Un mundo mercantilizado porque se rige por un sistema (capitalismo), cuyo único objetivo es la creación de Valor en forma de ganancias y beneficios obscenos para unas minorías, a costa de la inmensa mayoría de la población.

Ahora que este sistema económico muestra su vulnerabilidad por la pandemia del SARS-C0V-2, descubren que no solo somos personas, sino buenas personas. Muchos están descubriendo que este sistema que se creía indestructible; por encima de los seres humanos, ajeno al trabajo humano y a la fuerza de trabajo explotada de millones de personas.... no lo es. Han descubierto que este sistema (capitalismo), solo puede funcionar y reproducirse con el trabajo humano; que por muchos avances tecnológicos, robots e inteligencia artificial.... la palanca que mueve el mundo es el ser humano; que la única Mercancía (dentro de los millones de unidades que se mueven en cada segundo) capaz de agregar Valor a cualquier producto o servicio es nuestra fuerza de trabajo.

Nosotros y nosotras que estábamos dormidos y alienados, también hemos comenzado a despertar. Ahora nos descubrimos unas a otras, entre balcones y ventanas, en la distancia que guardamos en el metro o autobús, o esperando en la cola del pan. Ahora que mientras trabajamos y atendemos pacientes en nuestros hospitales y residencias sentimos que todas estamos hechas de la misma materia humana frágil y delicada. Capaz de contagiarnos unas a otras y también de curarnos. Ahora que las cajeras del Super, los conductores de la EMT, las limpiadoras de las calles, los repartidores.... todos ellos y ellas, tenemos las mismas cosas en común: la naturaleza humana y la condición de clases trabajadoras.

Por eso no queremos que las autoridades nos traten como unos superhéroes o soldados. Porque lo que somos en realidad es la Comunidad del Trabajo que forma parte de una comunidad más amplia de seres humanos y no de mercancías. Una gran comunidad que debe, si quiere hacer frente a lo que inevitablemente se nos vendrá encima tras el coronavirus, romper con nuestras cadenas mentales y físicas: la alienación, el individualismo y el consumismo idiota. Tendremos que recomponer lazos desde abajo hacia arriba, empezando por aquellos que comparten intereses con nosotras (trabajadores/as) y siguiendo por aquellos que viven al lado, en el mismo barrio o ciudad.

Cuando el tsunami macabro pase de una vez, vendrán -por enésima vez- los profetas del capitalismo, los mismos que hoy nos llaman héroes y soldados, a pedirnos un sacrificio tras otro. ¿No lo hicieron ya en la gran recesión de 2007-2010? Rescataron los Bancos y Cajas de Ahorro a costa de nuestros salarios e impuestos. Nos convirtieron en pobres y precarios, mientras ellos se enriquecieron impúdicamente. Para esta nueva situación es para la que hay que prepararse; desde la conciencia colectiva de clase hasta la autoorganización barrial o ciudadana. Tenemos que construir una nueva comunidad de intereses de las clases populares en defensa de Un Programa de Emergencia social que aborde la reconstrucción económica de nuestro país desde contenidos solidarios: el fortalecimiento del sistema sanitario público, las residencias públicas, los cuidados; la renta mínima, el derecho a una vivienda, una educación o pensiones dignas, transporte público gratuito para los más necesitados. La reconstrucción que necesitaremos solo podrá hacerse desde abajo y con los de abajo. Nosotras te convocamos desde nuestras experiencias como trabajadoras de hospitales, centros y residencias; desde el apoyo mutuo entre millones de ciudadanos/as de este país.

¡¡¡¡Ayúdanos a difundir esta carta!!!! Muchas gracias.

Firman en representación del MATS:

Guillén del Barrio, Miguel Salas (Hospital Universitario de La Paz)
Eduardo Fernández (Hospital Infanta Sofía)
Sara Aboutayeb, Antonio Diaz, Jesús Jaén (Hospital Universitario de La Princesa)
Rosa María González (Residencia Vistalegre)
Elena Romero , Esther Fernández (Residencia Alcorcón)
Pedro Luna (Residencia Villaviciosa de Odón)
Luis López, Jose María Gracia, Lucía García Pilar Gómez (Hospital Universitario 12 de Octubre)
Mari Angeles Martín, Santiago Zarapauz, Elena Varela (Hospital Universitario Clínico San Carlos)
Diana Llorens, Mar Coloma, Javier Cordón (Hospital Universitario Ramón y Cajal)
Angel García (Hospital de El Escorial)
Rubén Herrera, Sergio Luis Hupa (Hospital Universitario Príncipe de Asturias)
Rafa Rubio (Hospital Universitario de Móstoles)
Carmen San José (Atención Primaria)
Inmaculada Mármol, Carmen Llorente (Hospital Universitario Puerta de Hierro)
Ana Merino,, Leda Llorente (Hospital de Villalba)
Wanda Castilla (Hospital Rey Juan Carlos)
Charo Alonso, Olga Alvarez, Ana Martínez (Hospital Universitario Gregorio Marañón)
Ivan Mozo (Hospital de Henares)

*++

No hay comentarios: