sábado, 4 de junio de 2011

¡ EA, EA, EA, EL REY SE CABREA !


(El Rey cojea del pie derecho)


Lo mejor que tener Rey es no tenerlo. Y no lo digo porque todos sepamos de qué pie cojea: del derecho, sino porque cojeando como cojea, del derecho, realmente se mosquea cuando los periodistas le preguntan: y de la cojera qué, Majestad? Y el Rey va y les contesta en castizo marciano obtuso: -//¨¨´´…)/…??{]]]]????, porque la lengua española, salvo la chabacana, la verdad es que no la donima. Lenguaje culto y Rey son cosas incompatibles. Nadie es perfecto.
Y es que el Rey coordinar, coordinar, no coordina, solamente reina… pero cobrando a cojón de mico pardo por reinado que aplica. Y deporte, mucho deporte. Pensar en Rey y hacerlo en deporte todo es uno: Rey-deportivo.
Y pasa lo que tiene que pasar, que el deporte, según y cómo, gasta mucho de la parte de abajo de rodilla, no es como el caso del peón de albañil, que lo que más se le desgasta es la materia gris, porque cuando se cae del andamio, sobre todo si va cabeza abajo dirección andamio-suelo, en caida libre, lo primero que se le joden son los sesos, y de rebote el estómago de la familia del peón de albañil caído por Dios y desde el andamio, porque ya me contarán qué puede comer la familia del peçon si se queda sin ingresos.
Suiza está llena de suizas, y esto no es culpa de nadie. Ni siquiera culpa del Rey. Y, ¿están buenas las suizas? ¡Qué me se yo cómo coño están las suizas, si yo no he ido nunca a esconder mis dineros a Suiza! Esto habrá que preguntárselo al Rey que tiene experiencia en el deporte blanco, y que por apalancamiento indebido, por exceso o por defecto, sobre los palos esos que llevan los esquiadores… ¡que se la pega, que se la pega, que se la pega…! ¡Zas!, que la pegó. Y ahí que nos encontramos a Su Majestad (la Suya, no la mía) por los suelos blancos de Suiza hecho un revoltillo entre nieve, gafas, esquíes, palos de esquís, y polvo blanco, porque la nieve como las suizas, cuando está buena, no sé por qué, hay mucho polvo blanco. Conclusión y resultado real: que el Rey amanece después de la caída en la nieve suiza con una pierna rota en acto de servicio. Y todo por esquiar y por la nieve Suiza, y de aquellos polvos, digo yo, estas cojeras del Rey que la casa Real no quiere que se sepan vía dialéctica Don Juan Carlos I (algunos ya han dicho que es el último), porque es que no sabe ni hablar, a cuyos efectos, la susodicha Casa Real ha hecho saber que el cachondeo de los periodista preguntándole al Rey que de la cojera qué se va a acabar, porque ya no le van a dejar entrar ni al Palacio de la Zarzuela (patrimonio español que ocupa el Rey. No te digo, ¡y encima okupa!) ni al palacio de El Pardo (donde vivía Franco) así como así, cuando el Rey en función de su reinado tenga que decir algo, con lo que no nos enteraremos de las gracias que haga el Rey. Igual, igualico que dicen hace Hugo Chaves en Venezuela y Fidel Castro en Cuba con la censura de prensa, que al jefe no se le puede decir que en lo tocante al habla del castizo marciano obtuso no pasa.
¿Y ven una de las ventajas de no tener Rey?: que este artículo no habría tenido lugar.





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