lunes, 13 de septiembre de 2010

PARA BAYER Y MONSANTO, CUEVAS DE LADRONES Y ALTERADORES DEL ORDEN NATURAL, ES PRIMERO EL DINERO QUE LA VIDA DE LAS PERSOANS Y DEL MEDIO AMBIENTE

(Arrozales en Isla Mayor, Sevilla)
Artículo enviado por Antonio S. L., seguidor del Ojo Atipico.
La siembra de arroz transgénico irrumpe en el futuro agrícola del Espacio Natural
COAG y las asociaciones ecologistas advierten que arruinará la imagen comercial de la comarca • Asaja y UPA piden una regulación de cultivos • La EBD abre un debate científico.

Rafael Moreno / Huelva Actualizado 04.09.2010 - 01:00
Ante la inquietud mostrada por los colectivos agrarios y los grupos ecologistas que forman parte del Consejo de Participación de Doñana, la Estación Biológica (EBD) ha incluido en el orden del día de las próximas comisiones de Biodiversidad, Desarrollo Sostenible e Investigación una sesión de trabajo que abordará el futuro de los cultivos transgénicos en el Espacio Natural de Doñana. Ecologistas en Acción ha alertado que ya se está sembrando arroz transgénico, lo que considera un grave problema que atenta contra la imagen comercial y de producción ecológica y sostenible que se quiere dar desde el Espacio Natural.

Amigos de la Tierra ya alertó que las compañías biotecnológicas Bayer y Monsanto solicitaron en 2010 permiso al Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino para tramitar ensayos con transgénicos en municipios españoles que incluían espacios naturales protegidos, un extremo negado por las multinacionales. A pesar de ello, la ONG insistió en que como cada año empresas como Monsanto, Bayer, así como Pioneer, Procase o KWS solicitaron licencia al Gobierno para experimentar con organismos modificados genéticamente al aire libre y subrayan que muchos de estos experimentos se engloban en 50 espacios naturales de especial protección, desde zonas de la Red Natura 2000 hasta parques nacionales como Doñana y Daimiel.

Juan Romero, portavoz de Ecologistas en Acción en la Reserva, sostiene que en vez de impulsar la agricultura ecológica, ahora con una presencia testimonial, se pueden abrir las puertas a cultivos con muchos riesgos. Este tipo de producción supondrá "una lesión muy grave para la imagen de Doñana. La credibilidad del mayor Espacio Natural de Europa se puede venir abajo por esto".

El foro que debatirá sobre la presencia de cultivos transgénicos en el territorio protegido contará con la participación de Rafael Garcés, doctor en Biología por la Universidad de Sevilla y profesor de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en el Instituto de la Grasa; y de José María Romero, profesor de la Universidad de Sevilla, y miembro del Instituto de Bioquímica Vegetal y Fotosíntesis del CSIC.

La Confederación de Agricultores y Ganaderos ha llamado a Juan José Soriano Niebla, biólogo de la Universidad de Sevilla y Maestría en Agroecología en la Universidad Internacional de Andalucía. Soriano ha desarrollado una amplia experiencia en el campo de la agricultura ecológica y actualmente trabaja en la sección de Investigación y Programas Agroalimentarios del Instituto de Formación Agraria y Pesquera. Quedan por confirmar los especialistas requeridos por las otras dos asociaciones agrarias, Asaja y UPA.

El director de la Estación Biológica, Fernando Hiraldo, asegura que "hay que subir el nivel del debate y para hablar con propiedad del futuro de los transgénicos hay que estar muy bien informados".

El debate de los transgénicos tiene muchas aristas. Desde la Agencia de Seguridad Alimentaria se informa de que un grupo de científicos expertos e independientes someten los transgénicos a controles alérgicos, ecológicos y microbiológicos, toxicológicos, de la fisiología de la planta y de genética molecular. Además, los productos que deriven de cosechas transgénicas deben ser etiquetados con la mención "modificado genéticamente".

Los laboratorios especializados en estos cultivos creen en los beneficios para la sociedad y el medio ambiente y ponen como ejemplos la reducción del uso de insecticidas y el incremento de la productividad.

Desde Greenpeace se advierte que ponen en grave peligro la salud de las personas: influyen negativamente en la fertilidad y en la reproducción de los mamíferos. Este grupo sostiene que no son buenos para el campo pues su cultivo elimina las barreras de protección entre terrenos, lo que obliga a los agricultores que no optan por los transgénicos a cambiar fechas de siembra y asumir costes muy altos.

Entre los distintos miembros que conforman el Consejo de Participación de Doñana hay discordia.

La Unión de Pequeños Agricultores cree que no se puede negar la realidad y recalcan que es legal hacerlo. Desde la UPA piden al Gobierno que aporte tranquilidad a los productores agrarios y si se autoriza el cultivo, que se regule de forma segura.
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Desde la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja) se muestran a favor de esta tecnología aplicada a la agricultura. Según Asaja, estos cultivos aumentan el rendimiento por lo que piden que se regulen.

La COAG rechaza los transgénicos porque no respetan el principio de precaución y acarrean problemas para la salud y el campo. Desde COAG subrayan que "si hay transgénicos no puede haber otra agricultura porque la desplazan". COAG no se fía de una producción que está ya en manos de las multinacionales y "a éstas no les interesa la alimentación ". Pide al Gobierno que defienda una agricultura social. Gran parte de los productos que se venden con la marca Doñana y amparados por la etiqueta Doñana 21 también pueden verse afectados por la irrupción de los transgénicos.

El objetivo de los cultivos transgénicos parece el arroz. El bioquímico Miguel Calvo reconoce que el arroz dorado, que tiene niveles muy altos de vitamina A, está muy próximo a su desarrollo final, al ser un alimento eficaz contra el hambre y sus daños colaterales en países del tercer mundo. Calvo ya ha recomendado utilizar el algodón transgénico en el Valle del Guadalquivir pues a su juicio "es tremendo que junto a Doñana se emplee tal cantidad de insecticidas".
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