miércoles, 24 de abril de 2019

SOBRE LAS ELECCIONES GENERALES DEL 28 A



España electoral (I)
 
Formas de Gobierno

24.04.2019


El significado último de unas elecciones generales son las distintas formas de gobierno que nos proponen los partidos candidatos. Es evidente que no es lo mismo la propuesta de gobernanza de Vox que la de Unidas Podemos. Ni tampoco lo son las propuestas de PP, Ciudadanos y del PSOE. Ni siquiera lo son las del PP, Ciudadanos y Vox entre sí –aunque se parezcan como hermanos mellizos-, ni lo son la del PSOE y la de Unidas Podemos, que aún debieran diferenciarse más. 
 
Todas las propuestas, no les queda más remedio hoy por hoy, se envuelven en el significante del concepto de Democracia. Pero unas propuestas son más democráticas que otras. Algunas, claramente antidemocrática, autoritarias, o de la cosmovisión neoliberal neofascista. 

La democracia española 

El “Democracy Index” de The Economist sitúa a España como una de las 20 democracias plenas del mundo. ¿ Qué entiende por Democracia The Economist? Para realizar su clasificación, se basa en factores como el proceso electoral, pluralismo político, libertades civiles, funcionamiento del Gobierno y participación política. Hoy por hoy, si estos conceptos no se explicitan con claridad y en profundidad, sólo son lemas publicitarios –propaganda política pasada por el marketing comercial-, del neoliberalismo salvaje que defiende The Economist

Ciertamente, todas esas premisas se pueden encontrar explicitadas en el planteamiento político español. Otra cuestión es su práctica cotidiana en una sociedad completamente mediatizada por los grandes poderes económicos, verdaderos detentadores de la voluntad y la realidad política nacional e internacional. 

Analizando la premisa de funcionamiento del Gobierno, ¿se puede considerar democrático un país en el cual el Gobierno del PP, al menos, encabezaba la dirección del partido considerado por los jueces como una organización para delinquir? 

¿Se puede considerar una democracia un país cuyo Gobierno ha utilizado el Ministerio de Interior para intereses partidistas? [1] 

¿Se puede considerar una democracia cuyos dos principales partidos, PP y PSOE, han legislado siempre en pro de intereses particulares contra los sociales? 

¿Se puede considerar democrático un país en el que los medios dominantes de comunicación están controlados por los grandes poderes económicos y han colaborado con su hacer mediático en la corrupción sociológica del país? 

Evidentemente se puede considerar positivo el pluralismo partidista. Siempre que se consideren partidos distintos PP, Ciudadanos y Vox, entre otros, y no facciones de los mismos intereses económicos. 

P or mucho que nos martilleen con ello los protagonistas, aún vivos e interesados, de la Transición, en España nunca ha existido un Estado, una Sociedad democrática más que en sus formas. Nunca ha sido la voluntad del pueblo español la que ha gobernado la nación. El Estado franquista evolucionó en una perfecta performance hasta el actual estado democrático poniendo en práctica las premisas que señala The Economist. Una performance en la que han colaborado los franquistas, sus herederos políticos, muchos socialistas, algunos comunistas, y, sobre todo, los llamados poderes fácticos

Lo que llamamos Poderes Fácticos gobernaron y gobiernan por nosotros. Si bien, durante estos cuarenta años, los tales Poderes Fácticos han evolucionado adaptándose a los tiempos globalistas que nos toca vivir.  

Los poderes fácticos  

Aunque son invisibles, no por eso son menos reales.[2]  

Ejército 

Es evidente que el poder fáctico innegable del Ejército no es el mismo que el del Ejército franquista de la Transición. Aunque aún den coletazos como un pez moribundo algunos de sus miembros fieles al franquismo. Muchos de los militares en activo han sido educados/formados ideológicamente en el espíritu franquista, aunque han sufrido un aggiornamento a los tiempos otanistas que viven. La OTAN, una organización belicista, imperialista y terrorista, cuya finalidad primordial es defender los intereses de las grandes corporaciones multinacionales de EEUU y la UE.[3] La Iglesia Católica 
 
El poder de la Iglesia Católica no se muestra tan abiertamente totalitario e inquisitorial como en tiempos del Dictador. Sin embargo, la gran mayoría de la jerarquía y sus partidarios evidencian su pretensión de imponernos a todos los españoles su ideario, manifestando continuamente su apoyo a las propuestas de los partidos más neoliberales, o incluso fascistas como Vox. Forma parte, por otro lado, de la corrupción económica y social en que se sustenta la derecha sociológica española. Se torna dolorosamente anticristiana –Que como yo os he amado, así también os améis unos a otros, Juan, 13, 24- con sus formas de rechazo a medidas socialmente aceptadas como el divorcio, la eutanasia, el aborto, leyes contra la discriminación sexual, a favor de la discriminación sexual y económica en las escuelas. Nunca se manifiestan tan agresivamente contra la pobreza, la injustica laboral, las carencias en la educación y la sanidad públicas, la mala e injusta aplicación de la ley de Dependencia, los encarcelamientos injustos [4], las muertes en las cárceles, el feminicidio, y tantas injusticias más. No parece importarles mucho el sufrimiento de los ciudadanos comunes. 

Cierto es que en cualquier sociedad hay cristianos hasta entre los ateos, e incluso entre los católicos españoles. 

El Poder económico 

Del poder fáctico económico de los grandes capitales nacionales e internacionales, sólo con decir que son quienes realmente gobiernan desde las sombras más abyectas de la corrupción moral, está todo dicho en una sociedad tan evidentemente injusta como la española. Comprobar cómo la prensa nacional e internacional no alza la voz contra el rescate de una banca claramente corsaria, al tiempo que –los grandes grupos mediáticos- están contra la sanidad y la educación públicas, están contra las pensiones públicas y a favor de las privadas, la protección de los grandes defraudadores y el desmantelamiento del sistema de la Fiscalidad pro-estatal. Sólo hay que seguir la legislación de los sucesivos gobiernos estatales, y hasta muchos autonómicos, cuya preferencia ha sido y es la preservación y aumento de los privilegios de los grandes capitales. Recolectando las migajas de los beneficios los subordinados partidos gobernantes. El aumento de la brecha económica entre las grandes fortunas y el resto de clases, incluso esas clases medias que simula defender el diario El País, sigue aumentando. Ver el artículo de Rosa Guevara Landa, “Las 'clases medias' (y las menos medias) en un editorial de El País”.[5] 

La principal herramienta ideológica de este poder económico son los grandes grupos mediáticos, de los que son dueños.[6] 

Notas:
 
[1] Rosa María Artal, “Watergate contra Podemos”,
[2] José Cavero, poderes fácticos en la democracia, Espasa Calpe, 1990
[3] Entre otros: Daniele Ganser, Los ejércitos secretos de la OTAN: la Operación Gladio y el terrorismo en Europa occidental, El Viejo Topo, 2010
[4]  César Manzanos Bilbao, “Víctimas mortales de la cárcel”,
[5] Rosa Guevara Landa, “Las 'clases medias' (y las menos medias) en un editorial de El País”.
[6] "El 74,8 por ciento de los periodistas cede a las presiones ante el "miedo" y las "represalias" a ser despedido o relegado en la asignación de trabajos, principalmente los autónomos, y un 57,2 % de los profesionales de los medios reconoce que se autocensura". Agencia EFE, “Periodismo Informe. El 75 % de los periodistas cede a las "presiones" y el 57 % se autocensura”, 15 dic. 2016, https://www.efe.com/efe/espana/sociedad/el-75-de-los-periodistas-cede-a-las-presiones-y-57-se-autocensura/10004-3125682 

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