jueves, 16 de mayo de 2013

¿HACIA QUE MUNDO NOS CONDUCEN?


Los aterradores planes del Club de los 300 según un Ex espía del MI6‏

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by CienciayEspiritu 
10.05.2013 
Cazadebunkers.com (comment-reply@wordpress.com)

 El Club de Roma

¿Cómo pueden los conjurados tener al mundo en sujeción, y más concretamente a los Estados Unidos y Gran Bretaña? Uno de los interrogantes que surgen con más frecuencia es: ¿cómo puede una sola entidad estar al tanto de lo que sucede en todo momento, y de que manera ejerce su dominio? En este libro procuraremos responder a esa y otras preguntas. La única forma de afrontar la realidad del éxito de la conspiración es nombrar y comentar algunas de las sociedades secretas, organizaciones de fachada, organismos gubernamentales, bancos, compañías de seguros, empresas multinacionales, la industria petrolera y los cientos de miles de entidades y fundaciones cuyas figuras más destacadas componen el Club de los 300, máxima institución que lleva las riendas del mundo desde hace al menos un siglo.

Como ya se han publicado bastantes libros sobre el Consejo de Relaciones Exteriores y la Trilateral, pasaremos a hablar directamente del Club de Roma y de la fundación alemana Marshall.

Para algunos fue una sorpresa descubrir que el Club de Roma y la entidad que lo financia, la cual ostenta el titulo de Fundación Alemana Marshall, eran dos asociaciones de confabulados que realizan sus actividades bajo el auspicio de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, y, que en su mayor parte, los ejecutivos que integran el Club de Roma proceden de la OTAN. Fue el Club de Roma el que formuló los principios que esta última organización reivindica como suyos, y el que – por intermedio de Lord Carrington, socio de Club de los 300, dividió a la OTAN en dos fracciones: un grupo de presión política (izquierdista) y la alianza militar originaria. El Club de Roma sigue siendo uno de los brazos más importantes del Club de los 300, en lo que se refiere a política exterior; el otro es el grupo de los Bilderberger. Se formó en 1968 a partir de miembros incondicionales del grupo original fundado por Morgenthau a raíz de una llamada telefónica del difunto Aurelio Peccei instando a lanzar con urgencia una nueva campaña con objeto de acelerar la planificación del Gobierno Internacional Único, actualmente conocido como Nuevo Orden Internacional. De todos modos, el primer nombre me parece más exacto.

El llamado de Peccei fue respondido por los más subversivos planificadores del futuro que se pudieron seleccionar en Estados Unidos, Francia, Suecia, Gran Bretaña, Suiza y Japón.

Entre 1968 y 1972, el Club de Roma se transformó en una entidad cohesiva integrada por neocientíficos, mundialistas, planificadores del futuro e internacionalistas de toda calaña. Uno de los delegados lo describió con estas palabras: “Nos hemos convertido en la túnica de diversos colores de José”, en alusión al personaje bíblico. 

En líneas generales, el programa previsto del Club de Roma consistiría en crear y difundir ideas postindustriales en los Estados Unidos, junto con movimientos de contracultura como los empeñados en la difusión de la droga, la revolución sexual, el hedonismo, el satanismo, la brujería y el ambientalismo, El instituto Tavistock, El Instituto de Investigaciones de Stanford, el Instituto de Relaciones Sociales y de hecho todo el amplio espectro de los centros de investigación de psiquiatría social aplicada, o bien contaban con delegados en la junta directiva del Club de Roma, o desempeñaban una misión orientadora en la tentativa de la OTAN de llevar a cabo lo que denominan la conspiración acuariana.

El Club de Roma es una organización general coordinadora, una especie de matrimonio entre financistas angloamericanos y las familias que integran la ancestral Nobleza Negra europea, en particular la nobleza de Londres, Venecia y Génova. La clave para el dominio exitoso del mundo está en su capacidad para crear y dirigir atroces recesiones económicas y futuras depresiones financieras. El Club de los 300 aspira generar convulsiones sociales a escala planetaria, seguidas de depresiones, pues ve en ellas un medio de allanar el terreno para sucesos de mayor trascendencia, un método para ocasionar que ingentes masas de seres humanos de todo el orbe se conviertan en futuros beneficiarios de su sistema de beneficencia social.

El Club de Roma posee su propia central de inteligencia, y toma prestados además agentes de la INTERPOL de David Rockefeller. Todos los organismos de inteligencia de los EE. UU. Cooperan muy estrechamente con él, así como la KGB y el Mossad o Servicio de Inteligencia Israelí.

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